miércoles, 2 de agosto de 2023

Restauración de la naturaleza y seguridad alimentaria. Dos agriculturas, las Dos necesarias.

El Parlamento Europeo aprobó el pasado 12 de julio 
Sin embargo, el acuerdo no fue fácil dadas las discrepancias entre las dos posiciones contrapuestas de la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D) y el Partido Popular Europeo (PPE). 
Finalmente fue aprobado. La controversia estaba entre unas posiciones más exigentes 
ante el deterioro medioambiental y el cambio climático 
y, otras, preocupadas por los impactos que las nuevas medidas pudieran provocar. 


Acceso a Ley de Restauración de la Naturaleza: 

En la elaboración de la Ley han participado muy dispares posiciones, desde el negacionismo, al dogmatismo medioambiental hasta posturas meramente productivistas
El resultado es un documento que deja claramente entrever la presencia de estas distintas posiciones. Pero, finalmente queda un único documento. Un resultado, una solución que nunca será perfecta, pero aspira a ser la mejor de las posibles

Sin embargo, en la Comunidad de Plataforma Tierra Francisco José Castillo se preguntaba si, tras la implantación de la Ley sobre la Naturaleza, la Unión Europea sería capaz de producir suficientes alimentos para satisfacer la demanda de fibras y alimentos para su población. 

Este es el quid de la cuestión: 
avanzar en la sostenibilidad sin poner en riesgo la producción de alimentos suficientes, asequibles y desde estructuras productivas económica y socialmente viables. 
No es una tarea fácil. 

Las propuestas
El Reglamento pretende la recuperación continua, a largo plazo y sostenida de una naturaleza rica en biodiversidad y resiliente en todas las zonas terrestres y marítimas de la UE mediante la restauración de los ecosistemas y la consecución de los objetivos generales de en materia de mitigación del cambio climático y adaptación al mismo. 
Las medidas de restauración efectivas y basadas en la superficie que, en conjunto, abarcarán al menos el 20 % de las zonas terrestres y marítimas de la Unión de aquí a 2030 y, de aquí a 2050, todos los ecosistemas que necesiten restauración. 
En resumen, las principales propuestas son:
1.- Revertir el declive de insectos, muy especialmente los polinizadores.
2.- Ecosistemas forestales: gestión adecuada de la madera muerta, de los bosques con edades diferentes, conectividad forestal, reservas de carbono.
3.- Ecosistemas urbanos: aumento y preservación del espacio verde.
4.- Ecosistemas agrícolas: aumentar las mariposas de los prados y aves en tierras agrícolas, incrementar la reserva de carbono en los suelos, proporción adecuada de tierras agrícolas con elementos paisajísticos diversos. Valorada el 30 % de las turberas drenadas por usos agrícolas hasta 2030 y 70 % hasta 2050.
5.- Ecosistemas marinos: recuperar hábitats marinos como prados marinos o fondos de sedimentos. Valorada hábitats de especies.
6.- Conectividad fluvial: detectar y eliminar barreras que impiden la conectividad de las aguas superficiales de manera que 25.000 km de río vuelvan a tener caudal libre de aquí a 2030.
La dificultad
En cualquier caso, la complejidad suele ir de la mano de la dificultad. Muchas de las medidas propuestas tienen una relación directa o indirecta sobre los rendimientos de la producción agraria, forestal y pesquera. 
La reducción de insecticidas, que es una medida imprescindible para defender a los polinizadores e insectos en general, genera indefensión frente a plagas. Algunas prácticas agroecológicas, a pesar de su interés medioambiental, conllevan rendimientos productivos inferiores, como por ejemplo la agricultura ecológica, que en cereales supone reducciones de la producción en más de un 30 % respecto al cultivo convencional. Algunas técnicas de cultivo regenerativo afectan igualmente a los resultados productivos. La destrucción de barreras para alcanzar caudales libres en los ríos puede afectar a las posibilidades de regadío
Pero estos hechos ciertos no pueden esconder el problema medioambiental que se pretende resolver. Todo ello puede acarrear pérdida de competitividad y, consecuentemente, de viabilidad empresarial en el marco de la economía global. 
En relación con este riesgo, la Unión Europea se propone liderar el cambio hacia formas más sostenibles de producir, pero está condicionada por los acuerdos en la Organización Mundial de Comercio.
Gestionar los impactos
La Ley pone mucho énfasis en los argumentos de daño ambiental para justificar las medidas propuestas, pero poco en la gestión de los impactos que puedan ocasionar las medidas establecidas. Para justificar sus propuestas, utiliza de aval los detalles que da el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) acerca de la gravedad de los problemas medioambientales. Pero no cita el IPCC cuando este ofrece vías de solución frente a los impactos. 
El tema es suficientemente preocupante y requiere una reflexión en busca de la mejor manera de abordarlo. Por un lado, hay unas problemáticas medioambientales severas que hay que resolver, pero hay unas necesidades vitales relativas a la alimentación que no pueden menospreciarse. Por otra parte, los productores (agricultores, granjeros, pescadores) expresan su cansancio frente a los esfuerzos y riesgos que suponen los cambios
Hay que estar muy atentos a los ritmos, a la oportunidad y a la viabilidad de las medidas. Todas las propuestas deben basarse en una rigurosa y documentada justificación, con participación, conocimiento y comprensión de las partes más afectadas y de la sociedad en general. En caso contrario, los vendedores de soluciones fáciles, los populismos, impondrán su criterio.
La restauración de la naturaleza según el IPCC
En el capítulo sobre el ‘Suelo, océano, alimento y agua’, el IPCC dice: “Muchas opciones de la agricultura, silvicultura y otros usos del suelo (AFOLU) proporcionan beneficios para la adaptación y mitigación que se podrían aumentar a corto plazo en la mayoría de las regiones. La conservación, mejora de la gestión y restauración de bosques y otros ecosistemas ofrecen la parte más importante del potencial de mitigación económica, con una reducción de la deforestación en las regiones tropicales donde está el mayor potencial de mitigación sobre el total. La restauración de ecosistemas, la reforestación, y la aforestación puede requerir compensaciones debido a las demandas competidoras sobre la tierra. La minimización de compensaciones requiere enfoques integrados para alcanzar múltiples objetivos, incluida la seguridad alimentaria. Las medidas por el lado de la demanda (cambio a dietas saludables sostenibles y reducción de la pérdida/desperdicio de alimentos) y la intensificación agrícola sostenible puede reducir la conversión de los ecosistemas y las emisiones de metano y óxido nitroso, liberando tierras para la reforestación y restauración de ecosistemas".
Es decir, el IPCC afirma que hay que avanzar en la conservación y restauración de los ecosistemas, pero al mismo tiempo hay que atender la seguridad alimentaria. Por lo que, por el lado de la demanda, es necesario avanzar hacia dietas saludables y evitar el desperdicio alimentario; por el lado de la producción, hay que avanzar hacia la intensificación sostenible de la agricultura. 
Este camino de menos exigencia de recursos (dieta), menos pérdidas (desperdicio) y producción más intensiva a la vez que sostenible deben permitir ganar espacios hacia la recuperación y restauración de los ecosistemas naturales. 
El IPCC insiste en la palabra 'compensación'. El IPCC es consciente de que algunas medidas que propone reducen el potencial productivo agrícola; por lo tanto, para garantizar la seguridad alimentaria harán falta estrategias compensadoras. El IPCC lo ha entendido.
  1. Cambio a dietas saludables y sostenibles. Tema que está en el centro de las tendencias. En este sentido recordar las cualidades de la dieta mediterránea. Abogar por una evolución hacia un consumo más vegetal sin demonizaciones ni prohibiciones y dejando a la demanda como guía (un proceso que ya se está produciendo). Valorar otras opciones alimentarias no competitivas con el suelo: insectos, algas, hongos, cianobacterias. Otras opciones tecnológicas avanzadas tales como nuevos procesos de fermentación y producción de carne por cultivo celular in vitro. Finalmente, en este capítulo, vale la pena añadir la apuesta por la proximidad, que reduce transporte y dinamiza la agricultura local. 
  1. Reducción de la pérdida/desperdicio de alimentos. Este tema, que está presente en todos los programas agroalimentarios, no es sencillo ya que requiere reforzar la conciencia ciudadana y recuperar hábitos culturales más adecuados. Sin embargo, existen herramientas poderosas para hacer frente al desperdicio bajo el nombre de bioeconomía circular con todas las ‘R’ relacionadas (reducir, reutilizar, rellenar, recuperar, reciclar, regenerar), dando nueva vida a los residuos como nuevo producto 
  1. Intensificación sostenible. La adopción por parte del sexto informe del IPCC del concepto ‘intensificación sostenible’ debe considerarse un paso importante hacia el realismo transformador. Este concepto ha sido defendido desde años por la propia FAO, Sin embargo, la intensificación de la producción ha sido considerada desde el ecologismo utópico como un anatema absoluto. Esta concepción ha bloqueado el uso de herramientas eficaces en el camino de las soluciones.
Dentro de este concepto encontramos herramientas o sistemas de producción del ámbito de la agroecología (agricultura orgánica, producción integrada, agricultura de conservación, uso de técnicas de bio-control, uso de bio-estimulantes, etc.).
Que se complementan con las biotecnologías, las cuales pueden generar, por ejemplo, productos resistentes a plagas que eviten el uso de insecticidas. Asimismo, el regadío tiene un papel importante ya que multiplica la producción, la acerca y evita deforestación. Por su parte, las tecnologías digitales proporcionan las herramientas para implantar la agricultura y la ganadería de precisión, aquella que usa los mínimos inputs al aplicarlos al momento y en las cantidades precisas, obteniendo máximos de eficiencia. 
En fin. Ya tenemos Ley de Restauración de la Naturaleza, ahora solo queda concretar la forma definitiva entre el Parlamento y el Consejo en base a los acuerdos tomados. Su ejecución, sin embargo, debe alejarse de los ideologismos y reforzar todas las decisiones en base a datos objetivos
Comenta Daniel Innerarity que “La principal amenaza de la democracia no es la violencia ni la corrupción o la ineficiencia, sino la simplicidad”. La realidad, en general, responde a este mismo esquema. Tras la simplicidad se esconde el dogmatismo o la ingenuidad, cuál de ellos más peligroso. Por tanto, dada la complejidad, será conveniente tratar la aplicación de las medidas con flexibilidad, verificando su desarrollo con indicadores contrastados adecuados y, si procede, corrigiendo. 

jueves, 27 de julio de 2023

Pirámide de población 2022, Redecilla del Camino.

 Pirámide de población 2022.

Redecilla del Camino - Pirámide de población grupos quinquenales - Censo 2022

La media de edad de los habitantes de Redecilla del Camino es de 56,67 años, 3,46 años mas que hace un lustro que era de 53,21 años.
Población de Redecilla del Camino por sexo y edad 2022 (grupos quinquenales)
EdadHombresMujeresTotal
0-5000
5-10011
10-15112
15-20101
20-25213
25-30314
30-35112
35-40235
40-45314
45-50549
50-558614
55-607512
60-6510616
65-70639
70-75527
75-80639
80-85224
85-235
Total6443107

La población menor de 18 años en Redecilla del Camino es de 3 (1 H, 2 M ), el 2,8%.
La población entre 18 y 65 años en Redecilla del Camino es de 72 (43 H, 29 M ), el 67,3%.
La población mayor de 65 años en Redecilla del Camino es de 32 (20 H, 12 M ), el 29,9%.
Redecilla del Camino - Pirámide de población por años- Censo 2022

Crecimiento Natural o Vegetativo.

El crecimiento natural de la población en el municipio de Redecilla del Camino, según los últimos datos publicados por el INE para el año 2021 ha sido Negativo, con 2 defunciones más que nacimientos.
Crecimiento Vegetativo del municipio de Redecilla del Camino desde 1996 hasta el 2021

Tabla con la evolución del número de nacimientos , defunciones y crecimiento vegetativo.
Evolución Nacimientos y Defunciones desde 1996 hasta 2021
AñoNacimientosFallecidosDiferencia
202102-2
202002-2
201902-2
201801-1
201702-2
201602-2
201503-3
201402-2
201301-1
201201-1
2011110
201001-1
200901-1
200803-3
200702-2
2006101
2005000
200401-1
2003110-9
200202-2
200101-1
200001-1
1999101
199805-5
199701-1
199603-3

miércoles, 26 de julio de 2023

Desde Redecilla del Camino hasta Villafranca del Bierzo, disfruta de Castilla y león en moto, ruta 7.


El eje cultural por excelencia de la región es el Camino de Santiago Francés 
que atraviesa desde Redecilla del Camino en Burgos 
hasta llegar a Galicia por Vega de Valcarce en León 
dejando a su paso un reguero de cultura y tradición.



Como ruta cultural que es, el número de monumentos religiosos es inmenso, pero también hay parajes cercanos que pueden aportar aún más valor a tu viaje.

La ruta en moto es sencilla y no requerirá de mucho trabajo. Aunque son bastantes kilómetros, las carreteras son buenas y la duración total del camino dependerá de la cantidad de paradas que se quieran hacer y, teniendo en cuenta el patrimonio y actividades de algunas localidades, estas pueden ser muchas.

Cualesquiera de las localidades son merecedoras de una parada, teniendo en cuenta el patrimonio que atesoran y que en muchos casos sorprenderán por su excelente estado de conservación. Imposible describir o enumerar en este poco espacio el valor histórico y cultural de este eje cultural europeo que es el Camino de Santiago Francés.

En varios tramos la calzada o la cuneta es compartida con los peregrinos que darán un toque de color a la ruta en su peregrinar hacia Santiago.

Comenzamos desde la pequeña localidad de Redecilla del Camino, para tomar dirección oeste hacia Burgos. Nuestro camino de referencia será la N-120 y la seguiremos hasta el cruce con la N-6.

Acceso a la domentación, geolocalización, QR,  para esta ruta motera.

Es esta ruta la más urbana de todas, pudiendo disfrutar de toda la oferta gastronómica, artística y cultural de grandes poblaciones como pueden ser Burgos, León, Astorga, Ponferrada... donde dispondrás de todo tipo de servicios y atracciones.

También este tramo está salpicado de lugares mágicos como Villalcázar de Sirga, de hitos ingenieriles como las esclusas del Canal de Castilla, en Frómista, o yacimientos como los de Atapuerca, cerca de la capital Burgalesa.

Esta ruta nº 7 está enmarca en '12+1 rutas en moto por Castilla y León': la belleza de la comunidad para amantes de las dos ruedas. 



martes, 25 de julio de 2023

Ladrones y criminales, los peligros del Camino de Santiago, 25 de Julio, día de Santiago.

Un grupo de peregrinos se dirigen a un santuario, iluminación inglesa siglo XV.Cordon Press

La falta de señales, bandidos y posaderos sin escrúpulos convertían la ruta en una odisea para los miles de fieles que se encaminaban hacia Compostela para visitar la tumba del apóstol.

 Hacer el Camino de Santiago en la Edad Media suponía todo un reto. Aunque era un itinerario profundamente religioso, casi fraternal, estaba plagado de dificultades que los peregrinos debían superar como si fuera una carrera de obstáculos. El caminante no sólo debía llegar a el sepulcro del Apóstol, sino que además había de ser capaz de volver a su localidad de origen para contar sus hazañas y recibir los elogios de sus paisanos. Elogios sinceros y agradecidos, pues en algunos lugares, como en Eslovaquia, se eximía al peregrino de pagar impuestos el resto de su vida si acreditaba haber hecho el Camino tres veces.

Esta aventura suponía para el romero tener que abandonar a sus familiares durante meses, incluso años. El peregrino debía, asimismo, hacer frente a enfermedades, timos, hurtos y abusos de todo tipo, además de tener que soportar piojos y chinches, perros de malas pulgas, temperaturas extremas, malos caminos y peor calzado e infinidad de calamidades, todo ello a través de regiones y lugares cuya lengua a menudo ignoraba. El monje franco Aymeric Picaud dejó escrito en el Códice calixtino, el célebre manuscrito del siglo XII, los peligros que acechaban a los peregrinos. Advertía de los ríos de malas aguas, de los molestos tábanos, de los barqueros aprovechados y de las gentes feroces y malvadas.

 

A partir del siglo XII, cuando los reinos cristianos consiguieron desplazar a los musulmanes hacia los valles del Tajo y el Guadiana, la vía francesa del Camino –desde San Juan Pie de Puerto y Roncesvalles hasta Santiago de Compostela– se convirtió en el itinerario más utilizado por los romeros. En la localidad francesa de Ostabat coincidían peregrinos bretones, flamencos, gascones, hanseáticos o francos que habían salido de sus tierras hacía meses. En San Juan Pie de Puerto reponían fuerzas para ascender hacia el puerto de Ibañeta, ya en tierras del reino de Navarra, y hacer un alto en Roncesvalles.

La mala señalización en el Camino era uno de los problemas más preocupantes, especialmente en los puertos de montaña, donde la nieve borraba senderos y marcas. Lo normal era indicar el itinerario con estacas o palos clavados junto a la ruta, pero para ello había que conservarlos, y sólo había personal cerca de los hospitales y albergues.

CAMPANAS PARA ORIENTARSE

A veces, cuando las tormentas eran fuertes o la niebla muy espesa, el peregrino extraviado se orientaba con el sonido de las campanas de Somport, Roncesvalles, Foncebadón o del monasterio de San Salvador, en el alto de Ibañeta, donde un monje tañía la campana constantemente. Los reyes incentivaron el asentamiento de hospitales y pobladores con ciertas exacciones y libertades a cambio de la obligación de señalizar el Camino. A finales del siglo XV, los Reyes Católicos otorgaron este privilegio a los vecinos de El Acebo, en El Bierzo, con la condición de hincar 400 palos entre el pueblo y el puerto de Foncebadón.

El peregrino medía la distancia en jornadas, se dejaba guiar por el sol y las estrellas, y a veces encontraba con alivio un viejo miliario romano o un crucero que le marcaban la dirección
correcta y hasta la distancia. Rollos, picotas (columnas donde se exponía a los reos) y cruceros ayudaron a los caminantes desde el siglo XIV, cuando se extendió el culto a la cruz propagado por los seguidores de san Francisco de Asís –quien, según la tradición, peregrinó a Santiago en 1214–. Estas modestas construcciones afianzaban el carácter religioso del Camino, además de servir de señales de término o para indicar un episodio luctuoso.

la mayor inquietud de los peregrinos era la inseguridad: Los asaltos eran frecuentes y Los peregrinos también eran víctimas de toda suerte de engaños.

Frente al riesgo de pérdida y desorientación, los campanarios cumplieron la función de faros terrestres para orientar los pasos de los peregrinos. Por ejemplo, el caserío de Berdún, en el Camino de Somport, se convirtió en una excelente referencia visual para los caminantes por encontrarse sus casas en un cerro situado en medio de una gran planicie de cereal. Y lo mismo pasó con el campanario de la iglesia de Santiago de Puente la Reina, las torres de las catedrales de Logroño y Burgos, el castillo de Castrojeriz o la gran fábrica de la iglesia de Villalcázar de Sirga, visibles a larga distancia.

RUFIANES, LADRONES Y GRANUJAS

Con todo, la mayor inquietud de los peregrinos era la inseguridad, dada la dificultad de asegurar la vigilancia de los ochocientos kilómetros de ruta entre los Pirineos y la ciudad del Apóstol. Los asaltos eran frecuentes, sobre todo en las zonas de mayor tránsito de peregrinos y condiciones más inhóspitas, como los amenazantes bosques en torno a Villafranca Montes de Oca (Burgos), etapa que llevaba a una de las paradas más esperadas de la aventura: el sepulcro de san Juan de Ortega, constructor de puentes. El peregrino no se atrevía a caminar solo e intentaba marchar en grupo, según era habitual en otras rutas de peregrinación europeas, como las de Aquisgrán, París o San Martín de Tours. Las partidas de ladrones fueron frecuentes en Roncesvalles, León o las Bárdenas navarras. Los montes de Oca se convirtieron en cobijo de malhechores, sin que las milicias de las hermandades municipales pudieran erradicarlos. Lo dejaba claro un dicho jacobeo: «Si quieres robar, vete a los montes de Oca».

El peligro acechaba hasta en los abrevaderos, como advertía el monje Picaud en su Guía del peregrino a propósito de un pueblo de los montes navarros: «Por un lugar llamado Lorca, por la zona oriental, discurre el río llamado Salado: ¡Cuidado con beber en él, ni tú ni tu caballo, pues es un río mortífero! Camino de Santiago, sentados a su orilla, encontramos a dos navarros afilando los cuchillos con los que solían degollar las caballerías de los peregrinos que bebían de aquella agua y morían». La plaga de los bandidos llevó a iniciativas como la de Teobaldo II de Navarra, que en 1269 fundó el pueblecito de El Espinal para evitar un largo tramo sin poblaciones, con el fin de dificultar la acción de los salteadores de caminos.

Los peregrinos también eran víctimas habituales de toda suerte de engaños, ya fuera por vendedores que alteraban el peso de los artículos o por cambistas que hacían lo propio con la moneda (hay que tener en cuenta que los romeros debían cambiar dinero hasta seis o siete veces al cruzar por los diferentes reinos). Los hospederos no siempre eran de fiar. Se conocen casos de romeros a los que
se ofrecían brebajes en los mesones para que se durmieran y poder robarles más fácilmente. En otras ocasiones, los señores del lugar los obligaban a pagar abusivos peajes por cruzar puentes o ríos en barca, pese a que los romeros estaban eximidos por ley de estos pagos.

Los timos estaban al orden del día. A veces, dos estafadores simulaban una pelea por una moneda de plomo dorado encontrada en el camino. El peregrino, cargado de buena intención, zanjaba la reyerta ofreciendo una moneda a cada bribón a cambio de la falsa pieza de oro. En el ramal del Camino Francés a San Millán de la Cogolla se encuentra la Umbría de la Fuente de los Ladrones en recuerdo de aquellos tunantes.

Conforme la ruta jacobea se convertía en un camino de santos y milagros, se hicieron más frecuentes los pícaros que hacían negocio con bulas amañadas y reliquias falsas. Hubo también falsos peregrinos, consumados actores que se vestían con la indumentaria del romero: bordón, esclavina, escarcela y sombrero, y se ganaban la confianza del peregrino auténtico hasta desvalijarle aprovechando cualquier descuido. Otros simulaban lesiones para despertar la caridad de los romeros. Estos rufianes, muchos de ellos extranjeros, sobre todo ingleses, sabían que a menudo los peregrinos llevaban limosnas por encargo, guardadas en las dobleces del vestido, y que era fácil desvalijarlos. Fueron numerosas las denuncias de este tipo en las tierras navarras de Estella y Sangüesa.

CASTIGOS PARA LOS DELINCUENTES

La gran cantidad de delitos y abusos que se daban a lo largo del Camino obligaron a las autoridades a regular jurídicamente el fenómeno de la peregrinación jacobea. Así, el Fuero Real de Alfonso X el Sabio estableció que «todos los romeros y peregrinos que anduvieren en romería por nuestros reinos, mayormente los que fueren y vinieren en romería a Santiago, sean seguros; y les damos y otorgamos nuestro privilegio de seguridad para que vayan y vengan y estén en ellos». Hubo normas que garantizaban a los peregrinos la posesión de los bienes que llevaban consigo durante el viaje. Así, a finales del reinado de Juan I, hacia 1390, se autorizó a los peregrinos a introducir y sacar libremente palafrenes, trotones y vacas «si consta que no nacieron» en Castilla. Y su nieto Juan II hizo que se otorgaran salvoconductos a los peregrinos del Viejo Continente y que no fueran embargados sus bienes ni demás propiedades porque eran considerados súbditos del rey.

en 1332 fueron detenidos dos ladrones por robar a peregrinos, uno de los cuales fue ahorcado y el otro azotado y desorejado.

En el Fuero Real también se instaba a los jueces a atender las demandas de los peregrinos: «Si los Alcaldes de los lugares no hicieren enmendar a los Romeros los males y daños que recibieron tanto de los albergueros y mesoneros como de otras personas cualesquiera, luego que por los Romeros les fuere querellado y no les hicieren cumplimiento de Justicia, sin algún alongamiento paguen doblado todo el daño al Romero y las costas que sobre ello hicieren».

El texto alfonsino distinguía al ladrón del Camino del que robaba fuera de él. En el primer caso, las penas eran mucho más duras, ya que robar a los peregrinos se castigaba normalmente con la muerte. Conocemos numerosos casos de aplicación de la pena máxima por ataques en el Camino. Por ejemplo, en 1332 fueron detenidos dos ladrones por robar a peregrinos, uno de los cuales fue ahorcado y el otro azotado y desorejado. Por el mismo motivo fue llevado a la horca el castellano Martín de Castro, que se dedicaba a robar en las iglesias del Camino.

Otras veces los castigados eran criminales que se hacían pasar por peregrinos. Así, en 1337 fue juzgado y ahorcado un tal Thomás de Londres, falso peregrino inglés, por robar a un romero seis florines de oro que llevaba escondidos en la manga. La misma suerte corrió otro peregrino genovés por llevarse objetos del templo asturiano de Salas, en el Camino primitivo.

El Libro de los Fueros de Castilla, de tiempos de Alfonso X, relata la historia de un tal Andrés, que robó el equipaje y el dinero de un peregrino y cuando fue detenido acusó a su hermano, abad de un monasterio, de ser el cerebro de la operación. El abad buscó refugio en una iglesia, amparándose en la inmunidad de que gozaban los edificios eclesiásticos, pero tuvo que devolver el dinero robado y realizar dos peregrinaciones a Santiago para obtener el perdón, aunque quedó despojado de sus oficios y beneficios. Su hermano, en cambio, fue ahorcado.

PIOJOS, CHINCHES Y SUCIEDAD

Uno de los atributos esenciales del peregrino era la calabaza, la cantimplora medieval convertida en todo un símbolo iconográfico, que los viajeros llenaban de agua en las fuentes y abrevaderos construidos a lo largo de la ruta. Estas fuentes no servían únicamente para dar de beber al sediento y llenar las calabazas, sino también como descansadero y como lugar para el aseo personal de los peregrinos, por lo general acribillados por piojos, pulgas y chinches.

Todavía quedan fuentes de aquellos tiempos medievales, con nombres que evocan el uso que les daban los peregrinos. En tierras burgalesas, por ejemplo, encontramos la fuente de los Piojos, en Itero del Castillo, y la de Mojapán, en la subida al puerto de la Pedraja, en los montes de Oca, donde se decía que los romeros ablandaban los mendrugos de pan resecos. Cuando se hallaban apenas a una decena de kilómetros de Santiago, la tradición obligaba a los peregrinos a lavarse el cuerpo en las aguas del río Lavacolla. Pese a ello, la catedral compostelana se llenaba de los malos olores de los peregrinos, que dormían en el interior del templo, aprovechando que permanecía abierto todo el día; malos olores que se intentaban paliar con el gigantesco incensario o botafumeiro que existe al menos desde el siglo XIV, hoy convertido en otro de los símbolos de la peregrinación.

La picaresca acompañaba al peregrino hasta el último momento. En las mismas calles de Santiago debía sortear a los vendedores de falsos azabaches –una piedra muy usada por los joyeros de la ciudad– y vieiras, la concha del Camino, recuerdo y prueba de haber terminado la peregrinación. Hasta la Iglesia quiso intervenir en este suculento negocio controlando su venta en el siglo XIII en determinadas tiendas de concheiros. Por último, era costumbre desprenderse de la ropa vieja al llegar a la tumba del Apóstol y quemarla en el pilón de la Cruz dos Farrapos (la cruz de los harapos), en el tejado del templo. Pero la ropa era un bien muy preciado en la Edad Media, y algunas de las prendas con destino al fuego volvían al Camino para ser vendidas a otros peregrinos más pobres.

Finalmente, el peregrino alcanzaba la plaza de la Azabachería, donde por fin podía gritar Ultreia!, el saludo medieval de gozo y alegría por haber llegado a la ciudad del Apóstol sano y salvo. Su azarosa aventura tenía recompensa: recibía la carta probatoria (la futura Compostela) de haber culminado con éxito la peregrinación, además de los beneficios personales y espirituales que el romero adquiría a perpetuidad

 

Palabrario de Redecilla del Camino

Este Diccionario local y comarcano, o palabrario o colección de palabras, expresiones, topónimos y dichos de Redecilla del Camino y la comar...