Blog sobre Redecilla del Camino y comarca.

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jueves, 22 de diciembre de 2022

Aullidos de Esperanza: ¡Feliz Navidad, Felices Fiestas, Buen año 2023!.

 


Aullidos de esperanza en estos días en que acaba un año donde la naturaleza ha manifestado su poder, se ha quemado a sí misma y nos ha dejado en evidencia.

¡A los que os tocó ser fuertes en 2022,

os deseamos que os toque ser felices en 2023!

 

¡FELIZ NAVIDAD, FELICES FIESTAS y SALUD!


Calle y Camino, Vitor Barrio Sierra.



“Aullidos de esperanza” 
poema de David Herrero (Puche), con el arte de mi amigo Fernando Roldán. 
Pequeño homenaje en forma de poema,  y en apoyo 
a las gentes de la Sierra de la culebra, Aliste, Carballeda, Valle del Tera, 
arrasados este verano por el fuego
 
 
"Llora el corzo,
la cigüeña y el águila,
el ciervo y el zorro.
 
Llora el jabalí y el tejón,
el águila y el búho,
la jineta y el Halcón.
 
Aúlla el lobo en la maleza,
la manada no contesta,
se perdieron entre el humo
y ahora llora de tristeza.
 
Ya no repta la culebra que le dio nombre a esta sierra,
 ya no repta la escalera
 antes verde, ahora negra.
 
Se perdieron los castaños y los robles,
las retamas y escobones.
 
El brezo y el tomillo,
el madroño y el cantueso,
y los pinos ya quemados
en carbón se convirtieron.
 
No trabajan las obreras, las cenizas no las dejan,
ya no quedan flores
 que visiten las abejas.
 
Rojo fuego, llama intensa, que te trajo la tormenta, te llevaste el verde bosque, que te lleve a ti y no vuelvas.
 
Buenas gentes, 
pueblos nobles,
noroeste de valores, lucharemos contra todo, contra el fuego y los galones.
 
No estás sola, gente buena, de la Sierra la Culebra,
la provincia de Zamora solidaria ya se vuelca.
 
El futuro que te espera, no depende de quién manda, solo quieren que les votes, lo demás no le interesa.
 
Con aullidos de esperanza, orgullosa de tu gente,
tierra negra, antes verde,
la Culebra no se calla,
ni se compra ni se vende".
 
        David Herrero (Puche)

jueves, 20 de octubre de 2022

Somos malos, ‘semos’ agricultores.

Para algunos no somos ni suficientemente campesinos ni suficientemente cultivados. 
Nos ven como un lodo, como una mezcla de líquidos por decantar

Manifestantes en defensa del mundo rural en Madrid, el 20 de marzo

Este verano he asistido en Twitter a un festival de odio contra eso que vamos a llamar, en aras de abreviar las frases, agricultores
Aunque la red social del pájaro azul no representa la realidad (no veo a mucha gente con capa y florete por la calle), sí es un buen medio para tomarle el pulso a la izquierda cibernética, puesto que muchas de sus cabezas visibles adoptan a diario posturas vehementes sobre múltiples asuntos. Queramos o no, la cultura del esfuerzo a veces funciona con la gente vocinglera y cansina. Y, así, resulta que los que invierten cientos de horas en impartir doctrina web acaban al final marcando tendencia, dibujando el clima de prejuicios con el que inevitablemente nos enfrentamos a los temas políticos, sobre todo a los que no conocemos de primera mano.

El paseo por algunas de esas cuentas y sus comentarios más glosados nos muestra un preocupante desprecio, cuando no clasismo rampante u odio explícito hacia el colectivo de agricultores, ganaderos y trabajadores de la tierra por cuenta propia. Muchas veces esos ataques vienen de parte de personas a las que considero, sin ambages, compañeros de trinchera, así que a mí me dan unas ganas terribles de llorar. No sólo porque sea injusto, como lo son todas las olimpíadas morales que establecen los que se creen ilustrados, sino porque sé que los que pisan la tierra huelen ese desprecio a la legua (estamos entrenados desde chicos para detectar el listosplaining) y están virando en masa hacia la derecha tóxica. Existen otros motivos y más profundos que explican ese viraje, lo sé, pero haríamos mal en subestimar el poder del sentimiento de abandono como movilizador de voluntades electorales. Es fácil irse con el único que no cuestiona permanentemente tu forma de vida, aunque su proyecto político vaya contra la vida en mayúsculas. Es fácil irse con quien no cuestiona tu ética desde sus rutinas cosmopolitas y consumistas. Es fácil y yo, si me perdonan, hasta lo comprendo, aunque lo sufra con las carnes abiertas.

   Los motivos y los despliegues de ese desprecio hacia agricultores y ganaderos siguen caminos inescrutables, cuya cartografía nos obliga a mezclar hipótesis políticas y sociológicas con otras más psicoanalíticas, porque de lo contrario, no se entiende. Algo de eso debe haber en la génesis de imágenes distorsionadas, criminalizaciones baratas y leyendas urbanas sobre los agricultores, además de una buena dosis de clasismo barato, concepto que depreda también las mentes de los que dicen luchar contra las desigualdades sociales. El clasismo no bebe sólo de la fuente del dinero. Un buen diván pondría de manifiesto que aquellos que han contaminado medio mundo con sus viajes iniciáticos consideran a los de pueblo como seres más brutos. El formidable resurgimiento de la palabra “cateto”, insulto del que creíamos habernos liberado tras el invierno nuclear del desarrollismo franquista, isidoro y aznarino, da buena cuenta de ello.

El moderno desprecio del campo a menudo se fundamenta en una herida que algunos usan como látigo. Para esos que se las dan de marvins harris de la vida, ni siquiera podemos denominarnos campesinos, “porque habéis dejado de serlo”. Nos niegan la identidad y la conciencia de sujeto colectivo al tiempo que nos castigan por ello. La gente del agro ha dejado de ser lo que era, cierto, pero ha cambiado en la misma medida en que lo ha hecho la gente del asfalto, ha introducido modernas técnicas de laboreo por influjo de la mano invisible que a todos nos acogota, ha abrazado el capitalismo con similar pasión inconsciente y se ha disgregado como casi cualquier grupo social. Pero no por ello deja de tener algunas pulsiones distintivas y una historia socioeconómica común. Tener tractor en lugar de mula nos convierte, si acaso, en un tipo de campesinado específico del primer mundo que debería merecer la misma curiosidad intelectual que las sociedades campesinas tradicionales (recomiendo a este respecto el epílogo del Puerca Tierra de John Berger o el soberbio Vidas a la intemperie de Marc Badal). En lugar de eso, nada: para algunos no somos ni suficientemente campesinos ni suficientemente cultivados. Nos ven como un lodo, como una mezcla de líquidos por decantar.

Para mi sorpresa, me he enterado de que no todos los trabajadores del medio rural son igual de ladinos, no. He leído algún hilo donde una docena de tuiteros dejaban claro que los pescadores son diferentes, menos agresivos, más respetuosos. “No se les puede meter en el mismo saco”. Ante tamaña categorización moral, investigué un poco y encontré chicha: la inmensa mayoría de pescadores viven en eso que algunos llaman naciones históricas o pueblos con no sé qué características propias (quiten Cantabria, si acaso), así que en el desprecio al campo también subyace, cómo no, un odio a todo lo que parezca de interior y, por tanto, muy español. Yo también desearía que mis colegas de la tierra tuvieran el mismo sentimiento nacional que los topillos del huerto, pero no podemos juzgar a la gente por la bandera con la que le han enseñado a arroparse.

Por si fuera poco, el campesino español parece que tampoco atesora capital simbólico para la izquierda, como sí lo tienen los mineros, por poner un ejemplo. Debo reconocerles que los agricultores envidiamos el cariño, las excepciones y las tragaderas que merecen los mineros. A estas alturas, no vamos a reivindicar ya como propios los hitos del campo contestatario (las colectivizaciones agrarias antes y después del golpe de Estado), pero agradeceríamos, al menos, que fueran tan comprensivos con nuestras subvenciones. A los ya míticos ataques del nacionalismo periférico contra el PER, se suma ahora un creciente enfado por las ayudas de la PAC. Desconocen, ignorantes, que la PAC no sólo sustenta a duras penas a un sector económico clave al borde del colapso permanente, sino que también contribuye a abaratar los precios de productos de excelente calidad que ellos llevan a su mesa tres veces al día. Las subvenciones, en muchos casos, suponen de facto un trasvase de renta hacia el consumidor, que no paga lo que cuestan de verdad las cosas, mientras que el agricultor mantiene los mismos márgenes de beneficio, haya subvención o no. El aumento de calidad de vida y de los índices de salud ligado a la mejora de la dieta en la Europa reciente se debe en buena medida a la implementación de un sistema injusto que empobrece el campo para nutrir las ciudades. Las subvenciones conforman la estructura metálica de este chiringuito, compañeros. Muchos productos agrarios tienen más valor de uso que valor de cambio porque se producen al albur de ese totalitarismo que es el mercado libre. Otra cuestión insoslayable es que la PAC infla las cuentas, básicamente, de las grandes fortunas, pero da igual: el que odia al agricultor va a Twitter y nos llama subvencionados, apesebrados, mantenidos. Y se mete una tosta con aceite virgen extra de 3 míseros euros el litro entre pecho y espalda.

Tampoco entiende alguna gente que no nos hagamos agricultores ecológicos o en extensivo, circunstancia que provoca verde indignación. No comprenden –¡lógico!– que no queramos ser terratenientes, el tipo de agricultor respetuoso con el medio ambiente por excelencia. Sin ánimo de generalizar, en el sitio del que vengo la mayoría de las explotaciones extensivas y/o ecológicas pertenecen a grandes capitales o a neorrurales con capital heredado, snif, ¡quién pudiera! La tierra es cada vez más cara y las explotaciones respetuosas a las que debemos tender requieren a menudo (para ofrecer al agricultor las mismas cuatro perras) extensiones superiores de un bien escaso y costosísimo o inversiones tecnológicas u horas de trabajo a las que la mayoría de catetos no podemos aspirar. En consecuencia, los agricultores seguimos ganando el pan con el sudor de nuestros usos antinaturales, así que merecemos el desprecio de aquellos que declinan entender el porqué de las cosas.

Por si fuera poco, el verano siempre es buena época para culpar de los incendios a los oscuros intereses agrarios, porque han descubierto que queremos plantar soja en los pinares quemados como hacen en el Amazonas. También es tiempo para que gente que censura el consumo de leche o de chuletillas de cabrito reclame rebaños de cabras limpiadores del monte. La solución ha de ser entonces, digo yo, un montón de cabras montesas funcionarias introducidas a la fuerza en bosques impropios. O millones de venados, de esos que luego se te tiran en la carretera comarcal contra el coche nuevo que has comprado con tu inocente trabajo cognitivo.

Con el calor también se nos recuerda que los agricultores excavamos muchos pozos de sondeo ilegales, cuando lo cierto es que quien tiene pasta, legaliza el pozo, salvo casos flagrantes, porque cualquier normativa ambiental se esquiva legalmente con un par de agrónomos que hagan proyectos gordos. Se da el caso, fíjate qué gracia, de que a menudo son las modernas explotaciones ecológicas (de monocultivo, por ejemplo) las que reciben los parabienes técnicos a disparates ambientales en zonas protegidas. Pero, ¡ay!, el sello verde, qué bien queda en la etiqueta y qué bien blanquea sus muertos.

La criminalización de agricultores y ganaderos actual también está vinculada a las fatigas del lobo, el lince y otros animales, a quienes negamos la vida por unas cosas o por otras. Salvo que sea una invención de mi cerebro infantil, yo juraría haber visto imágenes en televisión de una terrible cosechadora aplastando un nido de perdiz con polluelos. Como aquí estamos a favor de la perdiz, del lince y del lobo (también de los pobrecitos corderos que este se cepilla, de los que nadie se apiada), nos fastidia que esos tópicos alimenten aún más el odio contra los otrora campesinos.

El penúltimo de los asuntos que quería tratar hoy pasa por algo que podría demostrar Tezanos el día que se quiera poner a ello con sus encuestas. Y es que mucha gente se forma su idea de los agricultores sobre la base de una galería de fotos terribles protagonizadas por cazadores, toreros de pueblo, señores a caballo, machotes con patillas y caciquillos en todoterreno. Otra vez más, la herida usada como látigo, la sal escupida sobre la llaga.

Y lo que no falta nunca en las prédicas de internet, para acabar, es ese leit motiv que dice que la gente del campo es muy victimista. “Todo el día quejándose por todo”. Lo indignante del caso no es que haya gente autoproclamada de izquierdas que se moleste por las reclamaciones legítimas, sino que algunos son los mismos que quisieron impugnar el sistema porque su ascensor social no pasaba de la entreplanta, porque sus títulos y sus idiomas de clase media no les servían para no sé qué proyecto utópico que nos iba a beneficiar a todos.

Con estos y otros motivos se está levantando la imagen del perverso agricultor, que no tiene estómago, hijos ni proyecto de vida, sino codicia y tormenta. Esa ficción que algunos andan escribiendo, como toda historia de buenos y malos, también contiene mitos de contraparte. Se trata de una saga de héroes del medio rural protagonizada, entre otros, por ecologistas, veterinarios, guardias forestales, ¡guardias civiles del SEPRONA! y técnicos varios. Pero de ellos, si queréis, hablamos en otra ocasión, porque hoy tengo la tensión alta y el corazón blandito.

*Autor, Pedro Lópeh, Musicólogo especializado en folclore, cultura popular y flamenco. Hombre del campo que escribe y toca el acordeón

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jueves, 28 de julio de 2022

"Ni percepción ni capacidad de autocrítica": visión de "Silvestres Ezcaray" sobre los incendios de este verano.

Recojo aquí una reflexión que, partiendo de la ola de incendios actual, me parece muy acertada, 
muy conocedora de la realidad e historia de nuestros montes, 
y que nos apunta problemas reales (no inventados) y alguna salida a esta situación.

Ha sido publicada en el facebook de Guía intérprete del Medio Natural. Técnico Forestal y Guía Profesional de Media Montaña de Silvestres Escaray.

De mucho interés las fotos publicadas y sus comentarios.

Aldea de Posadas. Sin árboles. Sin bosques. Limpio todo como la patena. Silvestres Ezcaray



Metidos de lleno en plena vorágine de incendios, asistiendo a como se arrasa y también se atenta, sin escrúpulo alguno, contra el patrimonio natural de todos, la biodiversidad y sus paisajes. Justo en el momento preciso y despiadadamente, cuanto más vulnerable e indefenso se encuentra el monte, ese insustituible ecosistema forestal por el que se sufre y lucha frente a una sofocante amenaza, acechante y destructiva, que no es otra que la originada por nuestra propia especie
Ante la acuciante agonía de muchísimas personas que están perdiendo sus hogares, animales y bienes en cuestión de minutos, su futuro y medio de subsistencia, sin poder hacer nada, abandonos a su suerte, ante la desidia de mandatarios políticos y administraciones que se escudan y eluden cualquier clase de responsabilidades. 
Resulta fácil señalar y autoexcluirse. De excusar errores. De continuar alentando un argumentario populista y simplón, azuzado por un desenfrenado ambiente de sinrazón y de controversia ideológica, de continuada desinformación y que excede ya, en mucho, al ámbito de los manidos incendios forestales. 
No pecamos por falta de conocimiento, no. De lo que se peca es de una carencia de entendimiento e insensatez en todas sus facetas, magnitudes y contextos. 
Se habla largo y tendido sobre la problemática. Se debate, se señala y se vuelve a señalar. No se reflexiona. Se sueltan barbaridades y sandeces por doquier, a cada cual más exagerada y surrealista. La majadería es tal que algunos iluminados están proponiendo poner a la gente desempleada a trabajar limpiando el monte, al menos como se hacía antaño, tajamatas en mano ¿no? 
¿Qué tiene que decir ante tamaño menosprecio y descrédito el sector forestal de nuestro país? ¿Qué ocurre con la dignidad y prestigio de todo un colectivo profesional? ¿Con el grado de experiencia, atribuciones y competencias conseguidas a base de mucho esfuerzo y trabajo? Proseguimos infravalorando su deber y compromiso para con el resto de la sociedad, fomentando una vez más la precariedad laboral, el vilipendio, la desatención y burla… ¡Qué tremendísima falta de respeto!

Se acusa por otra vertiente al excesivo control e impermisibilidad de las leyes proteccionistas ¡Pero coño! si es que si se nos deja lo depredamos todo. Da igual truchas, que setas, que leñas, que caza, que agua..., y no son los emigrantes, no, vivo en un pueblo y los que me conocen saben de sobra de lo que hablo y a qué me refiero ¿Cómo no regular entonces? Aún recuerdo en mis años de estudiante como un profesor de la escuela de ingeniería arremetía contra la gente que se llevaba de los pinares - ¡hasta las piñas! -. Dada la situación y con la que está cayendo, posiblemente hoy opine todo lo contrario… 

Numerosos representantes relacionados con la política y gestión forestal aprovechan para acaparar réditos y proseguir con las imputaciones olvidándose de que, en cierta medida, tampoco se han hecho las cosas demasiado bien por su parte, y si no ¿Quién le iba haber dicho a un ingeniero del antiguo ICONA que las repoblaciones que se planteaban por entonces, por su extensión, monoespecificidad y densidad, iban a ser un verdadero problema ante las condiciones extremas que se están viviendo cincuenta años después? 
Resulta paradójico observar cómo todavía se planta a marcos excesivamente reducidos y a altas densidades, atendiendo a unos más que evidentes criterios productores y económicos, incluso en cuarteles y montes de marcada vocación protectora y conservacionista 
¿Quién les iba decir, igualmente, que la expropiación forzosa de terrenos para reforestaciones iba a ser uno de los detonantes que propiciaría el abandono de pueblos y aldeas a finales del siglo pasado? Se vetaron múltiples usos, y con ello desaparecieron muchas costumbres, tradiciones y paisajes. Esas prácticas seculares que ahora mismo se plantean resucitar a toda costa, con muy poco juicio y mucha falta de coherencia. 
Cabe recordar que, si la superficie forestal nacional ha logrado recuperarse en los últimos decenios, esencialmente ha sido gracias a ese éxodo rural y a la disminución de unas formas de explotar los recursos que poco tienen que ver con las demandas sociales en la actualidad
y qué decir de lo que imponen los mercados en mundo cada vez más globalizado y manipulado. 
No es de ahora. Esto se veía venir desde hace mucho tiempo ¿Buscamos culpables? 
Aldea de Zaldierna. No había bosque. Los pagos y cultivos ascendían hasta donde el clima
y el suelo lo permitiesen. Silvestres Ezcaray.

El bosque crece y se expande, a razón de una reducida tregua suscitada por la emigración de pueblos a ciudades. Reclama sólo sus anteriores dominios, coloniza y compite en base a unos desatendidos terrenos caídos en desuso ¿por descuido? ¿supresión? ¿indolencia? Así lo documentan los Inventarios Forestales Nacionales, aunque, ¿resulta verdaderamente positivo? 
Analizo imágenes en blanco y negro de mediados del siglo pasado de La Demanda y Alto Oja riojano y, es cierto, efectivamente, el monte estaba bien limpito y aseado. Blanco y negro, literal. Se rozaba y quemaba con bastante asiduidad. Los incendios no resultaban tan devastadores ni peligrosos porque básicamente había muy poco que quemar. Apenas quedaba arbolado autóctono y muchas repoblaciones todavía se encontraban en un estado muy incipiente de desarrollo. 
La misma situación era extrapolable al resto de la península ibérica. En relación con esto, debe entenderse que, si hoy en día continúan existiendo en el campo áreas de “maleza” espesa y cerrada; de ese repudiado matorral que es promesa y cuna de futuros bosques, que da comer a nuestras abejas, refugia a la caza, retiene humedades y abona el suelo, entre otras muchas cosas más, es porque justamente ha sido el uso reiterado del fuego el que ha creado y retroalimenta esta clase de estructura y composición vegetal. Es consecuencia de un círculo vicioso, propiciado fundamentalmente por el hombre. Si se quema con cierta frecuencia tendrás más matorral, más denso e intransitable y, por ende, mucho más acúmulo de combustible dispuesto a arder y propagar llama en caso de incendios recurrentes. 
Antiguos prados y pagos abandonados, colonizados por el bosque mixto original.
Valle de Urdanta. Silvestres Ezcaray.

Impacta escuchar a numerosos expertos en su afirmación de que: “vamos a pasar de proteger el bosque, a defendernos de él”. No sé a vosotros, pero a mí me rechinan estas contundentes declaraciones. 
Solo espero que no se malinterpreten de forma generaliza, como lo que sigue; 
.- Que los montes se hallan completamente abandonados. 
.- Que, por estas mismas razones, sólo por estas, arden con una virulencia incontrolable. 
.- Que hace falta gestión, gestión y más gestión. 
.- Desproteger especies y espacios naturales, atenuando limitaciones normativas. 
.- Limpieza, ganadería sin limitaciones, implantación de parques solares y eólicos fuera de control, más quemas si cabe y que, en resumidas cuentas, en el campo se vuelva hacer lo que a cada uno le entre en gana...profundizado un poco en el asunto, se comprende que suelen coincidir las mismas causas y motivaciones por las que a menudo se da fuego al monte de manera furtiva y absolutamente intencionada 
¿Contra quién realmente debemos defendernos entonces? No se trata de dementes o de pirómanos trastornados ¡No!: Sobre dicha lacra poco se discute y razona. 

Se habla de desbrozar sin medida y fuera de época cuando en la atmosfera se dan unos niveles de CO2 que hacen que la vegetación se reproduzca súbitamente de nuevo, de fragmentar al máximo las masas y comarcas forestales, de crear más cortafuegos, pistas y caminos, cuando la mayoría de los incendios provocados se originan cerca de caminos, pistas y carreteras, de reintroducir ovejas y cabras donde se quiera, cien, doscientas, trescientas,…a miles…, que se talen más y más árboles y que tras los aprovechamientos maderables se deje al bosque hecho una zarria, inundado de ramajes altamente inflamables, de desmontes y nuevos accesos, que se extraiga y mercadee con toda suerte de leña,…explotación, explotación, explotación, sin mencionar apenas regeneración. 

Reitero. Regeneración en todas sus facetas, magnitudes y contextos. El momento es delicado, condicionado por un clima severo y una sequía que se atisba atroz y persistente. Ahí está el verdadero peligro y, contra esto, volvemos a desviar preocupaciones 
¿Debemos reaccionar? por supuesto que sí ¿Regresar a la actividad y prácticas tradicionales desde un prisma más amplio, innovador y sostenible? Ojalá, no hay mejor alternativa, pero ¿A qué nivel o escala? ¿Con qué medios y de qué forma? ¿Con qué financiación y recursos?... ¿Con qué apoyo? ¿Cómo se explica y se hace ver una sociedad urbana, a unas nuevas generaciones, cuando la desvinculación e indiferencia respecto a esta orden de desafíos roza los límites del no retorno?
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Contacto con Silvestres Ezcaray
Calle Carnicerías, nº14 bajo
26280 Ezcaray – LA RIOJA
Tlfn. 679078471 (Juan)

miércoles, 20 de julio de 2022

Los agricultores y ganaderos, la gente de los pueblos, ellos previenen y apagan incendios.

Este verano agricultores y ganaderos de Quintanilla, de Redecilla del Campo y del Camino, de Cerezo, de Ibrillos, de Villarta, de Quintanar, de Zamora, de Treviana, 
de Valuercanes, de Cirueña, de Grañón, de Sto. Domingo... 
han controlado varios incendios en la comarca,
¡ellos son los héroes apaga fuegos!.

Todos contra el fuego, todos: los protocolos, los ingenieros, los bomberos forestales, 
los agricultores, los ganaderos, los cazadores, todos, todos los vecinos.

Cuando se toca a arrebato, no sobra nadie; es arrebato: "impulso repentino, inesperado y generalmente brusco de hacer cierta cosa", Drae.

Los protocolos no saben de arrebatos, son la planificación y la puesta servicio de recursos para lograr sus objetivos.

Los protocolos antincendios habrán planificado mucho, habrán intentado poner estrategias y recursos (de prevención (poca), de extinción, de reconstrucción (menos)), mas una cosa es incuestionable: 
estos fuegos de los últimos años están desbordando todos los protocolos.

Al final, lo que estamos observando es que la profesionalización (protocolarización...), la prevención y lucha con el fuego y su gestión está bien, pero, de hecho, no es suficiente.

Al final, la participación de la ciudadanía es importante, es necesaria y, como vemos, inevitable para la gestión del fuego, y habrá que compensarla.

Al final, se aprecia que el trabajo "al arrebato" de un tractorista, de una población unida y con sus herramientas, hay que tenerlo en cuenta porque es muy efectiva en muchos de los incendios.

Al final, esa política fácil de evacuar a los pueblos, para saberles la vida, no les salva de nada, porque el fuego mata su proyecto de vida, y además no les han dejado hacer nada por su vida (otro proceso migratorio más al que se somete a las gentes de los pueblos: mejor echarlos de su pueblo, ya vendrán (-ya han venido-) los fondos de inversión a  tomar el territorio desde la city). Los que se han ocultado de la Guardia Civil, y no se los han llevado, han salvado más de un pueblo...

Al final, si se quiere de verdad repoblar el campo habrá que contar con los agricultores, con los ganaderos, con los silvicultores, con los recolectores (caza, pesca, miel, tubérculos, setas, paja y forrajes...), y no solo para que apaguen los fuegos cuando los protocolos han sido sobrepasados...; también para gestionar el territorio en todos los sentidos.

Incendio,  Redecilla del Camino, Villorceros, El Rebollar, el 13 de julio de 2015,
en el que los tractores 1º perimetraron el fuego de cereales
y luego los bomberos controlaron una lengua de fuego que se había metido en El Rebollar. 

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Entre tanto ganaderos y agricultores hacían lo que debían, defender lo que les da de comer o les daba, ahora morirán las ayudas en despachos y estamentos pudiendo haber evitado el desastre que lleva a Zamora a perder cerca de 70.000 hectáreas de terreno en menos de un  mes. 

En decenas de situaciones hemos estado con ellos, con remolques cargados de depósitos llenos de agua de sus mismos pozos y balsas. Con cubas llenas de agua, con mangueras y bombas de achique listas para sacar agua y recargar sus depósitos salvadores. 

Hemos visto tractores con arados, vertederas y rotavators arrancando cultivos para evitar que el fuego llegará más allá, más cerca de pueblos y explotaciones, de casas y granjas, de naves y rediles. 

La llamada a fuego antes se hacia a toque de campana y allí en la puerta de la iglesia, todos contra el fuego. 
En los pueblos se sabe que los bomberos tardan, que están lejos y muchas veces llegan al " humo de las velas ", y no porque ellos quieran sino porque la lejanía en los parques tiene un verdadero problema que se llama tiempo, y contra el fuego, el tiempo es oro, el oro de vida que se lleva entre los dos incendios de la Culebra miles de vidas que producen oxígeno, animales y plantas que cohabitan con los que de forma negligente juegan a un juego que nunca sale bien.

Por eso los agricultores y ganaderos, siempre tienen preparadas sus herramientas y son los que mejor prevén casos como los que estos días ahogan a las administraciones que no ven más allá de 4 años más de sillón. 

Huertos, cultivos, naves, almacenes de paja y grano, casas y edificios se han perdido por el fuego, lugares a los que no llegan con escaleras en altura los bomberos porque no las tienen, al menos en la provincia de Zamora, a los que no llegan porque los parques siguen lejos para los ciudadanos de segunda, si, de segunda que sólo son de primera a la hora de los votos. 

Veredas que ellos saben, caminos que conocen a la perfección y que gracias a su profesión han dado a las brigadas la pauta para ataques a las llamas de forma contundente. Ellos son los verdaderos héroes del sofocar de forma directa. La administración en este caso de velar por los pueblos es la Diputación y su Consorcio de Bomberos, que fueron activados tarde aún a sabiendas que muchos de los bomberos se ofrecieron horas antes sabiendo lo que les llegaba.

No vale la ingeniería muchas veces, sino el ingenio y ser de pueblo y a mucha honra.

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jueves, 30 de junio de 2022

Sendero Los siete puentes. Uno de los Senderos más bonitos de España.

Con Descripción de la ruta
Con itenerario Gráfico para no perderse.
Con indicación de GPS para imposible perderse (pdfs, tracks...)


Introducción
Seguramente, si le pidiéramos a cualquier persona que nos describiese qué se imagina al pensar en un sendero, nos describiría esta maravillosa ruta por el barranco formado por el arroyo de Usaya en la Sierra de la Demanda.

Este sendero circular parte desde la aldea de Azarrulla y transcurre a la ida junto al mencionando arroyo, bajo la sombra de frondosas hayas, cruzando el caudal en diversas ocasiones por los puentes que dan nombre a la ruta. A su vuelta, el sendero discurre entre pinos, a media ladera, hasta llegar a la solana desde donde podremos divisar unas vistas maravillosas del valle y de los picos circundantes, como el San Lorenzo, el más alto de la sierra con 2.270 m. y en cuya ladera norte se encuentra la estación de esquí de Valdezcaray. Podemos decir, por tanto, que este sendero es un dos por uno: un sendero de ribera y un sendero de media-alta montaña.

En cuanto a la vegetación, las hayas, robles, álamos y demás vegetación de ribera son los protagonistas indiscutibles de la primera parte del recorrido, ofreciéndonos un espectáculo grandioso de colores en la época otoñal. Esta ruta es, también, un paraíso para los aficionados a las setas, que aquí crecen en gran abundancia y variedad. En la parte alta del recorrido encontraremos pinos, piornos, helechos y acebos.
Por lo que respecta a la fauna, estos bosques de aspecto mágico, dan cobijo a multitud de especies como el corzo, el jabalí, el tejón, el gato montés o la ardilla común (que quizás sea la menos difícil de avistar); numerosas aves, entre las que destacan el águila culebrera, el águila calzada, la real y el buitre leonado;  anfibios como la rana común, la salamandra común, el tritón jaspeado, el tritón palmeado y el sapo partero común; y, por supuesto, reptiles como la lagartija ibérica, la culebra de collar, la lagartija roquera y el lagarto verde.
Aviso La nieve puede ser muy abundante en esta zona. Siempre es conveniente consultar el parte meteorológico a la hora de preparar una excursión y llevar el equipamiento adecuado para las circunstancias que podamos encontrarnos.

El recorrido
El sendero comienza en la aldea de Azurralla. Al llegar encontraremos una pequeña explanada la izquierda de la carretera donde podremos aparcar nuestro vehículo. En este punto, junto a los carteles informativos, sale una pista que da inicio a nuestro sendero y que tras unos pocos metros gira hacia la izquierda en dirección al barranco del Usuaya. Toda la ruta está bastante bien señalizada con las marcas blancas y amarillas de sendero de pequeño recorrido que iremos viendo desde su mismo inicio.
Tras caminar unos doce minutos llegaremos a un cruce con una pista que asciende a nuestra izquierda, la ignoramos y seguimos de frente sin desviarnos. Unos cinco minutos después y tras un giro a la izquierda, el sendero inicia un suave ascenso. A partir de aquí iremos siempre ascendiendo, aunque será un ascenso suave la mayor parte del tiempo. Llevamos el arroyo a nuestra derecha que va bajando y jugando con las rocas, formando pequeños saltos, cascadas y pozas. Caminamos entre hayas y álamos por un camino cada vez más amplio, alfombrado de hojarasca  que lo tiñe de tonos entre el marrón y el púrpura.
Tras unos cuarenta minutos de marcha alcanzamos el primero de los siete puentes de madera por los que cruzaremos sobre el arroyo. Lo cruzamos y continuamos nuestro camino, ahora con el arroyo a nuestra izquierda. Tras otros cinco minutos, volvemos a cruzar el cauce por el segundo de los puentes y continuamos nuestro camino, ascendiendo suavemente por el barranco, con el Usuaya saltando entre las rocas a nuestra derecha.
Seguimos caminando y entre las copas de los árboles, a nuestro frente, podemos ver la cima del majestuoso San Lorenzo, nevada o no según la época del año en la que hagamos la ruta. Unos diez minutos desde el último puente, nos encontraremos con el tercero y, cinco minutos después, con el cuarto. Los cruzamos y seguimos por el sendero, cuya pendiente se incrementa ahora durante algunos cientos de metros hasta llevarnos al quinto puente. Tras cruzarlo, giramos a la derecha y, a los pocos metros, de nuevo a la izquierda.
Continuamos nuestro ascenso bajo una arboleda imponente y rodeados de rocas cubiertas de musgos. El piso del sendero se vuelve un poco más agreste, barranco parece estrecharse un poco, hasta que, finalmente, llegamos al sexto puente. Lo cruzamos y continuamos nuestro camino por el margen izquierdo del arroyo. En unos poco minutos alcanzamos el séptimo y último puente de madera que cruza el arroyo justo por debajo de donde éste forma una pequeña cascada escalonada. Una vez cruzado el puente, debemos prestar atención a la señalización del camino, ya que unos metros más adelante debemos girar a la izquierda abandonando la aparente pista que tenemos frente a nosotros. El camino trepa entre los árboles y deberemos seguir las marcas de color amarillo fosforescente que encontraremos en los árboles y que nos indicarán un giro hacia la derecha. Subimos una empinada pendiente y llegamos a un cruce indicado por un poste de madera donde giraremos hacia la izquierda, tomando la dirección “Solana de Usuaya”. Seguimos caminando y a los diez minutos, aproximadamente, de haber cruzado el último puente, tendremos que vadear el arroyo Usuaya en primer lugar y otro pequeño arroyo en segundo, unos metros más adelante. Ahora el sendero se ha vuelto mucho más estrecho y la vegetación ha cambiado, con los pinos como protagonistas. Estamos alcanzando la máxima cota de nuestro camino.
Tras unos viente minutos de marcha, salimos de los pinos a una zona más despejada y cubierta de helechos. Debemos estar atentos en este punto a las señales de continuidad del sendero y a los pequeños hitos de piedra que marcan el camino que gira hacia nuestra izquierda en unos 45 grados y continúa descendiendo, de nuevo entre los pinos. Unos minutos después volveremos a salir del abrigo de los pinos y alcanzaremos la solana. El sendero continúa su descenso a media ladera, ofreciéndonos unas vistas que nuestras retinas tardarán en olvidar y que bien merecen detenerse un rato para disfrutarlas. En esta parte del camino, además de las marcas de pintura blanca y amarilla encontraremos postes que nos indicarán el camino.
Continuamos bajando. En dos ocasiones llegaremos a sendos cruces en los que debemos seguir el camino en dirección descendente, hasta que el sendero desemboque en una ancha pista. Nos incorporamos a  ella y seguimos bajando hasta que ésta hace una pronunciada curva a la izquierda. En este punto veremos una vereda que sale a la derecha, la cogemos y seguimos descendiendo por ella hasta que desemboquemos en la pista por la que iniciábamos el sendero, justo al salir del aparcamiento.
No te puedes perder
1. Los Puentes: Estas sencillas estructuras de madera, con malla de alambre en el piso para evitar resbalones, nos permitirán cruzar de una orilla a otra del Usuaya hasta en siete ocasiones. Dan nombre a la ruta y el ir a su encuentro constituye, sin duda, el gran aliciente de la primera parte del sendero.

2. Los saltos de agua: El sendero discurre en su primera mitad por el barranco formado por el Usuaya. Este arroyo de aguas cristalinas baja alegre desde la montaña, precipitándose en numerosas pequeñas cascadas y saltos de agua dignos de ver.

3. Vistas desde la Solana de Usuaya: Uno de los grandes atractivos de este sendero es el marcado contraste entre la solana y la umbría de Usuaya. Durante la primera parte del recorrido vamos por el fondo del barranco, en sombra, rodeados de hayas, robles y vegetación de ribera. Pero, en la segunda parte, hemos ganado altura, hemos caminado entre un espeso pinar y, finalmente, hemos salido a la solana que, desnuda de árboles, nos regala unas vistas impresionantes del valle y de sus cimas circundantes. Bien merece la pena detenerse un rato a disfrutar de ellas.

domingo, 5 de junio de 2022

Ruta 38 Subida al Pozo Negro.

Diego Nieto nos ofrece esta espectacular ruta de montaña por la Sierra de la Demanda. 
Nos centramos en Fresneda de la Sierra Tirón.


Río Tirón.

Descripción de la ruta.
El sendero del Pozo Negro es un bonito recorrido a la última laguna glaciar situada en la Sierra de la Demanda, al noroeste del Pico Otero (2.051 mts), de cristalinas aguas de color verde esmeralda, y ubicada a unos 1.800 mts de altitud ,estando situada casi delimitando los limites de las provincias de Burgos y la Rioja. Su ascensión, desde el entorno de Fresneda de la Sierra, es muy interesante por desarrollarse a través de un largo barranco que asciende en su tramo final por un magnífico hayedo.

Comenzamos la ruta en el Refugio de Tres Aguas, y su nombre se debe porque es el punto donde se une el curso de las aguas procedentes de los barrancos del Pozo Negro, Reoyo y Ticumbea, y está considerado como el nacimiento del Río Tirón.

Esta primera parte discurre por una ancha pista que sale a mano izquierda del Refugio de Tres Aguas entre bosques y siempre con el sonido constante del curso del río a nuestra izquierda.

Son tres kilómetros de ascenso muy relajado en los que comenzamos a saborear la belleza del paisaje que nos rodea. 

Llegamos a un punto en que el arroyo que hemos ido siguiendo sube por el hayedo a nuestra izquierda y la pista gira a la derecha y que sigue la Senda del Tejo.

En este punto salimos de la pista y bajamos a la orilla del arroyo para continuar por sendero en un magnifico hayedo donde se forman bonitas torrenteras y pequeñas cascadas donde salvaremos al principio dos veces el Arrollo de Pozo Negro gracias a varios troncos de arboles que hacen la función de improvisados puentes de fortuna y comenzar el ascenso que nos llevara a través del barranco en un subida ya bastante decidida, con algún ligero sube-baja, hasta que afrontamos la parte final de la ascensión que tiene una pendiente muy considerable hasta la morrera del Pozo Negro y ya podremos disfrutar de esta bucólica laguna en un bonito circo glaciar.

El retorno o descenso lo realizamos por el mismo sitio de subida, prestando atención a los posibles resbalones si el suelo estará húmedo, con hojas y piedras sueltas ya que ya hay una pendiente considerable en algunos puntos. 

Nota de interés: Durante la ruta seguiremos las marcas rojas y blancas del GR-290 (Dos Aguas) correspondiente a la 2º etapa entre Fresneda del Sierra Tirón y Barbadillo de Herreros.

Ruta recomendada con GPS.
Mapa de rutas del Valle Digital /   Descarga directa del track  /

Orígen de la publicación: Diego Nieto.

jueves, 14 de abril de 2022

La sangre es una semilla

La sangre es una semilla
Premio de formato abierto de World Press Photo 2022.
Fotógrafa: Isadora Romero*


A través de historias personales La Sangre Es Una Semilla: preguntas sobre la desaparición de las semillas, sobre la forzada la migración, el racismo, la colonización y sobre la posterior pérdida de ancestral conocimiento.

Durante el transcurso del siglo XX, el 75% de la diversidad genética de plantas agrícolas se perdió a nivel mundial. Una de las principales fuerzas impulsoras de la disminución de la agrobiodiversidad es el impulso del cultivo de monocultivos de variedades modificadas y, a menudo, no nativas, para cultivos de mayor rendimiento.

El video es narrado por el fotógrafo y su padre ( https://www.worldpressphoto.org/collection/photo-contest/2022/Isadora-Romero-OPFA/1)  , y está informado por la memoria del padre, así como por sus propias percepciones de las transformaciones experimentadas por los pequeños agricultores en las últimas tres generaciones. El padre de Romero emigró en 1981 en busca de mejores oportunidades y para escapar de la violencia que vivía Colombia en esos años.

El video está compuesto por fotografías digitales y de película, algunas de las cuales fueron tomadas en película caducada de 35 mm y luego dibujadas por el padre de Romero. En un viaje a su pueblo ancestral de Une, Cundinamarca, Colombia, Romero espera aprender sobre su historia y explorar los recuerdos olvidados de la tierra y los cultivos, y sobre su abuelo y bisabuela, quienes fueron 'guardianes de semillas' y cultivaron varias variedades de papa. . Solo dos variedades de patata se siguen consumiendo principalmente en Une.

Aunque el proyecto es una exploración del pasado, se involucra con técnicas contemporáneas, jugando con los paralelos entre los códigos genéticos y los códigos binarios de las fotografías digitales, para preservar este conocimiento antiguo para el futuro.

Este es un proyecto muy fuerte que aborda un tema de preocupación mundial desde un ángulo personal, reflexionando sobre la pérdida personal. 
A través de la investigación de sus propias raíces y ascendencia, la fotógrafa aborda el borrado violento y estratégico del conocimiento cultural que continúa teniendo consecuencias profundamente arraigadas en las nuevas generaciones, la sociedad en general y la Tierra. 
La combinación de métodos y capas sensoriales (sonido, diseño de código y dibujos colaborativos) construyen un lenguaje claro que es a la vez personal y político. 
El video tiene un buen ritmo y es un gran ejemplo de cómo la categoría de formato abierto es un espacio donde los fotógrafos pueden hacer uso de varios medios de una manera coherente e imaginativa para transmitir una narrativa de relevancia mundial.

El jurado otorgó a este proyecto el premio de formato abierto de World Press Photo porque conecta la pérdida personal del conocimiento ancestral y el patrimonio cultural con el borrado estratégico del conocimiento antiguo y las formas de vida, en un impactante comentario sobre las consecuencias de la pérdida de la agrobiodiversidad global.

*Isadora Romero es una narradora visual independiente ecuatoriana con sede en Quito, Ecuador. Le interesan los temas sociales, de género y ambientales. Sus ensayos visuales, explorando la frontera entre el arte y el fotoperiodismo, buscan diferentes enfoques utilizando diversas herramientas narrativas. Romero es co-fundador de Ruda Colec.

martes, 16 de noviembre de 2021

La Laguna de Hervías.

Paca Sapena. 

LAGUNA DE HERVÍAS - La Rioja


Hoy te llevo a la laguna de Hervías
Se encuentra muy cerca del pueblo, y se accede a ella por el camino que está a la izquierda de la iglesia 


Desde el 2007 es Área Natural Singular, se trata de una laguna natural estacional de carácter salobre, única en La Rioja en la que no se han alterado sus características morfológicas. De marzo a verano se deseca

Ocupa una extensión de 10 Ha. con una profundidad media de 30 cm, 80 en el momento de máxima inundación. En ella descansan muchas aves durante sus viajes migratorios.

Es de origen cuaternario asentada sobre un abanico aluvial del río Oja Se han detectado más de 20 especies de aves acuáticas 

Sendero de la Laguna
Una de las mejores formas de poder contemplar las aves es paseando por este sendero que la rodea. Tiene un recorrido de 2,2 Km de longitud (aproximadamente una hora), y es aconsejable hacer el recorrido en silencio para así disfrutar del sonido de las aves
Se recomienda utilizar prismáticos y vestir ropa poco llamativa, y está prohibido abandonar el sendero para acercarse a la laguna.


Cuenta con una zona de ocio

Y de juegos para niños

Allí fotografié esta flor de una Daucus carota
Planta muy común que se encuentra en los bordes de los caminos y en campos de cultivo abandonados, y se le conoce como zanahoria silvestre, ya que su aroma recuerda a la zanahoria, cuando la pelamos con la uña. Lo más bonito de esta planta es la umbela blanca formada por frutos cubiertos por espinillas. Toda la planta está cubierta por pelos que le confieren un aspecto áspero al tacto.

Madriguera de conejo

jueves, 4 de noviembre de 2021

Vota al candidato español al Concurso Arbol Europeo del año 20220

 Concurso convocado por Bosques sin Fronteras.
El concurso Árbol Europeo del Año (European Tree of the Year) busca la elección de aquellos ejemplares con los que las personas establecen especiales relaciones afectivas.

Votar a uno de los candidatos ( hay 2 de prov.Burgos).
El periodo de votaciones hasta el 20 de noviembre a las 00:00 horas

El concurso del Árbol Europeo del Año se creó en el año 2011 como continuación del popular concurso popular Árbol del Año que en la República Checa durante mucho tiempo ha organizado la Fundación Alianza (Nadace Partnerství). Al terminar los concursos nacionales, los ganadores participan en en concurso europeo.

Cada año, la votación en línea del Árbol del Año Europeo es organizada por la Environmental Partnership Association (EPA), de la cual es miembro la Czech Environmental Partnership Foundation.

El objetivo de Árbol Europeo del Año es destacar los interesantes árboles viejos como un importante patrimonio natural y cultural que deberíamos apreciar y proteger. En el Árbol Europeo del Año, a diferencia de otros concursos, no es importante la belleza, el tamaño o la edad sino la historia y la conexión con las personas. Buscamos árboles que se han convertido en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio.


La primera votación europea se organizó en 2011. Desde entonces, el número de países involucrados en el concurso ha aumentado de 5 a 15. Ahora estamos ayudando a establecer el concurso en países fuera de Europa.

jueves, 28 de octubre de 2021

Consulta pública de la Propuesta de Proyecto de Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica del Ebro (tercer ciclo 2021-2027), hasta el 22 diciembre

Esta propuesta tiene como objeto la revisión del plan hidrológico actualmente vigente que entró en vigor el 20 de enero de 2016.

Del 23 de junio al 22 de diciembre de 2021 (inclusive), se podrán realizar las aportaciones y formular cuantas observaciones y sugerencias se estimen convenientes sobre dicho documento dirigidas a la Confederación Hidrográfica del Ebro, Paseo Sagasta 24-26, 50071 Zaragoza, por los medios habituales. 

También podrán remitirse a la dirección de correo electrónico chebro@chebro.es, con las siguientes palabras en el asunto: “Plan hidrológico tercer ciclo”.

Debido al escaso plazo establecido para responder a las aportaciones una vez finalizado el periodo de consulta pública, se ruega a todos los interesados que hagan sus aportaciones con la mayor antelación posible para poder realizar un análisis adecuado de las mismas. 
Para facilitar esta labor se recomienda que se utilize esta propuesta de modelo (descargar), de la que se han elaborado dos ejemplos de relleno (ejemplo 1, ejemplo 2.).


Documentación

Participación pública

viernes, 17 de septiembre de 2021

"Porcus".

La batalla contra las macrogranjas está adquiriendo un carácter simbólico de tono épico. En las últimas horas se ha hablado mucho de dos enclaves susceptibles de ser acometidos por tan aromáticas instalaciones: San Andrés del Arroyo, en Palencia, y el castillo de Gormaz. Dos símbolos a los que sumar un tercero, el vino de la Ribera, donde una Plataforma Empresarial lleva tiempo combatiendo un proyecto en la Aguilera.

Otras referencias:

Las macrogranjas, muchos problemas, nada bueno.... Diario Navarra.

La Fundación Santa María la Real, que tiene una reputación académica impoluta en lo suyo, el patrimonio, ha emitido un informe de doscientas páginas en el que impugna los proyectos de cochinos en la Ojeda. Sostiene ni más ni menos que «echaría por tierra el trabajo realizado para consolidar el patrimonio natural y cultural como motores de desarrollo de la comarca». Más allá de las disputas sectarias en las que cada cual defiende sus intereses, la posición de la Fundación debe ser atendida con la contundencia con la que se escucha la sabiduría genuina.
La de Gormaz es una batalla semejante: quienes subieran a la fortaleza, emblema medieval castellano, otearían una piara de 4.000 ejemplares que, si en su día podrían haber espantado a los moros de Almanzor, ahora abocaría a los turistas que por allí se acercaran a la vista de un paisaje destrozado y un olor de no contar. Algo parecido a lo que ocurriría con el enoturismo en la Aguilera, estandarte de modernidad bajo el marchamo de Ribera de Duero, pero embadurnado por tan tosca actividad industrial.
Se puede estar a favor del progreso económico, claro, y éste pasa por la explotación intensiva, profesional y con inversiones de recursos como el vino o el románico. Se pueden ubicar las macrogranjas en lugares no lesivos y alejados de focos de interés cultural. Pero quienes tienen que decidir no deben rehuir informes como en el de la Fundación y otros que marcan la pauta de una economía sostenible y moderna.

domingo, 1 de agosto de 2021

Rutas en paseo o en bici para conocer y valorar las inmensa riqueza natural de Redecilla del Camino, y Comarca.

Ermita Ntra. Sra. de Ayago, Montes de Ayago,
Sierra de la Demanda y pico San Lorenzo desde el Cerro Sta. Cruz.

Tenemos en el pueblo, en los Montes de Ayago y en toda la Comarca 
una naturaleza de impresión, sin calificativos, nada que envidar.
Para valorarla lo mejor es conocerla, 
y para conocerlo, lo mejor patearla.
Un paseo, una excursión será la mejor solución, no defrauda nunca.

Aquí abajo solo unas muestras, hay mil alternativas...

Rutas de Bici

3,48 kilómetros - Moderado - por Yomismozar

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


58,09 kilómetros - Moderado - por fgilcap

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


.-  Redecilla del Camino - Castildelgado

1,64 kilómetros - Moderado - por przemyslaw kollat

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


.- Redecilla del Camino - Belorado

14,14 kilómetros - Moderado - por joseluisretegui

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


.-  Redecilla del Camino - Embalse de Leiva - Redecilla del Camino.

21,02 kilómetros - Moderado - por Saúl Cuende

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


.-  Redecilla del Camino - Ayago

5,22 kilómetros - Moderado - por Alvior

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España).


Rutas de paseo y senderismo.

10,89 kilómetros - Fácil - por Rafael Villoria

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


.-  Redecilla del Camino. Paseo desde La Varga por el este del Rebollar hasta Los Campos y retorno por el Camino de Santiago

4,72 kilómetros - Fácil - por Calle y Camino

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España)


.-  Paseo desde Redecilla del Camino por la Varga, el Rebollar, la Barguilla, Villaorceros, Las Carcavas, Redecilla.

6,81 kilómetros - Fácil - por Calle y Camino

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España).


.-  Redecilla del Camino - Belorado

12,65 kilómetros - Moderado - por Arturo Antonio

cerca de Redecilla del Camino, Castilla y León (España).


Además en este enlace de otros años tienes muchas más opciones.

.- 14 cimas, 14 paseos senderistas por los Montes de Ayago

.-  Acceso a 59 rutas de senderismo por la Comarca 

.- 131 rutas de montaña por todos Los Montes de Ayago y Sierra de la Demanda/Tirón/Glera


Gran parte de la información está sacada de Wikiloc / Calle y Caminohttps://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=149026





"Guía de adaptación al cambio climático para el Camino de Santiago Francés”, proyecto Fund.Sta. María La Real.

    Un estudio, realizado desde el área de Paisaje y Sostenibilidad de la Fundación Sta. María la Real, ha permitido definir y catalogar has...