Alguien puede decir que no es guapa nuestra tierra.
Cojo este reportage del blog de El Lío de Abi de Briviesca.
Cascadas de Altuzarra (Santa Cruz del Valle Urbión)
Sabíamos que mucha agua no iban a tener, ya que lleva demasiado tiempo
sin llover, pero no podíamos dejar de visitar el hayedo de Altuzarra y
sus cascadas aprovechando el otoño, aunque este año sea atípico, así que
nos enfilamos para Santa Cruz del Valle Urbión, dejando el coche en
el área recreativa de Zarcia.
Al poco de comenzar a subir hacia Altuzarra, en la ladera de enfrente disfrutamos del primer espectáculo del otoño, una hilera de árboles con su "macedonia" de colores.
Y para cuando nos quisimos dar cuenta ya estabamos en la Majada de las Cabras, un pequeño vergel de helechos.
Descendimos hasta el arroyo de Altuzarra, para llegar a la primera de tres cascadas. La falta de agua era notable.
Aunque en algún rincón del recorrido nos regalaba con pequeños saltos y un remanso de hojas.
Para llegar a la segunda de las cascadas hay que pasar por una pedrera, sin ninguna dificultad.
La segunda cascada, caía como en al primera, osea "ná y menos".
Por la parte izquierda ascendimos, para subir a la parte alta y seguir el itinerario, paso estrecho y con cuidado...
...mirando hacia abajo, tenemos las hayas rectas como ellas solas buscando la luz.
Y en esas estamos cuando llegamos a la tercera de las cascadas, salpicando el agua y paralizandola con un golpe de flash.
Aquí tampoco cae demasiado como era de esperar. Otros años para estas alturas están en su "punto" de agua y con los colores característicos del otoño.
Pero no hay mal que por bien no venga, así que cruzar varias veces el arroyo de Altuzarra se hace mucho mas cómodo y sin peligro de mojarse, aunque una buena ducha de no hacer frío ya apetecía, jejeje.
En este caso hay que "salvarla" por la derecha, para llegar a su parte alta...
...donde una pocita detiene las hojas que caen, antes de precipitarse al vacío.
Seguimos arroyo arriba, bueno lo que queda de él.
Algún pajarillo debe de estar "meando" por arriba, jejejeje.
Y saliendo del hayedo, llegamos a la Majada de Gárrula, donde nos volvimos a encontrar con un grupo de componentes de la Asociación de Montañeros de La Demanda de Pradoluengo, que acababan de almorzar y se disponían a seguir su camino, pero antes intercambiamos saludos y foto de "familia".
.
El sol ya había salido de su escondite y pone en evidencia la suciedad de mi objetivo. Si es que hay que limpiarlo de vez en cuando...
Almorzamos nosotros también al solillo y comenzamos la bajada hacia el Barranco de Abanza.
Este arroyo parece que bajaba un poco mas animado, pero sin pasarse, como en el precio justo.
Puente de madera...
...alfombra de hojas...
...rincones solitarios...
...pequeños saltos de agua...
...reflejos como si se tratara de una acuarela...
...y salimos a cielo abierto, que nos regaló esta paleta de colores.
Una mañana de domingo, tranquila y agradable con un recorrido que sin estar en plenitud, si nos hizo disfrutar de tranquilidad y de rincones bellos.
Al poco de comenzar a subir hacia Altuzarra, en la ladera de enfrente disfrutamos del primer espectáculo del otoño, una hilera de árboles con su "macedonia" de colores.
Y para cuando nos quisimos dar cuenta ya estabamos en la Majada de las Cabras, un pequeño vergel de helechos.
Descendimos hasta el arroyo de Altuzarra, para llegar a la primera de tres cascadas. La falta de agua era notable.
Aunque en algún rincón del recorrido nos regalaba con pequeños saltos y un remanso de hojas.
Para llegar a la segunda de las cascadas hay que pasar por una pedrera, sin ninguna dificultad.
La segunda cascada, caía como en al primera, osea "ná y menos".
Por la parte izquierda ascendimos, para subir a la parte alta y seguir el itinerario, paso estrecho y con cuidado...
...mirando hacia abajo, tenemos las hayas rectas como ellas solas buscando la luz.
Y en esas estamos cuando llegamos a la tercera de las cascadas, salpicando el agua y paralizandola con un golpe de flash.
Aquí tampoco cae demasiado como era de esperar. Otros años para estas alturas están en su "punto" de agua y con los colores característicos del otoño.
Pero no hay mal que por bien no venga, así que cruzar varias veces el arroyo de Altuzarra se hace mucho mas cómodo y sin peligro de mojarse, aunque una buena ducha de no hacer frío ya apetecía, jejeje.
En este caso hay que "salvarla" por la derecha, para llegar a su parte alta...
...donde una pocita detiene las hojas que caen, antes de precipitarse al vacío.
Seguimos arroyo arriba, bueno lo que queda de él.
Algún pajarillo debe de estar "meando" por arriba, jejejeje.
Y saliendo del hayedo, llegamos a la Majada de Gárrula, donde nos volvimos a encontrar con un grupo de componentes de la Asociación de Montañeros de La Demanda de Pradoluengo, que acababan de almorzar y se disponían a seguir su camino, pero antes intercambiamos saludos y foto de "familia".
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El sol ya había salido de su escondite y pone en evidencia la suciedad de mi objetivo. Si es que hay que limpiarlo de vez en cuando...
Almorzamos nosotros también al solillo y comenzamos la bajada hacia el Barranco de Abanza.
Este arroyo parece que bajaba un poco mas animado, pero sin pasarse, como en el precio justo.
Puente de madera...
...alfombra de hojas...
...rincones solitarios...
...pequeños saltos de agua...
...reflejos como si se tratara de una acuarela...
...y salimos a cielo abierto, que nos regaló esta paleta de colores.
Una mañana de domingo, tranquila y agradable con un recorrido que sin estar en plenitud, si nos hizo disfrutar de tranquilidad y de rincones bellos.