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Montes de Ayago: una unidad geográfica, histórica y humana incuestionables. |
Reciente noticia aparecida en todos los medios sobre que Ojacastro cumple con la tradición y renueva el acuerdo para compartir monte con Redecilla del Camino: "El Ayuntamiento de Ojacastro ha cumplido un año más con la tradición que dicta que su Ayuntamiento y el de Redecilla del Camino deben renovar el acuerdo para compartir una zona de pastos limítrofe entre los dos municipios, entre La Rioja y Burgos.Se trata de una antigua fiesta de pastores. En la zona cercana a Zabárrula, una de las aldeas de Ojacastro, se lee el documento de los acuerdos tomados en 1198 entre el actual monasterio de Bujedo (antiguo propietario de los pastos, hoy jurisdicción de Redecilla del Camino) y el Ayuntamiento de Ojacastro. Es la conocida como fiesta de la Magdalena, que este año se ha trasladado al fin de semana y así asegurar la presencia de más gente de Ojacastro, que cada año acude a este evento celebrado en pleno monte.
Zabárrula es una de las doce aldeas habitadas que tuvo el municipio, muchas de las cuales han casi desaparecido ante la marcha de sus antiguos habitantes al pueblo o a otras provincias.
Hoy en día, solo quedan algunos restos de las antiguas casas y un pequeño refugio conservado por el Ayuntamiento, donde se pueden cobijar los pastores que aún persisten con su actividad en esa zona." (Radio Haro, Cadena ser 28 de julio 2025).
Esa noticia de que Ojacastro cumple, contrasta con que Redecilla del Camino no ha firmado esos acuerdos historica desde al menos 1995 ( ya van unos 20 años sin ser ratificados por el Ayuntamiento de Redecilla del Camino).
Según entiende el Alcalde esos acuerdos, al menos en el contenido actual con documentación municipal de más de 100 años, no interesan a los ganados y pastores de Redecilla del Camino, no interesan a Redecilla:
"Hace muchos años que no asistimos, solo son beneficio para Ojacastro para pastar en la Magdalena, monte privado del Ayto. de Redecilla del Camino.
Y lo que, decían los mayores que nos daba, si firmamos el acta, el derecho a beber agua en el río Glera.
En las actas que yo mire en los archivos municipales desde hace 100 años decía lo mismo: nunca con ese derecho a pastos recíprocos. El último año que asistimos sobre 1995: Pues el beneficio para Ojacastro, Redecilla nada de nada. Antes había comunicación: Ya ni me avisan ...Ya tienen la respuesta."
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Camino Redecilla Cmn a Ezcaray.IGN |
Desconozco si se han consultado esos textos en su origen, o si se ha estudiado la situacion jurídica y posibles consecuencias. Lo cierto es que el ganado de Valgañon, y de Ojastro pastan y abrevan a sus anchas por los montes comunales de Redecilla del Camino; y Redecilla del Camino no recibe nada a cambio. No sé si mantener esa situación es conveniente: lo que no es conveniente es que Redecilla del Camino no pierda el contacto con el sur de los Montes de Ayago. Estos montes nunca han sido frontera, siempre han sido muy permables en beneficio mutuo: todavía, siguiendo el río Villar arriba y pasando por la Magdalena, figura el histórico Camino de Redecilla de Camino a Ezcaray, que deberiamos rehabilitar aunque sea para los aprobechamientos del monte, la prevención de incendios posibles y para mantener la relación mutua.
VBS, Calle y Camino, Redecilla del Camino 28 julio 2025.
Fotos en Zabárrula 2025, Campo de la Magdalena:
827 años de la Donación del Campo de La Magdalena,
el 31 de Julio de 2025
El Campo de la Magdalena (La Marina, le dicen en Ojacastro)
El 31 de Julio de 1198, Diego López IIº
de Haro, “El Bueno” y 5º Sr. de Vizcaya, donó[1] al monasterio
Premostratense de CampoPajares (Candepajares), actual convento de Bujedo, el término de “La Magdalena”,
coto, monte comunero o ledanía
entre el baldío riojano de Zabárrula, hoy despoblado adscrito a Ojacastro, y Redecilla del Camino, en plenos Montes de
Ayago.
Está documentado que esta iglesia de Zabárrula (situada en la cozmonte y al sur de los Montes de Ayago y vertiente del Glera), y que estuvo dedicada a Sta. Mª Magdalena y perteneció también a ese Monasterio, ubicado, no obstante, en la vertiente norte, cerca de los nacientes del río Villar. Estamos hablando de una unidad histórica y administrativa ajenas a la actual división administrativa y política entre un ayuntamiento heredero de Zabarrulla (Ojacastro) y Redecilla del Camino.
El Campo de la Magdalena en su origen cubría parte de la
jurisdicción actual de Redecilla del Camino y parte de la actual de
Ojacasto/Zabárrula y nucho más allá. Según se describe en esta cita El Campo de la Magdalena en el s.XII iba desde Villaorceros hastas las cumbres del Otero.:”…la iglesia de Sta. Mª de Zabarrula y sus
heredades en el camino que corre de Valgañón, entre Ojacastro y la expresada
Sta. María hasta el Otero, sobre el valle del Mencho, y del otro lado el camino
que pasa por San Cosme y San Damián y va a Villa-Orcheros
hasta Metrabello”.
En los nacientes del río Villar existen, visibles
hoy en día, restos arqueológicos de edificaciones, probablemente de un
convento, ermita, o decanía que pudieran ser el testimonio de la pertenencia de esta dehesa y montes y de ese Monasterio
Premostratense. Restos que no se tuvieron en cuenta cuando se hizo el Catálogo Arqueológico de Redecilla del Camino.
El
antecesor del actual Albergue de Peregrinos de San Lázaro también estuvo bajo
la administración de dicho Monasterio premostratense.
Ledanía de
pastos y aguadas: Concordia de Pastos.
Sobre ese espacio hay establecida una “Concordia
de Pastos” entre ambos pueblos
(Zabárulla/Ojacastro y Redecilla del Camino).
Aún hoy día, unos desde Redecilla y desde Zabárrula/Ojacastro los otros, subíamos hasta el monte de la
Magdalena cada 22 de Julio,
allí se juntan los autoridades, pastores y vecinos de Redecilla del
Camino y de Ojacastro.
Se inicia la ceremonia con el rezo a la “Bendita Magdalena”. El Secretario de
Redecilla daba lectura de los viejos documentos de dicho pacto y de otros
documentos que datan de la donación y los acuerdos tomados en 1198.
Se pregunta a los presentes "si
han visto que alguno se llame a derecho con respecto al aprovechamiento de
pastos, con título legal o sin él".
A lo que responden "Que a nadie se ha visto estar asistido de derechos, y lo prueba el venir
todos pastando sus ganados todos los años, sin interrupción y sin que persona
alguna haya puesto óbice, en los repetidos aprovechamientos, de forma legal".
Se firman las Concordias por parte de
ambas autoridades. Hay comida de hermandad entre autoridades, pastores y
vecinos.
A continuación algunos pastores
redecillanos bajaban unas pocas de sus reses a beber al río Glera.
En el fondo estas concordias son como las
mancomunidades actuales, son pactos en beneficio mutuo. Consisten en que las
ganaderías de ambos municipios pueden pastar recíprocamente en los términos
municipales y tener sus respectivos derechos de aguada.
Lógicamente cuando más sentido tenía esta
concordia de pastos, cuando realmente se hace efectiva, es en los años en los
que bien los pastos de un pueblo o bien los del otro padecen sequía; o cuando
los manantiales de una cuenca u otra flaqueaban...
El coto del monte de “La Magdalena” (cerca de la Trinidad de Avellanosa),
es hoy la linde (ledanía) de jurisdicción; parte es propiedad de Redecilla del Camino, aunque el
aprovechamiento de pastos es mutuo entre
Redecilla y Zabárrula/Ojacastro por virtud de esas Concordias; y viceversa la
parte de la Rioja.
Conviene distinguir entre dos Monasterios que se
dedicaron a Sta María "de Bujedo", que además tiene relación entre sí.
Uno es el de Bujedo (Candepajares), cercano a Miranda de Ebro que es posterior
y que dependió del Monasterio Cisterciense de Santa María de Bujedo situado en
Sta. Cruz de Juarros. La iglesia de Sta.
María Magdalena de Zabárrula también dependió del Monasterio de Candepajares,
que a su vez dependió del Monasterio de Bujedo de Juarros.
Saturnino Ruiz de Loizaga, El libro becerro de Santa María de Bujedo de Candepajares (1168-1240),
Editor Fundación Cultural "Profesor Cantera Burgos", Miranda de Ebro,
año 2000 pags. 70-71. En este becerro se citan los límites entre los que figura
"Villam Orcheros" como uno
de ellos.
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Y también consultar a José Carlos Valle, Monasterio Cisterciense de Santa
María de Bujedo por Ediciones
de Arte y Bibliofilia, Madrid 1986.