jueves, 30 de junio de 2022

Sendero Los siete puentes. Uno de los Senderos más bonitos de España.

Con Descripción de la ruta
Con itenerario Gráfico para no perderse.
Con indicación de GPS para imposible perderse (pdfs, tracks...)


Introducción
Seguramente, si le pidiéramos a cualquier persona que nos describiese qué se imagina al pensar en un sendero, nos describiría esta maravillosa ruta por el barranco formado por el arroyo de Usaya en la Sierra de la Demanda.

Este sendero circular parte desde la aldea de Azarrulla y transcurre a la ida junto al mencionando arroyo, bajo la sombra de frondosas hayas, cruzando el caudal en diversas ocasiones por los puentes que dan nombre a la ruta. A su vuelta, el sendero discurre entre pinos, a media ladera, hasta llegar a la solana desde donde podremos divisar unas vistas maravillosas del valle y de los picos circundantes, como el San Lorenzo, el más alto de la sierra con 2.270 m. y en cuya ladera norte se encuentra la estación de esquí de Valdezcaray. Podemos decir, por tanto, que este sendero es un dos por uno: un sendero de ribera y un sendero de media-alta montaña.

En cuanto a la vegetación, las hayas, robles, álamos y demás vegetación de ribera son los protagonistas indiscutibles de la primera parte del recorrido, ofreciéndonos un espectáculo grandioso de colores en la época otoñal. Esta ruta es, también, un paraíso para los aficionados a las setas, que aquí crecen en gran abundancia y variedad. En la parte alta del recorrido encontraremos pinos, piornos, helechos y acebos.
Por lo que respecta a la fauna, estos bosques de aspecto mágico, dan cobijo a multitud de especies como el corzo, el jabalí, el tejón, el gato montés o la ardilla común (que quizás sea la menos difícil de avistar); numerosas aves, entre las que destacan el águila culebrera, el águila calzada, la real y el buitre leonado;  anfibios como la rana común, la salamandra común, el tritón jaspeado, el tritón palmeado y el sapo partero común; y, por supuesto, reptiles como la lagartija ibérica, la culebra de collar, la lagartija roquera y el lagarto verde.
Aviso La nieve puede ser muy abundante en esta zona. Siempre es conveniente consultar el parte meteorológico a la hora de preparar una excursión y llevar el equipamiento adecuado para las circunstancias que podamos encontrarnos.

El recorrido
El sendero comienza en la aldea de Azurralla. Al llegar encontraremos una pequeña explanada la izquierda de la carretera donde podremos aparcar nuestro vehículo. En este punto, junto a los carteles informativos, sale una pista que da inicio a nuestro sendero y que tras unos pocos metros gira hacia la izquierda en dirección al barranco del Usuaya. Toda la ruta está bastante bien señalizada con las marcas blancas y amarillas de sendero de pequeño recorrido que iremos viendo desde su mismo inicio.
Tras caminar unos doce minutos llegaremos a un cruce con una pista que asciende a nuestra izquierda, la ignoramos y seguimos de frente sin desviarnos. Unos cinco minutos después y tras un giro a la izquierda, el sendero inicia un suave ascenso. A partir de aquí iremos siempre ascendiendo, aunque será un ascenso suave la mayor parte del tiempo. Llevamos el arroyo a nuestra derecha que va bajando y jugando con las rocas, formando pequeños saltos, cascadas y pozas. Caminamos entre hayas y álamos por un camino cada vez más amplio, alfombrado de hojarasca  que lo tiñe de tonos entre el marrón y el púrpura.
Tras unos cuarenta minutos de marcha alcanzamos el primero de los siete puentes de madera por los que cruzaremos sobre el arroyo. Lo cruzamos y continuamos nuestro camino, ahora con el arroyo a nuestra izquierda. Tras otros cinco minutos, volvemos a cruzar el cauce por el segundo de los puentes y continuamos nuestro camino, ascendiendo suavemente por el barranco, con el Usuaya saltando entre las rocas a nuestra derecha.
Seguimos caminando y entre las copas de los árboles, a nuestro frente, podemos ver la cima del majestuoso San Lorenzo, nevada o no según la época del año en la que hagamos la ruta. Unos diez minutos desde el último puente, nos encontraremos con el tercero y, cinco minutos después, con el cuarto. Los cruzamos y seguimos por el sendero, cuya pendiente se incrementa ahora durante algunos cientos de metros hasta llevarnos al quinto puente. Tras cruzarlo, giramos a la derecha y, a los pocos metros, de nuevo a la izquierda.
Continuamos nuestro ascenso bajo una arboleda imponente y rodeados de rocas cubiertas de musgos. El piso del sendero se vuelve un poco más agreste, barranco parece estrecharse un poco, hasta que, finalmente, llegamos al sexto puente. Lo cruzamos y continuamos nuestro camino por el margen izquierdo del arroyo. En unos poco minutos alcanzamos el séptimo y último puente de madera que cruza el arroyo justo por debajo de donde éste forma una pequeña cascada escalonada. Una vez cruzado el puente, debemos prestar atención a la señalización del camino, ya que unos metros más adelante debemos girar a la izquierda abandonando la aparente pista que tenemos frente a nosotros. El camino trepa entre los árboles y deberemos seguir las marcas de color amarillo fosforescente que encontraremos en los árboles y que nos indicarán un giro hacia la derecha. Subimos una empinada pendiente y llegamos a un cruce indicado por un poste de madera donde giraremos hacia la izquierda, tomando la dirección “Solana de Usuaya”. Seguimos caminando y a los diez minutos, aproximadamente, de haber cruzado el último puente, tendremos que vadear el arroyo Usuaya en primer lugar y otro pequeño arroyo en segundo, unos metros más adelante. Ahora el sendero se ha vuelto mucho más estrecho y la vegetación ha cambiado, con los pinos como protagonistas. Estamos alcanzando la máxima cota de nuestro camino.
Tras unos viente minutos de marcha, salimos de los pinos a una zona más despejada y cubierta de helechos. Debemos estar atentos en este punto a las señales de continuidad del sendero y a los pequeños hitos de piedra que marcan el camino que gira hacia nuestra izquierda en unos 45 grados y continúa descendiendo, de nuevo entre los pinos. Unos minutos después volveremos a salir del abrigo de los pinos y alcanzaremos la solana. El sendero continúa su descenso a media ladera, ofreciéndonos unas vistas que nuestras retinas tardarán en olvidar y que bien merecen detenerse un rato para disfrutarlas. En esta parte del camino, además de las marcas de pintura blanca y amarilla encontraremos postes que nos indicarán el camino.
Continuamos bajando. En dos ocasiones llegaremos a sendos cruces en los que debemos seguir el camino en dirección descendente, hasta que el sendero desemboque en una ancha pista. Nos incorporamos a  ella y seguimos bajando hasta que ésta hace una pronunciada curva a la izquierda. En este punto veremos una vereda que sale a la derecha, la cogemos y seguimos descendiendo por ella hasta que desemboquemos en la pista por la que iniciábamos el sendero, justo al salir del aparcamiento.
No te puedes perder
1. Los Puentes: Estas sencillas estructuras de madera, con malla de alambre en el piso para evitar resbalones, nos permitirán cruzar de una orilla a otra del Usuaya hasta en siete ocasiones. Dan nombre a la ruta y el ir a su encuentro constituye, sin duda, el gran aliciente de la primera parte del sendero.

2. Los saltos de agua: El sendero discurre en su primera mitad por el barranco formado por el Usuaya. Este arroyo de aguas cristalinas baja alegre desde la montaña, precipitándose en numerosas pequeñas cascadas y saltos de agua dignos de ver.

3. Vistas desde la Solana de Usuaya: Uno de los grandes atractivos de este sendero es el marcado contraste entre la solana y la umbría de Usuaya. Durante la primera parte del recorrido vamos por el fondo del barranco, en sombra, rodeados de hayas, robles y vegetación de ribera. Pero, en la segunda parte, hemos ganado altura, hemos caminado entre un espeso pinar y, finalmente, hemos salido a la solana que, desnuda de árboles, nos regala unas vistas impresionantes del valle y de sus cimas circundantes. Bien merece la pena detenerse un rato a disfrutar de ellas.

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