19650516 Archivo Pando, IPCE, Ministerio de Cultura, 1965. |
Arch. Agromayor, IPCE, Ministerio de Cultura, + 1970 |
19650516 Archivo Pando, IPCE, Ministerio de Cultura, 1965. |
Arch. Agromayor, IPCE, Ministerio de Cultura, + 1970 |
La ruta en moto es sencilla y no requerirá de mucho trabajo. Aunque son bastantes kilómetros, las carreteras son buenas y la duración total del camino dependerá de la cantidad de paradas que se quieran hacer y, teniendo en cuenta el patrimonio y actividades de algunas localidades, estas pueden ser muchas.
Cualesquiera de las localidades son merecedoras de una parada, teniendo en cuenta el patrimonio que atesoran y que en muchos casos sorprenderán por su excelente estado de conservación. Imposible describir o enumerar en este poco espacio el valor histórico y cultural de este eje cultural europeo que es el Camino de Santiago Francés.
En varios tramos la calzada o la cuneta es compartida con los peregrinos que darán un toque de color a la ruta en su peregrinar hacia Santiago.
Comenzamos desde la pequeña localidad de Redecilla del Camino, para tomar dirección oeste hacia Burgos. Nuestro camino de referencia será la N-120 y la seguiremos hasta el cruce con la N-6.
Acceso a la domentación, geolocalización, QR, para esta ruta motera.
Es esta ruta la más urbana de todas, pudiendo disfrutar de toda la oferta gastronómica, artística y cultural de grandes poblaciones como pueden ser Burgos, León, Astorga, Ponferrada... donde dispondrás de todo tipo de servicios y atracciones.
También este tramo está salpicado de lugares mágicos como Villalcázar de Sirga, de hitos ingenieriles como las esclusas del Canal de Castilla, en Frómista, o yacimientos como los de Atapuerca, cerca de la capital Burgalesa.
Bajo el título ‘Innovación en Empleabilidad Rural: Desarrollo de comunidades inclusivas’, este evento reunirá a agentes públicos de España y Europa, así como entidades europeas adheridas a la red para compartir y analizar sus experiencias
La asistencia es gratuita y con plazas limitadas, por lo que las personas interesadas en asistir deben registrarse en este formulario: https://bit.ly/Inscripcion-Congreso-REN
La red europea Rural Employability Network (REN) acogerá el próximo 30 de noviembre el congreso ‘Innovación en Empleabilidad Rural: Desarrollo de comunidades inclusivas’, con la participación de los principales agentes públicos y sociales de los ámbitos europeo, nacional y regional con el fin de compartir las experiencias de éxito e iniciativas puestas en marcha en los últimos años para favorecer la inclusión sociolaboral en sus áreas rurales.
En esta cita participarán más de 15 ponentes, organizados en tres mesas de debate, donde analizarán las diferentes propuestas nacionales y europeas que han permitido impulsar el empleo y emprendimiento rural, especialmente entre colectivos en riesgo de exclusión.
Rural Employability Network está desarrollado por la Fundación Santa María la Real, a través de su Área de Empleo y Emprendimiento, y financiado por el Fondo Social Europeo en España, dentro del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social, en su Eje Prioritario 7, como proyecto transnacional de cooperación. Además, está cofinanciado por el Servicio Público de Empleo de Asturias, el Gobierno de Castilla-La Mancha, el Servicio Extremeño Público de Empleo, la Diputación de Jaén; el Servicio Navarro de Empleo y la Diputación de Palencia.
Innovación e inclusión en la Europa rural
.- La primera mesa de debate de este congreso anual lleva por título ‘Prioridades europeas en la agenda de inclusión sociolaboral en áreas rurales’ y reunirá a administraciones públicas y entidades sociales, tanto a nivel nacional como europeo. Participarán representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Unidad Administradora del Fondo Social Europeo (UAFSE) y otras administraciones europeas. Explicarán qué iniciativas serán promovidas y financiadas para la inclusión de personas en riesgo de exclusión en zonas rurales.
.- Posteriormente, seis entidades europeas adheridas a esta red intervendrán en la segunda mesa de debate, ‘Innovación social para la inclusión en la Europa rural’, tras haber sido seleccionadas por REN tras implementar proyectos considerados como buenas prácticas en el impulso del empleo y emprendimiento rural. Se trata de A4 – Acolher, Aceitar, Agir, Adaptar (Portugal); CIAPE – Italian Permanent Learning Centre (Italia); GAL Pays des Condruses (Bélgica); Letrim Develpment Company (Irlanda), Leader Viisari (Finlandia) y Legambiente (Italia).
.- Y en la tercera y última mesa de debate, titulada ‘Transferencia a España de prácticas europeas innovadoras en inclusión’, las entidades españolas cofinanciadoras de Rural Employability Network han sido invitadas para compartir su visión sobre la réplica de proyectos europeos en España, tras las visitas de estudio realizadas en 2022. Explicarán qué aspectos de las iniciativas visitadas consideran más transferibles e innovadores para sus territorios, así como los retos a los que prevén enfrentarse en el proceso de transferencia.
Registro y asistencia gratuita
La asistencia al congreso es totalmente gratuita y se facilitará, además, traducción simultánea al castellano e inglés para poder seguir el evento de forma cómoda. Dispone de plazas limitadas, por lo que las personas interesadas en asistir al Espacio Bertelsmann deben registrarse en el siguiente formulario online: https://bit.ly/Inscripcion-Congreso-REN
A través de este mismo cuestionario, también podrán inscribirse las personas que deseen seguir el evento en formato online, seleccionando dicha opción al completar el formulario, así como el idioma desde el que desean visualizarlo. Posteriormente, recibirán el enlace para conectarse el día del evento.
Abierta adhesión a nuevas entidades
Actualmente, 40 entidades sociales ya forman parte de Rural Employability Network. Aquellas organizaciones que trabajen para promover la empleabilidad en las zonas rurales y deseen formar parte de la REN pueden solicitar su adhesión a través de la web del proyecto en la sección ÚNETE.
Las entidades adheridas promueven el desarrollo del empleo, el emprendimiento y la inclusión social en zonas rurales. Se benefician de iniciativas como la Comunidad de Aprendizaje, la asistencia a formaciones especializadas o el acceso a recursos de interés de ámbito europeo sobre emprendimiento y empleabilidad rural.
Esta red, que mantiene un enfoque colaborativo, impulsa la transferencia al territorio español de acciones innovadoras desarrolladas por entidades sociales europeas, con el fin de luchar contra el desempleo y la exclusión social en zonas rurales. Sus miembros, entidades públicas y privadas, trabajan por la empleabilidad rural desde la perspectiva de la innovación social.
Entra en nuestro Canal de Youtube para ver vídeos con consejos y tips para la búsqueda de empleo, charlas y webinar de especialistas y muchos más contenidos interesantes sobre Empleo, Inclusión Social, Emprendimiento, Innovación Social, Investigación Social…
Esbozo de Monumento al Peregrino Redecilla del Camino 2010 |
Base para el Monumento al Peregrino Redecilla del Camino, septiembre 2022. |
Sobre esa base, al final parece que se ha optado por dos siluetas en hierro "oxidado", que representan a un peregrino y a una peregrina.
Ese sería el perfil de esas siluetas. Parecen que son unos dos metros de altura
Proyecto del Monumento al Peregrino en Redecilla del Camino, octubre 2022. |
Además parece que, además, se va a colocar en el mismo material otra silueta de la pila a tamaño natural en las inmediaciones de la Iglesia.
Previo a boceto definitivo del monumento a la Pila bautismal, que se pretende poner en la Calle Mayor, Hecho también sobre hierro. |
Vistas del barranco a mitad de verano, con su magnífico arbolado reverdecido y lustroso. En verde oscuro tenéis los hayedos, colonizando las vaguadas y fondos de valle húmedos y sombríos, mientras que en verde cano podemos contemplar la marcada distribución que establecen los melojares, ocupando las cabeceras y topografías convexas, más soleadas y secas.
Este modelado topográfico es frecuente en toda la zona media del río Oja, correspondiéndose con la presierra demandesa, y es motivo de la composición lítica que en origen ostentan gran parte de sus suelos de aluvión. Si ahondamos en la naturaleza de su gea, podemos descubrir como el basamento o los cimientos sobre los que se erige dicha comarca, se hallan constituidos en su mayoría por conglomerados sedimentarios de origen Terciario. Como ingrediente primordial de esta clase de litología encontramos gravas, integradas por cantos rodados de diversas dimensiones, a la vez inmersas en una matriz arenosa, poco coherente y suelta. Dicha circunstancia geológica propició una importante acción erosiva, generalizada en tiempos pasados, cuando la cubierta vegetal del entorno se encontraba muy diezmada por la acción del hombre y sus ganados, lo que favoreció el desarrollo de profundos “tajos” o “barrancas“. A través de los mismos, durante las épocas de crecida y fuertes lluvias, se canalizaban arrolladores torrentes de agua. Al mismo tiempo, auspiciadas por un considerable desnivel altimétrico, sus desbordantes corrientes iban socavando, arrancando y trasportando ingentes masas de piedra y sedimento. A vueltas, rodando barranco abajo. Disolviendo y seccionado progresivamente los frágiles márgenes que procuraban reconducir el cauce fluctuante del arroyo de Artaso, hasta convertirlos en la quebrada garganta que podemos apreciar hoy en día, cubierta y camuflada ya de vegetación colonizadora.
Perfil edáfico del barranco de Artaso tras ser disuelto y disgregado por la acción erosiva del agua. En la sección vertical pueden apreciarse un afloramiento de gravas con diferente granulometría, incrustadas inestablemente en un masa de arena fina y suelta.
Increíbles paredes verticales flanquean la barranca de Artaso. Gravas, aglomeradas con arena, constituyen los frágiles sedimentos geológicos que cimentan el pie de monte de la Sierra de La Demanda riojana. Estos conglomerados de borde de cuenca, forman un sustancial relieve geológico a caballo entre las cumbres del Sistema Ibérico y las llanuras del Valle del Ebro, extendiéndose de este a oeste por gran parte de la región.
La importancia de este espacio natural radica en la extensión y estado de conservación que atesoran sus inmensos bosques caducifolios. Sus dominios forestales superan las 300 ha de superficie.
En la umbría, empezamos observando un tipología de rebollar húmedo que conforma un bosque mixto de gran valor y riqueza florística, en el se entremezclan, además de robles: avellanos, cerezos silvestres, fresnos, arces y tilos. El estrato arbustivo es muy variado. En el mismo comparten hábitat acebos, madreselvas, rosales silvestres, espinos, boneteros, hiedras y brezos. Esta evidente pluriestratificación, medida en niveles, resulta encomiable; pues sirve para conectar la cadena de múltiples biotopos que se reparten entre las copas de los árboles y el suelo del bosque, aumentando con ello la prosperidad y valía biológica de este ecosistema natural. Entre las hierbas vivaces destacamos las especies nemorales, adaptadas a vivir en los espacios más frescos y sombríos, bajo el sotobosque de fronda: Viola riviniana, Primula acaulis, Sanicula europaea, Lilium martagon, Doronicum plantagineum, Scilla lilio-hyacinthus, Asperula odorata, Melica uniflora. El grupo de los helechos cuenta con grandes y vigorosos representantes, acantonados a menudo sobre las paredes húmedas y rezumantes del barranco, lo que confiere al terreno una sugerente impronta selvática primaveral. Por su parte, la proliferación masiva de líquenes y musgos, abrazando troncos, ramas y piedras por doquier, nos indica unas excepcionales condiciones de pureza y calidad del microclima ambiental.
La riqueza botánica del bosque mixto húmedo, con su verdor y frondosidad, sobrecoge al visitante primaveral.
Turgentes alfombras de musgo revisten luminosamente los fustes de estos viejos robles rebollos.
En los reductos más frescos y resguardados, el estrato liquénico, presidido por líquenes, ostenta una notoria representación dentro del biotopo forestal. En esta imagen preinvernal, podéis valorar como los líquenes llegan a cubrir una cuantiosa porción del dosel arbóreo.
Algunos representantes de la flora nemoral umbrófila: Doronicum plantagineum, Aperula odorata y Viola riviniana.
Los hayedos se encuentran en franca expansión, ganando terreno a costa del rebollar, al que va desplazando y ahogando con el paso del tiempo. Las hayas, comienzan por ocupar las vaguadas más umbrías y húmedas de las laderas, para más tarde ir invadiendo cerros y divisorias, regenerándose eficazmente a la sombra de otras especies. Gracias a esto, en este paraje podemos observar las diferentes etapas que componen la vida de un hayal. Desde sus primeras fases de colonización, en las que sus brinzales forma arboledas mixtas en compañía de otras especies, hasta los últimos estadios de madurez, representados por vetustos ejemplares supervivientes, solitarios, y, a menudo, en avanzadas condiciones de decrepitud. La observación de hayas mochas o descabezadas, con aparentes vestigios de ramaje horizontal y muñones en sus nudos, evidencia que el bosque pudo encontrarse más aclarado y tratado en tiempos pretéritos. Asemejándose a una dehesa. Posiblemente al estar vinculado a antiguos aprovechamientos silvopastorales, ligados a la extracción comunal de maderas y leñas, al carboneo o a la voraz ganadería extensiva.
La vistosidad y contraste del hayedo primaveral, copiosamente regado por las lluvias, rivaliza con sus más afamados tonos cromáticos otoñales.
En un tramo del desfiladero, podemos observar una incipiente tejeda, que cuenta con varias decenas de jóvenes pies que crecen guarecidos sobre los farallones del cantil. En el fondo húmedo del barranco contamos con poblaciones relictas de la ciperácea Carex flexuosa y del arbusto Viburnum opulus, denominado Mundillo o Bola de Nieve, no citado por ahora en ningún otro punto del valle del Alto Oja.
Pequeños regatos intermitentes alimentan las corrientes que fluyen por la barranca del Artaso.
A nivel forestal, la solana de Artaso se halla algo más deteriorada que la umbría. Está cubierta por un dilatado rebollar de aspecto denso e intrincado, donde se cuentan demasiadas cepas con pies puntisecos y envejecidos, esquilmadas por la sobreexplotación de antaño. Los desbroces y claras selvícolas son necesarios para mejorar la estabilidad y grado de salud de ésta y de otras valiosas masas autóctonas de robledal presentes en la ibérica riojana, en concreto en todo el Medio Oja, descapitalizadas tras el abandono de usos agroforestales. En la desembocadura del barranco, en una solanita abrigada, se extiende la única formación de encinar que todavía perdura en la zona montañosa del Oja, apenas supera las 10 ha de terreno. Sin ir más lejos, el fito-topónimo de Artaso tiene su origen en la voz vasca “arte-artadi“, que significa encina. Lo que sin género de duda hace honor, desde antiguo, a su pequeño bosquete de encinas oscuras.
Todo esto y mucho más podemos contarte acerca del mágico e inexplorado Bosque de Artaso ¿Existe un mejor lugar para hacerlo que en mitad de dicho bosque?
Regresan a sus orígenes o convierten un lugar en que hasta ahora les era extraño en su hogar y en el lugar en el que cambiar de vida y emprender un negocio. Sus historias no son extrañas, pero la particularidad de siete familias que se han instalado en cuatro provincias de Castilla y León es que han optado por emprender en el mundo rural, en pueblos en los que hasta ahora casi lo único que conocen es pérdida de población. Sus casos son un rayo de esperanza en la lucha contra la temida despoblación. Los pueblos dan la bienvenida a los nuevos pobladores y estos los consideran bien hallados.
Los siete casos han sido posibles gracias al programa Holapueblo, puesto en marcha por el Grupo Red Eléctrica, Correos y AlmaNatura, cuyo objetivo es impulsar «la repoblación y la reactivación económica de localidades de la España Interior. El programa, que se puso en marcha en 2020 ha hecho que 19 municipios de España con baja población de varias comunidades autónomas reciban a nuevos habitantes.
En el caso de Castilla y León, los pueblos que han recibido a siete familias son Belorado, Sasamón y Villadiego en Burgos; Mayorga en Valladolid; Paredes de Nava en Palencia; y Medinaceli y Valdeavellano de Tera en Soria.
Los motivos para el traslado de las familias a los pueblos son diversos y los negocios que han decidido emprender también. En Palencia, la familia formada por Flor, Fede y sus hijos está montando un centro de día para personas dependientes en Paredes de Nava. También en Tierra de Campos, pero en la provincia de Valladolid, Daniel y su pareja han creado una óptica itinerante que se desplaza para dar servicios a los habitantes de la comarca.
En Burgos, Emmanuel ha emprendido un negocio de creación de videojuegos en Sasamón, mientras Pablo y Alma se han instalado con sus hijos en Belorado para poner en marcha un sistema de cultivo aéreo (aeroponia). Por su parte, Diego e Ivana van a abrir un restaurante en Villadiego.
En Soria, Gabriel y Katya han creado una empresa de instalación de placas fotovoltaicas en Medinaceli. Y en Valdeavellano de Tera, Ana Belén, Nicola y su hija han abierto un alojamiento rural.
Todos ellos han utilizado el programa Holapueblo para su cambio de vida. Este programa asesora a pequeñas localidades de España para que aumenten su capacidad de atracción de población y al mismo tiempo ayuda a las personas que quieren vivir y emprender en el medio rural a desarrollar sus ideas de negocio y encontrar el municipio que mejor se adapta a su proyecto vital y de emprendimiento.
De las casi 2.000 personas que se han interesado por mudarse a alguno de lo pueblos incluidos en el programa, el 38% son de origen extranjero, y de ellos el 63% residente den otro país.
Según Antonio Calvo Roy, director de Sostenibilidad del Grupo Red Eléctrica, los resultados de Holapueblo demuestran que «la España rural tiene tirón dentro y fuera del país; si bien ni todos los pueblos reúnen las mínimas condiciones para acoger nuevos pobladores ni todas las personas que desean mudarse tienen ideas de negocio suficientemente maduras, rentables ni viables para desarrollarse en el entorno no urbano».
Entre las cuestiones que han hecho que las familias se decanten por un pueblo en concreto destacan estar al menos de una hora de la capital provincial, contar con una oferta de vivienda, servicios básicos de educación y atención sanitaria, buena conexión a internet e instalaciones para su negocio. También influye el grado de implicación de los ayuntamientos y sus esfuerzos para fijar población.
Daniel Paniagua regresó a su Mayorga natal en 2019, y durante la pandemia ideó poner en marcha Gafasvan, una óptica en la localidad. Su deseo se hizo realidad en noviembre de 2020, en un local justo debajo de la vivienda donde nació. Vio una necesidad de ofrecer un servicio óptico cercano en el medio rural con un establecimiento físico, al que quiso complementar con otro itinerante que llega, trasladando el material en su furgoneta, a otros tres pueblos de Tierra de Campos. La vallisoletana Villalón de Campos y las palentinas Villada y Villarramiel.
Además, sigue pendiente de solventar los trámites burocráticos que le permitan llegar a otros dos municipios, todos ellos de al menos 1.000 habitantes. «Mis clientes principales son la gente que no se puede desplazar por sí misma, o tenía que tirar de familiares. Ahora dando un paseo llegan hasta donde estoy yo», remarca Daniel. Un procedimiento que fue complicado porque «no es que vaya y me ponga a vender gafas en la plaza», sino que ha tenido que sacar una licencia sanitaria por cada pueblo, pagar las tasas, realizar un proyecto que tiene que hacer un arquitecto, y conseguir un local, bien cedido, alquilado, o con un intercambio de servicios.
Cada semana recorre estos pueblos con su furgoneta, y ofrece sus servicios tales como revisiones de la vista, graduaciones, test de agudeza visual y daltonismo, pruebas de tonometría, y venta de gafas y lentillas, aunque esto último no desplaza todos los productos que sí oferta en su tienda física en Mayorga. Además, da servicio a otros vecinos de pueblos cercanos porque en ciertas ocasiones ha tenido que «mandar un taxi para que la gente pueda venir».
Su proyecto, reconocido desde HolaPueblo, es único en todo el país, y ha servido además de ofrecer un servicio básico en zonas rurales, para que Mayorga gane tres vecinos más.
No se lo pensó dos veces Pablo Melzer tras visitar Belorado. Llegó, pisó el terreno y tuvo claro que había encontrado su sitio. «Este es el lugar, aquí nos quedamos», proclamó Pablo Melzer a su familia. Dicho y hecho, desde verano afronta con ilusión el proyecto más importante de su vida. Bajo el nombre de Aeroverde –«en el aire», no es definitivo–, pretende «trabajar desde lo local». ¿Cómo? A través de un proyecto de agricultura hidropónica concebido para la producción de alimentos de manera «sostenible».
Oriundo de Chile, diseñador industrial y docente asociado del Instituto Profesional Duoc UC de su país natal, Pablo aterrizó en España a principios de año. La empresa WAP Consulting Group, especializada en cooperación internacional, requería sus servicios para «potenciar un proyecto de producción de alimentos sostenibles». Instalado junto a su mujer, Alma, y sus dos hijos en Villanueva del Pardillo (Madrid), tuvo la oportunidad de viajar al Kurdistán, Líbano y Etiopía para aportar sus conocimientos dentro de este campo.
Ya por aquel entonces, Pablo buscaba «referentes locales». A poder ser en «esta España tan distinta» a la que de un tiempo a esta parte se llama ‘vaciada’. De repente, una «coincidencia afortunada» le puso en contacto con la plataforma Holapueblo, cuyo propósito es repoblar el medio rural con personas emprendedoras dispuestas a cambiar de aires y generar riqueza.
Desde el principio, el diseñador chileno se fijó en el norte del país porque «se producía lúpulo» y veía factible hacerlo «de otra manera». Poco a poco, fue descartando zonas hasta llegar a tierras burgalesas. Con Belorado, aparte del flechazo, vio que se encuentra muy bien ubicado «estratégicamente en un círculo de 150 kilómetros de grandes consumidores». Burgos, Bilbao, Logroño y Santander a tiro de piedra. La decisión estaba tomada.
Pablo es «feliz» y se nota. Si algo agradece es la implicación del Ayuntamiento desde el minuto uno. No es de extrañar esta respuesta en un municipio cuyo equipo de Gobierno cuenta con una Concejalía específica de Repoblación. Su titular, José María García, fue precisamente «uno de los factores para quedarme». Del mismo modo, destaca el «interés en común» del alcalde, Álvaro Eguiluz, por esta clase de proyectos. Y la «apertura real, clara y humana» de la Corporación al completo.
Por ahora, reconoce que se lo está «tomando con calma». Lo primordial es «conocer muy bien el terreno», pero ya proyecta un primer invernadero, en una parcela de 500 metros cuadrados, que le permitirá «pilotar y probar tecnología». Si todo va según lo previsto, tanto él como Alma esperan que entre en funcionamiento durante el primer semestre de 2022.
Ana, Nicola y su pequeña residen desde hace dos meses en Valdeavellano de Tera, una preciosa localidad de apenas 200 vecinos en el corazón del Valle. «Teníamos claro que queríamos venir a vivir a un pueblo de la provincia de Soria», explica Ana mientras la niña aprovecha para disfrutar del parque infantil. «Estuvimos buscando bastantes meses buscando. Se nos dio la oportunidad de participar en Holapueblo. Teníamos un proyecto y al final vinimos a Valdeavellano de Tera».
¿Por que a Soria? «Soria porque realmente trabajamos aquí y nos encanta la naturaleza. Es una tierra bastante mágica». En la ‘Pequeña Suiza Soriana’ luce un sol radiante que refleja en la nieve de las cumbres circundantes y los cuatro caños de la fuente en la plaza Ramón Benito Aceña cantan la banda sonora para darle la razón.
Nicola confiesa que buscaba un tipo de vida más tranquilo, cercano y humanizado. «Realmente yo no entiendo por qué la gente no quiere vivir en pueblos como este. Tendría que contar mi experiencia en Italia. Antes vivíamos en una ciudad grande», de unos 80.000 habitantes. «Tenía que desplazarme hora y media en tren para ir al trabajo y hora y media de vuelta».
Con el cambio «aquí estamos en un pueblo maravilloso, rodeados de
naturaleza, con paz y tranquilidad, los precios de los inmuebles son
asequibles al fin y al cabo y sólo tengo que conducir 20 minutos para
llegar a Soria para trabajar. La pregunta es ¿por qué no?»
«Imagino que en pueblos más alejados de la ciudad y de los servicios sea
más difícil repoblarlos. Pero en un radio de 20 minutos o media hora
¿dónde está el problema?», prosigue con una sonrisa. De hecho Nicola,
Ana y su hija se desplazan a Soria para trabajar y asistir a la
guardería. «Hacemos sólo un viaje».
En el espacio de coworking abierto recientemente en la calle Zapatería de Soria Nicola, autónomo, puede desarrollar su labor perfectamente. Tanto, que no escatima alabanzas hacia esta iniciativa. Internet «no va muy bien» en Valdeavellano de Tera. «Es 3G». Por ello contar con un espacio equipado y cercano «es una posibilidad para la gente que vive en los pueblos, para que pueda trabajar sin mucho desplazamiento» y mantenga su residencia en el medio rural. Además, siempre se conoce gente interesante y se puede hacer networking.
Ana no duda en recomendar el regreso a los pueblos, pero siempre y cuando se sepa lo que conlleva. «Quien tenga la oportunidad de emprender o quiera venir a vivir a un pueblo, tiene que estar muy convencido, pero sí», merece la pena. «Claramente los servicios no son los mismos que tienes en una ciudad, pero la calidad de vida y la tranquilidad, sobre todo la calidad de vida si tienes hijos pequeños, creo que lo compensa».
Demasiadas «coincidencias» como para pasarlas por alto. A punto de instalarse en Villadiego, Ivana Ramírez y Diego Yepes no tienen duda alguna de que han encontrado su «lugar en el mundo». Oriundos de Argentina, tomarán las riendas del bar Don Diego, «icono» de la hostelería local antaño regentado por «gente de toda la comarca». Además, el colegio al que acudirá su hija Penélope se ubica en la calle Buenos Aires, su ciudad natal.
«Hay señales por todos lados», reconoce Ivana mientras ultima la mudanza, desde Castellón, para trasladarse al municipio burgalés entre Navidad y Año Nuevo. Al otro lado de la línea, se percibe el entusiasmo de esta nutricionista especializada en tratamientos de fibromialgia y fatiga crónica. Por lo que cuenta, Diego también está deseando empezar. Profesional del sector turístico con experiencia como cocinero, «no para de hacer cursos» para ofrecer las mejores pizzas a su futura clientela.
La vida da muchas vueltas. A veces en poco tiempo. En principio, la pareja quería poner en marcha una casa rural que les permitiese compatibilizar sus habilidades. Talleres y actividades orientadas a la salud por un lado; turismo por otro. Lo intentaron y no pudo ser. Le echaron el ojo a una propiedad, pero al final la operación no cuajó. Fue entonces cuando desde Holapueblo, su tabla de salvación para encontrar la «calidad de vida» del medio rural que tanto ansiaban, les planteó otras alternativas.
También colaboró en la búsqueda la concejala María José Ruiz. Y se dejaron aconsejar cuando les decían que «faltaba un restaurante moderno de comida rápida». Tomada la decisión, contactaron con el propietario del Don Diego para comentarle la propuesta. Tras aceptar, puso como condición que «no se cambie el nombre» porque allí es toda una institución.
En cuanto se instale definitivamente, el matrimonio reformará el local para ponerlo a punto. De entrada, confían en que la pizzería abra sus puertas en Carnaval. No queda más remedio que esperar, pero Ivana ya avanza que ofrecerán un servicio de comida a domicilio en el pueblo. Después, si el negocio funciona, no descartan extenderlo al resto de la comarca.
Si el proyecto salió adelante no fue únicamente por las «facilidades» que Ivana y Diego se han encontrado desde la primera visita. La principal responsable de que decidiesen asentarse en Villadiego fue Penélope, que «se enamoró del pueblo» a las primeras de cambio. De hecho, «a las dos horas ya tenía un grupo de amigos». Queda claro, por tanto, que fue «amor a primera vista». Más allá de la insistencia de su hija, Ivana confiesa que «algo nos atrajo de Villadiego». Y eso que sus amigos de Castellón trataron de disuadirla con el viejo dicho de que «hace más frío que en Burgos».
Con la ilusión por bandera y meses de preparación para brindar el mejor servicio posible, Ivana y Diego no pierden la esperanza de abrir una casa rural el día de mañana. Eso sí, lo primordial ahora mismo es «hacer crecer el proyecto». Después, si surge la oportunidad, se lanzarán de lleno a la iniciativa de sus sueños.
Gabriel y Katya viven ahora en Beltejar, una pequeña pedanía de Medinaceli, a 10 kilómetros del municipio soriano. «Ya hemos visto todos los museos en Madrid y estamos hartos de tanta gente», resume Gabriel Sánchez Blocona, medio en serio medio en broma. Lo que tienen muy claro es que «es más atractivo vivir en el pueblo que en la ciudad». Les gusta la naturaleza, la micología, hacer excursiones, «y siempre hay pueblos que visitar, que en la provincia hay más de 800 núcleos». En cuanto llegaron, prepararon su huerto y la cosecha de tomates fue buena, también la de patatas e incluso aún les queda algún puerro. «Las berenjenas no se dan bien, y las sandias y melones no tienen nada que hacer en Soria», comenta distendido este nuevo poblador del sur de la provincia.
Reconoce que la «sintonía» con su esposa ha facilitado el cambio. Ella teletrabaja para una multinacional y él ha puesto en marcha, junto con su socio, una empresa de instalación de placas fotovoltaicas cuya sede fiscal y social se encuentra en Medinaceli. La aventura comenzó en abril y ya dan trabajo a nueve empleados. El negocio avanza a muy buen ritmo y creciendo por lo que prevén nuevas contrataciones en breve. «Tenemos muchas obras y hay muy buenas expectativas. Prevemos cerrar el año con 250.000 euros de facturación y esperamos doblar para 2022». augura Gabriel.
A sus 43 años, ha vivido alguna temporada corta en Soria porque su familia procede del pueblo de Blocona, por eso cuando prescindieron de él como comercial en Porcelanosa, volver a los orígenes le pareció una idea estupenda, sobre todo con la experiencia del confinamiento por el coronavirus.
Fue al buscar alternativas cuando se topó con Holapueblo en internet. Un fácil cuestionario y asesoramiento y todo fue rodado aunque en el camino hubo cambio de planes. La idea de Gabriel, apoyado por su mujer, nacida en Bielorrusia, era crear una quesería, y ya se había puesto en contacto con un pastor de cabras de Morón de Almazán, «el último con cierto volumen, versión ecológica». «Hice algunas pruebas de queso y quedó bastante bueno, pero al final se presentó una idea de negocio diferente, una empresa de energías renovables», explica, sobre un negocio que instala tanto placas solares como baterías de condensadores o de recargas eléctricas.
Desde la ciudad argentina de Santa Fe hasta Paredes de Nava hay más de 10.000 kilómetros. Una distancia que recorrió el matrimonio formado por Florencia y Federico, dos argentinos que hace ocho años abrieron en un Centro de Día en esta localidad, y que en julio de 2021 aterrizaron en tierras palentinas. HolaPueblo seleccionó su proyecto y les ayudó en su «etapa de migración». Llegaron a cumplir el proceso de mentoría, pero los pueblos que les ofrecían eran «muy chiquitos y no se ajustaba a lo que buscábamos», recalca Flor Copello.
Al contactar con el Ayuntamiento de Paredes les expusieron el Proyecto Arraigo «que nos facilitaba la búsqueda de la vivienda, la implantación del negocio y la comunicación como nuevos pobladores con el Ayuntamiento», señala.
Su proyecto de Centro de Día se pondrá en marcha en enero, «está licitado y en obras», recuperando además un edificio desocupado, generando empleo, 12 o 13 profesionales de la salud, y además ofreciendo servicios de atención de pacientes con discapacidad y personas de la tercera edad que necesiten de un abordaje integral para mantener y potenciar su salud mental y calidad de vida. Actividades como talleres terapéuticos, fisioterapia, terapia ocupacional, psicología, la especialidad de Flor, enfermería, actividad física, control médico semanal o talleres de apoyo familiar.
Con dos niños de 8 y 10 años, Giusepe y Tulio, están encantados con el cambio: «Animo a la gente a este cambio de vida, es positivo», remarca Flor, totalmente integrada en la localidad paredeña.
El día 19 de noviembre ha fallecido Isabel García Manero, nacida en Cerezo de Riotirón hace 89 años, se casó con el difunto Teófilo (Filo)...