jueves, 27 de julio de 2023

Pirámide de población 2022, Redecilla del Camino.

 Pirámide de población 2022.

Redecilla del Camino - Pirámide de población grupos quinquenales - Censo 2022

La media de edad de los habitantes de Redecilla del Camino es de 56,67 años, 3,46 años mas que hace un lustro que era de 53,21 años.
Población de Redecilla del Camino por sexo y edad 2022 (grupos quinquenales)
EdadHombresMujeresTotal
0-5000
5-10011
10-15112
15-20101
20-25213
25-30314
30-35112
35-40235
40-45314
45-50549
50-558614
55-607512
60-6510616
65-70639
70-75527
75-80639
80-85224
85-235
Total6443107

La población menor de 18 años en Redecilla del Camino es de 3 (1 H, 2 M ), el 2,8%.
La población entre 18 y 65 años en Redecilla del Camino es de 72 (43 H, 29 M ), el 67,3%.
La población mayor de 65 años en Redecilla del Camino es de 32 (20 H, 12 M ), el 29,9%.
Redecilla del Camino - Pirámide de población por años- Censo 2022

Crecimiento Natural o Vegetativo.

El crecimiento natural de la población en el municipio de Redecilla del Camino, según los últimos datos publicados por el INE para el año 2021 ha sido Negativo, con 2 defunciones más que nacimientos.
Crecimiento Vegetativo del municipio de Redecilla del Camino desde 1996 hasta el 2021

Tabla con la evolución del número de nacimientos , defunciones y crecimiento vegetativo.
Evolución Nacimientos y Defunciones desde 1996 hasta 2021
AñoNacimientosFallecidosDiferencia
202102-2
202002-2
201902-2
201801-1
201702-2
201602-2
201503-3
201402-2
201301-1
201201-1
2011110
201001-1
200901-1
200803-3
200702-2
2006101
2005000
200401-1
2003110-9
200202-2
200101-1
200001-1
1999101
199805-5
199701-1
199603-3

miércoles, 26 de julio de 2023

Desde Redecilla del Camino hasta Villafranca del Bierzo, disfruta de Castilla y león en moto, ruta 7.


El eje cultural por excelencia de la región es el Camino de Santiago Francés 
que atraviesa desde Redecilla del Camino en Burgos 
hasta llegar a Galicia por Vega de Valcarce en León 
dejando a su paso un reguero de cultura y tradición.



Como ruta cultural que es, el número de monumentos religiosos es inmenso, pero también hay parajes cercanos que pueden aportar aún más valor a tu viaje.

La ruta en moto es sencilla y no requerirá de mucho trabajo. Aunque son bastantes kilómetros, las carreteras son buenas y la duración total del camino dependerá de la cantidad de paradas que se quieran hacer y, teniendo en cuenta el patrimonio y actividades de algunas localidades, estas pueden ser muchas.

Cualesquiera de las localidades son merecedoras de una parada, teniendo en cuenta el patrimonio que atesoran y que en muchos casos sorprenderán por su excelente estado de conservación. Imposible describir o enumerar en este poco espacio el valor histórico y cultural de este eje cultural europeo que es el Camino de Santiago Francés.

En varios tramos la calzada o la cuneta es compartida con los peregrinos que darán un toque de color a la ruta en su peregrinar hacia Santiago.

Comenzamos desde la pequeña localidad de Redecilla del Camino, para tomar dirección oeste hacia Burgos. Nuestro camino de referencia será la N-120 y la seguiremos hasta el cruce con la N-6.

Acceso a la domentación, geolocalización, QR,  para esta ruta motera.

Es esta ruta la más urbana de todas, pudiendo disfrutar de toda la oferta gastronómica, artística y cultural de grandes poblaciones como pueden ser Burgos, León, Astorga, Ponferrada... donde dispondrás de todo tipo de servicios y atracciones.

También este tramo está salpicado de lugares mágicos como Villalcázar de Sirga, de hitos ingenieriles como las esclusas del Canal de Castilla, en Frómista, o yacimientos como los de Atapuerca, cerca de la capital Burgalesa.

Esta ruta nº 7 está enmarca en '12+1 rutas en moto por Castilla y León': la belleza de la comunidad para amantes de las dos ruedas. 



martes, 25 de julio de 2023

Ladrones y criminales, los peligros del Camino de Santiago, 25 de Julio, día de Santiago.

Un grupo de peregrinos se dirigen a un santuario, iluminación inglesa siglo XV.Cordon Press

La falta de señales, bandidos y posaderos sin escrúpulos convertían la ruta en una odisea para los miles de fieles que se encaminaban hacia Compostela para visitar la tumba del apóstol.

 Hacer el Camino de Santiago en la Edad Media suponía todo un reto. Aunque era un itinerario profundamente religioso, casi fraternal, estaba plagado de dificultades que los peregrinos debían superar como si fuera una carrera de obstáculos. El caminante no sólo debía llegar a el sepulcro del Apóstol, sino que además había de ser capaz de volver a su localidad de origen para contar sus hazañas y recibir los elogios de sus paisanos. Elogios sinceros y agradecidos, pues en algunos lugares, como en Eslovaquia, se eximía al peregrino de pagar impuestos el resto de su vida si acreditaba haber hecho el Camino tres veces.

Esta aventura suponía para el romero tener que abandonar a sus familiares durante meses, incluso años. El peregrino debía, asimismo, hacer frente a enfermedades, timos, hurtos y abusos de todo tipo, además de tener que soportar piojos y chinches, perros de malas pulgas, temperaturas extremas, malos caminos y peor calzado e infinidad de calamidades, todo ello a través de regiones y lugares cuya lengua a menudo ignoraba. El monje franco Aymeric Picaud dejó escrito en el Códice calixtino, el célebre manuscrito del siglo XII, los peligros que acechaban a los peregrinos. Advertía de los ríos de malas aguas, de los molestos tábanos, de los barqueros aprovechados y de las gentes feroces y malvadas.

 

A partir del siglo XII, cuando los reinos cristianos consiguieron desplazar a los musulmanes hacia los valles del Tajo y el Guadiana, la vía francesa del Camino –desde San Juan Pie de Puerto y Roncesvalles hasta Santiago de Compostela– se convirtió en el itinerario más utilizado por los romeros. En la localidad francesa de Ostabat coincidían peregrinos bretones, flamencos, gascones, hanseáticos o francos que habían salido de sus tierras hacía meses. En San Juan Pie de Puerto reponían fuerzas para ascender hacia el puerto de Ibañeta, ya en tierras del reino de Navarra, y hacer un alto en Roncesvalles.

La mala señalización en el Camino era uno de los problemas más preocupantes, especialmente en los puertos de montaña, donde la nieve borraba senderos y marcas. Lo normal era indicar el itinerario con estacas o palos clavados junto a la ruta, pero para ello había que conservarlos, y sólo había personal cerca de los hospitales y albergues.

CAMPANAS PARA ORIENTARSE

A veces, cuando las tormentas eran fuertes o la niebla muy espesa, el peregrino extraviado se orientaba con el sonido de las campanas de Somport, Roncesvalles, Foncebadón o del monasterio de San Salvador, en el alto de Ibañeta, donde un monje tañía la campana constantemente. Los reyes incentivaron el asentamiento de hospitales y pobladores con ciertas exacciones y libertades a cambio de la obligación de señalizar el Camino. A finales del siglo XV, los Reyes Católicos otorgaron este privilegio a los vecinos de El Acebo, en El Bierzo, con la condición de hincar 400 palos entre el pueblo y el puerto de Foncebadón.

El peregrino medía la distancia en jornadas, se dejaba guiar por el sol y las estrellas, y a veces encontraba con alivio un viejo miliario romano o un crucero que le marcaban la dirección
correcta y hasta la distancia. Rollos, picotas (columnas donde se exponía a los reos) y cruceros ayudaron a los caminantes desde el siglo XIV, cuando se extendió el culto a la cruz propagado por los seguidores de san Francisco de Asís –quien, según la tradición, peregrinó a Santiago en 1214–. Estas modestas construcciones afianzaban el carácter religioso del Camino, además de servir de señales de término o para indicar un episodio luctuoso.

la mayor inquietud de los peregrinos era la inseguridad: Los asaltos eran frecuentes y Los peregrinos también eran víctimas de toda suerte de engaños.

Frente al riesgo de pérdida y desorientación, los campanarios cumplieron la función de faros terrestres para orientar los pasos de los peregrinos. Por ejemplo, el caserío de Berdún, en el Camino de Somport, se convirtió en una excelente referencia visual para los caminantes por encontrarse sus casas en un cerro situado en medio de una gran planicie de cereal. Y lo mismo pasó con el campanario de la iglesia de Santiago de Puente la Reina, las torres de las catedrales de Logroño y Burgos, el castillo de Castrojeriz o la gran fábrica de la iglesia de Villalcázar de Sirga, visibles a larga distancia.

RUFIANES, LADRONES Y GRANUJAS

Con todo, la mayor inquietud de los peregrinos era la inseguridad, dada la dificultad de asegurar la vigilancia de los ochocientos kilómetros de ruta entre los Pirineos y la ciudad del Apóstol. Los asaltos eran frecuentes, sobre todo en las zonas de mayor tránsito de peregrinos y condiciones más inhóspitas, como los amenazantes bosques en torno a Villafranca Montes de Oca (Burgos), etapa que llevaba a una de las paradas más esperadas de la aventura: el sepulcro de san Juan de Ortega, constructor de puentes. El peregrino no se atrevía a caminar solo e intentaba marchar en grupo, según era habitual en otras rutas de peregrinación europeas, como las de Aquisgrán, París o San Martín de Tours. Las partidas de ladrones fueron frecuentes en Roncesvalles, León o las Bárdenas navarras. Los montes de Oca se convirtieron en cobijo de malhechores, sin que las milicias de las hermandades municipales pudieran erradicarlos. Lo dejaba claro un dicho jacobeo: «Si quieres robar, vete a los montes de Oca».

El peligro acechaba hasta en los abrevaderos, como advertía el monje Picaud en su Guía del peregrino a propósito de un pueblo de los montes navarros: «Por un lugar llamado Lorca, por la zona oriental, discurre el río llamado Salado: ¡Cuidado con beber en él, ni tú ni tu caballo, pues es un río mortífero! Camino de Santiago, sentados a su orilla, encontramos a dos navarros afilando los cuchillos con los que solían degollar las caballerías de los peregrinos que bebían de aquella agua y morían». La plaga de los bandidos llevó a iniciativas como la de Teobaldo II de Navarra, que en 1269 fundó el pueblecito de El Espinal para evitar un largo tramo sin poblaciones, con el fin de dificultar la acción de los salteadores de caminos.

Los peregrinos también eran víctimas habituales de toda suerte de engaños, ya fuera por vendedores que alteraban el peso de los artículos o por cambistas que hacían lo propio con la moneda (hay que tener en cuenta que los romeros debían cambiar dinero hasta seis o siete veces al cruzar por los diferentes reinos). Los hospederos no siempre eran de fiar. Se conocen casos de romeros a los que
se ofrecían brebajes en los mesones para que se durmieran y poder robarles más fácilmente. En otras ocasiones, los señores del lugar los obligaban a pagar abusivos peajes por cruzar puentes o ríos en barca, pese a que los romeros estaban eximidos por ley de estos pagos.

Los timos estaban al orden del día. A veces, dos estafadores simulaban una pelea por una moneda de plomo dorado encontrada en el camino. El peregrino, cargado de buena intención, zanjaba la reyerta ofreciendo una moneda a cada bribón a cambio de la falsa pieza de oro. En el ramal del Camino Francés a San Millán de la Cogolla se encuentra la Umbría de la Fuente de los Ladrones en recuerdo de aquellos tunantes.

Conforme la ruta jacobea se convertía en un camino de santos y milagros, se hicieron más frecuentes los pícaros que hacían negocio con bulas amañadas y reliquias falsas. Hubo también falsos peregrinos, consumados actores que se vestían con la indumentaria del romero: bordón, esclavina, escarcela y sombrero, y se ganaban la confianza del peregrino auténtico hasta desvalijarle aprovechando cualquier descuido. Otros simulaban lesiones para despertar la caridad de los romeros. Estos rufianes, muchos de ellos extranjeros, sobre todo ingleses, sabían que a menudo los peregrinos llevaban limosnas por encargo, guardadas en las dobleces del vestido, y que era fácil desvalijarlos. Fueron numerosas las denuncias de este tipo en las tierras navarras de Estella y Sangüesa.

CASTIGOS PARA LOS DELINCUENTES

La gran cantidad de delitos y abusos que se daban a lo largo del Camino obligaron a las autoridades a regular jurídicamente el fenómeno de la peregrinación jacobea. Así, el Fuero Real de Alfonso X el Sabio estableció que «todos los romeros y peregrinos que anduvieren en romería por nuestros reinos, mayormente los que fueren y vinieren en romería a Santiago, sean seguros; y les damos y otorgamos nuestro privilegio de seguridad para que vayan y vengan y estén en ellos». Hubo normas que garantizaban a los peregrinos la posesión de los bienes que llevaban consigo durante el viaje. Así, a finales del reinado de Juan I, hacia 1390, se autorizó a los peregrinos a introducir y sacar libremente palafrenes, trotones y vacas «si consta que no nacieron» en Castilla. Y su nieto Juan II hizo que se otorgaran salvoconductos a los peregrinos del Viejo Continente y que no fueran embargados sus bienes ni demás propiedades porque eran considerados súbditos del rey.

en 1332 fueron detenidos dos ladrones por robar a peregrinos, uno de los cuales fue ahorcado y el otro azotado y desorejado.

En el Fuero Real también se instaba a los jueces a atender las demandas de los peregrinos: «Si los Alcaldes de los lugares no hicieren enmendar a los Romeros los males y daños que recibieron tanto de los albergueros y mesoneros como de otras personas cualesquiera, luego que por los Romeros les fuere querellado y no les hicieren cumplimiento de Justicia, sin algún alongamiento paguen doblado todo el daño al Romero y las costas que sobre ello hicieren».

El texto alfonsino distinguía al ladrón del Camino del que robaba fuera de él. En el primer caso, las penas eran mucho más duras, ya que robar a los peregrinos se castigaba normalmente con la muerte. Conocemos numerosos casos de aplicación de la pena máxima por ataques en el Camino. Por ejemplo, en 1332 fueron detenidos dos ladrones por robar a peregrinos, uno de los cuales fue ahorcado y el otro azotado y desorejado. Por el mismo motivo fue llevado a la horca el castellano Martín de Castro, que se dedicaba a robar en las iglesias del Camino.

Otras veces los castigados eran criminales que se hacían pasar por peregrinos. Así, en 1337 fue juzgado y ahorcado un tal Thomás de Londres, falso peregrino inglés, por robar a un romero seis florines de oro que llevaba escondidos en la manga. La misma suerte corrió otro peregrino genovés por llevarse objetos del templo asturiano de Salas, en el Camino primitivo.

El Libro de los Fueros de Castilla, de tiempos de Alfonso X, relata la historia de un tal Andrés, que robó el equipaje y el dinero de un peregrino y cuando fue detenido acusó a su hermano, abad de un monasterio, de ser el cerebro de la operación. El abad buscó refugio en una iglesia, amparándose en la inmunidad de que gozaban los edificios eclesiásticos, pero tuvo que devolver el dinero robado y realizar dos peregrinaciones a Santiago para obtener el perdón, aunque quedó despojado de sus oficios y beneficios. Su hermano, en cambio, fue ahorcado.

PIOJOS, CHINCHES Y SUCIEDAD

Uno de los atributos esenciales del peregrino era la calabaza, la cantimplora medieval convertida en todo un símbolo iconográfico, que los viajeros llenaban de agua en las fuentes y abrevaderos construidos a lo largo de la ruta. Estas fuentes no servían únicamente para dar de beber al sediento y llenar las calabazas, sino también como descansadero y como lugar para el aseo personal de los peregrinos, por lo general acribillados por piojos, pulgas y chinches.

Todavía quedan fuentes de aquellos tiempos medievales, con nombres que evocan el uso que les daban los peregrinos. En tierras burgalesas, por ejemplo, encontramos la fuente de los Piojos, en Itero del Castillo, y la de Mojapán, en la subida al puerto de la Pedraja, en los montes de Oca, donde se decía que los romeros ablandaban los mendrugos de pan resecos. Cuando se hallaban apenas a una decena de kilómetros de Santiago, la tradición obligaba a los peregrinos a lavarse el cuerpo en las aguas del río Lavacolla. Pese a ello, la catedral compostelana se llenaba de los malos olores de los peregrinos, que dormían en el interior del templo, aprovechando que permanecía abierto todo el día; malos olores que se intentaban paliar con el gigantesco incensario o botafumeiro que existe al menos desde el siglo XIV, hoy convertido en otro de los símbolos de la peregrinación.

La picaresca acompañaba al peregrino hasta el último momento. En las mismas calles de Santiago debía sortear a los vendedores de falsos azabaches –una piedra muy usada por los joyeros de la ciudad– y vieiras, la concha del Camino, recuerdo y prueba de haber terminado la peregrinación. Hasta la Iglesia quiso intervenir en este suculento negocio controlando su venta en el siglo XIII en determinadas tiendas de concheiros. Por último, era costumbre desprenderse de la ropa vieja al llegar a la tumba del Apóstol y quemarla en el pilón de la Cruz dos Farrapos (la cruz de los harapos), en el tejado del templo. Pero la ropa era un bien muy preciado en la Edad Media, y algunas de las prendas con destino al fuego volvían al Camino para ser vendidas a otros peregrinos más pobres.

Finalmente, el peregrino alcanzaba la plaza de la Azabachería, donde por fin podía gritar Ultreia!, el saludo medieval de gozo y alegría por haber llegado a la ciudad del Apóstol sano y salvo. Su azarosa aventura tenía recompensa: recibía la carta probatoria (la futura Compostela) de haber culminado con éxito la peregrinación, además de los beneficios personales y espirituales que el romero adquiría a perpetuidad

 

lunes, 24 de julio de 2023

Cómo sería el Camino de Santiago si siguiéramos el 'Códice Calixtino'.

Pasaríamos por Radiciella, como pasó su autor, el clérigo Aymeric Picaud.
El 'Códice Calixtino' no solo representa el primer mapa que guió a los peregrinos 
hasta la tumba del apóstol Santiago en Compostela, 
sino que es también una obra de valor identitario y clave en la historia del arte.

Recreación del camino según el 'Códice Calixtino' sobre el propio texto del siglo XII


El Códice Calixtino, Codex Calixtinus en latín, reposa en la Catedral de Santiago... 
El texto escrito en el Siglo XII no se sacaba nunca del Archivo de la catedral de Santiago y las dos últimas veces que se mostró fuera fue en los años 1975 y 1993 con motivo de sendas exposiciones, en esta última ocasión, la joya bibliográfica fue asegurada en 1.000 millones de pesetas (a parte del rocambolesco robo de primavera de 2012).

Los investigadores sitúan el año 1.130 como fecha aproximada del viaje que hizo el supuesto narrador, Aymeric Picaud, conforme a la adecuación de las descripciones de los edificios en el texto con las evidencias arqueológicas de los mismos. La redacción del códice se propone para los años 1135-1137, con retoques del texto, por varias manos, en torno a la época de 1139-1160. La fecha tope de final de redacción sería del año 1.175.

Esa fecha de 1.130 es importante para la historia de la nueva puebla denominada desde entonces como Redecilla del Camino (de los francos, de la calzada), que se agrupa en la ubicación actual con el acopio de migrantes francos y de paisanos de propios poblamientos, monasterios, mercados, decanías, villas habientes en sus cercanías, tanto procedentes del llano: (El Villar y Paulavilla, Villareina, en general de las Vegas del río Reláchigo...), como de los Montes de Ayago: (Villaorceros, San Martín, Castrajón, San Andrés de Faigo, la Magdalena...) 


El Códice Calixtino no es únicamente el primer mapa que guió a los peregrinos hasta la tumba del apóstol Santiago en Compostela, sino que es también una obra de "valor identitario y clave en la historia del hombre y del arte". Las palabras que así lo definen pertenecen al decano de la Facultad de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela, el profesor Juan M. Monterroso. El profesional explica que se trata de una obra equivalente al Pórtico de la Gloria en el plano arquitectónico o las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio o al Beato de Liébana, en cuanto al valor artístico.

El Códice Calixtino se divide en 5 libros, siendo el Libro V, el conocido Liber peregrinationis, Libro de las peregrinaciones, donde durante 11 capítulos se resume y explica todo lo concerniente al Camino de Santiago. Ahí, en el cap. IIIº, se describen los pueblos del Camino (entre los que cita a Redecilla del Camino y algún otro pueblo de la comarca) y se desarrolla su historia, se marcan cuáles son las rutas principales, los benefactores de las iglesias, se resumen cómo deben ser los peregrinos ejemplares, cuántos santos hay enterrados en Santiago y hasta se ofrece una guía de ríos buenos y malos en los que beber. El libro V es el que más difusión ha recibido del Calixtinus en el siglo XX.

La existencia del Liber peregrinationis ha sido decisiva para la recuperación contemporánea del Camino de Santiago. En ninguna otra publicación histórica se describen con tal precisión el itinerario, sus ciudades, lugares y centros religiosos.

Presentamos esas etapas tal y como lo hace el Calixtinus, pero con las distancias actuales. En total tendríamos 13 etapas divididas en si se entra por Borce y Jaca, o por Saint-Michel y Viscarret en Navarra.

Así si la entrada se hace desde Borce por el puerto aragonés de Somport, la primera etapa sería Borce-Jaca, equivalente a 43 kilómetros actuales. La segunda tendría su salida en Jaca y su entrada en Monreal, marcando una salvajada de 103 kilómetros totales. La tercera etapa sería desde Monreal hasta Puente de la Reina en Navarra, haciendo 31 kilómetros y desde aquí Puente de la Reina Estella, con 47 kilómetros. La quinta etapa en este camino sería desde Estella a Nájera, (80 kilómetros); sexta etapa para Nájera-Burgos (97 kilómetros); séptima desde Burgos a Frómista (65 kilómetros); octava de Sahagún a León (56 kilómetros), León-Rabanal del Camino (69 kilómetros); Rabanal-Villafranca del Bierzo (55 kilómetros); Villafranca del Bierzo-Triacastela (52 kilómetros); Triacastela-Palas de Rei (73 kilómetros) y última etapa para Palas de Rei-Santiago de Compostela (69 kilómetros).

Si se sale desde Saint-Michel, por los puertos de Cize; la primera etapa correspondería a Saint-Michel (Francia) – Viscarret: 41 kilómetros. La segunda sería de 30 kilómetros desde Viscarret hasta Pamplona. La tercera estaría marcada como Pamplona-Estella, con 47 kilómetros de recorrido. Desde aquí lo mismo comentado líneas arriba hasta completar las trece etapas marcadas.  
Así quedaría etapa 4ª Estella a Nájera, (80 kilómetros); quinta etapa para Nájera-Burgos (97 kilómetros); sexta etapa desde Burgos a Frómista (65 kilómetros); séptima de Sahagún a León (56 kilómetros), octava de León a Rabanal del Camino (69 kilómetros); novena de Rabanal a Villafranca del Bierzo (55 kilómetros); décima etapa de Villafranca del Bierzo a Triacastela (52 kilómetros); undécima Triacastela-Palas de Rei (73 kilómetros) y última etapa, la trece, para Palas de Rei-Santiago de Compostela (69 kilómetros).

Desde Borce, por el puerto de Somport (Aragón), hasta Puente la Reina

1. Borce/Borça (Francia) – Jaca (Aragón): 43 km
2. Jaca – Monreal (Navarra): 103 km
3. Monreal – Puente la Reina (Navarra): 31 km

Desde Saint-Michel, por los puertos de Cize (Navarra), hasta Santiago de Compostela

1. Saint-Michel (Francia) – Viscarret (Navarra): 41 km
2. Viscarret – Pamplona (Navarra): 30 km
3. Pamplona – Puente la Reina – Estella (Navarra): 47 km

4. Estella – Nájera (La Rioja): 80 km
5. Nájera – Burgos (Castilla y León): 97 km:  "La quinta, igualmente para jinetes, es desde Nájera hasta la ciudad llamada Burgos"
Concretamente cita estos pueblos en esta parte comarcal del Camino: la ciudad de Nájera, Santo Domingo, Redecilla (Radicellas), Belorado, Villafranca, Montes de Oca, Atapuerca y la ciudad de Burgos
6. Burgos – Frómista (Castilla y León): 65 km
7. Frómista – Sahagún (Castilla y León): 59 km
8. Sahagún – León (Castilla y León): 56 km
9. León – Rabanal del Camino (Castilla y León): 69 Km
10. Rabanal del Camino – Villafranca del Bierzo (Castilla y León): 55 km
11. Villafranca del Bierzo – Triacastela (Galicia): 52 km
12. Triacastela – Palas de Rei (Galicia): 73 km
13. Palas de Rei – Santiago de Compostela (Galicia): 69 km

Repasamos, resumidos, los once capítulos de este texto jacobeo esencial.

Capítulo I -  Resume los caminos a Santiago que en Puente la Reina, ya en tierras de España, se unen en uno solo. Estas cuatro rutas, que cruzan por Francia, son las vías Tolosana, Podiense, Lemovicense y Turonense.

Capítulo II -  Bajo el epígrafe De las jornadas del Camino de Santiago, el Codex Calixtinus divide el Camino Francés entre los Pirineos y Santiago de Compostela en 16 etapas (13+3). Se ha dicho que la extensión de la mayoría de ellas resulta excesiva para una persona a pie, aunque no para quien hiciese la ruta a caballo -y con una cierta prisa-, como recomienda el propio Codex en algún caso. Con todo, es sabido que la propuesta de estas etapas parece estar también pensada en función de los lugares donde el peregrino podía acceder con más facilidad a determinados servicios.

Capítulo III - Enumera los nombres de pueblos, villas y ciudades que atraviesa el Camino de Santiago desde Somport y los puertos de Cize hasta Compostela.

Capítulo IV - Resume que el hospital de Jerusalén, el de Mont-Joux y el de Santa Cristina (Somport) son los tres grandes lugares santos para reparación de peregrinos y descanso de los necesitados.

Capítulo V - Explica como en tiempos del arzobispo compostelano Diego, del emperador de España Alfonso y del papa Calixto, camineros repararon y reconstruyeron infraestructuras en el Camino de Santiago. Comenta sus nombres y resalta su labor.

Capítulo VI - Describe los ríos más importantes para que los peregrinos que van a Santiago procuren evitar beber de los malsanos y puedan elegir los buenos para ellos y sus caballerías.

Capítulo VII - Expone las características históricas de las tierras y de las gentes que habitan el Camino de Santiago, con consejos prácticos para el viaje del peregrino.

Capítulo VIII - Detalla los cuerpos de los santos que descansan en el Camino de Santiago (en Francia y España) y que deben ser visitados por sus peregrinos, así como los templos con sus características artísticas.

Capítulo IX - Describe la ciudad de Santiago, con datos geográficos, históricos y arquitectónicos. Se detiene con especial detalle en la catedral, de la que aporta datos esenciales sobre su estructura y diseño medieval, así como su papel como lugar de recepción de peregrinos.

Capítulo X - Explica que la iglesia de Santiago tiene setenta y dos canónigos, de acuerdo con el número de discípulos de Cristo, que se reparten las ofrendas del altar mayor por semanas sucesivas.

Capítulo XI - Hace hincapié en que los peregrinos, tanto pobres como ricos, han de ser caritativamente recibidos y venerados por todas las gentes cuando van o vienen de Santiago a lo largo del Camino.

domingo, 23 de julio de 2023

Elecciones Grles. 23 Julio. Resultados Redecilla del Camino.

El resultado en Redecilla del Camino (Burgos) para el PSOE le situaría como la formación con más apoyos con el 50,74% de los votos cuando el recuento de las elecciones generales 2023 sobrepasa el 100% de escrutinio, lo que supondría un peor resultado en la localidad que en 23-J, pues se traduce en 1,96% puntos porcentuales menos. 
El Partido Socialista Obrero Español habría sumado un 50,74% de los votos, mientras que en segundo lugar se situaría el PP, que obtendría un 7,72% más que en las anteriores votaciones en esta localidad con 26 votos; seguido de VOX, que sumaría el 7,46% de las papeletas; y SUMAR, con un 2,98%.

Esta sería la distribución del porcentaje de voto de las diferentes formaciones en este municipio:

    PSOE: 34 votos, 50,74% (-1,96%).
    PP: 26 votos, 38,8% (+7,72%).
    VOX: 5 votos, 7,46% (-0,65%).
    SUMAR: 2 votos, 2,98% (-).

Un 69,39% de los ciudadanos llamados a las urnas ha ejercido su derecho al voto en el municipio, lo cual implica un descenso con respecto a la pasada cita electoral (74,51%). Un 73,03% de electores ha acudido a las urnas en la provincia de Burgos. 
Este es el histórico del voto en elecciones generales en Redecilla del Camino desde 1977.


Participación a las 18:00 ha sido de 59,20%,  6 puntos menos que en 2019.



Resultado del  % de votos al Congreso de la Diputados.


Abstención del 31,62%  y % de votos por partidos

Resultado del % votos al Senado.






Ha fallecido Isabel García Manero, descansa en paz.

 El día 19 de noviembre ha fallecido Isabel García Manero, nacida en Cerezo de Riotirón hace 89 años,  se casó con el difunto Teófilo (Filo)...