Esta investigación, liderada por Beatriz
Sánchez en base al padrón actual y a las tasas de natalidad y
mortalidad, no es precisamente positiva. Castilla y León perderá, según
sus cálculos, 641.098 habitantes en los próximos 31 años.
Este informe no tiene en cuenta los flujos migratorios
pero la institución privada está trabajando para incluirlos en el
futuro. "Nos gustaría incorporar las migraciones al modelo. Sin embargo,
empeorarán los datos porque de los pueblos, generalmente, se va la
gente" asegura a este diario la investigadora Beatriz Sánchez, que ha
desarrollado el primer buscador online de la evolución demográfica y envejecimiento de los municipios de Castilla y León hasta el año 2050.
En 2050 la Comunidad tendrá 1.768.066 ciudadanos distribuidos, principalmente, en los grandes núcleos urbanos, que sin embargo también notarán la pérdida de población. Las
capitales de provincia peor paradas serán León y Valladolid, donde
caerá la población un 28,4% y un 26,9% en los próximos treinta años
hasta 89.377 y 218.615 empadronados, respectivamente.
Sí
subirá, sin embargo, en los pequeños municipios que rodean –a 15 o 20
minutos en coche– a las capitales de provincia. Ejemplo de ello, según
este estudio, serán Hontares de Esgueva (Segovia), Arcos (Burgos),
Castellanos de Moriscos (Salamanca), Aldeamayor (Valladolid), Arroyo de
la Encomienda (Valladolid) o Villalobón (Palencia).
Castilla
y León tiene mucho territorio y poca población. Es la región más
extensa de la Unión Europea, y una de las más despobladas. En la
Comunidad viven cerca de 2,5 millones de habitantes, esparcidos
en 94.226 km², lo que supone 39 habitantes por kilómetro
cuadrado. Actualmente, el 94,4% de los municipios tiene menos de 2.000
habitantes. Y en ese 94,4% de los municipios vive el 25,2% de la
población de Castilla y León. En resumen, mucha tierra y poco ciudadano,
pero que reclama los mismos servicios que los urbanitas: sanidad,
educación... Son algunas de las dificultades a las que se enfrenta la
Junta de Castilla y León.
La investigadora de este
estudio de la Universidad Católica de Ávila (UCAV), Beatriz Sánchez, se
muestra "pesimista" sobre el futuro de la Comunidad. "Muchos pueblos ya
están en cuidados paliativos", lamenta ante este periódico. Sánchez
augura que la mayoría de ciudadanos terminarán viviendo en
'macrociudades'.
"La solución sería atraer población,
pero la voluntad de la gente joven no está por irse a los pueblos y los
que sí, no tienen capacidad para repoblar tanto", explica la doctora
Sánchez, responsable de esta herramienta.
En parte
influye el modelo de vida actual "y las ganas de vivir en un pueblo" y
la baja tasa de fecundidad, persistente en el medio urbano y rural. "No
se trata a lo mejor de incentivar, porque va a haber gente que no quiera
mudarse al pueblo, pero sí de dar posibilidades y herramientas a
quienes quieran vivir en el medio rural", insta Sánchez, que considera
que el teletrabajo no se utiliza "todo lo que se podría".
La
investigadora fija el origen de la despoblación en los años 60 y 70,
cuando aquellos que vivían en los pueblos se trasladaron a las ciudades,
donde había más trabajo. "Ellos eran los encargados de mantener la
población en las zonas rurales, que quedaron entonces abocadas al
envejecimiento", concreta Sánchez, quien asegura que la población del
mundo rural estaría "envejecida" aunque la gente no hubiese continuado
migrando.
España tiene más de 8.000 municipios. Muchos
de ellos ya están en una "situación de emergencia". "Es muy complicado
por la forma de vida. Es un problema de mentalidad y de forma de vida",
asegura Sánchez, que cree que corregir y revertir la despoblación es
prácticamente una "utopía".
Las estrategias políticas
El
PP y el PSOE siempre han apostado por el mantenimiento de los
municipios, incluso de aquellos que menos población tienen. Ahora entra
en el juego Ciudadanos con la propuesta de "fusionar" municipios, lo que
ha provocado que el PSOE se dirija a algún dirigente de Cs y al
director de Ordenación Territorial, Antonio Calonge, "cierrapueblos".
Calonge
ha apostado por esta fusión de municipios en varias ocasiones. "Será
una operación dolorosa e, incluso, traumática, pero necesaria si en
realidad queremos hacer las reformas profundas que necesitamos",
aseguraba Calonge en un artículo de 2013. El vicepresidente de la Junta
de Castilla y León, Francisco Igea, va en la misma línea. "Si agrupas
los municipios tienes un tamaño más razonable para prestar esos
servicios. Los pueblos no desaparecen permanecen como entidades locales
menores y siguen pudiendo aprovecharse de sus recursos y tener su
identidad", afirmaba Igea en Twitter hace apenas unos días, que
sostenía: "Suecia hizo un proceso similar. Eso no supone la desaparición
de los núcleos. Supone que hay un solo ayuntamiento con un tamaño
poblacional que permite prestar esos servicios a todos esos núcleos que
quedan integrados como entidades locales menores".
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