viernes, 15 de mayo de 2020

La Virgen, Ntra. Sra. de Ayago, Confinada. Se queda en su ermita.

                       Fotomontaje cortesía de Puri Arias.
La Virgen, Ntra. Sra. de Ayago se queda en su ermita. 
Como cualquier ciudadano responsable, la Virgen de Ayago este año, 
no bajará el día 15 de mayo a bendecir los campos, 
y acompañarnos en las tareas de la recolección de la cosecha.

Habrá de esperar que el COVID-19  "nos de permiso" para ir a por ella.

Aún hay tiempo para que lo podamos hacer con seguridad,
y mientras, aquí una pequeña reseña fotográfica de algunos años 
sobre la romería de bajada de la Virgen de Ayago desde la ermita.

¡Viva la Virgen de Ayago!


Año 15/05/2006 

Ntra. Sra. de Ayago preparada para bajar a Redecilla de Camino, 15/05/2006

Los Montes de Ayago despiden a la Virgen., 15/05/2006.
Mario bendice los campos con su hisopo último modelo, 15/05/2006

Amando Villar, una gran Amador de la Virgen de Ayago, 15/05/2006.


Rogativa 09/05/2010


Ermita Virgen de Ayago, rogativa 09/05/2010

Rogativa 09/05/2010.


Año 15/05/2012


Virgen de Ayago en la iglesia de Redecilla de Camino, 15/05/2012
  


Jaime, este año no hubieses podido acompañarnos, y tu hermana Teruca, tampoco. A descansar!.
Ayago Rioja hace honor a su nombre, y porta el estandarte, 15/05/2012.





Gregorio Valgañón tampoco no hubiese podido acompañar este año.

Año 18/05/2013


Foto de Alberto Angulo  18/05/2013

Foto de Alberto Angulo 18/05/2013


 

Ahí Pablo Valgañón con el estandarte y con el viento
Los vecino de Bascuñana siguen acompañando a la Virgen de Ayago, 18/05/2013.



Año 15/05/2015

Así lucía la ermita de Ntra. Sra. de Ayago en esa primavera de 2015.

Saliendo de la ermita la Virgen de Ayago 15/05/2015


Sergio Cuende Valgañón con el estandarte.

Por pimpollos de los quejigos y rebollos son el fondo de la procesión, 15/05/2015.


En La Lápida cantando La Salve a la Virgen de Ayago, 15/05/2015.
En el río Villar, junto a Villaorceros, 15/05/2015.
A la vista del río Reláchigo, la Virgen de Ayago saludando a la Virgen de la Peña, 15/05/2015.

Cantando el rosario en Santirso y la Aydilla.

Mucho brío tío y sobrino. 15/05/2015.


Bendiciendo los campos y las gentes. 15/05/2015.

San Roque espera a la Virgen de Ayago, 15/05/2015.

Y la acompaña hasta la iglesia de Redecilla del Camino, 15/05/2015.





Año  15/05/2019

















El cura bendice los campos, pero ya no será cura con sede en Redecilla del Camino, 15/05/2019.

El Olmo va tomando cuerpo.  15/05/2015.



Foto de Puri Arias.
¡VIVA  LA  VIRGEN  DE  AYAGO!

¡V  I  V  A!


 Esperamos que este año también podamos 
bajar a la Virgen, Ntra. Sra. de Ayago,
aunque sea en otra fecha.

¡Viva la Virgen de Ayago!

!Vivan los Redecillanos 
y demás pueblos comarcanos¡



miércoles, 13 de mayo de 2020

Un virus del monocultivo alimentario.

«la transmisión del virus del ébola de la fauna a las personas está vinculada 
a las transformaciones cualitativas operadas en el medio ambiente de la región 
a causa de la deforestación, del acaparamiento de recursos naturales, del acaparamiento de tierras 
y de la explosión del monocultivo para la exportación»


Gustavo DUCH



ivan bandura unsplash
Foto: Ivan Bandura (Unsplash)
En un artículo publicado en 2014 recogí unas declaraciones del sociólogo Jean Batou en las que, analizando información respecto a la pandemia del ébola, explicaba que su origen estaba relacionado con la implementación de un modelo de agricultura diseñado para generar materias primas para el mercado, en lugar de alimentos para la población. Expansión vírica por el capital. En concreto, sus palabras decían «la transmisión del virus del ébola de la fauna a las personas está vinculada a las transformaciones cualitativas operadas en el medio ambiente de la región a causa de la deforestación, del acaparamiento de recursos naturales, del acaparamiento de tierras y de la explosión del monocultivo para la exportación».

En el caso del ébola fue la expansión en África del monocultivo de palma africana, del que se extrae el aceite de palma que encontramos en tantos alimentos industriales y en el biodiesel, la que permitió el contacto entre humanos y el reservorio de este virus, un murciélago frugívoro. La revista Anfibia, en un artículo de esta semana, lo explica muy bien. El monocultivo favorece la fragmentación del bosque tropical y de las selvas, de manera que la carencia de espacio hace que se concentren muchas especies de murciélagos en los pocos árboles que quedan en pie. Esta mezcla de especies que no habían interactuado antes en el ambiente «fue el caldo de cultivo de lo que pasó después».  Sin fronteras entre selva y aldeas, el contagio es sencillo. La revista explica otros casos de nuevos virus que han resultado de las mismas dinámicas, como la deforestación en Bolivia para el cultivo de arroz o la deforestación en Argentina para el cultivo de soja.

De hecho, como explica el informe «Un futuro cultivado en granjas» de la fundación GRAIN, lo mismo ocurre en otros lugares de hacinamiento: las granjas intensivas de cerdos. La epidemia del virus de la peste porcina africana, que también se extiende actualmente desde China a muchos otros países, sigue esa misma pauta. Los virus se multiplican y mutan en las grandes granjas intensivas donde muchos animales malviven asardinados. El salto a las personas es un riesgo que se advirtió en el caso de la llamada Gripe A del 2009.

Y no solo quiero señalar con el dedo a la industria alimentaria responsable de estos monocultivos, en definitiva el coronavirus es una muestra, como la crisis climática con sequías y huracanas, de un sistema capitalista que no solo es muy injusto sino que es extremadamente frágil porque hemos roto todo el equilibrio natural.

Soy aprendiz de hortelano y he aprendido algunas cosas fundamentales. Si lleno el huerto de solo un cultivo y además castigo la tierra con fertilizantes inorgánicos para mejorar las producciones, tengo un huerto muy vulnerable. La llegada de un hongo o un virus, no la podré detener, se esparcirá rápidamente sin defensas propias basadas en la biodiversidad. Este huerto uniformizado y envenenado ha perdido armonía y equilibrio.


Entonces, 
¿volvemos a la diversidad de pequeñas comunidades productoras de alimentos?

Gustavo Duch

jueves, 7 de mayo de 2020

Narcisismo geográfico: cuando los que viven en la gran ciudad se creen mejores que el resto.

Fuente https://magnet.xataka.com/.

Una mujer que se autoproclamó "mujer de granjero" desencadenó una controvertida conversación en Twitter en Australia por parte de profesionales frustrados procedentes de zonas rurales y provinciales de todo el país. Kirsten Diprose es una periodista cosmopolita que trabaja para ABC y que se ha convertido en reportera regional. En un artículo para ABC, declaraba que siempre había sentido la necesidad de utilizar sus credenciales y su experiencia en la ciudad para justificar su valor a nivel profesional. En el artículo escribía que:
Son muchas las personas en las zonas rurales que sienten que tienen que justificar sus carreras profesionales, ya sea en los medios de comunicación, en el ámbito de la salud, de la educación o de los negocios. Hay quien opina que si no estás trabajando en un núcleo urbano es porque no eres lo suficientemente bueno en lo que haces: nunca "diste el pelotazo" o te daba demasiado miedo intentarlo.
Como investigadores con experiencia profesional en servicios sanitarios y en medios de comunicación no podríamos estar más de acuerdo con las observaciones de Diprose. Lo que describe se conoce en el mundo académico como "narcisismo geográfico", un término utilizado por la psicóloga clínica sueca Malin Fors para explicar las interacciones entre las zonas más rurales y la ciudad con las que se encontró mientras trabajaba en una pequeña ciudad al norte del círculo polar ártico en Noruega.
El concepto también ha sido descrito en otros términos como urban splaining (una forma de "menospreciar" a la gente que vive en zonas rurales por sus homólogos cosmopolitas) o "juicio geográfico", tal y como lo define la periodista Gabrielle Chan en su libro Rusted Off sobre las opiniones de la gente que vive en las zonas rurales de Australia. La bibliografía especializada, desde la teoría del sistema-mundo de Immanuel Wallerstein hasta la obra del teórico cultural Raymond Williams, lleva mucho tiempo teorizando sobre las causas económicas y culturales de la división entre lo rural y lo urbano.
El narcisismo geográfico examina las consecuencias psicológicas.
Lejos de la ciudad, todos "de acampada"
Cuando consideramos las grandes ciudades como el centro de todo, se crea una visión narcisista en los habitantes de las ciudades que sutilmente (a menudo inconscientemente) devalúa los conocimientos, las convenciones y la subjetividad rurales, fomentando una "creencia de que la realidad urbana es la definitiva". Por ejemplo, a menudo los profesionales de la salud de las zonas rurales o provinciales se ven cuestionados por sus homólogos urbanos sobre su decisión de abandonar la ciudad: "¿Y cuándo piensas volver?".
Se supone que nadie se trasladaría de forma voluntaria a una zona rural por motivos profesionales, especialmente si no existen vínculos familiares o sociales en la zona.
Por otra parte, cabría sospechar, tal y como señala Fors, que las personas son desterradas a trabajar en zonas rurales por problemas personales. Se trata de un clásico del cine y de la televisión, cuando una persona con un currículum brillante en la ciudad se marcha a una zona rural debido a problemas con el alcohol, la adicción, el miedo o un crimen y una condena a servicios comunitarios. Uno de los ejemplos predilectos es la película franco-canadiense La gran seducción, en la que un cirujano se ve forzado a trabajar en un pequeño pueblo de pescadores mientras se enfrenta a conflictos internos por el consumo de cocaína y el amor por el críquet.
Este año hemos sido invitados a hablar en conferencias y eventos profesionales regionales sobre el tema y es evidente que existen muchos profesionales rurales que se tienen que enfrentar a esta mentalidad urbana para poder verse identificados (o verse a sí mismos) al mismo nivel que sus homólogos urbanos.
Como ejemplo, este tweet a modo de respuesta al artículo de Diprose:
¡Gracias! Aunque ya no trabajo en una zona rural, la idea de que de alguna manera eres inferior es algo que ha marcado toda mi carrera en una zona rural y todavía tengo que luchar con la idea de que no "llegué a ser algo" en mi profesión por no irme a una ciudad a trabajar de periodista.
O este otro:
Es lo mejor que he leído en todo el año. La gente me mira con cara de pena cuando digo que llevo trabajando en una zona provincial durante casi 9 años. Mi evolución profesional aquí ha sido mucho mejor que si me hubiera decantado por un puesto en una zona metropolitana.
También hemos visto a nivel personal en la asistencia sanitaria y en la universidad cómo el narcisismo geográfico afecta a la vida de los profesionales, distorsionando la percepción de tiempo y distancia. Siempre parece que es más complicado para los profesionales de la ciudad acudir a los campus universitarios y hospitales regionales que para sus colegas de provincias trasladarse a la ciudad.
Muchos trabajadores rurales o de provincias se sentirán identificados con la expectativa de viajar en ambos sentidos en un solo día para asistir a una reunión en la ciudad. Cuando se trata de empleados de oficina en la ciudad que se desplazan a una zona regional, normalmente necesitan una noche de alojamiento y un pequeño elogio narcisista por su intrépido viaje a la provincia.
Esta falta de aprecio también puede interferir con la eficacia de los profesionales urbanos que tienen buenas intenciones a la hora de mejorar las prácticas rurales. Un profesional urbano que busca reorganizar una zona laboral de provincias puede sentirse desconcertado por el comportamiento pasivo-agresivo de sus colegas rurales. Como apuntaba Fors, se desconfía de estos profesionales que vienen de la ciudad recibiendolos como si fueran colonizadores cuando ellos esperan ser recibidos como salvadores.
Los estereotipos están interiorizados
Los profesionales rurales a menudo sueltan una carcajada a modo de reconocimiento cuando oyen hablar de narcisismo geográfico. Sin embargo, la realidad es que ellos mismos han interiorizado estas ideas y acaban reforzando los mismos estereotipos.
Al igual que la propia experiencia de Diprose, muchos profesionales rurales o provinciales optan por legitimar sus habilidades ante un homólogo urbano enumerando sus títulos académicos y su experiencia profesional en la ciudad, como si fuera lo que en realidad importa. Esto genera una dialéctica rural en la que los profesionales de provincias tienen la opinión aparentemente contradictoria de que el trabajo rural es de alta calidad y, a su vez, no lo es.
Manejar estos puntos de vista polarizados puede llevar a compromisos psicológicos inútiles. Un ejemplo es dividir los elementos de las profesiones provinciales en buenos y malos. Una de las creencias más preocupantes es cómo un profesional por sí mismo es de alta calidad, pero el resto de la organización provincial no lo es, por lo que si quiere progresar en su carrera profesional debe trasladarse a la ciudad.
Por supuesto, también existen espacios sociales y ámbitos profesionales donde el narcisismo geográfico no es aparente. Es menos problemático cuando aquellas personas que trabajan y viven en las provincias cuentan con sus principales vínculos económicos, profesionales y sociales en un mismo lugar. Sin embargo, cuando se trata de competencia profesional o se está expuesto a recursos que dependen de los centros neurálgicos de la profesión (a menudo en las grandes ciudades), el narcisismo geográfico cobra peso.El auge de las tecnologías digitales (y sus promesas de erradicar los problemas de la distancia) puede que haya puesto de manifiesto la divulgación y la aceptación no explícita del narcisismo geográfico. Los entornos rurales y urbanos plantean diferentes retos a los profesionales en activo. Las buenas y malas prácticas se pueden dar en ambos lugares, pero sí que es narcisista dar por hecho que la localización es un factor determinante clave de la calidad laboral.
Autores: Timothy Baker y Kristy Hess, profesores en la Universidad de Deakin.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.

miércoles, 6 de mayo de 2020

Anuncio de licitación y suspensión de plazos administrativos: Aprovechamientos cinegéticos del coto de caza BU-11.085. Redecilla del Camino.

AYUNTAMIENTO DE REDECILLA DEL CAMINO 
En el Boletín Oficial de la Provincia n.° 62, de fecha 30 de marzo de 2020, 
se publica el anuncio de licitación para adjudicar los aprovechamientos cinegéticos del coto de caza BU-11.085, 
y se establece un plazo de quince días naturales para la presentación de proposiciones. 
Sin embargo al estar suspendidos los plazos administrativos, de conformidad con lo dispuesto en la disposición adicional tercera del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma, el plazo de quince días naturales empezará a contar una vez quede levantado el estado de alarma y quedarán válidamente presentadas las proposiciones presentadas dentro de dicho plazo. 
En Redecilla del Camino, a 30 de marzo de 2020. 
El alcalde, Julio Gallo García

AYUNTAMIENTO DE REDECILLA DEL CAMINO,
 Anuncio de licitación.



Resolución del Pleno del Ayuntamiento de Redecilla del Camino de fecha 6 de marzo de 2020, por la que se anuncia la subasta tramitada para adjudicar los aprovechamientoscinegéticos del coto de caza BU-11.085, por procedimiento abierto y tramitación ordinaria. 
Se anuncia subasta, por procedimiento abierto, para adjudicar los aprovechamientos cinegéticos del coto de caza en Redecilla del Camino, conforme al siguiente contenido: 
1. – Objeto del contrato: El arrendamiento de los aprovechamientos cinegéticos del coto de caza número BU-11.085, de 585,32 hectáreas, en el término de Redecilla del Camino, en el que están incluidos los montes de utilidad pública «El Villar» número 42C.U.P. de 232 hectáreas, y «Dehesa» número 40 de 160 hectáreas. 
2. – Duración del contrato: El contrato que se formalice tendrá una duración de ocho temporadas cinegéticas, y comprenderá desde la de 2020-2021 a la de 2027-2028, inclusive. Finalizando el contrato a todos los efectos el día 31 de marzo de 2028. 
3. – Tipo de licitación: El tipo de licitación se establece en 9.500 euros, por campaña cinegética. Cada ejercicio se procederá a revisar anualmente dicha cantidad, con la subida anual del 2%. 
4. – Garantía provisional y definitiva: Como garantía provisional para poder optar a la subasta se señala la cantidad de mil euros. El adjudicatario del aprovechamiento vendrá obligado a depositar una fianza definitiva del 10% del precio de adjudicación de los diez ejercicios. 
5. – Gastos: Todos los gastos de anuncios en los boletines oficiales, así como las licencias, matrículas, señalización del coto, impuestos, lVA, planes cinegéticos, póliza de responsabilidad civil, etc. serán de cuenta del adjudicatario. 
6. – Forma de pago: El pago de la renta anual habrá de realizarlo el adjudicatario por campañas cinegéticas anticipadas, antes del 1 de abril de cada año. En cuanto a la primera campaña cinegética se hará efectiva a la formalización del contrato. 
7. – Presentación de proposiciones: Las proposiciones para tomar parte en la subasta, se presentarán en la Secretaría del Ayuntamiento de Redecilla del Camino, durante el plazo de quince días naturales a contar desde el siguiente a la publicación del anuncio de licitación en el Boletín Oficial de la Provincia. 

8. – Documentación: Las proposiciones se presentarán en dos sobres independientes, que contendrán la siguiente documentación: 
Sobre número 1 «Documentación general»: 
a)  Fotocopia del Documento Nacional de Identidad y NIF. 
b)  Escritura de poder, debidamente bastanteada, en el caso de que se actue en representación de otra persona física o jurídica.
c)  Resguardo acreditativo de haber depositado la fianza provisional.
d)  Declaración jurada de no hallarse incurso en las causas de incapacidad e
incompatibilidad para contratar con la Administración, previstas en la legislación de Contratos de las Administraciones Públicas.
e)  Certificado de no tener deuda vencida con el Ayuntamiento de Redecilla del
Camino.

Sobre número 2 «Proposición económica»: 
Se efectuará conforme al siguiente modelo:
«D. ………, con DNI número ………, vecino de ………, provincia de ………, en
nombre propio (o en representación de ………, como acredito en la escritura de poder
aportada), en relación con la subasta anunciada por el Ayuntamiento de Redecilla del
Camino, en el Boletín Oficial de la Provincia de Burgos número ………, de fecha ………,
para el arrendamiento de los aprovechamientos cinegéticos del coto de caza BU-11.085, oferta la cantidad de ……… euros (en letra y número) por campaña cinegética, con sujeción a los pliegos de cláusulas administrativas particulares.
(Lugar, fecha y firma).

9. – Apertura de proposiciones: La apertura de proposiciones tendrá lugar en el
Salón de Actos del Ayuntamiento a las 19:30 horas del primer miércoles hábil siguiente al que finalice el plazo de presentación de proposiciones.
10. – Condiciones especiales: El adjudicatario tendrá la obligación de permitir la
entrada al coto de caza, a los cazadores designados por el Ayuntamiento, hasta un número de cuatro personas, durante toda la campaña previo requerimiento del Ayuntamiento.
11. – Póliza de responsabilidad civil: El adjudicatario asumirá todas las
responsabilidades que corresponda al Ayuntamiento como titular del coto de caza, al ser el adjudicatario de los aprovechamientos cinegéticos. Para asegurar los mismos, el Ayuntamiento contratará una póliza de seguro de responsabilidad civil, para sufragar todos aquellos siniestros que puedan suponer una responsabilidad, y el adjudicatario vendrá obligado a abonar la prima del seguro al Ayuntamiento.
12. – Fuero: El adjudicatario renuncia a su jurisdicción, y se somete a la de los
Tribunales con ámbito en el término de Redecilla del Camino, para el litigio de todas aquellas cuestiones que tengan su origen en este aprovechamiento.
13. – Derecho supletorio: En todo lo no regulado en el presente pliego de cláusulas administrativas particulares, regirá lo dispuesto en el pliego general de condiciones técnico facultativas que regula la ejecución de disfrute en montes a cargo del ICONA; el pliego especial de condiciones por el que se rigen dichos aprovechamientos; la Ley de Contratos del Sector Público; la Ley de Bases de Régimen Local; el R.D.L. 781/86, de disposiciones legales vigentes en materia de Régimen Local.

En Redecilla del Camino, a 6 de marzo de 2020.
El alcalde,
Julio Gallo García

jueves, 30 de abril de 2020

La agroindustria está dispuesta a poner en riesgo de muerte a millones de personas.

Rob wallaceEl coronavirus mantiene al mundo en estado de shock. En lugar de combatir las causas estructurales de la pandemia, los gobiernos solo se están centrando en medidas de emergencia. Conversamos con Rob Wallace sobre los peligros del COVID-19, la responsabilidad de la agroindustria y las soluciones sostenibles para combatir las dolencias infecciosas. Wallace es biólogo evolutivo y filogeógrafo para la salud pública en Estados Unidos. Ha investigado las nuevas pandemias durante 25 años y es autor del libro Big Farms Make Big Flu (Las grandes granjas producen grandes gripes).

Para reducir la aparición de nuevos brotes de virus, la producción de alimentos debe cambiar radicalmente. La autonomía de los agricultores y un sector público fuerte pueden reducir el efecto de las cadenas de contagio unidireccionales y las infecciones descontroladas. Esto incluye la promoción de la biodiversidad de ganado y de cultivos, y la reforestación estratégica, tanto en cada explotación agraria como en todo el ámbito regional. 
Se debe permitir que los animales destinados a la alimentación se reproduzcan localmente para transmitir los mecanismos de inmunidad. Se trata de combinar una producción justa con una circulación equitativa de los bienes. Esto incluye subvenciones a la agricultura ecológica y a los precios de venta, y programas para los consumidores. Estos proyectos deben ser protegidos frente a las limitaciones impuestas por la economía neoliberal tanto a los individuos como a las comunidades y defendidos contra la amenaza de la opresión del Estado dirigida por el capital.
La producción de alimentos altamente industrializada depende de prácticas que ponen en peligro a toda la humanidad y, en este caso, contribuyen a desencadenar una nueva pandemia mortal.
La agroindustria como forma de reproducción social debe ser abolida para siempre, aunque solo sea por una cuestión de salud pública. La producción de alimentos altamente industrializada depende de prácticas que ponen en peligro a toda la humanidad y, en este caso, contribuyen a desencadenar una nueva pandemia mortal.
Deberíamos exigir que los sistemas alimentarios se socialicen de tal manera que estos patógenos peligrosos no puedan desarrollarse. Para lograrlo, la producción de alimentos debe reintegrarse a las necesidades de las comunidades rurales. Esto requerirá, en primer lugar, prácticas agroecológicas que protejan el medio ambiente y a los agricultores que cultivan los alimentos. El panorama general es este: necesitamos curar la grieta metabólica que separa nuestra ecología de nuestra economía. En resumen, tenemos un mundo que ganar.
por Yaak Pabst, 
Revista Marx21 (11/03/20).

¿Cuán peligroso es el coronavirus?
Depende de donde te encuentres en el momento del brote local de COVID-19: nivel inicial, pico máximo o fase tardía. ¿Cómo está respondiendo el sistema de salud de la región? ¿Cuántos años tienes? ¿Eres inmunológicamente vulnerable? ¿Cuál es tu estado general de salud? Por añadir una posibilidad no diagnosticable: ¿tu inmunogenética, la genética que subyace a tu defensa inmunológica se alinea contra el virus o no?
¿Así que todo este alboroto alrededor del virus es solo una estrategia para asustar a las personas?
No, en absoluto. El COVID-19 registraba una tasa de letalidad (CFR, Case Fatality Rate) de entre 2 y 4 % en la fase inicial del brote en Wuhan. Fuera de Wuhan, el CFR parece caer más o menos al 1% e incluso por debajo, pero también parece aumentar en puntos aquí y allá, incluso en lugares de Italia y EE. UU. Su rango no parece muy elevado en comparación con, por ejemplo, el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), que es del 10%; la gripe de 1918, del 5-20 %; la gripe aviar H5N1, del 60%; y, en algunos puntos, el ébola, con una tasa de mortalidad del 90 %. Pero, ciertamente, supera el 0,1% de CFR de la incidencia de la gripe estacional. Sin embargo, el peligro no es solo una cuestión de tasa de mortalidad, sino que también debemos afrontar lo que se denomina penetración de la tasa de ataque comunitario: qué penetración tiene el brote entre el conjunto de la población mundial.
¿Puede ser más específico?
La red global de viajes tiene una conectividad récord. Sin vacunas ni antivíricos específicos para el coronavirus ni ninguna inmunidad en estos momentos, incluso un virus con solo un 1% de mortalidad puede suponer un peligro considerable. Con un periodo de incubación de hasta dos semanas y cada vez más evidencias de que hay transmisión antes de la dolencia –antes de que sepamos que las personas están infectadas–, pocos lugares estarían libres de infección. Si, por ejemplo, el COVID-19 registra un 1% de víctimas mortales, el proceso de infección de cuatro mil millones de personas supondrá 40 millones de muertes. Una pequeña proporción de un gran número aún puede representar una gran cantidad.
Estas son cifras alarmantes para un patógeno considerablemente menos virulento…
Absolutamente, y solo estamos a comienzos del brote. Es importante comprender que muchas infecciones nuevas cambian en el transcurso de las epidemias. La infectividad, la virulencia o ambas pueden atenuarse. Por otro lado, otros brotes aumentan en virulencia. La primera oleada de la pandemia de gripe, la primavera de 1918, fue una infección relativamente leve. Fueron la segunda y tercera oleada de aquel invierno y hasta el 1919 las que mataron millones de personas.
Pero los escépticos de la pandemia sostienen que hay menos personas infectadas y menos muertes por el coronavirus que por la gripe estacional típica. ¿Qué opina?
Seré el primero en celebrarlo si este brote demuestra ser un fracaso. Pero estos esfuerzos para descartar el COVID-19 como un peligro menor citando otras enfermedades mortales, especialmente la gripe, son una estratagema retórica para presentar la preocupación sobre el coronavirus como inadecuada.
Así que la comparación con la gripe estacional es engañosa.
No tiene mucho sentido comparar dos patógenos en las diferentes secciones de su epicurva, es decir, su curva de desarrollo. Sí, la gripe estacional infecta a muchos millones de personas en todo el mundo, y la Organización Mundial de la Salud estima que hasta 650.000 personas mueren por su causa cada año. Sin embargo, el Covid-19 solo está en el principio de su desarrollo epidemiológico. Y a diferencia de la gripe, no tenemos ni vacuna ni inmunidad colectiva para frenar la infección y proteger a las poblaciones más vulnerables.

   La aparición de múltiples infecciones capaces de desencadenar una pandemia y afectar a poblaciones enteras de manera combinada debería ser la principal preocupación.   

Aunque la comparación sea engañosa, ambas enfermedades son causadas por virus que pertenecen incluso a un grupo específico, los virus ARN. Ambos pueden causar enfermedades. Ambos afectan a la boca y la garganta y a veces también a los pulmones. Ambos son bastante contagiosos.
Estas son similitudes superficiales que no tienen en cuenta una diferencia importante entre los dos patógenos. Sabemos mucho sobre la dinámica de la gripe. Sabemos muy poco sobre el COVID-19, que está lleno de incógnitas. De hecho, hay mucha información sobre el comportamiento del COVID-19 que no conoceremos hasta que el brote se desarrolle por completo. Al mismo tiempo, es importante comprender que no se trata de COVID-19 versus gripe estacional, sino del COVID-19 y la gripe. La aparición de múltiples infecciones capaces de desencadenar una pandemia y afectar a poblaciones enteras de manera combinada debería ser la principal preocupación.
Ha estado investigando epidemias y sus causas durante varios años. En su libro Big Farms Make Big Flu intenta establecer conexiones entre las prácticas agrícolas industriales, la agricultura ecológica y la epidemiología viral. ¿Cuál es su visión?
El verdadero peligro de cada nuevo brote es el fracaso o, mejor dicho, la negativa a comprender que cada nuevo COVID-19 no es un incidente aislado. El aumento de la incidencia de los virus está estrechamente relacionado con la producción de alimentos y la rentabilidad de las empresas multinacionales. Cualquiera que pretenda comprender por qué los virus se están volviendo más peligrosos debe investigar el modelo industrial de agricultura y, más concretamente, la producción ganadera. En la actualidad, pocos gobiernos y pocos científicos están preparados para hacerlo. Más bien todo lo contrario: cuando surgen nuevos brotes, los gobiernos, los medios de comunicación e incluso la mayoría de las instituciones médicas están tan concentrados en las emergencias por separado que ignoran las causas estructurales que llevan a múltiples patógenos marginales a convertirse en un fenómeno global inesperado.

   El aumento de la incidencia de los virus está estrechamente relacionado con la producción de alimentos y la rentabilidad de las empresas multinacionales. Cualquiera que pretenda comprender por qué los virus se están volviendo más peligrosos debe investigar el modelo industrial de agricultura y, más concretamente, la producción ganadera.   

¿Quiénes son los responsables?
He mencionado la agricultura industrial, pero hay un panorama más amplio. El capital encabeza el acaparamiento de tierras en los últimos bosques primarios y explotaciones agrarias de pequeños propietarios en todo el mundo. Estas inversiones impulsan la deforestación y un desarrollo que conduce a la aparición de enfermedades. La diversidad funcional y la complejidad que representan estas vastas extensiones de tierra se unifican de tal manera que los patógenos, previamente encerrados, se están extendiendo a la ganadería local y a las comunidades humanas. En resumen, los centros del capital mundial, lugares como Londres, Nueva York y Hong Kong, deben ser considerados nuestros principales focos de enfermedades.
¿De qué enfermedades hablamos?
En este momento, no hay patógenos libres de la influencia del capital. Incluso las regiones más remotas se ven afectadas aunque sea desde la lejanía. El ébola, el zika, los coronavirus, la reaparición de la fiebre amarilla, una variedad de gripes aviares y la peste porcina africana se encuentran entre muchos de los patógenos que salen de las zonas más remotas del interior hacia los circuitos periurbanos, las capitales regionales y, finalmente, hacia la red mundial de viajes. Solo hay unas pocas semanas de diferencia entre los murciélagos del Congo, que se cree que transmiten el virus del ébola, y los bañistas de Miami que fallecen a causa del virus.
¿Qué papel desempeñan las empresas multinacionales en este proceso?
El planeta Tierra es hoy en día en gran parte una gran fábrica agrícola industrial, tanto en términos de biomasa como de uso de la tierra. La agroindustria tiene como objetivo acaparar el mercado de alimentos. El proyecto neoliberal está diseñado para ayudar a las empresas de los países industrializados más desarrollados a robar tierras y recursos de los países más débiles. Como resultado, muchos de estos nuevos patógenos previamente ligados a ecosistemas forestales que se habían desarrollado durante largos períodos de tiempo están siendo liberados y amenazan al mundo entero.
¿Cuáles son los efectos de los métodos de producción de la agroindustria?
La agricultura, organizada según las necesidades capitalistas y en sustitución de la ecología natural, proporciona los medios exactos por los que un patógeno puede desarrollar los fenotipos más virulentos e infecciosos. No se podría diseñar un mejor sistema para generar enfermedades mortales.

   La expansión de los monocultivos genéticos de animales de granja elimina cualquier barrera inmunológica que pueda estar disponible para ralentizar o frenar la transmisión.   

¿Cómo es eso?
La expansión de los monocultivos genéticos de animales de granja elimina cualquier barrera inmunológica que pueda estar disponible para ralentizar o frenar la transmisión. Las grandes dimensiones y las altas densidades de población facilitan mayores tasas de transmisión. Estas condiciones de hacinamiento deprimen la respuesta inmunológica de los animales. El alto rendimiento de los animales, como parte indisoluble de cualquier producción industrial, proporciona a los virus un suministro constante de nuevos animales huéspedes, lo que promueve su virulencia. En otras palabras, la agroindustria está tan orientada a los beneficios que la decisión de utilizar un virus que podría matar a mil millones de personas parece compensar el riesgo.
¡¿Qué?!
Estas empresas pueden simplemente trasladar el coste de sus operaciones de riesgo epidémico a todos los demás: los propios animales, los consumidores, los agricultores, las comunidades locales y los gobiernos de todas las jurisdicciones. Los daños son tan grandes que la agroindustria tal como la conocemos estaría acabada para siempre si incluyéramos estos costes en las cuentas de la empresa. Ninguna empresa podría soportar el coste de los daños causados.
En muchos medios se afirma que el punto de partida del coronavirus fue un mercado de alimentos exóticos en Wuhan. ¿Es cierto?
Sí y no. Hay pruebas espaciales que lo respaldan. El rastreo de los contactos asociados con las infecciones conduce al mercado mayorista de mariscos de Hunan en Wuhan, donde también se venden animales salvajes. Al parecer, las muestras han identificado el extremo occidental del mercado donde se guardaban los animales salvajes. Pero ¿cuánto debemos remontarnos en la investigación? ¿Cuándo empezó la emergencia exactamente? El foco en el mercado pasa por alto los orígenes de la agricultura silvestre en el interior y su creciente mercantilización. En todo el mundo, y también en China, los alimentos silvestres se están convirtiendo cada vez más en un sector económico estructurado. Pero su relación con la agroindustria va más allá de simplemente compartir la misma fuente de ingresos. A medida que la producción industrial (de cerdos, aves de corral y similares) se expande en el bosque primario, presiona a los productores de alimentos silvestres para que se adentren más en los bosques en busca de las poblaciones originales, aumentando así la interacción con los nuevos patógenos, incluido el COVID-19, e incrementando su propagación.
El COVID-19 no es el primer virus que se desarrolla en China y que el gobierno trató de encubrir.
Sí, pero este no es un caso especial chino. Los Estados Unidos y Europa también han servido como "puntos cero" para las nuevas infecciones virales, más recientemente el H5N2 y el H5Nx, y sus representantes multinacionales y neocoloniales impulsaron el surgimiento del ébola en África occidental y del zika en el Brasil. Y durante los brotes de gripe porcina (H1N1) en 2009 y de gripe aviar (H5N2), los funcionarios de salud de los Estados Unidos encubrieron a la agroindustria.
La OMS ha declarado ahora una emergencia sanitaria de interés internacional. ¿Es adecuado este paso?
Sí. El peligro de un patógeno de este tipo es que las autoridades sanitarias no tienen un control sobre la distribución estadística del riesgo. No tenemos idea de cómo puede responder el patógeno. Hemos pasado de un brote en un mercado a infecciones en todo el mundo en cuestión de semanas. El patógeno podría simplemente morir. Esto sería genial, pero no lo sabemos. Una mejor preparación aumentaría las probabilidades de reducir la velocidad de propagación del patógeno. La declaración de la OMS también es parte del que yo denomino “teatro pandémico”. Las organizaciones internacionales han muerto por inacción. Me viene a la mente la Sociedad de Naciones. El grupo de organizaciones de la ONU siempre está preocupado por su relevancia, poder y financiación. En cambio, tal activismo también puede converger en la preparación y prevención que el mundo necesita para interrumpir las cadenas de transmisión de COVID-19.
La reestructuración neoliberal del sistema de atención médica ha empeorado tanto la investigación como la atención general de los pacientes, por ejemplo, en los hospitales. ¿Qué diferencia podría comportar un sistema de salud mejor dotado para combatir el virus?
Existe la terrible pero reveladora historia del empleado de una emprsa de dispositivos médicos de Miami que, al volver de China con síntomas similares a la gripe, hizo lo correcto para su familia y su comunidad y exigió que un hospital local le hiciera la pruba de COVID-19. Temía que su exiguo seguro médico de la Obamacare no cubriera las pruebas. Y estaba en el correcto, dado que la prueba costaba 3720 dólares. En el caso de los Estados Unidos, una de las demandas podría ser la aprobación de una ordende emergencia que exija que durante el brote de una pandemia, el gobierno federal se haga cargo de todas las facturas médicas relacionadas con las pruebas de infección y el tratamiento tras un resultado positivo. Queremos animar a la gente a buscar ayuda en lugar de esconderse —e infectar a otras personas— porque no pueden pagar el tratamiento. La solución obvia es un servicio sanitario estatal que cuente con el personal y el equipo adecuados para esas emergencias en toda la comunidad, de forma que nunca se desanime la cooperación comunitaria.

   Utilizar la crisis del coronavirus para probar los últimos métodos de control autocrático es un sello distintivo del capitalismo desastroso.   

Tan pronto como se descubre el virus en un país, los gobiernos de todas partes reaccionan con medidas punitivas autoritarias, como la cuarentena de regiones y ciudades enteras. ¿Están justificadas esas medidas drásticas?
Utilizar la crisis del coronavirus para probar los últimos métodos de control autocrático es un sello distintivo del capitalismo desastroso. En lo que respecta a la salud pública, prefiero atenerme a la confianza y la compasión, que son variables importantes en una epidemia. Sin cualquier de las dos, los gobiernos pierden el apoyo de la población. El sentido de solidaridad y de respeto mutuo es una parte fundamental para sobrevivir juntos a tales amenazas. Las cuarentenas autoimpuestas con el apoyo adecuado –ayuda vecinal, camiones de suministro de alimentos de puerta a puerta, permiso de trabajo y seguro de desempleo– pueden generar este tipo de cooperación.
Cómo sabrá, en Alemania, la AfD es un partido nazi ‘de facto’ con 94 escaños en el Parlamento. La ultraderecha y otros grupos en asociación con políticos del AfD usan la crisis del coronavirus. Difunden falsos informes sobre el virus y exigen más medidas autoritarias en el gobierno: restringir los vuelos y la entrada a las personas migrantes, el cierre de fronteras y la cuarentena forzada.
La prohibición de viajar y el cierre de fronteras son demandas con las que la ultraderecha radical quiere “racializar” lo que ahora son enfermedades globales. Esto es, por supuesto, un sinsentido. En este punto, dado que el virus ya se está propagando por todas partes, lo único sensato que se puede hacer es asegurar que el sistema público de salud sea lo suficientemente fuerte como para tratar y curar a cualquier persona infectada. Y, por supuesto, debemos dejar de robar la tierra a los pueblos originarios y provocar los emigración masiva en primer lugar, solo así podremos evitar que los patógenos emerjan.
¿Cuáles serían las soluciones sostenibles para luchar contra las enfermedades infecciosas?
Para reducir la aparición de nuevos brotes de virus, la producción de alimentos debe cambiar radicalmente. La autonomía de los agricultores y un sector público fuerte pueden reducir el efecto de las cadenas de contagio unidireccionales y las infecciones descontroladas. Esto incluye la promoción de la biodiversidad de ganado y de cultivos, y la reforestación estratégica, tanto en cada explotación agraria como en todo el ámbito regional. Se debe permitir que los animales destinados a la alimentación se reproduzcan localmente para transmitir los mecanismos de inmunidad. Se trata de combinar una producción justa con una circulación equitativa de los bienes. Esto incluye subvenciones a la agricultura ecológica y a los precios de venta, y programas para los consumidores. Estos proyectos deben ser protegidos frente a las limitaciones impuestas por la economía neoliberal tanto a los individuos como a las comunidades y defendidos contra la amenaza de la opresión del Estado dirigida por el capital.

   La producción de alimentos altamente industrializada depende de prácticas que ponen en peligro a toda la humanidad y, en este caso, contribuyen a desencadenar una nueva pandemia mortal.   

¿Qué debería exigir la izquierda ante la creciente dinámica de los brotes de enfermedades?
La agroindustria como forma de reproducción social debe ser abolida para siempre, aunque solo sea por una cuestión de salud pública. La producción de alimentos altamente industrializada depende de prácticas que ponen en peligro a toda la humanidad y, en este caso, contribuyen a desencadenar una nueva pandemia mortal.
Deberíamos exigir que los sistemas alimentarios se socialicen de tal manera que estos patógenos peligrosos no puedan desarrollarse. Para lograrlo, la producción de alimentos debe reintegrarse a las necesidades de las comunidades rurales. Esto requerirá, en primer lugar, prácticas agroecológicas que protejan el medio ambiente y a los agricultores que cultivan los alimentos. El panorama general es este: necesitamos curar la grieta metabólica que separa nuestra ecología de nuestra economía. En resumen, tenemos un mundo que ganar.

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