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jueves, 1 de febrero de 2024

Claves de la agricultura regenerativa certificada, AENOR, Nuevo certificado de Agricultura Regenerativa.

 AENOR ha desarrollado el nuevo certificado Agricultura Regenerativa conforme al modelo Epigen Healthy Bite, que pone el foco en la regeneración del suelo como elemento clave en la producción agrícola. Conoce las principales claves de esta certificación y las ventajas que tiene para el consumidor.


Nuevo certificado de Agricultura Regenerativa

En la actualidad, el 37 % de las tierras mundiales son agrícolas y tan solo un 11 % son cultivables. Es por ello, que los suelos constituyen un recurso esencial que hay que conservar para mantener la capacidad productiva y la calidad de los alimentos que se producen

A medida que los problemas ambientales y la crisis climática son cada vez más evidentes, la necesidad de encontrar soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente se vuelve más urgente. Empresas y productores no son ajenos a la estrategia de la UE para la producción de alimentos en la que, entre otras medidas, se propone reducir un 50 % el uso de fitosanitarios para el año 2030, así como un mínimo de un 20 % el uso de fertilizantes.

La agricultura regenerativa ofrece un enfoque innovador que, si bien lleva algunos años entre nosotros, poco a poco está ganando popularidad en todo el mundo y puede jugar un papel fundamental en el escenario descrito. Se trata de un sistema de producción que mejora la fertilidad de los suelos, recupera su salud, reduce la dependencia de insumos químicos y contribuye a aumentar el contenido de carbono

Nuevo certificado de Agricultura Regenerativa

Dirigida a agricultores y a sus fincas de producción, AENOR cuenta con una nueva solución de certificación. Se trata del certificado de Agricultura Regenerativa conforme al Modelo Epigen Healthy Bite y pone el foco en el suelo como elemento clave en la producción agrícola. Y es que, un suelo sano es la base para producir alimentos de máxima calidad y la agricultura regenerativa es un sistema de producción que contempla la regeneración de los suelos para mantener e incrementar su fertilidad.

Uno de los pilares clave de la esta certificación reside en la evaluación de prácticas agrícolas establecidas y en cómo mejoran la salud del suelo. En el largo plazo, la conservación de los suelos es esencial en toda explotación agrícola, ya que un suelo sano puede retener más agua, absorber más nutrientes y mantener una mayor biodiversidad.

Para lograr esto, se evalúan técnicas como la rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos y compostaje, el laboreo mínimo y una adecuada gestión de malas hierbas, eficiencia en el uso de agua de riego, planificación de siembras y cultivos, rotaciones, fomento de la biodiversidad en el entorno de producción, uso de maquinaria, nutrición vegetal y del microbioma, gestión de plagas y enfermedades, así como el manejo del pastoreo controlado. La certificación evalúa ese conjunto de técnicas de cultivo que tienen como propósito incrementar la fertilidad del suelo, aumentar el microbioma nativo (bacterias, hongos, y demás microorganismos) del suelo y lograr un nuevo equilibrio en el ecosistema suelo-planta.

En el proceso de certificación, los expertos de AENOR evalúan la mejora continua en los suelos, incluyendo el seguimiento de indicadores y la toma de muestras de este como para la medición del carbono presente en el suelo.

Principales beneficios de la agricultura regenerativa

Principales beneficios de la agricultura regenerativa
Modelo Epigen Healthy Bite

El Modelo Epigen Healthy Bite de Agricultura Regenerativa está basado en la ciencia y en la experiencia. Es un modelo que ya ha sido testado en el cultivo y plantaciones de cereza, uva de mesa, melocotón, naranja, fresa, arándanos, sandía, plátano de Canarias, tomate, pimiento rojo, pepino o lechuga, entre otros.

El proyecto EPIGEN se inicia con un grupo diverso de productores: Keops Agro, Biosabor, Cuna de Platero, Hortofrutícola Poli, Tany Nature, La Rinconada, Costa de Níjar, Hortamira, MABE, EcoMurcia, Horto Villamanrique y Las Marismas de Lebrija. Gracias a su implicación en el proyecto, ha sido posible ir adquiriendo la experiencia inicial tan necesaria en los cultivos antes mencionados.

En cuanto a la ciencia, cuenta con el respaldo de investigadores de las universidades de Almería y Granada, y el propio grupo de expertos que se integran en el equipo de Epigen como su CEO, Francisco del Águila, y el investigador y experto en microbioma, Carlos Meza.

Alternativa sostenible a métodos agrícolas tradicionales

Alternativa sostenible a métodos agrícolas tradicionales

Además de mejorar la fertilidad del terreno, la agricultura regenerativa contribuye a recuperar la salud de los suelos y a que exista un mejor equilibrio del microbioma del suelo, la humedad del campo, el enraizamiento y la productividad.

Igualmente, reduce la dependencia de los insumos químicos (fertilizantes y fitosanitarios) y contribuye a aumentar el contenido de carbono en el suelo. Un microbioma saludable y diverso juega un papel crucial en la retención de carbono.

Esto se debe en parte al hecho de que las técnicas utilizadas en la agricultura regenerativa ayudan a mejorar la calidad del suelo, lo que a su vez puede aumentar el rendimiento de los cultivos y la calidad de los alimentos obtenidos.

En resumen, la agricultura regenerativa ofrece una alternativa prometedora y sostenible a los métodos agrícolas tradicionales. Al enfocarse en la salud del suelo y la minimización del uso de productos químicos sintéticos, los productores pueden mejorar tanto el medio ambiente como la propia rentabilidad de la explotación agrícola. A medida que más agricultores adoptan esta forma de agricultura, es probable que veamos un cambio significativo hacia sistemas agrícolas más sostenibles en todo el mundo.

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Calidad y salud para el consumidor

Opinión de Francisco Javier del Águila
CEO Epigen Healthy Bite


La Agricultura regenerativa se basa en la búsqueda de alimentos y entornos más saludables a través de técnicas de producción que fomentan la captura de carbono en suelo y la máxima expresión natural de los alimentos. 

Las exigencias del consumidor en las últimas décadas ha ido cambiando y, junto al deterioro del entorno natural y agrícola, empuja a la población a exigir un mimo por el medio ambiente en todas las áreas de la vida; y la producción agrícola es un componente clave para mejorar esta encrucijada.

A esta preocupación por el planeta se le suma la prioridad por comer más sano. Por ello, el origen de los alimentos y el saber qué aporta cada uno de estos tras la ingesta, se esta convirtiendo en una exigencia en los lineales de los supermercados

Epigen Healthy Bite, nace tras años de desarrollo e investigación con colaboraciones entre empresas productoras agroalimentarias e instituciones universitarias. El fruto de este trabajo ha sido la estandarización para contribuir a una mayor captura de carbono en suelo que con ningún otro método de producción. 

Los datos medios de este hito como ejemplos del año 2022 en hortícolas se incrementa entre un 66 % y 100 %, y en cultivos frutales por en encima del 25 %. Esta medida nos asegura tres ventajas inmediatas: aumento de la productividad, optimización del uso del agua debido a la reestructuración del suelo, menos emisiones de CO2 a la atmosfera.

El efecto directo en los alimentos producidos bajo el sello de agricultura regenerativa es que los frutos obtengan su máxima expresión natural. Por esto la proporción metabolómica , esto es, los ingredientes que los componen llegan a su óptimo, siendo frutos que la medicina moderna podría considerar como alimentos funcionales. La etiqueta Epigen Healthy Bite no solo marca un producto que proviene de la agricultura regenerativa. También lleva un código Qr donde el consumidor puede ver la captura de carbono en suelo donde se ha producido, qué tipo de alimento funcional es y la descripción metabólica completa del mismo (aminoácidos, azúcares, ácidos orgánicos...) 

Cada productor bajo Epigen Healhy Bite recibe seguimiento especializado para garantizar y evolucionar hacia la máxima expresión de agricultura regenerativa.

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¿Qué es la agricultura regenerativa?

Se define como un sistema de producción cuyo propósito es mantener e incrementar la fertilidad de los suelos, mejorando el contenido de materia orgánica y desarrollando el microbioma nativo de los suelos. Es una forma de establecer un nuevo equilibrio en el ecosistema suelo-cultivo.

El microbioma del suelo se refiere a la comunidad diversa de microorganismos, como bacterias, hongos y virus, que habitan en él. Estos microorganismos desempeñan una serie de funciones vitales en el suelo agrícola, incluida la descomposición de materia orgánica, la liberación de nutrientes y la protección contra patógenos.

Se basa en principios fundamentales de respeto por la tierra y sus ecosistemas naturales. A diferencia de los sistemas agrícolas tradicionales, que a menudo dependen en gran medida de productos químicos sintéticos y monocultivos intensivos, la agricultura regenerativa tiene como protagonista al suelo como elemento esencial en la producción agrícola.

Un suelo sano es la base para obtener un cultivo sano y producir alimentos de máxima calidad, de ahí la importancia de este sistema como base para la regeneración de los suelos

domingo, 14 de enero de 2024

Nuevo camión de recogida de basuras en la Mancomunidad Oca-Tirón.

 La Mancomunidad Oca-Tirón para la recogida de residuos de los pueblos de toda la Comarca
 tiene en servicio un nuevo camión, al que ha ido a recibir casi todos los alcaldes; falta alguno.



Alcaldes comarcanos ante el nuevo camión de basura.





jueves, 19 de octubre de 2023

Científico europeo propone incorporar ganado para cuidar el ambiente.

El metano es el precio a pagar para beneficiarse de este servicio altamente eficiente”.

"Es fundamental contrarrestar desde la ciencia el concepto apresurado de que 
el ganado debe ser excluido de la agricultura por sus emisiones de metano. 
Es más, volver a acoplar la ganadería al sistema de cultivos con una carga adecuada 
debería absorber este impacto negativo, ya que existe un equilibrio entre la liberación de metano 
y su contribución a una drástica reducción de las emisiones asociadas al uso de fertilizantes”.

A contramano de la opinión pública, Gilles Lemaire destaca la importancia de los sistemas mixtos por sus efectos en el reciclaje de nutrientes y en la fertilidad del suelo, lo cual reduce las emisiones por el uso de fertilizantes en los cultivos.



El Dr. Gilles Lemaire, referente del Instituto de Investigación Agropecuaria de Francia (INRA) presentó una visión disruptiva en el 46º Congreso de la Asociación Argentina de Producción Animal (AAPA), que se contrapone a la movida ambientalista de la sociedad europea. En este marco propuso reincorporar el ganado a los sistemas de cultivos -como ocurría en tiempos históricos- con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación de los recursos hídricos, asociados con el uso de fertilizantes industriales. 
Desde Valor Carne (Argentina) reproducimos su presentación que respalda desde la ciencia la estrategia de los sistemas agroganaderos integrados del país.

¿Cómo se construyeron los suelos fértiles? “Se desarrollaron a lo largo de los períodos geológicos. En un ecosistema natural, los nutrientes minerales disponibles para las plantas (P, K, micro y oligoelementos) son provistos mediante un proceso de erosión muy lento del lecho rocoso. En cambio, el nitrógeno (N) se acumula a través de la fijación simbiótica o sin intervención de los seres vivos desde la atmósfera”, explicó Lemaire en el encuentro que se realizó recientemente en Pergamino, bajo el lema de “Innovaciones para sistemas sustentables”.

En cuanto a la vegetación, agregó que existe un reciclaje interno de nutrientes durante la senescencia foliar y el 80% de los mismos queda como reserva para un nuevo período de crecimiento, mientras que el 20% regresa al suelo con las hojarascas y raíces. Esta fracción ingresa a la materia orgánica fresca y, a través de la actividad microbiana, se transforma en nutrientes disponibles que son reutilizados por las plantas y por las comunidades microbianas del suelo.

El investigador sostiene que este sistema de reciclaje es muy eficiente porque las formas disponibles de N, como nitrato y amonio, no pueden acumularse en grandes cantidades debido a la alta competencia entre plantas y microbios. Entonces, “en tiempos históricos sus pérdidas hacia la atmósfera como óxido nitroso (un poderoso gas de efecto invernadero) así como la contaminación de los recursos hídricos fueron muy bajas”, aseveró.

¿Cómo actúa el ganado en este ecosistema? “La cosecha de forraje por parte de los rumiantes reduce el reciclaje de nutrientes de las plantas y, a la vez, se produce un reciclaje de la fracción consumida por los animales durante la fermentación ruminal. Luego las heces y las deposiciones de orina resultan con una proporción de nutrientes muy favorable para estimular la actividad microbiana del suelo”, indicó.

Esto significa una gran fortaleza para los sistemas agroganaderos. “Las comunidades microbianas del rumen y del suelo tiene un patrón genético similar lo cual acelera el ciclo de nutrientes dentro del ecosistema. Por eso, la emisión de metano debida a la digestión de la celulosa debe considerarse como el ‘precio a pagar’ para beneficiarse de este servicio altamente eficiente y no puede evaluarse únicamente por su impacto negativo”, subrayó.

Ganado & sustentabilidad

Lemaire destaca el rol del herbívoro en la sustentabilidad de los sistemas de producción. “El mayor dilema actual es que necesitamos producir más para alimentar a la creciente población mundial y, a la vez, reducir esos impactos ambientales negativos. Pero en la visión moderna se considera al ganado como un disturbio por la emisión de gases de efecto invernadero”, planteó.

Sin embargo, en los inicios de la agricultura los herbívoros actuaban como catalizadores del reciclaje de los nutrientes. “Luego, en la Edad Media, ante la necesidad de aumentar la productividad de los suelos, se incorporaron leguminosas que fijan nitrógeno, aunque entonces la limitante estaba en las deficiencias de fósforo y potasio, entre otros. Después de la Segunda Guerra Mundial, la producción industrial de fertilizantes en gran escala dio como resultado el abandono progresivo del ganado para mantener la fertilidad del suelo”, contó aludiendo a las causas que llevaron al desacople entre ganado y cultivos.

Desde entonces, los sistemas de producción agrícola intensiva se basan en el uso masivo de fertilizantes que “inevitablemente conducen a emisiones de óxido nitroso y a la contaminación de los cursos de agua con nitrógeno”.

Para el investigador estos efectos son en mayor medida consecuencia de la simplificación y homogeneidad de los modelos de uso del suelo que de un nivel de productividad demasiado alto. “Por eso, es fundamental contrarrestar desde la ciencia el concepto apresurado de que el ganado debe ser excluido de la agricultura por sus emisiones de metano. Es más, volver a acoplar la ganadería al sistema de cultivos con una carga adecuada debería absorber este impacto negativo, ya que existe un equilibrio entre la liberación de metano y su contribución a una drástica reducción de las emisiones asociadas al uso de fertilizantes”, aseguró Lemaire, refiriéndose al alto uso de estos insumos químicos en países desarrollados.

¿Y en la Argentina? Desde Valor Carne difundimos cada vez más estudios locales y experiencias de productores que demuestran los beneficios de integrar la ganadería a los sistemas agrícolas, que además utilizan niveles relativamente bajos de fertilizantes, lo cual permite producir hacienda con resultados económicos y ambientales positivos. Un camino que marca una oportunidad para la carne argentina.
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viernes, 18 de noviembre de 2022

35 años de la creación Mancomunidad Oca aTirón


miércoles, 16 de noviembre de 2022

Cumbre Mundial de Seguridad Alimentaria...

Además de producir alimentos la agricultura/ganadería/pesca/silvicultura... tienen que pensar en qué, para qué, cómo producir, adónde va, qué consecuencias tiene... 
Hoy no tenemos que producir alimentos solo para sobrevivir.   
Por eso es esencial diferencia entre seguridad y soberanía alimentaria

Este video del Presidente de Colombia confronta de manera inteligente, contundente y valiente la imposición hegemónica y mercantilista avalada por las Naciones Unidas, con  una propuesta que eleva la protección a la alimentación (por tanto a la agricultura, a la ganadería... y a la vida misma y al planeta) al nivel de un derecho de todos los pueblos. 


Vivimos en un globo limitado, pero que se ha globalizado, con recursos de los que solo disfrutan unos 1.500 millones de personas; otras 5.500 malviven sin alimentos suficientes.

Y gracias que hemos llegado a producir alimentos para todos ellos, pero no hemos producido un sistema social y económico que permita a todas esas personad comprarlos

La agricultura/ganadería/pesca... están cumpliendo con su misión.
No es un problema de producción de alimentos, es un problema más elemental: 2 terceras partes de las personas, familias... no tienen dinero para comprarlos.
Y no será porque los agricultores se estén enriqueciendo por la cara. 
El problema está en otra parte.

viernes, 22 de abril de 2022

Se inaugura la planta de residuos de construcción con una inversión de 295.000 euros para toda la zona este de la provincia.

Se ha inaugurado una planta de transferencia y pretratamiento 
de residuos de construcción y demolición 
para dar servicio desde Belorado  a toda la zona este de la provincia y a sus ayuntamientos, 
especialmente las mancomunidades Oca-Tirón y Sierra de la Demanda, 
lo que supone más de 6.800 habitantes, tras una inversión de 295.000 euros.


La planta comarcal de transferencia y pretratamiento de residuos de construcción y demolición. / Ricardo ordóñez | ICAL

Dicha instalación, ubicada en el polígono industrial 'El Retorto', se suma a la ya existente en los municipios de Villadiego y Villasana de Mena, y persigue tejer una red de instalaciones en la provincia que puedan evitar la proliferación de escombreras y facilitar la correcta gestión de los escombros. La siguiente planta de gestión de residuos de construcción y demolición se prevé que sea en Quintanar de la Sierra. 

El presidente de la Diputación, César Rico, fue el encargado de inaugurar esta instalación, construida en el marco del convenio de escombreras suscrito entre la Junta, la Diputación y el Consorcio de Residuos, que busca dar una solución, y realizar una correcta gestión, de los residuos de construcción de obras menores. En virtud de este convenio, la Diputación aportó el 60 por ciento de la inversión y el Consorcio el 40 por ciento. 

Esta planta no solo gestionará los residuos de construcción y demolición de obras menores, también admitirá los residuos voluminosos. En la actualidad, el Consorcio viene realizando la recogida mensual de muebles y enseres en todos los ayuntamientos que así lo solicitan previa llamada telefónica gratuita, y siempre conforme al calendario que a todos los ayuntamientos se les envía a primeros de año.

La recogida de aquellos residuos distintos a muebles y enseres conocidos como voluminosos también será gestionada a través de esta infraestructura. El 'modus operandi' para la gestión de escombros y voluminosos será mediante llamada de los ayuntamientos al Consorcio para solicitar este servicio. Una vez solicitado, un camión se pasará a retirar los escombros que cada ayuntamiento almacena. El coste del servicio es de 15 euros por metro cúbico.

También para particulares
Pero este servicio no solo va dirigido a los ayuntamientos, también va a los particulares que han contratado una obra menor y se quieren deshacer de los escombros. 
En este caso, el particular también podrá depositar en la planta los escombros siempre que acompañen la correspondiente declaración responsable de obra menor expedida por su Ayuntamiento. Solo en ese caso se les permitirá el acceso a planta. El Consorcio liquidará al Ayuntamiento por las toneladas que deposite el particular.
Una vez depositados los escombros y voluminosos se procederá por el operador de la planta a su separación y agrupación de los diferentes tipos de residuos en trojes y su posterior envío a gestores autorizados para su recuperación y aprovechamiento (¿)*. 
Su capacidad de diseño permite albergar hasta 4.200 toneladas al año de escombros y voluminosos para su pretratamiento y clasificación. 
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*(?) ¿Y el Operador y/o los Gestores autorizados 
al que se les cede esta instalación y los residuos van a aportar algo al Consorcio?. 

martes, 1 de marzo de 2022

“No debemos aceptar sin más que la agricultura intensiva forma parte del orden natural de las cosas”

 “Europa está tan inundada de estos patógenos industriales como cualquier otra parte del planeta”.
La agroindustria empresarial solo tiene éxito si externaliza los costes de su producción en todos los demás: 
agricultores, consumidores, gobiernos, animales de granja, fauna local… 
Todos absorben los costes y los daños de la producción para que estas empresas puedan obtener beneficios. 
Una laguna de estiércol estalla y produce una muerte de peces en un río local. 
¿Quién paga? La empresa no
En el mejor de los casos suele recibir una pequeña multa, si es que la recibe. 
Los millones de euros en daños y limpieza los pagan los vecinos y 
los gobiernos de todas las jurisdicciones, desde la ciudad local hasta la Unión Europea.


Investiga la propagación geográfica y la evolución de los agentes patógenos en el sector de la agroindustria. ¿Qué hemos aprendido, por ejemplo, de la gripe aviar o la covid-19 en este sentido?

Con la pandemia de los dos últimos años aprendimos que cuanto más se propaga un patógeno a través de una variedad de entornos, más rápida y prolífica es su evolución. Hemos asimilado que, con el fuerte aumento del comercio internacional de aves de corral y cerdos, la cría industrial desempeña un papel muy relevante en la propagación de las gripes aviar y porcina, así como de otras enfermedades. Cuanto más se extienden estas gripes, más se promueven nuevas cepas y evolucionan sus  adaptaciones moleculares.

¿Cómo se comportan las distintas cepas de gripe aviar que han ido apareciendo?

Las cepas H5Nx que se propagaron por Europa y EE UU hace un par de años cambiaron de nicho ambiental. Pasaron de golpear zonas de producción extensiva de pollos –características de la producción mayoritariamente minifundista– a lugares de producción intensiva de pollos, poblaciones humanas urbanizadas y horticultura gestionada. Esto significa que estas nuevas cepas parecen estar cada vez más adaptadas a la producción avícola industrial, cerca de los centros urbanos.

El H5Nx también evolucionó para infectar mejor a las aves de corral industriales. La proteína hemaglutinina pasó de unirse específicamente a los receptores de los intestinos de las aves acuáticas, a expandirse hacia los receptores que se encuentran en las gargantas de las aves de corral. Eso significa que el virus podría infectar ahora a una gama más amplia de especies huésped, incluidas las aves de corral que la agroindustria mundial cría por miles de millones. La cría industrial desempeña un papel muy relevante en la propagación de las gripes aviar y porcina, así como de otras enfermedades

¿Es posible la resiliencia ecológica en un contexto como este?

No debemos aceptar sin más que la agricultura intensiva forma parte del orden natural de las cosas, como el oxígeno que respiramos o el suelo bajo nuestros pies. La producción de este tipo impulsa cada vez más la deforestación y la aparición de enfermedades. No encontraremos la resiliencia ecológica hasta que acabemos con la agricultura industrial tal y como la conocemos.

¿Cómo se consigue?

La resiliencia necesita la agrobiodiversidad en la granja de paisajes alimentarios que la producción industrial rechaza por principio. Apoyar una diversidad de ganado y aves de corral en cualquier granja produce los cortafuegos inmunitarios que impiden que los patógenos mortales evolucionen hacia la infectividad y virulencia, y que acaba con toda la base económica agrícola de una región. Sin embargo, la producción industrial depende de la deslocalización de la cría para obtener características morfométricas homogéneas como el crecimiento rápido o mayor tamaño.

¿Cuál es el papel de los agricultores?

Solo se puede producir un paisaje alimentario ecológicamente resistente devolviéndoles la autonomía. Los agricultores deben ser capaces de tomar decisiones sobre lo que es mejor para sus tierras y comunidades.  No encontraremos la resiliencia ecológica hasta que acabemos con la agricultura industrial tal y como la conocemos

En el libro Grandes granjas, grandes virus habla de que el contexto socioecológico y político es fundamental para explicar cómo las grandes explotaciones permiten la proliferación de los virus. ¿Por qué?

Una vez más, no podemos llevar a cabo las prácticas agrícolas que encajonan a los patógenos más mortíferos sin devolver a las comunidades agrícolas locales la toma de decisiones. Estamos hablando de resiliencia socioeconómica comunitaria, de economías circulares, de fideicomisos de tierras comunitarias, de redes cooperativas de suministro integradas, de justicia alimentaria, de reparaciones y de revertir traumas históricos de raza, clase y género.

En contraposición con la agroindustria.

Esta depende de la transformación de las agriculturas en economías industriales, convirtiendo la tierra y la comunidad en mercados de escala, organizados en torno a los beneficios que se obtienen en sedes corporativas a cientos de kilómetros de distancia. Si queremos impedir la aparición de patógenos, en primer lugar, hay que retroceder más hacia lo que se denominan economías naturales. Tales sistemas solo funcionan cuando se permite a los lugareños ajustar la estrategia agrícola y la planificación regional a las realidades de la tierra y de la mano de obra en tiempo real, en lugar de mantenerlo para los intereses de los beneficios corporativos trimestrales.

¿Qué ocurre con el bienestar animal?

Los animales de granja se tratan como clases de activos sujetos a volatilidades de precios. En consecuencia, la cría, el nacimiento y el desarrollo se inclinan logísticamente para servir primero a las proyecciones de mercado. Las cerdas industriales que están a punto de parir, por ejemplo, son sacrificadas en masa antes o después del parto mediante una histerectomía terminal. Se les retira el útero y se les coloca en cunas húmedas o se les rocía con un antiséptico antes de extraer los lechones de su envoltura uterina.

A continuación, los lechones se aíslan y, en algunos casos, se les induce médicamente a un destete precoz. Estamos hablando de las medidas extremas que toma la agroindustria para evitar cambiar el mismo modelo de negocio que seleccionan muchos de estos patógenos. No podemos estudiar la evolución y la propagación de los microorganismos sin incluir las realidades de los contextos socioecológicos y políticos en los que están evolucionando. Una laguna de estiércol estalla y produce una muerte de peces en un río local, ¿Quién paga? La empresa no. En el mejor de los casos, suele recibir una pequeña multa. Los millones de euros en daños y limpieza los pagan los vecinos y los gobiernos

En el caso de los residuos y los problemas que generan, también señala que son las poblaciones locales las que pagan las consecuencias de este tipo de producción. ¿Cómo podemos hacer para que las industrias contaminantes paguen las consecuencias?

La agroindustria empresarial solo tiene éxito si externaliza los costes de su producción en todos los demás: agricultores, consumidores, gobiernos, animales de granja, fauna local… Todos absorben los costes y los daños de la producción para que estas empresas puedan obtener beneficios. Una laguna de estiércol estalla y produce una muerte de peces en un río local. ¿Quién paga? La empresa no. En el mejor de los casos suele recibir una pequeña multa, si es que la recibe. Los millones de euros en daños y limpieza los pagan los vecinos y los gobiernos de todas las jurisdicciones, desde la ciudad local hasta la Unión Europea.

¿Qué propone entonces?

Devolver los costes externalizados a los balances de las empresas garantizaría que los causantes de los daños pagaran por ellos. Una intervención de este tipo también acabaría con la agroindustria tal y como la conocemos. Y eso no es malo. Hay modelos de producción de alimentos perfectamente razonables y ya bien elaborados que pueden alimentar al mundo y devolver a la humanidad –y a nuestra producción de alimentos– a la matriz ecológica de la que depende nuestra especie.

¿Son soluciones reales?

Sí, si la gente se organiza lo suficiente para actuar en consecuencia. De lo contrario, caemos en la trampa de lo que se conoce como “ecopragmatismo”. No podemos cambiar las cosas a menos que las corporaciones y la clase política que ha comprado estén de acuerdo con ello. Si eso sigue siendo así, todo está perdido. Muchas de las infecciones protopandémicas que ya circulan –las gripes, el ébola, los coronavirus, la gripe porcina africana, etc.– estallarán globalmente, y mucho antes que los cien años que separaron a la gripe de 1918 de la covid-19.

Usted señala que hay varias propuestas para garantizar la seguridad alimentaria con paradigmas alternativos y ambientalmente sostenibles. ¿Cuáles de estas propuestas le parecen más razonables y eficaces a corto plazo?

El tiempo se ha comprimido. La supervivencia a corto plazo requiere ahora pensar a largo plazo. De lo contrario, nos quedamos con el pensamiento que nos colocó en múltiples precipicios medioambientales y epidemiológicos. Llevará tiempo salir de una producción de alimentos dirigida por el capital que está destruyendo el mismo planeta que necesitamos para regenerarlos para muchas generaciones más. La alternativa que mejor funcione depende de una serie de circunstancias específicas de cada comunidad: la disponibilidad de agua, el tipo de suelo, la demografía o temas culturales.

También habla de las diferentes formas de tratar la agroindustria entre EE UU y en Europa. ¿Qué diferencias existen?

Europa se felicita a sí misma por no ser EE UU. Es verdad que este país y China están a la vanguardia de las tecnologías y prácticas de producción industrial -me vienen a la mente los campus de los hoteles para cerdos en China- pero, a riesgo de pintar las cosas con una brocha demasiado gruesa, Europa se esfuerza en gran medida por seguir el ritmo. El continente está tan centrado en orientar las prácticas agrícolas en direcciones que aumentan el rendimiento y reduciendo la agrobiodiversidad que, en última instancia, favorecen la evolución y la propagación de patógenos mortales. Como resultado, Europa está tan inundada de patógenos industriales como cualquier otra parte del planeta.

¿Me puede dar algún ejemplo?

Me viene a la mente es el Grupo Alimentario VION, de propiedad holandesa y alemana, con sede en los Países Bajos, la mayor empresa porcina europea. En contraste con el modelo cooperativo de Danish Crown, en el que los ganaderos son propietarios de la empresa, VION opera con el modelo americano de integración vertical. Es decir, subcontrata la producción a ganaderos de los Países Bajos y Dinamarca. Estas empresas han facilitado la concentración del mercado mediante adquisiciones horizontales de competidores directos.

¿Y de buenas prácticas?

Existen ejemplos de éxito en todo el mundo. La agroecóloga política Jahi Chappell escribió sobre Belo Horizonte, la ciudad brasileña de 2,5 millones de habitantes que desarrolló un sistema alimentario regional. Este método subvencionaba a los agricultores de la periferia para que cultivaran alimentos de forma agroecológica, protegiendo los bosques locales y suministrando a los residentes de la ciudad alimentos nutritivos en los mercados de barrio y en los restaurantes municipales, de los que se eliminaron los intermediarios usureros.

Con el apoyo del gobierno mexicano, los indios zapotecas desarrollaron una silvicultura certificada como sostenible y controlada por la comunidad. El pino de la llanura se vende al gobierno estatal, y los productos acabados, incluidos los muebles, se producen en una fábrica local. La cooperativa oaxaqueña reinvierte sus beneficios en la empresa, en la preservación del bosque y en sus trabajadores y la comunidad local. Así se mantienen las pensiones, una cooperativa de crédito y viviendas para sus hijos que estudian en la universidad.

La Federación de Uniones de Grupos de Agricultores de Níger –con más de 62.000 miembros, más del 60% mujeres y una cooperativa que opera a escala– les ofrece formación, banco de cereales, tiendas de insumos, líneas de crédito, servicios de ahorro, consulta, defensa y radio comunitaria. Antes de esto, al desmantelarse las cooperativas estatales, los agricultores solo podían consumir sus cosechas o venderlas a comerciantes con los que acumulaban enormes deudas.

Son iniciativas esperanzadoras…

Hay muchos más ejemplos de este tipo. Es como si hubiera todo un mundo ahí fuera, aparte de Europa, EE UU y su huella colonial en el mundo. Está claro que, con un gran esfuerzo, estos modelos son algo más que pruebas de concepto localizadas. Pueden ampliarse o, mejor aún, escalarse hasta abarcar el bienestar de millones de personas.


*Rob Wallace, Doctor en biología y pionero en filogenia molecular,  ha centrado sus investigaciones en la evolución y propagación de patógenos y su relación con la economía y la agricultura. Autor del libro “Grandes granjas, grandes virus”, editado en español por Capitán Swing, contrapone las prácticas dañinas de la agroindustria, como los intentos de producir pollos sin plumas, con las de cooperativas, donde hay una implicación de agentes locales y una resiliencia ecológica.

viernes, 5 de noviembre de 2021

La fábrica industrial de cerdos.

 Millones de euros de dinero público en ayudas de la PAC van a empresas integradoras de porcino que ya son altamente rentables. Su modelo, a pesar de purines, gases contaminantes y nitratos, sigue creciendo impulsado por las Administraciones.



Casi el 80% de las explotaciones industriales porcinas existentes en España funciona con un modelo de integración vertical. Una empresa, denominada integradora, proporciona los animales, el pienso y la asistencia sanitaria al ganadero. Este se encarga de hacer la inversión en las instalaciones y de criar a los animales en el tiempo estipulado según el contrato. A cambio recibe un pago fijo por cabeza y un porcentaje en función de los rendimientos obtenidos. Por ejemplo, que no muera una cantidad excesiva de animales.

Al principio este modelo, que empezó a generalizarse en España a partir de los años 70, tuvo muchas reticencias en el sector, pero en la actualidad es la forma más habitual de trabajar debido a que muy pocos, a pesar de las ayudas y subvenciones públicas, pueden hacer frente a las inversiones necesarias para comprar y mantener a miles de animales cada año. Competir en este sector es complicado para un ganadero independiente. Es integración o cierre.

"Una explotación pequeña, de las que se hacían hace 40 o 50 años, prácticamente ya están dejando de ser viables económicamente y la mayoría están cerradas o a punto de cerrar. (…) Hoy el futuro es o estás integrado o no hay salida para los que no están integrados. No pueden competir con otros países, con las exportaciones, con las importaciones de cereal, de piensos.

"Al ser grande se ahorran costes en inversiones, en personal, en gastos de energía, de todo. Aquí por ejemplo tienes una cisterna que tienes que comprar que vale un dineral. Pero es que para una pequeña necesitas una cisterna y necesitas un tractor y necesitan cosas que no son tan rentables en cantidades pequeñas.

"Hay que competir con el mundo. Si el mundo produce barato, nosotros tenemos que producir barato. Si no producimos barato, no podemos salir para adelante.
AMADEO AUÑÓN, PROMOTOR DE UNA GRANJA DE PORCINO INTENSIVA

Las grandes integradoras y empresas del sector porcino en España son conglomerados empresariales que aunque partieron de diferentes orígenes, como puede ser un matadero o una fábrica de piensos, en la actualidad están presentes de una u otra forma en toda la cadena productiva. Desde la cría de cerdo a la venta al consumidor a través de marcas comerciales reconocidas por el gran público. Grupo Fuertes, Incarlopsa, Juan Jiménez García S.A, Piensos Costa, Grupo Valls Companys y Grupo Jorge son algunas de las empresas más grandes del país con facturaciones muy superiores a los 100 millones de euros anuales. A su alrededor tienen a miles de granjas asociadas en modelo de integración repartidas por todo el país pero con especial incidencia en los territorios más cercanos a sus mataderos.

Pese a ser altamente rentable, la ganadería porcina intensiva también se subvenciona con dinero público. Las comunidades autónomas han estado concediendo ayudas y fomentando estas inversiones en los últimos años. En 2016, el Gobierno de Castilla-La Mancha incluyó la ganadería intensiva como un sector estratégico en el Plan de Desarrollo Rural (PDR) de la Región con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). Entre las ayudas previstas para la creación de empresas por jóvenes agricultores (personas entre 18 y 40 años) se incluyó al porcino de engorde sin ningún tipo de tamaño de la explotación. Dos años más tarde, las ayudas se limitaron en el porcino a 1.000 plazas de cebo o 200 madres. En 2020, la ley de medidas urgentes para la declaración de proyectos prioritarios de Castilla-La Mancha considera la ganadería como un sector económico estratégico para el desarrollo económico de la región.

AYUDAS PAC DIRECTAS E INDIRECTAS AL PORCINO
El sector del porcino tiene diversas vías por las que accede a las ayudas de la PAC. A partir de 2014, Rusia dictó un veto a las exportaciones agrícolas y ganaderas de la Unión Europea como respuesta a las sanciones impuestas por el conflicto con Ucrania. En el sector porcino este veto supuso una caída en los márgenes, lo que derivó en una respuesta por parte de la Unión Europea de establecer una ayuda de la PAC al almacenamiento privado de carne de porcino en los años 2016 y 2017.

59 empresas cárnicas consiguieron en España ayudas de la PAC por valor de 8,8 millones de euros para almacenar sus productos. Entre las primeras empresas que más recibieron se encuentran las empresas líderes del sector porcino como Patel, que pertence al Grupo Valls Companys; El Pozo, del Grupo Fuertes, o Incarlopsa, conocida como 'el carnicero de Mercadona'.

Este tipo de ayuda temporal no es excepcional. En las últimas dos décadas, la ayuda para el almacenamiento privado al porcino se ha otorgado cada vez que se ha producido una caída en la producción o en las exportaciones del sector. En total, más de 40 millones de euros al sector en ayudas PAC desde el año 2000, según el análisis realizado por DATADISTA de los informes del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).

Las grandes empresas integradoras del sector porcino también reciben ayudas asociadas al resto de las medidas previstas en la PAC. Desde el pago básico a inversiones en activos físicos pasando por pago para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, el sector del porcino recibe ayudas vinculadas a otros sectores gracias a la gran diversificación de negocios que practica.

Por ejemplo, la Medida 4 está destinada a inversiones en mejoras tecnológicas, adaptación al mercado, adaptación de costes o ampliaciones de instalaciones. En esta medida no se admiten inversiones vinculadas a la ganadería intensiva.

En los últimos cinco años, las principales empresas del sector como el Grupo Fuertes (El Pozo, Cefusa); Grupo Jorge (Cuarte); Incarlopsa; Grupo Sanchiz (Granja de Ves, Pequechin); Grupo Valls Companys (Patel, Cárnicas Cinco Villas, Cárnicas Frival, Agroturia Agrocesa); Juan Jiménez García S.A y Piensos Costa han recibido más de 20 millones de euros asociados a algunas de las medidas de apoyo de la PAC.

LA GRANJA DE EUROPA
España es la granja de Europa. Desde 2015 lidera el número de cabezas de ganado porcino de la Unión Europea con más de 32 millones de animales. Ese año superó a Alemania como principal productor. En la última decada ha crecido un 27% el número de cabezas de animales en España con especial incidencia en Aragón, Cataluña y Castilla y León. El porcino representa el 14% de la producción final agraria en España y es el principal sector dentro de la ganadería con el 39% de la producción. En 2020, se sacrificaron 56,1 millones de cerdos y se produjeron unos 5 millones de toneladas de carne, lo que sitúa actualmente a España como cuarto país del mundo en producción de carne de porcino por detrás de China, Estados Unidos y muy cerca de Alemania.

La crisis de la peste porcina ocurrida en China en el año 2018 ha convertido a este país en un mercado prioritario para el sector porcino español. En 2020, las exportaciones de cerdo a China aumentaron un 111% mientras que cayeron las exportaciones a países de la Unión Europea. La gran preocupación del sector es lo que ocurrirá con las exportaciones españolas cuando China recupere en los próximos años su cabaña porcina.

Por toda España hay repartidas 88.437 explotaciones de porcino. El 77,83% son de ganadería intensiva, según los datos del Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA). Son explotaciones industriales donde el ganado se encuentra alojado en instalaciones cerradas en las que se alimenta a los animales de manera permanente mediante piensos compuestos. El nivel de tecnificación alcanzado en estas instalaciones permite que una o dos personas puedan gestionar una explotación con miles de cabezas.

Es un sector que ha tendido a la concentración con explotaciones de mayor tamaño. El número de cerdos en España ha aumentado más de un 50% desde 2007 mientras que el número de explotaciones se ha reducido en un 11,17%.


7.200 CERDOS POR EXPLOTACIÓN
En febrero de 2020, se aprobó el Real Decreto 306/2020 para la ordenación de las granjas porcinas intensivas y las explotaciones extensivas. Esta norma, que sustituye a la que estaba en vigor desde el año 2000, clasifica las granjas en función de su producción. Las explotaciones de porcino más pequeñas son las destinadas al autoconsumo. Pueden tener una producción máxima de 3 cerdos de cebo al año. A continuación se encuentran las explotaciones reducidas que no pueden superar los 25 animales de cebo y hasta un máximo de cinco reproductoras. Este tipo de explotaciones se encuentran mayoritariamente en comunidades autónomas como Galicia, Extremadura y Asturias.

Las explotaciones industriales de porcino de mayor tamaño se clasifican en tres grupos en función de su capacidad. Se usa la Unidad Ganadera Mayor (UGM) como equivalencia en función de cada tipo de animal. Por ejemplo, un cerdo de cebo de 20 a 120 kilos equivale a 0,12 UGM mientras que una cerda con lechones hasta 20 kilos equivale a 0,30 UGM. El grupo primero puede albergar hasta 120 UGM, el segundo se eleva hasta las 480 UGM mientras que el tercero aumenta hasta las 720 UGM. Esto supone, por ejemplo, tener capacidad para albergar 6.000 cerdos de cebo entre 20 y 120 kilos de peso en una única explotación. Son las conocidas como macrogranjas.

Pero no es el límite máximo. La norma permite que las comunidades autónomas puedan ampliar las UGM del grupo tercero hasta un 20% adicional. Es decir, 864 UGM, que es el equivalente a 7.200 cerdos de cebo entre 20 y 120 kilos o bien 2.880 cerdas con lechones de hasta 20 kilos por macrogranja. Es lo que ocurre en comunidades como Aragón, Cataluña, Castilla y León o Castilla-La Mancha. En marzo de este año, Andalucía sometió a información pública la orden que permitirá ampliar también esta capacidad.

Entrar en una instalación de estas características supone, por bioseguridad y sanidad laboral, enfundarse en un equipo de protección individual (EPI). Estas explotaciones están sometidas a un riesgo alto de entrada y difusión de enfermedades como la peste porcina.

El proceso de cría y engorde de los animales está tasado al milímetro. En una explotación de cebo, el tiempo que pasa entre que llegan los animales y salen camino del matadero es de unos 100 días. En la fase final de cebo, estos animales encerrados pueden aumentar más de un kilo diario para situarse entre los 85 y 100 kilos de peso. En un año, estas instalaciones pueden hacer hasta un máximo de tres ciclos. Es decir, una macrogranja con capacidad para alojar a 7.200 animales a la vez puede haber albergado en 12 meses hasta 21.600 cerdos.

Las explotaciones destinadas a cerdas reproductoras pueden hacer hasta 2,4 ciclos al año. Cada madre tiene una media entre 25 y 27 lechones al año, según los datos de la Red Nacional de Granjas Típicas para el sector porcino (Rengrati). Esto supone que una macrogranja destinada a la cría con 2.880 madres puede albergar a lo largo de un año a más de 77.000 lechones.

Desde 2007, las explotaciones de tamaño reducido han caído en un 50,71% con la desaparición de 16.587 explotaciones. También han sufrido una caída las del grupo primero con un 25,19%, lo que ha supuesto el cierre de 6.123 explotaciones. Las de mayor tamaño, los grupos segundo y tercero, han crecido un 24,72% y 49,19%, respectivamente.

Más de la mitad de las macrogranjas se encuentran situadas en las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Estas comunidades también concentran casi el 70% de las cabezas de porcino del país: Cataluña (25,71%), Aragón (15,36%), Castilla y León (13,54%) y Castilla-La Mancha (12%), según los datos del Sistema Integral de Trazabilidad Animal (SITRAN).

METANO Y PURINES
La agricultura y la ganadería en su conjunto representaron en 2019 el 12% de las emisiones de efecto invernadero en España. El transporte por carretera y las actividades industriales suponen más del 50% del total. En 2020, con una bajada general de la contaminación debido a las restricciones de movilidad, la agricultura y la ganadería fueron de los pocos sectores que aumentaron sus emisiones en un 1,2% respecto al año anterior.

Entre los gases contaminantes que componen este inventario se encuentra el metano. Es uno de los elementos principales que contaminan el aire en la ganadería. Concretamente el sector porcino representa el 13,7% del total del metano liberado a la atmósfera en España con 211.768 toneladas en 2019.

Un cerdo puede producir hasta cuatro veces más desechos orgánicos que un ser humano. Según la normativa estatal vigente, una cerda con lechones de hasta 20 kilos genera 6,12 metros cúbicos de purines al año, mientras que un cerdo de cebo entre 20 y 120 kilos genera 2,15 metros cúbicos de purines. Es decir, una macrogranja con 7.200 plazas para cerdos de cebo de 20 a 120 kilos puede generar hasta un máximo de 15.480 metros cúbicos de purines. Esto equivale a llenar casi 4,6 piscinas olímpicas.

Balsa purines de explotación porcina | DATADISTA
Los purines se almacenan en una balsa exterior. La descomposición de los purines no solo es un problema de mal olor y moscas en la zona. Emiten productos contaminantes como el metano, el amoniaco y otros gases de efecto invernadero como el óxido nitroso. Por este motivo, las granjas de más de 2.000 cerdos de cebo de más de 30 kilos o de más de 750 cerdas reproductoras tienen la obligación de estar dados de alta en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR), según el Real Decreto 508/2007. La normativa vigente que regula este registro solo considera la cría intensiva de aves de corral o de cerdos como sectores contaminantes, lo que deja fuera de este registro no solo a las granjas de hasta 1.999 cerdos de cebo, sino a otras instalaciones que generan gran cantidad de metano y otras emisiones contaminantes como las macrogranjas de vacas.

Los purines que genera una macrogranja se utilizan mayoritariamente como fertilizante en terrenos agrícolas aunque en los últimos años se han puesto en marcha iniciativas para la fabricación de biogás. La cantidad de excrementos que genera una macrogranja supera la capacidad que pueden absorber los terrenos agrícolas alrededor de la explotación, creando un problema de contaminación por nitratos de los suelos y de las aguas subterráneas debido a que el amoniaco presente en el purín se oxida al aplicarse al terreno y se transforma en nitrato.

Es habitual en el sector adquirir parcelas agrícolas que se encuentran cercanas a una explotación porcina para cultivar y poder exparcir parte del purín generado por los animales. La tramitación ambiental de este tipo de explotaciones tiene que venir acompañada de un plan de vertidos de los purines pero la cantidad que generan es tan grande que suelen tener problemas para poder colocar el producto. Aquí es donde entran todo tipo de fórmulas de la llamada agricultura y ganadería circular.

En España, el 22% de las masas de aguas superficiales y el 23% de las subterráneas están contaminadas por nitratos. Es decir, superan los 50 mg/litro, que es el nivel máximo permitido por la OMS. El empleo de abonos en zonas vulnerables a nitratos obliga a llevar a los agricultores un registro de los fertilizantes utilizados y a los ganaderos un registro con los movimientos de purines y estiércol en las explotaciones.

El 2 de julio de 2020, la Comisión Europea envió a España un dictamen motivado por incumplir la Directiva de nitratos, por ese motivo, el Ministerio para la Transción Ecológica está preparando un nuevo Real Decreto sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por nitratos procedentes de fuentes agrarias.

También la Directiva de Techos Nacionales de Emisión establece unos límites máximos de emisiones para España que deben cumplirse desde el año 2010. Entre los contaminantes atmosféricos con limitacion en la legislación europea se encuentra el amoniaco. España nunca ha cumplido con este límite de 353.000 toneladas. En 2019 se emitieron 474.400 toneladas, lo que supone rebasar el límite en un 33%. Del total de amonico emitido por España, 206.300 toneladas, el 43%, es debido a la gestión del estiércol.

La contaminación por nitratos está afectando a las aguas destinadas para consumo humano en poblaciones de toda España, lo que obliga a llevar camiones cisternas con agua potable de forma periódica y clausular las fuentes del municipio. En Aragón, el 5,38% de las zonas de abastecimiento de agua potable ha tenido incumplimientos de nitratos durante el año 2019, afectando a una población de 6.021 personas.

CONSUMO DE AGUA
Un cerdo consume de media unos 12 litros diarios de agua. A esta cantidad hay que añadir la necesaria para limpiar periódicamente las instalaciones. Por ejemplo, una macrogranja con 7.200 cerdos de cebo necesita al menos 31 millones de litros de agua al año. Casi el doble que un municipio pequeño de unos 400 habitantes. Antes de iniciar una instalación de estas características es necesario pedir permiso a las Confederaciones Hidrográficas para la apertura de un pozo y la autorización de extracción sobre el acuífero correspondiente.

EMISIONES DE EFECTO INVERNADERO DE LAS MACROGRANJAS
En España hay actualmente 2.441 granjas de cebo porcino con más de 2.000 cabezas y 861 granjas con más de 750 de madres reproductoras, según los datos recopilados del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR). Solo estas explotaciones emitieron 96.158 toneladas de metano, lo que representa el 45% del total de las emisiones de metano de toda la ganadería porcina en España.

LAS MACROGRANJAS MÁS CONTAMINANTES
Las grandes empresas del sector no solo funcionan en un modelo de integración con miles de macrogranjas a su servicio. También disponen de sus propias instalaciones. Tanto unas como otras se suelen instalar en poblaciones cercanas a los mataderos. Es una cuestión de coste. Un camión puede transportar como máximo 220 cerdos vivos. LLevar una macrogranja de 7.200 cerdos al matadero equivale a utilizar 32 camiones de transporte.

Desde hace más de una década también se utiliza en España el denominado sistema multisitios. Es decir, una concentración de diferentes núcleos de cría y engorde a modo de ciclo completo en pabellones separados a pocos kilómetros uno de otros.

El complejo industrial porcino denominado Finca Dehesa del Rey en el municipio de Castilléjar (Granada) es la macrogranja más contaminante de metano y amoniaco de España. En 2019, emitió un total de 590 toneladas de metano y 240 toneladas de amoniaco. Esta instalación, inaugurada en 2005, está compuesta por 10 núcleos de explotaciones porcinas -7 de ellas destinadas a madres reproductoras- en sistema multisitios con una capacidad conjunta de 8.122,8 UGM.

La segunda explotación de porcino más contaminante de España es la granja Madax en Hellín (Albacete). En 2019 emitió 287 toneladas de metano y 91 toneladas de amoniaco, según los datos del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR). Esta explotación, formada por 4 núcleos de cebo y uno de recría de lechones, tiene una capacidad máxima autorizada de 4.960 UGM, lo que permite disponer de 17.000 lechones de 6 a 20 kg y 38.500 cerdos de cebo de 20 a 100 kg. Tanto Finca Dehesa del Rey como granja Madax pertenecen a Cefu, SA, una empresa del Grupo Fuertes destinada a la cría y engorde de porcino como suministradora de ganado a El Pozo, otra de las empresas del grupo.

EL CASO DE CARDENETE: UN PROYECTO EN PLENA RESERVA DE LA BIOESFERA
Cardenete es un municipio de la provincia de Cuenca de 485 habitantes censados. Desde 1950 no ha dejado de perder población. Es un municipio dentro de la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel y rodeado de zonas protegidas para las aves. En enero de 2016 no existía ninguna explotación porcina en el término municipal.

En la actualidad Cardenete está rodeado de cerdos. Ese mismo año se inició la instalación de una macrogranja de 6.370 plazas para cerdos de cebo a poco más de un kilómetro de distancia del centro urbano. A pocos kilómetros de allí, en Yémeda, un municipio de solo 22 habitantes censados, se inició el proyecto de dos macrogranjas gemelas de 4.292 plazas para cerdos de cebo separadas entre ellas por 1,4 kilómetros de distancia y a dos kilómetros de distancia de Cardenete y a casi tres de Yémeda. Los vecinos se encontraron con casi 15.000 plazas para animales en menos de un año.

Es todo legal. La legislación estatal permite que las explotaciones porcinas estén situadas a un kilómetro de los centros urbanos y a dos kilómetros de distancia entre granjas del grupo segundo y tercero. Una granja del grupo primero puede estar a un kilómetro de una macrogranja. En Castilla-La Mancha, por ejemplo, la distancia a los centros urbanos se amplió a dos kilómetros en 2018. El problema es que todas las explotaciones que se pusieron en marcha con anterioridad a una menor distancia siguen allí.

Amadeo Auñón, el promotor de la granja de Cardenete inició hace tres años el proyecto de instalación de una nueva macrogranja para 2.100 madres con sus lechones. Esto supone producir 60.000 y 70.000 lechones al año. Auñón comenta en una entrevista con DATADISTA en la propia instalación que solo se quedará para su granja de engorde una pequeña parte de ellos. El resto los colocará en el mercado a través de la integradora.

“Cuando iniciamos este proyecto, mi familia y yo, lo iniciaríamos aproximadamente hace seis años, los permisos se obtuvieron en un plazo de unos seis meses aproximadamente y hace tres años, tres y medio, creo que son ya tres y medio, iniciamos el otro proyecto de la granja de madres y durante estos tres años y medio yo no he dejado de luchar de batallar con la administración pública, con ayuntamiento, con todos los organismos competentes que entran en acción en estos temas. (…)
Pero la administración pública, cuando tocamos con ellos, tanto Confederación, Medio Ambiente, bien por presión de la sociedad bien por lo que sea, lo papeles no avanzan, la tramitación.
“Que a la ciudadanía se le molesta algo con los olores? Pues me parece bien que se quejen si se les molesta un poquito. Desde aquí pido disculpas pero es mi trabajo y es la vida de mi familia esto. Y de muchas personas más que están detrás de todo esto.
AMADEO AUÑÓN, PROMOTOR DE UNA GRANJA DE PORCINO INTENSIVA

La macrogranja de Amadeo Auñón en Cardenete se encuentra situada en el denominado polígono ganadero. Una infraestructura pública urbanizada que llevaba más de una década sin uso. La idea era generar empleo en el municipio mediante producción intensiva. En 2016 seguía siendo un solar. La empresa promotora compró el suelo al Ayuntamiento. Según explica Auñón, al estar urbanizada no necesitó hacer un pozo ya que la acometida para un sondeo de agua y la acometida eléctrica ya estaba realizada.

El alcalde de Cardenete, Francisco José Cocera (PSOE), explica por correo electrónico la posición del Ayuntamiento frente a estas instalaciones. Cree que es la mejor forma para que sus palabras no se malinterpreten. "La instalación se creó en un polígono ganadero existente y tuvo la declaración de impacto ambiental positiva por parte de la Junta de Comunidades, por lo que difícilmente podíamos oponernos a su instalación: una instalación legal, con impacto ambiental positivo y que cumplía con los requisitos establecidos para ello, ubicada en un polígono ganadero, suelo creado y destinado principalmente para este fin".

El alcalde cree que focalizar el problema en este municipio es echar por tierra "el enorme impulso y la fuerte inversión que estamos haciendo en los últimos años en infraestructuras y promoción turísticas." "Parece ser que estáis dando la sensación de que las instalaciones porcinas están única y exclusivamente ubicadas en esta localidad, que huele a cerdo a todas horas y que nuestros acuíferos están totalmente contaminados, cuando, como habrás podido comprobar, apenas se nota. No solo hay granjas porcinas en Cardenete; también las hay en Mira, en Landete, en Carboneras, en Villanueva de la Jara, en el Villar de Domingo García, en Fuentes, en Iniesta, en Talayuelas.... en multitud de municipios con muchísimas más cabezas que en Cardenete, municipios que también apuestan por el turismo y en los que esta actividad es totalmente compatible con otros sectores económicos."

Mila Herreros es concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de Cardenete. También es la coordinadora de la plataforma de Pueblos Vivos Cuenca en el municipio. Esta plataforma inició en febrero un crowdfunding para poder hacer frente a los gastos legales para luchar contra la instalación.

"Ahora estamos mirando con mucho recelo el futuro más inmediato y a medio-largo plazo que es el tratamiento de nuestras aguas. Cardenete es un lugar, es un pueblo con mucho acuífero, con mucho recurso de agua y eso nos preocupa notablemente.
(…) Estamos en el río Cabriel, en uno de sus meandros. A 1,8 kilómetros de este lugar está proyectada la granja de madres. El río Cabriel es considerado uno de los más limpios de Europa y por eso nosotros lo vemos como un recurso primordial especialmente para el turismo.
MILA HERREROS, CONCEJAL DEL PP EN EL AYUNTAMIENTO DE CARDENETE Y COORDINADORA EN EL MUNICIPIO DE LA PLATAFORMA DE PUEBLOS VIVOS CUENCA


Esta investigación ha sido elaborada por DATADISTA siguiendo exclusivamente criterios periodísticos. El proyecto se ha desarrollado a lo largo de siete meses de trabajo en los que se han analizado y extraído los datos de los anuarios del Ministerio de Agricultura desde el año 1986, año de entrada de España en el Mercado Común; de la Encuesta de Superficie y Rendimientos de Cultivos (Esyrce) desde 2005 y los planes hidrológicos de tercer ciclo, incluidos los esquemas de temas importantes (ETI) en el momento de su exposición a consulta pública. Así mismo se han extraído y analizado los datos individualizados de beneficiarios de ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) entre 2016 y 2020. DATADISTA ha realizado más de una treintena de entrevistas tanto telefónicas como sobre el terreno.

Esta investigación ha sido apoyada por la European Climate Foundation y Por Otra PAC. La responsabilidad de la información y los puntos de vista expuestos en esta investigación recae en los autores. La European Climate Foundation no se hace responsable del uso que pueda hacerse de la información contenida o expresada en el mismo.

Medio colaborador  eldiario.es

jueves, 31 de diciembre de 2020

«La globalización es mala en sí; destruye la diversidad».

 Entrevista a Eudald Carbonell es arqueólogo y codirector del Proyecto Atapuerca: 
«parar la globalización, mantener la diversidad del planeta, empezar 
con una planificación bien hecha, distribuir los recursos 
y hacer una educación ecosocial y de especie".

Fuente Diario de Burgos.  

Eudald Carbonell -
Foto: Jesús J. Matí­as
Si el mundo sigue creciendo exponencialmente como hasta ahora se colapsará. Así lo creen Eudald Carbonell, codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca, y el investigador Jorgi Agustí, autores del libro Materia viviente, vida pensante (Ediciones Lectio). Entre los retos de futuro como especie están el de planetizar el mundo en lugar de globalizarlo y sobre todo educar en una conciencia crítica que respete a la propia especie. No son, en cualquier caso, tareas sencillas dada la inercia en la que vivimos y los propósitos de crecimiento que suponemos imprescindibles. Pero cualquier cambio pasa por pensarlo y proponerlo. Carbonell explica aquí sus propuestas, que pasan por ». De lo contrario, asegura, «pasaremos por situaciones realmente difíciles».

¿Cómo se para la globalización?
Hay que abortar. Se puede arreglar, revisar y reiniciar. La globalización está mal planteada. La planetización, que es nuestra propuesta alternativa, es a toda costa evitar la uniformización. La globalización es mala en sí porque destruye la diversidad. Por eso hay que abortarla, porque estamos destruyendo la diversidad biológica, cultural, social... 

¿Hay que cambiar el enfoque?
 Hay que cambiar el concepto. Hasta ahora significa uniformidad y destrucción. Planetizar es socializar el mantenimiento y el pensamiento en la tierra, y no como ahora que actuamos como una jerarquía de rebaño. Hay una minoría de clases extractivas que utilizan los procesos globales para forrarse destruyendo todo lo que se pone a tiro, educando además para que la gente consuma. No hay una educación de conciencia de especie crítica.

¿Podemos encontrar un lado positivo a la pandemia para su propuesta? Por aquello de verificar que se puede vivir con menos consumo o que no es imprescindible el crecimiento continuo. Como reflexión al menos. 
Sí, es probable. Esta reflexión es lo que llamamos ‘vida pensante’ en el libro. Nuestra vida lo que tiene de singular es que pensamos. Si no pensáramos estas cosas no tendrían impacto y lo de menos es qué nos mueve a hacerlo. Aunque pensar no significa nada si no lo haces en la dirección adecuada. Otra cosa fundamental es eliminar a los líderes. No los necesitamos. Necesitamos organizarnos y para eso basta con coordinadores. Hablamos de una especie inteligente no de una especie de rebaño. Hay que cambiar la mentalidad.

Sin embargo usted es un líder en lo suyo. Lidera el proyecto Atapuerca junto a Arsuaga y Bermúdez de Castro. Son más que coordinadores.
Yo no pretendo ser un líder, aunque haya quien así me considere. A mí me gusta hablar de equipo. Hablamos de cambiar la mentalidad educando en un pensamiento crítico. Crítico, de todas formas, no quiere decir que no obedezcas; a veces hay que hacerlo. Crítico es que te plantees las cosas. A mí me dicen que vaya con mascarilla y aunque no me gusta que me manden, me obliguen o me coarten la libertad, la llevo porque sé por qué se está haciendo. A veces no hay otra manera de actuar colectivamente.

En el libro hablan de delimitar qué es la humanidad. Explíqueme a qué se refiere.
La complejidad no se puede gestionar, pero los objetivos se pueden procesar. Es decir, ¿cuántos queremos ser en el mundo?, ¿interesa un Burgos de un millón de habitantes?, si es así, ¿cómo abordas el entorno? Y eso lo han de decidir las personas. Hay que tener objetivos y lógica evolutiva.

¿Somos muchos en el planeta?
Si se gestiona, no; el problema es cómo se gestiona.

¿Somos muchos con la gestión actual?
Por supuesto. 

¿Habría que establecer un límite?
Hay factores limitantes. Malthus hizo un buen trabajo, pero no calculó el desarrollo tecnológico, aunque por otro lado el desarrollo tecnológico está destruyendo la capacidad de reproducirnos. El crecimiento se ha hecho con tecnología y biotecnología. Nuestro mundo así no es sostenible. Pero si se planifica, sí. Esto es lo que decimos en Vida pensante. 

¿Quién se encargaría de tomar esas decisiones?
Volvemos a lo mismo. Tenemos que partir de una educación de base que tenga valores como conciencia crítica de especie. Son cambios muy profundos. Hablamos de humanizar.

¿Está ahí la diferencia entre homonización y humanización?
Homonización es el proceso biológico (andamos de pie, tamaño del cerebro, etc.); la humanización son todas las conductas técnicas, tecnológicas y culturales que nos diferencia de los animales: conciencia, pensamiento...

Explíquenos el término ‘transhumanización’ y si ya hemos llegado a esa circunstancia.
El transhumano es un humano automodificado conscientemente, genética o tecnológicamente. Ylos poshumanos son las sociedades que se socializarán a partir de una especie mejorada. Dentro de 100 años habrá humanos como nosotros, otros que serán modificados genéticamente y humanos editados genéticamente. Todo esto no es malo ni bueno si se hace desde la perspectiva científica, social y de construcción humana. 

¿Cómo iniciamos los cambios que propone desde nuestra individualidad?
Partiendo de ahí: hay que educar a las personas en la individualidad, no en ser individualista. No hay que enseñar a la gente a competir, sino a ser competente. Debemos funcionar como especie y solo la conciencia crítica nos dará una nueva perspectiva. Estamos en una crisis sistémica: el capitalismo se está muriendo porque ya no soluciona los problemas que genera. El mundo cambia, pero debería hacerlo por voluntad nuestra.

Ha fallecido Isabel García Manero, descansa en paz.

 El día 19 de noviembre ha fallecido Isabel García Manero, nacida en Cerezo de Riotirón hace 89 años,  se casó con el difunto Teófilo (Filo)...