Fuente Burgosconecta.es
Robinsones de la Montaña
Julio Cesar Rico
Hace 35 años que Félix moría, junto a parte de su equipo, en un accidente aéreo en Alaska en el rodaje de uno de sus capítulos de ‘El hombre y la Tierra’. Este pozano ilustre, el más internacional de todos, fue uno de esos personajes únicos, imprescindibles en la vida. Con él aprendimos –y aprendemos hoy— a conocer la tierra que pisamos; su naturaleza, su fauna y su flora, y con ello a conocernos a nosotros mismos, a la especie humana que tanto daño ha hecho a su entorno.
No sé qué pensaría Félix de los desmanes que estamos cometiendo con el planeta que tanto amaba. Porque el pensamiento ‘cortoplacista’ que tenemos nos está llevando a destruir la herencia que nos han dejado nuestros mayores. No sé qué pensaría Félix si estuviera vivo, pero seguro que muy buena opinión de lo que hacemos, seguro que no tendría.
Una de esas acciones que nos van a llevar a dejar una cochambre de planeta a las futuras generaciones y un claro ejemplo del cortoplacismo del que hablaba es la extracción de gas esquisto por el método del fracking.
Yo creo que fue allá por 2009 cuando empecé a escribir noticias que hacían referencia a una técnica rarísima, totalmente desconocida para casi todos y que se llamaba ‘fractura hidráulica’, eso en román paladino, ‘fracking’, en el idioma de la Pérfida Albión. El Boletín Oficial de Castilla y León publicaba por entonces que una mercantil canadiense-británica tenía intención de invertir 90 millones de euros en prospectar el norte de Burgos en busca de gas natural.
La prisa de BNK por empezar a prospectar tiene su explicación. En 2011 la Junta de Castilla y León otorgaba un permiso de investigación de hidrocarburos, que tenía cuatro años de vigencia. Es decir prescribe este año 2015. El permiso se dio para la prospección de petróleo y gas a la sociedad Repsol Investigaciones Petrolíferas (RIPSA) que opería bajo la denominación Trofagás Hidrocarburos, en una extensión de 34.765 hectáreas que afectaba a los términos municipales de Merindad de Valdivielso, Los Altos, Padrones de Bureba, Poza de la Sal, Abajas, Merindad de Río Ubierna, Valle de Sedano, Montorio, Urbel del Castillo, Villadiego, Basconcillos de Tozo, Sargentes de la Lora y Tubilla del Agua.
(Y está previsto la concesión para la investigación/prospección en la mayoría de los pueblos de la Sierra de la Demanda Norte)
Entonces nos enteramos de que el fracking consiste en el bombeo de una mezcla de agua y arena en una formación rocosa, en concreto en los esquistos de gas natural a presiones controladas y lo suficientemente elevadas como para agrietar la roca. La arena en el agua se utiliza para mantener pequeñas fracturas abiertas y generar vías para que el gas natural fluya hacia el pozo.
Según la experiencia y los estudios técnicos, las fisuras horizontales se producen sólo a profundidades menores a un kilómetro. A medida que la profundidad se incrementa, es decir, a partir de un kilómetro, la presión existente hace que las fracturas se orienten en dirección vertical.
Mientras decenas de colectivos se manifiestan en contra porque entienden que la técnica acaba por matar la tierra, la empresa asegura que el gas pizarra ha provocado una auténtica revolución energética en países con una larga tradición en la investigación y explotación de hidrocarburos, como son Canadá o Estados Unidos, y por ese motivo se ha convertido en un tema de interés público.
Pero para empezar a tener una opinión formada a favor o en contra hay que saber que Es una técnica agresiva que fractura rocas poco porosas con una perforación vertical de hasta 5.000 metros y varias horizontales de 3.500 o 4.000 metros.
Esto supone romper el subsuelo en cerca de 95.000 hectáreas del norte de la provincia. Es decir, para que se haga una idea, perforar el subsuelo de 95.000 campos de fútbol. Tela. De nada sirve que los colectivos contrarios al fracking hayan entregado más de 900 alegaciones contra el estudio ambiental del sondeo Bricia-1. Más de 17.000 páginas se hacen eco de que ese permiso va a complicar la vida a las especies y a un espacio de protección de la zona, ubicada dentro del Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Pero qué más da. Aquí lo importante es la pasta, ¿verdad?
La empresa alude a que la inversión generará empleo y pingües beneficios para el entorno porque parte de los beneficios quedarán reinvertidos en la zona. Además alude BNK que se reducirá ostensiblemente la dependencia energética de terceros países en más de la mitad de la actual dependencia.
Pero estos datos que aporta la mercantil canadiense no son los mismos que aporta Agencia Internacional de la Energía, que señala que para Europa las reservas potenciales de gas podrían reducir en un 40% la dependencia y que otorga a España la menor contribución de Europa.
La semana pasada, la Asamblea contra la Fractura hidráulica de Burgos, con motivo del día internacional del agua, reunió a un centenar de personas frente a las puertas de la Diputación para exigir al presidente, César Rico, que salve a los municipios de Burgos de la amenaza del fracking y que se pronuncie, como ya han hecho otras diputaciones tan cercanas como Valladolid o Palencia y decenas de municipios del norte de Burgos.
Hace unos años, Rico lo fio todo a la opinión que tenga la Agencia de la Energía, pero tampoco parece que Agenbur se haya pronunciado. Lo cierto es que es una amenaza actual y futura. Los acuíferos pueden quedar contaminados de por vida; y las cosechas; y la vida de las generaciones futuras comprometidas. Y eso, tan sólo, porque nos puede salir un pelín más barato el gas. ¿A qué precio? Al de la muerte del planeta.