Blog sobre Redecilla del Camino y comarca.

jueves, 17 de febrero de 2011

Declaradas Bien de Interés, Las Minas de Puras-Villafranca

Declarado Bien de Interés uno de los complejos mineros más antiguos de España

Valladolid, 17 feb (EFE).- 
El complejo minero de Puras-Villafranca, fechado en torno a 1800, ubicado en Belorado (Burgos) y considerado uno de los más antiguos de España desde el punto de vista industrial, ha sido declarado Conjunto Etnológico (Bien de Interés Cultural) por parte de la Junta de Castilla y León.
Situado en uno de los bordes de la Sierra de la Demanda, en el norte de la provincia burgalesa, el conjunto conserva aún las galerías, elementos e instalaciones relacionadas con la extracción del manganeso, finalizada en la década de los años sesenta del pasado siglo.
Escombreras, catas, bocaminas, lavaderos, polvorines, barrenos, pozos y oficinas forman ese complejo ahora protegido al igual que otros edificios anexos quedan cuenta de la vida, costumbres y relaciones sociales de la comarca, e incluso permiten apreciar la evolución de la minería, sus transportes y sistemas de seguridad.


La visita al Complejo Minero de Puras de Villafranca (vistia y tarifas) permite vivir en primera persona una experiencia minera de mediados del siglo XIX: cómo era la labor de los mineros que trabajaron aquí, las herramientas que utilizaban, los procesos industriales y los usos que se daba al mineral extraido.
El complejo minero permite adentrarse en varias minas reales de Manganeso (no son una reproducción) y conocer todas las infraestructuras asociadas a esta actividad industrial: desde los lavaderos de mineral, a la turbina que generaba electricidad, las oficinas... Es un viaje en el tiempo a la mina de Manganeso más antigua de España.

La Sierra de la Demanda, a cuyos pies se encuentra Belorado, cuenta con importantes bosques, lagunas de origen glaciar, yacimientos de huellas de dinosaurios y árboles fósiles, necrópolis, además de numerosos pórticos románicos.

ACUERDO 13/2011, de 17 de febrero, de la Junta de Castilla y León, por el que se declara el Complejo Minero de Puras-Villafranca en Belorado (Burgos), como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico.
Nº de Disposición: 13/2011;  BOCYL: 37
Fecha Disposición:  23/02/2011; Fecha Publicación: 23/02/2011
Órgano Emisor: CONSEJERIA DE CULTURA Y TURISMO

El complejo minero de Puras-Villafranca, constituye un relevante y singular testimonio histórico de la extracción de manganeso en España, tanto por el conjunto de construcciones vinculadas a esta explotación como por todo el conjunto de testimonios materiales e inmateriales y su incidencia en el espacio y territorio en que sea asienta, que ha llegado a nuestros días y nos permite reconstruir física y mentalmente, las relaciones sociales y de trabajo que se establecieron en el lugar en una época determinada.

La Dirección General de Patrimonio Cultural, por Resolución de 21 de abril de 2009, acordó incoar procedimiento de declaración, del complejo minero de Puras-Villafranca en Belorado (Burgos), como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico.

De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 11.2 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León y en el artículo 42 del Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León, aprobado por Decreto 37/2007, de 19 de abril, la Universidad de Valladolid y la Universidad de Burgos, informaron favorablemente la pretendida declaración.

Cumplidos los trámites preceptivos de información pública y de audiencia, dentro del plazo concedido al efecto no se presentan alegaciones.

De conformidad con lo preceptuado en el artículo 12.1 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León, y en el artículo 46.3 del Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León, aprobado por Decreto 37/2007, de 19 de abril, la Consejera de Cultura y Turismo ha propuesto declarar el complejo minero de Puras-Villafranca en Belorado (Burgos), como Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto etnológico a tal efecto se ha hecho constar que se han cumplimentado los trámites preceptivos en la incoación e instrucción del expediente, acompañando un extracto de éste en el que constan los datos necesarios para la declaración y los documentos gráficos correspondientes.

En su virtud, la Junta de Castilla y León a propuesta de la Consejera de Cultura y Turismo, y previa deliberación del Consejo de Gobierno en su reunión del día 17 de febrero de 2011, adopta el siguiente

ACUERDO

Primero: Declarar el Complejo Minero de Puras-Villafranca en Belorado (Burgos), como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Etnológico. Segundo: Delimitación de la zona afectada por la declaración:

Punto de inicio: (coordenadas ETRS89 UTM 30N en m) (X:479.595 Y:4.691.376).
Polígono formado por los siguientes puntos:
Punto A (X: X:479.610Y:4.691.640).
Punto B (X: X:479.929Y:4.692.008).
Punto C (X: X:480.268Y:4.691.943).
Punto D (X: X:480.165Y:4.691.503).
Punto E (X: X:480.172Y:4.691.304).

Motivación: El conjunto delimitado comprende un amplio espacio en el que se localizan numerosas bocaminas vinculadas a galerías subterráneas, algunas identificadas y acondicionadas para la visita, como la mina Pura y la mina El Comienzo y algunas otras aún no documentadas, así como un conjunto de construcciones vinculadas a esta explotación y en general todo el conjunto de testimonios materiales e inmateriales que constituyen un relevante y singular testimonio histórico de la extracción de manganeso y su incidencia en el espacio y territorio, que ha llegado a nuestros días de forma que nos permite reconstruir física y mentalmente, las relaciones sociales y de trabajo que se establecieron en el lugar en una época determinada.

La zona afectada por la declaración, es la que consta en el plano y demás documentación que obra en el expediente administrativo tramitado al efecto.

Contra este Acuerdo, que pone fin a la vía administrativa, cabe interponer potestativamente recurso de reposición ante la Junta de Castilla y León en el plazo de un mes, o bien directamente recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en el plazo de dos meses. Ambos plazos se computarán desde el día siguiente al de su publicación en el «Boletín Oficial de Castilla y León». Si se optara por la interposición del recurso de reposición, no podrá interponerse recurso contencioso-administrativo hasta la resolución expresa o presunta de aquél.

Valladolid, 17 de febrero de 2011.

El Presidente de la Junta de Castilla y León, Fdo.: J uan V icente H errera c ampo

La Consejera de Cultura y Turismo, Fdo.: m aría J osé s algueiro c ortiñas


sábado, 12 de febrero de 2011

12/02/1011 Fundación de San Salvador de Oña, hoy 1000 años.

(1011-2
         El día 12 de febrero de 2011 se cumple el milenario de la fundación del Monasterio de San Salvador de la villa de Oña por el tercer conde independiente de Castilla Sancho García, hijo de Garci Fernández y nieto de Fernán González. 
Redecilla del Camino, también tuvo la influencia de este Monasterio; este es un apunte: El  12 marzo de 1255 el monasterio de San Salvador de Oña entrega. mediante permuta,  a Dn. Diego López de Salcedo  las heredades que los monjes poseían en Redecilla del Camino a cambio de unas que  éste tenía en Prádanos de Bureba.



Para organizar este milenario se ha consituido la 
Fundación Milenario San Salvador de Oña,

 
 
PROGRAMA DE ACTIVIDADES

El Patronato  elaboró un borrador de actividades a desarrollar hasta el año 2011, año en el cual se conmemora el mil aniversario de la fundación del Monasterio
 
Divulgación científica
● Cursos de verano: En colaboración con la Universidad de Burgos se ha establecido un convenio para realizar cursos de verano los años 2008, 2009 y 2010.
● Congreso monográfico: Coincidiendo con el año del milenario (2011), se organizará un congreso científico monográfico que girará en torno a la figura del conde Sancho García, fundador del monasterio de Oña.
 ● Becas de investigación: Implantación de una beca de investigación en colaboración con la Universidad de Burgos y/o el CSIC para desarrollar un trabajo especializado que permita profundizar en el conocimiento de la arquitectura y/o el arte en el monasterio y la iglesia de San Salvador de Oña.
●  Libros divulgativos: Publicación de obras que ayuden a conocer el pasado de Oña y sus gentes...


Promoción del patrimonio de la villa de Oña y su monasterio
● Edición de un sello:
● Exposición artística: Organización de una exposición, de piezas de arte en el claustro gótico y en las naves de la iglesia de San Salvador, con la colaboración del Arzobispado de Burgos.
● Representación teatral: Puesta en escena a cargo de la Asociación El Cronicón de Oña de la obra Sancho García (1842), de José Zorrilla, sobre la leyenda de la condesa traidora y la fundación del monasterio de Oña.
● Exposiciones de pintura....




              


jueves, 10 de febrero de 2011

Dispuestos a no olvidar, La Danza en Belorado y Comarca

Del Blog beliforano "Un Cajón Desastre Cualquiera" cogemos este artículo sobre la 
Danzas de nuestras tierras

Texto seleccionado y referente a la danza beliforana y comarcal del artículo escrito por D. Rufino Gómez Villar, “La danza de Belorado, un ejemplo de la circularidad cultural”, que sirve como prólogo en el  libro “La danza riojana: historia, sociedad y límites geográficos” editado por la asociación Spiral Folk de Alberite (La Rioja), que recomiendo dese este humilde espacio. Las fotografías  son cortesía de Belorado Red Social


El viejo partido judicial de Belorado es, sobre todo, un país cohesionado por sus campesinos y  comerciales de sus productos en el mercado y las ferias de la Villa. En su evolución histórica los cambios dinásticos medievales, la distribución de sus pueblos en tre los diferentes señores del Antiguo Régimen, la dicisión provincial o la nueva estructuración en comunidades autónomas no ha significado ni debe significar más allá de  un hecho secundario. Su personalidad se ha transmitido de forma invisible por los agricultores y los artesanos de Belorado Y Cerezo, por los fabricantes de paños y bayetas de Pradoluengo, por los leñadores y carboneros de la Demanda, por los mineros y pastores.
En consonancia con la crisis generalizada que afecta a las sociedades campesinas de España, al identidad cultural de la comarca se encuentra próxima a la desaparición. La vida tradicional de los pueblos se haya ya totalmente sumergida en la uniformizadora cultura urbana que penetra incesante en su cuerpo a través, fundamentalmente, de los medios de comunicación.
Sin embargo, la danza de Belorado, al menos en la capital comarcal, permanece viva. A pesar del difícil contexto en que se denvuelve y de su larga duración, desde los años setenta el fenómeno de la danza mantiene con al misma fuerza que a principios de siglo sus elementos característicos.
En los años sesenta y setenta del siglo XX la danza tuvo que convivir con una serie de circunstancias negativas que pusieron en peligro su varias veces centenaria existencia en nuestra zona la emigración acarreó la despoblación de varias aldeas y dejó a otras muchas con tan pocos vecinos que el entramado social, económico y cultural de estas pequeñas comunidades humanas quedó arruinado, tal vez para siempre. Se perdieron entonces las danzas en Puras, Villambistia, Espinosa del Camino, los pueblos de La Loma, Valmala, Rábanos.
Sin embargo, el desolador y continuado éxodo rural no explica por sí solo el abandono de los ciclos dancísticos en pueblos importantes, casos de Cerezo y Pradoluengo. Aquí la urdimbre que mantenía las estructuras culturales tradicionales no pudo sosportar las competencias de las nuevas formas musicales, del prestigio que rodeaba a los jóvenes conectados con los gustos y modas procedentes de la ciudad. A pesar de la intensidad con que se mantenía en Cerezo, la danza dejó de formar parte de la fiesta en esos años, aunque hubo varios intentos de recuperación, movidos en ocasiones por el afán de emular modelos festivos cercanos.

Danzadores de Cerezo. Convento 2010
En Pradoluengo asistimos a una circunstancia singular, premonitoria del peligro que, algunas décadas más tarde, acecha a las danzas de otros lugares. En la villa serrana se optó, sencillamente, por sustituir el patrón tradicional por el de uno de los llamados grupos de ciudad. Quedaba la puerta abierta para incluir chicas en los bailes, probar con los números de todas las provincias de Castilla, modificar la indumentaria, diseñar nuevas coreografías. En el olvido quedaron los viejos programas festivos en los que el alcalde de la villa ordenaba “se tenga la danza acostumbrada, procurando siendo posible, que los danzadores sean de pequeña edad, traiendo gaitas” (1)
En Belorado, la crisis de los sesenta se superó no sin grandes dificultades. En el año 1965 la falta, por primera vez, d euna cuadrilla de jóvenes dispuestos a coger la danza el día de San Vitores arrojó la responsabilidad de mantener la tradición sobre un grupo de viejos danzadores cuyas edades rondaban la cuarentena.
El comienzo de la década de los noventa conoció una revitalización explicable por una serie de factores acordes con la situación económica y política de España. Entre todos ellos debe destacarse que en paralelo con la búsqueda de identidades de los territorios que integran las comunidades autónomas, en el medio rural se detectó un interés generalizado por recuperar la personalidad cultural de los pueblos, perdida o debilitada desde los años de la posguerra.
En este sentido debe señalarse el apoyo institucional recibido por parte de la Diputación de Burgos a la hora de recoger documentalmente los modelos coreográficos de los bailes del cuerpo de danzas en varias aldeas de la comarca. En estos lugares se consiguió reunir un grupo de jóvenes para escenificar, bajo al dirección de antiguos danzadores, los diferentes números de las danzas pero, tras un par de años, el proyecto mostró en todos ellos la imposibilidad de mantener la vigencia de la costumbre.
Por el contrario, en Belorado, ha surgido en estos últimos años un llamado Grupo de Danzas “El Tirón” cuya finalidad declarada es el aprendizaje de una serie de bailes castellanos ajenos al modelo beliforano y la teatralización de algunas costumbres tradicionales ajenas también al marco geográfico comarcal. La asociación cuenta con un buen número de socios y recibe ayudas económicas del gobierno regional.
A pesar de todo, la danza de Belorado continúa su camino. También es cierto que a través de su propia existencia expresa los cambios acaecidos en la sociedad campesina.  Los jóvenes que mantienen la tradición son, sin duda, conscientes de que Belorado y su comarca tienen una profunda personalidad que se expresa a través de su danza. Hay una razón profunda, una especie de honor aldeano, un orgullo de ser danzador. Se siente en el pueblo.

Danzadores beliforanos en 1994 
El espacio festivo beliforano se estructura en torno a la danza desde el momento mismo del bandoHasta los años y tras la notificación festiva, las cuadrillas de mozos interesadas en coger la danza subían  al salón de juntas del ayuntamiento donde tenía lugar su remate en pública subasta. Hoy el método de asignación ha sido sustituido por el habitual y aséptico procedimiento del pliego cerrado. A partir de ese momento la cuadrilla ganadora, generalmente un grupo de amigos, comienza el adiestramiento bajo la dirección de un maestro, un antiguo danzador.
Entre los protagonistas de la danza y su audiencia, en principio todo el vecindario, se establece también una relación de tipo pecuniario a través de la petición de propinas. Así el viernes, el día grande de la fiesta, se pide a la entrada de la misa mayor a las mozas y por la tarde a los hombres a la puerta de los cafés. La cuestación dirigida a las mamas de casa se reserva para el domingo por la mañana cuando danzantes y gaiteros recorren bailando las calles de la población mientras por la tarde se pide a los forasteros.

Esperando a la Virgen de Belén
La danza se manifiesta como eje fundamental de las fiestas desde el momento mismo del inicio. En el mediodía de la víspera, la presencia de los gaiteros en la Plaza Mayor, bajo el balcón del ayuntamiento, funciona por sí sola como elemento desencadenante de un tiempo diferente.
En Belorado, la espontaneidad deja paso a una emotiva ceremonia civil que se continua con el desfile por la scalles de la villa del cortejo integrado por las autoridades, la banda de música, los cabezudos, la danza y, en lo últimos años, las charangas de las peñas. Este momento inaugural se conoce por el nombre de  baile de pasacalles – El Arranque – y concita en torno a los protagonistas a toda la colectividad beliforana.

Charanga de la peña El Arranque, en los años sesenta
Expuestos a los ojos de un público del que forman parte, los danzadores, si son noveles, viven entonces la experiencia decisiva de su transformación en mozos. Dispuestos en dos líneas enfrentadas de cuatro danzadores cada una, esperan expectantes la señal sel cachibirrio para iniciar el baile. El Arranque, como com,o todas las demás danzas, comienza con una melodía, la entradilla, que funciona como llamada de atención para los bailarines y se concreta en un salto con los pies juntos.

Posteriormente siguen con un paso rítmico y uniforme girando alternativamente a un lado y otro y tocando simultáneamente los pitos. Las tonadas de los pasacalles,a  pesar de su variedad, tienen todas una clara connotación militar.
Una característica común a todos los pueblos es el hecho de que la danza solamente acompaña a las imágenes de los santos locales en las procesiones de finales de verano. Un viernes por al tarde, en septiembre, los danzadores acometen la doble tarea de celebrar en nombre de la colectividad la recolección de los frutos y la de conmemorar el comienzo de un nuevo ciclo agrícola. La danza combina así las circunstancias históricas y humanas de cada cosecha con la temporalidad de los ciclos estacionales. La procesión se inicia con la salida de las imágenes de la iglesia de Santa María, al pie de las ruinas del castillo y los sucesivos saludos, los vivas, y bailes a cada una de ellas. En último lugar abandona el templo al Virgen de Belén y su presencia es saludad con los habituales toques de campana, cohetes y marchas triunfales. En un clima de gran seriedad los danzadores dedican dos bailes a la Virgen, uno de ellos, invariablemente, la Bailada y tras su interpretación secundan los fritos del cachiburrio: Viva la Virgen de Belén, Viva la Panaderota corriendo y saltando hacia la imagen de la patrona. Obedeciendo una señal del cachiburrio y al inmediato sonido de las gaitas se pone en marcha el interminable cortejo procesional, con los danzadores bailando sin interrupción a los acordes invariables, monótonos, de la melodía del pasacalles. El ritual exige además que los danzadores acompasen su marcha a la, más lenta, de los porteadores de las imágenes por lo que, con demasiada frecuencia, se ven obligados a volver a su busca. Al pasar la comitiva por las plazas de San Nicolás y Mayor se repite la secuencia anterior y al llegara  la ermita, fuera ya de los muros protectores de la vieja muralla, se interpreta el catálogo completo de los bailes. Aquí se renuevan los acostumbrados vítores a los santos en una apoteosis de saltos y carreras. Tras dos horas de procesión y la escenificación de veinte bailes, la Virgen queda acogida a su ermita propiciando, tal vez, la llegada de una nueva primavera.

Danzadores beliforanos, año 2000
Interesa dejar constancia ahora de que a lo largo del desarrollo procesional se bailan exclusivamente danzas de pitos (el término podría tener su origen en el nombre “piteros”, con que fueron conocidos en la comarca los tamboriteros) y que solamente  al final del traslado se ponen en práctica las coreografías de las tres en que los danzadores utilizan palos, los famosos truquiaus.
Sabemos también que a lo largo de  la dilatada historia de la danza de Belorado se ha producido una notable disminución en sus actuaciones festivas. A este respecto conocemos que hasta el siglo XVIII los danzadores bailaban además durante los días de los patronos locales, San Juan y San Vitores.
Entretanto, en los últimos años se ha recuperado la costumbre de danzar dentro de la iglesia el día de la víspera. En este sentido, y por una vez, el peligroso intervencionismo practicado sobre los aspectos más vendibles de la cultura popular se ha mostrado afortunado a devolver a la danza un ámbito propio y confuso que mezclaba lo profano y lo sagrado. La tradición desapareció como consecuencia de la famosa Real Orden de 1780 por la que Carlos III prohibía el concurso de las danzas dentro de las iglesias, auqnue anteriormente, en 1756, el abad de San Millán ya había desautorizado danzar, jugar y comer dentro de la iglesia del priorato de San Miguel de Pedroso (2)
Los bailes de pitos se llaman: Los Brincos, El Pelele, Las Callejas, La Cascabelada y La Bailada, y los troqueaos: Las Ovejitas, La Susana y El Herrador. Aunque los modelos coreográficos presentan notables semejanzas, es fácilmente constatable que en los números de palos el grado de teatralización es mayor, o al menos más evidente con las claves interpretativas manejadas por los modernos espectadores.
Una danza que manifiesta claramente su contenido dramático es El Herrador. Tras el salto de introducción que sigue a la entradilla de los gaiteros y al gesto conminatorio del cachibirrio, los dos grupos de cuatro danzadores armados de palos se enfrentan golpeando rítmicamente sus armas para inmediatamente después pasara  recrear por parejas las acciones elementales en los quehaceres habituales de los oficios de barbero, músico, tejedor y herrador.
La misma estructuración coreográfica en dos partes bien diferenciadas se muestra en las otras zonas de palos. En Las Ovejitas, a la conocida secuencia de la batalla sigue la dedicación afanosa de los danzadores a las labores de la cava o de la escarda, ejercicio que imitan golpeando con los palos, unos sobre el otro, en el suelo. En la segunda parte de La Susana, sin duda una deformación de La Hossana, se forma un núcleo con los cuatro danzadores centrales y otro concéntrico con los restantes que luchan golpeando sus armas al tiempo que se desplazan girando en sentido contrario a las agujas del reloj.
La homogeneidad estructural de las danzas beliforanas se rompe con La Bailada ya que la virtualidad de este baile se basa en la habilidad de cada danzador para tocar los pitos y simultáneamente cruzarse saltando brevemente dos veces sobre el mismo pie.
En toda la comarca el fenómenos de la danza presenta un grado de semejanza muy elevado y se manifiesta en las fechas escogidas para su celebración, las fiestas de Gracias, en septiembre; en el número de los danzadores y en sus vestimentas, en la utilización instrumental de pitos y palos, y en la repetición, tan solo con pequeñas variaciones, de las mismas coreografías. De esta forma vemos cómo en casi todas las aldeas se ponen en práctica Las Ovejitas, El Herrador, El Pelele, Las Callejas o La Venia Cascabelada.
Un elemento unificador de los corpus dancísticos ha sido, sin duda, el gaitero quien, junto al cachibirrio, ejercía de maestro de danzas en los últimos ensayos de la tarde de la víspera de fiestas. Hasta tal punto puede ser cierta esta aseveración que la hipotética reconstrucción del catálogo de pueblos donde era encontrado un determinado grupo de gaiteros mostraría la existencia en esos mismos lugares de algunos bailes muy bien caracterizados.
Por otra parte, el análisis de algunos números de danzas de palos existentes en comarcas distantes y la constatación de que sus características básicas en cuanto a estructuras coreográficas y vestimentas antiguas son muy semejantes entre sí, nos impulsa a pensar en un agente homogeneizador que bien podría identificarse con grupos de danzantes procedentes del Reino de Valencia. En las fuentes documentales del Antiguo Régimen aparecen estos bailarines citados con profusión con motivo de su contratación por ciudades y villa simportantes. Procedentes de las comarcas montañosas de  Els Ports (Morella) y Peñíscola formaban grupos profesionalizados que se desplazaban por Castilla, León, Cantabria, el País Vasco, La Rioja y Navarra siguiendo el calendario de fiestas. De ser cierta esta hipótesis, los bailes valencianos habrían terminado por ser copiados por los maestros de danzas locales y, posteriormente, trasladados por gaiteros y tamboriteros hasta pequeñas aldeas.
El traje de danzador ha sufrido un claro proceso de empobrecimiento, hasta el punto de que su vestimenta coincide esencialmente con la de cualquier varón endomingado en los años cuarenta: el pantalón del domingo, la camisa blamca, la faja y las alpargatas de los días señalados, y como únicos elementos distintivos el pañuelo de colores en la cabeza, las bandas que cruzan el pecho y los lazos anudados en los brazos. Sólo en Redecilla del Camino se usan como elemento decorativo unas coderas multicolores elaboradas en lana. En las poblaciones importantes, Cerezo y Belorado, se produjo, ya antes del comienzo del siglo XX, la sustitución de las sayas por pantalones blancos y se cambiaron las bandas de colores por los usuales mantones de Mnaila que traían los quintos desde plazas del norte de áfrica. Curiosamente en Belorado la indumentaria destaca todavía la distinción entre la víspera y los demás días festivos ya que, en la jornada previa, los danzadores visten, digamos, de calle.

Niños danzadores hace 40 años
Adheridas a las melodías musicales de la danza se han transmitido un conjunto de letras cuya finalidad ha sido la de facilitar el aprendizaje de las diversas coreografías: hasta hace unos pocos años los maestros de danza se servían de ellas para recordar las tonadas iniciales de los bailes. Un ejemplo popularísimo es el que acompaña la tocata de Los Brincos:
Ya llevan al Santo a la ermita
tararí tararí tararita
ya le llevan al Santo a la ermita
tararí tararí tarará.
Aunque en el barrio de San Miguel tienen esta otra:
A la Nati, la pantalonera
en el baile le entró cagalera
y su novio, como era tan chulo
la pegó una patada en el culo.
Son todas ellas muy sencillas, de profundo sabor popular.
El Herrador:
Los pollos a la cazuela
son ricos y saben bien
Avisa a la doncella
que los sabe componer
La Susana:
Susana, Susana
que me des una manzana
que la ía está gusana
y no la puedo comer
En el barrio de San Miguel de Pedroso cantaban así:
Hosanna, hossana
si me das una manzana
para quitarme esa desgana
que se me ha puesto un dolor.
La letrilla más extendida por el área dancística de la comarca es, sin duda la de Las Ovejitas, que en Belorado se canta así:
Las ovejitas madre
¿Quién las ha de guardar?
El pastor, los perritos y
la ca-cha-ba.
En Villafranca se guarda otra versión adaptada a un baile de palos que llaman de la misma manera. Ahora, la letrilla nos aclara la razón de la negativa del cante a pastorear el rebaño familiar:
Las ovejitas madre
¿Quién la sha de guardar?
Las ovejitas madre
¿Quién las ha de guardar?
Porque yo no, no, no
Porque yo no, no, no
Porque madre mía
me quiero casar.
El repertorio vocal de la danza en Belorado se completa con los versillos de La Cascabelada:
La Virgen tenía un huerto
el huerto tenía un rosal
el rosal tenía rosas
rosas tenía el rosal
Y con los del pasacalles:
Farrabús tocaba la gaita
y la Polonia los platillos
En este último ejemplo la creatividad popular no ha hecho otra cosa que sustituir o cubrir el vacío y ha historizado la melodía colocando como protagonistas a un gaitero belifprano de los años treinta, Farrabús, y a su esposa. La msisma tendencia a asociar las melodías con los nombres de gaiteros conocidos se observa en la entradilla recogida en Cerezo:
Entre Salus, Regino y Manuel
cántara y media de vino
se van a beber… er.


Danzadores beliforanos en plena danza
El cachibirrio, el bobo en Cerezo, parece remitirnos a través de estas actuaciones a un tiempo distinto y, tal vez, anterior al oficializado por la ortodoxia cristiana. Tras su incorporación a la danza como director y maistagogo escénico, la utilización del espacio cultural de la iglesia para la renovación anual de estos restos de religiosidad precristiana se trasladó al ámbito propio de la danza. Se ve claramente, en mi opinión, en el desarrollo escénico del baile de El Muerto. En este conocidísimo número se asiste  una rebelión de los danzadores contra el cachibirrio, a quien simulan golpear hasta la muerte: a continuación, en algunas versiones, se le eleva al horizonte sobre las cabezas de los rebeldes y se le mantea. La teatralización de la muerte queda reforzada musicalmente por una tonada triste y los danzadores se esconden, temerosos, entre el público (3) . Inusitadamente el cachibirrio resucita y, uno tras otro, devuelve violentamente a los bailarines al orden exigido por al danza. En Villambistia llaman a esta danza El Pelele pues en el momento del manteo siustituían al cachibirrio por un muñeco de trapo. Agazapado bajo las formas simbólicas de la danza y enmascarado por un tratamiento bufonesco es evidente, sin embargo, que se trata aquí el viejo tema de la resurrección, de la renovación natural. Lo que resulta increíble es que resucita el cachidiablo, el bufón, algo de todo punto de vista inaceptable para los esquemas doctrinales de la religiosidad oficial.
Paradójicamente estos restos de religiosidad popular han pervivido formalmente debido a la presión de la iglesia. Con el objetivo de formar a un pueblo contaminado de ideas supersticiosas se incluyó en los autos sacramentales y en las procesiones del Corpus el personaje del cachidiablo. La figura, el demonio, que todavía en pleno Renacimiento causaba terrores en los medios populares, se personificaba en  un botarga que movía a la risa al pueblo y era objeto de burlas, por sus saltos y bailes ridículos y violentos delante de la Custodia. Era en su actuación el contrapunto al baile ordenado y a los ritmos musicales de las danzas.
Paralelamente a los cortejos procesionales escenificados por al ortodoxia católica este cachi-diablo, casi-diablo, cachiburro o cachibirrio formaba parte, como protagonista principal, de las fiestas del carnaval rural. En el universo carnavalesco se promovían imágenes del caos, soportadas por al oficialidad solamente durante unos días, del desorden y de la inversión de valores que convertían a  la figura ambigua y heterodoxa del cachibirrio en rey de la fiesta.

Chiguito beliforano ataviado de cachibirrio para la ocasión
Con la adopción por parte de la danza de la figura del cachibirrio el tiempo carnavalesco se trasladó en nuestros pueblos a septiembre. La autoridad que los mozos otorgaban a su acalde – cachibirrio hacía al mismo custodio del grupo de jóvenes, con atribuciones bien señaladas dentro de la danza; entre ellas sobresale su facultad para administrar y guardar las propinas recibidas del vecindario los días de fiesta o la de despejar de espectadores, a veces azotándolos con la fusta, el espacio requerido para la interpretación de los bailes.
En Belorado el cachibirrio viste con unos pantalones abombados de colores vivos, rojo y amarillo, una faja faltriquera de lana para guardar el dinero y una boina cruzada por uan cinta con los redundantes tonos luminosos de la bandera de España (4). A pesar de la probable injerencia política en la elección de los colores, su indumentaria sigue siendo claramente uno de los aspectos de su variada personalidad: el de payaso, el de bufón medieval. Pero también porta el atributo de la realeza, de los personajes capacitados para administrar justicia: el cetro, la fusta de tiras de cuero, en otros pueblos el rabo disecado de un toro.

Desde finales de el siglo XIX y en concordancia con los cambios culturales de la época se produjo una incorporación decisiva al entorno musical de Belorado: la banda municipal. Por su parte, al dulzaina siguió siendo el instrumento con que se acompañaron las actuaciones de la danza.
En estos primeros años del siglo sorprende la  profusión de gaiteros locales: En 1908 Fernando Eguiluz es el tañedor de la gaita. En 1910 los gaiteros Angel y Gregorio Gordo y en San Miguel, en 1916 toca la gaita Gregorio Peñafiel. A partir  de, como muy tarde 1913, se hizo tradicional el ajuste de los renombrados gaiteros de Treviana, Ramón Cantabrana y Aniceto Barrasa. En la actualidad, y ya va para dos generaciones, Serafín Abeytua (ya fallecido), el gaitero de Albelda, es el encargado de  echar el Arranque la víspera de las fiestas de gracias y de acompañar a los danzadores a subir a la Virgen en al procesión del viernes. Serafín, el gaitero, es símbolo de fiesta.
La danza de Belorado y su comarca posee además de un genuino contenido estético, suficientes elementos como para considerarla un “hecho social”. En ella se encuentra el mejor emblema de la identidad comarcal. Desde hace al menos cuatrocientos años la danza ha formado parte de los rituales festivos de Belorado. De su importancia dentro de la vida ceremonial de la villa deja constancia la existencia de un cargo municipal, el diputado de danzas, encargado de enseñar el baile a los jóvenes danzadores. Un aspectod e la cuestión, en absoluto desdeñable, es la estimación monetarizada que de los danzadores ha tenido el grupo social que los ha sustentado: el pueblo.
No obstante, lo que importa no son la sinterpretaciones sociológicas ni las creaciones intelectuales sino el mito ritualizado que al representación misma de la danza permite, año tras año, recobrar. Y la emoción.

  1. Actas municipales, 1845. Archivo municipal.
  2. San Miguel de Pedroso. Cuna del primer convento de monjas de Castilla. Ignacio Manso Marín.
  3. En la versión recogida en Quintanaloranco la letrilla de la danza, aludiendo al momento en el que el cachibirrio es asaltado por los danzantes, decía así: ¡Tenle! ¡Tenle! ¡Tenle! que ese buena bolsa tiene. Antes que no al tenía nunca le llevaban a la Caída.
  4. En el siglo XVII, el cachibirrio beliforano cubría su cabeza con un capirote. Así lo sugiere una nota de gastos municipales entre los que se citan los de danza, tamboriteros, gaiteros, tambores, librea, cascabeles y capirote. Protocolos notariales. Sección Concejos. Archivo Histórico Provincial de Burgos.

domingo, 6 de febrero de 2011

Restauración del puente romano de San Ciprian en Cerezo

GERARDO GONZÁLEZ / Briviesca El Correo de Burgos

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Rafael Romeo, anunció ayer la conclusión del proyecto para la restauración del puente romano de San Ciprián en Cerezo del Río Tirón. 
Este proyecto se encuentra actualmente pendiente de la aprobación definitiva por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y se ejecutará con cargo al uno por ciento Cultural con una inversión de más de 390.000 euros. 
La importante novedad fue dada a conocer durante la reunión celebrada ayer en la Subdelegación del Gobierno de Soria con motivo del seguimiento de las actuaciones del MARM en la Cuenca del Ebro.


Esta declaración confirma lo anunciado por el Consistorio de Cerezo a mediados del pasado año que confiaban en la posibilidad de que la CHE pudiera iniciar las obras este año. 
Cabe recordar que la restauración de este puente romano ha requerido de una larga tramitación administrativa que tuvo su primer aval en el año 2008. 
En el la comisión mixta del Ministerio de Cultura y Ministerio de Medioambiente acordó permitir su rehabilitación y la subdirección general de protección del patrimonio histórico consideró que la actuación cumplía con las condiciones establecidas por la comisión interministerial y la de la Confederación hidrográfica del Ebro. 
Esta consideración fue tomada tras el estudio del informe elaborado por la Junta de Castilla y León en el que el puente goza de un régimen de protección asimilable para los Bienes de Interés Cultural. 
En el transcurso de este vaivén administrativo los fenómenos meteorológicos adversos dejaron su huella en el puente siendo preciso apuntalar en primer instancia uno de sus costados, tras producirse un gran boquete por las fuertes lluvias, que amenazaba con hacer caer parte de su estructura. 
Posteriormente se colocó un puntal en el propio arco para evitar que progresen los daños habida cuenta que pese a no canalizar agua si actúa como elemento de comunicación con tráfico rodado. 
Esta futura actuación en el puente de San Ciprian permite mantener la esperanza de que el otro puente romano de la villa, el de San García, también pueda ser objeto de una restauración que asegure su integridad.

La CHE restaurará el puente romano de San Ciprian de Cerezo de Río Tirón | El Correo de Burgos


viernes, 4 de febrero de 2011

Recuperación de charcas para los anfibios de la zona riojana

En las charcas riojanas, cercanas a Redecilla del Camino, la Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial ha decidido favorecer la conservación y mejora de las poblaciones de anfibios mediante el acondicionamiento o creación de medios acuáticos en los que puedan reproducirse, criar y completar su ciclo vital
Esta línea de actuación, tan sencilla y económica como efectiva, ya ha demostrado su eficacia en otros puntos de España y Europa.

En los últimos años, la Dirección General de Medio Natural ha desarrollado distintas iniciativas para la creación o mejora de charcas y humedales con el fin de proteger los anfibios y el resto de especies de flora y fauna que dependen de ellas. Entre ellas figuran el cerramiento de la Laguna de Anguta en Valgañón, la declaración de los Sotos de Alfaro como Reserva Natural, la inclusión de las Lagunas de Urbión en la lista Ramsar, la creación y adecuación del humedal de la Degollada o la declaración de la Laguna de Hervías como Área Natural Singular. 

En 2009, se llevó a cabo la restauración hidrológica del lago de Herramélluri, que ya ha sido rápidamente colonizado por varias especies de anfibios, y en 2010 se han acondicionado tres charcas en la sierra riojana, concretamente en Ezcaray, Rabanera y Ventrosa. 

Estas y otras actuaciones similares que se desarrollen en los próximos años se enmarcarán en este nuevo plan que pretende restaurar todos los hábitats acuáticos de la región claves para la supervivencia de los anfibios, crear nuevas charcas donde sea necesario, fomentar un uso de charcas y balsas compatible con la supervivencia de los anfibios, avanzar en su estudio y conocimiento y potenciar la educación y el voluntariado ambiental en torno a este tipo de ecosistemas.

El Gobierno de La Rioja confía en que este documento suponga un respiro para los anfibios de la región.  
La experiencia previa en el lago de Herramélluri o en la laguna de Valgañón hace pensar que estas actuaciones tendrán éxito ya que, si se logra agua limpia para el desarrollo de las larvas y vegetación en las orillas que sirva de refugio a los adultos y atraiga a los insectos, los anfibios son capaces de colonizar cualquier masa de agua con gran facilidad.

Información recogida en Agroinformación
http://www.agroinformacion.com/

Santo Domingo declarado "zona turística"

A efectos comerciales 
Santo Domingo de la Calzada es considerada como 'zona turística' con vigencia anual permanente.

Ello permitirá a todos los Redecillanos tener la mayor disponibilidad horaria en los servicios y comercios de Santo Domingo de la Calzada.


Tal calificación responde a la solicitud planteada por el Ayuntamiento en el año 2009 y, además del reconocimiento intrínseco de la importancia turística de la localidad, conlleva la libertad de horarios comerciales durante todo el año. (no solo los fines de semana).

Fue en la sesión plenaria del mes de diciembre del año 2009 cuando la Corporación aprobó solicitar al Gobierno regional la declaración de Santo Domingo de la Calzada como 'municipio o zona turística' de La Rioja, propuesta que se justificaba en «los numerosos valores turísticos, culturales y patrimoniales de la ciudad, incrementados en los últimos años de forma notable».
Se solicitó para todo el año, al entender que las posibilidades de la ciudad y las actividades que en ella se desarrollan «justifican sobradamente este ámbito temporal».

sábado, 29 de enero de 2011

Presupuesto del Ayuntamiento de Redecilla del Camino, 2010

El presupuesto del Ayuntamiento de Redecilla del Camino para el año 2010 fue de unos gastos de 610.000,00€, que dividido entre 133 habitantes ( censo 2009 ), da un gasto de 4.586,47€ por persona.

El presupuesto  disminuyó en -52.000,00€ ( -7,85% ) con respecto al año 2009.


Los gastos de personal no han variado con respecto al año 2009.
De media en los ayuntamientos de España ( 2009 ) se dedica un 31,57% a gastos de personal, en el ayuntamiento de Redecilla del Camino se dedica un 22,13% del presupuesto 9,44 puntos porcentuales menos que la media nacional.
 
Los gastos en Inversiones Reales han disminuido en -53.000,00€ ( -16,83% ) con respecto al año 2009.
De media en los ayuntamientos de España ( 2009 ) se dedica un 21,79% a gastos en inversiones reales, en el ayuntamiento de Redecilla del Camino se dedica un 42,95% del presupuesto 21 puntos porcentuales mas que la media nacional.


Presupuesto municipal Ayuntamiendo de Redecilla del Camino 2010.

INGRESOS
GASTOS
Capitulo
Importe (€)
%
Capitulo
Importe(€)
%
 Impuestos directos
39.000,00 €
6.39%
 Gastos personal
135.000,00 €
22.13%
 Impuestos indirectos
0,00 €
0.00%
 Gastos bienes y servicios
163.000,00 €
26.72%
 Tasas y otros ingresos
120.900,00 €
19.82%
 Gastos financieros
5.000,00 €
0.82%
 Transferencias Corrientes
125.000,00 €
20.49%
 Transferencias Corrientes
16.000,00 €
2.62%
 Ingresos Patrimoniales
42.100,00 €
6.90%



 Enajenación Inver. reales
0,00 €
0.00%
 Inversiones reales
262.000,00 €
42.95%
 Transferencias de capital
230.000,00 €
37.70%
 Transferencias de capital
0,00 €
0.00%
 Activos financieros
0,00 €
0.00%
 Activos financieros
0,00 €
0.00%
 Pasivos financieros
53.000,00 €
8.69%
 Pasivos financieros
29.000,00 €
4.75%
Total
610.000,00 €
100%
Total
610.000,00 €
100%

jueves, 20 de enero de 2011

Noticia Arqueológica en el entorno de Cerro de Grañón y el Castillo de Ibrillos

NOTICIA ARQUEOLÓGICA EN EL ENTORNO DE CERRO DE GRAÑÓN (La Rioja) Y EL CASTILLO DE IBRILLOS (Burgos) 

Rufino Gómez Villar, beliforano, nos vuelve a dar una estupenda noticia, con su "Noticia Arqueológica..."


Basándose en los materiales encontrados, los restos (tanto de ajuar, monedas.... como elemento constructivos)  pueden atribuirse al periodo romano, especialmente de la época bajoimperial. 
Todo vinculado, como venimos comentando en este blog, a la enorme influencia la ciudad celtoromana de Libia (Herramelluri), ciudad presumiblemente abastecida por las aguas del  río Reláchigo, y a cuyos pies está ubicada.


Rufino Gómez da a conocer y localiza una serie inédita de 8  localizaciones y poblamientos de épocas romana y medieval ubicados entre Grañón y Redecilla del Camino.
Varias de esas localizaciones ya había llegado a nosotros como tradición oral o como topónimos



Estos lugares se encuentran alineados a lo largo de un trazado paralelo entre el río Reláchigo y la N-120 en su margen derecho.


Este secuencia de lugares ordenados en la vega del río Reláchigo invita a  pensar en la existencia de una vía romana secundaria por aqui, cuya estructura es anterior al Camino "francés"  a Santiago y que debió perdurar hasta el inicio de esas peregrinaciones jacobeas...



Las domus (casas o villas romanas), el molino, el convento, el monaterio...como podeis ver en la imagen adjuntada, se ordenan a lo largo de dos corredores naturales: el Reláchigo y del camino a Ibrillos que comuncaba su fortaleza con la del Cerro de Grañon....



Cerro Grañón, 
La Domus de “El Molino de Zalla”, 
El monasterio de San Martín, 
La Domus de San Martín, 
“El convento de Buradón”, 
La Domus de El Mercado Viejo, 
La domus de la Callejita de las Monjas y 
La Villa de la Paul
El Castillo de Ibrillos.



Esos emplazamientos forman parte  de una secuencia de poblados y oppida que señalan la existencia por aquí, ya en época celtibérica, de una camino de acceso a la Meseta desde el Valle el Ebro.



Muy interesante artículo que, a la vez que asienta intuiciones que a todos nos han llegado de nuestros antepasados y de la tradición roal, abre un campo imponente para la investigación, para su reconocimiento, y, ¡ojala! se convierta en una inyección de autoestima, para el enrequicimiento patromonial de la comarca...
Desde este blog volvemos a agradecer a Rufino Gómez, este trabajo y los muchos otros que va dedicando a la comarca....
Ya venimos diciendo que en entorno a la vega del río Relachigo y en todo su recorrido desde Redecilla del Camino hasta Libia (Herramelluri) hay mucha historia por descubrir. 
Y Rufino ha puesto en el mapa la 1ª cara que conozco a  7 poblamientos de los que siempre en Redecilla hemos tenido barruntos comentados por nuestros mayores, o que nos cantaban al oído con tesoros de nombres de pagos (Praulavilla, El Villar, Sestil, Sobrecarrera, Vegas, Callejas la Monjas, La Herrán, El Cerrado, La Tejera...)

El estudio ha sido publicado en el  
Boletín del Instituto Fernán González (B.I.F.G), Burgos, LXXXIX, nº 241 de 2010/2, pags. 331-343. 
No te pierdas el texto integro..., merece la pena...

miércoles, 19 de enero de 2011

Tranquilidad a la fuerza

El río Reláchigo, Tranquilidad a la fuerza
ÉSTE ES MI PUEBLO, Herramélluri, Ramos Ranedo.

La Rioja. Javier Albo. 19.01.11
DESDE 'las bodegas', la localidad riojalteña se perfila como una empedrada línea entre terrosos campos que hibernan aguardando a la estación de la vida. Ramos Ranedo señala un punto. No se ve, perdido entre casas, pero, al final de la imaginaria línea que sigue a su dedo índice existe una pequeña huerta que hoy duerme pero en la que, en verano, «se está genial». Bodegas y huerta son los dos rincones favoritos de Herramélluri, su pueblo.


En él nació, y con ella salió una rama más en el ya frondoso árbol genealógico de herramellurinos en su familia. Sus calles la vieron crecer hasta los 14 años. Después vivió en Baracaldo y Logroño, y, cuando se casó, volvió a Herramélluri. «No había agua en las casas, aunque la pusieron al poco, y se iba a lavar al río», recuerda.


Las cosas han mejorado con los años y, a la par, el pueblo ha ido perdiendo habitantes, un centenar a día de hoy. La vida en él es «muy tranquila», demasiado a veces. «El problema es que no hay gente en invierno. Cada vez somos menos y, cuando alguien se muere, una casa se cierra para siempre», lamenta Ramos.


Ella lleva Afammer en la localidad. «Yo he conocido La Rioja gracias a a la asociación», dice entre elogios a la labor que realizó Blanca Pozo y apenadas aseveraciones por la escasa respuesta a las actividades que se programan. Y se repite: «Es que hay poca gente».


El paseo de la ermita y el ribereño habilitado junto al río Reláchigo -también el Tirón cruza la localidad-, son dos de los lugares que llevaría a ver a cualquier visitante. Y al hablar de la labor realizada en los ríos por numerosos voluntarios del pueblo, muchos de ellos residentes de temporada, sus ojos muestran un inequívoco brillo de satisfacción y orgullo. Menta la San Silvestre, las jornadas culturales, las visitas a las bodegas, las asociaciones Venus y 'Ciudad de Libia'... Más allá del invierno hay mucha vida.


«No cambiaría Herramélluri por otro pueblo», asegura Ramos, si bien algunas dudas asedian la fortaleza de la convicción de esta activa mujer. «Ahora, con los años, es cuando empiezas a pensar un poco en el día de mañana. Cuando puedes conducir no hay ningún problema. Si no, ¿dónde vas?, ¿qué haces?», se pregunta.

domingo, 16 de enero de 2011

El San Millan, Paraiso para los sentidos

Naturaleza: una publicación de altura

San Millán, paraíso para los sentidos

La editorial Desnivel publica Montañas de Castilla y León, un apasionado repaso por algunas de las cumbres más significativas de la región •

San Millán representa a Burgos

«Tapizado por las nieves del invierno, conforma un paraje remoto, escondido, mágico...».

Montañas de Castilla y León
R. P. B. / Burgos

Un paraíso para los sentidos, un lugar donde recrearse, evadirse y al que siempre volver.

Así habla el naturalista y montañero Ignacio Sáez Hidalgo del pico burgalés de San Millán en el libro Montañas de Castilla y León, una obra recién editada por Desnivel y la Fundación Patrimonio Natural en la que se hace un recorrido por las 22 cumbres más representativas de la región. El libro, que ha sido coordinado por el propio Sáez Hidalgo y por Eloy Santín, ha sido concebido como un homenaje a las montañas castellanoleonesas por parte de un heterogéneo grupo de apasionados montañeros, que han dado «rienda suelta» a sus conocimientos y sentimientos sobre cada una de las cumbres. Asimismo, ha servido para poner de manifiesto que esta comunidad no es tan llana como la pinta el tópico, sino que está marcada por una enorme diversidad de hermosas cordilleras.
En la presentación del libro, sus coordinadores subrayan que no se trata de una guía de carácter técnico dirigida a la práctica del montañismo, sino que da cuenta de algunas de las más bonitas cimas que a su vez son representativas de un territorio tan extenso como es Castilla y León. «Toda montaña atesora un repertorio ilimitado de imágenes, de apariencias. Si una imagen vale más que mil palabras, se nos hace complicado siquiera pensar el número de palabras que serían precisas para agotar una simple cima. Cada perspectiva, cada momento del día, cada estación del año hacen confluir una serie de factores que determinan que siendo invariablemente la misma, cada vez que la miremos se nos presente distinta a la anterior, absolutamente diferente, sencillamente irrepetible», señalan.
Además de las personales descripciones de cada autor, cada capítulo va acompañado por imágenes espectaculares de las cumbres, además de una serie de recomendaciones para aquellos amantes de la montaña que quieran llevar a cabo una ascensión, así como datos informativos últiles para aquellos que sientan la llamada de la montaña.

San Millán

San Millán es el único pico representativo de la provincia de Burgos.

«Más allá de la dureza del relieve, la montaña es vida, es plasticidad, es el reino de la fantasía hecho realidad. En la sierra de la Demanda, uno de los mayores exponentes de ello son los maravillosos ríos y arroyos que saltan y corretean por sus laderas, encontrando espectaculares conjuntos de cascadas que merecen por sí solas una visita, como es el caso de las cascadas de Altuzarra», escribe Sáez Hidalgo.
En su precisas y bellas descripciones, el montañero burgalés atrapa y seduce al lector, como si él mismo fuera la voz de la montaña un canto de sirena que reclama visitantes que la admiren. Cuando se centra en la ruta que parte desde Santa Cruz del Valle Urbión, escribe: «Remontar el curso del río que da nombre al valle en busca de la cima del Pico de San Millán permite recrearse en un entorno natural, cargado de una magia muy especial que sólo puede encontrarse en unos pocos lugares absolutamente privilegiados. El rumor de las aguas provenientes de un sinfín de cascadas que encontramos a nuestro paso; la frondosidad de un bosque que comienza siendo de pinos y pronto a a paso a los robles, fresnos, serbales y acebos, y que culmina en un espectacular bosque de hayas, seguramente más propio de otras latitudes más septentrionales, y la verticalidad de las paredes rocosas de la parte más alta de nuestro recorrido, descompuestas y fragmentadas como consecuencia de un pasado glaciar que contrasta con la placidez de un lago a 2.000 metros de altura, frecuentemente tapizado por las nieves del invierno, conforman un paraje remoto, escondido, mágico y cuyas condiciones resultan durante muchos meses del año las propias de un ambiente alpino».
No duda, pues, Sáez Hidalgo en señalar que las particulares características de estas montañas «hacen de ellas un destino atractivo para todos los amantes de este medio, tanto por la riqueza del paisaje y del entorno, como por las posibilidades que ofrece, aptas para todos los niveles y dificultades».    



Motoniveladora, robada en las obras A-12 cerca de Castildelgado, recuperada en Cuenca por la Guardia Civil.

Recuperada en Cuenca una motoniveladora sustraída en la N-120 La maquinaria realizaba labores de acondicionamiento del terreno en la A-12,  ...