miércoles, 15 de abril de 2020

En proceso el sellado del vertedero/escombrera de Redecilla del Camino.


El plan de limpieza, recién iniciado, 
se ha tenido que parar por la entrada en vigor del estado de alarma
H.J.


Escombrera ilegal cerca Burgos, F. Valdivielso

En materia de vertederos, y "en base a un inventario provincial realizado por agentes medioambientales de este Servicio", tal y como relatan desde la Junta, hace dos años se firmó un convenio entre la Consejería de Medio Ambiente y la Diputación para el sellado de escombreras. La primera fase de este plan de sellados ya está adjudicada y se había comenzado a ejecutar antes del estado de alarma, pero ahora ha quedado totalmente paralizada.
 




El presupuesto estimado para todas estas actuaciones es de 733.880 euros, distribuidos a lo largo de tres anualidades, pero el convenio ya dejaba claro que el reparto definitivo sería el resultante de los expedientes de contratación y los reajustes. El Consorcio Provincial de Residuos ponía 240.000 euros cada año y la Diputación 360.000 para "promover un sistema de recogida separada, proyectar, contratar y cofinanciar una red de plantas de transferencia".

En total se señalaban en el documento 94 escombreras con una superficie comprendida entre los 500 y los 15.000 metros cuadrados. Del listado llama la atención que hay varias acumuladas en el municipio de Arlanzón, donde precisamente están las más grandes. 


Hay varias más de una en Redecilla del Camino, Villagonzalo Pedernales, Barbadillo de Herreros, Barbadillo del Mercado, Madrigal del Monte y también en Madrigalejo del Monte.

El objetivo de la Administración, siempre según la declaración de intenciones que plasmaron por escrito, es por una parte "desarrollar un programa para la recuperación ambiental de zonas degradadas con la finalidad de mejorar ambientalmente dichas zonas, así como también evitar que estos depósitos y legales vuelvan a aparecer, impulsando acciones orientadas a que los recibos procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria se gestionen a través de los circuitos autorizados, intensificando las labores de control".

57 puntos vigilados por su riesgo potencial de incendios

martes, 14 de abril de 2020

Los orígenes del culto Jacobeo y la formación del Camino.

En esta primera, nos acercamos a la peregrinación como una necesidad espiritual universal que se remonta a tiempos muy anteriores al cristianismo y que se adapta a las distintas culturas y evoluciona con ellas. Uno de los cinco pilares del islam es la peregrinación de todo devoto a la cuna de Mahoma, La Meca, donde se halla la Kaaba, que sin ser objeto de culto por los musulmanes, ya que sólo lo hacen a Alá, es el punto de llegada del peregrino y un centro de devoción mucho más antiguo, pues se supone que fue fundada por Abraham.

Acceso:
1ª Entrega Orígenes del Culto Jacobeo y Formación del Camino.

El monográfico “CAMINO DE SANTIAGO: ARTE E HISTORIA”, 
Historiadores Pedro Luis Huerta y Jaime Nuño, 
Canal Patrimonio



Desinfecciones contra el Coronavirus, días 28 de marzo, 3 y 13 de Abril.

Los días 28 de Marzo, 3 y 13 de Abril 
se procedió a desinfectar el pueblo 
para control de las propagación y contagio del coronavirus COVID-19.


Comunica el Ayuntamiento de Redecilla del Camino que, 
como medida preventiva para controlar 
la posible presencia del virus COVID-19 en el pueblo, 
se va a proceder a desinfectar todo el pueblo 
con la maquinaria de la Cooperativa el Sextil, 
y con mochilas/"candajas" sulfatadoras para aquellas partes 
a las que no pueda llegar la maquinaria. 
El desinfectante es el recomendado por las autoridades sanitarias:
Cloro disuelto en agua.

Aunque esa mezcla no supone ningún riesgo para nuestra salud,
mejor cerrar las ventanas.

Agradecer a todos los que participen en esa labor, 
y en especial a los miembros de la Cooperativa el Sextil.

Hoy podemos decir que no tenemos constancia
 de que hay contagiados por el virus en Redecilla del Camino.
Esperemos que sea así siempre.

¡ NO SALGAS DE CASA !


















lunes, 13 de abril de 2020

Asociaciones jacobeas plantean una vuelta al peregrinaje con garantías [COVID19]

Volver al Camino.

Desinfectando Albergue Aviles.
El objetivo de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago se plantear distintas estrategias que permitan reponer el Camino de Santiago ante el parón que supone el COVID-19.

Iniciativas hay  son dos las que destacan sobremanera entre todas las presentadas: 
Primera la la creación de una herramienta tecnológica que permita conocer la ocupación de los albergues en tiempo real para la vuelta a la actividad y el desarrollo de un portal web donde se concrete cómo se van recuperando los municipios. La citada aplicación, que ayudará a gestionar plazas ocupadas y disponibles y permitirá evitar aglomeraciones en ciertos puntos del Camino, tendrá una fase piloto, de 60 días de duración, en el Camino Francés. De esta manera los peregrinos podrán saber si cuentan con plaza en el albergue en el que desean pernoctar o deben dirigirse a otra población.

También, desde la Asociación de Municipios del Camino de Santiago se expone la necesidad de desarrollar ciertos "planes de contingencia" para la "apertura natural" de la ruta jacobea. "Proponemos acciones de carácter nacional e internacional y planes de relanzamiento cuando las circunstancias los aconsejen", argumentan. No obstante, reconocen que la reapertura de la red de albergues será complicada pero quieren que, cuando sea posible, se pueda ofrecer "una acogida perfecta", tanto del ámbito social como de la salubridad de las instalaciones.

Lograr la indulgencia plenaria de los peregrinos en el Jacobeo de 2021 es el objetivo de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago que han lanzado una comunicación con diferentes propuestas sobre cómo recuperarse tras la crisis del coronavirus con garantías para los caminantes. "Es buen momento para comenzar a dar pasos, para empezar a poner sobre la mesa ideas y propuestas para recuperar las peregrinaciones, para recuperar la red de albergues y para ir recuperando la economía de los pueblos por los que discurre el Camino", señalan en su comunicación.

Por su parte, desde la Xunta de Galicia confían que, una vez superada la crisis sanitaria del COVID-19, las administraciones, las asociaciones, los empresarios y los peregrinos unan fuerzas para recuperar "lo que nos une y lo que nos hace seguir al pie del cañón" y depositan en las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago -como la que preside en Asturias Laureano García- la esperanza de todos de "volver al Camino".

Desde la comunidad vecina ofrecen un e-mail (cultura.xacobea@xacobeo.org) y un teléfono de contacto para plantear dudas y propuestas para la recuperación de las peregrinaciones en los próximos meses. "Vuestro esfuerzo no debe parar, sois los grandes depositarios de esta tradición", anima el consejero de Cultura de la Xunta. 

Fuente caminosantiago.org

Coronavirus, explicación para catetos especialistas en pandemias.

Os traslado texto del catedrático 
Agustín Estrada Peña* Universidad de Zaragoza.
Mejor explicado, imposible. Vale la pena leerlo.


"Queridos conciudadanos de la cacerolada de las 9:00 PM. :
Pretendo escribir unas líneas a vosotros, los que hasta hace un mes erais expertos entrenadores de fútbol, a la par que avezados especialistas en mecánica de coches, y en las últimas semanas sois expertos en pandemias. A vosotros, quienes no tenéis ni idea de qué es R0 pero lo manejáis con soltura mientras la familia cena. 
A vosotros, que no sabéis distinguir entre letalidad y mortalidad, pero no os importa, porque lo verdaderamente serio es mostrar la indignación de la ciudadanía.
¿Por qué el gobierno ha actuado tarde?
Por la economía. Si se cierra un país a todo tipo de actividad económica porque hay cuatro personas que tosen mucho, y nada más, la caverna mediática hubiera condenado a los responsables con el estigma de “quieren destruir el país”. Se esperó hasta que se comprobó que, realmente, la cosa iba en serio y que había que tomar medidas. Hubo en momento en que los datos pintaron realmente feos, y ahí (tarde) se comenzó a actuar. Se actuó tarde por dos razones. 
La primera porque es un nuevo virus. Aunque seáis expertos en pandemias, no tenéis ni idea de qué son los segmentos S, M, y L de un virus y cómo se recombinan. No os lo voy a explicar aquí, pero debéis de saber que aparecen virus nuevos de los que no tenemos ni idea de cómo funcionan. Es como si estáis en el bosque y no sabes si estáis viendo enfrente de vosotros un mirlo o un feroz oso. No sabéis cómo se comporta. Mejor esperar a ver qué hace. Y eso hicimos.
La segunda es porque los chinos mintieron. Desde el principio. Esto sí que os lo voy a explicar porqué es adecuado para los especialistas en pandemias. Desde aquella epidemia de SARS en China, existe un sistema de vigilancia temprana y de alerta rápida en el país. Cada vez que se detecta un caso de neumonía “extraña” se debe comunicar a Pekín (perdón, Beijing). Pero eso acarrea ceses fulminantes y esas cosas de los chinos, y los responsables de sanidad de Wuhan decidieron que estaban mejor callados. Hubo un día que se les fue la cosa de las manos.
Os diré que el primer caso declarado es de finales de noviembre de 2019, por lo que el virus, con lo que sabemos hoy, podía estar circulando ya entre agosto y septiembre. La comunidad científica admite hoy que todas las cifras de infectados y fallecidos son falsas. Se ha calculado comprobando el tiempo que han funcionado las incineradoras de Wuhan en los últimos meses. Es decir, estábamos ciegos ante lo que nos venía.

¿Por qué hicimos mal el cierre de fronteras?
Porque es un virus diferente y no sabíamos que estaba ya “dentro”. Como sois especialistas en pandemias (reconvertidos de entrenadores de fútbol) podéis consultar nextstrain.org/ncov y comprobar que la introducción del virus se produjo en Europa en algún momento de Navidad, procedente de Shanghai, con dudas acerca de si fue en Reino Unido o en Islandia. Sí, Islandia, la gente también viaja allá. Navidad. Vosotros estabas discutiendo con el cuñado mientras ese virus entraba y luego os daría mucho juego de conversación con la familia. Pensadlo otra vez: Navidad. Aquí empezamos a preocuparnos en marzo, cuando el virus se había amplificado y nos dimos cuenta.

¿Por qué no hemos hecho pruebas rápidas?
Antes que nada, todos estáis manejando las siglas PCR como si fueran algo normal en vuestras vidas. Debéis de saber que en condiciones óptimas una PCR suele llevar unas 4 horas de tiempo y costar unos 40-50€. El hecho de que se estén realizando unas 20.000 diarias en España (a día de ayer, 5 de abril) os dará una idea del esfuerzo. Si además os cuento que un termociclador (permitidme que introduzca una palabra nueva a los expertos en pandemias, pero es el cacharro que se usa para hacer una PCR, no sirve la sartén de vuestra casa) cuesta unos 10.000€, os daréis cuenta del esfuerzo.
Todos estáis hablando de las “pruebas rápidas” (me niego a llamarlas “tests”, yo escribo en castellano) pero aún pensáis que se trata de una especie de magia que apunta a un individuo y aparece una luz roja. Pues no. Hay dos tipos. Una intenta detectar los antígenos del virus. En otras palabras, el método intenta encontrar si hay proteínas del virus en una persona. Pero el Centro Nacional de Microbiología comprobó que la sensibilidad era de un 30%. Es como si en un control de alcoholemia de la Guardia Civil se escapa el 70% de los borrachos. ¿Verdad que no sirve para nada? Por eso se devolvieron. Pero, claro, el Ministro es un torpe. Después se ha venido trabajando con pruebas que permiten conocer si una persona ha desarrollado inmunidad al virus. ¿Para qué? Ahora sabemos que antes de que una persona desarrolle inmunidad, puede llevar 5-7 días transmitiendo el virus. Estas pruebas nos dirán quienes han estado en contacto con el virus. Estas pruebas rápidas nos darán datos acerca de la infección intra-domiciliaria. Poco más.

¿Por qué es distinto este virus, por qué no hay respiradores?
Sabemos hoy que el virus se multiplica en la garganta a niveles simplemente brutales. En aproximadamente un 30% de las personas (pero también hay diferencias genéticas) el virus puede pasar al pulmón. No sabemos por qué, pero las células que se encargan de nuestras defensas, al ver la inmensa carga vírica, sueltan toda la artillería. Un gin-tonic está bien, pero ocho son demasiados. Aquí pasa lo mismo. Los enfermos graves lo están porque su sistema inmune se ha pasado de la raya.
Oh, los respiradores. Vale, os lo explico. Seat, Ford, Volkswagen fabrican coches al ritmo que saben que se van a vender. Lo mismo con los respiradores y las mascarillas. La fábrica produce sus artilugios al ritmo que se van a vender, y no invertir más dinero en cosas que no tienen salida. Yo no puedo ir a Seat y decirles “mañana quiero 30.000 coches”. No se pueden hacer. Pues es lo mismo. Pero, claro, el ministro de Sanidad es un torpe porque así lo han decidido los ex-entrenadores de fútbol.

¿Y qué hay de los modelos?
Mi frase favorita es la de un premio Nobel de Economía, quien dijo “si torturas suficientemente a los datos, puede que terminen confesando”. Quienes hayan leído los informes del Imperial College (lo que proporciona un grado supremo de Experto en Pandemias) habrán constatado que en España “debería haber” entre 2 y 20 millones de infectados. Vamos a volver a leerlo. Es como si vas a la frutería y preguntas por el precio de los tomates. Y te contestan que están entre 2€y 20€ el kilo. Eso ha hecho el Imperial College. Quien crea ciegamente en eso acaba de obtener el diploma de pajero mental supremo. Repito, no tenemos ni idea acerca de cómo funciona este bicho, y nuestras estimaciones solo eso estimaciones algo laxas.

¿Qué va a pasar?
No lo sé. Si lo supiera ya sería entrenador de fútbol. Pero pienso que la humanidad va a tener una pandemia que se extenderá por todo el planeta, que todos nos acabaremos infectando y que quizás (o no) tengamos inmunidad o se convierta en una vacuna que haya que incluir todos los años en el calendario vacunal. Aquí tengo dos cuestiones. La primera, que nadie piense que una vacuna se hace en un mes. Cuando empiecen a morir voluntarios en las pruebas vacunales, también criticaréis la vacuna y lo demostrareis con otra cacerolada. La segunda, pensad en África y en América. Allí no hay una sanidad como en Europa. Vamos a tener olas de infección secundaria y terciaria por un largo tiempo. Es lo que tienen las pandemias. Pero eso ya lo sabíais, expertos en pandemias.
Espero que, con estas explicaciones simple, aptas para ex-entrenadores de fútbol, os lo penséis dos veces antes de la siguiente cacerolada. Un comentario final: el Capitán “a posteriori” es un personaje que ya existe en South Park. La mayoría de vosotros sois capitanes “a posteriori”, y no ayudáis. Quizás vuestros hijos queden impresionados, nada más."

*Prof. Agustín Estrada-Peña
Dept. of Animal Health, Faculty of Veterinary Medicine Universidad de Zaragoza

domingo, 12 de abril de 2020

CORONAVIRUS: Medidas para la prevención de contagios del COVID 19. Buenas prácticas en los centros de trabajo.

De cara a la incorporación al trabajo el próximo lunes, 
después del cese de actividad de estas dos semanas, 
el Ministerio edita esta guía de medidas de prevención y seguridad personal, 
en el traslado/transporte, en el trabajo, después del trabajo, 
y tratamiento de residuos de equipos usados.
















jueves, 9 de abril de 2020

Agricultura: lo pequeño no es barato!. (¿barato?, ¿qué es barato?).



las macrogranjas (y lo hacen habitualmente en cuanto pierden dinero) o se hagan con el monopolio,
entonces nuestra actual carne/basura  nos saldrá muy cara: entonces,¿será más barato el cerdo?... 
La agricultura es algo mucho más que economía de trileros/charlatanes.
Republico este artículo porque, dejando a parte esos aspectos, aporta elementos de interés para la discusión, como, por ejemplo, el contexto internacional que nos ha llevado hasta aquí, la diferencias del modelo americano y el europeo, el momento en que empieza a declinar el pequeño agricultor y ganadero, no es por el coste salarial de los jornaleros...
Joaquín Arriola*,

En la época de la gran depresión se produjo un cambio estructural muy importante en la agricultura norteamericana. A pesar de su responsabilidad en la crisis, el gran capital financiero no perdió influencia política. Ejecutó las hipotecas que pesaban sobre los pequeños agricultores altamente endeudados, expropiándoles sus tierras para venderlas a grandes capitales inversores en búsqueda de nuevas fuentes de beneficios en una época en los que estos eran bastante escasos en la industria o los servicios.

En Europa no se dio un fenómeno parecido. La cercanía de la URSS hacía temer a las clases dirigentes europeas la radicalización política de la clase obrera. Así, en los dos países en los que con mayor fuerza se había manifestado el proceso revolucionario entre los trabajadores, Italia y Alemania, pronto se estableció una alianza que incorporó a los pequeños propietarios agrícolas en un esfuerzo por unir a la pequeña burguesía en contra del movimiento obrero radicalizado. También en la península ibérica se produjo, primero en Portugal con la dictadura de Salazar y después en España con la Guerra Civil y el franquismo. En Inglaterra o en Francia, el mantenimiento del sistema democrático fue posible gracias a los avances en la protección social y la participación política de los trabajadores. Y, por supuesto, con un pacto de no agresión con los pequeños agricultores. Así que con fascismo, nazismo o democracia, parte del precio de acabar con las veleidades revolucionarias reales o potenciales de los obreros fue mantener a los pequeños propietarios agrícolas.

Si en Estados Unidos el autoritarismo de corte fascista no fue nunca un fenómeno relevante es porque la radicalización de la clase obrera norteamericana al calor de la revolución bolchevique fue siempre un fenómeno minoritario, por lo tanto el gran capital no dudó en acabar con la agricultura a pequeña escala como forma de producción agrícola predominante. La literatura de la época (El camino del tabaco y La parcela de Dios, de Erskine Caldwell, o Las uvas de la ira de John Steinbeck) reflejan el sentimiento de una época que está pasando a mejor vida, la vida en el recuerdo de una clase social de productores agrarios a escala familiar.


A principios de siglo, en EE.UU. había 2 millones de explotaciones agrarias; en la Unión Europea occidental (UE 15) la cifra era tres veces mayor, con 6,5 millones de explotaciones. Pero mientras que en Estados Unidos la explotación media tiene una dimensión de 175 hectáreas, en la UE15 el tamaño medio es la décima parte que en EEUU. El Estado norteamericano con las explotaciones medias más pequeñas es New Jersey, donde tienen una dimensión media de 35 hectáreas, y las más grandes están en Wyoming, donde superan las 1.500. En la UE15 el tamaño medio más grande lo tiene Holanda con 300 y el menor, Grecia, con menos de 3. Si en la UE se considera "pequeñas" a explotaciones que generan menos de 15.000 € de beneficios, y "muy grandes" los que generan más de 100.000 €, en EE.UU. son "pequeñas" las explotaciones que generan menos de 250.000 $ de ventas.
Estas diferencias se manifiestan también en las posibilidades de vivir de la producción agrícola: en Estados Unidos la mitad de los agricultores lo son a tiempo completo; en la UE15, apenas la cuarta parte. Y mientras el número de agricultores europeos no deja de reducirse cada año, en Estados Unidos la cifra se mantiene relativamente estable.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el miedo al "contagio comunista" reforzó la necesidad de garantizar el apoyo de los pequeños agricultores o en su caso (Alemania, Italia€) de recuperarlos para el proyecto democrático. Este objetivo se encuentra en la base de la inclusión en el proyecto de Mercado Común Europeo de una Política Agrícola Común, con el argumento de garantizar la seguridad alimentaria en Europa occidental y la mejora de las rentas de la población rural, mucho más bajas en general que las de la población urbana. La planificación de la agricultura europea bajo el paraguas de la PAC ha sido sin duda el mayor éxito del mercado común en toda su historia.

No fueron, como reza el relato oficial, las presiones del Grupo de Cairns (EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Uruguay€), los grandes exportadores agrícolas competidores de la UE, sino la desaparición del comunismo lo que llevó a partir de 1993 a un debilitamiento progresivo de la intervención en el sector agrícola, de la protección a los pequeños propietarios, en favor de una agricultura cada vez más mercantilizada. Los pequeños agricultores ya no son aliado necesario en las estrategias, democráticas o autoritarias, de contención del radicalismo.

En lo que llevamos de siglo, han desaparecido en España más de 800.000 explotaciones agrarias, la inmensa mayoría microexplotaciones de menos de 10 hectáreas. Por el contrario, han aumentado en más de 3.000 las explotaciones agrarias de más de 100 hectáreas. Con todo, todavía hoy, de las más de 900.000 explotaciones, apenas hay poco más de 50.000 con un tamaño suficiente para generar economías de escala y un uso eficiente del capital. Y las muy grandes, las de más de 500 hectáreas, son solamente la décima parte de estas. En consecuencia no es de extrañar que el 20% de las explotaciones que generan menos producción apenas lleguen a los 10.000 € de media en España, frente a los 30.000€ de Gran Bretaña, 36.000€ de Francia o 45.000€ de Alemania.

Así que la alternativa es clara: 
si queremos mantener una estructura productiva en el sector agrario basado en las explotaciones familiares, la agricultura de cercanía, 
los cultivos ecológicos, el bienestar animal y la cercanía campo-ciudad etc., 
habrá que pagarlo. 
El conjunto de los consumidores tendremos que hacernos cargo de esa menor eficiencia en términos de producción por euro invertido de ese tipo de agricultura. Contra lo que se afirma, incluso por los propios productores, no es cierto que la competencia de la agricultura procedente de Marruecos, Sudáfrica o América del Sur se base en menores salarios, porque en estos países priman también las grandes explotaciones agrícolas capaces de reducir los costes unitarios y ser competitivos.

Desde que España abandonó con 30 años de retraso su versión local del totalitarismo y se incorporó a la UE, hemos podido disfrutar de importantes ayudas de la política agrícola común. Lamentablemente, casi al mismo tiempo que se producía la incorporación, la política agrícola empezaba a virar lentamente hacia criterios neoliberales basados fundamentalmente en la rentabilidad capitalista y esta en la agricultura va asociada casi indefectiblemente al tamaño. 
Esa es la madre del cordero: en la programación financiera para los próximos siete años se está planteando una reducción brutal en la PAC de aproximadamente unos 40.000 millones de euros. De llevarse a cabo, puede suponer una reducción entre ayudas a la producción de pagos directos y ayudas al desarrollo local rural unos 690 millones menos de euros al año de subvenciones para la agricultura española.

No se puede decir que el problema del sector son los salarios que se paga a los trabajadores asalariados. Por el contrario, los salarios del sector son altamente competitivos, mucho más que los de la industria o los servicios, en comparación con la Europa desarrollada occidental. Los aproximadamente 5.500 millones de euros de salarios pagados a los 470.000 asalariados del sector agrícola (pesca incluida) son equivalentes a la subvención anual recibida de la PAC y todavía sobran unos pocos centenares de millones para otros gastos. La subida acordada en el salario mínimo a 950 € serían unos 850 millones de euros extras que, junto con la reducción prevista de las ayudas europeas, supone que estas pasen de cubrir la totalidad de los gastos salariales del sector a cubrir solo tres cuartas partes.

Estas cuentas rápidas implican que mantener la agricultura familiar en explotaciones poco rentables y que subsisten gracias a la explotación de la fuerza de trabajo y a la subvención de los costes salariales y por parte del presupuesto comunitario nos puede costar por lo menos 1.500 millones de euros al año que habría que pagar con nuevas subvenciones locales (es decir, impuestos) a los agricultores o a los precios de sus productos.

La alternativa puede ser más cara a corto plazo, pero más rentable a largo plazo: llevar a cabo una reconversión agrícola que establezca la jubilación forzosa de los agricultores de más de 60 años y proceder a una concentración de tierras y al desarrollo de empresas agrícolas de alta capacidad productiva. El envejecimiento es un fenómeno que afecta a más del 40% de los propietarios de pequeñas explotaciones en España. Por el contrario, en las grandes explotaciones españolas que generan una producción superior a los 100.000 € solo el 10% de los propietarios tienen más de 65 años y 2/3 tienen menos de 55, porcentaje comparable de la media europea. Como se ve, lo pequeño puede ser hermoso, pero tiende a ser más caro.

* Profesor de Economía Aplicada UPV/EHU.

domingo, 5 de abril de 2020

El Bella Ciao con una letra muy particular para animar a los calceatenses, a cargo de Iván.


Iván Vázquez Valgañón anima desde su ventana cada tarde 
a sus vecinos de Santo Domingo de la Calzada interpretando diferentes canciones, 
con motivo del confinamiento por el estado de alarma decretado 
para luchar contra el coronavirus Covid-19. 
En esta ocasión ha puesto una divertida letra al famoso Bella Ciao.

En la canción anima a la gente a quedarse en casa y resistir hasta que todo se arregle.

jueves, 2 de abril de 2020

Cartografía ecosocial de las protestas rurales



El cabreo del mundo rural tienen que ver principalmente con dos embudos, el socioeconómico y el político. Hace décadas que nuestros sistemas agroalimentarios están gobernados por una gran distribución y una globalización neoliberal (tratados internacionales, la comida como mercancía, la PAC al servicio de las grandes explotaciones) que no recompensan a quienes producen nuestros alimentos. El segundo de los embudos se refiere a la crítica de las formas de representación en lo que respecta a mesas de negociación, desigualdades de género o a la búsqueda de reemplazos generacionales y de modelos productivos. Por ahora el sindicalismo de mayor visibilidad ahonda en posiciones conservadoras, particularmente ASAJA como gran patronal del campo inserta en la CEOE.



Está por ver qué caminos de transformación real de los anteriores embudos emprenden organizaciones críticas como COAG y UPA, ésta última vinculada a sectores rurales de la UGT. El mundo rural ha alzado su voz merced a los huecos abiertos en la agenda social, política y hasta artística. Abandona el fatalismo y se vuelve protestón ante los diversos embudos. Está por ver si las demandas iniciadas al calor de la sucesión de convocatorias #AgricultoresAlLímite y la reclamación de precios justos son un paraguas que dinamice cambios estructurales.

La respuesta del Gobierno ha sido el decreto lanzado el martes 24 de febrero: prohibir la venta a pérdidas, fomentar contrataciones indefinidas y reducir de 35 a 20 las peonadas necesarias para acceder al desempleo agrario. Sin duda, se plasman aquí reivindicaciones que invitan a visibilizar y cuestionar nuestro insostenible e injusto sistema agroalimentario. Algo muy positivo. Pero parecen medidas para contentar a una gran distribuidora hortofurtícola y menos a una pequeña producción. Las peonadas o las contrataciones de largo plazo no constituyen un apoyo directo hacia la subsistencia de los últimos eslabones de la cadena agroalimentaria (la producción rural) ni para la innovación hacia sistemas agroalimentarios más locales y diversificados.
En esta situación conflictiva y de embudos no resueltos, han emergido también nuevas plataformas rurales o nuevas vías para la reinvención de un sindicalismo agrario transformador. Por ejemplo, destaca en los últimos años el papel cada vez más relevante de organizaciones de mujeres en el seno del gran sindicalismo. Iniciativas como Ganaderas en Red han contribuido a poner sobre la mesa los embudos en torno a las desigualdades de género en el mundo rural. No ha faltado la irrupción de posiciones más conservadoras y algunas de extrema derecha (en defensa de las "esencias" del campo, nula referencia a la gran distribución, énfasis en precios, puesta en escena a favor de la "marca España"), las cuales han encontrado eco en organizaciones como la Asociación Nacional del Sector Primario o la recién creada Unión de Agricultores Independientes (ambas con base en la Almería agroexportadora).

Los conflictos del campo irán a más. Aparte de no resolverse la problemática de los embudos mencionados, se produce una resonancia social de protestas en otros países, como los chalecos amarillos en Francia. 
O irrumpen nuevos imaginarios literarios en este país, una ola de "neorruralismo": novelas llevadas al cine como "Intemperie", de Jesús Carrasco Jaramillo; poéticas ecofeministas como la de María Sánchez; la crítica del desarrollismo que erosiona tramas de vida rurales como hace Rafael Navarro en "La tierra desnuda"; o ensayos bastante criticados por su perfil urbanita, caso de Sergio del Molino y su obra La España vacía". 
Están emergiendo gritos compartidos. Pero también protestas encontradas en su seno. Por ejemplo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es una buena piedra de toque para un análisis de dimensiones de clase social o del derecho a tener derechos.

La patronal ASAJA y las nuevas plataformas rurales próximas a la extrema derecha se muestran crític a s con dicha subida, atrayendo a sectores de UPA y COAG. Entre estos últimos, sin embargo, emergen respuestas defensoras de dicho SMI y con propuestas que tratan de desbordar la globalización neoliberal (derechos del campesinado, circuitos cortos, necesidad de una transición hacia otros modelos productivos), caso del Sindicato Labrego Galego y otros espacios afines a la Vía Campesina. 
Son distintos polos que atienden a diferentes conciencias de "clase rural" y de relación concreta con los embudos económicos y políticos que siguen alentando la apuesta suicida de un "desarrollismo global".

En estas circunstancias, el ecologismo y el feminismo, o la sencilla reclamación de una producción sustentable y de igualdades de género, difícilmente encuentran un espacio de incidencia. La extrema derecha ha impulsado un caladero de votos rurales muy distante de estos polos, a través de su particular reinterpretación de algunos dramas del medio rural con tan sólo azuzar banderas como la caza o la defensa de "tradiciones" frente al ataque de los/as "animalistas urbanos". De caciques globales o regionales no hablan mucho, es más, se corre el peligro de que se sitúen al frente del descontento rural, como muestra el afán movilizador de la patronal ASAJA frente al actual gobierno.

En paralelo, desde el campo se percibe también una escasez de propuestas (comunicados, perspectivas, organizaciones, afán por tejer lazos con estas protestas) que trabajen temas de sustentabilidad o de crítica de los embudos sociales, económicos y patriarcales partiendo del propio medio rural. Del lado eco, observo que la palabra "sostenibilidad" y la conciencia por los impactos del vuelco climático están ya en gran parte de la agenda social y sindical. 
Para mucha gente la cuestión es común a cualquier tema de decrecimiento con justicia: ¿quién va a pagar las facturas?, ¿qué nuevos modelos de transición se van a apoyar?, ¿quién se hará cargo de los costes (económicos, electorales si no son bien enfocados) derivados de un alza del precio del petróleo, una política de "residuos cero" en los tratamientos fitosanitarios o una relocalización de las cadenas agroalimentarias?-

En la dimensión de género, si bien la protesta mediática ha presentado un rostro fuertemente masculino, diversas concentraciones y hasta cortes de carretera han sido protagonizados por mujeres. Hay un reconocimiento entre ellas de que resta mucho camino para que puedan superarse desigualdades de siempre en torno al acceso a tierras y titularidad, paridad en las organizaciones y formas de acción participativas, valorización de trabajos del campo ahora invisibilizados y desarrollados por mujeres. Pero se avanza. Organizaciones como el Sindicato Labrego Galego marcan aquí la pauta seguir. Al mismo tiempo, la necesidad de la ruralizar ciertas propuestas está ahí: ¿cómo se va a avanzar hacia un ecofeminismo amplio, si sus corrientes principales de pensamiento y de propuestas no están conectando con determinadas inquietudes rurales, las cuales tienen una particular lectura de temas comunitarios, familiares o de su relación con montes y ganadería? Vivimos tiempos de chalecos turbulentos. Quizás el campo esté ofreciendo chalecos problemáticos y de colores diversos (algunos marrones como la sociedad del carbón). 

Pero está hablando ya de implementar otros mundos y otras economías. Sería conveniente articular encuentros, pedagogías y formas de impulsar otras relaciones campo-ciudad sin renunciar a voces y a obligaciones decrecentistas que son propias de cada territorio.

Horarios de Autobuses Jiménez y taxis de Belorado, abril 2024.

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