Suelo con residuos tóxicos derivados de la producción de fertilizante en Huelva. / Santini Rose |
martes, 7 de enero de 2025
Ser tierra, El Suelo, Un todo ser vivo
jueves, 7 de noviembre de 2024
Dónde encontrar setas: en los paraísos de Sierra de la Demanda: Montes de Ayago y de Oca.
Istock |
Permiso en mano
Una cosa obligatoria que se debe hacer en casi todos lugares antes de ir a coger setas es sacar el permiso de recolección. Este papel no es otra cosa que un permiso especial que tiene como fin garantizar una recogida racional y controlada pensando en la ecología de los montes, así como evitar la masificación para preservar este apreciado producto.
Estos permisos permiten a locales y visitantes recoger setas durante los días que lo obtengan —puede ser desde un día hasta todo un año—. Además, su obtención es muy sencilla y se puede realizar por Internet o en las distintas Áreas Reguladas de la Provincia.
La riqueza natural de la provincia de Burgos da la oportunidad de ir en búsqueda de estos tesoros preciados a diferentes zonas. Concretamente, en Burgos, Micocyl —el portal de micología de Castilla y León que, además, expide los permisos— tiene registradas tres zonas en las que se pueden recoger setas: Sierra de la Demanda-San Millán, Montes de Oca y Valle de Mena.
Montes de Ayago y Oca, Sierra de la Demanda.
La Sierra de la Demanda, situada en la zona oriental de la provincia de Burgos, esta área de recolección es uno de los más solicitados entre los que adoran la naturaleza, no sólo por la posibilidad de recoger setas y hongos entre sus bosques, si no por la variedad de paisajes que se encuentran en su interior. Además, cuenta con tres pueblos muy bonitos para visitar en los alrededores: Salas de los Infantes, Pradoluengo o San Millán, Fresneña, Avellanosa de Rioja...
lunes, 16 de septiembre de 2024
Clasificación de las Vías Pecuarias del municipio de Redecilla del Camino. 18 de octubre.
viernes, 12 de abril de 2024
«Si no conseguimos el equilibrio entre medio ambiente y agricultura, nos arrepentiremos», entrevista a Manuel Pimentel.
Protagonizó la única dimisión que tuvo que afrontar José María Aznar durante sus ocho años de gobierno; presentó su renuncia a 22 días de las elecciones de marzo de 2000, cuando apenas llevaba 13 meses al frente de la cartera. Ingeniero agrónomo y abogado de formación, Manuel Pimentel (Sevilla, 1961) ha recopilado sus artículos de los últimos 15 años sobre la crisis agrícola en ‘La venganza del campo‘ (Almuzara, 2023). Partidario de los acuerdos y enamorado de la vida rural, Pimentel pone el foco en una sociedad que se lamenta del olvido al que ella misma ha condenado al sector primario porque ha decidido que lo rural solo queda bien en ‘stories’ de Instagram.
Entrevista
¿El campo ha sido la primera gran víctima de la globalización?
El campo occidental ha sido víctima no solo de la globalización, porque en otras zonas también afecta la globalización y el mundo agrario está viviendo momentos muy buenos. El mundo agrario ha sido víctima de la bajada brutal de precio por la globalización y por la concentración de la distribución. Bajó tanto el precio que se hizo invisible para la sociedad. Y a raíz de eso comenzó el proceso que hemos ido viendo estas décadas.
Señala entonces a la distribución como uno de los agentes responsables.
En los años 80, 90 y 2000, la distribución se concentró mucho y adquirió un gran poder de compra y apretó mucho los precios. Esa competencia entre distribuidores se transmitió hacia abajo. La distribución es responsable de haber apretado los precios hasta punto de ruina de los agricultores, pero no es responsable del ascenso de los precios que estamos teniendo ahora. Cuando dicen que los precios suben mucho porque la distribución se lo lleva no es verdad. La distribución es la misma ahora que hace 10 años. Lo que está pasando es que las importaciones se encarecen y cada vez dependemos más de ellas porque hemos restringido nuestra capacidad productiva y hay menos oferta y por eso suben los precios.
En agosto de 2009 escribió: «Más pronto que tarde, el campo se vengará en forma de escasez de alimentos, que subirán de precio de forma brusca e inesperada». ¿Por qué si era tan evidente para usted hace 15 años, nadie ha hecho nada por impedirlo?
Porque los imaginarios son muy fuertes. Y ahora es muy difícil cambiarlo. La sociedad urbana valora tan poco la agricultura y tanto el medio ambiente que en el fondo de su alma lo que quiere es que el campo sea para pasear. Y toda la norma europea se realiza en este sentido. Al final los europeos hemos dicho «tengamos el campo para pasear y la alimentación que lo hagan otros por ahí y nosotros ni vamos a preguntar mucho cómo lo hacen siquiera». Esto produce perplejidad, porque nosotros nos restringimos con unas condiciones que están bien, pero a las importaciones no les exigimos lo mismo.
«La sociedad urbana lo que quiere es que el campo sea para pasear»
¿Y cómo hemos llegado hasta aquí?
Cuando salimos al campo, como sociedad urbana que somos, no hemos vivido en esa naturaleza y nos molestan los regadíos, las granjas, los invernaderos… Queremos el campo, pero para otra cosa. Por eso empecé a pensar en la idea de la venganza del campo. Solo cuando el carro de la compra empieza a apretar, que va a seguir subiendo poquito a poquito, pues entonces nos daremos cuenta de que también debemos tener producción agraria en Europa. Estamos colaborando todos en impulsar hacia arriba los precios de la comida para ponerla como un privilegio de ricos. Y no como algo accesible para las clases medias y populares.
¿Si el campo hubiera contado con un buen lobby de comunicación hubiera evitado esta situación?
Nadie es perfecto, pero cuando tu producto no vale, como es el caso de la alimentación, pasan estas cosas. Entre 2000 y 2020, gracias a la globalización y a las nuevas técnicas agrícolas la alimentación europea fue la más barata de su historia. La comida no aparecía en ninguna de las encuestas sobre preocupación. Si tú no valoras la alimentación aún valoras menos los que la producen. Los agricultores se vuelven invisibles. Mientras tanto, la sociedad urbana valora cada vez más el medio ambiente, y esto es muy positivo, pero se olvida de la producción de alimentos. Todas las normas que hemos hecho en Europa nos limitan y restringen en nuestra capacidad. Claro, los agricultores iban protestando, pero como no nos apretaba la comida, no les hacíamos caso. En esa circunstancia, aunque hubieran comunicado muy bien, hubiera sido invisible para nosotros. Por eso empecé a acuñar el concepto de venganza del campo. Solo se van a hacer visibles cuando nos apriete mucho el carro de la compra. Y está empezando a pasar.
¿Hay una confrontación entre agricultura y cuidado del medio ambiente?
En el imaginario de la sociedad europea, cualquier invernadero, cualquier regadío o cualquier granja es una agresión al medio ambiente o de maltrato animal, y por lo tanto vamos a intentar limitarlo con nuestras normas. Ahí olvidamos una variable que es muy importante: el derecho a la defensa variada, sana y a un precio razonable del europeo. Se puede perfectamente conseguir producción agraria de manera sostenible con un equilibrio. Mi tesis ahí es que la política agraria común, que es la más importante en la UE, hasta ahora solo ha tenido el eje de la sostenibilidad, que se debe mantener porque es irrenunciable, pero también equilibrarlo con el derecho de los europeos a una despensa, variada, sana y a un precio razonable. Y para eso los agricultores son parte de la solución, no del problema. Si seguimos como ahora, que, aunque estamos en un momento de desglobalización entregamos la llave de nuestra despensa a terceros países, vamos a seguir pagando nuestra comida cada vez más cara. Si no conseguimos ese equilibrio entre medio ambiente y agricultura, nos arrepentiremos. Es muy difícil, pero no hay que renunciar a ello. Solo aceptamos al agricultor bueno, el que tiene cuatro cabritas y cuatro arbolitos. Si tuviéramos que vivir con ese modelo de agricultura, cada pera o cada manzana nos costaría mil euros. Solo tomarían esa manzana los ricos.
Y ahí es donde entra la extrema derecha a intentar pescar adeptos con su discurso negacionista del cambio climático.
Yo creo que estas protestas de los agricultores han sido muy profundas. Es un mundo que no quiere morir y grita su desesperación. Y lo ha hecho en países con gobiernos de izquierda y de derecha. Es un grito apolítico, profundo de todo un sector. Pero sería igual de suicida olvidarnos de la sostenibilidad de los sistemas naturales como del campo.
«Sería igual de suicida olvidarnos de la sostenibilidad de los sistemas naturales como del campo»
Habla de la paradoja de querer alimentos variados y baratos mientras se imponen normas y leyes que lo dificultan. A eso se suma la contradicción de querer consumir productos de forma masiva que quizá no sean apropiados para nuestra agricultura, como el aguacate, que exige mucho regadío. ¿Qué nos pasa como sociedad que no vemos esta paradoja?
El aguacate es un cultivo de regadío que en muchas zonas es totalmente sostenible. En la zona de la costa de Málaga, de Granada, antes se cultivaban chirimoyas y naranjas que también son de regadío.
Denuncia que hay un doble rasero con los temas energéticos y el regadío, que no se tiene en cuenta el impacto ambiental en plantaciones fotovoltaicas o en instalaciones de gasoductos de hidrógeno, pero que luego sí se ven esos problemas en trasvases hídricos o en planes de regadío.
Sí. Eso está tan metido que es muy curioso. Si hay algo que contamina el medio ambiente visualmente es un molino de viento, y si hay algo que contamina el suelo es una plata fotovoltaica. Y, sin embargo, la sociedad lo ve como algo más sostenible que un cultivo de perales. Y todo porque hemos demonizado al agricultor y hemos subido a un pedestal al técnico de energías renovables. Tenemos que optar, como país, pero tenemos que saber las consecuencias. El caudal ecológico hay que mantenerlo, pero nosotros tiramos muchísimas hectáreas al mar. La población sigue creciendo, la tierra fértil cada día es menor porque la infraestructura urbana, los colegios, hospitales, centros comerciales fotovoltaicos se comen miles y miles de hectáreas de tierra fértil todos los años. Por eso cada vez hay menos tierras y cada vez hay que alimentar a más personas. Y para alimentar más personas con menos tierras, hay que regar. Tenemos que decidir si queremos regar y producir o que sigan subiendo los precios de frutas y verduras.
Y aquí llegamos al consumo de agua: lo hemos visto con el regadío de Doñana, en otros es producción industrial o uso urbano o turístico, y todo eso en un contexto de sequía y menores precipitaciones. ¿El uso del agua es el gran problema que no se aborda en España?
Hay países que tienen menos pluviometría que España, como Israel, pero que tienen mucha más superficie de riego. Las medias pluviométricas no han cambiado en los últimos años. Puede ser que caiga más concentrado o menos, pero cae la misma cantidad de agua. El sinsentido es que haya zonas sin agua potable en Andalucía o Cataluña cuando les sobra agua y todo porque la gente no quiere poner un tubo desde el pantano a su casa. Y mientras tanto aceptamos regasificadoras, gaseoductos de hidrógeno de altísima presión de Algeciras a los Pirineos, con un ramal a Lisboa y atravesando parques naturales. Pero es lo que hemos decidido. El año que llueva tendremos agua y el año que no llueva, no habrá nada.
«Hemos demonizado al agricultor y hemos subido a un pedestal al técnico de energías renovables»
Habla de que todos los alimentos salen del campo, todavía queda muy lejos la impresión de comida 3D o la síntesis de alimentos en laboratorios, aunque es la gran promesa con la que nos dicen que se acabará el hambre en el mundo. ¿Podemos confiar en ella?
Yo creo que la sociedad tiene que estar abierta a cualquier tipo de innovación. Cualquier innovación que mejore la cantidad y la calidad de la comida, bienvenida sea. Ahora bien, lo que yo conozco que se está haciendo ahora dista mucho de ser una cuestión asequible y sostenible.
Durante la pandemia, descubrimos de golpe que trasladar la producción industrial a Asia le cuesta muy caro a Europa. ¿Nos pasa lo mismo con la alimentación?
Es lo que nos está pasando. En Europa vamos encareciendo, restringiendo y limitando las producciones agrarias propias, y por eso los agricultores han dicho «basta». Nosotros hemos decidido que en el campo europeo es para pasear y que la comida es algo molesto y que la produzcan otros por ahí y no miraremos mucho cómo lo hacen. Esto es surrealista, pero es lo que está pasando y no creo que cambiemos a corto plazo. Personalmente creo que se pueden hacer muchas cosas con las nuevas técnicas de cultivo y se puede mejorar el medio ambiente con más producción. Soy optimista y creo que hay campo para rato. Estamos en un cambio de ciclo, como ya pasó con la energía; y Europa, con un mundo en guerra, va a girar en algunas de sus políticas. El problema es que va a costar mucho llegar a eso y antes se tiene que poner el carro de la compra a 500 euros para que la gente empiece a valorar tener producción en Europa.
sábado, 20 de enero de 2024
Tratamientos Selvícolas preventivos de incendios en Redecilla del Camino, y otros pueblos comarcanos.
Desde las dehesas de los Montes de Ayago (1.220msnm) esta es una vista de la Sierra Demanda norte riojana. |
En la provincia de Burgos, se beneficiarán 26 ayuntamientos, con una inversión total de 2.777.342 euros. Estos tratamientos buscan conservar y mejorar las masas arboladas, prevenir incendios y, en caso de producirse, facilitar su extinción en condiciones más favorables.
Se trata de preservar estas maravillas. Ese es el haya, el árbol comarcano que ha representado a la Provincia de Burgos durante muchos años, en uno de sus carteles publicitarios más exitosos. |
Se llevarán a cabo diversas acciones, como clareos, cortas de regeneración, podas, desbroces y eliminación de restos vegetales. También se realizarán otras mejoras en el medio natural, como la conservación y mantenimiento de caminos, la recuperación de antiguas majadas, tratamientos sanitarios contra perforadores de resinosas, así como la retirada, limpieza y reparación de cerramientos ganaderos.
Las actuaciones en Burgos, se realizarán en los municipios en los que se llevarán a cabo estas intervenciones son Cascajares de Bureba, Condado de Treviño, Miraveche, Pancorbo, Santa Gadea del Cid, Miranda de Ebro, Bozoo, Bascuñana, Belorado, Espinosa del Camino, Fresneda de la Sierra Tirón, Fresneña, Ibrillos, Valle de Oca, Pradoluengo, Santa Cruz del Valle Urbión, Rábanos, Redecilla del Camino, Castildelgado, San Vicente del Valle, Valmala, Viloria de Rioja, Villafranca Montes de Oca, Villagalijo y Tosantos.
Las acciones principales se centran en tratamientos selvícolas preventivos para reducir el riesgo de propagación de incendios, como desbroces, gradeos, podas, clareos y fajas auxiliares. También se llevarán a cabo tratamientos selvícolas de desembosque en árboles completos, así como su apilado, para su aprovechamiento como biomasa.
domingo, 14 de enero de 2024
Nuevo camión de recogida de basuras en la Mancomunidad Oca-Tirón.
lunes, 1 de enero de 2024
Jesús Garzón, pastor trashumante y defensor de la naturaleza
Recuerdo con nitidez una conversación que, siendo yo muy joven —hace más de 30 años—, tuvimos en Extremadura junto a una humilde zarza y en la que Suso, que era capaz como nadie de atraparte con esa voz grave y pausada, me convenció de que la zarza no tenía nada de humilde. Me explicó con tono apasionado que la zarza era un prodigio de la naturaleza, que fijaba el suelo junto al agua, que era la despensa de las currucas del norte cuando migraban y una verdadera fortaleza armada donde encontraban refugio los conejos que el lince cazaba. Y terminó con unos versos sobre las moras y una receta para hacer la mermelada. Así era Suso, una enciclopedia andante con un conocimiento deslumbrante sobre todo lo que le rodeaba, capaz de interpretar un paisaje solo con una mirada, conectando las tramas invisibles de la naturaleza con siglos de historia humana y con la cultura popular que lo rodeaba.
En los años setenta, cuando solo salían al campo los que en él habitaban, Suso recorrió con el apoyo de WWF palmo a palmo sierras y llanos de aquella España aún salvaje e inexplorada en busca de los últimos linces, lobos, osos, urogallos, avutardas y las escasas parejas de águila imperial que aún quedaban, casi extintas y acorraladas por una sociedad inculta que aún las consideraba simples alimañas. Ese conocimiento pionero permitió poner en marcha las primeras medidas para su conservación y le hizo merecedor desde muy joven de la amistad de Félix Rodríguez de la Fuente y del respeto de los mejores biólogos y científicos, asombrados por el extraordinario conocimiento de la vida salvaje que demostraba.
A mediados de los setenta, mientras exploraba las sierras extremeñas y subido al castillo de Monfragüe, descubrió cómo las excavadoras del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) arrasaban las laderas dónde el río Tajo se junta con el Tietar, arrancando alcornoques, acebuches y jaguarzos para sustituir el bosque autóctono por monótonos eucaliptales. Suso lo dejó todo y se trasladó a vivir con Isabel, su compañera de viaje, y sus hijos, al corazón de Monfrague y se entregó en cuerpo y alma a una verdadera cruzada dentro y fuera de España hasta conseguir detener los aterrazamientos y la declaración de Monfragüe como parque natural en 1979. Con toda seguridad, ese templo de la biodiversidad mediterránea del que nos enorgullecemos hoy no existiría sin su determinación y coraje.
En 1984, fue nombrado Director General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, haciendo historia al ser el primer conservacionista en dirigir una administración y lograr situar a esta desconocida región en lo más alto del mapa de la biodiversidad de Europa. Pero tres años después abandonó los despachos para volver al activismo y al campo. Porque Suso fue un conservacionista que participó en la fundación y la vida de algunas de las principales organizaciones de defensa de la naturaleza de nuestro país, como WWF, Seo/Birdlife, ADENEX en Extremadura, ARCA en Cantabria, la CODA o el Fondo Patrimonio Natural, que en esos años de desarrollismo libraron infinidad de batallas para salvar de las máquinas y el cemento muchas de las joyas naturales con las que por suerte hoy contamos en España.
Suso fue un maestro y un referente para muchas de las personas que hoy lideramos la defensa del medio ambiente y que tuvimos la suerte de conocerle y aprender de él.
Defensor de la trashumancia
Pero por lo que probablemente será más recordado es por su lucha para recuperar las vías pecuarias, la ganadería extensiva y defender a los últimos trashumantes frente al arrollador modelo actual basado en una ganadería industrial, insostenible y desarraigada. Por el contrario, Suso defendía a ultranza el pastoreo estacional como una pieza clave, totalmente actual, de nuestra cultura y nuestra historia que había que rescatar. Y nuestros 125.000 kilómetros de vías pecuarias los defendía como una infraestructura única en el mundo y un arma estratégica para mitigar el cambio climático y adaptarnos a los impactos que están por llegar, para producir alimentos de calidad reduciendo el consumo de agua, piensos y energía, y para combatir el abandono rural y el desmoronamiento de la cultura tradicional. Para ello fundó organizaciones conservacionistas enfocadas a este objetivo, como Concejo de la Mesta y Trashumancia y Naturaleza, y se convirtió en un pastor más que cada año se ponía en marcha al frente del rebaño de ovejas, cabras o vacas para transhumar en busca de nuevos pastos entre Andalucía y Teruel o entre las dehesas de Extremadura y los puertos de León.
Durante tres décadas, con frío o calor, sol y nieve, Suso recorrió las cañadas y cordeles de España para denunciar su urbanización o la invasión por la agricultura o las carreteras y reclamar la recuperación de
este bien público para el uso y disfrute de toda la sociedad. Por eso cada año Suso irrumpía en Madrid atravesando el corazón de la ciudad con cientos de ovejas y cabras, recordándonos que todos descendemos de pastores, que la trashumancia es parte de nuestra tradición colectiva y el derecho ancestral de los rebaños sobre los coches a transitar.
Finalmente, este mes de diciembre la Unesco ha inscrito la trashumancia como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por “contribuir a la inclusión social, al fortalecimiento de la identidad cultural y a los lazos entre familias, comunidades y territorios”, un reconocimiento merecido a la vida de Jesús Garzón y a la de los últimos nómadas del mundo que aún practican esta forma de vida tan revolucionaria como ancestral.
Hay personas que dejan huella, personas que no se van. Suso siempre estará en cada pastor que trashuma, en cada esquila que suena y en cada nueva voz que se alza en defensa de la naturaleza salvaje y de la vida al aire libre y sin domesticar. Descanse en paz.
jueves, 19 de octubre de 2023
Científico europeo propone incorporar ganado para cuidar el ambiente.
martes, 26 de septiembre de 2023
La imagen del campo en los libros de texto de Ed. Primaria: así nos va.
Libros de texto de la asignatura de la asignatura Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural en Primaria para el curso académico 2023/2024. Efeagro/J.J.Ríos |
Son algunas de las conclusiones que se pueden obtener tras analizar los libros de texto que han lanzado para este curso académico que acaba de comenzar cinco de las principales editoriales del país (SM, Santillana, Anaya, Vicens Vives y Edelvives).
viernes, 8 de septiembre de 2023
Un verano tenaz: Los paisanos no tienen respuesta ante la nueva meteorología.
martes, 22 de agosto de 2023
24 agosto 2023, 40 Aniversario de las Inundaciones de Bilbao, y Redecilla del Camino, 24 agosto 1983
Amando Villar, Eloy y Vitor Barrio Sierra en el momento de tomar la foto anterior. A la izquierda de la foto se aprecia cómo bajaba el río Reláchigo |
en los 111 pueblos afectados por esa riada: "gota fría".
miércoles, 2 de agosto de 2023
Restauración de la naturaleza y seguridad alimentaria. Dos agriculturas, las Dos necesarias.
En la elaboración de la Ley han participado muy dispares posiciones, desde el negacionismo, al dogmatismo medioambiental hasta posturas meramente productivistas.
Este es el quid de la cuestión:
avanzar en la sostenibilidad sin poner en riesgo la producción de alimentos suficientes, asequibles y desde estructuras productivas económica y socialmente viables.
No es una tarea fácil.
El Reglamento pretende la recuperación continua, a largo plazo y sostenida de una naturaleza rica en biodiversidad y resiliente en todas las zonas terrestres y marítimas de la UE mediante la restauración de los ecosistemas y la consecución de los objetivos generales de en materia de mitigación del cambio climático y adaptación al mismo.
Las medidas de restauración efectivas y basadas en la superficie que, en conjunto, abarcarán al menos el 20 % de las zonas terrestres y marítimas de la Unión de aquí a 2030 y, de aquí a 2050, todos los ecosistemas que necesiten restauración.
En resumen, las principales propuestas son:
1.- Revertir el declive de insectos, muy especialmente los polinizadores.
2.- Ecosistemas forestales: gestión adecuada de la madera muerta, de los bosques con edades diferentes, conectividad forestal, reservas de carbono.
3.- Ecosistemas urbanos: aumento y preservación del espacio verde.
4.- Ecosistemas agrícolas: aumentar las mariposas de los prados y aves en tierras agrícolas, incrementar la reserva de carbono en los suelos, proporción adecuada de tierras agrícolas con elementos paisajísticos diversos. Valorada el 30 % de las turberas drenadas por usos agrícolas hasta 2030 y 70 % hasta 2050.
5.- Ecosistemas marinos: recuperar hábitats marinos como prados marinos o fondos de sedimentos. Valorada hábitats de especies.
6.- Conectividad fluvial: detectar y eliminar barreras que impiden la conectividad de las aguas superficiales de manera que 25.000 km de río vuelvan a tener caudal libre de aquí a 2030.
En cualquier caso, la complejidad suele ir de la mano de la dificultad. Muchas de las medidas propuestas tienen una relación directa o indirecta sobre los rendimientos de la producción agraria, forestal y pesquera.
La reducción de insecticidas, que es una medida imprescindible para defender a los polinizadores e insectos en general, genera indefensión frente a plagas. Algunas prácticas agroecológicas, a pesar de su interés medioambiental, conllevan rendimientos productivos inferiores, como por ejemplo la agricultura ecológica, que en cereales supone reducciones de la producción en más de un 30 % respecto al cultivo convencional. Algunas técnicas de cultivo regenerativo afectan igualmente a los resultados productivos. La destrucción de barreras para alcanzar caudales libres en los ríos puede afectar a las posibilidades de regadío.
Pero estos hechos ciertos no pueden esconder el problema medioambiental que se pretende resolver. Todo ello puede acarrear pérdida de competitividad y, consecuentemente, de viabilidad empresarial en el marco de la economía global.
En relación con este riesgo, la Unión Europea se propone liderar el cambio hacia formas más sostenibles de producir, pero está condicionada por los acuerdos en la Organización Mundial de Comercio.
La Ley pone mucho énfasis en los argumentos de daño ambiental para justificar las medidas propuestas, pero poco en la gestión de los impactos que puedan ocasionar las medidas establecidas. Para justificar sus propuestas, utiliza de aval los detalles que da el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) acerca de la gravedad de los problemas medioambientales. Pero no cita el IPCC cuando este ofrece vías de solución frente a los impactos.
El tema es suficientemente preocupante y requiere una reflexión en busca de la mejor manera de abordarlo. Por un lado, hay unas problemáticas medioambientales severas que hay que resolver, pero hay unas necesidades vitales relativas a la alimentación que no pueden menospreciarse. Por otra parte, los productores (agricultores, granjeros, pescadores) expresan su cansancio frente a los esfuerzos y riesgos que suponen los cambios.
Hay que estar muy atentos a los ritmos, a la oportunidad y a la viabilidad de las medidas. Todas las propuestas deben basarse en una rigurosa y documentada justificación, con participación, conocimiento y comprensión de las partes más afectadas y de la sociedad en general. En caso contrario, los vendedores de soluciones fáciles, los populismos, impondrán su criterio.
En el capítulo sobre el ‘Suelo, océano, alimento y agua’, el IPCC dice: “Muchas opciones de la agricultura, silvicultura y otros usos del suelo (AFOLU) proporcionan beneficios para la adaptación y mitigación que se podrían aumentar a corto plazo en la mayoría de las regiones. La conservación, mejora de la gestión y restauración de bosques y otros ecosistemas ofrecen la parte más importante del potencial de mitigación económica, con una reducción de la deforestación en las regiones tropicales donde está el mayor potencial de mitigación sobre el total. La restauración de ecosistemas, la reforestación, y la aforestación puede requerir compensaciones debido a las demandas competidoras sobre la tierra. La minimización de compensaciones requiere enfoques integrados para alcanzar múltiples objetivos, incluida la seguridad alimentaria. Las medidas por el lado de la demanda (cambio a dietas saludables sostenibles y reducción de la pérdida/desperdicio de alimentos) y la intensificación agrícola sostenible puede reducir la conversión de los ecosistemas y las emisiones de metano y óxido nitroso, liberando tierras para la reforestación y restauración de ecosistemas".
Es decir, el IPCC afirma que hay que avanzar en la conservación y restauración de los ecosistemas, pero al mismo tiempo hay que atender la seguridad alimentaria. Por lo que, por el lado de la demanda, es necesario avanzar hacia dietas saludables y evitar el desperdicio alimentario; por el lado de la producción, hay que avanzar hacia la intensificación sostenible de la agricultura.
Este camino de menos exigencia de recursos (dieta), menos pérdidas (desperdicio) y producción más intensiva a la vez que sostenible deben permitir ganar espacios hacia la recuperación y restauración de los ecosistemas naturales.
El IPCC insiste en la palabra 'compensación'. El IPCC es consciente de que algunas medidas que propone reducen el potencial productivo agrícola; por lo tanto, para garantizar la seguridad alimentaria harán falta estrategias compensadoras. El IPCC lo ha entendido.
- Cambio a dietas saludables y sostenibles. Tema que está en el centro de las tendencias. En este sentido recordar las cualidades de la dieta mediterránea. Abogar por una evolución hacia un consumo más vegetal sin demonizaciones ni prohibiciones y dejando a la demanda como guía (un proceso que ya se está produciendo). Valorar otras opciones alimentarias no competitivas con el suelo: insectos, algas, hongos, cianobacterias. Otras opciones tecnológicas avanzadas tales como nuevos procesos de fermentación y producción de carne por cultivo celular in vitro. Finalmente, en este capítulo, vale la pena añadir la apuesta por la proximidad, que reduce transporte y dinamiza la agricultura local.
- Reducción de la pérdida/desperdicio de alimentos. Este tema, que está presente en todos los programas agroalimentarios, no es sencillo ya que requiere reforzar la conciencia ciudadana y recuperar hábitos culturales más adecuados. Sin embargo, existen herramientas poderosas para hacer frente al desperdicio bajo el nombre de bioeconomía circular con todas las ‘R’ relacionadas (reducir, reutilizar, rellenar, recuperar, reciclar, regenerar), dando nueva vida a los residuos como nuevo producto
- Intensificación sostenible. La adopción por parte del sexto informe del IPCC del concepto ‘intensificación sostenible’ debe considerarse un paso importante hacia el realismo transformador. Este concepto ha sido defendido desde años por la propia FAO, Sin embargo, la intensificación de la producción ha sido considerada desde el ecologismo utópico como un anatema absoluto. Esta concepción ha bloqueado el uso de herramientas eficaces en el camino de las soluciones.
Que se complementan con las biotecnologías, las cuales pueden generar, por ejemplo, productos resistentes a plagas que eviten el uso de insecticidas. Asimismo, el regadío tiene un papel importante ya que multiplica la producción, la acerca y evita deforestación. Por su parte, las tecnologías digitales proporcionan las herramientas para implantar la agricultura y la ganadería de precisión, aquella que usa los mínimos inputs al aplicarlos al momento y en las cantidades precisas, obteniendo máximos de eficiencia.
En fin. Ya tenemos Ley de Restauración de la Naturaleza, ahora solo queda concretar la forma definitiva entre el Parlamento y el Consejo en base a los acuerdos tomados. Su ejecución, sin embargo, debe alejarse de los ideologismos y reforzar todas las decisiones en base a datos objetivos.
Comenta Daniel Innerarity que “La principal amenaza de la democracia no es la violencia ni la corrupción o la ineficiencia, sino la simplicidad”. La realidad, en general, responde a este mismo esquema. Tras la simplicidad se esconde el dogmatismo o la ingenuidad, cuál de ellos más peligroso. Por tanto, dada la complejidad, será conveniente tratar la aplicación de las medidas con flexibilidad, verificando su desarrollo con indicadores contrastados adecuados y, si procede, corrigiendo.
En España 900 fondos poseen ya tierras valoradas en más de 100.000 millones de euros
¡Quien se beneficia de la subida de la renta agraria, nuestros pueblos, los pequeños agricultores o ganaderos? NO, los accionistas de Fond...
-
Cartel Anunciador de las Fiestas de Marta Salvador, ganadora del Concurso de Carteles. Obras presentadas al Concurso de Cartel anunciador ...
-
La Confederación Hidrográfica del Ebro (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) va a aumentar la biodiversida...
-
El día 19 de noviembre ha fallecido Isabel García Manero, nacida en Cerezo de Riotirón hace 89 años, se casó con el difunto Teófilo (Filo)...
-
Publico aquí unas fotos rescatadas de viejos soportes (diapositivas, foto en papel...) que ahora las podemos ver en cualquier parte, por cua...
-
Como todos los años, como cada 15 de Mayo, S. Isidro labrador, los redecillanos, y no pocos apasionados de los Montes y de la Virgen de Ayag...
-
Publicamos una muestra de fotos y vídeos del día 24 de agosto 2024, en el que redecillanas/os, danzadoras/res, oriundos/as, comarcanos/a...
-
Jesús e Isabel siguen ofreciéndonos su manera de ver los hitos más importantes de Redecilla del Camino. Profesionales de la fotografía que...
-
En la madrugada de hoy, día 7 de marzo ha fallecido Crescencia Eraña Montoya a los 91 años. madre de Emilio y Luci Barrio Eraña A Luci y ...
-
Este palabrario o colección de palabras, expresiones, topónimos y dichos de Redecilla del Camino y su comarca comenzó por iniciativa de los ...
-
"Diario para mi hijo Carlos" Nati San Martín , Autora y natural de Avellanosa viernes, 22 de junio de 2012 Hace unos ...