Las redes nacionales de desarrollo rural (REDR y REDER) han remitido a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar,
un documento con su posicionamiento sobre el actual escenario del desarrollo rural y sobre el alcance que debe tener esta política en el marco de la PAC 2014-2020, incidiendo de una manera singular en el enfoque LEADER.
Este es un extracto del mismo.
Las redes nacionales de desarrollo rural (REDR y REDER) están convencidas de que encontrar un escenario de futuro viable, armónico y sostenible para el medio rural supone asumir la necesidad de una propuesta específica y singularizada de desarrollo integral para este espacio. Una propuesta que debe estar apoyada en el marco de la estrategia Europa 2020 y que debe aportar soluciones a los grandes desafíos que hoy vive el mundo rural.
Las zonas rurales padecen también la crisis económica y social que se ha desencadenado en los últimos años, pero además plantea matices propios.
Al desempleo se le suma el envejecimiento y masculinización de la población,
la falta de servicios de calidad, la debilidad del tejido empresarial y de la sociedad civil, y el déficit tecnológico.
El medio rural requiere empeños especiales con los jóvenes y las mujeres y un impulso adicional en cuanto a tecnologías de la información y la comunicación.
Pero para poder articular cualquier instrumento que permita buscar soluciones a estos problemas es necesario que todas las actuaciones, tanto las de iniciativa privada como las de las diferentes administraciones estén contempladas de forma coordinada dentro de un específico marco de proyecto de desarrollo integral y sostenible para un territorio delimitado. Es preciso, por tanto, acotar instrumentos específicos de intervención sobre el medio rural que, lejos de suponer un especial tratamiento son, por el contrario, el único argumento para hacer posible el éxito de las políticas rurales en un contexto de cohesión territorial.
En relación con la aplicación del LEADER y el futuro de los grupos de acción local en la nueva planificación comunitaria de desarrollo rural en el marco de la Política Agraria Común, la Comisión ya ha afirmado que "el enfoque LEADER a lo largo de muchos años, ha probado su utilidad en promocionar el desarrollo de las áreas rurales teniendo en cuanta completamente las necesidades multisectoriales para un desarrollo endógeno a través del enfoque ascendente.
En este contexto, las redes nacionales de desarrollo rural (REDR y REDER) proponen, entre otras medidas:
Los grupos de acción deben seguir jugando un papel importante como actores intermedios entre las diferentes políticas de desarrollo territorial. Deben ampliar su campo de acción, capacitándolos para poder intervenir sobre otros fondos adicionales de acuerdo con la estrategia propia de cada territorio.
LEADER y los grupos de acción local deben continuar en un futuro y su aplicación debe ser obligatoria en todos los programas de desarrollo rural, en términos comunes y homogéneos para todo el territorio nacional. Se debe pues configurar como una de las actuaciones horizontales, comunes y homogéneas para todos los programas y, en consecuencia, deben permanecer bajo la visión coordinadora de la Administración General del Estado, que asegure una aplicación común de la misma.
LEADER forma parte de la cultura del desarrollo rural de la Unión Europea y es clave para entender y aplicar la necesaria diversificación económica que el futuro del medio rural requiere. En esta nueva etapa que se abre, el objetivo esencial debe ser la creación de tejido productivo y de empleo, debiéndose destinar a estos fines la mayor cantidad de recursos, dando prioridad a la diversificación económica de todos los sectores y actores, con particular atención a la incorporación de jóvenes y mujeres.
La aplicación de LEADER para el próximo periodo debe apoyarse en la simplificación administrativa, en la transparencia, en la concreción de los gastos y en la seguridad financiera. Todo ello debe cristalizar en un marco jurídico común que determine una activa participación social de todos los sectores, en base a un sólido partenariado local en el que exista una amplia representación (del orden del 50% en los órganos de gobierno) que aporte la suficiente masa crítica y capital social.
Los grupos de acción local deberían convertirse en actores singulares y determinantes en la activación económica de los territorios; y sobre ellos debe recaer la responsabilidad de elaborar un proyecto específico e integral transparente para el desarrollo de su territorio en base a una estrategia predefinida y consensuada, en un marco de participación.
Asimismo han de establecerse los adecuados cauces de relación entre los grupos de acción local con la autoridad de gestión y el conjunto de las administraciones.
Igualmente, las redes consideran fundamental promover proyectos de cooperación, interterritoriales y transnacionales, en base a la normativa común nacional reguladora que se establezca.
Las redes nacionales de desarrollo rural estiman que al menos el 15% del presupuesto asignado al segundo pilar del fondo FEADER debería ir destinado a la aplicación de la estrategia LEADER.
Las redes siguen manteniendo la posición de que, dada la importancia de las políticas territoriales rurales y su dificultad para su visualización, es necesario el integrar, dentro de un único ente administrativo, tanto a nivel de la Administración General del Estado como de las comunidades autónomas, toda la coordinación general de las políticas e instrumentos de desarrollo rural agrario, local, territorial y sostenible, que conllevan la ordenación espacial y el manejo sostenible de los recursos naturales.
En relación con la con la aplicación de los instrumentos nacionales de política de desarrollo rural, y en particular la Ley 45/2007 para el desarrollo sostenible del medio rural, es preciso articular una mejor integración de la posición de los grupos de acción local en el conjunto de la planificación en desarrollo, al objeto de asumir una mayor responsabilidad y capacidad de interlocución.
Esta iniciativa concuerda con la propuesta de la Comisión Europea para la programación 2014-2020 de aplicar una lectura territorial y coordinada a la totalidad de los fondos estructurales, tanto FEADER, FEDER, FSE y Fondo de Pesca y Cohesión.
El FEADER estará incluido en un solo reglamento junto con el resto de fondos estructurales (FEDER, FSE, FC y FEMP)
La Comisión Europea ha adoptado un paquete legislativo sobre la política de cohesión, que se aplicará entre 2014 y 2020. Estos actos legislativos están pensados para impulsar el crecimiento y el empleo en Europa canalizando las inversiones en la UE hacia los fines que marca la Agenda para el crecimiento y el empleo (la denominada «Estrategia Europa 2020»).
Los nuevos contratos de asociación que la Comisión Europea firmará con los Estados miembros se centrarán en un número menor de prioridades de inversión dirigidas a la consecución de estos fines. En dichos contratos se definirán objetivos claros y se apartará una cantidad que se abonará más adelante como «bonus de eficacia» para recompensar a las regiones que más se acerquen a sus metas. Para asegurar que las inversiones de la UE en crecimiento y empleo no se ven perjudicadas por políticas macroeconómicas erróneas o por trabas administrativas, la Comisión podrá exigir que se cambien programas o suspender la financiación que concede si no se pone remedio al problema de que se trate.
También se pretende reforzar el impacto de las inversiones simplificando y armonizando las normas de los Fondos, incluidos el de Desarrollo Rural y el Marítimo y de la Pesca. Un conjunto de normas comunes para cinco Fondos distintos y un planteamiento más integrado servirán para que los Fondos tengan finalidades coherentes y potencien sus efectos entre sí.
Las propuestas de hoy hacen especial hincapié en las inversiones en el terreno social, y pretenden dotar a las personas de las capacidades que necesitan para hacer frente a los futuros retos del mercado laboral. Para ello, el Fondo de Adaptación a la Globalización y un nuevo Programa para el Cambio Social y la Innovación complementarán y reforzarán el Fondo Social Europeo.
En su intervención, Johannes Hahn, Comisario de Política Regional, declaró lo siguiente: La política de cohesión ya ha hecho una gran contribución a la prosperidad en la UE, pero con la crisis económica, debe convertirse ahora en un motor de crecimiento y de competitividad. Con nuestras propuestas, los Fondos de la UE deberán dar aún más de sí. Tendrán una repercusión mucho más fuerte porque sus inversiones se dirigirán a los campos fundamentales para el crecimiento: las pequeñas y medianas empresas (PYME), la innovación y la eficiencia energética. Y estamos modernizando las políticas centrándolas en el rendimiento y los resultados, adoptando unos procedimientos más sencillos e incentivando a quienes trabajen de la manera más eficaz.
László Andor, Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión añadió a estas palabras: Esta propuesta integrada fortalece la dimensión social de la política de cohesión porque garantiza unas cuotas mínimas del Fondo Social Europeo y refuerza el Fondo de Adaptación a la Globalización. Dar prioridad a las personas es una parte importante de los esfuerzos que estamos realizando para salir de la crisis. Estos Fondos son palancas económicas que convierten nuestras políticas en una realidad tangible para millones de ciudadanos, les ayudan a encontrar un puesto de trabajo y contribuyen a una recuperación de la economía con una gran creación de empleo.
Contexto
El conjunto de actos legislativos incluye:
- Un reglamento general que establece las normas comunes que van a regir el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE), el Fondo de Cohesión (FC), el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP). Ello permitirá combinar mejor los Fondos para que la intervención de la UE tenga un efecto más fuerte.
- Tres reglamentos específicos para el FEDER, el FSE y el Fondo de Cohesión.
- Dos reglamentos que tratan el objetivo de la cooperación territorial europea y la agrupación europea de cooperación territorial (AECT).
- Dos reglamentos sobre el Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) y el Programa para el Cambio Social y la Innovación.
- Una comunicación sobre el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea (FSUE).
Etapas siguientes
A continuación, el Parlamento Europeo y el Consejo debatirán estas propuestas para que puedan adoptarse a finales de 2012, con vistas a poder poner en marcha una nueva generación de programas de política de cohesión en 2014.
Paralelamente continuarán las negociaciones en torno al Marco Financiero Plurianual para el presupuesto general de la UE. La Comisión ya ha propuesto que se destinen 336 000 millones de euros a los instrumentos de la política de cohesión en el periodo 2014-2020