Millones de euros de dinero público en ayudas de la PAC van a empresas integradoras de porcino que ya son altamente rentables. Su modelo, a pesar de purines, gases contaminantes y nitratos, sigue creciendo impulsado por las Administraciones.
Casi el 80% de las explotaciones industriales porcinas existentes en España funciona con un modelo de integración vertical. Una empresa, denominada integradora, proporciona los animales, el pienso y la asistencia sanitaria al ganadero. Este se encarga de hacer la inversión en las instalaciones y de criar a los animales en el tiempo estipulado según el contrato. A cambio recibe un pago fijo por cabeza y un porcentaje en función de los rendimientos obtenidos. Por ejemplo, que no muera una cantidad excesiva de animales.
Al principio este modelo, que empezó a generalizarse en España a partir de los años 70, tuvo muchas reticencias en el sector, pero en la actualidad es la forma más habitual de trabajar debido a que muy pocos, a pesar de las ayudas y subvenciones públicas, pueden hacer frente a las inversiones necesarias para comprar y mantener a miles de animales cada año. Competir en este sector es complicado para un ganadero independiente. Es integración o cierre.
"Una explotación pequeña, de las que se hacían hace 40 o 50 años, prácticamente ya están dejando de ser viables económicamente y la mayoría están cerradas o a punto de cerrar. (…) Hoy el futuro es o estás integrado o no hay salida para los que no están integrados. No pueden competir con otros países, con las exportaciones, con las importaciones de cereal, de piensos.
"Al ser grande se ahorran costes en inversiones, en personal, en gastos de energía, de todo. Aquí por ejemplo tienes una cisterna que tienes que comprar que vale un dineral. Pero es que para una pequeña necesitas una cisterna y necesitas un tractor y necesitan cosas que no son tan rentables en cantidades pequeñas.
"Hay que competir con el mundo. Si el mundo produce barato, nosotros tenemos que producir barato. Si no producimos barato, no podemos salir para adelante.
AMADEO AUÑÓN, PROMOTOR DE UNA GRANJA DE PORCINO INTENSIVA
Las grandes integradoras y empresas del sector porcino en España son conglomerados empresariales que aunque partieron de diferentes orígenes, como puede ser un matadero o una fábrica de piensos, en la actualidad están presentes de una u otra forma en toda la cadena productiva. Desde la cría de cerdo a la venta al consumidor a través de marcas comerciales reconocidas por el gran público. Grupo Fuertes, Incarlopsa, Juan Jiménez García S.A, Piensos Costa, Grupo Valls Companys y Grupo Jorge son algunas de las empresas más grandes del país con facturaciones muy superiores a los 100 millones de euros anuales. A su alrededor tienen a miles de granjas asociadas en modelo de integración repartidas por todo el país pero con especial incidencia en los territorios más cercanos a sus mataderos.
Pese a ser altamente rentable, la ganadería porcina intensiva también se subvenciona con dinero público. Las comunidades autónomas han estado concediendo ayudas y fomentando estas inversiones en los últimos años. En 2016, el Gobierno de Castilla-La Mancha incluyó la ganadería intensiva como un sector estratégico en el Plan de Desarrollo Rural (PDR) de la Región con cargo al Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). Entre las ayudas previstas para la creación de empresas por jóvenes agricultores (personas entre 18 y 40 años) se incluyó al porcino de engorde sin ningún tipo de tamaño de la explotación. Dos años más tarde, las ayudas se limitaron en el porcino a 1.000 plazas de cebo o 200 madres. En 2020, la ley de medidas urgentes para la declaración de proyectos prioritarios de Castilla-La Mancha considera la ganadería como un sector económico estratégico para el desarrollo económico de la región.
AYUDAS PAC DIRECTAS E INDIRECTAS AL PORCINO
El sector del porcino tiene diversas vías por las que accede a las ayudas de la PAC. A partir de 2014, Rusia dictó un veto a las exportaciones agrícolas y ganaderas de la Unión Europea como respuesta a las sanciones impuestas por el conflicto con Ucrania. En el sector porcino este veto supuso una caída en los márgenes, lo que derivó en una respuesta por parte de la Unión Europea de establecer una ayuda de la PAC al almacenamiento privado de carne de porcino en los años 2016 y 2017.
59 empresas cárnicas consiguieron en España ayudas de la PAC por valor de 8,8 millones de euros para almacenar sus productos. Entre las primeras empresas que más recibieron se encuentran las empresas líderes del sector porcino como Patel, que pertence al Grupo Valls Companys; El Pozo, del Grupo Fuertes, o Incarlopsa, conocida como 'el carnicero de Mercadona'.
Este tipo de ayuda temporal no es excepcional. En las últimas dos décadas, la ayuda para el almacenamiento privado al porcino se ha otorgado cada vez que se ha producido una caída en la producción o en las exportaciones del sector. En total, más de 40 millones de euros al sector en ayudas PAC desde el año 2000, según el análisis realizado por DATADISTA de los informes del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).
Las grandes empresas integradoras del sector porcino también reciben ayudas asociadas al resto de las medidas previstas en la PAC. Desde el pago básico a inversiones en activos físicos pasando por pago para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, el sector del porcino recibe ayudas vinculadas a otros sectores gracias a la gran diversificación de negocios que practica.
Por ejemplo, la Medida 4 está destinada a inversiones en mejoras tecnológicas, adaptación al mercado, adaptación de costes o ampliaciones de instalaciones. En esta medida no se admiten inversiones vinculadas a la ganadería intensiva.
En los últimos cinco años, las principales empresas del sector como el Grupo Fuertes (El Pozo, Cefusa); Grupo Jorge (Cuarte); Incarlopsa; Grupo Sanchiz (Granja de Ves, Pequechin); Grupo Valls Companys (Patel, Cárnicas Cinco Villas, Cárnicas Frival, Agroturia Agrocesa); Juan Jiménez García S.A y Piensos Costa han recibido más de 20 millones de euros asociados a algunas de las medidas de apoyo de la PAC.
LA GRANJA DE EUROPA
España es la granja de Europa. Desde 2015 lidera el número de cabezas de ganado porcino de la Unión Europea con más de 32 millones de animales. Ese año superó a Alemania como principal productor. En la última decada ha crecido un 27% el número de cabezas de animales en España con especial incidencia en Aragón, Cataluña y Castilla y León. El porcino representa el 14% de la producción final agraria en España y es el principal sector dentro de la ganadería con el 39% de la producción. En 2020, se sacrificaron 56,1 millones de cerdos y se produjeron unos 5 millones de toneladas de carne, lo que sitúa actualmente a España como cuarto país del mundo en producción de carne de porcino por detrás de China, Estados Unidos y muy cerca de Alemania.
La crisis de la peste porcina ocurrida en China en el año 2018 ha convertido a este país en un mercado prioritario para el sector porcino español. En 2020, las exportaciones de cerdo a China aumentaron un 111% mientras que cayeron las exportaciones a países de la Unión Europea. La gran preocupación del sector es lo que ocurrirá con las exportaciones españolas cuando China recupere en los próximos años su cabaña porcina.
Por toda España hay repartidas 88.437 explotaciones de porcino. El 77,83% son de ganadería intensiva, según los datos del Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA). Son explotaciones industriales donde el ganado se encuentra alojado en instalaciones cerradas en las que se alimenta a los animales de manera permanente mediante piensos compuestos. El nivel de tecnificación alcanzado en estas instalaciones permite que una o dos personas puedan gestionar una explotación con miles de cabezas.
Es un sector que ha tendido a la concentración con explotaciones de mayor tamaño. El número de cerdos en España ha aumentado más de un 50% desde 2007 mientras que el número de explotaciones se ha reducido en un 11,17%.
7.200 CERDOS POR EXPLOTACIÓN
En febrero de 2020, se aprobó el Real Decreto 306/2020 para la ordenación de las granjas porcinas intensivas y las explotaciones extensivas. Esta norma, que sustituye a la que estaba en vigor desde el año 2000, clasifica las granjas en función de su producción. Las explotaciones de porcino más pequeñas son las destinadas al autoconsumo. Pueden tener una producción máxima de 3 cerdos de cebo al año. A continuación se encuentran las explotaciones reducidas que no pueden superar los 25 animales de cebo y hasta un máximo de cinco reproductoras. Este tipo de explotaciones se encuentran mayoritariamente en comunidades autónomas como Galicia, Extremadura y Asturias.
Las explotaciones industriales de porcino de mayor tamaño se clasifican en tres grupos en función de su capacidad. Se usa la Unidad Ganadera Mayor (UGM) como equivalencia en función de cada tipo de animal. Por ejemplo, un cerdo de cebo de 20 a 120 kilos equivale a 0,12 UGM mientras que una cerda con lechones hasta 20 kilos equivale a 0,30 UGM. El grupo primero puede albergar hasta 120 UGM, el segundo se eleva hasta las 480 UGM mientras que el tercero aumenta hasta las 720 UGM. Esto supone, por ejemplo, tener capacidad para albergar 6.000 cerdos de cebo entre 20 y 120 kilos de peso en una única explotación. Son las conocidas como macrogranjas.
Pero no es el límite máximo. La norma permite que las comunidades autónomas puedan ampliar las UGM del grupo tercero hasta un 20% adicional. Es decir, 864 UGM, que es el equivalente a 7.200 cerdos de cebo entre 20 y 120 kilos o bien 2.880 cerdas con lechones de hasta 20 kilos por macrogranja. Es lo que ocurre en comunidades como Aragón, Cataluña, Castilla y León o Castilla-La Mancha. En marzo de este año, Andalucía sometió a información pública la orden que permitirá ampliar también esta capacidad.
Entrar en una instalación de estas características supone, por bioseguridad y sanidad laboral, enfundarse en un equipo de protección individual (EPI). Estas explotaciones están sometidas a un riesgo alto de entrada y difusión de enfermedades como la peste porcina.
El proceso de cría y engorde de los animales está tasado al milímetro. En una explotación de cebo, el tiempo que pasa entre que llegan los animales y salen camino del matadero es de unos 100 días. En la fase final de cebo, estos animales encerrados pueden aumentar más de un kilo diario para situarse entre los 85 y 100 kilos de peso. En un año, estas instalaciones pueden hacer hasta un máximo de tres ciclos. Es decir, una macrogranja con capacidad para alojar a 7.200 animales a la vez puede haber albergado en 12 meses hasta 21.600 cerdos.
Las explotaciones destinadas a cerdas reproductoras pueden hacer hasta 2,4 ciclos al año. Cada madre tiene una media entre 25 y 27 lechones al año, según los datos de la Red Nacional de Granjas Típicas para el sector porcino (Rengrati). Esto supone que una macrogranja destinada a la cría con 2.880 madres puede albergar a lo largo de un año a más de 77.000 lechones.
Desde 2007, las explotaciones de tamaño reducido han caído en un 50,71% con la desaparición de 16.587 explotaciones. También han sufrido una caída las del grupo primero con un 25,19%, lo que ha supuesto el cierre de 6.123 explotaciones. Las de mayor tamaño, los grupos segundo y tercero, han crecido un 24,72% y 49,19%, respectivamente.
Más de la mitad de las macrogranjas se encuentran situadas en las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Estas comunidades también concentran casi el 70% de las cabezas de porcino del país: Cataluña (25,71%), Aragón (15,36%), Castilla y León (13,54%) y Castilla-La Mancha (12%), según los datos del Sistema Integral de Trazabilidad Animal (SITRAN).
METANO Y PURINES
La agricultura y la ganadería en su conjunto representaron en 2019 el 12% de las emisiones de efecto invernadero en España. El transporte por carretera y las actividades industriales suponen más del 50% del total. En 2020, con una bajada general de la contaminación debido a las restricciones de movilidad, la agricultura y la ganadería fueron de los pocos sectores que aumentaron sus emisiones en un 1,2% respecto al año anterior.
Entre los gases contaminantes que componen este inventario se encuentra el metano. Es uno de los elementos principales que contaminan el aire en la ganadería. Concretamente el sector porcino representa el 13,7% del total del metano liberado a la atmósfera en España con 211.768 toneladas en 2019.
Un cerdo puede producir hasta cuatro veces más desechos orgánicos que un ser humano. Según la normativa estatal vigente, una cerda con lechones de hasta 20 kilos genera 6,12 metros cúbicos de purines al año, mientras que un cerdo de cebo entre 20 y 120 kilos genera 2,15 metros cúbicos de purines. Es decir, una macrogranja con 7.200 plazas para cerdos de cebo de 20 a 120 kilos puede generar hasta un máximo de 15.480 metros cúbicos de purines. Esto equivale a llenar casi 4,6 piscinas olímpicas.
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Balsa purines de explotación porcina | DATADISTA |
Los purines se almacenan en una balsa exterior. La descomposición de los purines no solo es un problema de mal olor y moscas en la zona. Emiten productos contaminantes como el metano, el amoniaco y otros gases de efecto invernadero como el óxido nitroso. Por este motivo, las granjas de más de 2.000 cerdos de cebo de más de 30 kilos o de más de 750 cerdas reproductoras tienen la obligación de estar dados de alta en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR), según el Real Decreto 508/2007. La normativa vigente que regula este registro solo considera la cría intensiva de aves de corral o de cerdos como sectores contaminantes, lo que deja fuera de este registro no solo a las granjas de hasta 1.999 cerdos de cebo, sino a otras instalaciones que generan gran cantidad de metano y otras emisiones contaminantes como las macrogranjas de vacas.
Los purines que genera una macrogranja se utilizan mayoritariamente como fertilizante en terrenos agrícolas aunque en los últimos años se han puesto en marcha iniciativas para la fabricación de biogás. La cantidad de excrementos que genera una macrogranja supera la capacidad que pueden absorber los terrenos agrícolas alrededor de la explotación, creando un problema de contaminación por nitratos de los suelos y de las aguas subterráneas debido a que el amoniaco presente en el purín se oxida al aplicarse al terreno y se transforma en nitrato.
Es habitual en el sector adquirir parcelas agrícolas que se encuentran cercanas a una explotación porcina para cultivar y poder exparcir parte del purín generado por los animales. La tramitación ambiental de este tipo de explotaciones tiene que venir acompañada de un plan de vertidos de los purines pero la cantidad que generan es tan grande que suelen tener problemas para poder colocar el producto. Aquí es donde entran todo tipo de fórmulas de la llamada agricultura y ganadería circular.
En España, el 22% de las masas de aguas superficiales y el 23% de las subterráneas están contaminadas por nitratos. Es decir, superan los 50 mg/litro, que es el nivel máximo permitido por la OMS. El empleo de abonos en zonas vulnerables a nitratos obliga a llevar a los agricultores un registro de los fertilizantes utilizados y a los ganaderos un registro con los movimientos de purines y estiércol en las explotaciones.
El 2 de julio de 2020, la Comisión Europea envió a España un dictamen motivado por incumplir la Directiva de nitratos, por ese motivo, el Ministerio para la Transción Ecológica está preparando un nuevo Real Decreto sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa producida por nitratos procedentes de fuentes agrarias.
También la Directiva de Techos Nacionales de Emisión establece unos límites máximos de emisiones para España que deben cumplirse desde el año 2010. Entre los contaminantes atmosféricos con limitacion en la legislación europea se encuentra el amoniaco. España nunca ha cumplido con este límite de 353.000 toneladas. En 2019 se emitieron 474.400 toneladas, lo que supone rebasar el límite en un 33%. Del total de amonico emitido por España, 206.300 toneladas, el 43%, es debido a la gestión del estiércol.
La contaminación por nitratos está afectando a las aguas destinadas para consumo humano en poblaciones de toda España, lo que obliga a llevar camiones cisternas con agua potable de forma periódica y clausular las fuentes del municipio. En Aragón, el 5,38% de las zonas de abastecimiento de agua potable ha tenido incumplimientos de nitratos durante el año 2019, afectando a una población de 6.021 personas.
CONSUMO DE AGUA
Un cerdo consume de media unos 12 litros diarios de agua. A esta cantidad hay que añadir la necesaria para limpiar periódicamente las instalaciones. Por ejemplo, una macrogranja con 7.200 cerdos de cebo necesita al menos 31 millones de litros de agua al año. Casi el doble que un municipio pequeño de unos 400 habitantes. Antes de iniciar una instalación de estas características es necesario pedir permiso a las Confederaciones Hidrográficas para la apertura de un pozo y la autorización de extracción sobre el acuífero correspondiente.
EMISIONES DE EFECTO INVERNADERO DE LAS MACROGRANJAS
En España hay actualmente 2.441 granjas de cebo porcino con más de 2.000 cabezas y 861 granjas con más de 750 de madres reproductoras, según los datos recopilados del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR). Solo estas explotaciones emitieron 96.158 toneladas de metano, lo que representa el 45% del total de las emisiones de metano de toda la ganadería porcina en España.
LAS MACROGRANJAS MÁS CONTAMINANTES
Las grandes empresas del sector no solo funcionan en un modelo de integración con miles de macrogranjas a su servicio. También disponen de sus propias instalaciones. Tanto unas como otras se suelen instalar en poblaciones cercanas a los mataderos. Es una cuestión de coste. Un camión puede transportar como máximo 220 cerdos vivos. LLevar una macrogranja de 7.200 cerdos al matadero equivale a utilizar 32 camiones de transporte.
Desde hace más de una década también se utiliza en España el denominado sistema multisitios. Es decir, una concentración de diferentes núcleos de cría y engorde a modo de ciclo completo en pabellones separados a pocos kilómetros uno de otros.
El complejo industrial porcino denominado Finca Dehesa del Rey en el municipio de Castilléjar (Granada) es la macrogranja más contaminante de metano y amoniaco de España. En 2019, emitió un total de 590 toneladas de metano y 240 toneladas de amoniaco. Esta instalación, inaugurada en 2005, está compuesta por 10 núcleos de explotaciones porcinas -7 de ellas destinadas a madres reproductoras- en sistema multisitios con una capacidad conjunta de 8.122,8 UGM.
La segunda explotación de porcino más contaminante de España es la granja Madax en Hellín (Albacete). En 2019 emitió 287 toneladas de metano y 91 toneladas de amoniaco, según los datos del Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR). Esta explotación, formada por 4 núcleos de cebo y uno de recría de lechones, tiene una capacidad máxima autorizada de 4.960 UGM, lo que permite disponer de 17.000 lechones de 6 a 20 kg y 38.500 cerdos de cebo de 20 a 100 kg. Tanto Finca Dehesa del Rey como granja Madax pertenecen a Cefu, SA, una empresa del Grupo Fuertes destinada a la cría y engorde de porcino como suministradora de ganado a El Pozo, otra de las empresas del grupo.
EL CASO DE CARDENETE: UN PROYECTO EN PLENA RESERVA DE LA BIOESFERA
Cardenete es un municipio de la provincia de Cuenca de 485 habitantes censados. Desde 1950 no ha dejado de perder población. Es un municipio dentro de la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel y rodeado de zonas protegidas para las aves. En enero de 2016 no existía ninguna explotación porcina en el término municipal.
En la actualidad Cardenete está rodeado de cerdos. Ese mismo año se inició la instalación de una macrogranja de 6.370 plazas para cerdos de cebo a poco más de un kilómetro de distancia del centro urbano. A pocos kilómetros de allí, en Yémeda, un municipio de solo 22 habitantes censados, se inició el proyecto de dos macrogranjas gemelas de 4.292 plazas para cerdos de cebo separadas entre ellas por 1,4 kilómetros de distancia y a dos kilómetros de distancia de Cardenete y a casi tres de Yémeda. Los vecinos se encontraron con casi 15.000 plazas para animales en menos de un año.
Es todo legal. La legislación estatal permite que las explotaciones porcinas estén situadas a un kilómetro de los centros urbanos y a dos kilómetros de distancia entre granjas del grupo segundo y tercero. Una granja del grupo primero puede estar a un kilómetro de una macrogranja. En Castilla-La Mancha, por ejemplo, la distancia a los centros urbanos se amplió a dos kilómetros en 2018. El problema es que todas las explotaciones que se pusieron en marcha con anterioridad a una menor distancia siguen allí.
Amadeo Auñón, el promotor de la granja de Cardenete inició hace tres años el proyecto de instalación de una nueva macrogranja para 2.100 madres con sus lechones. Esto supone producir 60.000 y 70.000 lechones al año. Auñón comenta en una entrevista con DATADISTA en la propia instalación que solo se quedará para su granja de engorde una pequeña parte de ellos. El resto los colocará en el mercado a través de la integradora.
“Cuando iniciamos este proyecto, mi familia y yo, lo iniciaríamos aproximadamente hace seis años, los permisos se obtuvieron en un plazo de unos seis meses aproximadamente y hace tres años, tres y medio, creo que son ya tres y medio, iniciamos el otro proyecto de la granja de madres y durante estos tres años y medio yo no he dejado de luchar de batallar con la administración pública, con ayuntamiento, con todos los organismos competentes que entran en acción en estos temas. (…)
Pero la administración pública, cuando tocamos con ellos, tanto Confederación, Medio Ambiente, bien por presión de la sociedad bien por lo que sea, lo papeles no avanzan, la tramitación.
“Que a la ciudadanía se le molesta algo con los olores? Pues me parece bien que se quejen si se les molesta un poquito. Desde aquí pido disculpas pero es mi trabajo y es la vida de mi familia esto. Y de muchas personas más que están detrás de todo esto.
AMADEO AUÑÓN, PROMOTOR DE UNA GRANJA DE PORCINO INTENSIVA
La macrogranja de Amadeo Auñón en Cardenete se encuentra situada en el denominado polígono ganadero. Una infraestructura pública urbanizada que llevaba más de una década sin uso. La idea era generar empleo en el municipio mediante producción intensiva. En 2016 seguía siendo un solar. La empresa promotora compró el suelo al Ayuntamiento. Según explica Auñón, al estar urbanizada no necesitó hacer un pozo ya que la acometida para un sondeo de agua y la acometida eléctrica ya estaba realizada.
El alcalde de Cardenete, Francisco José Cocera (PSOE), explica por correo electrónico la posición del Ayuntamiento frente a estas instalaciones. Cree que es la mejor forma para que sus palabras no se malinterpreten. "La instalación se creó en un polígono ganadero existente y tuvo la declaración de impacto ambiental positiva por parte de la Junta de Comunidades, por lo que difícilmente podíamos oponernos a su instalación: una instalación legal, con impacto ambiental positivo y que cumplía con los requisitos establecidos para ello, ubicada en un polígono ganadero, suelo creado y destinado principalmente para este fin".
El alcalde cree que focalizar el problema en este municipio es echar por tierra "el enorme impulso y la fuerte inversión que estamos haciendo en los últimos años en infraestructuras y promoción turísticas." "Parece ser que estáis dando la sensación de que las instalaciones porcinas están única y exclusivamente ubicadas en esta localidad, que huele a cerdo a todas horas y que nuestros acuíferos están totalmente contaminados, cuando, como habrás podido comprobar, apenas se nota. No solo hay granjas porcinas en Cardenete; también las hay en Mira, en Landete, en Carboneras, en Villanueva de la Jara, en el Villar de Domingo García, en Fuentes, en Iniesta, en Talayuelas.... en multitud de municipios con muchísimas más cabezas que en Cardenete, municipios que también apuestan por el turismo y en los que esta actividad es totalmente compatible con otros sectores económicos."
Mila Herreros es concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de Cardenete. También es la coordinadora de la plataforma de Pueblos Vivos Cuenca en el municipio. Esta plataforma inició en febrero un crowdfunding para poder hacer frente a los gastos legales para luchar contra la instalación.
"Ahora estamos mirando con mucho recelo el futuro más inmediato y a medio-largo plazo que es el tratamiento de nuestras aguas. Cardenete es un lugar, es un pueblo con mucho acuífero, con mucho recurso de agua y eso nos preocupa notablemente.
(…) Estamos en el río Cabriel, en uno de sus meandros. A 1,8 kilómetros de este lugar está proyectada la granja de madres. El río Cabriel es considerado uno de los más limpios de Europa y por eso nosotros lo vemos como un recurso primordial especialmente para el turismo.
MILA HERREROS, CONCEJAL DEL PP EN EL AYUNTAMIENTO DE CARDENETE Y COORDINADORA EN EL MUNICIPIO DE LA PLATAFORMA DE PUEBLOS VIVOS CUENCA
Esta investigación ha sido elaborada por DATADISTA siguiendo exclusivamente criterios periodísticos. El proyecto se ha desarrollado a lo largo de siete meses de trabajo en los que se han analizado y extraído los datos de los anuarios del Ministerio de Agricultura desde el año 1986, año de entrada de España en el Mercado Común; de la Encuesta de Superficie y Rendimientos de Cultivos (Esyrce) desde 2005 y los planes hidrológicos de tercer ciclo, incluidos los esquemas de temas importantes (ETI) en el momento de su exposición a consulta pública. Así mismo se han extraído y analizado los datos individualizados de beneficiarios de ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) entre 2016 y 2020. DATADISTA ha realizado más de una treintena de entrevistas tanto telefónicas como sobre el terreno.
Esta investigación ha sido apoyada por la European Climate Foundation y Por Otra PAC. La responsabilidad de la información y los puntos de vista expuestos en esta investigación recae en los autores. La European Climate Foundation no se hace responsable del uso que pueda hacerse de la información contenida o expresada en el mismo.
Medio colaborador eldiario.es