jueves, 18 de marzo de 2021

Guardianes del tiempo: los últimos artesanos

En un mundo en el que tenemos todo lo inimaginable al alcance de nuestra mano –o de nuestro ratón–, ¿esperaría a que su quesero hiciese un reparto mensual si todo le llegase en envases retornables y cajas de cartón? Teresa y Kui abandonaron sus trabajos en Madrid para volver al pueblo a montar una quesería artesana. Con ella reivindican que los saberes tradicionales no son ni una moda ni un lujo solo al alcance de unos pocos: pueden ser la piedra de toque de un modelo más sostenible, cercano y respetuoso con el entorno.


Guadalupe Bécares

Los días fríos y lluviosos de diciembre no son precisamente ajetreados en Vezdemarbán. Si el tiempo anima poco a salir a la calle, el coronavirus no ayuda: hay muchas cosas que no llegan hasta aquí, pero sí lo ha hecho el miedo al contagio entre unos vecinos mayores y, por extensión, de riesgo. Según el INE, en nuestro país subsisten casi cuatro mil pueblos de con menos de 500 vecinos y este, en la provincia de Zamora, es uno de ellos. A inicios del siglo pasado, esa cifra había que multiplicarla por cuatro. Entonces, la localidad era conocida por sus textiles y, sobre todo, por sus fábricas de chocolate, que paulatinamente fueron echando el cierre o trasladándose a Toro, tercer municipio más grande de la provincia, y eso que hace años que no roza los diez mil habitantes. Hoy, unas pocas siguen abiertas, aunque sin la fuerza de entonces. En realidad, ya casi nada la tiene en una zona que sirve para ejemplificar con precisión de cirujano el drama demográfico que se esconde tras eso de la España vaciada.

Es sábado por la mañana y no hay ni medio rayo de sol, pero frente a una de sus fachadas se forma una pequeña cola. A simple vista, es más parecido a una vivienda que a uno de los establecimientos que uno espera encontrar en los pueblos de ese tamaño –una carnicería, una panadería, unos ultramarinos, un bar–. Aunque, al acercarse, el letrero indica que es una quesería, la primera impresión no engaña al que se decide finalmente a traspasar el umbral: es la casa de Teresa y Jesús (al que todos llaman Kui), dos madrileños que por estas fechas cumplen un año al frente de La dicha marbana. Eso sí, la historia arranca mucho antes.

Vezdemarbán era el pueblo de la familia de Teresa. Aunque sus bisabuelos se dedicaban precisamente al chocolate, sus padres ya fueron hijos del éxodo rural que, en zonas como esta, casi siempre tuvo como destino Madrid. Desde Carabanchel, hace tres años decidió desandar el camino de las generaciones que la precedieron y, junto a Kui, comenzó a reconstruir la casa que aún conservaban en el pueblo, deshabitada y abandonada. En 2017, se metieron en una obra que, reconocen, no habrían podido hacer sin los vecinos, que les ayudaron durante todo el proceso. Piedra a piedra, ellos mismos levantaron la que sería la vivienda. Durante esos tres años en los que estuvieron yendo y viniendo al pueblo mientras mantenían su trabajo en la capital, su proyecto de vida fue tomando forma. Ambos se dedicaban al mundo de la educación, pero siempre habían estado muy implicados en los movimientos sociales y vecinales, y querían dejar su día a día en la ciudad. A través del Taller de las Tradiciones –una plataforma que tiene por objeto la recuperación de los oficios y productos elaborados por antiguos artesanos–, participaron en diferentes cursos, y uno de ellos fue el de fabricación artesanal de queso. Algo con las nociones básicas, pero que les permitió meter el pie en un sector que desconocían por completo. Mientras lo descubrían, iban levantando su negocio, sin prisa, pero de forma constante. A finales de 2019, La dicha marbana era una realidad. Como logo, escogieron las flores que adornaban uno de los manteos tradicionales que atesoraba la bisabuela de Teresa.

Una red de apoyo

A la hora de arrancar, ambos destacan cómo, además de los vecinos, fue muy importante contar con el apoyo de otros que, como ellos, habían decidido emprender un proyecto así. En concreto, ambos subrayan el trabajo de QueRed, la red española de queserías de campo y artesanas, a través de la que hicieron diferentes cursos en profundidad sobre el oficio y que, sobre todo, les permitió simplificar al máximo la burocracia que implica poner en marcha un negocio. Además de profesionalizar la actividad y asesorar a los socios, la red también sirve como tejido asociativo y como interlocutor con las administraciones para tomar medidas que protejan el sector. «Ninguno nos dedicábamos al mundo empresarial, y no tenemos un plan, pero contar con la red nos permitió centrarnos en nuestro trabajo. No somos unas grandes industrias y no hay competitividad: a todos nos interesa que se extienda este modelo de hacer las cosas, porque hay mercado para todos», explican.

«No se trata de trasladar el día a día de una ciudad a un pueblo. Es otra manera de vivir»

Por ponerlo en perspectiva, si una de las industrias queseras que hay en los alrededores procesa una media de un millón de litros al día, Teresa y Kui emplean unos quinientos litros a la semana para hacer queso, pero también yogures, cuajadas, queso fresco o cremas artesanales. Apenas hay mecanización en un proceso en el que, salvo criar a las cabras y las ovejas, ellos controlan al completo: ellos mezclan, moldean, cortan y salan con sus manos; ellos limpian los tarros, diseñan las etiquetas, envasan y estampan la fecha de caducidad; ellos se encargan de las redes, toman los pedidos y los reparten. Su casa acoge la tienda, pero también el laboratorio y la habitación donde se curan sus lunas. De hecho, aprovecharon la arquitectura tradicional en su obra: la sala de fabricación, levantada sobre las antiguas cuadras, conserva el ventanuco original desde el que se podía ver al ganado, aunque ahora se emplea para saber si entra algún cliente mientras están en el laboratorio.

Lo que unos llaman filosofía slow, ellos lo han reenfocado en, simplemente, dejarse guiar por los ritmos que marca la propia naturaleza. De la mis- ma manera que no hay naranjas todos los meses, tampoco hay leche todos los días del año. Las grandes explotaciones tienen miles de animales para que la producción sea constante, pero eso no siempre sucede cuando se trata de unas pocas decenas de cabezas de ganado. Por ejemplo, hace unas semanas en Facebook e Instagram avisaban a sus clientes de que no podrían adquirir rulos de cabra porque estas, que acababan de parir, aún estaban produciendo el calostro de los primeros días y no podían elaborarlo. Y todos lo entendieron. «Claro que hay veces que queremos las cosas de inmediato, pero hemos notado un gran respaldo de la gente que piensa en comprar de forma diferente y que da valor a otros aspectos. No se compite con un supermercado o con una industria, porque cuando te llevas a casa este tipo de productos no buscas eso», explica Teresa.

Mucho más que cercanía

Precisamente la naturaleza y la sostenibilidad medioambiental eran una de las cosas que más le preocupaban a la hora de abrir el negocio. Hoy, cuando uno pide uno de sus packs, el único plástico que encuentra es el del precinto de la caja: todos sus productos van en papel, en cartón o en envases de vidrio retornables, y el cliente recupera veinticinco céntimos por cada uno que devuelve. Además, la leche con la que se elaboran los quesos procede de pequeñas ganaderías del mismo pueblo, con lo que evitan emisiones del transporte y se impulsa la economía local. Las especias, las hierbas y la miel que se emplean en algunas de las cremas y yogures proceden de la agricultura ecológica y están compradas en herbolarios de la comarca. Eso –sumado a una forma de producción autosuficiente en la que apenas hay intermediarios– también les permite pagar un precio justo por la materia prima sin que el cliente final pague un precio desorbitado: sin contar con el retorno, en un supermercado, un yogur de similares características y envase sigue siendo más caro que el suyo.

Al final, todo se resume en una proximidad que está presente en la propia forma de entender el negocio en sí. En el tiempo de la prisa y de la inmediatez en el que podemos tener un libro en casa en media hora, su quesería es un ejemplo de lo que se puede conseguir apostando por todo lo contrario. No tienen tienda online ni intención de abrirla por el momento porque, aseguran, implicaría subir el nivel de producción y aumentar los recursos físicos y humanos hasta un punto que se les escaparía de las manos fácilmente. De rebote, maximizaría su impacto medioambiental para conseguir que los productos –que, además, requieren refrigeración– llegasen en buen estado. «Cualquier forma de hacerlo requiere más recursos, más tiempo, plástico, residuos… No compensa», explica Teresa. Kui añade: «Nos han vendido que crecer siempre es lo bueno, que cuanto más siempre es mejor, pero nosotros creemos que eso no es así. En nuestro caso, hacerlo supondría muchísima más presión en todos los sentidos. No queremos una enorme industria: abrimos buscando vivir de ello aquí en el pueblo, y de momento, es así. No buscamos nada más».

Así, hoy por hoy, quien quiera comprar sus productos tiene dos opciones: hacer su pedido a través del teléfono o las redes sociales y esperar al reparto a Zamora capital que realizan una vez al mes; o bien acercarse a la tienda física de Vezdemarbán. «Estamos muy orgullosos por haber conseguido que gente de los pueblos cercanos venga hasta aquí. Ahora son malos tiempos para el turismo, pero cuando abrimos nuestra idea era que sirviese como incentivo para la economía local, y que quien viniese con el reclamo de los quesos aprovechase para pasar el día descubriendo la zona y paseando o comiendo en el pueblo», cuentan.

En su caso fue el queso, pero en otras zonas de España se suceden proyectos similares con otros sectores como la cosmética o el aceite –por ejemplo, la iniciativa de Apadrina un olivo en Oliete (Teruel)–. De hecho, apuntan a este tipo de negocios como una manera de reactivar el mundo rural en positivo y lejos del aura de derrotismo que a menudo lo envuelve. Aunque, estadísticamente, su caso no abunda, rehúyen la etiqueta de héroes o de pensar que el suyo es un acto de valentía. «Es un proyecto de vida a largo plazo. Hemos tardado tres años pero, si lo miras bien, no es tanto tiempo. ¿Cuántos años dedicas a esperar un ascenso o a preparar una oposición?», plantea Kui. Si en los últimos meses muchos han vuelto sus ojos al campo, sobre todo quienes pueden acogerse a las nuevas modalidades de teletrabajo, ambos huyen de esa idealización de lo rural, que está muy lejos de ser una Arcadia. «No se trata de trasladar el día a día de una ciudad a un pueblo, en primer lugar, porque es imposible. No tienes la oferta cultural o de otros tipos que hay en Madrid, pero es que la vida tampoco es la misma. Es otra manera de vivir, otra filosofía», apunta Teresa.

A finales de primavera, serán padres por primera vez. Su bebé será una excepción en una España que celebra cada nuevo nacimiento como un milagro. Esta criatura –y la de una pareja vecina– sumarán dos niños más al colegio del pueblo, donde ahora hay trece niños en edad escolar. El invierno no dura siempre y, como siempre, sucede en el campo la vida retoña. También aquí. 

lunes, 15 de marzo de 2021

Al resguardo de los Montes de Ayago, en San Vicente del Valle, Marina hace pueblo y comunidad.

«Me cuesta aguantar la 'agresividad' de Madrid»
                                             Marina Ortiz Lenoir-Grand.

I. Pascual.
Diario de Burgos.

Retratos del Burgos olvidado (XVII) | Javier Fesser, Mario Casas, Paco León... 

El del cine y la publicidad era el mundo de Marina Ortiz Lenoir-Grand hasta 2013, 
cuando cambió Madrid por San Vicente (al resguardo de los Montes de Ayago) 
a aquéllos por amigos como Blanca y Tinín.
Marina Ortiz Lenoir-Grand, directora de producción y empresaria de turismo rural. Foto: Luis López Araico

Y el Goya a la mejor dirección de producción es para ...:
Luis Manso y Marina Ortiz por La gran aventura de Mortadelo y Filemón, dirigida por Javier Fesser
Leen bien, muy bien, porque efectivamente, la protagonista de nuestro retrato de hoy tiene un Premio Goya, esa estatuilla que cada mes de marzo entrega la Academia de Cine a las mejores películas y a quienes las hacen posible. Era el año 2004 cuando Marina subía al escenario a recoger ese premio. Y casualidad o no, lo cierto es que hoy Marina tiene una buena excusa para revivir aquel día y aquel momento, porque esta noche es la noche de cine español, como suele denominarse a la gala en la que se entregan los Goya. Así que seguro que será una jornada de recuerdos y tal vez de algunas añoranzas.

Hoy, aquel Goya está lejos de Madrid, la ciudad en la que ha vivido Marina hasta hace 8 años. Hoy, ese Goya es un vecino más del maravilloso pueblo que es San Vicente del Valle, situado frente a la cara norte de la Sierra de la Demanda, y en la sur de los Montes de Ayago, a poco más de 5 kilómetros de Pradoluengo. 
Esos montes y una arquitectura popular singular es la que se encuentra cada mañana esta directora de producción metida a empresaria rural y animadora cultural de la zona, junto a un grupo de vecinos en los que ha encontrado una familia que ahora no cambia por nada, dice, aunque también es verdad que entonces tampoco cambiaba su trabajo, «que me encantaba». 
En cada etapa ha dado lo mejor de sí, pero lo que tiene claro es que no se arrepiente de la decisión que tomó en el años 2013.

Marina es una privilegiada, lo dice ella misma, vivir en un entorno como el que la rodea es eso, un privilegio, como lo es regentar la vivienda turística La Casa de Enmedio, pese a este año tan difícil para el sector por la covid, y como es un privilegio contar con vecinos que son más que eso, son amigos, como Blanca, Tinín, Vito o José Carlos, con los que intenta dinamizar la vida del pueblo, la comarca y unirse a los movimientos que luchan contra la despoblación y por los servicios como sanidad, telefonía o internet. Ella ha tenido que contratar un satélite para poder tener internet y trabajar aquí. 

Así que antes se rodeaba de profesionales como Aurelio, el naturalista mano derecha de Rodríguez de la Fuente, presentadores como Jesús Vázquez, directores como Fesser, su hermano Guillermo o Paco León, o actores con los que ha rodado anuncios, como Mario Casas o Úrsula Corberó, y ahora su mundo es más reducido, ya que apenas son una decena los vecinos que residen habitualmente en el pueblo, pero le bastan y dice que cada vez le cuesta más ir a su ciudad, a Madrid, donde esa agresividad que encuentra le incomoda. Agresividad en el sentido de tanta gente, tanta circulación, tanto estrés, tanta actividad... «Seguro que también la había antes pero estaba inmersa en ella, formaba parte de ella y no era consciente, es como lo del bosque que no te deja ver los árboles», dice. 

Y a estas alturas del texto surge la pregunta, ¿cómo vino a parar Marina a San Vicente, como es posible que un día, a sus ya 45 años decidiera cambiar ese mundo que desde fuera parece todo glamour por un pequeño pueblo burgalés de la España Vaciada, cuando además desde muy jovencita tenía muy claro que quería dedicarse al mundo de la producción? Su hermano tuvo mucho que ver, porque él fue quien construyó, con sus propias manos, la casa en la que hoy vive Marina, ella en la parte de abajo y en la de arriba los que vienen a alojarse para quizás, como ella hizo un día, alejarse del mundanal ruido. La casa iba a ser para él, pero por diversas circunstancias, finalmente no se quedó a vivir en San Vicente, momento que Marina se la compró... y hasta hoy. 

En aquellos momentos, hacia el año 2010, las dificultades eran grandes en el sector del cine y la publicidad en los que trabajaba y decidió dejarlo, consciente de que tenía que reinventarse, en otro mundo que también le gustaba, el del turismo. No se ha despegado del todo, porque aunque sin estar ligada por contrato a la última productora en la que trabajó, Púgil Film, de vez en cuando la llaman para producir algún rodaje, entonces hace la maleta y deja San Vicente por unos días o semanas. También acude a algunos festivales de jurado, como Sitges o Málaga, pero no desde hace un año por la pandemia.

Marina empezó estudiando Turismo, pero no terminó porque le surgió la posibilidad de entrar en una productora de documentales de naturaleza, Ecofor, su sueño desde pequeña; todo lo que sabe y ha aprendido ha sido trabajando día a día, haciendo series como Osos y Madroños para Tele Madrid, o vídeos documentales para el entonces ICONA. 
Tras esa primera etapa le llegó el gran salto a Pendelton, la productora de Javier Fesser y Luis Manso, pasando a trabajar en la producción de publicidad en formato cine. Recuerda que su primer anuncio en 35 mm fue de Fairy. Y en Pendelton llegó a ser directora de producción, trabajando en casi todas las películas de Fesser. Después vendría Púgil Film hasta 2013. 
Y a partir de ese año, su vida en San Vicente, al resguardo de los Montes de Ayago. 

Para qué más, con lo que le gusta salir en pijama a coger la leña...

jueves, 11 de marzo de 2021

De matojos silvestres a cultivos: ¿cómo ha domesticado el hombre el trigo, el maíz y otras plantas?.

Universidad Rey Juan C I,  

Todos sabemos que el grueso de nuestra alimentación depende en último término de unas pocas especies de plantas agrícolas: el maíz, el trigo, las legumbres, los árboles frutales y las plantas hortícolas, entre otras. En total, unos pocos centenares de especies. Pero ¿de dónde vienen y cómo han llegado a ser plantas agrícolas?

Todas ellas proceden de un progenitor silvestre, de un matojo de los que nos encontramos cuando paseamos por el campo. Por ejemplo, el maíz desciende de poblaciones naturales de la especie Zea mays ssp. parviglumis (teosinte de Balsas), que habita claros de bosque y sitios abiertos en la cuenca del río Balsas, en México central.

La cebada, por poner un ejemplo más cercano, proviene de la especie silvestre Hordeum spontaneum (cebada silvestre). Esta es prima hermana de otros Hordeum que proliferan en los bordes de los caminos y campos de nuestro país, cuyas pinchudas espigas nos lanzábamos unos a otros de pequeños.

Izquierda: población natural de teosinte de Balsas, el progenitor silvestre del maíz, cerca de la localidad de Teloloapan (Guerrero, Méjico). Las hojas alargadas y finas, de un color verde grisáceo, corresponden a las plantas de teosinte, que acaban en un penacho rojizo (flores masculinas). Derecha: vegetación espontánea en cerros calizos cercanos a Rimonim (Samaria, Israel), dominada por una nutrida población de cebada silvestre. Hugh Iltis y Ori Fragman-SapirAuthor provided

¿De qué manera algunos matojos como el teosinte o la cebada silvestre acabaron convirtiéndose en la base alimentaria de nuestra civilización? El proceso, al que denominamos domesticación, es tan complejo como fascinante.

Nuestra misión es compartir el conocimiento y enriquecer el debate.

El ejemplo del maíz

Se estima que los teosintes silvestres habitan Mesoamérica desde hace al menos 150 000 años, mucho antes de la llegada de los primeros humanos al continente americano.

Las primeras oleadas de cazadores-recolectores llegadas a la región comenzaron a recoger los granos del teosinte de Balsas del medio natural. Estos granos son extremadamente duros y, muy probablemente, su primer uso fue en forma de palomitas de maíz. Este procesamiento rompe la coraza del grano, exponiendo la semilla comestible.

Durante el acarreo, algunos de estos granos probablemente se extraviaban, germinaban y establecían poblaciones espontáneas cerca de los asentamientos humanos, que se empezarían a manejar en lo que llamamos prácticas protoagrícolas. Alternativamente, las poblaciones humanas pudieron, conscientemente, aprender a recolectar granos con el objeto no de consumirlos, sino de germinarlos y cultivarlos de manera activa.

Fuera como fuese, algunas plantas de teosinte empezaron a habitar ambientes protoagrícolas, altamente humanizados. Esto implicó un cambio radical en su régimen de selección.

Si en los hábitats silvestres la selección natural favorecía rasgos que optimizaran la capacidad de dispersión de las plantas, o que ayudaran a lidiar eficientemente con la impredecibilidad de las lluvias, en los hábitats protoagrícolas las fuerzas de selección fueron distintas. Aquellas plantas que producían más y mejores granos, o que eran más fácilmente recolectables, eran favorecidas por los protoagricultores y por tanto aumentaban en frecuencia de generación en generación.

Mazorcas de maíz seco fotografiadas en festival de semillas indígenas en Cotacachi, Ecuador. Shutterstock / Angela N Perryman

Cambios genéticos

Por ejemplo, en la transición evolutiva entre el teosinte y el maíz agrícola, se seleccionaron mutaciones del gen tb1 que resultan en plantas con crecimiento fuertemente vertical, poco ramificadas y con pocas, pero grandes, mazorcas. El arquetipo de una planta de maíz.

De manera más sutil, pero crítica, transformaciones en genes de las familias ZmSh1 y zagl1 generaron un rasgo clave: la pérdida del mecanismo de dispersión espontánea de las semillas del teosinte.

En el medio silvestre es esencial que, una vez que las semillas maduran, sean dispersadas a localizaciones distintas donde poder germinar y establecerse. Este proceso ocurre mediante diversos mecanismos. En el teosinte, las semillas maduras rompen de manera espontánea su conexión con el eje de la espiga que las sostiene y se desprenden. Este carácter hace muy ineficiente su cultivo ya que, cuando el recolector hiciera su labor, buena parte de la cosecha estaría en el suelo y por tanto perdida.

La aparición de mutaciones en los genes de las familias ZmSh1 y zagl1, que controlan la separación de semilla y espiga, generó plantas que no dispersaban sus semillas, y cuya cosecha madura quedaba retenida y fácilmente disponible al agricultor.

Otros cambios genéticos implicaron la transformación de las semillas, fuertemente encapsuladas, pequeñas y poco numerosas de las espigas del teosinte, en los granos grandes, numerosos y blandos de las mazorcas del maíz.

Algunas de estas variaciones ya existían en las poblaciones silvestres de teosinte, aunque en frecuencias muy bajas, y simplemente fueron favorecidas por la selección del hombre. Otras se generaron de novo por mutaciones espontáneas acaecidas ya en las plantaciones de proto-maíz manejadas.

Estos y otros cambios, que se iniciaron hace aproximadamente unos 9 000 años, tornaron los teosintes silvestres en plantas de maíz con aptitudes agrícolas. Este proceso llevó unos pocos siglos, un lapso de tiempo largo en términos históricos, pero realmente breve en términos evolutivos.

Como se puede intuir, muchos de estos nuevos rasgos eran ineficientes o incluso letales para las plantas en el medio silvestre, pero resultaron muy adaptativos, tanto para los teosintes como para nosotros, en el medio agrícola.

La domesticación fue motor de cambios culturales

Gallo bankiva en una ilustración de la obra de Hume and Marshall, Game Birds of India, Burmah and Ceylon (1879–1881). Wikimedia Commons

Procesos similares dieron lugar a la aparición de otras plantas agrícolas y también a especies animales ganaderas, como la oveja (proveniente del muflón asiático), la cabra (proveniente de la cabra bezoar) o la gallina (proveniente del gallo bankiva).

Para nuestra especie, la domesticación de plantas y animales silvestres marcó la transición a un modo de vida sedentario y agropecuario. Estos eventos ocurrieron de manera independiente en al menos once regiones del mundo, y a lo largo de periodos prolongados de tiempo, desde hace aproximadamente 10 000 a 5 000 años.

Las transiciones agrícolas conllevaron otros cambios en cascada, generando excedentes y por tanto la necesidad de defenderlos mediante estructuras militares, y la proliferación de actividades como la burocracia o el sacerdocio. Probablemente, estas transiciones hayan sido las revoluciones culturales más importantes en la historia de la humanidad.

Consecuencias biológicas de la domesticación

Hasta aquí la historia sencilla y edificante. Pero las plantas no son tornillos, sino seres vivos tremendamente complejos. Cambios tan radicales en su modo de vida hubieron de tener consecuencias sobre muchos otros aspectos de su biología.

Por ejemplo, hoy sabemos que la buena digestibilidad de las especies agrícolas, otro rasgo evolucionado bajo domesticación, no viene gratis. Las plantas se defienden frente a herbívoros y patógenos acumulando compuestos secundarios en sus tejidos. Estos compuestos son astringentes, venenosos, o simplemente poco digeribles.

La selección de plantas agrícolas depauperadas en compuestos secundarios, y por tanto con alta palatabilidad, hace que estas sean más sensibles a las plagas, y por tanto tengamos que defenderlas con fitosanitarios de alto coste económico y ambiental.

De igual forma, el incremento en el rendimiento de estas plantas ha disminuido su calidad nutricional. Por ejemplo, las semillas de las leguminosas de grano han perdido buena parte de los carotenoides, importantes precursores de la vitamina A, que presentaban las semillas de sus progenitores silvestres.

Comprender todas las implicaciones de la domesticación para el funcionamiento de las plantas y campos agrícolas es un ámbito de intensa investigación en la actualidad, y del que podemos aprender para avanzar hacia una agricultura más sostenible y productiva.

lunes, 8 de marzo de 2021

La «mitificación de la letra impresa» en el medio rural.

El historiador Juanjo Martín (Pradoluengo) confirma la existencia de 77 periódicos 
de y en los pueblos de la provincia de Burgos (no en la capital) 
desde 1866 hasta la Guerra Civil / Dos tercios «no llegaron al año de vida»


              Juanjo Martín, historiador y profesor de la Universidad de Burgos (UBU). ISRAEL L.MURILLO             

 
Algunas desaparecieron, como quien dice, en un abrir y cerrar de ojos. Otras, por el contrario, se ganaron a pulso la condición de «periódicos de verdad» aunque a duras penas superaron los cinco años de existencia. Hablamos de cabeceras en el medio rural burgalés. La voz del pueblo en papel, esa gran desconocida que experimentó un boom desde el triunfo de la Gloriosa, gracias al decreto de 23 de octubre de 1868 que «entreabre la libertad de prensa», hasta el estallido de la Guerra Civil. Nada más y nada menos que 77 rotativos de todo pelaje y condición (burguesa) surgieron en unas décadas convulsas donde la «mitificación de la letra impresa» se extendía más allá de las ciudades. 

Buena cuenta se ha dado ya de la prensa local, cuya historia está perfectamente documentada gracias a investigadores apasionados como José María Chomón Serna o Miguel Ángel Moreno Gallo. Sin embargo, las publicaciones rurales constituían un «fenómeno menos estudiado» al que el historiador Juanjo Martín no se resistía a hincar el diente. Sabía que había hambre de información en aquellos tiempos, pero jamás imaginó una «explosión» de tal magnitud fuera de la capital. 

Como la curiosidad no mata al gato cuando de historia se trata, Martín hizo lo que mejor se le da. Bucear en todas direcciones hasta descubrir, en un mar de archivos, sorprendentes hallazgos plasmados en forma de artículo: Del Pico de Toralvillo a El Eco de Aranda: compilación de los 77 periódicos rurales burgaleses (1866-1936). Pero antes de entrar en materia, convendría saber a qué se debió que tantos periódicos -la mayoría entre comillas- proliferasen «como setas». La conclusión a la que llega el docente de la Universidad de Burgos (UBU) es que surgen como una especie de contrapeso a la «cultura urbana de la sociedad de masas». El orgullo de la patria chica era innegable y, de esta forma, los municipios podían permitirse el lujo de darse «pequeños aires de capital»

Decíamos al principio de este artículo que la expansión de la prensa fue consecuencia del decreto post-Gloriosa. Pues bien, apenas se conoce una referencia previa editada en Sedano: El Pico de Toralvillo. Después nacería, al albur de la libertad de prensa, El Valle de Salvajina en el «aún más minúsculo Rioseras». Desde entonces hasta 1883, una vez asentado el «modelo liberal en el campo», verían la luz otros seis periódicos, tres en Miranda de Ebro y otros tres en Aranda de Duero. Tan solo eran la punta del iceberg, la avanzadilla de un movimiento informativo y propagandístico imparable que se frenó en seco cuando las tropas de Franco se hicieron con la provincia y empezaron a ejercer una «censura asfixiante». Hasta el punto de afectar a los medios de su misma -o parecida- cuerda ideológica. 

Algunos periodistas y editores fueron excomulgados por sus ideas «anticlericales» y la Iglesia llegó a prohibir la lectura de algunas cabeceras a sus fieles.

Tal y como acredita Martín en su investigación, «la mayoría de los periódicos rurales burgaleses tuvieron una vida muy corta, lo que abundó en su escasa difusión». De hecho, en torno al 18% de las cabeceras más allá de Burgos capital «entrarían en la categoría de ‘falsos periódicos’ por su escasa continuidad, ya que fueron publicaciones de número único o, a lo sumo, dos». Efímeros pero vitales, aproximadamente dos tercios del total «no llegaron al año de vida» y tan solo siete superaron el lustro, «destacando los boletines religiosos».  

Por comarcas, la del Ebro se lleva la palma. Con poco más de 6.000 vecinos a principios del siglo XX, Miranda era un auténtico hervidero de prensa escrita. También de agitación política, que ya venía de 1881 tras el nacimiento de La Prensa Mirandesa, rebautizada en cuestión de meses como El Nazareno. Fuese para despistar o no, lo cierto es que su «anticlericalismo» tuvo consecuencias. Sus promotores, republicanos convencidos, acabaron siendo excomulgados por el arzobispo de Burgos. Al final, entre unas cosas y otras, la publicación «sucumbió al año siguiente de su aparición». 

Similar suerte correría La Concordia (1886), con su director, José Izarra, viéndose envuelto en «problemas judiciales por ser muy crítico con el Gobierno» y la Iglesia pisándole los talones por su «marcado carácter anticlerical». Sobre su «escandalosa» condena llegó a hacerse eco El Papa Moscas, periódico capitalino que confiaba en la desestimación del fallo por parte del Tribunal Supremo y que dejó una frase demoledora recogida por Chomón en Burgos: prensa y periodistas del siglo XIX: «¡Bonito se está poniendo el oficio!».

'La Verdad de Miranda', rotativo mirandés fundado por Raimundo Porres.
Portada de 'La Verdad'.

No sería éste el único guiño de El Papa Moscas a sus colegas de profesión en la ciudad del Ebro. «La verdad es que se necesita patriotismo y buen deseo para publicar periódicos en poblaciones de corto vecindario», subraya el rotativo burgalés ante la salida del semanario La Verdad, impulsado por el maestro y edil Raimundo Porres

Sus ideales republicanos, sus críticas al Gobierno y su profuso análisis de los problemas que atravesaba la sociedad mirandesa se tradujeron en unas cuantas enemistades. También con las autoridades eclesiásticas, que «prohibieron su lectura a los fieles». En cualquier caso, lo cierto es que La Verdad gozó de amplia influencia e incluso pudo presumir de contar con «corresponsales en Barcelona y Madrid». De «agencias», supone Martín, pero corresponsales al fin y al cabo. 

El editor de La Voz de la Bureba no dudó en «abroncar» a sus paisanos tras la fría acogida del primer número.

La confrontación ideológica en papel, como hoy en día, también era palpable en la Ribera del Duero. Por un lado, tenemos ejemplos como el de La Tricolor, cuya plantilla fue excomulgada por razones evidentes. Por otro, Martín pone el foco sobre medios como El Eco de Aranda, promovido por misioneros claretianos, o La Voz de la Ribera, una «especie de órgano comarcal del Partido Agrario» concebido por su líder, José Martínez de Velasco, como un trampolín para «consolidar su candidatura como diputado nacional». Es decir, «buscaba una clara rentabilidad política más que económica»

'El Eco de Aranda', periódico de la Ribera del Duero.
Portada de 'El Eco de Aranda'.

El tercer gran núcleo de la prensa rural se asentó en Briviesca y alrededores. Curioso es cuanto menos el caso de La Voz de la Bureba, semanario nacido en el ecuador de la Segunda República. Tenía un poco de todo, desde sucesos hasta cotilleos sin perder de vista el prisma político. Sin embargo, la fría acogida de su primer número irritó sobremanera a su editor. Tanto que no dudó en «abroncar» a sus paisanos porque «moralmente» debían prestarle apoyo. 

Día Internacional de la Mujer, un día para conocer a Marina Ortiz....

 Marina Ortiz Lenoir-Grand es empresaria de turismo rural, 
directora de producción, premio Goya 2004, 
y compañera de FAS Tirón.

Marina, el año 2013 cambió el asfalto y los ladrillos por un rincón mágico en medio de la naturaleza, permutó el ruido de Madrid por la tranquilidad de San Vicente del Valle, lugar donde regenta 'La Casa de Enmedio', al pie de la cara sur de los Montes de Ayago.

Enhorabuena, Marina Ortiz Lenoir-Grand, todo un ejemplo de emprendimiento y repoblación en la cuenca del Tirón.

Enhorabuena a todas las mujeres como ella.
Felicidades, mujeres, por tanto!






Fuente Diario de Burgos.

sábado, 6 de marzo de 2021

Riojanismos en el Palabrario de Redecilla del Camino.

Hemos tenido acceso al libro el Castellano hablado en la Rioja, de José María Pastor Blanco, Ediciones Emilianenses, Logroño, 2010, Biblioteca Gonzalo Berceo, en que, en su capítulo 3º habla del léxico riojano en sus distintos orígenes, relaciones y evoluciones.

Lo hemos estudiado detenidamente y comparado con el léxico del Palabrario de Redecilla del Camino de 2005

También hemos subrayado en negrita aquellos términos coincidentes y sus variantes y, además de esas coincidencias con este libro, hemos publicado al final 54 notas  aclaratorias de las diferencias de fonéticas, de significado o de modo de escritura con aquellas.(en color azul van nuestras notas, y en color rojo van las notas del autor, Jose Mª)

Y este es el resultado, muy interesante para percibir las conexiones, multilaterales, de nuestro habla, nuestro diccionario o palabrario con los entornos comarcanos, castellanos, riojanos, y zonas de influencia en el valle del Ebro. 

Este estudio de Jose Mª Pastor Blanco nos ha permitido conocer mejor el origen de muchas de las 1.400 palabras de nuestro palabrario; por ejemplo, vindiadero, jébene...

Como siempre, el enorme esfuerzo que supone este trabajo está abierto a quienes desee aportar su habla, su decir, sus palabras, su opinión... Asi se hizo el Palabrario de Redecilla del Camino, que, de 1.332 palabras iniciales, en estos 16 años ha tenido más de 90 nuevas contribuciones:  dejadlas abajo de este blog en Comentarios de esta publicación o del propio Palabrario... 

Gracias a todos  y  disfrútadlo...



Castellano hablado en la Rioja,
José María Pastor Blanco,
Capítulo 3º.

INTRODUCCIÓN
 
La Rioja, por su privilegiada situación geográfica y por las circunstancias históricas que le ha tocado vivir, es un espacio de enorme interés dialectal. Cruce de caminos entre el valle del Ebro y Europa y el norte, centro y oeste peninsulares, ubicada en un espacio geográfico tremendamente fértil, y con una densidad demográfica siempre considerable incluso en los tiempos más difíciles, hasta aquí han llegado gentes de muy diversa procedencia desde los tiempos más remotos que, tras asentarse y fundir con la población indígena su cultura y sus hábitos expresivos, han convivido y mantenido sus diferencias hasta hoy en un hibridismo admirable. De ahí que sea una zona en cuyo sistema de lengua no resulte difícil descubrir reminiscencias autóctonas que aparecen a cada momento y comprobar a través de ellas la coexistencia de diversas tendencias evolutivas y diferentes estratos en el habla de sus gentes, anteriores a la suplantación idiomática impuesta por el castellano.
 
De otro lado, situada en un área periférica del antiguo solar castellano y alejada en gran medida en el pasado de los principales centros de poder (Pamplona, Burgos, Toledo ... ), movida por un natural instinto conservador, esta tierra ha permanecido aferrada a sus viejos usos y formas ancestral es, preservándolos apenas sin modificación desde la Edad Media hasta nuestros días. Porque La Rioja, enclavada entre dos grandes focos lingüísticos peninsulares (el castellano y el aragonés) y sometida a todo tipo de vaivenes en el curso de la historia, siempre supo mantener una gran personalidad idiomática caracterizada por ofrecer, bajo el secular mantillo de la lengua general, una pluralidad de normas esencialmente autóctonas, si bien coincidentes, como era de esperar, en la mayoría de los casos, con las propias de los dialectos y hablas vecinos. En definitiva, un territorio dialectal de enorme interés para el estudioso por la riqueza de respuestas que ofrece a distintos interrogantes habidos en nuestro idioma, como en seguida tendremos oportunidad de ver.
 
Pero como no podía ser de otro modo, el riojano popular actual tiene una clara textura castellana fruto de una intensa nivelación secular que arranca, cuando menos, desde finales del XII, con la incorporación definitiva de La Rioja a Castilla, tras la que se va difuminando poco a poco la caracterización de su viejo dialecto. No obstante, como decía, es mucho lo que aún queda de esa primitiva realidad lingüística regional, aunque quede relegada cada vez más a las áreas rurales y de la serranía y corra el riesgo de perderse para siempre por el acelerado proceso de despoblamiento que se vive en ellas. Y nuestra obligación es tratar de impedir esa fractura y sacar a la luz todos esos rasgos singulares que distinguen a esta tierra, apreciándolos en su justa medida para conocimiento de todos.
 
De otra parte, es muy discutible la estimación que se ha hecho de las hablas riojanas según dos ámbitos lingüísticos O zonas subdialectales: las hablas pertenecientes a La Rioja Alta, por un lado, orientadas hacia Castilla y que supuestamente llegarían hasta la línea geográfica del lregua, y las pertenecientes a La Rioja Baja, orientadas hacia Navarra y Aragón, por otro. Si acaso, cabría distinguir hoy del resto de las hablas riojanas, por su marcada personalidad y señalado arcaísmo, el habla de los valles del Alto Najerilla; pero lo más acertado quizá sea considerar a todo el espacio riojano como un dominio lingüístico único dentro de un amplio marco dialectal que abarcaría desde las montañas cántabras y el burgalés valle de Mena hasta Cataluña, hecho que, conforme vamos avanzando en su mayor conocimiento, quizá también hayamos de trasladar a la lengua antigua.
 
La mayor permeabilidad en la hibridación de un dialecto se observa en su léxico. El vocabulario constituye, sin duda, el capítulo de la lengua más variable a lo largo del tiempo ya que las voces que utilizamos a diario siguen a los cambios que afectan a nuestra forma de vivir. Los términos tradicionales de una región se olvidan por ausencia de necesidad al caer en desuso los objetos y tareas que ellos designaban, y en su lugar se adoptan otros nuevos traídos desde el castellano oficial (o desde el inglés) a través de los medios de comunicación que tanto nos invaden. No es éste un hecho que suceda sólo aquí, sino que se da en todas partes.
 
Mayor resistencia al olvido parecen oponer en cambio los rasgos morfosintácticos, algunos de los cuales permanecen intactos durante largo tiempo aunque el léxico empleado concuerde plenamente con la lengua general. En el plano fónico, los rasgos autóctonos son a menudo más reacios a desaparecer, llegando incluso a hibridarse en el castellano regional.
 
Es por ello que el estudio del castellano hablado en La Rioja quizá resulte una de las experiencias de trabajo más apasionantes que se puedan dar hoy en esta tierra, tanto más interesante cuanto que nos ayuda a descubrir, no ya sólo el carácter, la cultura y las señas de identidad auténticos de un pueblo a través de su lengua, sino sus verdaderas raíces y lo que verdaderamente somos y hemos sido desde siempre en la Historia.
 
En lo que sigue, presento y analizo sus principales claves….            [...]
 
3. ESTUDIO DEL LÉXICO (cap.3)
 
Si interesante ha sido el estudio de las claves fónicas (cap.1) y morfosintácticas (cap2) que caracterizan el hablar riojano, no menos llamativo resulta el análisis de su léxico autóctono, pues su exploración nos descubre aspectos poco conocidos de los estudiosos y testimonios idiomáticos inesperados. Veámoslo.
 
3.1. VOCES DESCONOCIDAS DEL CASTELLANO OFICIAL
A la hora de adentrarnos en el conocimiento de la lengua cotidiana de esta tierra lo primero que sorprende es la enorme riqueza en su terminología típica, y no ya sólo por la singularidad de sus formas sino por la presencia de numerosas voces que teniendo aquí notable arraigo resultan desconocidas del castellano oficial.
 
Pensemos, por ejemplo, en términos como abadejo 'temple, salud, gana', acabildar 'reunir el ganado que se halla esparcido por el monte para cambiarlo de lugar', acerarse 'perderse la sazón de las legumbres cocidas' y 'quedarse duras las patatas cocidas por llevar tiempo sin consumirse', albeñar 'ahechar, pasar el trigo por la criba más espesa', albotea 'finca', aldetica 'cerrojillo (Muscicapa hipoleuca)', alear 'comenzar a cobrar fuerza los elementos o los vegetales', aleguear 'amargar levemente', alunarse 'no quedarse preñada una res', aluradero 'salto, desnivel de agua', amio '(carne) en inicio de putrefacción'117, anatos 'material utilizado antiguamente en las cabañas para sujetar la paja de centeno que servía como tejado', angaríporas 'adornos con que se decoran los zahones de los pastores', apo 'retrasado, alelado, tonto', aricado 'labor de escarda en la viña consistente en eliminar los brotes inútiles que salen debajo de los pulgares en las partes inferiores de la cepa', arrecaya 'senda o camino abierto en una ladera en forma de zig-zag', ataúd 'muesca hecha en una madera para poner otra encima y formar así un balancín', aullar 'sembrar', ¡ausia! '¡hola!', bacho 'bazo' y 'conjunto de vísceras que conforman la asadurilla del cerdo', boduco 'local pequeño y miserable', bolláriga 'parte ligera de una brasa encendida que salta de la lumbre y se agita en el aire', calzorras 'bragas', cepo 'lote de madera extraído del monte comunal', 'colmena' y 'muro de defensa de la mies en las eras', cerol 'víbora', chamarín 'vasija de cuerno empleada para guardar el aceite', chana 'calor sofocante' y 'sueño o dejadez producidos por el excesivo calor del verano', collavar 'dejar la puerta de casa cerrada y en ella puesta la llave', combarzo 'mezcla de barro y paja empleada en la construcción', contenta 'propina que los pastores daban a camineros y vigilantes de fincas para que nos les denunciaran a su paso con el ganado camino de los extremos', correa 'estado de ánimo', ¡coto! 'voz del mayoral deteniendo el curso de la comida entre los merineros hasta que no se efectúe la ronda de la bebida', desfraguar 'perder una bebida carbónica su gas', epingles 'conjunto de regalos que trae el pastor a su mujer o novia tras el viaje a los extremos', era 'venta, acción y efecto de vender', escomar 'desgranar a golpes las espigas de centeno' y 'seleccionar las pajas de centeno antes de sacudirlas', estambre 'entramado de retama con el que se sostiene la paja de la techumbre de una cabaña', estragado 'sediento', farija 'hablador', farraca 'zurrón', farrán 'pretencioso', flojillo 'entre los alpargateros, hebra de cáñamo que resulta al rastrillar', golmajía 'golosina', gorrillas 'juego infantil basado en introducir desde una distancia determinada una pelota en alguno de los hoyos dispuestos junto a la pared' 118, guardaviñas 'edificación circular con cúpula que sirve de protección en el campo', haciente 'dícese del día de temporal de nieve y viento' 119, hornata 'ventanuco fijo de los encerraderos', hueca 'paperas', huste 'especie de horca empleada para remover la parva', leta 'muda' y 'helada', malaibo 'cerezo de Santa Lucía', malas 'placenta de una res', minchel 'ave nocturna parecida al cárabo', misurita[1] 'beato', 'falso, hipócrita', mostagán 'individuo vago, inútil' 120, tomajo 'retama', turre 'estado de ánimo, temple', vaguear 'cojear', zaguán 'vago, inútil, indolente', zandurria 'diarrea', zumpio 'dícese del tiempo cuando cambia amenazando lluvia', etc.
 
En su mayoría se trata de formaciones castizas, seguramente tradicionales, de las que no conozco ningún otro testimonio, ni literario ni documental, todo lo cual produce una extraña sensación de singularidad que acrecienta aún más el interés por la materia estudiada.
 
3.2. ARCAÍSMOS
Tal singularidad idiomática resulta aún más acusada si consideramos el segundo gran rasgo diferenciador del léxico riojano: la presencia frecuente en él de arcaísmos, en general de procedencia latina, buena parte de los cuales, o bien son desconocidos del Diccionario de la Academia, o lo hacen con un significado que ya no es habitual en la lengua común. Entre numerosos ejemplos, pueden citarse: A otro día 'al día siguiente' 121, acedo 'ácido' 'agrio', adra 'servicio que por turno corresponde realizar a un vecino como pastor del rebaño comunal', ahuches 'conjunto de regalos (cajita de alfileres, cintas de colores, pañuelos, etc.) que el pastor trashumante trae a su esposa, hijos o novia, tras su viaje a los extremos' 122, alboroque 'fiesta o comida organizadas tras la realización de un trato', algendres 'aparejo empleado para el transporte de cargas pesadas a lomos de caballerías', amargo 'apurado', amugues 'jamugas, especie de salma[2] que antiguamente se colocaba en las caballerías para transportar cargas', apercudido 'sucio'123, bernajía 'hecho portentoso, hazaña'124, cáñama 'cupo o límite de ganado que se permite introducir en un prado cercado', cativo 'justo, apretado', cenceña 'pan sin sal', (ha)cendera 'número total de cabezas de ganado lanar que posee un ganadero' y 'contribución que cada vecino había de pagar antiguamente al Ayuntamiento por derecho de pastos en proporción al número de animales que poseía', céspede 'terrón húmedo arrancado con hierba', chapirango 'calzado rústico', ¡che! 'voz con la que se llama al ganado', cierra pollera 'corchete automático de la ropa', cobertor 'paño para cubrir el pan', collera 'avío del pastor para toda la semana', coto 'multa al ganado', cualque 'alguno, cualquiera' y 'aproximadamente', escurecer o escurecida 'crepúsculo', estante '(individuo) que permanece todo el año en su localidad', fardelejo 'producto de repostería',fariña 'hambre',farreta 'gasto', forniguero 'montón de maleza cubierto con tierra y quemado', frui o fruye 'hayuco'[3] 125, fusca 'restos de comida y basura que se recogen al barrer la casa', hucia 'confianza', ivierno 'inviemo'126, jorma 'camisa de la estepa', jumera 'llamarada' ,junción 'acto religioso' y 'acción y efecto de uncir la yugada' , jundearse[4] 'columpiarse', lago 'lagar', legadera 'cuerda', lliojo o luejo 'cizaña, planta dañina para los sembrados', lúa o luga 'manopla, guante' y 'especie de peine o cepillo para limpiar las caballerías', lucano 'lugano', luogo 'luego', magantía 'quebrantahuesos' 127, maganto 'persona floja, de mala correa', mayata 'fresa silvestre', priesa 'prisa', puyar 'germinar el trigo' [5]y también 'hincharse una puerta como efecto de la humedad', rade 'brecina', radier 'raer', radío 'errante, perdido', rampleo 'especie de juego de bolos basado en la particularidad de disponerse éstos muy distantes unos de otros de manera que ocupen toda una calle' y 'zarandeo, empujón', rede 'valla del redil donde se encierra el ganado para que estercole una finca', redrera 'placenta de una res', rejollín 'conjunto de vajilla, cubiertos y demás útiles de cocina que se recogen después de comer y se dejan sin fregar', transido 'desfallecido de hambre', veceñada 'cabrada comunal', ¡velay![6] '¡helo ahí!' 128, vendegar 'vengar', etc.
 
No sorprenda esta fidelidad arcaizante en un área marginal y periférica con respecto al espacio castellano. De otro lado, la secular dedicación agrícola y ganadera de sus gentes ha reforzado aún más ese instinto por mantener inalterados los viejos usos dialectales, pues, si hay profesiones que rindan menos culto a las innovaciones que a las tradiciones, esas son las de labrador y pastor o merinero, seres que viven aferrados a las formas de sus antepasados, repitiéndolas apenas sin modificar durante siglos, tal como se sigue en el ciclo estacional de las tierras que cultivan o de las ovejas que guardan.
 
 3.3. CORRESPONDENCIAS CON LAS HABLAS OCCIDENTALES
La vinculación o correspondencias de las hablas occidentales (especialmente de las extremeñas, salmantinas y leonesas) con el léxico riojano se descubren continuamente. Esta relación de lenguas, indicio de supervivencia a lo largo de siglos, configura un nuevo rasgo caracterizador de la modalidad castellana de La Rioja, completando su peculiar fisonomía.129
 
Citemos algunos ejemplos, acaso los más singulares: abarbar 'comer o beber con ansia cuanto quiere la res', abarro 'rezno, insecto chupador de la sangre', acarrarse 'marchar las ovejas una tras otra con el morro arrastrado por la tierra, para protegerse del sol en el estío', ambuesta[7] 'cantidad de cereal o de harina que cabe entre las dos manos juntas', amolachín 'artesano, generalmente gallego, que antiguamente iba por los pueblos en primavera anunciando con su peculiar silbo en escala, su rueda de afilar y su arte de afilar cuchillos, poner a punto los trillos o las hoces para la siega', amorar 'jugar las niñas a amas de casa', angorras 'pieles de oveja secadas sin quitarles la lana, utilizadas antiguamente para cubrirse las piernas el pastor en tiempos de lluvia y nieve', arrecirse 'helarse', borrajo 'rescoldo', calabozo 'rozón, herramienta para cortar zarzas o podar árboles' 130, cavancho 'azada larga de corte', chabanco 'ciénaga', chamarada[8] 'llamarada' 'hoguera', chamballo o chocallo 'cencerro que suena mal', chaqueto 'abrigo de mala calidad', charra 'variedad de oveja', chirrichofla 'juerga', cierveda 'costillar del cerdo', cobra 'manada de yeguas', cotorro 'altozano', entremijo 'tabla o losa para colar la ropa', escusado 'entrometido', espergurar o despergurar 'limpiar la vid de todos los vástagos y tallos bajos', fariña 'hambre', jarrajo 'despojos de una res muerta esparcidos por el campo'131, huesera 'osario', humero 'compartimento de la casa donde se seca la matanza', jarote 'cerdo de procedencia extremeña', jato 'ropa y útiles del pastor', jondear 'lanzar lejos un objeto', jorra '(res) que no queda preñada un año',  jurgonear 'remover el interior del horno con el hurgón', macho 'mazo grande', machuco 'tronco de madera'[9], marrajón 'persona maliciosa e interesada', mondonguera[10] 'mujer encargada de preparar la mezcla de las morcillas' y 'cocinera-jefa durante la matanza', montanera 'pasto de bellota y hayuco', orilla 'tiempo atmosférico'132, ovigar[11] 'adelantar el trabajo', 'rendir en una tarea', pesca 'pescado fresco, en general', posido o posío 'terreno de labor que se abandona y sirve de pastizal', recentina 'cabra u oveja recién paridas', recovero 'vendedor ambulante que recorre las dehesas extremeñas donde guardan sus rebaños los trashumante serranos para comprarles sus animales muertos o intercambiárselos por comida', salón 'costillar entero de una res, adobado y puesto en salazón', tacho 'especie de balde', támbara 'rama delgada y larga', tenada 'habitáculo cubierto de tejas dentro de la corraliza para guardar el ganado' ,yunta de canga 'yunta mixta de vacuno y mular', zajón 'zahón de pastor', etc.
 
 3.4. CONTINUIDAD CON LAS HABLAS CÁNTABRAS
Pero en el vocabulario de La Rioja encontramos también distintas voces que lo conectan, no ya sólo con las hablas occidentales sino también con las cántabras, reflejando así una continuidad lingüística entre dialectos conservadores, bajo el secular manto uniformador de la norma castellana. Además de mayata y probablemente también dejondear y chamarada, citados en párrafos anteriores, añadiremos: añusgarse 'atragantarse', bandullo[12] 'conjunto de vísceras formado por las tripas y asadura de una res', berezo 'brezo'[13], charma 'hoguera', chote o choto 'cría de la vaca', colodra 'vaso hecho con un cuerno de vacuno', esborrio 'resbalón', garabullo 'cúpula de la bellota', grumos 'ramas de retama o de escoba', jato 'cría de la vaca',juncir 'uncir el yugo', llar 'lugar donde se hace la lumbre', magüeta 'fruto del espino albar', malera 'epidemia', maturranga 'astucia', 'método anticonceptivo casero', pecu 'cuclillo', pelaza 'cordel hecho con una soga y pajas de centeno', sallar 'limpiar de malas hierbas el sembrado', sallete 'herramienta agrícola empleada para quitar las majas hierbas', sarcillo 'azadilla', somosta 'lazada de seguridad', torreja 'torrija', valleja 'hondonada', etc. y otros términos que, como chapla 'cencerro que suena como abollado', estolaje 'estado de ánimo, temple' 133, payo 'alto de la casa' o rumio 'comida rumiada' hallamos documentados en La Rioja, en Cantabria, y en territorios intermedios.
 
 3.5. CORRESPONDENCIAS LÉXICAS ENTRE EL OCCIDENTE PENINSULAR Y EL VALLE DEL EBRO
Finalmente, observo un conjunto de formas atestiguadas en suelo riojano que, siendo desconocidas de la lengua oficial, resultan comunes tanto a los dialectos del Occidente peninsular como a los del valle del Ebro, confirmándose de nuevo esa continuidad lingüística de que hablábamos antes entre los dialectos hispanos, por debajo del mantillo uniformador impuesto por el castellano: aburar [14]'asarse' 'quemarse', agre 'agrio', aguadojo[15] 'boca de entrada o salida del agua de riego de una finca', ajada 'azada' 134, amarecer 'cubrir el morueco a la oveja', amorrarse 'protegerse las ovejas del sol en el estío, juntándose unas con otras, con la cabeza caída', andorga 'estado del vientre cuando se ha comido con exceso', anguarina 'capa rústica para protegerse de la lluvia', arestín 'sama de los animales', artuña 'cabra u oveja que amamanta una cría que no es suya', boche 'cría del asno', caer 'echar, cortar, tirar', cajigo 'quejigo', calce[16] 'cauce, lecho del río', camba 'cama del arado', cándalo 'trozo de madera muy seco', cargadero 'dintel de la puerta', cero liar 'acobardarse' o 'hacerse las necesidades como consecuencia del miedo', cerote 'primeros excrementos de los chotos o de los niños', changarro 'cencerro', cingulozango 'columpio' o cingulozánguli 'incensario', corte o cortija 'lugar donde se guardan los cochinos, pocilga', comporta 'compuerta de riego', cutio[17] 'criado contratado para todo el año'l35, entenado 'hijastro', escarzo 'materia esponjosa que sale en los troncos de los árboles cortados, especialmente en los chopos', escucho 'recado al oído', escurrajas 'restos de comida o masa', excusamozas 'trébede', Jajina 'hacina, montón de mies', Jarraña 'pasto malo', Jusca 'restos de comida, desperdicios y, en general, basura que se reúne al barrer la casa', garcía 'zorro', garulla 'variedad de uva', huey 'hoy', igüedo ojubedo 'animal cabrío', itar 'echar', jalma 'salma, especie de armadura de madera que, ajustada sobre la albarda de las caballerías, sirve para transportar pesadas cargas', jardo '(animal) achocolatado', lechigada 'conjunto de crías que amamanta una cerda', limaco 'babosa', mallo 'especie de mazo', marecer 'cubrir el morueco a la oveja', mayada 'entre los alpargateros, cada una de las porciones de estopa que se trenzan', (ganchos) oncinos 'apero del labrador que se coloca sobre la salma y que sirve para transportar grandes pesos a lomos de la caballería', rodera 'rodadura que queda en los caminos donde pasan los carros', rodilla 'trapo de la cocina' y 'rodete de tela que antiguamente se ponían las mujeres en la cabeza para soportar pesos', rosada 'rocío, escarcha', sencido o sencío 'intacto, (prado o dehesa) que aún no han sido hollados' 136, talanguera[18] 'puerta hecha con troncos', tardío 'otoño', tollo 'agujero por donde se escapa el agua', tuero 'fragmento del tronco de un árbol', vaso 'cascarilla del trigo', vechiga 'vejiga', yelso 'yeso', zarrio[19] o zarrioso 'sucio, mal vestido', zurrutera 'mujer callejera', etc.
 
3.6. CONTINUIDAD DEL VOCABULARIO RIOJANO CON EL DEL ALTO EBRO
Como era presumible, el vocabulario riojano (y no sólo el de La Rioja Alta) es muy similar al vocabulario propio del Alto Ebro y comarcas limítrofes, incluida la Montaña cántabra, La Bureba y las tierras de Álava, como resultado en la mayoría de los casos de su común ascendente románico o prerromano. Prescindiendo de las formas de casi segura ascendencia vasca, los ejemplos serían incontables y abarcan todos los órdenes de la vida: ábrego 'viento del Sur', acetabla o achitabla 'acedera', aglariar 'asustar', alcanduz 'acequia' y 'tubería de barro para conducir el agua', aloya 'alondra', arpa 'instrumento agrícola de mango largo a cuya extremidad se sujetan tres o cuatro dientes encorvado s y que se emplea para cargar o descargar basura o para remover la uva pisada', arruchar 'dejarle a uno sin un céntimo en el juego', aseladero 'lugar donde descansan las gallinas', beleda 'acelga', berozo 'brezo', bobarril 'ventana para salir al tejado', borto 'madroño, arbusto y su fruto', bríncula[20] 'balancín de madera', cameña 'parte del yugo sobre la que apoya la testuz de los vacunos', candaja 'vasija para llevar leche o para echar comida a los animales', carrejo 'pasillo', cazarra 'pesebre hecho con el tronco de un árbol', cenaco 'cieno, lodazal', champlera o champlón 'piedra o tejo utilizados en los juegos infantiles', chamurrar 'socarrar', chiribita 'margarita silvestre', chirpia 'sarmiento estéril de la vid', chuma 'extremo que brota en la rama de un árbol' y 'copa del árbol', chusta 'chispa', cinjada 'lazo hecho de cuerda', clavija o llavija 'pasador que se pone en los orificios del timón a fin de que el arado quede sujeto al yugo', cocino 'recipiente generalmente de madera o tronco excavado donde se echa la comida a los cerdos' y 'lugar donde se echa la comida a los cerdos', cocota 'copa de un árbol', cogecha 'cosecha', comuña 'mezcla de harina de trigo y centeno', coreo 'pato silvestre', corquete 'especie de podón para cortar zarzas', cotero 'cerro bajo pero de pendiente rápida', cuezo 'colmena hecha con un trozo hueco de roble', cumbrero 'comunal', cumbrial 'viga principal', enfolgueta 'ligero de ropa', fala 'charlatán', fiojuelo 'tamo, pelusa de lino, algodón o lana' ,frí 'hayuco', frusleda 'azófar, latón', gericar 'conducir al ganado de cerda', golorito 'jilguero', grana 'parte comestible del hayuco', hobe 'hayuco', jaro [21]'turbio', jeben 'mostaza[22], planta silvestre', jirpiar[23] 'quitar sarmientos estériles de las vides', jumera 'borrachera', juncidera 'correa que sujeta los extremos de la collera o del yugo', juncir 'poner el yugo', landa '(tierra) que no se cultiva', ley 'almuerzo a media mañana', ligaterna 'lagartija', lumia 'joven desnutrido', marueco o morueco [24]'camero semental', melenche 'cría de asno' , nidrio 'amoratado' y 'lleno, harto' , otana 'hogaza de pan de aproximadamente un kilogramo de peso' 137, pamplina 'llantén',paulina 'hierba maligna de los sembrados', ramulla' conjunto de ramas de olivo o de cualquier otro árbol que se da al ganado como alimento', remojón 'conjunto de tareas relacionadas con la matanza del cerdo', respe 'lengua de la culebra' y 'persona de lengua viperina', rimadero 'tronco que se deja sobre la lumbre para que mantenga el fuego', rincle 'fila, hilera', sambugas 'jamugas', sinar(se) 'sonar(se) las narices', soma 'salvado fino' y 'pan hecho con salvado fino', surcaño 'colindante', teguillo[25] 'tablilla de madera utilizada para cubrir el entramado del tejado', telera 'enrejado de madera dispuesto sobre el pesebre donde se echa el pienso a ovejas y cabras', termón 'terrón de tierra', torrollo 'collera, aparejo de las caballerías', trespiés 'palanganero'[26], troqueao 'vara de avellano utilizada en las danzas pastoriles' y la 'danza propiamente dicha', veceñada 'cabrada concejil', ve laña 'vista', víndola o blinda 'columpio'[27], virojo 'bizco', zaburto 'pocilga', zarbo 'pez de río semejante al gobio', zurba 'serba' y 'poma, manzana', zuta 'herramienta agrícola', etc.
 
3.7. SIMILITUD DEL LÉXICO RIOJANO CON EL VOCABULARIO GENERAL DEL VALLE DEL EBRO
Pero además de las vinculaciones y correspondencias seguidas hasta ahora debemos destacar también el gran parecido que ofrece el léxico riojano con todo el conjunto de hablas del valle del Ebro, incluidas las sorianas, pero especialmente con las que pertenecen a los territorios navarro y aragonés. Se trata de un fenómeno natural por razones geográficas, históricas, culturales, económicas y vitales, y ya hemos visto en anteriores apartados cómo, al margen de los vulgarismos extendidos por gran parte del dominio castellano, la mayoría de los rasgos fónicos y morfosintácticos peculiares de La Rioja se hallan también en las áreas colindantes. Por ello que no nos extrañará encontrar aquí numerosas voces riojanas -buena parte de las cuales podríamos haberlas estudiado igualmente en el apartado de arcaísmos que, con independencia de los vasquismos, de que hablaré a continuación, son asimismo características y de uso común en una amplia zona geográfica que comprende desde las montañas cántabras hasta Cataluña, a lo largo de los valles alto y medio del Ebro, como, por ejemplo: ablentar 'aventar la mies', abonecer 'aumentar de volumen, cundir, dar de sí', aladro 'arado romano', alberge[28] 'albaricoque', albillo 'intestino recto de la res', 'morcilla', aldraguero 'chismoso, embustero', alguillado 'enfermizo', alto 'desván', amparo 'cantidad muy pequeña, pizca, trozo minúsculo', amplo [29]'amplio', ansa 'asa'138, ansias 'náuseas', arañón 'endrino, ciruelo silvestre, y su fruto', arcila 'arcilla', arpillera 'trapo de cocina', artaguitón 'comida ritual propia de los días de Cuaresma y Semana Santa', ascla 'astilla', azagón 'senda o camino', azulete 'polvo o bolas de añil', biércol 'variedad de brecina', boirada 'lluvia suave y de corta duración', bote 'macho cabrío', bresca o briesca 'panal de miel', brisa 'orujo de la uva', brullos 'requesón', cadiera 'tapa de madera que algunos escaños de la cocina antigua tenían incorporada y que, girándola, hacía las veces de mesa', caloyo 'cría recién nacida de la cabra o de la oveja' y 'cordero o cabrito nacidos muertos', canso 'cansado', caparrón 'alubia roja', cardelina 'jilguero', cavo o cado 'madriguera del conejo', chandrío 'mezcla revuelta de cosas' y 'estropicio, salchucho', chofle 'pulmón de la res', C/O 'en el juego de las canicas, hoyo de tierra donde finalizan los diversos lances para ganar la bola', colleta 'planta de berza', colme 'colmado, repleto', corquete 'cuchilla del vendimiador' 139, custiero 'guarda de campo', cuzarra 'fiambrera', de par de mañana 'de madrugada, muy temprano', enguerar[30] 'estrenar', entecarse[31] 'enfermar', esbajarse 'perder su aroma (un perfume, un vino) o una bebida carbónica su gas por el paso del tiempo o por haberse dejado abierto en demasía su recipiente', esbarar o esbarizar 'resbalar', esquinazo 'columna vertebral de los animales', extremar 'limpiar la casa', falsa 'espacio diáfano o cámara que queda debajo del tejado, desván', farineta 'producto de repostería', farnaca 'liebre joven' , fiemo o ciemo 'estiércol', fila o filla 'boca de agua para dar caudal desde la acequia' y filada 'era o tabla que puede regarse a la vez', forcate 'arado con dos varas para ser tirado por una sola caballería' , fuina 'garduña' y fuína o juína 'escapada de la escuela o falta de asistencia a la misma sin causa justificada alguna',  glera 'cascajar', gobén 'palo que enmarca el lecho del pastor', haberío 'mulo, animal de labor y carga', liquia 'liga para cazar pájaros', lleco o llueco 'terreno inculto', llorca 'madriguera de conejos', luello o lluejo 'cizaña, planta dañina para los sembrados', luere 'verderón', madrilla 'boga, pez de río', maguilla o maila 'manzana silvestre' 140, mardano 'morueco, camero semental', menucel 'conjunto de plantas o legumbres de cosecha menor (arvejas, yeros, etc.) que se siembran cuando el campo queda en barbecho', meseguero 'encargado de vigilar los sembrados', mocete 'mozo joven, mozalbete', morgón o murgón 'mugrón de la vid', morisca 'tipo de azada', mortichuelo 'entierro de un niño', muir 'ordeñar', navegar 'avivar la marcha' y 'hacer las cosas con rapidez' , panadera' paliza' , paniquesa 'comadreja', pansido 'agotado, cansado' 141, panto 'ensimismado, distraído', patorrillo 'guisado hecho con los menudillos y patas del cordero o cabrito', perdigacho 'perdiz macho', perta 'pérdida', pescatero 'vendedor de pescado fresco', plantaina' llantén', plegar 'terminar la jornada de trabajo', pocha 'judía blanca', poyata 'levante, vasar', ralda 'rebanada de pan' y 'cata de melón', raldilla 'torrija', rallo 'botijo', rebús 'los desperdicios, lo peor de una cosa', renque 'hilera', ruejo 'canto rodado' y 'rodillo de piedra', tasugo 'tejón', tapabulleros 'juego infantil hecho con barro', trullo 'recipiente de madera donde fermenta la uva', yasa 'desbordamiento del río' 142, zoqueta 'guante de madera con el que el segador defiende sus dedos de los cardos y zarzas', 'freno de madera en los carros' y 'barbilla', etc.143
 
 3.8. VASQUISMOS EN SUELO RIOJANO
Sorprende quizá la escasez de vasquismos, no generales en castellano, que hallamos en la zona:144 además de arañón 'ciruelo silvestre y su fruto'145, visto con anterioridad, citemos ¡aida! 'voz del arriero para animar a la yunta de ganado vacuno a que avance o avive la marcha' 146, anavia o ganavia 'arándano'147, archugo o ganchugo 'granzas finas' 148, artolas 'armadura de madera que, ajustada a la albarda, sirve para transportar cargas a lomos de caballería' 149, atalo[32] 'pesar, trabajo o esfuerzo que supone reponer los daños causados por una tormenta que destruye los sembrados, un fuego, una ventisca, un rebaño que invade la cosecha, o por otro daño considerable en los bienes y propiedades' 150, baldarra 'travieso', 'arisco', 'zafio en el vestir' 151, birlocha o birrocha 'mujer entrada en años sin casar, solterona'152, bitroco 'bizco'153, bizcarque 'espinazo del cerdo'154, cachi ([33]o cachiberrio) 'guía del grupo de danzadores´155, calamarro 'cangrejo de mar'156, cartola 'tablero lateral del carro'157, cenzay[34] o cenzaya 'niñera'158, charangulla o chorronguina 'lagartija'159, chimbo 'pajarillo'160, chistor 'longaniza' 161, chocarrar 'socarrar' 162, chordingo 'murciélago' 163, chosne o chozne 'barra pequeña de pan' 164, churrear 'entrecavar, escardar' 165, cil 'ombligo' y 'hoyo, en el juego de las tabas' 166, cingulozango 'columpio hecho con una cuerda atada a una rama' o cingulozánguli 'incensario' 167, cirria, chirria o jirria [35]'excremento seco de las ovejas y cabras' 168, cucarabacha[36] o cucarabola 'agalla del roble' 169, elasco 'cordero asado', ilasco 'chivo castrado' e irasco 'macho cabrío castrado' 170, ezquerro 'arce (Acer campestre)[37]' 171, galamperna 'variedad de seta comestible (Macrolepiota procera)' 172, goitibera 'especie de patineta infantil, de carácter artesanal´173, hondarras 'poso o heces que quedan en la vasija que ha tenido un licor' 174, jatorro '(joven) macizo, de carnes duras y consistentes'175, laya 'ganchera, instrumento agrícola de hierro de dos puntas largas y mango'176, loína 'boga, pececillo de río'177  mandarra 'bata que se suele poner a los chiquillos encima de la vestimenta corriente para que no se manchen y que se abrocha por detrás' 178, micharro o mincharro 'ratón de campo' 179, mogote 'montículo sobresaliente' 180,  muga 'mojón'181, narria[38] 'ángulo de madera formado por una rama de haya o de cualquier otro árbol resistente al que se le ponen uno o dos travesaños para transportar cargas pesadas arrastrado por caballerías' y 'especie de rastrillo usado por los labradores para alisar la tierra' 182, orzaya 'nodriza'183, perrechico 'seta comestible característica por su sombrero carnoso de color blanco o crema y superficie lisa y mate (Agaricus auricula)'184, piparra 'pimiento' 'guindilla´185, pitarroso 'legañoso'186, rica 'alholva'187, sapaburu 'renacuajo'188, sarde 'horca metálica de cuatro puntas'189, (sapo) zaval 'sapo común' 190, segundilla 'lagartija'191, sinsorgo '(individuo) insustancial, de poco juicio y poca formalidad' 192, súnguele, chúnguele,júnguele o zúnguele 'columpio' 193, uta o tuta 'tángano con el que juegan los niños' y 'juego del mismo nombre' 194,   zacuto 'bolsa, saquito de tela utilizado para llevar pienso a los animales que andan sueltos por el monte'195, zaldo 'pradera para el ganado caballar o vacuno' 196, zarra 'cada una de las estacas puntiagudas que se colocan en los laterales del carro para acarrear la mies'197, zarria[39] 'suciedad' y 'cinta de cuero que permite atar las barcas al tobillo' -con sus derivados zarriada 'excremento', zarrias 'ordinario, sucio', zarrioso 'mal vestido', zarrión 'guía del grupo de danzadores' y zarrapastroso 'viejo, defectuoso', entre otros-198, zatorro 'roble o encina pequeños'199, zorrón 'trigo a punto de espigar'200 -cf. (en) sorrón o (en) surrón 'grano de trigo que no salta de la cascarilla' - y acaso también gorrincho 'especie de zarza silvestre (Arctostaphylos Uva- Ursi)' 'sarampión'201 y jai 'borrachera'202. A ellos pudiéramos unir otros términos que presentan fisonomía vasca (por su fonética o por sus sufijos), pero cuyo seguro origen vascuence no he podido confirmar; es el caso de formas como achitabla 'acedera'203, chamundeja 'lagartija'204 chaparra[40] 'encina pequeña o encina joven'205, charra 'variedad de ovino, común en la Sierra'206, desedra 'nube en el ojo, cataratas'207, escute o ezcute 'garrapata', lucha 'hilera de hierba o alfalfa cortadas'208, malimangorra[41] 'babosa'209, zagarria 'trapo, ropa de baja calidad'210, zalagareada 'lluvia suave y de corta duración', zaquilo 'saco de cuero o tela' -cf. zacuto, supra-, y acaso también de zorongo 'vestido mal puesto o mal hecho'211.
 
Sorprende en verdad esta falta de testimonios léxicos (poco más de medio centenar de términos, incluidos los vasquismos considerados como de filiación insegura) en un territorio colindante con el vasco y tan vinculado a él a lo largo de la historia 212,pero no debemos olvidar el enorme influjo que la lengua dominante de Castilla ha ejercido sobre esta tierra cuando menos desde finales del XII, hasta hacerle desaparecer casi por completo no ya sólo su personalidad idiomática romance sino también la eusquérica.213
 
Pero aún pudieron influir otros factores. Analizando en su día esa misma ausencia de testimonios vascos en el occidente de La Rioja y oriente de Burgos, el prof. Llorente Maldonado 214 apuntaba también como hipótesis si el presunto asentamiento euskaldún en este espacio geográfico acaso fue relativo, quizá una semicolonización o colonización señorial, por lo que no afectó a las capas más populares ni a sus hábitos expresivos; pero tal sospecha suya debe ser matizada: es posible que así ocurriera a oriente del valle del Najerilla, incluida la serranía 215, pero no así en los valles del Oja y Tirón (y acaso también en el valle del río Cárdenas), donde la llegada de repobladores vascos en época altomedieval debió ser sin duda bastante numerosa, como lo prueba aún hoy la microtoponimia local.
 
 3.9. ARABISMOS
En cambio resulta enormemente rico como cabría esperarse el léxico de origen árabe; además de los arabismos ya citados en puntos anteriores (adra, alberge, alboroque, alcanduz, aldraguero, azagón, azulete, balborras, bandullo, dula, farnaca, jorra, zaguán, zajón, zoqueta, etc.), añado ahora: adorra 'camisa', albañar 'limpiar con criba el trigo, la cebada u otras semillas', albornía 'palangana', albricias[42] 'conjunto de regalos y golosinas que se echan al aire a los niños con ocasión de una fiesta familiar', alcarama 'individuo oriundo de la sierra o de un lugar montañoso', alcatranado '(individuo) alocado', alcatrapa 'cepo o ballesta para cazar ratones y pajarillos', alcora 'habitación en lo alto de la casa', alforín o alhorín 'granero', algarrofa 'algarroba', almadena 'martillo para romper piedras', almazuela 'colcha o cobertor hechos con fragmentos de tela cosidos', alquitara 'lugar donde se elabora el aguardiente', azacanado 'hecho con mucho afán', bandur 'hígado de los corderos', chuma o juma 'extremo que brota de la rama de un árbol' y 'copa del árbol', eszalio '(individuo) zafio y abandonado', jarifo '(individuo) contestón' o garifo 'presumido, bravucón', márrega o márraga 'colchoneta de paja o de capotas de maíz', moraga ' conjunto de tareas relacionadas con la matanza' y morago[43] 'filete de lomo de cerdo' , nescal 'soga fina de esparto', rehala 'rebaño', ahorma o taborma 'atahorma, ave de rapiña de un tamaño mayor que el azor', 'halcón' y 'águila ratonera', trajamanda 'componenda, enredo', zaleo 'conjunto de despojos de una res muerta esparcidos por el campo por las alimañas', zaragüelles 'prenda de vestir de los aldeanos', zarragón 'individuo disfrazado', zauril 'agresivo', etc.
 
3.10. MOZARABISMOS
Mayor interés supone la existencia de voces corrientes que consideramos de ascendencia mozárabe o, si se prefiere, autóctonas, y que, muy probablemente, existen aquí desde los orígenes mismos del idioma: ababol 'amapola', albérchigo 'albaricoque', albotea 'finca', algorza 'protección de cañizos o sarmientos que se coloca sobre las tapias de los corrales y heredades', amengo 'piel fina, comúnmente de oveja o de cordero, con que se cubre el peal de los que calzan abarcas para protegerse del sol y de la lluvia', aplicar 'reunir, recoger', arnacho 'planta esteparia parecida al tomillo', atorras 'enaguas'216, cabrón 'cambrón', cachuela 'matanza del cerdo', cagarruta 'excremento de las cabras y de las ovejas', calambrucho 'escaramujo, rosal silvestre (Rosa canina)', canuto 'centro esponjoso de algunos arbustos' y 'alfiletero', capacha o capacho 'espuerta de esparto', caparra 'garrapata', caparrón 'alubia de color, redondeada', capellar 'coser el tomo de la alpargata a la suela' y capelladora 'mujer que une la parte superior de la alpargata con la suela', capota 'mazorca del maíz', 'envoltura de la mazorca del maíz' y 'alcachofa', chacina 'conjunto de productos que se extraen de la matanza', chícharo 'almorta', chiquero 'habitáculo que hay en la majada para guardar en él a los cabritos recién nacidos', chirulo 'albaricoque', cocharra 'chorro de leche que se da de propina' y cocharrada 'cantidad de líquido añadida sobre la ración o medida acordada', comba 'juego de niños consistente en saltar por encima de una soga que se hace pasar por debajo de los pies y por encima de la cabeza del que salta'217 y combo 'viga gruesa de madera o de piedra sobre la que descansan las cubas o toneles en las bodegas para preservarlas de la humedad', corninche '(oveja o camero) de cuernos cortos', cubeto 'vasija para guardar vino', cunacho 'cesto de boca ancha de unos cuarenta centímetros de altura y aproximadamente medio metro de diámetro, realizado con tablillas de madera de roble o de castaño, anchas, delgadas y entretejidas'218, entallarse 'quedarse atrapada una res en una grieta' y entallo 'construcción pastoril', esfiluchar 'preparar el hilo para coser las alpargatas', jascal 'montón de haces', forcacha 'horca', gallata '(oveja) con manchas en su piel' y gallo 'gajo', gayata 'bastón', gazpacho 'entre los viticultores, labor de espergura', gericar 'conducir la piara de cerdos hacia un lugar determinado valiéndose de un aro que atraviesa la nariz del animal' y 'ejercer el derecho periódico de pastos del ganado tanto vacuno como lanar o cabrío'219 -desde donde se han derivado gerico 'tarea de cuidar la piara de cerdos en el monte mientras come', gerique 'piara de cerdos que se lleva de montería para que coman bellota, arbustos, etc.' y 'licencia que permite pastar libremente al ganado de cerda en el terreno de bellotas' y engericar 'ejercer el derecho periódico de pastos' y 'trasvasar vino o aceite de un recipiente a otro'220-, hardacho 221 o zardacho 'lagarto', hijuarel 'planta macho del cáñamo', hornacha 'ventana fija en forma de saetera que hay en la cocina de las casas serranas', huchel 'entre los alpargateros, cada una de las estacas dispuestas en forma de T a lo largo del hiladero para apoyar y sujetar los hilos ya acabados', jalón 'tierra caliza y arcillosa' y 'arcilla muy endurecida' , jaudo o jauto 'soso' ,joto' cría de la vaca' , juto 'seco', lamber 'lamer', limacha 'babosa', liara 'aliara', lomba 'colina' y lombo 'cerro'222, luello 'cizaña, planta dañina para los sembrados', machar 'extraer el grano de cereal golpeando las espigas', macho 'mazo grande' y machuco 'tronco de madera empleado en las cocinas para partir la carne', mallo 'especie de mazo', marcha o márchara 'hoguera', michinal 'hueco que dejan los andamios en la construcción de una pared', montichelo 'montículo', mortichuelo 'cadáver de un niño', 'toque de difuntos anunciando el fallecimiento de un niño' y 'entierro de un niño', muleto[44] 'cría de asno y yegua', panocha 'mazorca de maíz', parella 'tela muy basta' 223, paya 'alto de la casa', picacha[45] 'urraca', poyata 'levante, vasar', redrollo[46] 'útil doméstico de forma semicircular con el que se sujetan los pucheros en la lumbre' 224, remisaca o remosaca 'marca del propietario hecha en la oreja de una res', retallo 'pared o muro que presentan mayor espesor en su base que en su altura', ripio 'canto rodado o trozo de ladrillo empleados para rellenar los huecos pequeños de una pared' (con sus derivados ripel 'apero agrícola empleado para desfondar la tierra', ripio 'piedra de mampostería' y ripliero 'peón de albañil'), ruche 'cría del asno', salma[47] 'especie de armadura de madera que, ajustada sobre la albarda de las caballerías, sirve para transportar pesadas cargas' 225, semiña 'huevo de la abeja reina', seruga[48] 'vaina de las legumbres', seso 'redrollo' y asesados 'plato de huevos revueltos',yuncir 'uncir' y yuncidera 'coyunda'; a las que probablemente debamos añadir también otras formas como acho 'azada'226, ahuches 'conjunto de regalos (cajita de alfileres, cintas de colores, pañuelos, etc.) que el pastor trashumante trae a su esposa, hijos o novia, tras su viaje a los extremos'227, ajada 'azada', brullos 'requesón', burcio 'remanso en un torrente', caballuelo 'entre los alpargateros, tabla de espadar el cáñamo', espollar, espollicar o espuliquear 'despojar hábilmente en el juego al adversario hasta dejado sin un céntimo', faja 'finca estrecha y larga', fajina 'hacina, montón de mies', galacho 'trozo de pan bendecido', ganchuelo 'entre los alpargateros, hierro doblado en forma de gancho que sirve para sujetar el empiece del hilado', garulla 'racimo de uvas' y 'variedad de uva', guache 'lugar reducido donde se esquila el ganado', jalma 'salma', jeben 'mostaza, planta silvestre', mandil 'trapo viejo', mayada 'entre los alpargateros, cada una de las porciones de estopa que se trenzan', mostel 'mosto recién salido de la prensa', orellana 'oreja de gato (seta comestible)', pancha 'vientre, barriga, panza', pedullo 'excremento humano', puyar[49] 'fermentar, elevar, subir' y 'germinar', sarracho 'cuchillo empleado en la matanza del cerdo', serolla 'espuerta', támbara 'rama delgada', tambarilla 'planta que se desarrolla en los terrenos calizos' y tambariz 'tamariz', tapabulleros 'juego infantil hecho con barro', trullo 'recipiente de madera donde fermenta la uva', etc., algunas de ellas ya vistas con anterioridad, cuya naturaleza, apariencia fónica y localización animan a pensar en posibles testimonios autóctonos, reliquias vivientes apenas evolucionadas de aquel primitivo romance aparecido en la zona durante el período arcaico.
 
 3.11. CORRESPONDENCIAS ENTRE EL LÉXICO RIOJANO y EL ESPAÑOL DE AMÉRICA
Y acuso finalmente un importante número de voces que el diccionario oficial consigna como propias del español de América por desconocer su vitalidad en nuestra tierra y su notable arraigo aquí probablemente desde muy temprano. Tal es el caso de achuela 'azuela', ya citada, forma recogida en el DRAE como peculiar del español de la República Dominicana pero que es muy común no sólo en La Rioja sino en todo el valle del Ebro; de ajustar 'contratar a destajo', término que el diccionario académico anota como propio del español de Colombia, Cuba, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela, pero que es trivial al menos entre las gentes riojanas de Badarán y Entrena; de añero 'dicho de una planta: vecera (que un año da mucho fruto y poco o ninguno en otro)', que el DRAE recoge como chilenismo oficial, pero que está muy extendido por todo el espacio riojano; de aparatero '(persona) que suele hacer aspavientos, afectado, que le gusta llamar la atención', forma muy extendida igualmente por toda la geografía riojana, pero que el diccionario académico la consigna como propia de Álava, Aragón, Bolivia y Chile, exclusivamente; balasto 'cascajo de los ríos que se extiende sobre las carreteras y caminos para colocar sobre él el pavimento', voz propia del español de Colombia y Honduras según el diccionario oficial, pero común en el riojano de Mansilla de la Sierra, Ventrosa de la Sierra, Viniegra de Abajo y Viniegra de Arriba (aquí en la variante balastro); de bocarada 'bocanada (porción de humo que se expulsa al fumar)', consignado como coloquialismo hondureño en el diccionario oficial, es igualmente trivial entre los riojanos; de boliche 'establecimiento comercial o industrial de poca importancia, especialmente el que se dedica al despacho y consumo de bebidas y comestibles', voz que según el diccionario académico vive en Andalucía, Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, pero que es inseparable de la forma riojana boliche 'local reducido y de malas condiciones' que se oye en Ventrosa de la Sierra; del término bolsa 'bolsillo de las prendas de vestir', que el DRAE recoge como propio del español de América Central y Méjico, exclusivamente, pero que es de lo más común entre las hablas populares riojanas; de canilla 'grifo', tan común en La Rioja, aparece sin embargo consignada en el DRAE como propia de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay; de cerote 'excremento duro', que el DRAE recoge como término propio del español de Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Nicaragua, siendo como es muy familiar no sólo en las localidades riojanas de Brieva de Carneros, Ventrosa de la Sierra y Viniegra de Abajo, sino en muy diferentes puntos del territorio peninsular 228; de chancho 'cerdo', común en el español de América según el DRAE, pero que es trivial en el riojano de Anguiano, Hornillos de Carneros, Pedro so y Viniegra de Abajo; de changa 'chanza, burla, broma', recogida en el diccionario oficial como propia de Andalucía, América Meridional y Cuba, resulta inseparable del riojano changada 'tontería', vivo cuando menos en la localidad riojalteña de Navarrete; de chipichipi 'llovizna', tan común en La Rioja, según el DRAE es voz peculiar del español de Guatemala, Honduras y Méjico, exclusivamente; de coger 'realizar el coito', voz extendida igualmente por toda La Rioja, en el DRAE aparece consignada sólo como vulgarismo común propio del español de América; de chupar' ingerir bebidas alcohólicas', tan común así mismo entre los riojanos, el diccionario oficial lo consigna sin embargo como propio de El Salvador, Paraguay y Perú; de cortada 'cortadura, herida hecha con un instrumento cortante', que el DRAE recoge como propio del español de América, exclusivamente, por desconocer que es de lo más común, cuando menos, entre los hablantes riojanos de Entrena, Logroño y Alberite, como personalmente hemos comprobado; de cucharón 'persona entrometida', término popular cuando menos entre las gentes de las localidades altorriojanas de Castilseco, Galbárruli y Ojacastro, según el DRAE es voz peculiar de Andalucía, Colombia y Honduras; de descuajeringar 'desvencijar, desunir, desconcertar algo', que el DRAE lo consigna únicamente como propio de América pero que es muy frecuente no sólo en La Rioja sino en buena parte del dominio peninsular; de dormida 'lugar donde se pernocta', que el DRAE recoge como acepción propia de Andalucía y de América Meridional, es trivial en Los Carneros; de elemento' babieca, persona floja y boba', término coloquial que el diccionario académico consigna como peculiar del español de Puerto Rico, pero que es inseparable de la forma elemento 'atolondrado' y 'persona desenfadada y pícara', muy común no sólo en diferentes puntos riojanos como Albelda de Iregua, Azofra, El Villar de Arnedo, Entrena, Logroño y Santo Domingo de la Calzada, sino en otros muchos del territorio peninsular 229 y probablemente también del continente americano; de empiparse 'apiparse, ahitarse', forma que el diccionario académico registra como característica del español de Chile, Ecuador, Perú y Puerto Rico, pero que es el mismo riojano empiparse 'emborracharse' que hallamos en puntos tan diversos como Anguiano, Cervera del Río Alhama, Cornago, Enciso, Entrena, Logroño o Santo Domingo de la Calzada; de enganchar[50] 'realizar el coito el hombre', que el DRAE atestigua como propio del español de Cuba, resulta inseparable de enganchar 'realizar el coito una pareja de perros', que hallamos cuando menos en las localidades de Entrena, Lagunilla, Ribafrecha y San Vicente de la Sonsierra; de falto [51]'tonto del pueblo', que vive en Cornago, San Román de Carneros y Viniegra de Abajo, en el DRAE aparece únicamente consignado como propio de Andalucía, El Salvador y Honduras; de florear 'dicho de una planta: florecer (echar flor)', propio del español de América según el diccionario oficial, pero también muy común en el riojano de Alberite 230; de galano, término adjetivo que el DRAE incorpora como propio del español de Cuba en la acepción de 'dicho de una res: de pelo de varios colores', recorre toda La Rioja con el valor semántico de '(res) de dos colores'; de la estructura dar un gancho, trivial, cuando menos, entre los cazadores de Alberite 231, como sinónima de 'tender una emboscada a un animal para cazarlo', y que resulta inseparable del término gancho, propio de N icaragua y República Dominicana como sinónimo de 'trampa, engaño', según el diccionario oficial; de horrarse 'dicho de una yegua, una vaca, etc.: malográrseles las crías', propio de Colombia, Costa Rica y Honduras según el diccionario oficial, es trivial también en el Alto Najerilla; de huesera 'osario', voz que el DRAE consigna como peculiar de León, Bolivia y Chile, es igualmente propia no sólo de La Rioja sino también de otras muchas regiones españolas; de lamber 'lamer', que el DRAE consigna como desusado y propio de Canarias, Extremadura, León, Salamanca y español de América, pero que aún es muy común entre las gentes riojanas; lo mismo podríamos decir de la forma lamber, recogida en el DRAE con el significado de 'adular' como propia del español de Méjico y Uruguay, pero que resulta inseparable del riojano lambeculos 'adulador', escuchado en El Villar de Arnedo; de la voz sustantiva leche, sinónima de 'suerte, fortuna, acierto' entre los hablantes riojanos, cuando menos, de Logroño, Entrena y Alberite, es la misma forma leche 'suerte favorable', propia de Ecuador, El Salvador y Venezuela, y de la incluída en la frase tener leche 'tener buena suerte', peculiar de Argentina, Honduras, Nicaragua y Uruguay, según el diccionario académico; de mandado 'compra de lo necesario para la comida diaria', voz específica del español de Cuba, Méjico y Nicaragua según el DRAE, también existe en el riojano de Alfaro, Arnedo y Fuenmayor; de menso 'tonto, (individuo) falto de entendimiento', voz que el DRAE recoge como adjetivo coloquial propio de Ecuador, El Salvador, Honduras, Méjico y Nicaragua, resulta inseparable de los riojanos menses 'tonto', vivo en Quel, y mensis 'soso', popular en El Villar de Arnedo, y acaso también del riojano monsudo 'callado, taciturno', vivo en Cervera del Río Alhama; de ñeque 'golpe, capón', forma que según el DRAE es propia del español de Honduras, también es conocida en puntos riojanos tan diversos como Autol, Cervera del Río Alhama, Fuenmayor y Ollauri; de pajero '(persona) que masturba o que se masturba', forma común según el diccionario oficial en el español de El Salvador y Perú y vulgarismo trivial en Argentina, Cuba y Uruguay, vive igualmente como vulgarismo en Logroño y Entrena; de palo' coito', término peculiar de Cuba, El Salvador, Guatemala, Méjico y Nicaragua según el diccionario oficial, vive igualmente en El Villar de Arnedo; de retranca[52] 'freno de distintas formas de un carruaje', característico de Colombia y Cuba según el DRAE, es el mismo retranca 'freno del carro' que hallamos en Fuenmayor y cuando menos también en el cercano pueblo alavés de Yécora; de tramojo 'especie de trangallo que se pone a un animal para que no haga daño en los cercados', término coloquial común en el español de América según el diccionario oficial, es el mismo tramojo 'palo que se coloca en el cuello a las caballerías para que no coman en los sembrados ajenos', vivo en Villaverde de Rioja; de uñir 'uncir', visto en el DRAE como leonesismo en el español de América -lo anota como peculiar de León, Salamanca, Valladolid, Zamora, Argentina y Uruguay-, se escucha también en El Villar de Arnedo; de zambullón 'zambullida', propia de América Meridional según el DRAE, pero que también se oye en la misma localidad riojabajeña de El Villar de Arnedo, según personalmente he constatado; y, finalmente, del término zumba 'zurra, paliza'[53], forma que el diccionario académico recoge como peculiar del español de América, pero que asimismo existe, cuando menos, en la localidad riojana de San Vicente de Munilla 232
 
 4. LA ENTONACIÓN
Y ya para finalizar, tracemos un breve apunte sobre la entonación riojana. En la mayor parte de La Rioja la entonación -o "acento"- es muy diferente de la castellana y de la aragonesa, y muy similar a la entonación vasca y navarra; se trata de un hecho lingüístico probablemente muy antiguo que acaso nos traslade a los orígenes mismos del idioma. Sin embargo, en zonas periféricas muy concretas de este territorio la entonación autóctona difiere un tanto de esa visión general: por ejemplo, en la vertiente oriental de la Sierra de la Demanda -pueblos del Alto Najerilla- la entonación de sus gentes es la propiamente castellana, idéntica a la que se escucha por tierras de Salas de los Infantes y territorio noroccidental de Soria, como consecuencia de una misma vividura histórica y de una misma comunidad de pobladores, reforzada además por lazos tradicionales familiares y económicos muy estrechos; en cambio, en las áreas geográficas de Alfaro y pueblos del Alto Alhama, es muy característica la entonación de sus hablantes, consistente en alargar la cantidad silábica de la vocal final de frase con una ligera elevación del tono de voz muy peculiar, tal como se oye entre los ámbitos populares de Tudela o Tarazona y sus comarcas, y en general también entre los zaragozanos. Es probable que igualmente en ambos casos estemos ante un hábito expresivo autóctono remontable a los orígenes mismos de la lengua.
 

Notas del autor el Libro

118 Cf. sor. gurrilla [54]'piedrecita con que juegan los niños', diminutivo de gorrón 'guijarro' (Garcia de Diego: 1951,45); sor. gurrio 'bola de madera para un juego pastoril' (M. Alonso).
 119 Interesante en extremo es también esta forma -originariamente participio de presente- escuchada en Viniegra de Abajo ("Cuando está haciente en las noches de diciembre y enero nos cubrimos con renceles y cobertores").
 120 Voz peculiar riojana del Alto Najerilla, su difusión alcanza cuando menos hasta los pueblos burgaleses próximos de Palacios de la Sierra y Quintanar de la Sierra, según personalmente he comprobado. En su origen debió ser un término de germanía (comp. cast. mostagán 'vino'), probablemente derivado de Mostaganem, ciudad costera argelina famosa por sus caldos.
121 Locución adverbial característica de la serranía riojana, común en el Mio Cid (cf. 394, 413, 645, 2870: "Otro dia mañana pienssan de caualgar"; ibid. 682, 1555, 1816, 2062, 2651, 2878), en Berceo (Santo Domingo, 514a, edic. A. Ruffinatto 1992: "Otro dia mañana que fo Sancta Maria"; San Lorenzo, 92a, edic P. Tesauro 1992: "El duc Valerïano, otro día mañana"; Milagros, 491a, edic. Garcia Turza 1992: "Otro dia mañana, venida la luz clara"; Duelo, 159c, edic. G. Orduna 1992: "Toviesse el sábbado, otro día la man"), en el Poema de Fernán González (véase 82a, edic. J. Victorio: "Otro día mañana, los pueblos descreídos"; ibíd., 251a, 450a, 460c, 512a, 513b, edic. cit.) y en La Gran Conquista de Ultramar (v. Lib. Segundo, cap. XXI, edic. Gayangos 1951: "Después que esto hubieron hecho, otro día en la mañana fueron a Baldovín e trabajaron con éf'), y que llega hasta el español clásico (Quijote, 1, 26: "En saliendo al camino real, se puso en busca del Toboso, y otro día llegó a la venta donde le había sucedido la desgracia de la manta"; ibíd. !l, 62: "Sois tan amigos de manjar blanco y de albondiguillas que, si nos sobran las guardáis en el seno para el otro día" con idéntico significado al aquí descrito. Por lo demás, a otro día 'al día siguiente' sigue vivo también hoy en La Bureba (González Ollé: 1964,40) Y en el Alto Aragón (comp. otro'l día 'al día siguiente', atestiguado en la localidad oscense de Campo, según Andolz).
 122 Voz peculiar de los trashumantes cameranos (¿acaso, mejor, mozarabismo?, probablemente derive dellat. acuculas 'agujas', con mantenimiento del plural arcaico femenino en -es y tratamiento dialectal del grupo -c '1- en coincidencia aquí con lo que es propio tanto de las gentes de la montaña leonesa y de parte de El Bierzo y Murias (Zamora Vicente )967: 147, Borrego: 145) como de las que pueblan el occidente y zona alta del centro de la provincia asturiana (Martínez Alvarez: 128-129), y afín con el que se dio en época antigua en determinados dialectos mozárabes (García de Díego 1978: 41 y 353; DCECH, s.v. panoja).
 123 Es término antiguo derivado dellal. *percutire (clásico percutere), utilizado ya por Berceo en el sentido de 'emponzoñado, malo, infecto' (bestia percudida: Santo Domingo, 680a, edic. A. Ruffinatto J 992; niebla percudida: lbid, 69c), y por el poeta del Alexandre (silvos percodidos: cf. 2J62c, edic. J. Cañas; agujas percudidas: 2 I 72c), y que, según diferentes variantes, hallamos vivo todavía hoy en lugares bien diversos de España y América, como Salamanca -espercudir 'quedar limpio' (Sánchez Sevilla); espercudir 'limpiar, sacar brillo' (Cortés)-, Extremadura -empercudir 'ensuciar, llenar de polvo o tamo la ropa o habitaciones' (BRAE IV, 84; Viudas Camarasa); despercudio 'muy limpio' (Viudas Camarasa); despercudir 'limpiar algo que está muy sucio' (Y. Camarasa)-, Almería -donde resulta muy corriente oír habla de ropa empercudida 'que no queda limpia al lavarla' -, o incluso Argentina -donde se han escuchado formas como despercuda, percutido y percudido 'gastado, pervertído'- (DCECH, s.v. cundir).
 124 Arcaísmo del mayor interés y del que no conozco ningún otro testimonio, al margen de los viejos textos medievales: barnax 'acción digna de un caballero, proeza, hazaña' (Cantar de Mio Cid, v. 3325), bernaje 'id.' (Libro de Alexandre, 255b, 967d, 1855d, edic. J. Cañas). Procede del antiguo francés barnage o bernage que, introducido en nuestra lengua hacia finales del siglo XI o comienzos del XII a través de los ambientes aristocráticos de la época (Lapesa), derivaba a su vez del lal. vulgar *baronaticu 'referido al varón, al hombre noble', formado sobre la base del germ. *baro 'hombre libre, apto para la lucha'.
 125 Riojanismo característico, frecuente ya en la documentación medieval de esta tierra (García Turza-García Turza: 185), probablemente derive dellal.fruge 'fruto' conservado intacto en la forma fruye 'hayuco', trivial en el Alto Najerilla.
 126 lvierno 'invierno' (Ial. vulgar hibernu, abrevo de tempus hibernum 'estación invernal'), figura en el DRAE sin conotación alguna, pero es una forma antigua conocida del autor de Mio Cid (cf. V. 1619, edic. Pidal, III: "El yvierno es exido. que el março quiere entrar"), habitual en Berceo (Milagros, 503c, edic. García Turza 1992: "avién tiempos derechos ivierno e verano"; San Millán, 172d, edic. Dutton 1992), y forma general durante la Edad Media y Renacimiento hasta Juan de Valdés y Mateo Alemán (DCECH, S.V. invierno). Hoy existe también en Treviño (Sánchez González), Cantabria (García Lomas), Navarra (lribarren), Aragón (Borao). Igualmente en Cuéllar (De la Torre), León (Alonso Garrote, Miguélez, Millán), Salamanca (Lamano), Andalucía (RFE V, 198), Nuevo Méjico, zona andina del Ecuador y Chile (DCECH, S.V. invierno). Comp. astur. iviernu 'invierno' (Vigón, Cano González).
 127 Resulta en extremo interesante relacionar esta voz riojana con el casI. magancia 'engaño, trapaceria', forma peculiar hoy del español de Chile (DRAE), construida según el modelo vagante / vagancia, y que a su vez procede de magancés 'traidor, dañino', término der. del nombre del conde Galalón de Maganza (Maguncia), personaje de la Chanson de Roland famoso por su traición en el paso de Roncesvalles (DCECH, S.V. magancés). ¿Estamos en magantia frente a un último resultado de la leyenda épica de Roldán?
 128 Arcaísmo notable muy extendido hoy por todo el occídente peninsular; recuerda, por su forma cristalizada, el romance tradicional "Helo. helo. por do viene ... ".
 129 Sobre las fuentes bibliográficas consultadas para la redacción de este capítulo y los que siguen, véase la Bibliografía final. 130 Figura en el DRAE sin localización alguna, pero es una voz rústica acaso propia del occidente penisular. Corominas-Pascual (DCECH, s.v. calabozo II) y García de Diego (DEEH, s.v. calabozo y s.v. calare) parecen estar de acuerdo en admitir que calabozo sea una voz principalmente leonesa (calagozo atestigua ya el salmantino Correas; calabozo, calabuezo y calabocino localiza hoy Lamano en Salamanca; calabauzo existe en Sanabria; calagouço se acusa en portugués), lo que de nuevo nos recuerda las seculares relaciones de la Sierra riojana con el occidente peninsular por la ganadería trashumante. En cuanto a su origen, es probable que el término haya surgido del cruce de calar 'penetrar, atravesar, corta' con boza, forma leonesa que significa 'matorral', 'terreno inculto', y que a su vez parece derivar de un étimo prerromano (DCECH, s.v. calabozo II).
 131 Término del mayor interés, probablemente surgido del cruce de ¡arrapo 'harapo' -harrapo en Mateo Alemán (cf. Guzmán de Alfarache, edic. Samuel Gili Gaya, Cl. Cast., Madrid, 1969, !l, 168.25: "Con todos mis harrapos y remiendos. hecho un espantajo de higuera. quise hacerme de los godos. emparentanda con la nobleza de aquella ciudad") y hoy vivo en el valle del Roncal (lribarren)-, documentado en el salmantino Torres Villarroel (DCECH, s.v. harapo), y existente aún en port. (Zamora Vicente: 1967, 119), gall., astur. (M. Alonso), berc. (García Rey), leon. (Morán, Rubio) y salm. (Lamano), de creación expresiva, con su sinónimo andrajo, de origen oscuro (DCECH, S.V. harapo).
 132 Así en la localidad serrana de Viniegra de Abajo. Figura en el DRAE como acepción propia de Andalucía, pero también existe en Extremadura (Viudas Camarasa). Reliquia aislada romance, su evolución semántica podemos seguirla a partir de un *aurella, dim. de aura "viento', del que directamente deriva la forma oriella 'vientecillo' habitual en Berceo (Milagros, 591a, edic. C. García Turza 1992: "Movióse la tempesta, una oriella brava"; Santo Domingo, 69b, edic. A. Ruffinatto 1992: "O facié viento malo oriella destemprada"; Santo Domingo, 229b, etc.). Esa significación clara en el poeta altorriojano es ya dudosa en Juan Ruiz I006c ("Bien en rima del puerto, fazia orilla dura, / viento con grand elada, rozío con friura"), mientras en 796c sólo mantiene ya la noción de 'tiempo' ("Después de muchas luvias viene la buen orilla"), mostrando una variación semántica que, como vemos, se ha continuado hasta la actualidad.
 133 Del lat. stola 'vestidura amplia y larga de las damas romanas', a través del fr. *etolage en el sentido de 'vestido', y de ahí fig. 'apariencia exterior'.
134 Del lat. "asciata 'herramienta provista de una ascia (especie de hacha o azuela)', con singular tratamiento del grupo palatal etimológico -se 'o, frente a lo que es habitual en castellano (cf. azada, azuela, hacina, mecer, pacer, pez, etc.): como el aragonés y el navarro, como las hablas pirenaicas y el catalán, como el cántabro, como el asturiano y el leonés, como el berciano, como el gallego y el portugués, es decir, como ocurre hoy en todas las áreas lingüísticas dialectales ibéricas excepción hecha del castellano -lo que nos lleva a pensar que idéntica evolución se debió dar también entre los dialectos mozárabes-, y en coincidencia así con lo sucedido en el resto de la Romania (DCECH, s.v. haz I), el grupo debió sufrir en el seno del primitivo romance riojano y en época arcaica una dislocación interna transformándose en -ks- > -is- (cf. naiseren: Glosas Silenses, 69; riojano ant.faxas, axadas, axadones: Alvar 1976,54; catalán ant. aixata o exada; leonés ant. exata: DCECH, s.v. azada), desde donde se llegó a la forma actual ajada, probablemente desde el siglo XVI.
 135 Derivado regresivo de cutiano 'cotidiano, diario, continuo' -forma habitual en Berceo (Milagros, 220b, edic. García Turza 1992: "Dicié cutiano missa de la Sancta María"; Sacrificio, 95b, edic. Pedro M. Cátedra 1992: "Ca la su sancta sangre cutiano la bevemos") y hoy viva en el pueblo burg. de Quintanar de la Sierra (Gil Abad: 411), Aragón (Borao, Pardo Assó), Ribera navarra (Iribarren) y Cantabria (García Lomas)-, variante popular de cotidiano, y ambos procedentes de quotidianu.
 136 Recuérdese que el testimonio más antiguo que poseemos de esta bella forma riojana se halla en un pasaje muy conocido de la obra de Gonzalo de Berceo, y con el mismo valor semántico que en la actualidad -'(prado) intacto, que no ha sido aún ni cortado ni pacido'- (cf. Milagros, 2c: "Yendo en romeria caeci en un prado / verde e bien sencido, de flores bien poblado"; cf. también Vida de San Millán, 389d).
 137 Acaso proceda del lat. octu -comp. burg. otana 'antiguamente, pieza de pan octogonal', vivo en La Bureba (González Ollé: 1964, s.v.)-.
 138 Pese a que el diccionario académico la consigne únicamente como propia de Aragón, no sólo es voz común en La Rioja sino en todo el valle del Ebro (cf. ALEANR 1528), incluidas Alava (López Guereñu) y Cantabria (DEEH, s.v. ansa); también es general en catalán y en la lengua de Oc (DCECH, s.v. oso), y asimismo se oye hoy por Albacete y Murcia, lo mismo que en italiano y en francés (DCECH, s.v. asa); en fin, igualmente recorre las tierras manchegas pues es muy familiar, al menos, entre las personas mayores de 50 años y de baja condición social de dos pueblos toledanos -Tembleque y La Villa de Don Fadrique-, como personalmente he constatado. Véase supra, 1.2.39.
 139 Del fr. crochet 'gancho, garfio, ganzúa', término procedente a su vez del ant. fr. croc 'íd.', tal vez introducido en esta tierra en época moderna (¿ss. XVII-XVIII?) por vía gascona u occitánica. Obsérvese que en las hablas del valle del Ebro y de forma general también en castellano cuando menos hasta el s. XVI, la denominación común con que se conoca el instrumento agrícola empleado para cortar la uva era el corvillo, la misma voz que aún hoy perdura, entre otras zonas peninsulares, en suelo burgalés y prácticamente también en suelo riojano -cf. burg. corvillo 'hoz o navaja de las vides' (DEEH, S.V. curvus), rioj. corvil 'íd.', recogido en Haro (Pastor). Comp. sayagués curvillu 'especie de podón' (DCECH, S.V. corvo); extremo corvillo 'instrumento para cortar leña y podar', vivo hoy en Mérida (Zamora Vicente: 1943, s.v.); salmo corvo 'cuchillo para cortar zarzas', escuchado en Cespedosa de Tormes (Sánchez Sevilla)-, y que bajo la forma antigua corviello de vendemar hallamos en un diploma del año 1405 conservado en el Archivo del Monasterio de Valvanera. El corvillo venia a ser una especie de cuchilla con forma de gancho, provista de un mango parecido al de un martillo, pero de mayor tamaño que los actuales corquetes.
 140 De maguillo 'manzano silvestre' (Iat. *madellus -forma disimilada de *malellus, dim. de malus 'manzano'-, con posterior intrusión de -g- por espesamiento o consonantización de ie en el primitivo maiella -cf. DCECH, s.v. maguillo-). Obsérvese que la forma más antigua consignada de esta voz es mayella y la hallamos ya en Berceo (Duelo, 165a, edic. Germán Orduna 1992: "rodié cruda mayella, tan amarga pitança") y en el Fuero de Soria, del siglo XIII ("Non aya montadgo por texo nj por azevo ... ni par coger mayella nj abellana, nj ceresa, a mano, nj por lande").
 141 Inseparable del murc. y albac. pansido 'pasado, arrugado' y del cal. pansirse 'enmustiarse' (DCECH, s.v. pasa) -véase también nav. pansirse '(aplicado a personas) secarse o arrugarse como una pasa' (Iribarren), nav. pansirse 'quedarse atónita o estupefacta una persona' (Iribarren)- formas todas ellas derivadas de pansa 'uva seca, pasa', viva hoy, cuando menos, en nav., arag., conq., val., cat. y occit. (cf. ALEANR 1530 Y DCECH, s.v. pasa). Véase supra, 1.2.39.
 142 Sobre esta interesante voz, véase E. Nieto Ballester, "Sobre el origen latino-románico de(l) riojano-navarro yasa y vasco jasa", Fontes Linguae Vasconum, n° 100, Pamplona, 2005, pp. 661-667.
 143 Sobre la intensa unidad léxica y profunda uniformidad de lengua que se acusan en torno al espacio que engloban los cursos alto y medio del Ebro, véanse, además del estudio, ya clásico, pero muy valioso aún hoy, de A. Llorente, "Algunas características lingüísticas de la Rioja en el marco de las hablas del Valle del Ebro y de las comarcas vecinas de Castilla y Vasconia", 1965, pp. 321-350, los artículos también interesantes de J.A. Frago, "Notas sobre las relaciones entre el léxico riojano y el navarroaragonés", 1976, pp. 261-287, de T. Buesa, "Afinidades entre las hablas alavesas, riojanas y navarro­aragonesas", 1984, pp. 129-165, y de R.Mª.Castañer, "Caracterización dialectal de La Rioja", 1993, pp. 33-56.
 144 Al margen, claro está, de las numerosas formas eusquéricas introducidas en época muy reciente y que el pueblo considera como ajenas a su lengua heredada, aunque cada vez resulten más familiares (por ejemplo, las pertenecientes al ámbito pelotazale, las relacionadas con el mundo de la gastronomía, las vinculadas con el léxico de las costumbres y tradiciones populares, etc.).
 145 Del vasc. común arán 'ciruelo silvestre' (Azkue, Michelena), forma muy antigua acaso de base indoeuropea (¿céll. *agran-?) emparentada con el sáncrito aran; 'ciruelo silvestre' y determinados tipos célticos como el címbrico eirin 'id.', el irlandés airné 'íd.' o el armónico irin 'íd.', como García de Diego (DEEH, S.V. arón) postula.
 46 Común en Álava y muy extendido por Navarra (López de Guereñu e lribarren, respect.). Del vasc. común ¡aida¡ 'iarre! -a las vacas-' (Azkue, Múgica).
 147 Del vasc. común anabi 'arándano' (Múgica).
 148 Del vasc. artza 'granzas, ahechaduras, residuos de lo aventado y acribado', vivo hoy en dialecto vizcaino (Múgica) e inseparable del vasc. artza 'zaranda, criba', familiar en los dialectos vizcaíno, guipuzcoano y altonavarro (Michelena).
 149 Del vasc. artola 'basto, cierto género de aparejo o albarda que llevan las caballerías de carga con ganchos largos de madera', vivo hoy en los dialectos salacenco y roncalés (Michelena). Comp. nav. artola 'palos colocados sobre el baste de una caballería, para transportar leña, fajos de mies, etc.', escuchado en Montaña y Tierra Estella (Iribarren); nav. artolas 'aparejo formado por unos ganchos de madera, que se coloca sobre el baste de la caballería para transportar sacos de patatas lo de trigo, sábanas de paja, etc.', consignado en Salazar y el Roncal (lribarren); nav. artolas 'aparejo de tablas que colocado en el baste de la caballería sirve parar transportar leña, carbón, etc.', apuntado en Améscoa Baja (lribarren); arag. arltolas 'aparejo en forma de silletas, para cabalgar' (Borao).
 150 Apuntado en Santurde de Rioja y también conocido en Álava (López de Guereñu), parece inseparable del vasc. atalo 'trabajo penoso', vivo en dialecto vizcaíno (Azkue, Múgica).
 151 Del vasc. común baldar 'desmañado, torpe' (Azkue, Michelena); cf. dialecto vasco guipuzcoano baldar 'desastrado, desaliñado, zafio' (Múgica), dialecto vasco vizcaíno baldar 'dejado, descuidado' (Múgica) y 'holgazán, perezoso' (Azkue, Múgica).
 152 Del vasc. birrotxa 'solterona', vivo en dialecto vizcaíno (Múgica, Michelena). Comp. alav. birrocha 'moza víeja', escuchado en Lagrán (López de Guereñu); nav. birrocha 'moza vieja', recogido en Cuenca y Puente la Reina (lribarren); burg. birlocha 'chalado', vivo en Bedón y Castil de Lences (Codón).
 153 Del vasc. betoker 'bizco', vivo hoy en los dialectos vizcaíno y guipuzcoano (Michelena).
 154 Del vasco común bizkarki 'carne de la espalda' (Azkue, Múgica), forma a su vez procedente del también vasco común bizkar 'espalda' 'lomo' (Michelena), 'espinazo' 'loma' (Azkue, Múgica).
 155 Del vasc. katxi 'enmascarado, disfrazado', vivo en dialecto altonavarro (Múgica), inseparable del alav. cachi 'máscara' 'tonto' (Baráibar, López de Guereñu).
 156 Del vasc. karramarro 'cangrejo', trivial hoy en los dialectos vizcaíno y altonavarro de Guipúzcoa (Azkue, Michelena), con posterior cruce acaso de calamar.
 157 Del vasc. kartola 'palos traveseros para reforzar carros muy cargados', conservado hoy en los dialectos guipuzcoano y vizcaíno (Azkue, Michelena).
 158 Del vasco común zenzai 'niñera' (Múgica), término formado sobre las lexias vasco sein 'niño' y zai 'guarda' (Azkue, Múgica).
 159 Del vasc. suraingila 'lagartija', vivo hoy en dialecto vizcaíno (Azkue, Múgica).
 160 Del vasc. txinbo 'pajarito', común hoy en dialecto vizcaíno (Azkue, Michelena), 'curruca (ave) papamoscas', vivo en los dialectos vizcaíno y guipuzcoano (Múgica).
 161 Del vasc. común txistor 'longaniza' (Múgica, Michelena).
 162 Del vasc ant. y dialectal sukar(ra) 'llamas de fuego, incendio' (Pastor).
 163 Inseparable a mi juicio del vasc. txordo 'huraño, esquivo', vivo en dialecto vizcaíno (Múgica).
 164 Del vasc. común txozne 'pan francés, bollo de leche' (Azkue, Michelena).
 165 Del vasc. común jorratu "escardar' (Azkue, Michelena).
 166 Del vasc. zil 'ombligo', familiar en los dialectos vizcaíno, guipuzcoano y altonavarro (Michelena) y común en Álava (Baráibar).
 167 Vivo también en el occidente peninsular -cf. leon. cingulizango 'columpio' (Miguélez)- e inseparable de los vasc. zingunu 'columpio, balancín, mecedor', vivo en dialecto vizcaíno (Múgica); vasc. común zingu-zangu 'oscilatorio, oscilante' (Múgica); vasc. zingulu-zangulu andar con dificultad, arrastrar los pies, renquear' y 'arrollar, arrastrar, barrerlo todo violentamente', vivo en los dialectos guipuzcoano y vizcaino (Múgica). Aunque bien pudieran tener en última estancia todas estas formas un mismo origen onomatopéyico. Comp. cánt. cinglar 'columpiar' (Sáiz Barrio, López Vaqué 1994); cánt. cingleo 'acción o efecto de columpiar' (López Vaqué 1994); burg. cingolear 'balancerse, columpiar, acunar', vivo en Tardajos (Codón); nav. cincilindango 'colgajo, objeto que está pendiente balanceándose' (Iribarren); arag. dingolondango 'expresión que significa el balanceo de una cosa y también el parrandeo. De un lado a otro' (Pardo Assó).
168 Del vasc. zirri 'excremento del ganado lanar', común hoy en los dialectos roncalés y vizcaíno (Azkue, Múgica).
 169 Del vasc. kukurru 'agalla grande del roble', vivo hoy en dialecto vizcaíno (Azkue, Michelena).
 170 Del vasc. irasko 'macho cabrio castrado', común hoy en dialecto roncalés (Azkue, Michelena), inseparable de los también vasc. iren 'castrado' e irendu 'castrar' que se escuchan en los dialectos guipuzcoano y vizcaino (Azkue, Michelena). Recuérdese que irasco 'macho cabrío' aparece consignado en el DRAE como voz propia de alaveses, aragoneses y navarros, pero su presencia en suelo riojano está ampliamente atestiguada, ya en la forma irasco, ya en las variantes elasco o ilasco, y con muy diversas significaciones (véase).
 171 Voz muy extendida en el Alto Oja (la he escuchado de manera espontánea, cuando menos, en los pueblos de Ezcaray, Ojacastro y Valgañón). Del vasc común azkar 'arce' (Múgica).
 172 Voz escuchada en los pueblos de Ezcaray, Leiva, Luezas, San Torcuato y Zaldierna (pastor), común en Álava (López de Guereñu). Del vasc. común galanperna 'amanita quemada' (Múgica).
 173 Voz recogida en la localidad de Alberite (Mangado-Ponce de León) y viva igualmente en territorio navarro -aquí con el significado de 'nombre de un carrito muy sencillo, de tres ruedas (una delante y dos detrás), guiado por los pies, que utilizaban los chavales para resbalar por las cuestas' (cf. lribarren)-, parece inseparable del vasc. común goitik bera 'de arriba abajo' (Múgica).
 174 Del vasc. común hondar 'residuo, heces' (Azkue, Michelena), derivado a su vez del lat. fundu 'hondo'. Comp. alav. hondarra 'heces, lo último que queda de aceite' (López de Guereñu); alav. ondarra 'restos de trigo' (López de Guereñu); nav. ondarra 'hez, residuo' (Iribarren).
 175 Del vasc. jator 'genuino, típico, auténtico', vivo hoy en los dialectos vizcaíno y guipuzcoano (Michelena).
 176 Del vasc. común lai 'laya, instrumento de labranza' (Azkue, Michelena).
 177 Del vasc. loina 'boga, madrilla (pez de río)', trivial hoy en los dialectos guipuzcoano y vizcaíno (Azkue, Michelena).
 178 lnseparable del vasc. mandar 'delantal', vivo en los dialectos guipuzcoano, altonavarro, baztanés, aezcolano y roncalés (Michelena), y muy probablemente surgido dellat. mantele 'toalla', por lo que parece que estamos ante un nuevo ejemplo de préstamo latino incorporado a nuestra lengua a través del vascuence.
 179 Del vasc. común mitxarro 'lirón' (Múgica).
180 Del. vasc. *mokoti 'puntiagudo', voz desaparecida en la actualidad y der. del común moko 'punta, pico' (DCECH, S.V. mogote; Múgica). Comp. vasc. mokote 'picudo, de pico largo', vivo en dialecto guipuzcoano (Múgica); vasc. mokoti 'malhablado, deslenguado', vivo en los dialectos guipuzcoano y laburdino (Múgica, Michelena)
181 Del vasc. común muga 'mojón, hito' 'término, frontera, límite' (Azkue, Michelena).
 182 Del vasc. común narria 'rastra para allanar' (Múgica).
 183 Del vasc. común orzaia 'niñera' (Múgica).
 184 Del vac. común perretxiko 'seta comestible' (Michelena, Pastor).
 185 Inseparable del vasc. común pipar 'pimiento' (Azkue, Múgica). Comp. alav. y nav. piparra 'guindilla' (López de Guereñu e lribarren, respect.).
 186 Del vasc. pitar 'legaña' (Corominas-Pascual, DCECH, S.V. pestaña).
187 Del vasc. común harri 'piedra' (Múgica, Michelena), forma de origen muy antiguo, acaso preindoeuropeo (Agud-Tovar, DEV, S.V. arri). Obsérvese que rica figura en el DRAE como término peculiar de La Rioja con el valor semántico de 'alholva, planta papilionácea' y que con idéntico sentido se oye en el condado burgalés de Treviño (Sánchez González) y es general en Alava (López de Guereñu). Comp. burg. arrica 'planta forrajera', consignado en la localidad de Piémigas (Codón).
 188 Del vasc. zapa-buru 'renacuajo', vivo hoy en los dialectos guipuzcoano y vizcaíno (Múgica, Michelena).
 189 Inseparable del vasc. sarde 'rastro para recoger hierba, paja, broza, etc.', vivo en los dialectos altonavarro, bajonavarro, guipuzcoano, labortano y suletino (Azkue).
 190 Del vasc. común zabar 'lento', 'holgazán, perezoso' (Azkue, Michelena). Comp. alav. sapo cerval o sapo zabal 'sapo común' (López de Guereñu).
 191 Parece inseparable del vasc. sugandila 'lagartija', vivo hoy en los dialectos altonavarro y guipuzcoano (Azkue, Múgica).
 192 Del vasc. común zentzurge 'insensato, necio, fatuo' (Múgica).
 193 Del vasc. común sungil 'tronco' (Múgica).
194 Del vasc. tuta 'tángano, chito Guego)', conservado hoy en los dialectos vizcaino y guipuzcoano (Azkue, Michelena).
195 Del vasc. común zakuto 'alforja' (Azkue, Michelena).
196 Inseparable del vasc. común zaldi 'caballo' (Azkue, Múgica), y ambos nuevos ejemplos de préstamos del latín -en este caso del lat. saltu 'soto' 'pastizal' 'pastizal con arbolado'-, desde donde se han incorporado a nuestra lengua.
197 Del vasc. zarra 'tranca', 'arrastre', vivo hoy en dialecto vizcaíno (Azkue, Michelena).
198 Emparentados todos ellos con el vasc. común zahar, zar 'viejo' (Azkue, Michelena), dialectos bajonavarro y salacenco 'cosa común, de poco valor' (Azkue).
199 Del vasc. común zati 'pedazo' (Azkue, Múgica).
200 Del vasc. zorro 'vaina de las legumbres', vivo hoy en dialecto guipuzcoano (Múgica), inseparable a su vez del vasc. común zorro 'saco, costal, talega' (Azkue, Michelena).
201 Del vasc. común gorri 'rojo'.
202 Si deriva, como creo, del vasc. común jai 'fiesta' 'diversión' 'alegría', mejor que pensar en una forma extraída de la jerga caló.
203 Forma altorriojana (especialmente viva en los valles del Oja y Tirón), alavesa y burgalesa, parece haber surgido del lat. acetabula -plural de acetabulu 'taza de vinagre'-, desde donde habría llegado a nuestra lengua a través del vasc. (DCECH, S.V. achitabla); sin embargo, ni Azkue, ni Michelena, ni Múgica, ni el resto de las fuentes lexicográficas consultadas registran nada parecido; ¿mozarabismo?
204 Inseparable del vasc. sugandila 'lagartija', vivo en los dialectos altonavarro y guipuzcoano (Azkue, Múgica).
205 Inseparable del vasc. dialectal txapar(ra) -cf roncalés txapar 'roble joven', bajonavarro txaparro 'mata de encina o de roble'-, diminutivo de sapar(ra) 'seto', 'matorral, maleza, breña' (Azkue, Múgica).
206 Acaso der. del vasc. común txar (con el artículo, txarra) 'malo, defectuoso', 'débil', pequeño', diminutivo del común zahar 'viejo' (Azkue, Michelena), 'cosa común, de poco valor' en los dialectos bajonavarro y salacenco (Azkue), si no de una anterior forma protovasca o ibera, desconocida hasta hoy (Pastor).
207 Acaso der. del vasc. *odeidroa u *odedroa (García de Diego 1978: 364), ¿forma nacida del vasc. común hodei 'nube'?
208 Acaso surgida del vasc. lits 'franja', vivo hoy en los dialectos bajonavarro y laburdino (Azkue, Michelena).
209 Parece derivada del vasc. común bare 'babosa' (Azkue, Michelena).
210 Acaso der. del vasc. común zakar 'suciedad' (Múgica).
211 Relacionable sin duda con el vasc. zoronga 'tocado de mujer', vivo hoy en dialecto altonavarro (Azkue, Michelena). Comp. sor. zorongo '(individuo) mal vestido' (M. Alonso); nav. zorongo 'perifollo empinado sobre la cabeza', vivo en Tafalla (lribarren); nav. zorongo 'pasamontañas', escuchado en el Valle de Erro (lribarren); nav. zorongo 'toca, prenda de tela o lienzo para cubrir la cabeza', oído en La Ribera, en el Roncal, en Salazar y en el Valle de Erro (lribarren); nav. del Roncal tzorongo 'nombre del pañuelo baturro de cabeza' (Azkue); nav. zorongo 'peinado cónico' (Azkue); cast. y arag. zorongo 'peinado cónico' (DEEH, S.V. syringa)
212 Recuérdese que, según todos los indicios, buena parte de la Rioja Alta habló vascuence hasta bien entrado el siglo XIII, y en el valle de Ojacastro y aldeas de Ezcaray quizá incluso hasta la centuria siguiente.
213 De cualquier manera justo es reconocer que en la documentación primitiva riojana la presencia de términos comunes vascos resulta en verdad poco relevante. Pensemos por ejemplo en la obra misma de Berceo (segundo tercio del siglo XIII): si observamos con atención, los testimonios léxicos vascos que en ella aparecen apenas si sobrepasa un modesto ramillete de formas (cf. Alvar 1976: 21-22) y eso que él convivía muy probablemente con paisanos vascoparlantes, según hemos observado en la nota anterior, por lo que debían resultarle familiares bastantes de sus vocablos cotidianos; pero si nos retrotraemos aún más en el tiempo y acudimos a las glosas emilianenses (¿s. XI?), cuyo autor acaso fuera un hablante bilingüe vascorriojano, vemos que aquí únicamente se deslizan un par de ellas en lengua eusquérica, no en romance o con sinónimos latinos, según acostumbra el escriba. La razón de esta ausencia de elementos vascónicos quizá se halle en que se trataba de unas formas consideradas entre los escribanos o autores de la época como muy rústicas, de ahí que las evitaran en la documentación escrita.
214 Véase "Algunas características ... ", p. 350.
215 Véase J.Mª. Pastor, El habla de los valles riojanos, p. 558.
216 Duplicado mozárabe de adorra 'camisa'.
217 Así se oye, cuando menos, en las localidades altorriojanas de Alberite, Badarán, Entrena y Pedroso.
218 Término común en el valle del Ebro (Burgos, Soria, La Rioja, Álava, Navarra, occidente de Aragón) y País Vasco, inseparable del gallego moderno ganaxo 'canasto' y de la antigua voz mozárabe cordobesa y granadina canacha o qiñach 'canasto', recogida en Aben Quzmán (s. XII), forrnas todas derivadas muy probablemente del latino canistru 'canasto', con tratamiento dialectal autóctono del grupo interior -str-.
219 Probablemente derivado del lal. circa 'cercado'. La presencia de la velar fricativa sorda inicial no debe resultar extraña: recuérdese que en el primitivo dialecto riojano la confusión entre la dentoalveolar africada sorda Iŝl y la prepalatal fricativa sorda Išl está bien atestiguada.
220 Escuchado recientemente en El Villar de Arnedo (Pastor).
221 Del árabe hardǔn 'lagarto' con sufijo de ascendencia mozárabe.
222 Lombo 'cerro, colina' es una arcaísmo notable, atestiguado en La Rioja ya en un documento emílíanense de 1109 (Alvar 1976: 126) -comp. lumbo 'íd.' doc. albeldense del 953 (Alvar 1976: 105)-, conocído en mozárabe, en castellano antiguo y probablemente también en antiguo leonés (Menéndez Pidal 1986: 286-289), que sigue vivo igualmente hoy entre los sefardíes (Zamora Vicente J 967: 358), lo que constituye quizá un nuevo ejemplo de reliquia conservada del primitivo romance hispánico hablado en la península en época visigoda.
223 Mozarabismo probablemente derivado de pelle 'piel', vivo entre las gentes de Villavelayo y Neila (Pastor) e inseparable del murc. parella 'paño para limpiar' (DRAE).
224 Forma léxica del mayor interés, muy común entre las gentes de la vertiente oriental de la Sierra de la Demanda, acaso sea una de las pocas voces exclusivas de La Rioja.
225 Recuérdese que salma es un término prímitivo hispano bien constatado: su primer testimonio escrito nos conduce nada menos que hasta San lsidoro de Sevilla (c. 560-636 de nuestra era), quien, al enumerar los instrumenta equorum de que se servían en su tiempo, lo consigna explícitamente como forma corrupta del latino sagma 'íd.' en boca del vulgo ("Sagma, quae corrupte vulgo salma dicitur, ab stratu sagorum vocatur, unde et caballus sagmarius, mula sagmaria": cf. Etimologías XX, 16,5).
226 Viva en San Vicente de la Sonsierra (Pastor) e inseparable de los piren. achau 'azada' (Andolz), piren. y and. chata 'íd.' (DEEH. s.v. asciata)
227 Véase supra, nota 122.
228 Véase J.Mª Pastor, El habla de los valles riojanos, s.v. cerote.
229 Por ejemplo, en la localidad extremeña de Don Benito, donde se escucha igualmente como sinónimo de 'persona desenfadada y picara' (cf. M. Casado Velarde, "Notas sobre el léxico de Don Benito (Badajoz)", Estudios en homenaje al prof Fernando González Ollé, Eunsa, Pamplona, 2002, p. 248), O en el pueblo burgalés de Palacios de la Sierra, donde se oye con el valor de 'atolondrado, alocado', igual que en La Rioja, según he constatado recientemente.
230 Véase J.J. Mangado Martínez y A. Ponce de León Elizondo, El léxico especifico de Alberite, s.v.florear.
231 ibid. obra anterior, s. v. gancho
232 Véase A. Marrodán Pellejero y C. Mazo Gil, San Vicente de Munilla. La aldea abandonada y sus gentes, Logroño, Gráficas Quintana, 2006, (glosario final).          [...]


Notas de Calle y Camino, Vitor Barrio Sierra.
[1] En Redecilla “zurita”(¿) con ese mismo significado
[2] En Redecilla “jalma”
[3] En Redecilla afrit, frui, hayuco
[4] En Redecilla “vindiadero”, columpio.
[5] En Redecilla “pujar”, geminar
[6] En Redecilla “vele ahí!”, ¡He aquí cómo!. Motivo de aclaración.
[7] En Redecilla “almuerza”
[8] En Redecilla “chamurrar” quemar el pelo al cerdo en la matanza, normalmente con “halechos”
[9] En Redecilla “mazuco”, para partir la leña
[10] En Redecilla “mondongo”, la mezcla en la elaboración de la morcilla.
[11] En Redecilla “aunecer”
[12] En Redecilla “baldullo”
[13] En Redecilla “berozo”
[14] En Redecilla “ausurar”, quemarse la ropa con la plancha
[15] En Redecilla, el paso comunal de aguas entre patios traseros de las casas
[16] En Redecilla aplicado a la reguera que conduce el agua al molino de Villareina
[17] En Redecilla, azote, “te doy un cutio”
[18] En Redecilla “talandera”,  barales altos de las cartolas de carros, galeras y remolques
[19] En Redecilla “zarria”, correa que sujeta la albarda por el pecho, impidiendo que se corra hacia atrás al subir las cuestas.
[20] En Redecilla “bríncola”
[21] En Redecilla, cerdo con manchas.
[22] En Redecilla, “jébene”
[23] En Redecilla “jipiar”, espiar, ver, observar de lejos
[24] En Redecilla “mareco”
[25] En Redecilla “tejillo”, pedazo de teja para jugar al tejo (chito, huta)
[26] En Redecilla “tajazo”, trípode redondo de madera, donde se apoyaba la palangana.
[27] En Redecilla “vindiadero”, columplio.
[28] En Redecilla “albérchigo”
[29] En Redecilla “ampla”, (la puerta, la ventana....) abierta de par en par.
[30] En Redecilla “engüerar”, volverse huero, gallina engüerando / empollando (¿)
[31] En Redecilla “enteco”, enfermo.
[32] En Redecilla “atalo”, faena, descalabro, picia
[33] En Redecilla “cachiburrio”, jefe del grupo de danzadores
[34] En Redecilla “cenzay”, cenzaya, cinzaya. Niñera vasca, la que cuida de los niños.
[35] En Redecilla “cagurria”
[36] En Redecilla “bacha”, con la que se jugaba a las canicas.
[37] En Redecilla “ezcarro”, árbol y pago con ezcarros singulares.
[38] En Redecilla “narria” útil, artefacto o bastidor de madera que arrastrado por animales lleva objetos pesados
[39] En Redecilla “zarria”, correa que sujeta la albarda por el pecho, impidiendo que se corra hacia atrás al subir las cuestas.
[40] En Redecilla “chaparro”, hijeo del roble rebollo; también adjv., persona pequeña y fuerte
[41] En Redecilla “manimangorra”.
[42] En Redecilla”albericias” golosinas y perras chicas que echaban desde el balcón con motivo de algún nacimiento…
[43] En Redecilla “chumarro”, lomo fresco puesto a la parrilla; generalmente en días de matanza
[44] En Redecilla “mula o macho”
[45] En Redecilla “picaza”
[46] En Redecilla “seso”, soporte para que el puchero estuviera tieso y arrimado a las ascuas
[47] En Redecilla “jalma”
[48] En Redecilla “jeruga”
[49] En Redecilla “pujar”
[50] En Redecilla también se aplica a los animales.
[51] En Redecilla “fato”, chulo, que aparenta más de lo que es o tiene.
[52] En Redecilla “retranca”, correón de la caballería de “varas”, sujeta en el lomo a la silla, y desde detrás de las ancas a las anillas.
[53] En Redecilla también, “zamina”
[54] En Redecilla “gurreñazo”, pedrada.


Primera edición: diciembre, 2010
© Textos: José María Pastor Blanco
© Fotografía de cubierta: Colección de Teodoro Lejárraga, Romería del Santo, de San Millán de La Cogolla, mediados del siglo XX.
© De la presente edición, Ediciones Emilianenses, 2010
-Emiliano Navas Sánchez- Parque del Carmen, 3, 9° B, 26003 Logroño - La Rioja
Tfno.: 941 256084 - 678805 137
info@edicionesemilianenses.com,    www.edicionesemilianenses.com
ISBN: 978-84-938035-3-7,   Depósito Legal: LR-326-2010
Maquetación: José Ignacio Collado y Alberto Vidal
Impresión: Imprenta Vidal, Logroño. La Rioja. Impreso en España

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