martes, 15 de agosto de 2017

Fiestas de Acción de Gracias, Redecilla de Camino

Programa General,
Cartel General.

Día 16, San  Roque  Patrón  de  Redecilla  del  Camino,
Día 26, Romería a la Ermita N.S. Virgen de Ayago,
Día 27, Acción de Gracias, Danzas Troquiados,
Día 28, Cena Comunitaria, Fin de Fiesta.





miércoles, 9 de agosto de 2017

Toboganes Acuáticos en Redecilla del Camino

La Peña Ntra. Sra. de Ayago,
con motivo de San Roque, patrón de Redecilla del Camino,
organiza este evento festivo y abierto a todo el público.
Día 15 de agosto, martes, 
por la tarde (16,30 a 19,30 hrs.).
A disfrutar!


lunes, 31 de julio de 2017

Fomento aprueba el proyecto del tramo Santo Domingo de la Calzada-Villamayor del Río de la autovía del Camino de Santiago, A-12

  • El presupuesto es de 97,7 M€
  • El tramo tiene una longitud de 14,4 km
El Ministerio de Fomento ha aprobado el proyecto de construcción “Autovía A-12, del Camino de Santiago. 
Tramo: Santo Domingo de la Calzada-Villamayor del Río”, en La Rioja y Burgos.





El presupuesto estimado de las obras es de 97,7 millones de euros.

La autovía del Camino de Santiago (A-12) conformará un eje de alta capacidad entre Logroño y Burgos. Esta autovía tendrá continuidad desde Burgos a León mediante la autovía autonómica A-231, dependiente de la Junta de Castilla y León, y desde las inmediaciones de Logroño (límite de provincia con Navarra) hasta Pamplona mediante la autovía A-12, dependiente del Gobierno de Navarra.

Actualmente, la conexión entre Burgos y Logroño se realiza directamente a través de la carretera N-120 o, con mayor recorrido, a través de las autopistas de peaje AP-1 y AP-68 en el recorrido Burgos-Miranda de Ebro-Logroño.

Características técnicas
El trazado proyectado, con una longitud de 14,4 km, discurre por las provincias de La Rioja y Burgos.

El tramo tiene su inicio inmediatamente después de cruzar el viaducto sobre el río Oja (sentido Burgos), donde actualmente se sitúa la transición de la autovía A-12 a la carretera nacional (N-120), perteneciente a la variante de Santo Domingo de la Calzada.

Los primeros kilómetros se desarrollan mediante la duplicación de la actual carretera N-120 y, a partir del p.k. 4,965, la traza discurre en variante y se mantiene al sur de la carretera nacional N-120 hasta prácticamente el final del tramo p.k. 12+430, donde el trazado cruza la carretera nacional.

Está prevista la ejecución de tres enlaces. El primero es el enlace de Santo Domingo de la Calzada Oeste, el segundo es el de Grañón y el tercero se sitúa junto a los núcleos de Redecilla del Camino, Castildelgado y Bascuñana. Se han diseñado un total de 8 glorietas para los tres enlaces.
Se han proyectado tres viaductos sobre distintos cauces, todos ellos de vigas prefabricadas doble T, seis pasos superiores, seis pasos inferiores y una pasarela metálica de acero estructural de cruce del Camino de Santiago sobre el acceso a Viloria de Rioja.

Está prevista la reposición del Camino de Santiago, separando el tránsito de peregrinos del tráfico rodado y mejorando los cruces con las carreteras. Se intercepta en tres puntos y se repone transversalmente con un paso superior, un paso inferior y una pasarela peatonal.

La actuación contempla la reposición de los servicios afectados de abastecimiento y saneamiento de agua, acequias e instalaciones de riego, líneas de teléfono y canalizaciones de telecomunicaciones y cinco líneas eléctricas de alta tensión.

Asimismo, se reponen los accesos existentes garantizando la comunicación y permeabilidad territorial de las distintas parcelas del entorno y se establecen las medidas correctoras medioambientales contempladas en la DIA.


jueves, 27 de julio de 2017

La España profunda.

Fernando Molinero Hernando, 
Catedrático, Univ. de Valladolid,










Publico este artículo sobre el gran tema de la despoblación rural, 
porque me parece un buen trabajo que toca casi todo lo que es necesario tener en cuenta para conocer y operar sobre este fenómeno que está matando los pueblos. 

Para descargar el PDF de este artículo únicamente  y/o verlo en máxima calidad, pincha aquí (20,6 MB).

Desde que en los años 1990 se empezara a hablar del renacimiento rural (rural revival, renaissance rurale), ha habido muchos autores que han hecho extensivo este fenómeno a todos los territorios rurales europeos, sin tener en cuenta las enormes diferencias que los separan. Diferencias que surgen, ante todo, de la brecha demográfica, de las disparidades de accesibilidad y de la diversidad de situaciones y distancias respecto a centros urbanos capaces de organizar el territorio en su área de influencia.


Así, a menudo se aplica el modelo de las “áreas de fuerza” (áreas periurbanas y de los grandes ejes de desarrollo, como la banana azul, el arco mediterráneo o el arco atlántico, entre otros) a todo el territorio rural europeo, cuando ni siquiera este está bien definido. Contribuye a esa indefinición el carácter difuso y ambiguo de las categorías rurales europeas definidas por la Comisión Europea (áreas “esencialmente rurales”, “intermedias” y “esencialmente urbanas”), unas categorías basadas en densidades superiores o inferiores a 100 hab/km2, cuando los espacios rurales españoles no llegan a esa densidad en ningún momento, sobre todo si se excluyen de ellos las áreas periurbanas, que constituyen otra categoría de poblamiento, en ningún caso asimilable a la rural.
Esa es la gran confusión que ha permitido a autores como Benjamín García Sanz (2011) hablar de la recuperación rural en todo el territorio español ya antes de la actual crisis económica. Según este autor, no solo estaríamos ante una recuperación demográfica en términos absolutos, sino también en una recuperación de la natalidad, acompañado todo de una diversificación económica clara.
Creemos que esa percepción de los hechos no se corresponde con la realidad del espacio rural español, en cuyo territorio conviven un rural dinámico, un rural intermedio y un rural profundo, muy distantes entre sí. La crisis, que ha expulsado a algunos inmigrantes de los espacios rurales, ha contribuido a tomar conciencia de la existencia de un espacio rural marginal, poco accesible, escasamente poblado, envejecido, regresivo, netamente dominado por la actividad agraria y en el que no solo no se gana población, sino que se pierde.
Es en esta coyuntura cuando se publica el libro de Sergio del Molino La España vacía (editado por Turner), que destaca los caracteres y circunstancias opuestas a las que planteaba Benjamín García Sanz en su citado trabajo Ruralidad emergente: posibilidades y retos (editado en 2011 por el MARM). Entre esas posiciones discordantes pretendemos hacer, en primer lugar, una conceptuación de los espacios rurales, en segundo lugar, un análisis de sus características, y en tercer lugar, una aproximación territorial, para acabar con una valoración de las cualidades, los problemas y las perspectivas de lo que denomino la España “profunda”.

La disparidad de espacios rurales en España

Como hemos dicho, la disparidad de espacios rurales en España es evidente, pero también lo es fuera de España, por más que en la UE exista esa misma dualidad rural no siempre reconocida. El Ministerio de Agricultura (MARM en esa época) lo planteaba en 2010, en la definición de las áreas rurales elegibles para la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural (LDSMR). Allí, a escala comarcal, distinguía tres tipos: zonas rurales a revitalizar, zonas intermedias y zonas periurbanas1.
Las dos primeras suman 390.000 km2 (el 77,4% del territorio español), si bien solo las primeras (zonas rurales a revitalizar) ocupan la mitad del solar hispano. Se trata de un espacio muy extenso, distribuido por todo el país, aunque con mayor concentración y densidad en la España interior, exceptuada el área metropolitana madrileña. El mapa del MARM lo refleja claramente (ver mapa 1).
Esta clasificación no parece suficiente para una aproximación fina, aunque, en todo caso, nos permite comprobar que las áreas rurales se extienden por una abrumadora mayoría espacial. En el cuadro que el MARM ofrece en la dirección web de la nota 1, se puede observar su distribución por CCAA, pero nuestro propósito es acercarnos más, a una escala municipal, por cuanto en la comarcal se mezclan territorios con problemas muy dispares. En este sentido, y aplicando los criterios que el MARM estableció en esa ley LDSMR, podríamos llegar a definir tres categorías de poblamiento: dos rurales (progresiva y regresiva) y una no rural (urbana y periurbana), basadas en la definición del MARM (municipios con menos de 30.000 habitantes, y menos de 100 hab/km2), a lo que hemos añadido el saldo de población durante los años de la crisis (ver mapa 2).
Con estos datos tendríamos el resultado en términos cuantitativos que se refleja en el cuadro 1. Con esta situación de partida podemos extraer la información que el mapa aporta de una manera clara: la mayor parte del territorio español (328.845 km2) corresponde a los municipios rurales regresivos, que, por otro lado, son los menos densos y los de peores condiciones de accesibilidad, ya que se localizan esencialmente en la España interior. Ahora bien, interesa destacar no solo los hechos cuantitativos, sino los cualitativos: qué tipos de espacios rurales son, cuáles son sus características demográficas y socioeconómicas, qué causas y qué dinámica los han llevado hasta ahí.

Caracteres demográficos y socioeconómicos del espacio rural español

Lo primero que llama la atención es la baja densidad de población (18 hab/km2, que desciende a 14 hab/km2 en las áreas regresivas). Es una densidad de población que no aumenta, sino que disminuye y que viene gestándose desde la plétora demográfica que alcanzaron muchos de estos municipios a mediados del siglo XX. Pero el éxodo rural de los años del desarrollismo y de la modernización agraria vació los campos, provocó el abandono de las tierras marginales, produjo la matorralización general de los pastizales por el abandono del pastoreo y de las quemas controladas periódicas y produjo también la falta de limpieza de los montes, además de la desvitalización demográfica y el abandono generalizado de las prácticas ganaderas tradicionales, que favoreció el aumento de los incendios.
Este panorama se observa, en primer lugar, en el mapa de densidad (mapa 3), en el que, además, se percibe nítidamente cómo las áreas del interior, y especialmente las de montaña (las menos accesibles), aparecen como páramos demográficos, con las densidades más bajas en las tierras altas de la Cordillera Ibérica, en las provincias de Soria, Teruel, Guadalajara y Cuenca. Los vacíos destacan, igualmente en el Pirineo, en la Cordillera Cantábrica, seguida por los Montes de León, secundada por las áreas de las penillanuras de Zamora y Salamanca y continuada por la raya de Portugal. Otros vacíos secundarios se observan en los Montes de Toledo, que enlazan con Sierra Morena y con las sierras jiennenses de las prebéticas y el SO de Albacete.
Es la España despoblada, vaciada, por cuanto en la economía agraria tradicional, dominante hasta mediados del siglo XX, las densidades alcanzaban entre 28 y 35 hab/km2, antes de que el éxodo rural vaciara los campos y antes de que se abandonaran muchos pueblos a causa de la modernización del campo, que hizo innecesario el trabajo y el concurso de sus vecinos. Sin embargo, de esta desbandada general se libraron algunas comarcas o sectores de regadío o de viñedo o de otros aprovechamientos dedicados a cultivos más exigentes en mano de obra.
De este modo, el campo español, que fue perdiendo progresivamente sustancia, modificó drásticamente su modo de vida, su economía y hasta su poblamiento o forma de ocupación y explotación del suelo. De este fenómeno solo se salvaron las áreas periurbanas, las turísticas y las de determinados enclaves privilegiados y centros comarcales, pero, evidentemente, a costa de transformar su economía tradicional.
Desde esta perspectiva demográfica, basándonos en el grado de ocupación, densidad y dinamismo, podríamos establecer cuatro categorías de espacios rurales (más una quinta transversal)
1) “rural profundo” (con menos de 5 hab/km2), que va a menos; 
2) “rural estancado” (entre 5 y 15 hab/km2), que también retrocede; 
3) “rural intermedio” (entre 15 y 25 hab/km2), estancado, pero viable, fuertemente agrario; 
4) “rural dinámico” (entre 25 y 50 hab/km2), viable, y 
5) las cabeceras comarcales y centros de atracción (con más de 50 hab/km2 y con diversificación económica), que se superponen a las demás.

Pero esta clasificación por densidad, aunque es la más expresiva, no es suficiente, dado que, a la postre, la densidad depende en gran medida del empleo existente; no es la variable independiente. Por ello, es fundamental saber cuántos empleos y qué tipo de empleo se dan en el mundo rural. En este sentido, desde que la Comisión Europea dio a conocer su folleto sobre el futuro del mundo rural en 1988, no han dejado de crecer los intérpretes de los espacios rurales que vaticinan no solo la recuperación demográfica del campo, sino su diversificación económica.
Pero ambas circunstancias solo afectan a las áreas rurales dinámicas, aunque también se da la contradicción de que en las zonas de montaña y más inaccesibles la diversificación es mayor, pero la pérdida de sustancia es brutal, por cuanto esa diversificación se ha producido a costa de la disminución de los empleos más abundantes (los ganaderos) y no merced a la suma de nuevos empleos. Así, los mapas de pérdidas y ganancias de empleos municipales durante los años de la crisis (2007 a 2015) (mapas 4 y 5) expresan que es el mundo urbano el principal perdedor, como es lógico, porque es el que acapara la mayoría de los empleos, pero, si lo comparamos con las pérdidas y ganancias de población, comprobamos que es también el mundo urbano el que gana, frente al rural, que pierde, con los matices que veremos.
En definitiva, para sintetizar las características laborales del mundo rural español podríamos partir de las antes citadas categorías de espacios rurales, con un peso demográfico, laboral y territorial enormemente contrastado, pero que, en contra de lo que habitualmente se dice y escribe, tienen a la agricultura como base de su actividad económica. En efecto, se puede comprobar en los gráficos adjuntos (gráficos 1 y 2), en los que se aprecia el escaso valor del empleo agrario en el conjunto de España (menos del 5%), mientras alcanza un 25% en el territorio rural, llegando a valores mucho más altos en los municipios del rural profundo.
En ambos gráficos hemos representado la estructura de los ocupados cotizantes a la Seguridad Social en junio de 2015, pero en el gráfico 2 lo hemos hecho con círculos cuyas áreas son proporcionales al número de empleos. Está claro que la agricultura es, en todos, una actividad fundamental, si bien no es, en ninguno de ellos, la principal, ya que este rango corresponde a los servicios, como sucede en cualquier economía moderna (hemos desagregado la posición del alojamiento y la restauración, por mor de la importancia creciente que alcanzan en el mundo rural moderno).
Las dos actividades tradicionales clave del mundo rural español continúan manteniendo hoy el mismo carácter: la agricultura y la construcción. Entre ambas acaparan casi la mitad del empleo (47%) en el “rural profundo” y casi un tercio (31%) en el “rural dinámico”, mientras que en el “rural estancado” y en el “intermedio” ocupan posiciones parecidas. No podemos soslayar la importancia que tuvo tradicionalmente la cantería y la albañilería, hoy convertidas en pymes de la construcción, con más peso en el mundo rural que en el urbano.
Pero ni la densidad de población ni su dinámica ni la estructura del empleo constituyen por sí solos indicadores suficientes para explicar el grado de descomposición y vaciamiento de la España profunda. Por ello, procederemos a un análisis territorializado, pero relacionado con las condiciones ecológicas de las tierras en que se producen esos fenómenos.

La distribución territorial del espacio rural de España y las causas de su dinámica

La escala municipal de análisis nos permite una aproximación fina a los fenómenos analizados, pero no nos permite definir conjuntos territoriales homogéneos que deben aparecer integrados en el ordenamiento y el funcionamiento territorial. Por ello, es necesario buscar escalas intermedias que configuren territorios funcionales desde una perspectiva de ordenación territorial, política, económica y administrativa. Para nuestro propósito, vamos a partir de la localización del espacio rural “profundo” y del espacio rural “estancado”, que son los dos integrantes de esa España profunda a la que nos referimos en este artículo, para completarlo, después, con el espacio rural “dinámico” (mapa 6).
Si por algo se distingue la localización de este espacio rural “profundo y estancado” es por situarse en el interior de la España peninsular, además de por constituir un páramo demográfico, con bajas densidades de población (menos de 10 hab/km2), con una población en regresión, envejecida, desvitalizada y desestructurada, a consecuencia del vaciamiento del último medio siglo. Podemos preguntarnos por las causas que han provocado esta situación, que no solo se mantiene, sino que empeora. Para ello debemos poner en relación las características demográficas y socioeconómicas comentadas con las características geográficas de estas áreas.
Así, el hecho más llamativo es que se trata de territorios enclavados en áreas de montaña, por una parte, y de territorios llanos, pero aislados, por otra. En todo caso, constituyen tierras altas, meseteñas o montañosas, y alejadas de los ejes de fuerza económica del país.
Cada una de estas características merece nuestra consideración. Primero, porque los focos de poblamiento peninsular, salvo el de Madrid y otros pocos secundarios, son exteriores. Ya lo planteaba Ramón Tamames en su Estructura económica de España en 1960, y desde entonces la concentración de la población y de la actividad económica en la costa y en unos pocos ejes del interior no ha dejado de crecer y de producir desequilibrios territoriales.
En el mapa anterior (mapa 6) podemos comprobar que las más bajas densidades de ocupación se extienden principalmente por la Cordillera Ibérica, que representa el área de montañas y tierras altas más extensas, menos accesibles y más despobladas de España. Estas tierras altas ibéricas albergan algunos de los bosques de coníferas más extensos y mejor explotados de España, pero se trata de montañas de interior, de no mucha humedad y de suelos poco desarrollados. En economías cerradas tradicionales se defendían muy bien, pero en las modernas son los territorios del abandono, y no porque se viva mal en ellos, sino porque la falta de masa crítica de población y de actividad económica hacen de estas tierras un lugar marginal, poco accesible y difícil. Hoy cuentan con una economía diversificada, pero débil y de bajo perfil. Por más que el turismo rural, los productos de calidad, la naturaleza más asilvestrada, o la venta por Internet, puedan atraer a algunos profesionales, es el mundo de la despoblación y, con ella, el mundo de la escasez y de la lejanía de los servicios. Es un mundo, por lo general, de rechazo.
Algo similar podríamos predicar del Pirineo, aunque aquí existe una mayor ambigüedad, ya que la proximidad de Barcelona en el Pirineo catalán y la de Zaragoza en el Pirineo oscense han favorecido la configuración de pequeños focos de crecimiento, de pueblos que aprovechan las nuevas posibilidades, aunque los pueblos más inaccesibles y apartados sufren no solo la dureza del clima, sino también la marginación y la falta de accesibilidad.
Pero, por más que parezca contradictorio, el mismo fenómeno de aislamiento y escasa accesibilidad lo sufren áreas llanas, tales como las penillanuras salmantinas, zamoranas, cacereñas y otros sectores rayanos con la frontera portuguesa. Los fenómenos son los mismos, pero la falta de perspectivas es incluso mayor en estas tierras llanas, de suelos graníticos, de pocos pastos, donde los pastores tradicionales emigraron masivamente en los años 1960 y donde tan solo ha quedado la gente mayor, principalmente jubilados, que, sin horizonte vital, consumen sus días fatigosos atendiendo a pequeños hatos de ganado de distinta aptitud.
Si analizamos el mapa del rural “profundo y estancado” encontramos otros territorios diferentes, pero de similares características e indudables analogías: la escasa accesibilidad y el aislamiento constituyen los pilares de la marginalidad en territorios como los de los Montes de Toledo, Sierra Morena y Prebéticas.
Pero, curiosamente, este fenómeno apenas se observa ni en Andalucía (salvo la parte citada de Sierra Morena y Prebéticas y Béticas) ni en Galicia ni en Murcia ni en Alicante. Y es que aquí se supera la masa crítica rural, es decir, que la propia existencia de núcleos de poblamiento próximos actúa como bola de nieve que integra a otros más pequeños en la dinámica del desarrollo rural.
Por ello, precisamente, el espacio rural “dinámico” se localiza allí donde hay masa crítica tanto de población como de actividades económicas y de centros urbanos, que actúan de polos o imanes para el desarrollo rural. En estos casos, el espacio rural “dinámico” está muy asociado al espacio urbano, en su área de influencia o en ejes de fuerza, como ocurre en todo el arco mediterráneo, en la periferia urbana de Madrid, en el eje del Ebro, en el interior de Andalucía, en la costa gallega y asturiana, en el interior del País Vasco, en las Vegas Bajas del Guadiana, en el entorno de la A-6 y en algunos enclaves singulares (mapa 7).

Conclusiones

La España “profunda” es la España rural del interior peninsular, de tierras altas (montañosas y llanas), pero con dificultades naturales y con marginalidad demográfica, económica y social. La población está atendida y vive en un medio natural inmejorable, pero el territorio no es atractivo y la falta de masa crítica continúa expulsando población, poca, porque ya no queda. Pero hoy, a pesar del teletrabajo y de las facilidades de comunicación general, es la España marginada y marginal.
En las llanuras cerealistas hay muchos pueblos que son asiento de jubilados y de un puñado de agricultores. Si algún joven se queda, o es un neorrural o acaba emigrando. Es la España profunda, que, por su desvitalización, tampoco puede atender, en las áreas de montaña, al cuidado de los montes y pastos, que antes se hacía colectivamente y que hoy, ante la acumulación de maleza, es frecuente materia de incendios.

domingo, 9 de julio de 2017

Redecilla del Camino - Deuda viva del Ayuntamiento a 31/12/2016



Segun el Ministerio de Economia y Hacienda el Ayuntamiento de Redecilla del Camino a 31/12/2016 posee una deuda de 0 € el 0,00% del presupuesto municipal que asciende a 309.100 € para el año 2016.


La deuda viva a 31/12/2015 ascendia a 0 € por lo que en el ultimo año la deuda se mantuvo igual.


Evolucion  de los datos de parados para el Municipio de Redecilla del Camino hasta Abril del 2017.



Evolucion de la deuda en los ultimos años.
Año Deuda (€) €/Hab Pos
2016 0 0.00 4361
2015 0 0.00 4412
2014 0 0.00 4672
2013 0 0.00 5029
2012 35.000 275.59 3114
2011 40.000 291.97 2488
2010 63.000 496.06 1425
2009 40.000 300.75 2375
2008 2.000 15.04 4882


Deuda total y por Habitante de los municipios cercanos.
Provincia Municipio Deuda (€) €/Hab Pos
La Rioja Tormantos 80.000 551.72 1038
La Rioja Herramélluri 34.000 309.09 2005
La Rioja Villarta-Quintana 45.000 298.01 2055
Teruel Formiche Alto 45.000 274.39 2182
La Rioja Leiva 22.000 85.60 3531
Valladolid Arroyo de la Encomienda 1.000 0.05 4360
Burgos Viloria de Rioja 0 0.00 4361
La Rioja Grañón 0 0.00 4361
Burgos Redecilla del Campo 0 0.00 4361
Burgos Redecilla del Camino 0 0.00 4361
Burgos Ibrillos 0 0.00 4361
Burgos Castildelgado 0 0.00 4361
Burgos Bascuñana 0 0.00 4361
Pos: Posicion ranking de municipios a nivel nacional en base a Deuda/Habitante.



Elaboracion:Foro-ciudad.com
Fuente: Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

viernes, 30 de junio de 2017

"Alhama" de los Judíos, la Judería de Redecilla del Camino

“Alhama” de los Judíos, 
la Judería en Redecilla del Camino

1.- Estamos en 1474, de ese año tenemos un documento que nos llega trascrito en el s. XIX que recoge una “Copia del Repartimiento que se hizo a  las aljamas[1] de judíos de la Corona de Castilla del servicio y medio servicio que habían de pagar en el año de 1474”; documento éste citado por Amador de los Ríos en su libro “Historia de los Judíos en España
Concretamente dentro del Obispado de Burgos (cosa extraña pues Redecilla pertenecía a diócesis de  Calahorra  y la  Calzada), aparecen bastantes pueblos de la comarca entre ellos el aljama de los judíos (judería) de  Redesilla del Camino que pagó 800 maravedís (ver el documento al final de este)

Esta cantidad es una de las más altas de todas las villas citadas como pertenecientes al obispado de Burgos, lo que probaría que en Redecilla había una muy considerable comunidad judía, 20 años antes de su expulsión por los Reyes Católicos. Por ejemplo la aljama de los judíos de Burgos pagaron 700 maravedíes; sin embargo los judíos de Grañón pagaron 2.500 maravedíes. 

Conviene recordar que el Tribunal  de  la  Inquisición  se crea 6 años después de la reseña este documento, en 1480. Estamos, pues, en las dos últimas décadas antes de la expulsión de los judíos en 1492 por parte de los Reyes Católicos.

Grande debió ser la judería de Redecilla del Camino[2] puesto que se cita en bastantes documentos, e incluso figura en la exposición permanente que sobre los Judíos en  España está  en  la  Sinagoga  mejor conservada de España,  la del Tránsito en Toledo.

Y de esa presencia aún tenemos alguna huella(¿) arquitectónica en las calles de Redecilla del Camino[3].
Lo que viene a continuación probará que junto con la expulsión de los judíos por supuestas razones religiosas,  hubo otras motivaciones,  las más de las veces económicas, que se ocultaban detrás de una supuesta persecución religiosa...

2.- Tenemos acceso a algunos documentos que reflejan aspectos de cómo eran los judíos de Redecilla, los conversos, y cómo se les intentó quitar sus posesiones.
Todos estos documentos son de la época de la puesta en marcha del Tribunal de la Inquisición e inmediatamente antes o después de que se produjera la expulsión de los judíos; todos están a disposición para un necesario estudio en mayor profundidad en el Archivo General de Simancas:

.- En Burgos, el 29 de Octubre de 1489, el Condestable y Consejo de Castilla da orden a los alcaldes[4] de la villa de Redecilla del Camino, para que don Ça Roete, judío, sea apresado a petición de Pero Sánchez Gordo, vecino de Belorado[5].

.- En Burgos el 12 de Noviembre de 1489 el alcalde de Redecilla recibe orden del Condestable en estos términos "A Martín López, alcalde de Redecilla del Camino, para que prenda a don Ça Ruete, judío, vecino de dicha villa"[6].

.- El 20 de Febrero de 1491 el Consejo de Castilla ordena que don Luis de Velasco  suelte  a  Jaco y Alí, judíos, hijos de don Ça, vecinos de Redecilla del Camino, a los que tiene presos[7]. Dos días después se hace otro emplazamiento a don Luis de Velasco, a petición  del bachiller Pedro Díaz de la Torre,  procurador fiscal, por causa de la prisión de Jaco y Alí, hijos de don Ça Arruet, judíos, vecinos de Redecilla del Camino; y pena en que había incurrido  por  no  enviar  a  tales  judíos ante el Consejo,  ni la razón de por qué les tenía presos[8].

Por lo visto  Luis de Velasco no debió obedecer las órdenes y emplazamientos anteriores, porque en Córdoba el 26 de  Agosto del mismo año,  por parte de los mismísimos Reyes Católicos,  y a petición por carta del judío don Ça Arrot (¿Arruet?) en unión con Jaco, Ali y sus hijos, vecinos de Redecilla del Camino, para que don Luis de Velasco entregue unos judíos que tenía presos, a fin de llevarlos a la Corte[9].

Para entender esto conviene recordar que la mayoría de las aljamas judías pertenecían a la jurisdicción de la corona. O sea dependían directamente de los Reyes, no de las autoridades locales, ni señoriales (ducales...), ni mucho menos de las autoridades eclesiásticas. 
Es claro que la aljama de Redecilla del Camino dependía directamente de la Corona de Castilla.

Está claro que tanto don Luis de Velasco como Pedro Sánchez Gordo, lo que perseguían  no era  a los judíos sino sus posesiones, como lo demuestra la orden  del  Consejo  de  Castilla de 23 de Febrero de 1493 por la que le ordena a don Luis de Velasco que devuelva unas casas y heredades, situadas en su villa de Belorado, “a la conversa María Diez, viuda de Pedro de vecino que fue de Redecilla del Camino, las cuales le fueron donadas por su tío y un hermano al tiempo de la salida de los judíos de estos reinos”[10].

.- En Burgos,  el 10 de marzo 1499 y por parte del Condestable y Consejo de Castilla se da la orden "A los alcaldes y justicias de Belorado, Redecilla del Camino y otros,  que  prendan a don Ça Aralte, judío, vecino de Redecilla, por deudas, a petición de Pedro Sánchez Gordo, merino de Belorado"[11].

-.-.-.
La singularidad de la comunidad judía de Redecilla hubo de haber influido mucho en su éxito social  y económico.  Los datos que tenemos,  aún pendientes  de  mayor  análisis, permiten  afirmar que  la aljama  redecillana fue importante  y su persecución y destrucción final  hubo de influir en la decadencia del pueblo.

Esos conflictos fueron derivados  de  la  expulsión  o de la conversión al cristianismo, y estuvieron aderezadas por la avaricia de no pocos, quienes vieron en la expulsión de los judíos no una pretendida  cuestión  religiosa, sino una forma de hacerse con el patrimonio de los judíos o librarse de la devolución de préstamos otorgados por aquellos.

Esta es la poca documentación que he podido afanar…




[1] Los judíos se organizaron en comunidades locales de carácter autónomo cuya estructura era semejante a la del municipio cristiano. La aljama (en hebreo, cahal; también llamadas conventus en las fuentes cristianas) no sólo era el espacio físico reservado en las ciudades a la habitación de los judíos, sino también la institución que agrupaba a los miembros de la comunidad hebrea local y gobernaba la vida interna de ésta, vigilando el cumplimiento de la ley mosaica y la observancia de las costumbres y prescripciones de la religión. Las primeras noticias de la existencia de aljamas judías datan de fines del siglo XII y principios del XIII. Algunas de las más antiguas son las de Tudela (1170), Zaragoza (1175), Zorita (1215). Los periodos de mayor esplendor de las aljamas castellanas coincidieron con los reinados de Alfonso X el Sabio y Pedro I el Cruel, monarcas ambos que protegieron a la comunidad judía. Enciclopedia Universal DVD ©Micronet S.A. 1995-2005
[2] Angel Rodríguez Herrero , Valmaseda en el siglo XV y la aljama de los judíos  de, (1947).Página 286  Redecilla del Camino (Burgos). Y ver  Documentos acerca de la Expulsión de los judíos de Spain, Sovereign (1479-1504 : Ferdinand V and Isabella I) – 1964. Pags 70 y 560
[3] Por las ventana/celosía del alto de la casa de Abel y por la configuración de su fachada puede que esa casa pudiera considerarse de origen judío, si al menos es una casa muy similar a las de las juderías que conozco; pero es un dato que no puedo probar, y más no sabiendo en qué sitio del pueblo estuvo la judería o aljama dentro o en las proximidades del actual Redecilla del Camino).

[4] Solía haber dos acaldes, uno nombrado por el Rey o el Señor del Mayorazgo, y otro nombrado por el pueblo.
[5] Archivo General de Simancas. Código de Referencia: ES.47161.AGS/1.31.1.1050//RGS,148910,45
[6] Archivo General de Simancas. Código de Referencia: ES.47161.AGS/1.31.1.1004//RGS,148911,151
[7] Archivo General de Simancas.  Código de Referencia: ES.47161.AGS/1.31.1.776//RGS,149102,336
[8] Archivo General de Simancas.  Código de Referencia: ES.47161.AGS/1.31.1.776//RGS,149102,306
[9] Archivo General de Simancas.   Código de Referencia: ES.47161.AGS/1.31.1.638//RGS,149108,119
[10] Archivo General de Simancas.   Código de Referencia: ES.47161.AGS/1.31.1.916//RGS,149303,297
[11] Archivo General de Simancas. Código de Rfer.: ES.47161.AGS/1.31.1.911//RGS,148803,69.


Fuente

domingo, 18 de junio de 2017

Apertura de las Piscinas de Redecilla del Camino, 24 de Junio.

*.- Apertura de las Piscinas:  Desde el día 24 de junio, hasta el 3 de septiembre.

*.- Horario diario desde las 12 horas, hasta las 20 horas

*.- Precio a Bonos de la temporada:
     .- para mayores de 14 años: 32 €uros
     .- para menores de 14 años: 22 €uros

*.- Precios por día
     .- para mayores de 14 años: 3 €uros
     .- para menores de 14 años: 2 €uros

*.- Servicio de Cafetería abierto




sábado, 27 de mayo de 2017

Calzada Romana a su paso por el río Reláchigo.

Fuente: 
Isaac Moreno Gallo. 
Vía Romana de Italia a Hispania, en la Rioja.
 Traianus 2004.

Se produce la intersección entre la Calzada y el río Reláchigo, en el trazado o recorrido que va desde Najera a Cerezo de Río Tirón por lo que fue la calzada romana que unía Astorga con Zaragoza,Tarraco y finalmente con Roma.

La calzada cruzaba el río Reláchigo a unos 1.000 mtrs al sur de Velasco, Herramelluri.

Este cruce tiene una dificultad, y es que presenta un cortado, una barranca que se precipita desde el llano del Glera  hacia el llano del Reláchigo/Tirón, con unos 20 metros de desnivel. Cómo, en tal corta distancia, los romanos salvaron este desnivel y vadearon el río Reláchigo, no lo sabemos.

En el plano, la línea amarilla marca la calzada romana,
y el circulo rojo señala la intersección de la calzada con el río Reláchig
o
Sin embargo por las tazas que aún existen, podemos adivinarlo.

En la parte alta, aún hoy en día se puede adivinar un sistema de rampas en zigzag por la que se baja al nivel del río Áchigo, y en la parte baja un gran entalle artificial en el escarpe del río posibilita el paso en el único punto vadeable de toda la zona. 
La obra que pudieron hacer los romanos no parecería compleja en exceso.





Ha fallecido Isabel García Manero, descansa en paz.

 El día 19 de noviembre ha fallecido Isabel García Manero, nacida en Cerezo de Riotirón hace 89 años,  se casó con el difunto Teófilo (Filo)...