Papá, quiero ser agricultor
El País.11/02/2014
La falta de políticas de apoyo y la mala imagen del campo
dificultan la permanecia y llegada de jóvenes
La FAO los considera clave para garantizar la variedad alimentaria
La vida en el campo ya no es la de antes. Los pueblos están bien comunicados, tienen acceso a comodidades, como calefacción o nuevas tecnologías, y la incorporación de maquinaria, como riegos por goteo automatizados, permite que los agricultores se planteen librar fines de semana o tomarse unos días de vacaciones. Sin embargo, la imagen del trabajo duro que no da para vivir o la sensación de que solo se quedan en el campo quienes no valen o no les gusta estudiar sigue pululando en nuestra sociedad.
La FAO los considera clave para garantizar la variedad alimentaria
La vida en el campo ya no es la de antes. Los pueblos están bien comunicados, tienen acceso a comodidades, como calefacción o nuevas tecnologías, y la incorporación de maquinaria, como riegos por goteo automatizados, permite que los agricultores se planteen librar fines de semana o tomarse unos días de vacaciones. Sin embargo, la imagen del trabajo duro que no da para vivir o la sensación de que solo se quedan en el campo quienes no valen o no les gusta estudiar sigue pululando en nuestra sociedad.
El relevo generacional en el campo es una cuestión urgente en España,
y en el resto de Europa, desde hace años. Solo un 5% de los
agricultores españoles tiene menos de 35 años, mientras que el 55% es
mayor de 55 años, según datos de la Comisión Europea de 2010. El
calendario avanza. Para 2020 hay previstas 4,5 millones de jubilaciones
en el campo, y la fórmula mágica que agilice la llegada de los jóvenes
no termina de llegar. ¿Por qué?
No todo es cuestión de dinero, aunque tiene un peso muy importante.
Los sindicatos (COAG, UPA, ASAJA) y los agricultores se quejan de la
falta de ayudas y de las dificultades de acceso a los créditos y a la
tierra. Otros expertos —como ingenieros agrónomos, sociólogos o técnicos
de desarrollo rural— echan en falta una mejor organización del trabajo e
inciden en la mala imagen que esta profesión sigue teniendo en un
momento clave.