El objetivo es descubrir el
patrimonio de la misma en la provincia.
Como otros años se iniciará el Camino Francés Burgalés durante varios fines de Semana de este verano.
El 1º fin de semana, el sábado 26 junio comenzarán desde a
Redecilla del Camino a Belorado (12 km.),y el domingo 27 de junio de Belorado a Villafranca Montes de
Oca (11 km.).
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Burgos ha
comunicado, este domingo, que se encargarán de organizar las marchas por
el Camino de Santiago burgalés, durante diferentes fechas del periodo
estival.
“Una iniciativa, destinada a los socios y a los ciudadanos que lo
deseen, en la que los participantes conocen el Patrimonio que atesora el
Camino de Santiago en nuestra provincia y la variedad y riqueza
paisajística del mismo” manifiestan miembros de la agrupación.
En este sentido, se ha implementado un protocolo contra el
coronavirus, imponiendo la obligatoriedad de mantener la distancia de
seguridad entre no convivientes y llevar la mascarilla de seguridad en
todo momento.
La salida será para cada una de
las etapas a las 8,15 horas de la Plaza de Santa Teresa de la capital
burgalesa, estando previsto el regreso en torno a las 14,30. Para
apuntarse, en la sede de la Asociación de Amigos del Camino de
Santiago; calle Fernán González, 28
Calendario y Recorridos:
.- El fin de semana del 26 y 27 junio, comenzarán las primeras rutas desde a
Redecilla del Camino a Belorado y de Belorado a Villafranca Montes de
Oca.
.- Ya en julio, el sábado día 3 está previsto recorrer el trayecto entre Villafranca Montes de Oca y San Juan de Ortega, con una distancia de 12 kilómetros. En este caso, hay que apuntarse desde el miércoles 23 de junio de 20 a 21 hora.
.- El día 4 se partirá de San Juan de Ortega para llegar a Cardeñuela Río Pico, con un recorrido de 12 kilómetros y los interesados se pueden apuntar desde la fecha anterior.
.- El sábado 10 de julio, el tramo a realizar será el comprendido entre Cardeñuela y Burgos, con una distancia de 14 kilómetros.
.- El domingo 11 de julio, Burgos y Rabé de las Calzadas, a los que separan 12,6 kilómetros. Para participar en estos dos marchas, hay que apuntarse desde el miércoles 30 de junio de 20 a 21 horas.
.- Y el sábado 17 de julio se realizará el tramo entre Rabé y Hornillos del Camino, con una distancia menor que las anteriores, de tan solo 8 kilómetros.
.- De Hornillos se saldría al día siguiente, domingo día 18 julio, para llegar a Hontanas, tras andar 10,5 kilómetros. Los que estén interesados en la marchas de este fin de semana pondrán apuntarse desde el miércoles 7 de julio.
.- La última marcha será el sábado 24 de julio, víspera de la festividad de Santiago Apóstol, para cubrir el trayecto de Hontanas a Castrojeriz y visita a Puente Fitero, con un recorrido de 9,5 kilómetro. Desde el 14 de julio se pueden apuntar los interesados.
Historias tan entrañables como la de Estela y Gustavo, una pareja uruguaya, han podido empezar una nueva vida en un pequeño pueblo de España, después de haber sobrevivido en la calle sin trabajo y sin hogar, gracias a una iniciativa solidaria que ayuda a cientos de familias desprotegidas, muchas de ellas migrantes.
La Fundación Madrina les “cambió la vida”, cuenta Gustavo tras ver su nueva casa en Torrubia del Campo, el pueblo al que acaban de llegar con su pequeño, Iker.
“Un punto de partida”, confiesa esta pareja, a la que el destino dejó un día en la calle y ahora los trae a esta localidad de la provincia de Cuenca, en el centro de España.
Un día de alegría
“Es un día muy bonito”, relata el presidente de la fundación, Conrado Giménez, que junto con otros miembros de la entidad acompaña a la familia uruguaya desde Madrid a su nuevo hogar.
“Ayer dormían en un sofá”, acogidos por la asistencia social del Ayuntamiento de Madrid, y “hoy tienen una cama”, narra el fundador de esta entidad benéfica.
“Pueblos Madrina” es una iniciativa de la fundación que ha dado a más de trescientas familias con más de un millar de niños, españoles y migrantes, muchos de América Latina, una nueva oportunidad en zonas rurales en España que padecen un grave problema de despoblación.
El viaje desde Madrid, de una hora y media por carretera hasta Torrubia del Campo, lo aprovechan además para que otras familias en situaciones similares conozcan otras casas el pueblo en las que podrían iniciar una nueva vida.
Las colas del hambre, como se conoce a las filas de gente que espera para recibir alimentos, son cada vez más largas en la capital de España, lamenta Giménez.
La crisis por la pandemia va en aumento, con parejas o madres solas con hijos que se ven en la calle en medio de una creciente pobreza extrema.
Una nueva vida
Pero ahora Estela y Gustavo empiezan esta nueva vida con un hogar y un trabajo para él.
El alcalde de Torrubia del Campo, Pedro Romeral, muestra su satisfacción al ver una nueva familia en el pueblo, que apenas llega a los trescientos habitantes en una zona de la España vaciada, como se conoce en el país al problema de la despoblación rural.
Al igual que el empresario Javier Román, cuya empresa de panadería Chapela en la cercana Tarancón da empleo a Gustavo y además él mismo facilita la casa a la pareja.
El empleador se fue a Madrid a buscar trabajadores tras ver en un periódico el drama de familias en la calle tras perderlo todo.
Las colas del hambre se han convertido en “colas de familias sin techo, durmiendo en algún parque” con sus hijos menores, lamenta Conrado Giménez.
La Fundación Madrina va a pequeños pueblos, pues la mayoría tienen como mucho cuatrocientos habitantes, a hablar con alcaldes, maestros y con quien pueda ayudar a esas familias, que a su vez contribuyen en muchos casos a que no cierre su escuela por falta de niños.
La entidad establece con las familias un “contrato social” que fija unos objetivos, como la escolarización de los niños o el conseguir trabajo, para evitar una vuelta atrás si no se integran en el pueblo.
Los pequeños sufren especialmente el estrés de la ciudad ante traumas como el ver a su familia desahuciada de su casa y sin poder comer, lo que conlleva fracaso escolar y hasta la pérdida del cabello.
Pero llegar a uno de estos pueblos, donde pueden jugar en la calle sin peligro, les devuelve la sonrisa, vuelven a sacar buenas notas en clase e incluso les crece de nuevo el pelo, sentencia Giménez.
“El problema de la pandemia puede ser una oportunidad” gracias a iniciativas como esta, que tiene otras quinientas familias en lista de espera en su anhelo de cambiar de vida, concluye.
Estela, Gustavo y su hijo Iker, de dos años y medio, disfrutan en un columpio en una plaza desde la que se ven los campos verdes de cereal, los viñedos y olivares que rodean a partir de ahora esta nueva experiencia en Torrubia del Campo dejando atrás su etapa en Madrid. (I)
Profesionales rurales que defienden el entorno para sus hijos declaran a
Efeagro que hacen falta políticas de refuerzo, porque para frenar la
despoblación es decisiva la presencia de los niños y las niñas en los padrones.
Así lo perciben dos madres, dos padres y un maestro de Aragón, Cantabria y Castilla y León.
La pandemia puede aumentar las matrículas rurales "porque hay familias
que consideran la escuela rural positiva por las vivencias, los
resultados y la seguridad sanitaria y ambiental si en el pueblo hay
servicios, vivienda, trabajo, comunicaciones e Internet", según el
Informe España 2020 de la Universidad Pontificia Comillas.
Reactivación demográfica
El presidente de la Red Española de Desarrollo Rural, Secundino Caso,
asegura que en zonas como Castilla-La Mancha se han reabierto colegios y
que este curso hay más escolares en los pueblos de Madrid o de la costa
rural cántabra.
Alcalde de Peñarrubia (Cantabria) y padre de dos chicos (11 y 12 años),
defiende que la enseñanza a distancia ha aumentado la socialización de
estos preadolescentes y recuerda la llegada de la fibra óptica, que
"cambió la vida familiar".
"Pero hay muchos sitios sin fibra, sin cobertura del móvil o señal de
televisión (...), luego llevas al niño a la cabecera de comarca y parece
que su amigo habla otro idioma", apunta.
Brechas entre pueblos
La infancia en un municipio pequeño turolense no se puede comparar con
la vivida a pocos kilómetros en Calanda o Alcañiz, o en un pueblo de
Andalucía, según el gestor del grupo de acción local Cuencas Mineras de
Teruel -del programa europeo Leader-, José Manuel Llorens.
La ganadera María Gómez Arredondo, de Soba (Cantabria), incide también
en las diferencias entre pequeños núcleos -en el suyo hay tres vecinos- y
las cabeceras comarcales.
Debido a la pandemia, sus hijas -de 12 y 8 años- no asisten a las
actividades extraescolares como baile o carreras de "mountain bike" para
las que debe recorrer muchos kilómetros al día y acudir precisamente a
esos centros de comarca.
Gómez describió a Efeagro hace un año el confinamiento "privilegiado" en las montañas y once meses después sigue valorándolo, pero señala que el campo "no es tan idílico".
Al referirse a la brecha digital, remite a las dificultades para
completar la entrevista telefónica por varias interrupciones debido a la
poca cobertura en su explotación.
El horario de los deberes coincide con el del ordeño de vacas, en su caso, lo que condiciona la conciliación.
Cambio de mentalidad
"Que mis hijas sean astronautas o ganaderas, pero con buena educación;
estudié Gestión Comercial y Marketing, volví con las vacas y no me
arrepiento", subraya Gómez, en alusión a la necesidad de dotar a los
niños rurales y urbanos de los mismos recursos.
Laura San Felipe, doctora, estudió Publicidad en Madrid, vivió en Ecuador y regresó a su comarca en Segovia,
donde creó una agencia de comunicación para negocios rurales, que
combina con teletrabajo para la Universidad Internacional de la Rioja.
En Cantalejo, con 4.000 habitantes, puede dejar a su hijo de dos años en
una guardería y tiene buena conexión digital, a diferencia de su
pueblo, Cabezuela (700 habitantes).
Aprecia la atención "personalizada" de los colegios rurales y el
privilegio de que los niños jueguen en la calle y pasen la pandemia
entre pinares.
Pero casi todas sus amigas viven en Madrid y reconoce que "la
mentalidad" es pensar que "si quieres prosperar, tienes que irte".
En sentido inverso, Llorens, licenciado en Historia, se considera un
urbanita atípico que hace 13 años aterrizó en Torrevelilla (200
habitantes) siguiendo a su mujer, farmacéutica rural.
Valora llevar a "Eva y Anaís", mellizas de seis años, al colegio de 20
niños adscrito al Centro Rural Agrupado (CRA) del Mezquín y la crianza
en el pueblo, con más libertad e independencia.
Relativiza las carencias en Internet, porque en las ciudades "también
hay diferencias", según el poder adquisitivo familiar, y defiende la
escuela de sus hijas, con pizarras digitales y enseñanza bilingüe.
Pero ve un inconveniente en la alta rotación del profesorado.
El maestro que se queda
Patxi Artigot es maestro en Camarillas (Teruel), en un colegio adscrito
al CRA de Aliaga, con "seis alumnos y seis niveles" de un pueblo de 86
habitantes; el curso pasado trabajó en prácticas en otro pueblo, en
Allepuz.
Asegura que se quedará allí el año que viene y que en su círculo hay más
colegas que piensan igual, porque en Teruel muchos jóvenes proceden del
entorno rural como él, que aún tiene una abuela en el campo.
Alcanzó la fama en
televisión, pero acabó harta y rompió con todo. Aislada hace años en una
casa de campo, publica su primer libro, ‘Niadela’, una catarsis en
fusión con la naturaleza.
En la película Dersu Uzala, el viejo cazador nómada
abronca a un soldado ruso por tirar un trozo de carne a la hoguera.
- “¡No
hagas eso! ¡El fuego se comerá toda la carne, y si llega otra gente y
la ve, podrá comer!”. —Quién va a venir por aquí… —¡Mucha gente! —insiste Dersu. —¿Quién? —¡Viene el tejón, y el cuervo también, y los ratones! ¡Mucha gente! ¡En la taiga no estamos solos! ¡Nunca!
Beatriz
Montañez vive con mucha gente. Vive con el ciempiés y con la araña
toro, con el lagarto ocelado, con el sapo de espuelas, con los grillos,
el jabalí y el murciélago hortelano. También vive con la culebra de
herradura, con la lagartija colirroja y con el escarabajo de cementerio.
Y con decenas de aves: la abubilla, el reyezuelo sencillo, el pájaro
carpintero, la oropéndola europea, la bisbita pratense, el avión
roquero…, entre muchas otras a las que da las gracias en el glosario
zoológico que cierra su primera novela, Niadela, publicada por el sello Errata Naturae.
Antes, Beatriz Montañez vivía en Madrid y cientos de miles de personas la veían en televisión con el Gran Wyoming. Tuvo éxito con ese programa, El Intermedio, pero llegó un punto en que no se sentía bien. “Empecé a escuchar el tictac de una bomba que podría explotar en cualquier momento”, dice. Se fue. En 2014 fichó por Telecinco e hizo un programa con otras cuatro presentadoras que le acabó de quemar los fusibles. Explica que pidió mantenerse al margen de temas del corazón y de entretenimiento banal. “Ellos se comprometieron, pero después de unas semanas de emisión me di cuenta de que aquello iba derivando en algo de lo que no quería formar parte”. Lo dejó y dice que fue entonces cuando la bomba de relojería estalló. “Pero no fue lo único que motivó la detonación, pues una bomba está compuesta de muchos materiales conectados entre sí”.
Nació
en Ciudad Real (1977) y vivió en el pueblo manchego de Almadén hasta
que era adolescente. Su padre murió en un accidente de tráfico cuando
tenía cuatro años. Nadie se lo explicó. Su madre no le dijo que su padre
había muerto y que nunca más lo vería. Dice que creció casi muda. En el
instituto la llamaban rara. “Me daban pescozones en la cabeza”.
El fantasma del padre, la infancia difícil, la tele, la fama, la frustración. Los elementos de la bomba.
Cuando
explotó, se fue de viaje por Asia. Estuvo en templos budistas. Se
acuerda del nombre de uno, Wat Ram Poeng, en Tailandia, no del de los
demás. Dice que arrastra un problema de memoria y que un psicólogo le
diagnosticó “amnesia retrógrada” por un trauma de su adolescencia. Al
volver de Asia, trabajó de guionista de Muchos hijos, un mono y un castillo,
documental dirigido por su expareja Gustavo Salmerón. Luego se recluyó
en una casita del interior valenciano a la que se llega por una pista de
tierra, sola y aislada. “Había telarañas por todas partes, colchones
llenos de pulgas y alfombras llenas de vida. No tenía agua caliente ni
luz. La chimenea no tiraba. La primera noche dormí vestida. Pasé frío y
oía ruidos extraños. Acabé durmiendo por puro cansancio, pero me quedé
dormida con una sonrisa. Esa primera noche fui muy feliz. Estaba en paz.
Era una sensación que nunca había experimentado, como si un líquido
templado naciera en la boca del estómago y se derramase por todo el
cuerpo”. Allí ha estado cinco años y ha escrito Niadela, un libro en la tradición anglosajona del nature writing o escritura de la naturaleza.
Ahora la casa es acogedora. Sencilla, decorada con gusto y esmero,
atiborrada de piezas de ganchillo y con una fila de post-it en la
chimenea con ideas suyas apuntadas a boli como “El medio más seguro de
deshacerse de la carencia es desviarse del camino” o “No poseer nada es
una de las facetas de la libertad”. Ya de niña le gustaba la escritura
—su madre la presentó al concurso de poesía de Almadén; perdió—, pero en
esta casa la ha vivido con una pasión nueva. “Me he dado cuenta de que
puedo pasar meses en silencio, pero no puedo pasar días sin escribir”.
Por las mañanas medita frente a un acantilado con su collar de cuentas
nepalí en la mano, luego hace la casa, pasea, cocina y la tarde la
dedica a la literatura. Cuando sale a hacer la compra al pueblo más
cercano, en un cascado jeep que conduce a cierta velocidad por la pista sin asfaltar, se embute en los oídos unos tapones de espuma.
En Niadela
vuelca en palabras sus observaciones. Usa un vocabulario exuberante y
realiza unas representaciones milimétricas. “Describo el sol más de 40
veces y nunca desde el mismo punto de vista. El sol es diferente cada
día, como lo son el cielo y las nubes, como lo son las ramas de los
árboles y los arbustos. Solo hay que pararse a mirar con profundidad
para darse cuenta”. El libro describe su primer año en este lugar y se
compone de fragmentos donde hay memoria, ensayo, realidad, delirio,
lirismo, un ritmo corto y veloz. “Quise que fuese poético, pero que
estuviese confeccionado a golpe de hacha”.
Beatriz
Montañez parece una persona frágil y feroz. Herida pero con una
voluntad animal. De adolescente se fue de casa a Ciudad Real, después a
Madrid, y con 21 años trabajó un año en Tokio de modelo. Allí vivía en
un edificio con otras colegas de oficio. Un día a una le apareció una
rata en el retrete. Ella la mató a golpes con una espátula de hierro.
Más tarde se fue a Los Ángeles y estudió Comunicación en la Universidad
de California mientras curraba en varios sitios a la vez y tiraba de
efedrina para poder estar activa sin descanso.
En ocasiones, leemos en Niadela, le gusta salir a caminar desnuda.
Lo
narra así Montañez: “Cuanto más enmarañado el sotobosque, más
acompañada me siento. Es una sensación antigua, gloriosa. No siento ni
frío ni calor. No siento el cuerpo. Las zarzas me rayan con sus afiladas
uñas buscando las cuerdas del arpa. No suena nada. Soy piel hueca sobre
hueso bruñido. Por eso vagabundeo entre la maleza. Busco mis tripas,
despertar la sangre que duerme, avivar el alma descuidada. Quiero perder
la cabeza para sentirme extraña, quiero caminar por los límites del
orbe, cambiar de color en otoño, beber néctar de escarcha, mezclarme con
la tierra y renacer purificada”
Ermitas, hayedos, conventos, robles, castros, tejos, picos, pozos, acebales, cascadas, miradores... Pocas comarcas con tal diversidad de paisajes y entornos naturales como la Riojilla burgalesa, entre la Sierra de la Demanda, el río Tirón y la comunidad de la que toma el nombre, además de la frontera.
Recorrerla de norte a sur y de este a oeste resulta por sí mismo un aliciente, al que ahora se ha añadido un nuevo reto con premio suculento en forma de cesta con productos típicos de la zona para quienes ganen el sorteo.
Bautizado como La Búsqueda, La Mancomunidad Riojilla Burgalesa ha organizado un concurso con el que promociona 20 rutas turístico-deportivas de su entorno. Todas ellas se pueden consultar en la plataforma digital Wikiloc y descargar desde un teléfono móvil mediante código QR.
Cada una de ellas entraña un misterio, la ubicación del mirador fotografiado en el cartel de La Búsqueda, que puede ser un monumento, un río, un paisaje... Una vez localizado, los participantes deberán captar una instantánea -puede ser un selfi pero no es imprescindible- desde el lugar. Así hasta desentrañar al menos 10 de los 20 puntos estratégicos.
El plazo para lograrlo concluye el 21 de junio de 2021 a las 14:00 horas. Las 10 fotos de los miradores y otras tantas de cualquier punto de las rutas deberán enviarse al correo electrónico deportesyjuventud@belorado.org. Previamente, tendrán que darse de alta en la plataforma del Ayuntamiento de Belorado: https://belorado.tarjetasciudadanas.com/ e inscribirse en el evento La Búsqueda
Fitoterapia. Introducción a las plantas medicinales de nuestro entorno y a la elaboración de remedios caseros,
En esta actividad aprenderemos a reconocer algunas de las plantas más comunes en nuestro entorno, así como sus principales propiedades.
Además, conoceremos las formas más comunes de preparar remedios naturales con ellas, entre las que destacan los ungüentos, cremas y macerados. Como complemento a todos estos conocimientos teóricos, disfrutaremos de una sesión de práctica en la que podremos aprender y realizar nuestros propios preparados.
Fecha: 13 marzo 2021,
Horas: 10:00-14:00 y 15:30-19:30,
Lugar: Belorado, Teatro Municipal Reina Sofía,
Organiza:
Asociación Ábrego, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
Los alimentos que consumimos en la actualidad poco tienen que ver con
los que consumían nuestros antepasados. Tenemos nuevas técnicas de
producción, es posible utilizar aditivos y enzimas añadidas. Los propios
cultivos, e incluso las razas de animales, han cambiado mucho. El
alimento más básico de nuestra cultura, el pan, no ha sido ajeno a estos
cambios. Aunque el pan se remonta a la época de las culturas egipcias y
babilónicas, hoy no reconoceríamos como pan lo que se elaboraba
entonces. Y todos estos cambios se aceleraron de manera muy importante
en el siglo pasado, por lo que son relativamente recientes. A pesar de que los cambios en los alimentos han permitido abastecer a
un creciente número de personas que cada vez tienen una mayor esperanza
de vida, existe una parte de la población que reivindica los alimentos y las prácticas que se usaban en la antigüedad.
Esta reivindicación se basa en aspectos relativos al impacto
medioambiental, o a la salubridad. Y en el caso del pan, existe una
vuelta a las variedades de trigo cultivadas en la antigüedad, y en
general se está incrementando el consumo de granos antiguos o
ancestrales.
Trigo vestido y trigo desnudo El trigo ha ido cambiando desde la antigüedad. Los agricultores han
ido escogiendo las variedades que mejor se adaptaban, con mayor
rendimiento o que menos enfermedades tenían, de manera natural. También
potenciaron el cultivo de las variedades desnudas frente a las vestidas.
Las
variedades vestidas poseen una cáscara dura que recubre al grano, y que
debe eliminarse antes de la molienda del trigo. Esta cáscara supone un
subproducto, y para su eliminación se requiere una maquinaria especial
que no se encuentra en la mayoría de las harineras actuales. Así,
algunos trigos antiguos, como la espelta o el kamut®, son trigos
vestidos. En el siglo XX, la ciencia permitió que este trabajo se hiciera de
forma más planificada. Grandes centros públicos y empresas privadas
obtuvieron nuevas variedades con las que se obtenía un mejor
rendimiento, se adaptaban a condiciones climáticas antes impensables, y
resistían mucho mejor a plagas y enfermedades.
Cambios en la planta y el grano Además, se han obtenido variedades con mejores características
nutricionales o con mejor funcionalidad para hacer panes u otros
productos. En concreto, en el caso del trigo, uno de los mayores avances
lo constituyó el desarrollo de variedades con el gen del enanismo.
Estas variedades generaban plantas que crecían menos, pero que daban la
misma cantidad de grano.
Al crecer menos, hay un menor gasto de nutrientes dedicados a la
formación de estructuras que no interesan para la alimentación. Pero
también se consigue que las plantas no se caigan por su propio peso,
algo que se conoce como encamado. Esta cualidad ha permitido que se
pueda mecanizar la recolección del trigo, y que haya menos problemas de
contaminación. Al caer y estar en contacto con el suelo, que puede estar
húmedo, se incrementan algunos problemas de hongos y contaminación.
Otro de los grandes avances que ha sufrido el trigo es el desarrollo
de variedades con una mayor calidad proteica. De este modo, con un menor
contenido de proteínas se pueden conseguir trigos con mejor calidad
panadera. Y el desarrollo de proteínas en el grano es un proceso
costoso, tanto para el suelo como por la necesidad de ciertos abonados.
A finales del siglo XX se realizaron grandes avances en el desarrollo
de nuevas variedades de plantas mediante la modificación genética.
Aunque el trigo es un organismo más complejo de modificar que otros
cereales, ya existen variedades de trigo modificadas genéticamente, como
algunas con un contenido en gluten casi nulo, pensadas para los
enfermos celiacos y los intolerantes al gluten. Sin embargo, ninguna de
estas variedades está aprobada en Europa, de momento.
¿Los trigos modernos causan más intolerancias?. Como hemos comentado, las nuevas variedades tienen ventajas
evidentes, y responden a las demandas de la sociedad. Por una parte, de
los consumidores, que demandan productos más económicos. Por otra, de
los agricultores, que reclaman variedades con un mayor rendimiento,
adaptadas a las condiciones de suelo y clima, y resistentes a plagas y
enfermedades.
En los últimos años se ha extendido la creencia de que las variedades
antiguas tienen ventajas en cuanto al impacto medioambiental y a sus
características nutricionales, incluso un menor potencial para causar
reacciones adversas, como intolerancias o alergias, en personas
sensibles. El impacto medioambiental del trigo dependerá más de cómo se cultive
que de la variedad. Sería necesario estudiar múltiples aspectos, como,
por ejemplo, si se riega o no, el coste de esa práctica, si se abona, si
se utilizan fitosanitarios, etc. Y habría que considerar el rendimiento
en grano en todos esos casos. Pero también si el trigo se procesa en
molinos cercanos, y si la harina producida se utiliza en elaboraciones
que se realizan y comercializan en instalaciones próximas, o viajan
cientos o miles de kilómetros. En cuanto a la capacidad de los trigos modernos de causar reacciones
adversas en personas sensibles, las investigaciones realizadas hasta
ahora no han aportado resultados concluyentes. Existen estudios que encuentran un mayor potencial alergénico o inmunogénico en las variedades antiguas. Otros trabajos no encuentran diferencias entre los trigos modernos y los antiguos. Y algunos trabajos encuentran evidencias de que los trigos antiguos pueden tener ventajas sobre los modernos. En general, se admite que la genética influye en las características
de las proteínas y que estas influyen en el potencial alergénico, o en
la inmunogenicidad, de los trigos. El problema es que los estudios
realizados hasta la fecha comparando trigos antiguos y modernos han estudiado un número de variedades muy limitado.
Los trabajos también pueden divergir por la manera en que se estudia
su potencial alergénico o su inmunogenicidad. Por tanto, es necesario
realizar estudios más amplios. Muy posiblemente podamos encontrar
variedades con menor potencial alergénico o inmunogénico, de gran
utilidad para ser incluidas en programas de mejora genética y reducir
así estas propiedades indeseadas de los trigos. Pero estas variedades no
tienen por qué estar asociadas con las antiguas.
Contenido de fibra y nutrientes Algunas personas afirman que las variedades antiguas poseen un mayor
número de componentes beneficiosos, como fibra o componentes bioactivos,
que las modernas. Sin embargo, los estudios realizados, además de ser
escasos, no confirman esta percepción. De hecho, algunos afirman que la cantidad de fibra de los trigos antiguos es menor que la de las variedades modernas. Aunque algunos trigos antiguos tienen un mayor contenido en carotenos
que las variedades modernas usadas para elaborar pan, en la actualidad
también tenemos variedades modernas de trigo duro, las utilizadas para
la elaboración de pasta, con muy alto contenido en carotenos. Es posible que estos trigos antiguos estén ligados a algunas
prácticas en las elaboraciones que pueden mejorar algunos aspectos, como
la biodisponibilidad de nutrientes o la digestibilidad de algunos
componentes, como el uso de masas madre o fermentaciones lentas.
Pero en esos casos las ventajas nutricionales vendrían por las técnicas
de elaboración empleadas, y no por las variedades utilizadas.
¿Nos sienta mejor la espelta? Dicho esto, podemos encontrarnos a personas que han cambiado el
consumo de pan de trigo por panes elaborados con harinas procedentes de
variedades antiguas, como la espelta o el kamut®, y que dicen sentirse
mejor. Algo parecido puede ocurrir con el tritordeum, un hibrido entre
trigo y cebada, que es de creación muy reciente. Una de las explicaciones que se dan a este fenómeno es el efecto
placebo, o el nocebo. Las personas tendemos a sentirnos mejor cuando
creemos que tomamos algo que nos beneficia (placebo). O, al contrario,
nos sentimos mal cuando nos convencemos de que algo nos sienta mal
(nocebo).
En los estudios con pacientes, una parte de los sujetos estudiados
deben tomar un producto que no tiene efecto, aunque el sujeto crea que
recibe el mismo tratamiento que los demás. Esto se hace para eliminar el
efecto placebo. Así, si alguien cree que el trigo le puede perjudicar,
debido a algunas noticias o comentarios de conocidos, es posible que se
sienta mal cuando coma pan normal, y que pueda sentirse mejor cuando
coma pan elaborado con trigos antiguos, bajo la creencia que este pueda
sentarle mejor. En esos casos puede ser difícil convencer a la persona
de las bondades de los trigos modernos, y quizás sea positivo que siga
tomando los antiguos.
En general, no debemos obsesionarnos con los posibles perjuicios, no
demostrados, de los trigos modernos frente a los antiguos. Aunque sería
conveniente profundizar en el estudio de estos aspectos, con el fin de
incrementar el conocimiento y aprovecharlo en la mejora de los trigos
futuros.
* Manuel Gómez Pallarés ,Catedrático en Tecnología de Alimentos, Universidad de Valladolid * Eduardo Arranz, Catedrático de Inmunología. Director del Departamento de Pediatria, Inmunología, Ginecología-Obst., Nutrición-Brom., Psiquiatría e Hª de la Ciencia, Universidad de Valladolid
Acabamos un año que no hubiésemos querido haber vivido.
Nuestras generaciones no habíamos tenido la sensación de que algo nos hacía perder el control absoluto sobre nuestra existencia; nuestros abuelos y padres sí vivieron esas situaciones y sus consecuencias... Estábamos poco entrenados para esto.
Los datos de la historia, los datos de la ciencia, y los datos de la fragilidad de nuestra existencia (nacemos para morir) son el único escudo para que, unidos, vayamos pudiendo encauzar esta situación.
Cuando hay una situación general que afecta a todos (eso significa pandemia), sólo entre todos podemos levantar cabeza frente a este virus. La comunidad, la salud pública, el esfuerzo de todos salvan a las personas.
Por todo ello no deseo más que este próximo año sea un año de sentido común, de responsabilidad compartida, de esperanza (incluso para los que ha perdido algún ser querido) y de pelear juntos por la vida de todos.
¡Saludable año 2021!.
¡Feliz Navidad!.
Vítor.
¡Felices Fiestas, Saludable Año Nuevo!. Vítor.
Plegaria a un Labrador
Levántate y mira la montaña De donde viene el viento, el sol y el agua Tú que manejas el curso de los ríos Tú que sembraste el vuelo de tu alma
Levántate y mírate las manos Para crecer, estréchala a tu hermano Juntos iremos unidos en la sangre Hoy es el tiempo que puede ser mañana
Líbranos de aquel que nos domina En la miseria tráenos tu reino de justicia E igualdad sopla como el viento la flor de la quebrada Limpia como el fuego el cañón de mi fusil
Hágase por fin la voluntad aquí en la tierra Danos tu fuerza y tu valor al combatir Sopla como el viento la flor de la quebrada Limpia como el fuego el cañón de mi fusil
Levántate y mírate las manos Para crecer, estréchala a tu hermano Juntos iremos unidos en la sangre Ahora en la hora de nuestra muerte Amén.
En Las fábricas de la soja se explicaba como los puertos de Tarragona y Barcelona son dos piezas clave de la conexiónsojera que
nos ata con Brasil, Argentina y Estados Unidos. Unos 3,5 millones de
toneladas de soja entran anualmente por ambos puertos para alimentar a
la ganadería estabulada de la industria cárnica, especialmente la
avícola y la porcina. Cuando la dependencia es tan bestia, cuando
millones y millones de animales dependen de solo dos o tres fábricas, no
puedo dejar de hacerme la pregunta de ¿qué puede pasar cuando alguna de
estas tres fábricas, o las tres a la vez, dejen de producir soja? ¿Qué
pasaría si por alguna razón se cerrara el grifo de la soja? El estudio La Relevancia de Catalunya y el Puerto de Barcelona ofrece
un dato llamativo al respecto. Si no tuviéramos a disposición la soja
que se produce en otros países, se necesitaría contar con el doble de
toda la superficie agrícola actual de Cataluña... y plantarla todita de
esta leguminosa.
¿Qué circunstancias podrían provocar este colapso de la conexión sojera y
por ende la imposibilidad –por escasez o por un precio muy alto– de
mantener viva la industria porcina y avícola? ¿Son hipótesis probables?
Enumeremos algunas.
Si no tuviéramos a disposición la soja que se produce en otros
países, se necesitaría contar con el doble de toda la superficie
agrícola actual de Cataluña
Puesto que hablamos de un cultivo, deberíamos contemplar los riesgos
de malas cosechas por problemas climatológicos que, en estos tiempos de
crisis climática, son cada vez más habituales, tanto en forma de sequías
como de inundaciones. Hay autores que también advierten de que la
pandemia y sus confinamientos pueden derivar en una ola de
“nacionalismos alimentarios” que llevarían al cierre o a la perturbación
de las cadenas de suministro y los flujos comerciales. Con personajes
como Bolsonaro y Trump, como gerentes de dos de estas tres fábricas,
nada puede extrañarnos. Argentina tampoco es una buena garantía. La
peste porcina que afecta a China está obligando a que este país compre
mucha carne de cerdo en el exterior, lo que es el principal motivo del
crecimiento actual de la industria porcina en todo el Estado español.
Pero para encontrar un suministro de carne más barata que la europea,
estos días China está negociando un acuerdo con Argentina para que el
país sojero críe cerdos para la potencia asiática. Gracias a millonarias
inversiones chinas, se posibilitaría la construcción de decenas de
mega-macro-granjas de medio millón de cerdas que permitirían doblar la
producción actual argentina. ¿La soja argentina se dedicará a
suministrar estas granjas?¿Podrá Argentina ampliar su producción sojera
al ritmo que exige China y seguir exportando a Europa? ¿Se encarecerá el
precio de la soja para la exportación?
La UE va a iniciar la reducción del consumo de aceite de palma como
biocombustible y el sustituto será el aceite de soja, que ya representa
el 26% del consumo mundial
En cualquier caso, sí que podemos asegurar que la conexión sojera sufrirá
una importante transformación a partir de 2023. A la polivalente soja
le ha surgido un pretendiente muy poderoso, más que la industria
cárnica. A partir de esa fecha, por fin y gracias al esfuerzo de muchas
campañas e investigaciones, la Unión Europea va a iniciar la reducción
del consumo de aceite de palma como biocombustible y se prevé que el
sustituto ideal será el aceite de soja que, según el informe de
Ecologistas en Acción Soja, la nueva palma de los biocombustibles, representa ya el 26% del biodiesel que se consume en el mundo.
Venimos insistiendo en la necesidad de transformar nuestro consumo
alimentario y nuestro modelo de producción; se hace mucha política
respecto a la necesidad de cambiar la matriz energética para buscar las
menos contaminantes; pero si no nos preguntamos, como dice el informe,
para qué y para quién necesitamos tanta energía solo cambiaremos una
deforestación por otra. Una desaparición por otra. Una pandemia por
otra. Una injusticia por otra.
La Coordinadora de la España Vaciada se movilizará en favor de la Sanidad Rural el día 3 de octubre a las 12 de la mañana con cinco minutos de concentración como ya hizo el año pasado. En esta ocasión será frente a los consultorios y/o centros de salud bajo el lema bajo los lemas #YoParoPorMiPueblo y #SanidadRuralDigna, en el que se exigirá una sanidad pública de calidad en el medio rural que garantice las mismas coberturas y prestaciones de que se dispone en las zonas urbanas, y que además atienda las especificidades de estos territorios.
Varios colectivos sociales y plataformas que trabajan a favor de la transformación social en diferentes pueblos, para pedir lanecesidad de un cambio de modelo en la Sanidad pública, para garantizar el acceso al derecho básico a la salud en iguales condiciones alas personas que viven en los territorios de la España Vaciada.
Frente a un modelo asistencial, proponen un modelo sociosanitario que integre en la planificación de los programas de salud pública a los profesionales sanitarios junto a los profesionales de los servicios sociales, a las entidades locales, a la población y las estructuras sociocomunitarias existentes en cada territorio.
Exigen que se mantengan abiertos y activos los consultorios locales, propone crear la figura del sanitario rural y un programa básico de salud pública en las zonas rurales fundamentado en la prevención; reivindica dotar de la plantilla necesaria para atender una población dispersa y envejecida a los centros de salud comarcales. Asimismo, exige el cumplimiento de la Ley General de Sanidad, dotando a todas las áreas de salud de un equipo multidisciplinar y que se convoquen con regularidad los Consejos de Salud comarcales y reivindica una cobertura informática adecuada.
Ante esta nueva movilización, la España Vaciada insta a que los ayuntamientos, asociaciones y colectivos sociales muestren su apoyo por escrito al documento “Por un Modelo Socio-sanitario de Salud en el Mundo Rural” que debe asentarse en cuatro pilares fundamentales: las personas en primer lugar, los profesionales de la salud, las estructuras sociocomunitarias y el territorio.
La realidad de la pandemia evidenció las carencias y limitaciones del sistema sanitario, agudizadas aún más en el mundo rural por la escasez de profesionales y la falta de planificación, donde no se ha restablecido aún el servicio de atención primaria en los pueblos y corre el riesgo de un progresivo desmantelamiento. En las semanas más críticas de la pandemia, en los territorios rurales se suspendió la atención presencial en los consultorios locales y la atención a los vecinos se limitó a las consultas telefónicas, la tramitación de las recetas (en muchos casos con la colaboración vecinal y comunitaria), las urgencias y algunos cuidados ineludibles a los enfermos crónicos concertados con citación previa. Esta situación excepcional y provisional se ha prolongado en el tiempo de manera injustificada y, después de casi tres meses, la atención primaria continúa confinada en los centros de salud y la población de los núcleos locales, constituida mayoritariamente por personas mayores.
Las personas de los pueblos son mayoritariamente personas mayores, muchas veces con enfermedades o dolencias crónicas a causa de la avanzada edad. Sin servicios que cubran las necesidades básicas se genera inseguridad entre los habitantes de los pueblos y hace imposible la permanencia o el retorno a ellos.
La figura del médico de atención primaria o médico de familia es esencial desde una concepción humanista de la sanidad y debe ser potenciada al máximo, más en el mundo rural. Por ello apuestan por reivindicar esta figura y hacer atractivo para los profesionales de la salud el desarrollo de su carrera en los pueblos.
Además, el concepto de salud comunitaria no se centra solo en la atención a las enfermedades, sino que busca el bienestar integral de las personas y la protección de las estructuras comunitarias que aseguran los cuidados que necesitan. Por lo que hay que coordinar en los programas de salud a otras personas y profesionales además de los sanitarios: profesionales que vigilan la calidad de las aguas y los alimentos, expertos en la agroecología, organizaciones que defienden el territorio, etc.
El movimiento de la España Vaciada mantendrá anualmente este tipo de acciones bajo el lema #YoParoPorMiPueblo, de manera que a principios de octubre convocará todos los años una acción de cinco minutos como el que se hizo el 4 de octubre de 2019 para reivindicar el Pacto de Estado por el reequilibrio territorial y contra la despoblación. A partir de este año, cada una de estas acciones estará centrada en una demanda específica de la España Vaciada que en esta ocasión será la reivindicación de una sanidad rural digna, porque no podemos permitir que la pandemia del coronavirus sea una excusa encubierta para recortar servicios sanitarios en las zonas rurales e implementar un modelo desde las administraciones públicas que siga recortando derechos.