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lunes, 10 de marzo de 2014

La lucha por la igualdad de las mujeres del campo: más esfuerzo, la misma ilusión

más esfuerzo, la misma ilusión
  • Más de cinco millones mujeres viven y trabajan en el medio rural en España
  • La ley de titularidad compartida es uno de los grandes avances en el medio rural
  • FADEMUR: se está incrementando la brecha entre el mundo rural y el urbano
Nieves en su explotación lechera en Casar de Periedo, en Cantabria
Nieves en su explotación lechera en Casar de Periedo, en Cantabria
Loreto junto a su tractor en Santervás de la Vega, Palencia.
Loreto junto a su tractor en Santervás de la Vega, Palencia.

Inmaculada Idáñez en su invernadero de tomates en Almería.
Inmaculada Idáñez en su invernadero de tomates en Almería.


SILVIA RUIZ MONTOYA  
RTVE a la carta 08.03.2014
"Siempre necesitaba la autorización de mi marido para hacer cualquier trámite o cualquier papeleo de nuestra explotación. Es lo que más me quemaba", cuenta a RTVE.es Nieves. Así explica esta ganadera de Cantabria su lucha por los avances en el mundo rural.
Uno de los grandes pasos que se han dado en este medio es la Ley de Titularidad Compartida que se aprobó en 2011. Una medida que ha equilibrado la situación y que ha permitido por primera vez que las mujeres que participan en las tareas del campo sean reconocidas como cotitulares de las mismas. Sin embargo, aún queda mucho por hacer.
En el caso de Nieves, su jornada laboral empieza a las 07:00 horas. Es ganadera desde hace 32 años y comparte con su marido una explotación lechera en el Casar de Periedo, en Cantabria. Ella se encarga de ordeñar las 55 vacas que pastan en su explotación y del “papeleo” y su marido alimenta al ganado y arregla la maquinaria cuando se estropea. No obstante, hasta hace tres años Nieves ha figurado simplemente como una "ayuda familiar" dentro de su propio negocio.

Un gran avance en el campo
"La vida del trabajo diario es exactamente igual, mismas obligaciones, mismas jornadas de trabajo, pero cambias socialmente. Ya estás dentro de las estadísticas", continúa Nieves.
Teresa López, presidenta de FADEMUR (Federación de Asociación de Mujeres Rurales), explica que muchas de ellas no aparecen en los datos porque se les considera 'ayuda familiar'.
"El trabajo de las mujeres está oculto y hay muy pocas que conocen esta ley. Tienen las mismas obligaciones, pero no los mismos derechos", indica.

"Ayudantes" de sus maridos en sus negocios
Nieves cuenta que ella lleva cotizando a la Seguridad Social 20 años, aunque hasta hace tres ha cotizado como "ayudante" de su marido. Además, explica emocionada que ha sido un "gran paso", aunque lamenta que haya muchas que no se hayan hecho cotitulares. "El día de mañana tampoco van a tener nada y van a depender completamente de sus maridos", añade.
La ganadera asegura que no cambiaría por "nada en el mundo" su vida en el campo. "En el pueblo puedes dejar la puerta de tu casa abierta y conoces a todo el mundo", agrega.
Según FADEMUR, más de cinco millones de mujeres viven y trabajan en el campo en España. Un sector que ha tenido que enfrentarse a los recortes "más que nadie". No obstante, López cree "firmemente que tiene muchas posibilidades de futuro".

El medio rural lucha por los recortes
"Estamos muy preocupadas por el impacto de los recortes sobre el medio rural en particular, porque si las decisiones sobre esos recortes se adoptan con criterios económicos, este medio sale muy caro", explica.
La presidenta de FADEMUR asegura que la crisis "afecta más" a este medio porque si se elimina una ruta de transporte o se deja de prestar el servicio de atención a domicilio, "todo vuelve a recaer sobre las mujeres que tienen que ocuparse del cuidado de la familia, tanto de los mayores como de los niños".
Asimismo, añade que se está incrementando la brecha entre el mundo rural y el urbano. "Se está retrocediendo. Al final estamos condenados a quedarnos sin servicios en los pueblos", cuenta.

"Estamos volviendo a lo de antes"
Inmaculada Idáñez, coordinadora del área de la Mujer de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos), coincide con López en que las mujeres de los pueblos han tenido que dejar sus trabajos para cuidar de sus hijos porque “están cerrando guarderías” y de sus mayores porque “hay recortes en la ley de dependencia”.
Idáñez también es agricultora desde hace muchos años en la cañada de San Urbano (Almería) y cuenta que "estamos volviendo a lo de antes". "Con la ley de dependencia, las mujeres nos estábamos liberando un poquito y podíamos desempeñar nuestro trabajo, pero ahora solo tenemos trabas y dificultades", narra. 
Con la ley de dependencia, las mujeres podíamos desempeñar nuestro trabajo
La coordinadora de COAG cuenta que muchas mujeres han tenido que reinventarse y han apostado por rentabilizar "al máximo" su trabajo. "Si antes solo tenían ovejas y leche, ahora están intentando hacer también el queso", agrega.
Esta mujer es empresaria y tiene a su cargo a tres trabajadores. Su jornada es larga. Ve amanecer y anochecer su invernadero de tomates de lunes a sábado, pero aún así se queda con su modo de vida. "Los niños están seguros y tus vecinos son también parte de tu familia", comenta.

Adaptarse a los nuevos tiempos
Como Inmaculada y Nieves, Loreto también ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos del medio rural. Es agricultora y da clases de artesanía en diferentes pueblos. Vive en Santervás de la Vega, en Palencia, y cuenta que su actividad agraria es temporal y por eso le permite enseñar lo que más le gusta: las manualidades.
Lleva dedicándose al campo 20 años, porque es lo que siempre ha visto en casa. "Llevo ayudando y apoyando en este sector desde que me salieron los dientes", bromea.
Esta agricultora explica que en este mundo siempre ha encontrado "piedras en el camino". "Yo por mi forma de ser, no las he dado tanta importancia. La gente se sorprende de que tu hagas todo y de hecho me han preguntado muchas veces si las facturas las ponen al nombre de mi marido", cuenta. 
A la ciudad me iría en el caso de que se me fuera todo al garete.
Además, Loreto afirma que siempre ha demostrado a todo el mundo que vale y se ha ganado su trabajo. "Después de tantos años luchando por esto, y ahora que tengo algo conseguido y que hago las cosas que realmente me gustan, no lo dejaría nunca. A la ciudad me iría en el caso de que se me fuera todo al garete", concluye.

La artesanía como modo de vida
Chus también comparte la pasión por la artesanía como Loreto. Esta madrileña trabajaba en el sector de la informática, aunque su tiempo libre lo dedicaba a las manualidades. Nunca se imaginó que este 'hobby' llegara a ser su modo de vida, pero se quedó en el paro y decidió reinventarse.
Ahora es empresaria y tiene una tienda de artesanía en Cerceda, un pueblo en la sierra de Madrid. Su marido también se quedó en paro y ahora los dos comparten esta pasión. Su modo de vida ha cambiado y ella también se queda con el mundo rural.
Nieves, Loreto, Inmaculada o Chus son algunos de los rostros de las mujeres que viven en el medio rural. Un medio en el que el papel de la mujer aún es secundario, pero en el que la lucha es primordial.

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