Jesús Puras.
Tenemos en Redecilla del Camino un testimonio de la cultura celta: El
Mayo.
El árbol de mayo en un cuadro de Francisco de Goya. |
El árbol introducía sus raíces en el suelo,
lugar donde residían las deidades que favorecían la fecundidad.
Sus ramas se
alzaban al cielo recibiendo el beneficio de las deidades del viento, de la
lluvia… por eso tenía que ser un árbol singular: el más alto, corpulento, un
buen ejemplar, porque era el árbol al que más habían favorecido las deidades,
pero no lo cortaban; (recordemos cómo los adornan en la zona del Tirol
austriaco: colocan en sus ramas cintas, guirnaldas, en la parte inferior gnomos…).
El pueblo celtíbero se
acercaba y veneraba a este árbol. Aún queda un remanente de estas costumbres en
el Árbol de Navidad con todos sus adornos y villancicos como el O tannenbaun.
Cuando el mundo pagano se va cristianizando cortan y quitan del campo este árbol y lo
colocan cerca de la iglesia para evitar la costumbre pagana.
Los mozos, como muchos recordamos, que sorteaban cada año para el servicio militar, pedía autorización al Alcalde, que autorizaba la saca de un chopo lo más espléndido y tieso posible; ese era el Mayo.
El día 30 de abril, lo talaban, lo limpiaban de ramas y le retiraban la corteza, lo acarraban hasta delante de la torre de la iglesia; y allí se pingaba el Mayo en el empedrado cerca de la iglesia, se convertía en cucaña….
Adornaba la "chuma" algún motivo o premio (pañuelo, banderola...), por si alguien tenía el valor de subir a por él.
El Mayo está así plantado durante todo el mes de mayo.
Finalizado el mes, los mozos quintos retiraban el Mayo, lo vendían..., y con ello se organizaban una merendola
Quizá tengamos que plantar, en rincones perdidos del pueblo,
árboles, para que, con el paso del tiempo, se conviertan en magníficos
ejemplares. Recordad EL Olmo.
Podéis leer más sobre las Fiestas del Mayo aquí