De la mano, nuevamente, del
Blog El Lío de Abi
vuelvo a traer otro rincón
cercano a la comarca
San Zadornil (Burgos)
Con apenas docena y media de habitantes, se encuentra la localidad de San Zadornil, en el extremo norte del Parque Natural Montes Obarenes San Zadornil, una localidad que ha sabido unir esfuerzos para tener un pueblo vivible y atractivo para los visitantes.
Esto fue una mañana de domingo de este mes de Enero, cuando la Mi Dueña y
yo nos acercamos hasta la Casa del Parque de San Zadornil, para
visitarla, cual fue nuestra sorpresa al encontrarla cerrada ¡lástima! o
no... porque entonces nos fuimos a pasear por el pueblo y verlo,
así fue como nos encontramos con la iglesia de San Saturnino,
que habían restaurado recientemente.
Sacamos alguna foto del exterior de la torre campanario...
...y de la puerta de acceso, pero desde fuera de la verja, ya que se encontraba cerrada.
Alguno de los capiteles sobre columnas en las que descansan los sillares de la puerta.
El suelo de piedra haciendo rosetones y con un poyo para sentarse, aunque supongo que estará frío.
Dejamos la iglesia y continuamos con el paseo, donde nos encontramos con
un potro de herrar totalmente nuevo, pero que sirve perfectamente para
conocer como se herraban a las caballerías antiguamente.
Las construcciones mas antiguas mantenían el encanto de los lugares
aislados, donde se mantiene
una economía de subsistencia, dependiente del campo.
Aunque por supuesto había casas mas actuales y reformadas, que eran
la mayoría, con llamadores, pues que a mi me gustan. ¿que tendrán las
puertas y los llamadores para que me llamen tanto? jejejejeje.
El adobe y la madera, se mantiene como material de construcción en las
casas que se utilizan para el ganado y para almacenar la madera, con la
que calentarse en el duro invierno de la zona.
Pero también utilizan otra forma de almacenar la madera y es haciendo
estos montones de leña ya cortada, convenientemente colocada para que se
"lave" y luego se oree (se seque).
Como puedes ver una curiosa forma de mantener la leña. La verdad es que
no lo habíamos visto nunca, colocado de esta forma salvo para hacer las
carboneras, pero nos lo explicó un paisano al que le preguntamos.
Y luego vino una de las cosas mas interesantes del pueblo, su museo
etnográfico, pequeño pero muy coqueto y con el valor añadido de que
lo habían preparado entre los vecinos, habían restaurado el edificio
y habían llevado los utensilios. todo un ejemplo de como se pueden hacer
las cosas remando en la misma dirección, por el bien del pueblo.
Paneles explicativos de las fiestas con fotografías de distintas épocas
explicaban las tradiciones y la maquinaria del reloj de la torre también
se encontraba expuesta.
O vestimenta litúrgica.
Pero hubo dos cosas que nos llamaron especialmente la atención, una
fueron las miniaturas de Eloy Cereceda Extraviana, un artesano
autodidacta de Cillaperlata y hace unas recreaciones de herramientas y maquinaria agrícola excelentes y que funcionan a la perfección.
Ramón, nos iba enseñándolo todo y explicando su funcionamiento. Nos
trató con una amabilidad que ya quisieran en otros lugares contar con un
apasionado de esta categoría para mostrar su museo y hablar de la vida
cotidiana en el pueblo y tener las ideas tan claras al respecto.
Aquí podemos ver un molino de agua a la derecha y la forma de trillar en
la era en el centro. El de la izquierda es un molino de piedra.
La otra cosa que nos llamó la atención es esta talla de madera que
se utilizaba para medir a los mozos cuando tenían que ir a la mili.
Nunca habíamos visto una talla de madera y que funcionaba de una forma sencilla y eficaz.
Luego nos preguntó si queríamos ver la iglesia por dentro, que tenia las
llaves; así que aprovechamos la ocasión para poder entrar dentro.
La pila bautismal...
...y el retablo en madera policromada, era lo mas destacarle del interior.
La subida al campanario se hacia desde fuera de la iglesia y el poder
estar entre las campanas en un campanario románico, nos seducía, así que
subimos como alma que lleva el diablo, aunque sea en una iglesia. En
esta ocasión no nos acompañó Ramón que se quedó abajo esperándonos,
acompañado de su perro, que solo pensaba en jugar.
Desde luego las campanas tenían solera...
...y los capiteles todos tenían sus figuras y dibujos.
Al bajar nos entretuvimos en sacar una foto a las escaleras de madera...
...y al empedrado del pórtico.
Y como por la mañana habíamos sacado las fotos de los capiteles desde
fuera de la verja, ahora había que aprovechar y "afotarlos" desde
dentro.
Primero los de un lado...
...y luego los del otro.
Era la primera vez que parábamos en San Zadornil, ya que está de camino a Lalastra, lugar en el que se encuentra el centro de interpretación del Parque Natural de Valderejo
(Alava) y siempre pasábamos de largo, pero desde luego no será la
última vez que paremos. Además la cantidad de rutas de senderismo dentro
del Parque Natural Montes Obarenes San Zadornil,
son un aliciente añadido, al igual que los molinos de agua restaurados o
la ruta de los castaños centenarios, pero esa es otra historia y la
contare en otra ocasión.
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