viernes, 16 de octubre de 2020

Cien años de Miguel Delibes, Redecilla, Calle y Camino.


Dibu de Miguel Delibes,
"El Camino"
.
Mañana día 17 de octubre se cumple cien años del nacimiento de Miguel Delibes; nació en 1920, como no pocos de nuestros padres, como mi madre Felisa que también en este año hubiera cumplido 100. 

No es la primera vez que hablamos de Miguel Delibes en este blog.

Hace exactamente 20 años, en el otoño del año 2.000, se cumplían los 50 años (1.950) de la 1ª edición de la novela de M. Delibes, "El Camino": un libro especial en el que se narra la despedida de un chaval de los años 50 del siglo pasado en el trance de ir a la capital a "prosperar", decían, nos decían y nos lo creímos, y nos fuimos, o nos llevaron, o no tuvimos más remedio. Pocos lo hicimos a gusto.

También en ese otoño, los quintos nacidos  de Redecilla de Camino en 1.950 decidieron reunirse en quintada por primera vez: creo que fuimos la primera quintada que ya no plantó El Mayo, su Mayo. En ese año 2.000 teníamos 50 años, y nos "arrejuntamos" en Redecilla del Camino por la Inmaculada de ese año y con el único motivo de reencuentrarnos.

Portada del álbum Quintos 1950, conmemorativo de la Quintada 1950/2000

Y con esas dos cincuentenas a celebrar, la de nuestros 50 años y la de una novela de Delibes: El Camino, 
se nos ocurrió ponernos en contacto con Miguel Delibes para que nos dedicara su libro/novela El Camino.
Como no podía ser menos (como siempre las grandes personas son las más sencillas), Miguel Delibes (a sus 80 años) nos atendió de maravilla, nos dedicó un ejemplar de El Camino a cada uno de los quintos, y una edición facsímil del mismo, que regalamos como homenaje para los maestros Mª. Ángeles Gadea y Francisco Santamaría.
Dedicatoria de Miguel Delibes
a los Maestros Francisco Santamaría y MªÁngeles Gadea
.

En ese contexto nacieron

.- la Quintada anual de los quintos del 50, que continúa.

.- el Palabrario de Redecilla del Camino y comarca con más de 1300 palabras, que ya se acercan a 1.400 con las aportaciones posteriores de los lectores.

.- la marca "Calle y Camino", que, como mosca cojonera, anda por ahí promocionando las cosas de Redecilla del Camino y su zona circunvecina.
Introducción del álbum Quintos 1950, 
y texto fundacional de "Calle y Camino" (8 diciembre 2000).



.- un sencillo homenaje a nuestros y vuestros maestros de toda la vida.

Entrega de "El Camino", dedicado por Miguel Delibes, a los nuestros Maestros.


20 años hace, y creo que la misión está cumplida; y el que venga atrás que arree. 
Otras empujarán por hacer de estos pueblos realidades manejables, humanas y cultas de la cultura popular (la nuestra: los mundos ya están inventados, no hay por qué copiar nada que no sea mejor que lo nuestro: y de eso, poco abunda). 
Con el Covid 19  se ha retransmitido en directo que las ciudades no son más que un pozo sin fondo y sin salida: igual no cambia nada, será un lástima, pero ya estamos suficientemente avisados; y no será porque este blog y sus redes sociales "Calle y Camino" no lo hayan predicado hasta la saciedad....
En fin, y mientras, en la Calle y Camino no encontraremos...! 

Vítor Barrio Sierra.

----------------------------
Y ahora pasamos a este artículo que profundiza en temas de actualidad de los pueblos y la obra de Miguel Delibes, alguien  que amó y respetó a los pueblos de Castilla y sus gentes.

Buena reflexión y relectura merece la obra de Miguel Delibes,  después de lo clara  que ha quedado, en este maldito año, la necedad humana que habita en las ciudades, cuando se olvidan de la naturaleza,  y,  peor aún, cuando insultan y menosprecian la vida en el campo, llena y humana, al compás de la vida y la muerte, entre el día y la noche, bajo la lluvia o el sol , en el frío o el calor, con aquel bicho o aquel otro...

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 
Castellano de tierra adentro, Delibes nos anima a volver al campo, 
donde todo parece hecho a medida del hombre.




El escritor nos ayuda a comprender un presente marcado por el desengaño, el desarraigo, los conflictos ecológicos y el individualismo







Miguel Delibes.
Nos acercamos al primer centenario del nacimiento de Miguel Delibes y los lectores aún no disponen de unas obras completas accesibles. Hace unos años, Galaxia-Gutenberg publicó una magnífica edición al cuidado de Ramón García Rodríguez, pero actualmente es una rareza bibliográfica. Galaxia-Gutenberg anunció hace poco que destruiría los fondos editoriales de sus obras completas por los malos resultados comerciales. Es una noticia desalentadora, pero nada infrecuente en el sector. En su momento, Miguel Delibes disfrutó del reconocimiento del público y la crítica, pero en las últimas décadas su obra comenzó a juzgarse con menos fervor. Ambientada en gran parte en el mundo rural y con unos planteamientos narrativos bastante tradicionales, salvo algunas novelas con ciertas innovaciones formales, una nueva generación de lectores buscó otros horizontes más acordes con su sensibilidad y sus experiencias. Los libros sobre caza de Miguel Delibes no contribuyeron a preservar su popularidad, pues la violencia con los animales cada vez suscita más animadversión. Su cristianismo, aperturista y nada conservador, tampoco despertó simpatías en un tiempo de escepticismo y desencanto. Al igual que Azorín o Cela, Delibes pasó a un segundo plano y ahí permanece. Disfruta de la fidelidad de un puñado de lectores, pero los más jóvenes contemplan su obra con indiferencia. El próximo centenario debería corregir esa perspectiva, mostrando que Delibes, lejos de haber envejecido, nos ayuda a comprender un presente marcado por el desengaño, el desarraigo, los conflictos ecológicos, el individualismo y el nihilismo existencial. 


La España vacía de la que tanto se habla hoy en día ya está en Delibes, advirtiendo sobre el peligro de romper los vínculos con la tierra, la familia y la trascendencia. El ser humano necesita raíces sólidas para afrontar experiencias como la soledad, la angustia y la muerte.
En su juventud, Miguel Delibes se apasionó por el dibujo, pero el Curso de Derecho Mercantil de Joaquín Garrigues le sedujo con su prosa elegante, su estoica ecuanimidad y sus razonamientos lógicamente impecables. En sus páginas descubrió su vocación literaria, lo cual evidencia que la fuerza del idioma transciende los géneros. La belleza surge en la esquina más inesperada, burlándose de nuestras expectativas. Paradójicamente, el Derecho Mercantil puede ser la puerta de un sentido lírico de la existencia. 
El éxito sonrió tempranamente a Delibes con La sombra del ciprés es alargada, galardona en 1947 con el Premio Nadal. Su primera novela no responde a una reflexión previa sobre el arte de narrar basada en la lectura de los clásicos, sino a un impulso intuitivo con un fondo existencial. La obra es un viaje por la soledad, el amor y la muerte. La peripecia de Pedro, el protagonista, comienza en una Ávila espectral donde los muros no son una barrera protectora, sino los límites de un confinamiento. Al igual que los personajes de Baroja, Pedro deambula por distintos paisajes y territorios, buscando un sentido a su existencia. Aunque vislumbra la paz interior, al final se impone un pesimismo fruto de una estricta exigencia moral. No es posible ser feliz en un mundo maltratado por la insolidaridad y la injusticia.

La siguiente novela de Delibes, Aún es de día, flirtea con el “tremendismo”, conservando la atmósfera sombría de su debut narrativo. No es su mejor registro. 

En 1950 llega la primera obra maestra y una de sus novelas más populares, El Camino. Ambientada en un pueblo cántabro, significa el encuentro de Delibes con su timbre literario, con esa voz propia e inequívoca que acredita la originalidad de un autor. Su estilo adquiere madurez y consistencia, depurando los elementos ajenos hasta desembocar en la austeridad, el equilibrio y la transparencia. 
Una prosa limpia, paulina y senequista explora el amor y la amistad, recrea los prodigios de la naturaleza, especula sobre la muerte y somete a un examen crítico las costumbres ancestrales
Daniel, el Mochuelo, el hijo del casero, evoca sus primeros once años de vida en el pueblo durante la noche anterior a su partida hacia un internado en la ciudad. 
El camino es una novela de aprendizaje que recrea las experiencias fundamentales de la infancia, cuando cualquier novedad es un acontecimiento que contribuye a forjar una imagen del mundo. 
Setenta años después de su publicación, El camino conserva intacta su frescura
Nos permite asomarnos a un mundo en tránsito de desaparición, pero que aún perdura en los pueblos, islas en el apogeo de la civilización urbana, que conviven con una mezcla de inocencia y crueldad.
Delibes reconoce una preferencia personal por “las gentes primitivas, por los seres elementales”. El hombre de pueblo es “el hombre en sus reacciones auténticas, espontáneas, sin mixtificar”. La escuela, taller de la educación urbana, “empieza por disfrazar y termina por uniformar”. Para Daniel, el Mochuelo, abandonar el pueblo significará romper su contacto con la vida natural, perdiendo la autenticidad de la niñez. Solo en el campo y sus pueblos puede realizarse plenamente el hombre, una criatura que en las grandes aglomeraciones urbanas se adocena y deforma, como le sucede al protagonista de Mi idolatrado hijo Sisí, víctima de un padre que intenta aislarle de todos los aspectos ingratos de la vida, abortando su progreso hacia la madurez. Se ha dicho que Miguel Delibes desarrolla “un ecologismo humanista” que trata de frenar el proceso de anomia del individuo en las sociedades modernas. En su discurso de ingreso en la Real Academia Española titulado El sentido del progreso en mi obra, el escritor afirma que “el verdadero progresismo no estriba en un desarrollo ilimitado y competitivo […], sino en racionalizar la utilización de la técnica, facilitar el acceso de toda la comunidad a lo necesario, revitalizar los valores humanos, hoy en crisis, y establecer las relaciones hombre-naturaleza en un plano de concordia”. 

Miguel Delibes nunca se consideró un intelectual. Siempre se presentó como “un hombre de pueblo” que va a su aire, sin someterse a ninguna ideología ni agitar banderas que dividen y suscitan enconos
 Español cabal, despreció el patriotismo de cartón piedra. Su amor a la humanidad le impidió levantar muros que separan y excluyen. 
Admirador del Concilio Vaticano II, observó el mundo desde una perspectiva ecuménica. Su amor a la naturaleza explica que se describiera como “un cazador que escribe”. Sus libros sobre las truchas, la perdiz roja y la caza menor son manifiestos a favor de una relación responsable con el medio. 

Miguel Delibes nunca fue un matarife embriagado por la experiencia de matar. Partidario de una actividad cinegética sostenible y conservacionista, expresó su desagrado hacia las cacerías masivas que causan estragos. Su peculiar ecologismo no cuenta hoy con muchos partidarios, pero responde a una visión realista del mundo natural, donde las especies regulan su población mediante una competencia leal. «Hay cazadores —escribe— que miden el éxito de sus cacerías por el peso del morral. Percha nutrida, diversión cumplida, dice el refrán que me invento porque viene a pelo. Yo mantengo un punto de vista diferente: un par de perdices difíciles justifican la excursión; seis a huevo, no» (El último coto, 1992).

Las novelas Diario de un cazador (1955) y Diario de un emigrante (1958) narran las vivencias de Lorenzo, un joven bedel que desprecia la oportunidad de emigrar y mejorar su situación económica para permanecer en los campos de Castilla, donde se siente feliz cazando y disfrutando de la amistad con sus compañeros de escopeta. Estas dos novelas componen el momento más luminoso de la narrativa de Delibes. Su protagonista no piensa que está malgastando su vida ni que vive atrapado por una tierra que hipoteca su futuro, condenándole al fracaso y la soledad. “En todas las demás novelas –reconoce el escritor– este problema de la frustración, del acoso del entorno, es una constante. Únicamente se evade este cazador, que se conoce que me cogió en un momento de optimismo infrecuente en mí, y lo parí, le di a luz con unos atributos diferentes”.

Delibes nunca practicó la caza mayor. La mirada de los grandes animales le conmovía, pues le parecía casi humana. Más que un cazador, el escritor fue un paseante que ocasionalmente cazaba. Cobrar la pieza nunca le pareció lo más importante. En el prólogo de El libro de la caza menor, Delibes escribe: “La caza es un esparcimiento fundamentalmente dinámico. El morral hay que sudarlo. La cacería se monta sobre madrugones inclementes, ásperas caminatas, comidas frías en una naturaleza inhóspita, lluvias y escarchas despiadadas…”. Cristóbal Cuevas trazó una semblanza que expresa con clarividencia las motivaciones últimas de Miguel Delibes como cazador de perdices y pescador de truchas: “He aquí un cazador que ve el campo como un espectáculo, siente el paisaje con una sensibilidad que recuerda a Virgilio, Garcilaso o fray Luis de León, y no sufre demasiado por marrar un tiro o volver sin pieza. Más que un cazador convencional parece un sacerdote de novela pastoril que oficia en el templo de la naturaleza un pagano rito sacrificial”. 

Aparecida en 1959, La hoja roja es una melancólica reflexión sobre la vejez. Don Eloy, jubilado, viudo y olvidado por su único hijo, comparte su día a día con Desi, una sencilla criada de pueblo abandonada por un novio sinvergüenza. La ternura y el humor contienen el desgarro de una hermosa crónica del desamparo. Don Eloy comenta una y otra vez que se ha topado con la “hoja roja” en el libro de la vida, aludiendo a la hoja de ese color que en los años 50 del pasado siglo incluían los librillos de papel con los que los fumadores se liaban sus pitillos, anunciándoles que las existencias llegaban a su fin. La hoja roja transita de la introspección, dolorosa y precisa, al diálogo, recogiendo con enorme maestría el habla popular. Novela coloquial, unos diálogos sin tópicos ni afectación infunden vida a los personajes, que rebosan humanidad y son enteramente creíbles. “Los personajes de Delibes -escribe Francisco Umbral- están siempre presentes porque hablan como son, se definen por lo que dicen y, sobre todo, por cómo lo dicen. Yo creo más en el significante que en el significado. Opino que lo que configura una novela es el significante, más que el significado. Y el significante es riquísimo en Miguel Delibes. Y con ello consigue, precisamente, lo que yo llamaría un realismo convencional, que eso es para mí el arte”. Darío Villanueva ha definido La hoja roja como una “epifanía del prójimo”, pues don Eloy y Desi superan la soledad mediante un matrimonio desigual que rompe el aislamiento de ambos. 

Las ratas se publicó en 1962. En cierto sentido, es el reverso de El camino, pues muestra la crudeza del mundo rural. La perspectiva infantil del Nini, un niño sabio y casi santo, acentúa la deshumanización de un entorno hundido en la miseria y la falta de expectativas. El tío Ratero sobrevive cazando y comiendo ratas. Su vida está situada al nivel más elemental. Se limita a luchar por la supervivencia. Delibes no esconde su pesimismo, pero rescata al ser humano, destacando la nobleza de ciertas emociones, como la amistad, la compasión, el amor filial y el apego a la tierra. El punto de vista crítico de Las ratas se traslada al ámbito urbano con Cinco horas con Mario (1966), una obra inconcebible sin Tiempo de silencio, que en 1962 introdujo en España las técnicas narrativas experimentales, sin renunciar al espíritu de denuncia del realismo social. Escrita en forma de monólogo interior, Cinco horas con Mario narra la confrontación entre la mentalidad conservadora y clasista de Carmen y la de su marido, un catedrático de instituto de ideas liberales y progresistas. Carmen es la voz del nacionalcatolicismo: clasista, intransigente y autoritaria. No esconde su odio a los rojos, los judíos y los protestantes. Mario es un católico identificado con la reforma impulsada por el Concilio Vaticano II. Periodista y escritor, hizo la guerra en el bando franquista, pero sueña con el fin de la dictadura. Aborrece la injusticia, la desigualdad y la corrupción. No le interesan el dinero ni las apariencias. Se ha dicho que Cinco horas con Mario es una escenificación de la lucha entre las dos Españas, pero sería más correcto decir que muestra el conflicto entre inmovilismo y aperturismo. De hecho, la novela no tuvo ningún problema con la censura. 

Es imposible mencionar en esta nota todas las obras de Miguel Delibes, prolífico narrador y prolífico periodista. Sin embargo, no quiero finalizar sin mencionar tres libros. En 1981, se publica Los santos inocentes, un alegato contra el caciquismo, que oprime a los campesinos con una odiosa y autocomplaciente inhumanidad. La ternura de Delibes contrasta con la impiedad de Cela en La familia de Pascual Duarte (1942), agravada por el hecho de que en los años cuarenta el caciquismo era una realidad palpable y en los ochenta se hallaba en proceso de extinción. Delibes vuelve a demostrar en Los santos inocentes su maestría en el registro oral, captando el alma de los personajes mediante las peculiaridades de su forma de hablar, a veces primitiva y oscura. Ramón García Domínguez explica el método de trabajo de Delibes, subrayando su capacidad de escrutar la realidad, detectando qué es lo esencial: “Delibes es pura observación, mirada atenta y fascinada, oído alerta, predisposición total para lo genuino y, por ende, para el asombro. De ahí su precisión para el timbre exacto de un personaje, para la palabra justa, para el matiz que pone las cosas en su sitio, para el indicio o síntoma de si lloverá o no lloverá”.

En 1991, Delibes publica Señora de rojo sobre fondo gris, un hermoso homenaje a su mujer, Ángeles Castro, fallecida prematuramente en 1974. La pérdida le provocó un pesar del que nunca se recuperó. Señora de rojo sobre fondo gris mantiene una relación complementaria con Cinco horas con Mario, pues Ana, la esposa fallecida, es una mujer admirable, con una visión de las cosas totalmente opuesta a la de Carmen, mezquina y resentida. Se ha dicho que las dos obras componen “un díptico con perspectivas contrastadas” (Hans-Jörg Neus Chäfer). Miguel Delibes se despidió de la literatura con El hereje. Aparecida en 1998, la novela recrea los conventículos reformistas surgidos en Valladolid y la feroz represión del Santo Oficio. El próspero comerciante Cipriano Salcedo se adherirá a los grupos que estudian la doctrina de Lutero, lo cual le costará la vida. Miguel Delibes aboga por la libertad de conciencia, censurando la intolerancia religiosa y política. Su sensibilidad cristiana se rebela contra una iglesia plegada a los intereses políticos de la corona española. 

El primer centenario del nacimiento de Miguel Delibes es una excelente oportunidad para reeditar sus obras completas y un buen pretexto para rescatar a un auténtico clásico de nuestras letras. No es un autor vencido por el tiempo, sino un explorador del alma humana que se ocupa de preocupaciones imperecederas, como el amor en sus distintas formas, la amistad, la injusticia social, la relación con la naturaleza, la soledad, el sentimiento religioso, la muerte. En su entrevista con Joaquín Soler Serrano, Delibes confesó: “De mi propia muerte, lo único que me preocupa es el hecho físico de morir: me gustaría que fuese de un modo rápido y en mi cama. […] [Mi amargura precoz] supongo que será una herencia neurótica como tantas otras cosas. Lo cierto es que la muerte para mí era una obsesión. Y no solo como posible protagonista de esa muerte”. Delibes murió en 2010, con ochenta y nueve años. Solo ha pasado una década desde entonces, pero yo siento que ha transcurrido mucho más tiempo, quizás porque su voz enmudeció en 1998. 

Castellano tierra adentro, Delibes nos anima a volver al campo, 
donde todo parece hecho a medida del hombre
La ciudad es un fin de trayecto; 
la Naturaleza, un camino abierto hacia un mañana luminoso. 


@Rafael_Narbona

jueves, 15 de octubre de 2020

Las fábricas de la soja. Pocilgas II

La expansión de la soja ha modificado definitivamente su paisaje 
llegando al extremo de dedicar el 60% de su tierra cultivable a este monocultivo, 
y provocó la expulsión de millones de familias campesinas hacia las ciudades y villas miseria.
Tres países en el mundo producen el 80% de los 353 millones de toneladas anuales de soja: EE.UU., Brasil y Argentina. 
En América Latina la expansión de este cultivo provoca el desplazamiento forzado de miles de familias y la devastación del ecosistema.

CTXT.

Para explicar el actual modelo de producción alimentaria, la mejor fórmula es compararlo con la cadena de montaje de un automóvil. Quizás por eso hablamos de agricultura industrial. Piezas hechas en diferentes factorías repartidas por el mundo se engarzan en una última fábrica que, dice, “produce coches”. Si en los coches la pieza importante es el motor, en el caso de la carne barata industrial, una de las piezas fundamentales es la soja requerida para la elaboración de los “piensos de engorde”, como así me enseñaron a nombrarlos en mis años de estudios veterinarios. Sin la proteína de esta leguminosa toda la cadena de producción y comercialización actual de carne barata no sería posible.
El caso es que solo tres fábricas en el mundo producen el 80% de los 353 millones de toneladas anuales: una fábrica llamada EE.UU., otra fábrica llamada Brasil y la fábrica llamada Argentina. La soja es como una navaja suiza, tiene diferentes usos: en forma de tofu o de leche para el consumo humano; como biocombustibles para los depósitos; y, sobre todo, un 76,7% del total para la alimentación animal. De estos piensos, una tercera parte (unos 90 millones de toneladas) se destina a la industria porcina. 
La mitad de la producción sojera está lista para viajar donde haya un animal estabulado que cebar. China es el mayor importador pues este país es la mayor potencia porcina. La mitad de esta producción sojera está lista para viajar allá donde tengamos un animal estabulado que cebar. China es el mayor importador, lógico, pues este país es la mayor potencia porcina. El segundo es Europa, donde España tiene un papel destacado con dos puertas de entrada abiertas de par en par, el puerto de Tarragona y el de Barcelona, como se contaba en el artículo Los trenes de la soja. Entre ambas terminales circulan anualmente más de 3,5 millones de toneladas de soja que, curiosidad, necesitarían entre 14 y 15 trenes diarios para su distribución. 
En la investigación La Relevancia de Catalunya y el Puerto de Barcelona, que próximamente publicaremos la organización Grain y la Revista Soberanía Alimentaria, explicamos que la soja que entra por los puertos catalanes llega en dos formatos, como habas sin procesar –mayoritariamente procedente del Brasil– y procesada en forma de harina -en su mayoría viene de Argentina–. Es decir, que bien podemos hablar de una estrecha conexión catalana con la “República tóxica de la soja”, como se conoce al conjunto del territorio que ocupa el cultivo de esta leguminosa en el Cono Sur del continente americano. 
Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia han visto cómo la expansión de la soja ha modificado su paisaje llegando a dedicar el 60% de su tierra cultivable
Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, los países de esta República, han visto cómo la expansión de la soja ha modificado definitivamente su paisaje llegando al extremo de dedicar el 60% de su tierra cultivable a este monocultivo. Si bien el primer impulso data de 1997, con la introducción de la soja transgénica que arrebató miles de hectáreas a los cultivos tradicionales destinados a la alimentación local y provocó la expulsión de millones de familias campesinas hacia las ciudades y villas miseria, en los últimos años la conexión sojera se incrementa de la mano de la ultraderecha política, como el caso de Bolsonaro en Brasil. Los grandes incendios que sufrió la selva amazónica pocos meses después de su investidura explican la poca consideración de este político, y su corte del agronegocio, por la vida en el planeta.
Pero no es la Amazonía el lugar predilecto para el cultivo de la soja. Más de la mitad de la exportación desde el Brasil nos llega de la sabana de El Cerrado que, como explican Laura Villadiego y Nazaret Castro, del colectivo de periodistas Carro de Combate, es un “ecosistema mesetero de dos millones de kilómetros cuadrados (cuatro veces la superficie del Estado español) que se está deforestando a enorme velocidad”. Bunge, que citábamos en Los trenes de la soja, junto a Cargill y ADM, son las grandes empresas que promueven este negocio. 
Como reflexiona Baudouin de Bodinat en La vida en la tierra, esto “no habla de que las cosas hayan cambiado sino de que han desaparecido; de que la razón mercantil ha destruido enteramente nuestro mundo para instalarse en su lugar. No añoro el pasado. Es este presente lo que encuentro lamentable”.  

martes, 13 de octubre de 2020

Las mujeres en la agricultura familiar: equidad de género y liderazgo: Día internacional de las Mujeres Rurales.

 JORNADA: LAS MUJERES EN LA AGRICULTURA FAMILIAR: 
EQUIDAD DE GÉNERO Y LIDERAZGO.

ACTO CONMEMORATIVO DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES RURALES
15 de octubre de 2020
(Acto semipresencial- streaming directo)
Horario: de 11:00  a 14:00 h. horario peninsular,




jueves, 8 de octubre de 2020

Los trenes de la soja. Pocilgas I.

Pienso que es mucho pienso.
Es evidente que el traqueteo de tantos trenes es causa y consecuencia de estar en el pódium de la producción porcina mundial. 
España es el cuarto mayor productor mundial –y segundo de la UE-27– detrás de China, EE.UU. y Alemania.

Más de la mitad de esa producción es para la exportación; 
un país que no tiene agua, exporta agua en forma de cerdo: ¡manda güevos!. 

A cambio se ha vaciado a todos los pueblos de pequeñas granjas 
que eran, y hoy serían,  perfectamente sostenibles, 
y habría más población en los pueblos. ¡Vamos por buen camino!

En los últimos meses han aumentado las líneas férreas destinadas al transporte de esta leguminosa para la fabricación de pienso de engorde. España es el cuarto mayor productor mundial de cerdos, por detrás solo de China, EE.UU. y Alemania.
A primeros de agosto vi pasar uno de ellos. Son los trenes de la soja. Una locomotora arrastrando 17 vagones similares a una tolva gigante. Por lo que he leído, dicen que cuentan con capacidad para transportar unas 900 toneladas de harina de soja, lo que equivale a unos 35 camiones de los grandes. Seguramente ya los había visto en otras ocasiones, porque de un tiempo a esta parte son muy habituales, pero no había tomado conciencia.
Sin hacer una investigación exhaustiva, y solo centrado en Catalunya, podemos observar cómo en los últimos meses se están abriendo muchas y nuevas líneas de transporte ferroviario para estas habichuelas mágicas. Es lógico, el crecimiento de la industria porcina no se detiene y, dado que estos granos son fundamentales para incorporar proteínas en los piensos de engorde de la ganadería estabulada, se multiplican las fórmulas para trasladar esta leguminosa a las fábricas de pienso.
En septiembre de 2019, en el puerto de Tarragona se puso en marcha un servicio de tres trenes semanales para el transporte de granos, a cargo del operador ferroviario Go Transport. 
Su destino, la terminal de mercancías de Zuera en Zaragoza, para suministrar a fábricas de piensos como la del Grupo Alendi a pocos kilómetros y, que según su web, cuenta con la capacidad de producir pienso a la velocidad de 40 toneladas por hora. Pienso que es mucho pienso.
Pocos meses después, el pasado abril, este servicio se amplió con dos trenes semanales más, de manera que los cinco días laborables de la semana existe un ‘puente terrestre’, en trayecto de ida y vuelta, entre Tarragona y Zuera para el pasaje de soja y cereales como el maíz o el trigo.
El transporte anual de las 207.000 toneladas de grano que se mueven en la línea ferroviaria diaria entre Tarragona y Zuera emite a la atmósfera un total de 1.000 toneladas de CO2.
Solo dos meses después, un tren idéntico de 17 vagones y cargado de otras 900 toneladas de soja salió también del puerto de Tarragona, pero con destino a Lleida, reactivando, después de veinte años sin servicio, una antigua línea de transporte de mercancías. De momento, dice la noticia, esta ruta –operada por Renfe Mercancías– tendrá una frecuencia semanal y abastecerá a algunas de las 10 fábricas de piensos del grupo Bon Área –els amos del territori, como se les conoce en la zona–, con una producción anual de piensos de más de 1.300 millones de toneladas. Pienso que es mucho pienso.
La prensa también informa que ese mismo mes, el pasado junio, la multinacional Bunge, líder mundial del comercio de oleaginosas como la soja, con instalaciones propias en el Puerto de Barcelona, ha puesto en marcha otro de estos trenes de la soja que, operado de nuevo por Go Transport, les permite transportar, al ritmo de 900 toneladas por tren, la harina de soja desde Barcelona hasta la terminal de Zuera. Y ya no quiero buscar más información (aunque hay otras conexiones entre estos dos puertos y ciudades claves para el sector porcino como Vic o Monzón).
Es evidente que el traqueteo de tantos trenes es causa y consecuencia de estar en el pódium de la producción porcina mundial. España es el cuarto mayor productor mundial –y segundo de la UE-27– detrás de China, EE.UU. y Alemania, y el tercer exportador mundial –primero de la UE-27–, solo por detrás de EE.UU. y Canadá.
En otros textos se han explicado las consecuencias sociales y ecológicas de esta epidemia de macrogranjas (purines contaminando tierras y fuentes, emisiones de CO2, desaparición de pequeñas granjas, etc.), pero, ¿qué supone tanto despliegue de medios de transporte? ¿Lo tenemos analizado?
Sería oportuno, porque si bien es cierto que todo este mercadeo emite menos emisiones en un tren que en 35 camiones, aun así estamos hablando de un grave problema. Solo el transporte anual de las 207.000 toneladas de grano que se mueven en la línea ferroviaria diaria entre Tarragona y Zuera emite a la atmósfera un total de 1.000 toneladas de CO2. Es decir, el equivalente a lo que un bosque joven y cuadrado de 1,5 km de lado tendría la capacidad de absorber. No me consta que se planten bosques a la velocidad necesaria.

Los orígenes del Camino de Santiago

Fernando López Alsina
Conferencia en la Fundación March
14 Enero 2020
Acceso al vídeo de la Conferencia.

El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Santiago de Compostela Fernando López Alsina comienza esta conferencia introduciendo los diferentes Caminos de Santiago que atravesaban tierras francesas e hispánicas. La “cristalización” del primer Camino de Santiago peninsular se habría producido a mediados del siglo XI. El ponente expone los factores que operaron en la definición topográfica de este primer Camino de Santiago, a partir de fuentes como el Códice Calixtino de Santiago, el Calixtino de Salamanca, la Crónica silense o el plano de Santiago (s. XVI) conservado en el Archivo de Simancas, y otros indicios de diversa naturaleza.

El Conferenciante concluye que  El Camino de Santiago, es el Camino de los Francos (Francés). 

Los demás son caminos, porque todos los caminos "llevan a Roma", pero el nombre del Camino de Santiago y su la realización y cristalización histórica, se atribuye exclusivamente al Camino Francés, que desde el año 925 se hace pasar por Logroño, Najera, Redecilla del Camino....

sábado, 3 de octubre de 2020

Por una Sanidad Digna, Redecilla de Camino se moviliza: #YoParoPorMiPueblo.

 Hoy día 3, los vecinos de Redecilla del Camino se han sumado a la convocatoria 
realizada desde distintas organizaciones agrupadas en "Revuelta de la España Vaciada", 
y en la provincia de Burgos por la coordinadora #BurgosEnraiza contra la despoblación. 

Unos 30 vecinos ha salido a la calle con su distancia de seguridad y su mascarilla
y ante el Consultorio del pueblo ha reinvindicado una sanidad en condiciones,
POR UNA SANIDAD DIGNA.





























viernes, 2 de octubre de 2020

Ha fallecido Pedro Murillo.

 En el atardecer de ayer, día 1 de octubre, se nos ha ido Pedro con 83 años.

Nacido en Quintanilla del Monte en Rioja, ha pasado toda su vida en Redecilla del Camino, 
acompañando a su Carmen, hijos y el resto de la familia.

Un hombre afable y buena gente dedicó su vida al campo y 
al ganado al que cuidó durante años en el noble oficio de pastor.

Para Carmen y sus hijos, Arancha, Ángel Luis y Mª del Carmen, un abrazo; 
estamos con vosotros.

Descansa en paz, Pedro, 
y no olvides esa sonrisa cogedora que siempre nos mostrabas.


Oficios fúnebres, mañana sábado día 3, 
en la Iglesia y Cementerio de Redecilla del Camino a las 17,00h.



Fotos de Purí, y Josemari.

sábado, 26 de septiembre de 2020

#YoParoPorMiPueblo, #SanidadRuralDigna: Movilización a favor de la Sanidad Rural el próximo 3 de Octubre.

                .- Manifiesto


3 de octubre,

a las 12h de la mañana,

5 minutos de concentración,

ante los consultorios y/o centros de salud,


Lemas: #YoParoPorMiPueblo

             #SanidadRuralDigna.


La Coordinadora de la España Vaciada se movilizará en favor de la Sanidad Rural el día 3 de octubre a las 12 de la mañana con cinco minutos de concentración como ya hizo el año pasado. En esta ocasión será frente a los consultorios y/o centros de salud bajo el lema bajo los lemas #YoParoPorMiPueblo y #SanidadRuralDigna, en el que se exigirá una sanidad pública de calidad en el medio rural que garantice las mismas coberturas y prestaciones de que se dispone en las zonas urbanas, y que además atienda las especificidades de estos territorios.

Varios colectivos sociales y plataformas que trabajan a favor de la transformación social en diferentes pueblos, para pedir la necesidad de un cambio de modelo en la Sanidad pública, para garantizar el acceso al derecho básico a la salud en iguales condiciones a las personas que viven en los territorios de la España Vaciada.

Frente a un modelo asistencial, proponen un modelo sociosanitario que integre en la planificación de los programas de salud pública a los profesionales sanitarios junto a los profesionales de los servicios sociales, a las entidades locales, a la población y las estructuras sociocomunitarias existentes en cada territorio.

Exigen que se mantengan abiertos y activos los consultorios locales, propone crear la figura del sanitario rural y un programa básico de salud pública en las zonas rurales fundamentado en la prevención; reivindica dotar de la plantilla necesaria para atender una población dispersa y envejecida a los centros de salud comarcales. Asimismo, exige el cumplimiento de la Ley General de Sanidad, dotando a todas las áreas de salud de un equipo multidisciplinar y que se convoquen con regularidad los Consejos de Salud comarcales y reivindica una cobertura informática adecuada.

Ante esta nueva movilización, la España Vaciada insta a que los ayuntamientos, asociaciones y colectivos sociales muestren su apoyo por escrito al documento “Por un Modelo Socio-sanitario de Salud en el Mundo Rural”  que debe asentarse en cuatro pilares fundamentales: las personas en primer lugar, los profesionales de la salud, las estructuras sociocomunitarias y el territorio.

La realidad de la pandemia evidenció las carencias y limitaciones del sistema sanitario, agudizadas aún más en el mundo rural por la escasez de profesionales y la falta de planificación, donde no se ha restablecido aún el servicio de atención primaria en los pueblos y corre el riesgo de un progresivo desmantelamiento. En las semanas más críticas de la pandemia, en los territorios rurales se suspendió la atención presencial en los consultorios locales y la atención a los vecinos se limitó a las consultas telefónicas, la tramitación de las recetas (en muchos casos con la colaboración vecinal y comunitaria), las urgencias y algunos cuidados ineludibles a los enfermos crónicos concertados con citación previa. Esta situación excepcional y provisional se ha prolongado en el tiempo de manera injustificada y, después de casi tres meses, la atención primaria continúa confinada en los centros de salud y la población de los núcleos locales, constituida mayoritariamente por personas mayores.

Las personas de los pueblos son mayoritariamente personas mayores, muchas veces con enfermedades o dolencias crónicas a causa de la avanzada edad. Sin servicios que cubran las necesidades básicas se genera inseguridad entre los habitantes de los pueblos y hace imposible la permanencia o el retorno a ellos.

La figura del médico de atención primaria o médico de familia es esencial desde una concepción humanista de la sanidad y debe ser potenciada al máximo, más en el mundo rural. Por ello apuestan por reivindicar esta figura y hacer atractivo para los profesionales de la salud el desarrollo de su carrera en los pueblos.

Además, el concepto de salud comunitaria no se centra solo en la atención a las enfermedades, sino que busca el bienestar integral de las personas y la protección de las estructuras comunitarias que aseguran los cuidados que necesitan. Por lo que hay que coordinar en los programas de salud a otras personas y profesionales además de los sanitarios: profesionales que vigilan la calidad de las aguas y los alimentos, expertos en la agroecología, organizaciones que defienden el territorio, etc.

El movimiento de la España Vaciada mantendrá anualmente este tipo de acciones bajo el lema #YoParoPorMiPueblo, de manera que a principios de octubre convocará todos los años una acción de cinco minutos como el que se hizo el 4 de octubre de 2019 para reivindicar el Pacto de Estado por el reequilibrio territorial y contra la despoblación. A partir de este año, cada una de estas acciones estará centrada en una demanda específica de la España Vaciada que en esta ocasión será la reivindicación de una sanidad rural digna, porque no podemos permitir que la pandemia del coronavirus sea una excusa encubierta para recortar servicios sanitarios en las zonas rurales e implementar un modelo desde las administraciones públicas que siga recortando derechos.





miércoles, 23 de septiembre de 2020

Un nuevo camino contra la despoblación.

 La senda por la que debemos transitar procede del exterior.
Castilla y León como Canadá:
"debe convertirse en una Comunidad acogedora para incrementar su población".
Campos de Zamora
Campos de Zamora
     

La realidad es tozuda y los números son los números, pero todo debe ser objeto del correspondiente tamiz. Hablar hoy –como se hace– de sangría demográfica es mirar por un pequeño agujero el amplio plano de la Historia. La verdadera despoblación se produjo en nuestra tierra en los años sesenta y setenta del siglo pasado. Hoy, si nos atenemos a las cifras, España tiene más población que hace diez, veinte o cincuenta años, y siempre teniendo en cuenta que nunca hemos sido un país excesivamente poblado, si lo comparamos con los de nuestro entorno más próximo.

Castilla y León constituye una excepción a lo que acabamos de afirmar. El problema de la despoblación en nuestra Comunidad viene de lejos y no ha sido suficientemente afrontado a lo largo de este tiempo. De ahí, entre otras muchas razones, que seamos una región escasamente poblada y tendente a la despoblación. Por otro lado, somos una tierra envejecida y con una tasa de natalidad, por fuerza, de las más bajas de España que, a su vez, es de las más bajas del mundo.

¿Esta realidad, aparentemente tan catastrófica, tiene solución? Sí, si nos ponemos a ello de inmediato, de manera consensuada y transitando por nuevos caminos, pues las viejas veredas nos han demostrado que no nos conducen a la meta deseada. Así que lo primero que tenemos que hacer es reconocer que estamos ante un problema en el que nos jugamos no solo nuestro futuro sino la propia existencia del sistema en el que vivimos; un problema que es de todos y que requiere del esfuerzo de todos. Estamos ante lo que debemos considerar un problema de Comunidad que exige del consenso.

Por otro lado, hagamos un ejercicio de sinceridad y reconozcamos que los resultados de las decisiones que adoptemos ahora no se van a ver reflejadas en el corto plazo. Y, asimismo, que las soluciones simples no existen. El problema de la despoblación no se arregla poniendo únicamente, por ejemplo, consultorios médicos, escuelas o servicios sociales en todos los municipios de Castilla y León. La solución no radica en implementar más servicios públicos (autonómicos o locales) en los 2.248 municipios de nuestra Comunidad. Nadie se queda o viene porque dispone de esos servicios, sino porque tiene o aspira a tener un proyecto de vida.

La solución debe arrancar, en primer lugar, en valorar nuestro medio rural. Debemos acabar con la dicotomía medio urbano-medio rural asociando el primero a la industria, el progreso, las nuevas tecnologías y el segundo al sector primario, el retraso o el vacío. La solución no pasa por poner más tierras de regadío o fomentar el relevo intergeneracional dentro del sector agrario. La solución pasa, a mi juicio, por constituir zonas de dinamización económica donde se cree empleo de calidad. El teletrabajo, en estos tiempos de pandemia, es, desde luego, una oportunidad para que nuestros pueblos se encuentren más poblados, pero las soluciones se encuentran, también, en lo tradicional como, por ejemplo, en la recuperación de oficios que van desapareciendo y que siguen siendo tan necesarios como hace tiempo y, junto a ello, en la formación de nuevas competencias que necesita un agro y un mundo, en general, más global y digitalizado. Deben, así, potenciarse los ciclos formativos relativos a la industria agroalimentaria, energías, agua y, por supuesto, la Formación Profesional dual. La enseñanza, en sus distintos niveles, debe tener muy presente el territorio.

Ahora bien, ese nuevo camino al que aludía por el que debemos transitar procede del exterior. Hasta ahora, y a los resultados nos remitimos, las políticas de fomento de la natalidad -por variadas razones que no vienen al caso ahora explicar- no han conseguido que se produzca el deseado incremento de población. Debemos tener presente para buscar otras soluciones lo que, al menos, en los últimos diez años ha constituido la tabla de salvación de las cifras de despoblación en nuestra Comunidad. Me refiero a la migración. La llegada y el asentamiento de los inmigrantes es lo que ha posibilitado que Castilla y León, incluso algunos años, haya incrementado el número de residentes. En este sentido, es por lo que afirmamos que las soluciones debemos buscarlas, también, más allá de nuestras fronteras.

Por ello, Castilla y León debe enfocar sus políticas de dinamización geográfica hacia los migrantes comenzando por aquellos que más necesidad tienen de acogida como son los refugiados y solicitantes de asilo. Castilla y León debe convertirse en una tierra de acogida, tal y como Canadá viene haciendo desde hace décadas y con tanto éxito.

Este camino no puede ser recorrido solo por la Administración autonómica, sino que requiere del concurso del resto de Administraciones públicas y, muy principalmente, las locales; también, de las Organizaciones No Gubernamentales especialmente implicadas en esta materia; y, asimismo, de las asociaciones, fundaciones y particulares que por muchas razones quieran embarcarse en un proyecto que mira al futuro de nuestro tierra.

Castilla y León, en fin, debe convertirse en una Comunidad acogedora para incrementar su población y, en definitiva, su riqueza.

*Antonio Calonge Velázquez, director general de Ordenación del Territorio y Planificación de la Junta de Castilla y León.

sábado, 19 de septiembre de 2020

"Vendemos Quesería completamente equipada,Tondeluna, Rioja" .

En plenos Montes de Suso, denominación oriental de los Montes de Ayago, 
desde hace 3 décadas, GOYO y su familia vienen haciendo quesos de las máxima calidad. 
Y se jubila, por eso vende su quesería, 
perfectamente equipada y con una cartera de clientes consolidados.


Este es su mensaje y los contactos, por si alguien quiere comunicar con ellos:

Los interesados se pongan en contacto en el teléfono: 686 57 94 43

"Como ya muchos de vosotros/as habéis escuchado durante los últimos meses, nos toca jubilarnos, nos toca disfrutar de otra forma de la vida. 

Después de más de 30 años llevando a cabo nuestra elaboración de quesos artesanales gracias a la leche de nuestras cabras teniendo siempre toda nuestra producción vendida, buscamos interesados que quieran continuar con ello y hagan suyo el negocio, nada nos haría más ilusión. 
Como ya muchos de vosotros/as habéis escuchado durante los últimos meses, nos toca jubilarnos, nos toca disfrutar de otra forma de la vida. 
Después de más de 30 años llevando a cabo nuestra elaboración de quesos artesanales gracias a la leche de nuestras cabras teniendo siempre toda nuestra producción vendida, buscamos interesados que quieran continuar con ello y hagan suyo el negocio, nada nos haría más ilusión. 

Vendemos Quesería completamente equipada, junto con vivienda en la Aldea de Tondeluna.
Opción de compra de ganado caprino con cuadra.
En cualquier caso, ofrecemos todos nuestros conocimientos tanto en la elaboración de quesos como en el cuidado del ganado, para los nuevos interesados. Además de apoyaros en todo lo necesario.

Os pedimos que difundáis este mensaje, y que los interesados se pongan en contacto en el teléfono: 686 57 94 43. Preguntar por Goyo

Os pedimos que difundáis este mensaje, y que los interesados se pongan en contacto en el teléfono: 686 57 94 43"

Palabrario de Redecilla del Camino

Este Diccionario local y comarcano, o palabrario o colección de palabras, expresiones, topónimos y dichos de Redecilla del Camino y la comar...