Blog sobre Redecilla del Camino y comarca.

sábado, 30 de mayo de 2020

La Virgen, Ntra. Sra. de Ayago, ya en el pueblo.

Por razón de la pandemia que provocó la declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo, 
no se pudo hacer la rogativa ni fue posible bajar la #VirgendeAyago desde su ermita el pasado día 15 de mayo.
El día 30 de mayo se procede a bajar la Virgen de esta manera.

Gracias a todos los que habéis estado ahí en el pueblo, 
en representación de todos los que no hemos podido.

Fotos de Sergio Cuende, Gracias.

La Virgen de Ayago es trasladada desde su ermita
a Redecilla del Camino en furgón municipal.
Las sensaciones y sentimientos que provoca esta foto son muy contradictorios: 
tristeza y alegría, anhelos y recuerdos, devoción y comunión, dolor y esperanza...
Pasaremos estos tiempos, y la comunión que concita la Virgen de Ayago nos hará volver a por ella, 
y con ella pasar esta perra vida con fe y esperanza, siempre mediadas por la solidaridad, el respeto y la fraternidad.


¡Viva la Virgen de Ayago!


Y es estrictamente cierto, hoy como ayer, que se superaban con la unión y el esfuerzo de todos.

Dice la Novena de la Virgen de Ayago: 
Y siendo (la virgen de Ayago) en todas especies de enfermedades, 
y en todo género de peligros, su protección tan maravillosa, 
es el asilo y refugio no solo de esta villa, 
más también de las circunvecinas, en sus necesidades y trabajos”.


Pero el milagro de todos los milagros que tiene significación en el presente, 
sigue diciendo la Novena a la Virgen de Ayago:

“...Es bien sabido cuántos ha salido de  esta villa para mejorar de fortuna a reinos y paises extraños,
confiados solo en el amparo y maternal clemencia de esta Madre Dulcísima y Sra. nuestra, 
y que cuanto más destuidos se veían de auxilio, socorro y favor en las criaturas, 
tanto más bien les era proporcionado su mejor establecimiento y  subsistencia...; 
confesando ser deudores da la protección de nuestra Sra. la Santísima Virgen de Ayago, 
por su prosperidad, y de la que llaman fortuna...”.







Aquí San Roque esperando a la Virgen de Ayago.

Como medidas preventivas necesarias para controlar la circulación y expansión del covid-19,
la iglesia ha sido adecuada para garantizar el distanciamiento físico.




Hechos o milagros según la Novena de la Virgen de Ayago.


El mismo autor de la Novena a Nuestra Sra. de Ayago dedica un apartado a los  milagros atribuidos a la Virgen(1).  Es cierto que se muestra muy reservado a la hora de dar categoría de milagro a lo que va a narrar cuando dice (2) “... obedeciendo como debo a los sabios y justísimos decretos pontificios, de cuya infalible regla en nada pretendo separarme”.

Y similar cautela muestra sobre el contenido de los  hechos,  cuando escribe[3]: ”Es verdad que nada se halla escrito, ni menos  autenticado en la forma debida, de este particular, y  que por esto ignoramos mucho de lo que en los siglos pasados haya acontecido de raro o digno de notarse; mas también lo es, que todo lo que aquí se relata ha sido pública voz y fama, y contestado por algunos de los testigos fidelignos, que lo presenciaron o lo oyeron”.

.- Sin fechar,  nos narra como el cura D. Andrés Ternero, dispuso la limpieza del pozo de Ayago, que estaba lleno de piedras. Durante esa tarea una de las piedras más grandes se precipitó al fondo sin que la persona que estaba abajo sufriera ningún daño tras el ruego a la Virgen.
.- El 25 de Mayo de 1743, D. Fermín Ameyugo natural de Herramelluri estaba en Madrid con su madre, camino de Sevilla. Se  cae de la calesa debajo de las ruedas. Su madre implora a la Virgen de Ayago y “se levantó el mismo sin lesión alguna”.
.- Sin fechar,  Julian Aparicio vecino de Zabárrula vio venirse abajo su casa con sus dos hijos dentro- Imploró a la Virgen de Ayago y tuvo tiempo para sacar a sus hijos;  una vez fuera se cayó la casa.
.- Sin fechar, embarcado hacia América,  Vicente Martínez de la Junquera natural del Redecilla vio peligrar la embarcación por una enorme tempestad; imploró a la Virgen de Ayago, se le apareció en el barco y se produjo la travesía sin novedad.
.- Sin fechar, un particular devoto está embarcado, enfermo y sin auxilio médico posible, se cura tras la invocación a la Virgen de Ayago.
.- Sin fechar,  nos habla el autor de la propagación rápida de una grave epidemia. La imagen de la Virgen estaba en su ermita. El cabildo y ayuntamiento decidieron bajarla en rogativa, y al pasar por las calles, sacan los enfermos a las ventanas. Por su intercesión además de sanar todos, “cesó prontamente esta enfermedad”.
.- “Lo acontecido en el año de 1740 es un irrefragable testimonio de esta verdad”: una sequía, pertinaz, asola la comarca. “Perdidos los campos, muertos los ganados”, los pueblos de Villarta-Quintana, Quintanar y Bascuñana junto con el de Redecilla suben al santuario a implorar remedio a la Virgen de Ayago. El dia estaba sereno, pero al salir en rogativa, el cielo “se entoldaba, y en seguimiento de los que la acompañaban venía lloviendo. No se verficó que se mojase alguno...”; mas cuando  llegan a la Iglesia  “llovió por dos horas continuadas”.

Y dice “Y siendo en todas especies de enfermedades, y en todo género de peligros, su protección tan maravillosa, es el asilo y refugio no solo de esta villa, más también de las circunvecinas, en sus necesidades y trabajos”.

Todo ello lo acreditan  que los pueblos de Villarta Quintana, Quintanar y Bascuñana que subían en distintos días en rogatavia a atributar veneración a la Virgen de Ayago.  Bascuñana aún sube cada año, el día de San Marcos, el 25 de Abril, en rogativa a la ermita de Ayago.

En la Cofradía de la Virgen de Ayago, disuelta por la Chancillería de Valladodid en el s. XVIII dado el poder económico de la misma, quedan reseñados muchos cofrades de los pueblos comarcanos... 
Una prueba más de que la Virgen de Ayago, antes del nuevo asentamiento municipal producido al morir el Antiguo Régimen, era la patrona de toda la comarca... 

También lo ratifican las rogativas, los votos, las promesas y las funciones que se  han hecho en acción de gracias  en Sevilla, Cadiz, Madrid y en los reinos de las Americas: la capilla del colegio que los RR.PP. Franciscanos tiene dedicada a la Virgen de Ayago en reino de Chile.

De todo ello se deduce también una profunda advocación marinera de la Virgen de Ayago, pues son muchos los que emigrando a las américas, invocan a la Virgen, aún sin ser naturales ni oriundos de Redecilla del Camino...; dato este que se recoge en los Gozos de la misma Novena... 


Pero el milagro de todos los milagros que tiene significación en el presente:
“...Es bien sabido cuántos ha salido de  esta villa para mejorar de fortuna a reinos y paises extraños, confiados solo en el amparo y maternal clemencia de esta Madre Dulcisimo y Sra. nuestra, y que cuanto más destitudos se veían de auxilio, socorro y favor en las criaturas, tanto más bien les era propocionado su mejor establecimientoo y  subsistencia...; confesando ser deudores da la protección de nuestra Sra. la Santísima Virgen de Ayago, por su porperidad, y de la que llaman fortuna...”.


[1] Novena de la Virgan de Ayago, edición 2ª, Sto Domingo de la Calzada 1905 pags. 15-20
[2] Idem pag. 14,.
[3] Idem

jueves, 28 de mayo de 2020

Dimisión del Concejal, Ayto Redecilla del Camino, Javier Mateo Pérez, Ciudadanos.

Ayer día 27 de mayo, Javier Mateo,
Concejal por Ciudadanos en el Ayuntamiento de Redecilla de Camino, 
presentó su dimisión por asuntos personales.
Escrito de dimisión de Javier.
Gracias, Javier.

“Si hay que reindustrializar, se pueden potenciar las zonas con infradesarrollo”

Si hay alguna cosa que nos está enseñado esta crisis tan inesperada es precisamente la necesidad de reflexionar sobre el modelo de desarrollo que estábamos siguiendo. El nuevo modelo debe tener muy en cuenta estas circunstancias. Los expertos dicen que es un hecho puntual, pero que las pandemias van a repetirse con una cierta frecuencia. El modelo actual que tenemos de desarrollo en España, con una concentración en las grandes ciudades, no es el más adecuado. Es mucho más justo el modelo que defendemos nosotros de reequilibrio territorial donde todo el territorio esté más o menos ocupado. Y no solo por esa cuestión sanitaria, sino porque es más eficiente desde el punto de vista de la economía.

el diputado de Teruel Existe en el Congreso de los Diputados.
 
Sara Montero.




-Respecto a los planes de desescalada,  el primer punto es el respeto al planteamiento del comité científico. Sí que hemos manifestado que realmente en la España vaciada no hay un nivel de contagio y transmisión elevados y que se podía iniciar la desescalada por esos municipios de menos de 1.000 habitantes o 5.000, donde las transmisiones son más controlables que en las ciudades. 
-El Gobierno ha recibido críticas del resto de grupos parlamentarios por la gestión de la crisis y, sobre todo, por la falta de comunicación, ¿cómo ve Teruel Existe la gestión que ha hecho el Ejecutivo?
-Nosotros reconocemos que es una situación en la que no había precedentes y no es fácil. Se ha cometido algún fallo, pero como ha ocurrido en otros países. Sí echamos en falta ese componente de comunicación, como decíamos el otro día en el Congreso, que se pierde en un mar de datos. A la ciudadanía le interesa más concretar mensajes que lleguen de verdad. Habría que ser más claro y concreto en muchos aspectos más que inundar de datos cada media mañana o cada día. 
Por otro lado, en general la respuesta de la ciudadanía está siendo muy positiva y eso es una garantía de que vamos a ir avanzando. 
-¿El PSOE negocia con Teruel Existe?
-A nosotros con frecuencia se nos ha estado llamado e informando. No es estrictamente una negociación, pero sí se nos está dando información. Pedimos que se abrieran canales de comunicación donde pudiésemos transmitir lo que nos hacía llegar la ciudadanía: sugerencias, propuestas y aportar cuestiones para que el desenlace de la crisis sea más favorable. Esos cauces se nos han abierto y  hemos estado utilizando y transmitiendo opiniones al Gobierno sobre desde distintos sectores, desde los sanitarios, económicos o sociales y en algunas nos han hecho caso.
-Una de las cosas que le transmitió usted en el último pleno al presidente del Gobierno fue la petición de que no se aproveche la covid-19 para introducir modificaciones legislativas que nada tiene que ver con la crisis sanitaria, ¿qué se nos está colando durante la emergencia?
-Me refería, sobre todo, a que si pedimos corresponsabilidad a la ciudadanía lo que no parece muy justificable es que se utilicen estos reales decretos de las necesidades del covid-19 para otras circunstancias que no tienen una relación directa y que se podrían tramitar con otro real decreto, que parece que se van intentando camuflar y se pueden interpretar de forma negativa. Hemos visto alguna reforma en la Seguridad Social o en el INSS o algunas referencias a la primera instancia en Justicia, cosas que no tienen una relación directa con la crisis sanitaria.
Hay otra forma de hacerlo, no hay por qué mezclarlo. A veces podría condicionar el voto del covid y te lo cuestionas precisamente por una medida que no tiene nada que ver. Para garantizar la tramitación de estos decretos, no conviene mezclarlos con otras cosas. 
-Por lo que se desprende, a usted el mando único ligado al estado de alarma le parece razonable. 
-Sí. De todas formas, nosotros somos partidarios de que regrese a las comunidades autónomas, estamos en un estado autonómico, lo reconoce la Constitución y lo reconocemos nosotros, y tiene que haber una coordinación en casos de extrema gravedad como este. En cuanto sea posible, que ya parece que lo va siendo, tiene que darse una cogobernanza con las comunidades autónomas para estar más cerca del territorio.
-Si Sánchez vuelve a solicitar el estado de alarma, como parece que ocurrirá por sus declaraciones, ¿Teruel Existe lo apoyará?
-Lo veríamos en ese caso. Primero lo propone el Gobierno y hay que ver cuál es la opinión detallada del comité científico y ver las condiciones concretas en la frase de la desescalada en la que estamos, pero no es una posición a priori. Si se vota los miércoles, solemos valorarlo los lunes. Estamos predispuestos a colaborar en la salida de la crisis y a no poner dificultades que no sean estrictamente sanitarias, pero lo evaluamos en cada momento. 
-Hablando de esa etapa poscovid que parece que se abre paso, le he escuchado hablar de un nuevo modelo, ¿usted ve alguna oportunidad en la reconstrucción para la España vaciada?
-Si hay alguna cosa que nos está enseñado esta crisis tan inesperada es precisamente la necesidad de reflexionar sobre el modelo de desarrollo que estábamos siguiendo. El nuevo modelo debe tener muy en cuenta estas circunstancias. Los expertos dicen que es un hecho puntual, pero que las pandemias van a repetirse con una cierta frecuencia. El modelo actual que tenemos de desarrollo en España, con una concentración en las grandes ciudades, no es el más adecuado. Es mucho más justo el modelo que defendemos nosotros de reequilibrio territorial donde todo el territorio esté más o menos ocupado. Y no solo por esa cuestión sanitaria, sino porque es más eficiente desde el punto de vista de la economía. 
No es lo mismo que tengas toda la actividad concentrada en unos puntos, con presencia de contaminación y dificultades de movilidad, a que lo tengas de una forma más equilibrada en todo el territorio. Es eficiente y evita esos problemas. Puede haber una salida que ha de acompañar la salida de los problemas que había previamente, uno de ellos era la crisis del desequilibrio territorial. Lo hemos puesto en evidencia y se pueden ir solucionando de manera simultánea. Si ahora hay que reindustrializar y hacer una industria más autóctona en determinados sectores, se puede potenciar que se realice en zonas con infradesarrollo que tengan menos industrias. 
-En busca de esas soluciones se está trabajando por un Pacto por la Reconstrucción de Teruel sustentado en la sociedad civil, ¿qué se pretende con él?
-Se pretende que toda la sociedad civil turolense aproveche este momento para reflexionar sobre el futuro de la provincia, de nuestro territorio, enmarcado en ese contexto global de reconstrucción para todo el Estado y que la propia sociedad turolense aporte sus ideas. No tanto las instituciones o las formaciones políticas, sino la sociedad civil. Pensamos que hay una inteligencia colectiva en el conjunto de esta sociedad civil que tiene muchas cosas que aportar, de forma coherente, y seguro que nos va a dar un camino a seguir con más mensajes que lo puramente institucional. 
-Se está construyendo también un pacto de reconstrucción en Aragón y parece que Javier Lambán deja fuera a Teruel Existe, ¿le ha decepcionado?
"Hay mucha política tradicional a la que movimientos como el nuestro incomodan"
-Cuando nos enteramos de la existencia de ese pacto solicitamos estar en él porque entendíamos que Teruel Existe fue la primera fuerza política en el último proceso electoral, con cerca de un 27% del voto, y creemos que somos un actor político significativo en la comunidad autónoma de Aragón. Después se dijo que solo se invitaba a formaciones políticas con representación parlamentaria en las cortes autonómicas. Nuestra decisión de concurrir a las elecciones fue posterior a esos comicios y concurrimos a las elecciones generales, pero entendemos que tenemos suficiente entidad política para ser invitados. 
Creemos que es un error y parece evidenciar que desde el Gobierno autonómico se estaba intentando hacer una especie de cordón sanitario contra Teruel Existe. Hay mucha política tradicional a la que movimientos como el nuestro incomodan, pero es un error. Ese tipo de acciones lo que hacen es consolidarnos más y estar más en contacto con la ciudadanía. Por eso, estamos haciendo un pacto abierto a la sociedad civil, no un pacto institucional. No pensamos que la inteligencia esté solo en las instituciones, sino en la calle y queremos dar voz a todos. 
-¿Qué interés podría tener Lambán en ese cordón sanitario?
-Eso habría que preguntárselo a él. Entendemos que son meras cuestiones tácticas. Nosotros siempre hemos criticado los criterios de tacticismo político, que es lo que a veces impera. En una situación tan extrema como esta, cualquier aportación debe ser bienvenida, de todo el mundo, pero más la fuerza política más votada de la provincia. No se comprende sin una voluntad de que no se consolide el proyecto de Teruel Existe, ponerle dificultades o intentar frenar este crecimiento. 
-En las próximas semanas se presentará el Ingreso Mínimo Vital. Usted ha pedido que sirva  para ayudar a la repoblación y equilibrar la España Vaciada, ¿qué propone?
"Pedimos que el IMV tenga una ventaja para que se resida en el medio rural"
-Es muy interesante y está dentro de lo que comentábamos antes de que debemos intentar salir de esta situación social y económica pero simultáneamente con otras crisis que teníamos previamente detectadas. Nuestro principio es que todas las medidas que el Gobierno tome tengan en cuenta la perspectiva de equilibrio territorial.
Si potencias que el IMV tenga una ventaja para que se resida o vaya a residir en el medio rural, que sea más fácil acceder a él o que tenga una gratificación algo mayor, se posibilitaría que en muchas localidades en las que los pequeños de empleos no dan para mantenerse, como en el caso de ocupaciones de temporada o parciales, se plantease mantenarse ahí. Esos medios trabajos más ese IMV haría que fuese factible vivir allí. 
Segundo posibilitaría que muchas personas que aún están decidiendo dónde residir o dónde empezar un proyecto de vida lo hagan en los territorios menos poblados donde son vitales. Hay muchas economías en abandono porque no hay mano de obra para garantizar un sueldo ¿Cuántos de nuestros pueblos están perdiendo la tienda o el bar? Esos negocios también son un servicio, tienen un componente social que debe estar reconocido por estas ayudas, que permitiesen que permaneciera abierto. 
Esas economías que están en el umbral de la rentabilidad deben ser apoyadas. En esta crisis se ha visto la trascendencia del comercio de proximidad. Si en un pueblo no hay tienda, tienes que desplazarte 30 o 40 kilómetros hasta otro para comprar. 
-Con esta crisis se ha apostado por el teletrabajo y se supone que habrá que invertir en digitalización, ¿esto será una oportunidad para el medio rural o temen que se agrande la brecha digital en esa España vaciada?
-Queremos que se cierre la brecha. Creemos que es algo prioritario y que no es muy costoso, si lo comparamos con otras inversiones, garantizar el acceso a tecnologías de comunicación de calidad, con la misma calidad que pueden tener en la ciudad. Esto sí que nos abre la oportunidad a mucha generación de iniciativas que de otra manera están condenadas. 
La telecomunicación en el mundo de los negocios, pero también en el ocio y en la comunicación personal, es un bien imprescindible. Hay que hacer un esfuerzo por dotarlo con un plan urgente de digitalización. Una de las exigencias para cualquier iniciativa hoy en día es esa. 
Ese sería el primer objetivo. Permitiría desarrollar trabajo empresarial que de otra forma tiene que irse a las periferias de las grandes ciudades. Hay emprendedores que quieren trabajar desde casa y daría esa calidad de vida que están buscando muchos ciudadanos. 
-En enero, usted se sentó en un Congreso muy fragmentado. Teruel Existe denunció presiones antidemocráticas en la investidura de Pedro Sánchez, ¿le sorprendió todo lo que rodeó esa investidura?
-Nos sorprendió. No somos más que un ciudadano corriente. Nos sorprendió ese grado de conflicto que hay entre las posturas enfrentadas y la crispación en la transmisión de ideas. No creemos que la defensa de las ideas sea necesario situarse en la radicalidad. Creemos que el futuro del país va por el camino del diálogo, de la concertación, que es por lo que nosotros apostamos. Nuestro principal objetivo al llegar al Congreso era que se hiciese un pacto de Estado para luchar contra el desequilibrio territorial y por la repoblación. Que ese grado de crispación sea lo que se transmite a la sociedad es peligroso y hay que evitarlo. 

miércoles, 27 de mayo de 2020

La Virgen, Ntra. Sra. de Ayago baja a Redecilla del Camino. Último sábado de mayo, día 30.

Ntra. Sra. de Ayago. Grabado de Francisco Muntaner y Monet , final s.XVIII.

El obispado y párroco y la gente del pueblo han pensando 
que bajar a la Virgen de Ayago en otras fases de desescalamiento tampoco permitirían 
una asistencia segura que conlleva una procesión (necesariamente colectiva). 

En estas circunstancias han optado por no generar los riesgos que conllevaría una concentración 
de personas de muy diversa procedencia respecto a la actual del pueblo.

Así se va a proceder a bajar a la Virgen de Ayago  desde su ermita
en algún vehículo con muy pocas personas que garanticen ese traslado.

El pase a fase 1 de descalamiento en Redecilla del Camino, 
ya permite reiniciar las misas que cada quince días se celebran en la iglesia del pueblo. 
Así pues, siendo el día 30  el último sábado de mayo, se procederá a ese traslado de la imagen de la Virgen de Ayago.

Será antes de las 13 horas, de modo que llegue al pueblo un poco antes del inicio de la misa, que será a las 13hs.

El acceso a la iglesia también conlleva las medidas de seguridad, y la reducción de aforo; 
para lo que se ha dispuesto una configuración de los bancos, 
acorde con esas medidas de seguridad y distanciamiento.
Se puede trasladar todos los residentes en la provincia de Burgos.













viernes, 22 de mayo de 2020

Municipios menores de 10.000 habitantes,Medidas de relajación del confinamiento. .

El Boletín del Estado, por fin, parece dedicarnos unas páginas. 

Entre la centralidad de las capitales de provincias y de comarca, 
no son pocos los pueblos que han tenido que soportar un confinamiento 
que no estaba acorde con su situación sanitaria local, incluso comarcal. 
Y un "castigo" de los muchos que los pueblos padecen por eso de no ser la capi..., 
y no ser numéricamente importantes.
Este es un peage que pagamos gustosos por el bien común, 
porque quién más quién menos tiene o ha tenido que cuidar y cuidarse... 
Con ese esfuerzo podemos empezar a "respirar". VBS

Entre las medidas de flexibilización es que en esos lugares se eliminan las franjas horarias para pasear y hacer deporte, que en nuestros pueblos se permitirán a cualquier hora. 
Además, no se les aplicará el límite de un adulto acompañando a un máximo de tres menores de 14 años, así que podrán salir a pasear juntas todas las personas que convivan. 
Y aquellos municipios que estén en fase 1 tendrán libertad de movimientos por todo el territorio de la desescalada en grupos de hasta 15 personas, no 10.

Los paseos se podrán realizar, además, por todo el municipio o, en su defecto, a cinco kilómetros, siempre que si se pasa por pueblos adyacentes estén dentro del mismo territorio de desescalada (o sea podemos ir a Bascuñana, Ibrillos, pero no a Villarta Quintana -el efecto frontera-) y entren dentro de las condiciones de esta orden: hasta 10.000 habitantes y densidad de población menor a 100 habitantes por km².
Eso sí, todas las medidas de relajación del confinamiento incluidas en esta orden solo aplican a aquellos empadronados en esos municipios o que hayan pasado allí los últimos 14 días, no a quienes estén de paso.
Y son efectivas desde hoy y hasta que se planteen medidas más abiertas para su territorio de desescalada.

Medidas en municipios de hasta 10.000 habitantes (y que cumplan el resto de condiciones)
  • Sin franjas horarias para paseos y deporte.
  • Todas las personas que convivan pueden salir juntas a pasear y hacer deporte por todo el municipio.
  • Movilidad por el territorio de desescalada en grupos de hasta 15 personas.
  • Apertura de la hostelería con un aforo máximo del 40% en el interior y un 50% en terrazas.
  • Velatorios de hasta 15 personas en recintos cerrados y 25 en espacios abiertos.
  • Centros de culto hasta la mitad de su aforo.
  • Apertura de bibliotecas: se permite leer y utilizar ordenadores en las bibliotecas con un máximo del 30% del aforo.
  • Apertura de centros deportivos abiertos y cubiertos y piscinas al 30% del aforo. En piscinas, un deportista por calle.

Terrazas y bares independientemente de la fase

Las terrazas de bares y restaurantes podrán abrir al 50% en estos municipios, estén o no en fase 1. También los bares y restaurantes pueden servir en el interior del local como si estuvieran en fase 2, aunque con un aforo menor, del 40%. Eso sí, siguen sin poder abrir las discotecas y los locales de ocio nocturno.

Así, bares y restaurantes pueden abrir, pero solo dando servicio en mesa con camareros y preferiblemente bajo reserva. Se permiten estaciones de autoservicio siempre que tengan pantalla y las raciones estén emplatadas de forma individual.

Velatorios y lugares de culto

Los velatorios podrán ser de hasta 25 personas al aire libre o 15 en espacios cerrados, como en la fase 2. La comitiva fúnebre, de hasta 25 personas y, si lo hubiera, el cura o similar.

Además, se permite la apertura de centros de culto a la mitad del aforo, con mascarilla y con limpieza entre diferentes celebraciones. En ambos casos se deberán seguir las medidas de distanciamiento -dos metros- e higiene. En ninguno de los lugares de culto puede haber contactos, ni besar ni tocar objetos, ni reparto de folletos. Además, tampoco se permiten los coros.

Deporte

Se permite la apertura de las instalaciones deportivas cubiertas y las piscinas, ambas a un 30% del aforo, con cita previa y solo para hacer deporte, no para bañarse por ocio. Se permite el uso de los vestuarios y solo se podrá entrenar de forma individual o en parejas si el deporte no exige contacto. En las piscinas, además, solo podrá nadar un deportista por calle, y se dará prioridad a los federados de deportes acuáticos.

También como si estuvieran en fase 2, esta orden ya permite que los clubes profesionales puedan entrenar en grupos de 14 jugadores -manteniendo la distancia necesaria-, pero se seguirá sin permitir el acceso de la prensa a los entrenamientos. Los clubes de ligas no profesionales federadas, por su parte, podrán empezar a realizar entrenamientos básicos individuales en sus instalaciones.

Más información https://boe.es/boe/dias/2020/05/22/pdfs/BOE-A-2020-5218.pdf#BOEn

jueves, 21 de mayo de 2020

“La clave es no destruir las barreras naturales que protegen a la especie humana de los virus”


Pregunta: ¿Cómo encaja el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la relación del ser humano con el entorno en la pandemia de Covid-19 que estamos viviendo?
Respuesta: Todo parece indicar que esta pandemia tiene muchísimo que ver con la crisis ecológica que vivimos. Lo que nos dice el IPBES (Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos) es que este tipo de pandemias, según se pierde biodiversidad, van siendo muchísimo más frecuentes y más violentas en su letalidad con los seres humanos.
La biodiversidad es la densa red de relaciones que hay entre los objetos vivos y ha sido como una especie de estrategia de seguridad para la propia vida a lo largo de todos los millones de años de evolución. Cuando se pierde biodiversidad, la zoonosis, es decir, la transmisión de virus que proceden de los animales a los seres humanos, es muchísimo más frecuente. Y en un mundo en el que hay millones de virus a nuestro alrededor, cuanta más biodiversidad se pierda más expuestos estamos a ellos. El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) alerta también desde hace tiempo de que tanto las pandemias como la recuperación de enfermedades erradicas o el aumento de vectores de infección van acompañando a la lógica del cambio climático.
Por otro lado, y aunque aún pendiente de confirmar porque ha pasado muy poquito tiempo, empieza a haber cierta literatura científica que relaciona también la letalidad y la velocidad de la expansión del virus con la contaminación del aire, es decir, con la polución. Parece que en aquellos lugares donde se ha estado respirando aire contaminado en los últimos 15-17 años las personas están muchísimo más expuestas a la letalidad del virus. Ha salido ya algún estudio de la Universidad de Harvard y algún otro de la Universidad de Lombardía. Había también otros estudios previos que relacionaban la polución con la expansión del anterior virus del SARS.



P: Bajo su punto de vista, ¿esta pandemia es algo excepcional en Europa o se puede repetir en el futuro?
R: Lo que nos dice la comunidad científica es que de seguir así se repetirá. Y cada vez con más frecuencia. Por ejemplo, Fernando Valladares, un investigador del CSIC, dice una cosa muy interesante en uno de sus artículos: "Ya existía una vacuna contra el Covid y nos la hemos cargado". Esa vacuna es la biodiversidad y, por tanto, cuanto más se pierda todo ese sistema, más expuestos estaremos a los virus. La clave es no destruir las barreras naturales que permiten defender a la especie humana.

P: ¿Se podría haber estado preparado? ¿Cómo ha pillado a España esta crisis?
R: Personas que trabajan en la salud pública como Javier Padilla o Joan Benach dicen que una pandemia de este tipo, por muy bien preparado que se esté, siempre tensiona de forma terrible el sistema sanitario. Ahora bien: si una pandemia como esta llega además a un espacio donde el sistema de sanidad pública ha sido parcialmente desmantelado y privatizado y en un país previamente precarizado... No nos tenemos que olvidar de que vivimos sobre las secuelas de la crisis de 2008. Y de esta crisis se "salió", entre comillas, con una precarización del derecho del trabajo importante, con un empobrecimiento grande. España ahora mismo es un país estructuralmente precario. No es que haya unas cuantas personas que tienen que acudir a los servicios sociales porque tienen la anomalía de no tener casa o de no poder pagar la factura de la luz, sino que, ahora mismo, muchísimas personas estructuralmente tienen problemas de habitabilidad, estructuralmente tienen problemas de acceso a la energía o estructuralmente tienen problemas para alimentarse bien y para satisfacer sus condiciones de vida. La mezcla de precariedad estructural y una sanidad pública mucho más debilitada, no es, desde luego, la mejor manera de afrontar una situación como esta.
Por eso es muy importante salir de aquí con unas estructuras mucho más resilientes en lo social, en lo sanitario, en los servicios públicos y en los servicios de cuidados, de tal manera que estemos preparados para lo que va a venir.


P: ¿Y en un sentido más amplio? La comunidad científica lleva mucho tiempo advirtiendo sobre las consecuencias del cambio climático y de la actividad humana...
R: Claro que sí. Las primeras alertas fueron en 1972, cuando se publicó el informe Meadows sobre los límites al crecimiento. Desde entonces hemos tenido la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, se configuró el IPCC, que ha elaborado información continua y precisa desde finales de los 80, el IPBES… Desde comienzos de los 70 hasta ahora hemos tenido una información cada vez más precisa de cómo evolucionaban los ecosistemas, la biosfera, los sistemas vivos. Esta información nos alertaba de que cada vez iba a peor y de que íbamos asumiendo riesgos más grandes y el resultado es que, de facto, no se ha hecho nada. Y nada es nada.



P: ¿Qué se podría haber hecho?
R: Podríamos haber avanzado transformando nuestros sistemas socioeconómicos a sistemas que no le declaren la guerra a la vida, a la naturaleza, por un lado. Y, por otro, que atendieran y pusieran en el centro y como prioridad el mantenimiento de las condiciones básicas de todas las personas.
El problema es que la dinámica expansiva del modelo económico capitalista es incompatible con la vida. Ese es el problema. Y esta lógica económica, que crece como si fuera un tumor, se ha instalado también en la cabeza de mucha gente. Somos muchísimas las personas, sobre todo en los núcleos más privilegiados de las sociedades, que tenemos instalada una especie de “lógica sacrificial” en la cabeza, que dice que todo merece la pena ser sacrificado con tal de que la economía crezca, y en esa especie de religión civil en la que se ha convertido el capitalismo (ya lo dijo Karl Polanyi cuando escribió La Gran Transformación) es por donde se está desangrando todo. La economía cada vez tiene más problemas para crecer globalmente, crece atendiendo los deseos y las necesidades de un sector privilegiado cada vez más pequeño y va generando un proceso de expulsión de muchísimas más personas a los márgenes de la precariedad, cuando no de la propia vida. Es un problema enorme.


P: ¿Cómo podríamos salir de esta situación?
R: Salir de esto en condiciones buenas para la mayor parte de la gente y también para el resto del mundo vivo significa cambiar radicalmente los estilos de vida, aprendiendo a vivir con suficiencia, y cuando digo con suficiencia me refiero a aprender a vivir con lo suficiente. Es obvio que hay muchas personas que necesitan más de lo que consumen para tener una vida digna, pero también es verdad que hay muchísimas otras, y no me refiero solamente al 1% famoso, que podemos aprender a vivir bien con menos: con menos energía, menos materiales... Y esto no es una cuestión estrictamente personal, individual, sino una cuestión estructural, que implica cambiar los modelos productivos de arriba abajo. Que nuestras economías planifiquen y piensen que es posible producir con los recursos que quedan y con la voluntad de que le llegue a todo el mundo lo que necesita.



P: En este sentido, en sus conferencias indica muchas veces que el decrecimiento no es una opción, sino solo un dato. ¿Por qué?
R: Cuando yo hablo de decrecimiento me refiero al decrecimiento de la esfera material de la economía. Economías que forzosamente van a tener que funcionar con menos petróleo del que han tenido en los últimos 30-40 años, con menos minerales, con menos disponibilidad de tierra fértil, con menos acceso, a veces, al agua potable.
Por ejemplo, uno de los efectos del cambio climático es una disminución de la rentabilidad de muchísimas cosechas porque la fotosíntesis o las temperaturas o los cambios en las condiciones geofísicas afectan, por decirlo así, a la productividad de la tierra. El hecho de que diga que ese decrecimiento no es una opción sino simplemente un dato es de nuevo responder a lo que nos está diciendo la comunidad científica. En el año 2006 se alcanzó el pico del petróleo convencional, en los años siguientes se ha venido alcanzando el pico de extracción de algunos minerales, otros están próximos a alcanzarse, y pasar de depender del petróleo a otro tipo de fuentes energéticas supone básicamente pasar de depender del petróleo a otros minerales que también son finitos.
Por ello, la clave no es tanto si decrecer materialmente o no hacerlo sino cómo hacerlo.


P: ¿Y cómo puede llevarse a cabo ese decrecimiento?
R: Se puede abordar, por un lado, como considero se está haciendo ahora mismo, desde una perspectiva, y lo digo, provocadoramente, fascista. Es decir, que aquellos países o sectores de población que están amparados y sostenidos por el poder económico, el poder político y el poder militar sigan funcionando con la importación de una cantidad ingente de recursos naturales que vienen mayoritariamente de los países del sur global para sostener esas zonas de privilegio. Ahora mismo, si las vallas que rodean los países ricos, además de no dejar entrar a personas migrantes, no dejaran entrar energía, cultivos o minerales de los países de esas personas, los países ricos no se sostendrían ni dos meses. Todos dependen materialmente de la naturaleza, de los bienes y de los productos de otros territorios que están muy distantes.
Esa es una vía de decrecimiento: que los sectores que viven en lugares más empobrecidos, y me estoy refiriendo a personas que viven en los países del sur global pero también a personas en las periferias de nuestras ciudades o de lugares donde hay mucha gente empobrecida, vaya siendo expulsada a los márgenes de precariedad de la vida mientras hay una población que blinda sus propios privilegios. A mí ahora mismo el separatismo que más me preocupa es el de los ricos. El de las poblaciones ricas que blindan sus privilegios, que tienen vallas unas veces visibles y otras invisibles para sostener sus tasas de ganancia, sus propias condiciones de vida, dejando a cada vez más gente fuera.



P: ¿Y la otra forma?
R: La otra forma de afrontar el decrecimiento global de la economía es asumir un proceso de transformación a todos los niveles. Necesitamos economías radicalmente diferentes, que se centren en producir para satisfacer las necesidades básicas de las personas; necesitamos una disputa de la hegemonía política, porque lo que hay ahora mismo no es falta de ideas, no es saber cómo transitar, no es que no haya investigación o conocimiento técnico o desarrollo industrial respecto a las energías renovables. No es que no sepamos cómo producir alimentos, ahí está la agroecología. No es que no sepamos cómo transformar nuestros modelos de ciudad. Estamos lejos de tener una hoja de ruta concreta, pero tenemos muchas, muchas pistas de cómo evolucionar. Lo que hay es un desequilibrio de poder brutal. Ese poder político es clave y para disputarlo, desde mi punto de vista, no solo hacen falta partidos políticos, sino una base social tremenda que quiera, desee y esté dispuesta a trabajar por esos cambios.
Y entonces llega la tercera de las disputas, la de la hegemonía cultural. Necesitamos superar de una forma radical esa “lógica sacrificial” de la que hablaba antes. Estos días de confinamiento han aparecido reflexiones muy interesantes, porque se ha dado un pequeño minuto de lucidez en el que se ha visto la fragilidad del metabolismo económico. Vivimos instalados en un verdadero polvorín, en una situación de riesgo permanente.
Hemos visto cómo de repente se denominaban trabajos esenciales a trabajos de cuidados, a trabajos localizados en los servicios públicos, a transportistas, carretilleras y reponedoras, empleadas de supermercados o de tiendas de barrio, que son normalmente los trabajos peor pagados y que casi nadie quiere, pero que en un momento de crisis se transforman en trabajos esenciales de los que no se puede prescindir. Esa transformación cultural es fundamental y en ella es muy importante que las personas sepamos lo que está en juego. Con el Covid hemos podido asumir medidas excepcionales porque la población sabía que lo que estaba en riesgo era la vida. El problema es que con la crisis ecológica, el cambio climático y el agotamiento de recursos básicos todavía no somos conscientes, al menos de forma mayoritaria, de que lo que está en riesgo es la vida. Y que además hay que ponerse las pilas ya.



P: ¿No teme que esta pandemia en vez de hacernos avanzar en este sentido revierta logros ya asentados, como las medidas que se estaban llevando a cabo para frenar la hegemonía del vehículo privado con, por ejemplo, Madrid Central? También parece que el uso de plásticos desechables está aumentando debido a las medidas de seguridad sanitaria: uso de guantes, comida envasada por miedo a la contaminación…
R: Claramente podría llevar a eso. Por eso decía que me parece muy importante pensar las medidas postpandemia en el marco de la crisis ecológica que tenemos. No pensar como si eso no existiera y estuviéramos en 1975, cuando la superación de la biocapacidad de la tierra no se había producido. Si ahora mismo no miramos y no buscamos imaginativamente otro tipo de medidas, lo que nos vamos a encontrar es una especie de "efecto rebote". Volveremos a salir en coche individual, volveremos a aumentar la polución, volveremos a estar en condiciones de enfermar… Ahora mismo la incertidumbre es grande y no tenemos ni idea de qué tipo de repuntes puede tener el virus, cómo puede evolucionar.
Pero también se puede ir a mejor. Hay muchísima gente que está señalando que no podemos salir de esta situación abonando el terreno para que se pueda producir otra igual dentro de muy poquito tiempo, que cada vez tendremos posibilidades más escasas de afrontar. Ahora mismo va a haber que invertir unas cantidades ingentes de dinero en recuperar la economía y lo suyo sería no recuperarla como se hizo en 2008, por la vía de precarización, de la privatización y de colectivizar los riesgos del capital, sino poner en el centro la seguridad de las personas. Que vayamos por ahí o no depende, bajo mi punto de vista, de lo que seamos capaces de articular como sociedad. Vamos a necesitar mucha reflexión, pero también mucha organización social y mucha presión. Podemos aprovecharlo para que sea un momento de lucidez que nos permita empezar a caminar en una dirección distinta.


P: ¿Qué papel juegan las ciudades, sobre todo las grandes ciudades como Madrid, en todo este proceso?
R: Las ciudades son fundamentales porque se han convertido en los mayores sumideros de energía y materiales, de gases de efecto invernadero, porque han crecido sin observar límites, sin haber previsto una ordenación de territorio que pusiera las necesidades de las personas en el centro.
Necesitamos ir a ciudades policéntricas, donde las personas no se vean obligadas a tener que trasladarse muchos kilómetros todos los días para atender las diferentes dimensiones de su vida. Ciudades en las que la escala del barrio sea importante, que tenga servicios sociocomunitarios donde se puedan atender las necesidades de cuidados, donde se fortalezca y se impulse la cultura comunitaria y organizativa barrial.
No sé si has visto el programa electoral de la alcaldesa de París, que lleva una propuesta estrella, “La ciudad a un cuarto de hora". Es una propuesta en la que intentan replanificar París para que las personas tengan todo lo que necesitan para hacer su vida a menos de quince minutos. Eso implica una transformación del planeamiento y del modelo urbano, pero también, por ejemplo, meterle mano al precio de la vivienda. La gente no vive a dos horas del sitio en el que trabaja por vicio. Vive a dos horas del sitio en el que trabaja porque no hay vivienda que pueda pagar ahí.
En segundo lugar está modelo de transporte. Necesitamos ciudades donde la bici y caminar sean formas de desplazamiento y de movilidad mayoritarias, y donde aquellas que no se puedan resolver así se puedan solucionar con un transporte público y colectivo. Y además electrificado. Creo que repensar el modelo de transporte es fundamental, con el criterio ecológico de fondo de disminución de la huella ecológica, de los gases de efecto invernadero y de la polución y la contaminación.
El tercer eje tendría que ver con la edificación. Ya hay algunos estudios interesantes que hablan de cómo se podría rehabilitar energética y económicamente la vivienda en nuestras ciudades y también en el campo, para conseguir que los propios edificios no se conviertan en sumideros de energía y en generadores de gases de efecto invernadero, sino que puedan ser productores incluso de su propia energía. Hay muchas propuestas elaboradas desde hace tiempo, que calculan los puestos de trabajo que podrían generar y cómo podría convertirse en un sector orientado a lo social y lo ecológico.
Y el último eje es el sistema alimentario, de tal modo que la apuesta por la agroecología sea clave. También implica importantes cambios en los hábitos de alimentación: productos de temporada, una disminución drástica del consumo de proteína animal, sobre todo en la de origen industrial, productos que vengan de más cerca... Son cambios en los hábitos que poco a poco van asumiendo muchas personas, pero que tienen que ser generalizados y para ello han de ser abordados por la política pública. Nosotros no queremos un modelo en el que algunas personas que tienen dinero van a una tienda ecológica y compran los tomates a cinco euros el kilo. Eso es alimentar una especie de pijoprogresismo que muy pocas personas pueden mantener. De lo que estamos hablando es de la transformación del modelo alimentario, de tal forma que todas las personas puedan acceder a alimentos de calidad, que sean de cercanía, y ahí las políticas de incentivos y penalizaciones y las políticas de estímulos a determinados tipos de producción pueden jugar un papel fundamental.


P: Existen iniciativas dentro de la economía social y solidaria, a pequeña escala, como los huertos urbanos, los supermercados cooperativos, las cooperativas de energía, de financiación… ¿Es este uno de los caminos para cambiar las cosas?

R: Claramente todas las iniciativas de la economía social y solidaria son claves. A mí me parecen importantísimas, en primer lugar porque son laboratorios de experiencia, que luego pueden ser llevados a la política institucional, y, en segundo lugar, porque resuelven necesidades concretas de gente. La explosión de solidaridad y el rearme comunitario durante la explosión del Covid ha sido impresionante en barrios, en pueblos, en un montón de sitios. Hay mucha gente que ha puesto energía y tiempo en esas dinámicas solidarias en el bien común.
Ahora, yo creo que también necesitamos que estas ideas adquieran una dimensión y una escala mayor. Impregnar las instituciones y trabajar para que vayan en esa línea. Bajo mi punto de vista y como integrante de los movimientos sociales, creo que hay que conseguir que estos se articulen y sean fuertes. Más que nunca necesitamos sindicatos, asociaciones de familias de centros educativos, asociaciones feministas, ecologistas, pensionistas, personas que trabajan en torno a la diversidad funcional... No pretendo que sea todo un único movimiento, pero sí que la mayor parte de estos movimientos sociales sean conscientes del problema que tenemos en frente, para tratar de caminar y de presionar en un sentido adecuado que consiga esas transformaciones. Yo creo que va a depender mucho, mucho, de la articulación social que consigamos ganar.

*Yayo Herrero es una de las voces más influyentes de la ecología social y el ecofeminismo en el ámbito europeo. Antropóloga, educadora social e ingeniera técnica agrícola, es profesora-colaboradora de la Cátedra Unesco de Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible (UNED), además de coautora de más de una decena de libros y numerosos artículos relacionados con la ecología social. La investigadora también fue coordinadora estatal de Ecologistas en Acción.

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