Detienen a siete extranjeros por daños al patrimonio tras registrar naves y pisos
Dierio de Burgos. j.a.h. / f.t. / belorado - martes, 03 de abril de 2012
La Guardia Civil, que llevó a cabo un gran despliegue en respuesta a las reiteradas quejas vecinales y de la TODA la comarca, intervino a lo largo de la jornada de ayer una moto de agua, maquinaria agraria, herramientas, bidones de gasóleo y material electrónico
Siete ciudadanos extranjeros, uno de los cuales fue puesto en libertad pocas horas, y numeroso material intervenido (desde una moto de agua a maquinaria agrícola, herramientas, máquinas de coser, pasando por material electrónico y gasóleo) es el balance de la espectacular operación llevada a cabo a lo largo de la jornada de ayer por efectivos de la Guardia Civil, quienes registraron numerosas lonjas y viviendas en Belorado.
Los detenidos, en principio por daños al patrimonio y robo de gasóleo, son ciudadanos del Este, la mayor parte de nacionalidad rumana, e integraban un grupo calificado de «incívico» que había protagonizado numerosos incidentes con vecinos de la localidad, que en reiteradas ocasiones trasladaron al Ayuntamiento su malestar e incluso protagonizaron (el año pasado) una gran manifestación cuando un joven de la villa fue agredido por un extranjero.
La operación de la Guardia Civil, justo un día después de que apareciera un vehículo quemado en una lonja arrendada por un ciudadano rumano, comenzó en la mañana de ayer con numerosos efectivos de ‘paisano’ paseando por la villa y preguntando a los vecinos por las lonjas, naves y pisos alquilados a ciudadanos extranjeros, y concluyó bien entrada la noche con la detención de un ciudadano rumano hacia el que se dirigían la mayor parte de las críticas de los beliforanos.
De la inspección de lonjas y viviendas, los agentes de la Guardia civil se llevaron en una furgoneta hasta la casa cuartel material de todo tipo, desde una moto acuática hasta maquinaria agrícola, pasando por herramientas, motosierras, compresores, máquinas de coser, material electrónico, garrafas de gasoil y muchas cajas cuyo contenido será ahora analizado para comprobar su procedencia
Las actuaciones y registros se centraron ayer en lonjas, pisos y casas ubicadas en la avenida Campo de Deportes, calle de Las Tenerías, plaza de la Constitución, avenida de Cerezo y calle Las Cercas. No se descarta que a lo largo de la jornada de hoy se realicen nuevos registros y que se proceda a inspeccionar algunos de los vehículos (número de chasis o bastidor) de los detenidos, quienes previsiblemente (tras prestar declaración en el cuartel de la Guardia Civil) pasarán a disposición judicial en las próximas horas.
La detención del ‘famoso frutero’, en avenida de Cerezo de Río Tirón, fue la última realizada ayer por la policía judicial y mantuvo pendientes a los vecinos hasta que este ciudadano rumano fue introducido en el coche en medio de los insulto de un nutrido grupo de vecinos que le increpó con dureza, ya que le consideran uno de los cabecillas y que ante el alcalde de la localidad, Luis Jorge del Barco, se autoproclamó representante de un partido político de ciudadanos rumanos. Por el contrario, una vez terminada la inspección, ese mismo grupo vecinal vitoreó a los agentes de la Guardia Civil por la rapidez y contundencia con la que llevaron a cabo una operación solicitada y deseada desde hace mucho tiempo.
A la vista de numeroso material intervenido es de esperar que se esclarezcan algunos de los robos y delitos cometidos en la villa y comarca (otros muchos no han sido denunciados por miedo a las represalias) y que la Justicia, Belorado pertenece al Partido Judicial de Briviesca, se aplique con dureza para impedir que todo un pueblo vuelva a sentirse atemorizado por un grupo, en este caso, de inmigrantes del Este.
Además, los beliforanos esperan que esta operación y las detenciones sirvan para desterrar la inseguridad que supone vivir con unos vecinos incívicos, aunque también hay quien tiene miedo por la respuesta o consecuencias que pueda traer una actuación tan contundente. «A ver si ahora van a tomar represalias mayores», comentaban varias personas mayores que llevaban años asistiendo, sin poder hacer nada, a todo tipo de actuaciones de un colectivo que no respetaba las mínimas normas de convivencia.