miércoles, 16 de marzo de 2022

"Juntos por el Campo", 20 M RURAL, Manifestación 20 de Marzo, 11 horas.

 El 20 M Rural se presenta como una cita histórica que reunirá por primera vez a sectores como el de la agricultura, la ganadería, la caza, la pesca y otros muchos relacionados con el mundo rural, pero también a muchos otros afectados por las políticas de las distintas administraciones autonómicas, gobierno central y las instituciones comunitarias (UE).



La gran manifestación en defensa del mundo rural sigue sumando apoyos con la incorporación de Cooperativas Agro-alimentarias de España al Comité de organización y planificación. Ésta es la segunda adhesión, después de que la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE), que representa a más de 700.000 regantes y más de dos millones de hectáreas, confirmara que también acudirá a las movilizaciones.

De esta manera, estas dos organizaciones se unen a ASAJA, COAG, UPA, Oficina Nacional de la Caza (ONC), Real Federación Española de Caza (RFEC), Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), Alianza Rural y todas las entidades que las conforman, bajo el lema “Juntos por el Campo”. 

Esta gran movilización llenará las calles de Madrid para que la sociedad en general escuche las necesidades del campo y muestre su apoyo para que el Gobierno preste más atención y cuidado necesario a quienes ocupan el 84% del territorio. En definitiva, para que la sociedad apoye un mundo rural vivo, en el que el campo sea un espacio para vivir dignamente y sea comprendido y valorado en las áreas.

 POR MUNDO RURAL VIVO.

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La España Vaciada se suma a esta convocatoria con este manifiesto:

UN MUNDO RURAL VIVO CON POLÍTICAS 
QUE AFRONTEN LA DESPOBLACIÓN 
Y REVIERTAN LOS DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES
  • Unos servicios públicos de calidad en el mundo rural, que garanticen la igualdad entre los ciudadanos.
  • Con centros de salud abiertos y transporte sanitario adecuado a hospitales.
  • Con colegios e institutos y programas educativos de calidad y que atiendan el emprendimiento en el mundo rural.
  • Con una política de vivienda para el mundo rural que ofrezca posibilidades para quienes deseen vivir y rehabilite el parque de viviendas que se están deteriorando.
  • Con un sistema de transportes adecuado al mundo rural.
  • Con servicios de telecomunicaciones e Internet.
  • Con centros y personal de atención a las personas mayores.
  • Con guarderías y oferta de educación infantil.
  • Con medidas que ayuden a la conciliación familiar.
  • Una política del Estado que adapte las políticas públicas en el mundo rural y a los pequeños municipios de las áreas despobladas con:
  • La creación y desarrollo de un MECANISMO DE GARANTÍA RURAL que adapte las leyes y políticas públicas al mundo rural, evitando los efectos negativos de las mismas e incorporando medidas desde la visión del mundo rural.
  • El diseño y aplicación de una normativa de administración local específica para los pequeños municipios: el ESTATUTO del PEQUEÑO MUNICIPIO. Una norma adaptada a la realidad con la que se vive y se trabaja, que es una necesidad urgente en la medida en la que, por ejemplo, actualmente las ayudas europeas se quedan en municipios medianos y grandes por la falta de posibilidades para llegar a solicitarlas, en forma y plazo, desde los más pequeños.
  • Una política de igualdad para el mundo rural que empodere a la mujer rural, facilitando el emprendimiento y las oportunidades para superar la brecha salarial, y erradicando la violencia y los miedos.
  • Una red de infraestructuras que permita la accesibilidad física y los servicios
  • Mejora de las infraestructuras para garantizar el modelo 100/30/30.
  • Vertebración territorial apoyada en la modernización del tren convencional, en la subsanación de los déficits históricos de la red de autovías y en la mejora de las carreteras de las comarcas despobladas.
  • La digitalización de la vida social, de los servicios y de las actividades económicas de la España despoblada

  • 100 Mbps simétricos en la red de banda ancha en todos los pueblos.
  • Prioridad en la instalación del 5G en las zonas rurales para revertir el abandono y aislamiento en comunicaciones.
  • Ayudas a la digitalización de las actividades económicas
  • Formación en destrezas digitales
  • Una política de desarrollo para luchar contra los desequilibrios territoriales y contra la despoblación mediante:
  • Facilidades a la implantación de actividades que diversifiquen la economía del mundo rural, como la economía digital y del conocimiento.
  • Aplicación de las ayudas al funcionamiento de las empresas autorizadas por la Comisión Europea  en las zonas afectadas por la despoblación.
  • Una fiscalidad diferenciada
  • Una agencia de desarrollo territorial que impulse proyectos tractores y apoye el emprendimiento en el mundo rural.
  • Una política de despliegue de energías renovables que ofrezca beneficios a las comunidades locales, que priorice la generación distribuida y que sirva de motor al desarrollo de las comarcas afectadas.
  • Una transición energética justa.
  • El reconocimiento de las labores de custodia del territorio y una nueva relación de efectos positivos entre el territorio, las pequeñas y las grandes ciudades.
  • Una política agraria justa que atienda a las explotaciones familiares.

  • Agricultura y ganadería como sustento del mundo rural.
  • Garantizar unos precios justos de los productos agrícolas y ganaderos
  • Reconocer la cultura agroganadera y promover su conservación y tradición
  • Un plan de modernización y renovación del sector, haciendo énfasis en la formación de jóvenes agricultores y ganaderos
  • Defensa de la ganadería extensiva, tradicional que garantiza un producto de calidad y sostenible.
  • Una PAC digna cuyos beneficios recaigan mayoritariamente en los trabajadores directos, sin desigualdades.
  • Defensa de una política de regadíos adaptada al futuro del sector agrario, que apueste por la eficiencia en el uso del agua e incluya la inversión en modernización de regadíos.
  • Que las importaciones de productos agrícolas y ganaderos cumplan la normativa que se exige a la producción en España y el resto de la Unión europea.
  • Defensa del cooperativismo agroalimentario para mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas.
  • El desarrollo de comunidades energéticas a través de las cooperativas agrarias
  • Defensa de un modelo de caza sostenible integrado en el desarrollo rural, como actividad económica, medioambiental, social y cultural tradicional. Elaboración de un plan cinegético adecuado para mantener controlada la población animal salvaje, garantizando un control sanitario y una protección de las especies amenazadas.



martes, 15 de marzo de 2022

II Concurso de Relatos del Medio Rural, convoca la Mancomunidad OCA-TIRÓN.

"II Concurso de Relatos del Medio Rural" ya está en marcha.

El Iº, el pasado, lo ganó Natí, de Avellanosa de Rioja.

Plazo inscripción: 27 de mayo de 2022.


Categorías:
.- Infantil (12-18 años) y
.- adultos (19 años en adelante).

Premios: 3 en ambas categorías

Organiza: Mancomunidad Oca-Tirón.




'Proyecto de trazado y construcción de terminación. Autovía A-12, del Camino de Santiago, en el tramo: Ibeas de Juarros – Burgos'.Licitación para la redacción del

 El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha licitado por 1,2 millones de euros un contrato de servicios para la redacción del 'Proyecto de trazado y construcción de terminación. Autovía A-12, del Camino de Santiago, en el tramo: Ibeas de Juarros – Burgos'. 14/03/2022.


Tras la resolución del contrato de obras de este tramo en 2021, el objetivo de este contrato de servicios es definir los trabajos pendientes de ejecutar y actualizar el proyecto a la normativa y situación actual.

El nuevo tramo de autovía supondrá una notable mejora en la comodidad, seguridad y tiempos de recorrido para gran parte de los viajeros de los 10.000 vehículos diarios que actualmente circulan por la carretera N-120. Se mejorará también la conexión de AP-1 (libre de peaje), A-1, N-120 y la propia A-12 mediante un gran enlace que resuelve todos los movimientos entre estas vías.

Con este proyecto se reducirá sustancialmente el tráfico que soporta la travesía de Castañares y su área industrial, actualmente regulada por semáforos, ya que la nueva infraestructura captará el tráfico de largo recorrido. Se aliviarán por tanto las molestias que ello supone para sus vecinos y para los peregrinos del camino de Santiago.

Mitma está impulsando el desarrollo de la Autovía A-12, del Camino de Santiago, que conformará un eje de alta capacidad entre Logroño y Burgos. A dichos efectos, hay que destacar que actualmente se encuentra en ejecución el tramo comprendido entre Santo Domingo de la Calzada y Villamayor del Río, en Burgos y La Rioja, cuya finalización quedaría completamente en servicio la A-12 a su paso por el territorio riojano. 

jueves, 10 de marzo de 2022

Vulnerabilidad socioambiental en la España Rural, Investigación SEVeRas.

RESULTADOS ENCUESTA SOBRE VULNERABILIDAD SOCIOAMBIENTAL 
EN LA ESPAÑA RURAL 

Daniel Gaitán-Cremaschi 
Sergio Villamayor-Tomás 
Esteve Corbera Elizalde 
Diciembre, 2021 



Este documento presenta los principales resultados de la encuesta sobre vulnerabilidad socioambiental en la España Rural, que forma parte de la primera fase del proyecto SEVeRas coordinado desde la Universidad Autónoma de Barcelona y financiado por La Fundación La Caixa. 
El proyecto tiene como objetivo evaluar qué territorios comarcales rurales de España son más y menos vulnerables al cambio climático, la despoblación rural y la globalización del comercio agropecuario y forestal, tres de las principales problemáticas del mundo rural. 
El objetivo último es mejorar las políticas de desarrollo rural, ajustándolas a las necesidades de cada territorio.
En el marco de este proyecto se impulsó una encuesta para conocer la opinión de los actores
involucrados en el desarrollo rural sobre estas tres problemáticas y de qué modo consideran que los
territorios rurales podrían hacerles frente.
En este sentido, la encuesta se centró en tres grandes preguntas:
1. ¿Cómo se manifiesta el cambio climático, la despoblación rural y la globalización del comercio
agropecuario y forestal en los territorios comarcales rurales?
2. ¿Qué características socioeconómicas y ambientales hacen a los territorios rurales más vulnerables
al cambio climático, la despoblación rural y la globalización del comercio agropecuario y forestal?
3. ¿Qué recursos hacen que esos territorios puedan responder mejor a éstas y a otras amenazas?

lunes, 7 de marzo de 2022

Los bosques del Barranco de Artaso.

En los Montes de Ayago, cuya vertiente al río Glera llaman Montes de Suso, existen múltiples variedades de configuraciones de los suelos, las rocas, la floresta, cárcavas, escorrentías, paúles, manantiales, riajales...
Lo que aquí no ofrece la web Silvestres Ezcaray es una descripción del bosque que acompaña al menos espectacular Barranco de Artaso, de Ojacastro, que desde Urdanta y Todeluna asciende hasta casi la linde de la jurisdicción de Redecilla del Camino.

Silvestres Ezcaray, Blog,
Superficie Forestal de La Rioja,
Montes de Ayago,
Sierra de La Demanda,

Enclavado en el municipio de Ojacastro, encontramos el desconocido barranco de Artaso. Un pequeño torrente que desagua su flujo hídrico hacia la margen izquierda del río Oja o Glera, aguas abajo de la mencionada localidad. La quebrada orografía que presenta este montaraz paraje riojano, permanece sutilmente camuflada entre la espesura de sus bosques frondosos. Una dilatada masa forestal que tapiza por completo las vertientes solanas y umbrías de este arbolado pie de monte demandés. A medida que nos adentramos a lo largo de su restringida cuenca fluvial, rumbo oeste, vamos notando como el  fondo de su valle se va haciendo cada vez más estrecho y abrupto, hasta quedar encajado entre escarpados muros de roca sedimentaria. Y es que en sus tramos más accidentados, las verticales paredes que jalonan el barranco de Artaso llegan a superar los diez metros de caída.

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Panorámica de las fragas húmedas de Artaso, en primavera, al inicio de la brotación foliar. 

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Vistas del barranco a mitad de verano, con su magnífico arbolado reverdecido y lustroso. En verde oscuro tenéis los hayedos, colonizando las vaguadas y fondos de valle húmedos y sombríos, mientras que en verde cano podemos contemplar la marcada distribución que establecen los melojares, ocupando las cabeceras y topografías convexas, más soleadas y secas. 

Este modelado topográfico es frecuente en toda la zona media del río Oja, correspondiéndose con la presierra demandesa, y es motivo de la composición lítica que en origen ostentan gran parte de sus suelos de aluvión. Si ahondamos en la naturaleza de su gea, podemos descubrir como el basamento o los cimientos sobre los que se erige dicha comarca, se hallan constituidos en su mayoría por conglomerados sedimentarios de origen Terciario. Como ingrediente primordial de esta clase de litología encontramos gravas, integradas por cantos rodados de diversas dimensiones, a la vez inmersas en una matriz arenosa, poco coherente y suelta. Dicha circunstancia geológica propició una importante acción erosiva, generalizada en tiempos pasados, cuando la cubierta vegetal del entorno se encontraba muy diezmada por la acción del hombre y sus ganados, lo que favoreció el desarrollo de profundos “tajos” o “barrancas“. A través de los mismos, durante las épocas de crecida y fuertes lluvias, se canalizaban arrolladores torrentes de agua. Al mismo tiempo, auspiciadas por un considerable desnivel altimétrico, sus desbordantes corrientes iban socavando, arrancando y trasportando ingentes masas de piedra y sedimento. A vueltas, rodando barranco abajo. Disolviendo y seccionado progresivamente los frágiles márgenes que procuraban reconducir el cauce fluctuante del arroyo de Artaso, hasta convertirlos en la quebrada garganta que podemos apreciar hoy en día, cubierta y camuflada ya de vegetación colonizadora. 

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Perfil edáfico del barranco de Artaso tras ser disuelto y disgregado por la acción erosiva del agua. En la sección vertical pueden apreciarse un afloramiento de gravas con diferente granulometría, incrustadas inestablemente en un masa de arena fina y suelta. 

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Increíbles paredes verticales flanquean la barranca de Artaso. Gravas, aglomeradas con arena, constituyen los frágiles sedimentos geológicos que cimentan el pie de monte de la Sierra de La Demanda riojana. Estos conglomerados de borde de cuenca, forman un sustancial relieve geológico a caballo entre las cumbres del Sistema Ibérico y las llanuras del Valle del Ebro, extendiéndose de este a oeste por gran parte de la región. 

La importancia de este espacio natural radica en la extensión y estado de conservación que atesoran sus inmensos bosques caducifolios. Sus dominios forestales superan las 300 ha de superficie

En la umbría, empezamos observando un tipología de rebollar húmedo que conforma un bosque mixto de gran valor y riqueza florística, en el se entremezclan, además de robles: avellanos, cerezos silvestres, fresnos, arces y tilos. El estrato arbustivo es muy variado. En el mismo comparten hábitat acebos, madreselvas, rosales silvestres, espinos, boneteros, hiedras y brezos. Esta evidente pluriestratificación, medida en niveles, resulta encomiable; pues sirve para conectar la cadena de múltiples biotopos que se reparten entre las copas de los árboles y el suelo del bosque, aumentando con ello la prosperidad y valía biológica de este  ecosistema natural. Entre las hierbas vivaces destacamos las especies nemorales, adaptadas a vivir en los espacios más frescos y sombríos, bajo el sotobosque de fronda: Viola riviniana, Primula acaulis, Sanicula europaea, Lilium martagon, Doronicum plantagineum, Scilla lilio-hyacinthus, Asperula odorata, Melica uniflora. El grupo de los helechos cuenta con grandes y vigorosos representantes, acantonados a menudo sobre las paredes húmedas y rezumantes del barranco, lo que confiere al terreno una sugerente impronta selvática primaveral. Por su parte, la proliferación masiva de líquenes y musgos, abrazando troncos, ramas y piedras por doquier, nos indica unas excepcionales condiciones de pureza y calidad del microclima ambiental. 

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La riqueza botánica del bosque mixto húmedo, con  su verdor y frondosidad, sobrecoge al visitante primaveral. 

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Turgentes alfombras de musgo revisten luminosamente los fustes de estos viejos robles rebollos.

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En los reductos más frescos y resguardados, el estrato liquénico, presidido por líquenes, ostenta una notoria representación dentro del biotopo forestal. En esta imagen preinvernal, podéis valorar como los líquenes llegan a cubrir una cuantiosa porción del dosel arbóreo.

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Algunos representantes de la flora nemoral umbrófila: Doronicum plantagineum, Aperula odorata y Viola riviniana

Los hayedos se encuentran en franca expansión, ganando terreno a costa del rebollar, al que va desplazando y ahogando con el paso del tiempo. Las hayas, comienzan por ocupar las vaguadas más umbrías y húmedas de las laderas, para más tarde ir invadiendo cerros y divisorias, regenerándose eficazmente a la sombra de otras especies. Gracias a esto, en este paraje podemos observar las diferentes etapas que componen la vida de un hayal. Desde sus primeras fases de colonización, en las que sus brinzales forma arboledas mixtas en compañía de otras especies, hasta los últimos estadios de madurez, representados por vetustos ejemplares supervivientes, solitarios, y, a menudo, en avanzadas condiciones de decrepitud. La observación de hayas mochas o descabezadas, con aparentes vestigios de ramaje horizontal y muñones en sus nudos, evidencia que el bosque pudo encontrarse más aclarado y tratado en tiempos pretéritos. Asemejándose a una dehesa. Posiblemente al estar vinculado a antiguos aprovechamientos silvopastorales, ligados a la extracción comunal de maderas y leñas, al carboneo o a la voraz ganadería extensiva. 

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La vistosidad y contraste del hayedo primaveral, copiosamente regado por las lluvias, rivaliza con sus más afamados tonos cromáticos otoñales. 

En un tramo del desfiladero, podemos observar una incipiente tejeda, que cuenta con varias decenas de jóvenes pies que crecen guarecidos sobre los farallones del cantil. En el fondo húmedo del barranco contamos con poblaciones relictas de la ciperácea Carex flexuosa y del arbusto Viburnum opulus, denominado Mundillo o Bola de Nieve, no citado por ahora en ningún otro punto del valle del Alto Oja. 

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Pequeños regatos intermitentes alimentan las corrientes que fluyen por la barranca del Artaso. 

A nivel forestal, la solana de Artaso se halla algo más deteriorada que la umbría. Está cubierta por un dilatado rebollar de aspecto denso e intrincado, donde se cuentan demasiadas cepas con pies puntisecos y envejecidos, esquilmadas por la sobreexplotación de antaño. Los desbroces y claras selvícolas son necesarios para mejorar la estabilidad y grado de salud de ésta y de otras valiosas masas autóctonas de robledal presentes en la ibérica riojana, en concreto en todo el Medio Oja, descapitalizadas tras el abandono de usos agroforestales. En la desembocadura del barranco, en una solanita abrigada, se extiende la única formación de encinar que todavía perdura en la zona montañosa del Oja, apenas supera las 10 ha de terreno. Sin ir más lejos, el fito-topónimo de Artaso tiene su origen en la voz vasca “arte-artadi“, que significa encina. Lo que sin género de duda hace honor, desde antiguo, a su pequeño bosquete de encinas oscuras. 

Todo esto y mucho más podemos contarte acerca del mágico e inexplorado Bosque de Artaso ¿Existe un mejor lugar para hacerlo que en mitad de dicho bosque?  

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viernes, 4 de marzo de 2022

¡Los riojanos de Burgos o los burgaleses de La Rioja!

A raíz de la publicación reciente en el Diario de Burgos del artículo "Los riojanos de Burgos o los burgaleses de La Rioja", en el que se habla de determinante "De Rioja"  de Villoria( y de otros pueblos burgaleses de la comarca, como Avellanosa de Rioja , Sotillo de Rioja, Quintanilla del Monte en Rioja...), traigo un pequeño comentario sobre ese proceso de creación en la provincia de Logroño y el deseado o no por los vecinos de los pueblos que estuvieron "yendo y viniendo" de la nueva provincia de Logroño a la vieja provincia de Burgos, durante 15 años; hasta que al final se quedan lo que está por llamar, por oficializar o por desechar u odiar, como se quiera o no llamarnos "Rioja y/o/tal vez Riojilla Burgalesa".
El problema de los nombres en esta comarca es muy serio y lamentable, porque sin nombre no somos aunque existamos: no sabemos si somos de la Sierra de la Demanda puesto que por lo que aparece Sierra de la Demanda únicamente y oficialmente se aplica a la Demanda en su cara Sur: La Demanda en su cara norte "parece que no es Demanda".
 Esto viene a cuento de lo que dice Antonio en el Diario de Burgos que reproducimos abajo: 
Yo he sido concejal y subía a Burgos a hacer algún papel y cuando decía 
que era de Viloria de Rioja me decían que ese pueblo no existía
que me fuera a Logroño a hacer los papeles. 
Así que sólo estuve cuatro años en política. Con eso digo todo"

 Lamentablemente Antonio tiene razón: para una parte de la materia gris de la capital provincial, esta comarca no existe, la desconocen...; eso explica muchas cosas, y, tarde o temprano, puede fomentar el desapego de quien ignora tu existencia y tus necesidades.... 

Pero no todo es atribuible a la capitalidad provincial: En nuestra contra están la dejadez en conocer nuestra historia, la falta de participación de la vida social, la envidia y acaparamiento de bienes del común, la falta de compromiso en la defensa de nuestro territorio, de los bienes y servicios comunales, exigencia de nuestros derechos...

A continuación un breve comentario sobre la organización provincial del s.XIX y luego el articulo del Diario de Burgos.


El proceso de Organización en provincias del s. XIX, en esta zona de frontera entre Rioja y Burgos.

La España del s. XVIII estaba dividida en “Provincias e Intendencias y subdividida en Partidos, Corregimientos, Alcaldías mayores, Gobiernos políticos y militares, así de Realengos como de Ordenes, Abadengo y Señoríos”...

Con ese panorama tan anárquico las Cortes de Cádiz deciden hacer una reorganización territorial de España... Además  de esa variedad de tipologías y de dependencias administrativas, unos territorios estaban mezclados con otros, no había continuidad geográfico/administrativa.

La reestructuración del Estado llevada a cabo en el Trienio Liberal aprobó la provincia de Logroño, constituyéndose oficialmente a comienzos de 1822. Aquella 1ª provincia de Logroño contaba con un mayor territorio: Rioja Alavesa, Riojilla burgalesa, parte del norte de Soria, algunos municipios de la Ribera navarra y la localidad de Tarazona. 

Pero la reacción absolutista de Fernando VII en 1823 acabó con los planes del Trienio Liberal y en octubre de ese mismo año se volvió a la división anterior. 

Fue el 30 de noviembre de 1833, con la llegada de nuevos liberales tras el fallecimiento del rey. Javier de Burgos, Ministro de Fomento, diseñó un nuevo mapa provincial para intentar resolver la secular atomización del Estado. Se aprueba una demarcación similar a la actual, en la que Redecilla y comarca está dentro de la nueva provincia de Burgos. 

Pero en 1836 Redecilla del Camino vuelve a la provincia de Logroño, y,  por fin,  el Decreto de 24 de Febrero de 1837 vuelve a la delimitación de 1833, que es en la que ha permanecido[2]

Está claro que el Decreto de  1822 no tuvo efecto, y es por lo que el Decreto de 30 de Noviembre de 1833 se considera como la fecha real del cambio y constitución definitiva de nueva provincia de Burgos, y de la 1ª provincia de Logroño conocida hasta esa fecha, (y no como dicen en el Diario de Burgos de estos días)

Hubo un periodo de 15 años de implantación de la organización territorial de España, en los que se estudia, se consulta... las nuevas fronteras provinciales. 

Hubo diversos proyectos previos de división y en  los primeros  la mayoría de los pueblos de la comarca actual se incorporaban a la nueva provincia de Logroño. Esto se puede apreciar en el proyecto de divisoria de 1822, y se ve en el mapa adjunto: De Belorado para abajo inicialmente se incorporaban a la provincia de Logroño.

Pero fueron los pueblos de actual partido de Belorado los que se desmarcaron de esa pretensión riojanista, y solicitaron salir de ese proyecto de provincia de Logroño, e integrarse en la nueva provincia de Burgos. Ya en 1821, al menos Belorado y Cerezo de Río Tirón, se desmarcaron de la incorporación a la nueva provincia de Logroño y solicitaron por carta a las Cortes que el partido de Belorado permaneciera en la provincia de Burgos.  

F. Javier Díez Morrás intenta explicar esta opción: “Quizá fue la definitiva elección de Logroño como capital de la provincia una de las razones que provocó ese deseo por formar parte de Burgos[3].

Cabe recodar que  hasta el año 1833 Redecilla del Camino y comarca estuvo incardinado en el partido de Sto. Domingo de la Calzada, que a su vez pertenecía la enorme provincia de Burgos que comprendía parte de Palencia, la actual Burgos y parte Logroño actual y territorios de la actual Soria.

 

web bermemar.com

Mapa riojanista, composición patriótica al uso.
Estos tampoco parecen conocer bien el territorio,
porque a  Redecilla del Camino lo colocan más/menos en Valmala o en Sta. Cruz de V.U.

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[2] Agustín Merino Sánchez. Mapas de la Rioja de 1572 a 1850.

[3] F.Javier Díez Morrás, La ciudad de Sto. Domingo de la Calzada y la creación de la provincia de la Rioja. Fayuela, Rev. de Estudios Calceatenses nº 3 y 4, Sto.Domingo de la Calzada 2007/08, pags. 243 y 252.



R. Pérez Barredo 

Hace ahora 200 años que un Real Decreto delimitó la provincia, entonces llamada Logroño, que incluía pueblos que hoy se hallan en Burgos: Belorado, Pradoluengo, Cerezo de Río Tirón, Redecilla... En algunos como Viloria, ese pasado en su propio nombre.

Antonio y José Ignacio, vecinos Viloria de Rioja. - F-: Patricia
Al rico solete de febrero se está solazando José Carlos camino de su preciosa casa de Viloria, pueblo que lleva 'de Rioja' como apellido no sólo por la cercanía con la vecina región, o porque tiene características geográficas similares a ésta, sino porque hace ahora doscientos años formaba parte, al igual que localidades burgalesas más grandes como Belorado, Pradoluengo, Redecilla del Camino o Cerezo de Río Tirón, de la recién nacida provincia entonces llamada Logroño. "Aquí hay mucha más relación con La Rioja que con Castilla. Vamos más de compras a Santo Domingo de la Calzada o a Haro que a Belorado o a Burgos. Antes, los más antiguos de aquí decían: Haro, París y Londres. Lo que no encontrabas en Haro, no lo encontrabas en ningún sitio". Sonríe José Carlos. En sus palabras no hay crítica ni rencor para con Burgos. "Yo me siento castellano y vivo en Castilla, pero nos sentimos muy cercanos a La Rioja".

El nacimiento de la provincia de Logroño se aprobó por las Cortes en enero de 1822. El decreto recogía, claro, los límites de este territorio, y describía así cuáles eran estos en su zona occidental: Empieza en el origen del Neila; atraviesa por el Este de Huerta de Arriba y Oeste de Canales hasta encontrar el origen del Nagerilla, desde cuyo punto continúa por el puerto de la Demanda a encontrar el origen del río Tirón, cuya derecha sigue hasta Belorado; y pasando por el Este de este pueblo, Loranquillo, Quintanilla de San García, Valluércanes y Villartilla, va a encontrar las lomas que vierten al Tirón hasta que en Pancorbo encuentra los Montes Obarenes y por ellos sigue hasta terminar al Sur de Nuestra Señora de la Herrera.

"Mucha gente que pasa por aquí se extraña cuando se entera de que esto es provincia de Burgos. Al llamarse Viloria de Rioja creen que están en La Rioja. Pero estamos en Castilla y León, es así", cuenta Carmina, la mujer de José Carlos, riojana de nacimiento por más señas. Un estruendoso pitido irrumpe en la luminosa mañana de febrero. Es el panadero recorriendo las calles de la cuna de Santo Domingo de la Calzada, cuya presencia y recuerdo dominan el centro del caserío: aún son visibles los carteles de la celebración en 2019 del milenario del nacimiento de aquel hombre de fe, a la sazón uno de los principales impulsores del Camino de Santiago. También hay pancartas que reivindican que la ruta jacobea atraviesa este pueblo, cuestión sobre la que existe todavía hoy mucha controversia, para profundo lamento de los vilorianos.

"Toda la vida ha pasado por aquí el Camino", tercia en este punto José Ignacio, alcalde del pueblo, cuyo discurso es bastante más vehemente que el de otros vecinos respecto de la importancia de la relación y sentimiento de pertenencia a una región y a otra. "Si Viloria perteneciera a La Rioja, como dice su propio nombre, este sería otro pueblo. Estamos abandonados y olvidados por la provincia de Burgos. No quieren hasta quitar el Camino de Santiago. No es que me sienta más riojano que burgalés, pero sí que estamos muy olvidados por Burgos. ¡Pero si llevamos cincuenta años pidiendo un carril lento para la Pedraja! Es una vergüenza. La Rioja hace más por nosotros que Castilla y León. Vergonzoso", apostilla José Ignacio.

Mira José Ignacio junto a otro vecino, Antonio, el mapa de 1822 que incluye a la hoy llamada (mal llamada) Riojilla Burgalesa dentro de la provincia de Logroño. "¡Cuánto mejor nos hubiera ido de haber quedado así el mapa!", suspira el regido. Tercia Antonio que esa zona limítrofe de Burgos es una suerte de Treviño a la riojana. "Yo he sido concejal y subía a Burgos a hacer algún papel y cuando decía que era de Viloria de Rioja me decían que ese pueblo no existía, que me fuera a Logroño a hacer los papeles. Así que sólo estuve cuatro años en política. Con eso digo todo", subraya Antonio.

Apenas una década. En 1822, el territorio riojano y sus municipios se hallaban bajo dependencia de las provincias vecinas, siendo principalmente Burgos y Soria a donde todos los administrados debían de rendir cuentas, con todo lo que ello suponía de trastorno por cuestiones de distancias y desplazamientos. Así fue como nació la provincia de Logroño. Pero esa división apenas duró algo más de una década, ya que en 1833, con Francisco Javier de Burgos como ministro de Fomento, se realizó la nueva división provincial, quedando aquel Logroño con unos límites similares a los que representa hoy la región de La Rioja (exactamente lo mismo pasó con la provincia de Burgos, claro). Álava y Navarra presionaron para que, aludiendo a conceptos históricos -la partición en provincias según la antigua división en reinos de España y no por naturalidad geográfica-, hizo que se inclinara la balanza y La Rioja se quedara con aquellas localidades que hoy forman parte de Burgos, Soria y Álava.

Aquella división racionalizada del territorio español no tenía otro objetivo que uniformar y centralizar el Estado para que el Gobierno actuara de una manera más rápida y eficaz en todo el territorio. Así, España quedó dividida en 49 provincias y 15 regiones. Hubo leves modificaciones posteriores hasta la más importante, que se produjo en la década de los 80 del siglo XX, con los Pactos Autonómicos.

miércoles, 2 de marzo de 2022

Ganadería entre árboles: una fórmula perfecta, silvopastoralismo.

 Hoy vamos a hablar en ‘Bosques para Siempre’ del pastoreo de ganado extensivo dentro de bosques (silvopastoreo). Y es que vacas, cabras y ovejas también se alimentan entre robles, castaños, pinos, fresnos y hayas. Incluso los cerdos comen bellotas entre masas arbóreas más cerradas que la dehesa de encinas y alcornoques dispersos que nos viene enseguida a la mente. Estudios y expertos resaltan la importante capacidad para secuestrar carbono y mitigar los efectos del cambio climático que tiene esta actividad, sin olvidar la de prevenir incendios gracias al manejo constante del sotobosque. Nos vamos a conocer a ganaderos y ganaderas que practican el silvopastoreo en diversos puntos de España. 

Ganadería Cobrana. Somiedo.Asturias.
Ver también;  Silvopastoralismo, una actividad imprescindible en la transición a un modelo ganadero sostenible


“No tiene mucho sentido que si mis vacas pastan en las brañas más altas donde no hay árboles tenga derecho a ayudas de la PAC (Política Agrícola Común de la Unión Europea) y si lo hacen entre estas hayas pierda ese derecho”. Abordaremos en este artículo esta contradicción, en especial en un país como el nuestro, que reparte bosques muy diferentes por doquier. Ahora el paseo con Diego Cobrana entre montañas asturianas pide escucharle atentamente mientras se disfruta hacia arriba de las cumbres afiladas del valle de Somiedo y alrededor de una densa vegetación entre las que sus vacas buscan sobre todo la hierba.

Diego Cobrana es uno de los no más de 15 ganaderos del valle, y cuenta con una cabaña formada por más de 200 vacas de la raza asturiana de los valles. “A partir de abril o mayo, según como venga el año, las subiremos a las brañas (los pastos y prados situados a mayor altura), pero ahora pastan entre cualquier tipo de vegetación que tenemos más abajo, por ejemplo entre hayas, donde siguen comiendo hierba y algunas hojas caídas”, afirma este joven ganadero continuador de una tradición familiar de varias generaciones. Sus reses también se mueven entre fresnos, acebos y serbales de los cazadores, dos especies estas últimas apetitosas para un conviviente salvaje de las vacas, el oso pardo. “El oso no ataca, a veces algunos jóvenes simulan ataques como juego, y lo vemos porque subimos casi a diario a ver al ganado, porque el que sí puede hacer daño es el lobo”, apostilla Cobrana.

Pasamos de vacas a cabras, a las 50 de razas autóctonas (del Guadarrama y guisanderas) que Irene Jara y Mario de Castro tienen entre pinares del abulense valle del Tiétar. Las conozco bien porque, entre otras cosas, degusto casi a diario los quesos que elaboran con su leche desde Al Sur de Ávila, y comparto enseguida con ellos la inquietud que te entra al ver cabras comelotodo entre un denso pinar. “Ahora las tenemos entre pinos”, explica De Castro, “y se comen hasta los líquenes de los troncos, y es cierto que ramonean y comen los pinos más jóvenes, pero yo digo que por cada uno que comen plantan ocho con sus excrementos; piensa que de los cerca de tres kilos de estiércol que echa al día, dos se quedan en el bosque”.

Más biodiversidad y menos cambio climático con el silvopastoreo

No obstante, como apuntaba Diego Cobrana y ahora corroboro entre los cabreros de Santa María del Tiétar, resulta esencial un buen manejo del ganado entre bosques para que no haya un excesivo pastoreo que afecte a la capacidad de regeneración de la vegetación. “Tenemos un rodalillo (de rodal, conjunto de árboles que se diferencian de los dominantes en ese terreno) de castaños dentro del careo (las 60 hectáreas donde pastan) donde hasta diciembre comen incluso los erizos que cubren las castañas, y en verano las bajamos hacia los pastizales, a por la hoja del fresno, pero casi siempre son ellas las que van buscando el pasto más apropiado; es como si nos pastorearan ellas”, apuntan estos ganaderos también jóvenes. Este ir y venir entre bosques con pastos favorece incluso la salud de las cabras: “No las desparasitamos porque ellas mismas, cuando lo necesitan, tiran más del enebro; piensa que el aceite de miera de este árbol sirve para ese fin”.

Hay otra cuestión importante que surge en la conversación con Mario de Castro e Irene Jara: “Últimamente ha crecido mucho la zarza, la jara y la retama y las cabras regulan muy bien este sotobosque; además, hemos notado una mayor presencia y diversidad de aves desde que nos asentamos aquí”. Hablaremos de las dehesas más adelante, pero sobre este beneficio del silvopastoreo para la biodiversidad, la Estación Biológica de Doñana (EBD/CSIC) acaba de dar a conocer un estudio científico que ha liderado en el que subrayan: “Los paisajes adehesados del suroeste de la península ibérica, gracias a que mantienen usos agro-ganaderos tradicionales y ricas poblaciones de ungulados salvajes, atraen buitres leonados procedentes de toda España y Francia”. Y concluyen: “Las dehesas ibéricas son claves para la conservación de las grandes aves carroñeras del sur de Europa”.

Más sobre beneficios ambientales, porque documentándome para este artículo di con otro que redunda en esta cuestión, en los valores en pro de la biodiversidad, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático que aporta el silvopastoreo. Lo escriben en The Conversation José A. Reque, profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, y Almudena Gómez-Ramos, profesora titular de Economía, Sociología y Política Agraria de la Universidad de Valladolid. De entrada me quedo con esta frase: “Una promoción racional a nivel mundial del silvopastoralismo puede llevar a un secuestro de CO₂ del orden de 26 a 42 gigatoneladas. Su potencial es superior al de la reforestación”.

Lógicamente, hablan de evitar los riesgos del sobrepastoreo, que pueden provocar fenómenos erosivos, pero también de dos esenciales provocados por no contar y valorar como se debe a la ganadería extensiva entre bosques: incendios y despoblación rural. Con base en recientes estudios publicados en revistas científicas, Reque y Gómez-Ramos recuerdan: “La combinación de vegetación herbácea de ciclo anual y fuerte potencial de regeneración, intercalada con vegetación leñosa con potentes sistemas radicales capaces de explorar suelos profundos, supone una opción excepcional para el secuestro y fijación de carbono”. Uno de esos trabajos recopiló datos de 86 estudios para concluir que, en promedio, se produce un mayor secuestro de carbono en el suelo en sistemas agroforestales clasificados como silvopastoriles que en el resto.

Trashumancia en Salas de los Infantes, Burgos. Foto: Javier Rico.

“Somos a la ganadería lo que la artesanía a la industria”

Del estudio científico al estudio de campo. Nos lo muestran Clara Rubio y Antonio Valencia entre robledales de roble melojo y castañares repartidos entre los pueblos salmantinos de Montemayor del Río, Colmenar de Montemayor y Peñacaballera. Tienen 40 vacas, más sus crías, de razas avileña negra ibérica, limusina y charolesa, y comparan “el robledal donde pasta nuestro ganado, que aporta el doble valor de un pasto controlado más un bosque sano y cuidado, y ese que ves a no más de cien metros con una vegetación cerrada en la que no se puede entrar y los árboles están mucho menos sanos”. Advierten más cosas: que esto “sí fija población y fija el paisaje” y algo inherente al bienestar animal en la ganadería extensiva, que “queremos ver a nuestras vacas a gusto, porque un animal hormonado y que sufre no produce en condiciones”.

A medida que nos adentramos en estas conversaciones regreso al artículo de Reque y Gómez-Ramos en The Conversation: “El imparable despoblamiento del medio rural y el mal funcionamiento de la cadena de valor, que no permite remunerar adecuadamente la actividad al ganadero, cuestiona a día de hoy la continuidad futura de la ganadería extensiva”. “Y no digamos entre bosques”, añaden Rubio y Valencia. “Nosotros somos a la ganadería lo que la artesanía a la industria”, prosiguen, “y somos conscientes de que nuestros filetes son más caros que los procedentes de explotaciones intensivas, pero también queremos que se valore y reconozca lo que hacemos por conservar todo esto, que no se nos meta en el mismo saco”. Y, como con Diego Cobrana en Somiedo, vuelve a surgir la queja de que estos bosques cuenten como superficie forestal no pastable y se les excluya de las ayudas de la PAC.

Esperando a una PAC más comprometida con los pastos entre bosques

Dentro de la PAC existe un coeficiente de admisibilidad de pastos (CAP) por el que se otorgan ayudas a la ganadería extensiva. Ese CAP, basado fundamentalmente en imágenes de satélite, descarta que se pueda pastar en determinadas masas boscosas muy densas, con mucha pendiente y afloramientos rocosos y, por consiguiente, que se opte a las ayudas, situación que afecta negativamente a una orografía diversa e irregular como la española. “Y lo peor es que esto no cambia sustancialmente con la nueva PAC”, señala Javier Alejandre, técnico de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). “Es el problema de haber cambiado el modelo de pago y basarlo en la superficie en lugar de en el número de reses, o de no tener en cuenta la capacidad de regeneración de los pastos. Solo los eco-esquemas incluidos en esta programación de la PAC y la demostración, mediante alegaciones individuales, que tradicionalmente un tipo de ganadería ha aprovechado pastos entre bosques, pueden parchear esta situación”, concluye Alejandre.

A simple vista se podría decir que a la dehesa no le afecta ese CAP, sobre todo a aquellas con un arbolado más disperso y en terrenos muy llanos. Sin embargo, desde colectivos como la Federación Española de la Dehesa y la Fundación Savia denuncian constantemente la injustica de que gran parte de la dehesa se quede fuera. En algunas de estas dehesas más cerradas terminamos el viaje. Primero con Helena Escaño, hija de ganaderos que tiene claro que “todos somos dehesa: los pastos y los árboles, los animales y las personas”. Estamos en Cortegana, Huelva, con una ganadería de porcino en ecológico y con denominación de origen Jabugo que pasta entre alcornoques, encinas y quejigos. Incluso hay olivar y parcelas con huertas y cultivos de alfalfa y guisante, para que se consiga una rotación agro-ganadera sostenible.

¿Y si el jamón de Jabugo también es FSC?

“En la dehesa el objetivo no es que el cerdo engorde, sino que aproveche a fondo la montanera”, explica Escaño. Justo ahora estamos en plena montanera, momento de la caída de la bellota que solía empezar en septiembre (“el cambio climático cada vez la altera más y empieza más tarde”, se queja Escaño) y se prolonga hasta febrero. Aquí también recuerdo a los cabreros del Tiétar y el efecto antiparásitos del enebro: “En verano comen alfalfa y calabaza, que tiene propiedades antiparasitarias”, me dice esta joven ganadera. En la finca Montefrío de Cortegana también disponen de alojamientos rurales. “Es una manera de poner más en valor lo que hacemos, pero también de difundir y compartir conocimientos en torno a la agro-ganadería ecológica”, concluye Escaño.

La última parada en tierras onubenses da algunas claves para terminar con esperanza este periplo silvopastoral, sobre todo en lo relativo a poner más en valor y diferenciar en positivo esta ganadería extensiva. “Al igual que he conseguido la certificación forestal FSC para la madera o el corcho, ahora estamos trabajando para que las setas y los jamones, que ya tienen la DO Jabugo, puedan tener el sello FSC y darle aún mayor valor añadido al producto”. Así lo cuenta José Joaquín Suárez, ganadero pero sobre todo impulsor de numerosas iniciativas para revalorizar este tipo de dehesas, por ejemplo a través de la Asociación de Dehesas Ecológicas (Adeheco) o la Fundación Agroecosistema.

En el artículo de The Conversation resaltan lo necesario de estas líneas de apoyo “a través de un distintivo de calidad en el producto –como pueda ser un sello de sostenibilidad– o bien a través de apoyos directos al ganadero por los beneficios generados. En este sentido deben ser citados aquí los exitosos programas de empleo de ganado en régimen de pastoreo controlado para reducir el combustible vegetal en zonas estratégicas y prevenir así incendios forestales: las ovejas bomberas”. O las cabras bomberas, como destacamos recientemente en El Asombrario. “Tampoco verás que sale una llama de estas dehesas”, afirma Suárez, al que cogemos igualmente en la montanera y con un ganado muy diverso que favorece ese “cortafuegos” tan especial: “Ahora el cerdo ibérico es el rey de la dehesa, las ovejas me las llevo a un olivar para que lo dejen limpio y las vacas a zonas con menos densidad de arbolado; luego las pasaré a la dehesa, para que se coman las bellotas que han dejado los cerdos”.

martes, 1 de marzo de 2022

“No debemos aceptar sin más que la agricultura intensiva forma parte del orden natural de las cosas”

 “Europa está tan inundada de estos patógenos industriales como cualquier otra parte del planeta”.
La agroindustria empresarial solo tiene éxito si externaliza los costes de su producción en todos los demás: 
agricultores, consumidores, gobiernos, animales de granja, fauna local… 
Todos absorben los costes y los daños de la producción para que estas empresas puedan obtener beneficios. 
Una laguna de estiércol estalla y produce una muerte de peces en un río local. 
¿Quién paga? La empresa no
En el mejor de los casos suele recibir una pequeña multa, si es que la recibe. 
Los millones de euros en daños y limpieza los pagan los vecinos y 
los gobiernos de todas las jurisdicciones, desde la ciudad local hasta la Unión Europea.


Investiga la propagación geográfica y la evolución de los agentes patógenos en el sector de la agroindustria. ¿Qué hemos aprendido, por ejemplo, de la gripe aviar o la covid-19 en este sentido?

Con la pandemia de los dos últimos años aprendimos que cuanto más se propaga un patógeno a través de una variedad de entornos, más rápida y prolífica es su evolución. Hemos asimilado que, con el fuerte aumento del comercio internacional de aves de corral y cerdos, la cría industrial desempeña un papel muy relevante en la propagación de las gripes aviar y porcina, así como de otras enfermedades. Cuanto más se extienden estas gripes, más se promueven nuevas cepas y evolucionan sus  adaptaciones moleculares.

¿Cómo se comportan las distintas cepas de gripe aviar que han ido apareciendo?

Las cepas H5Nx que se propagaron por Europa y EE UU hace un par de años cambiaron de nicho ambiental. Pasaron de golpear zonas de producción extensiva de pollos –características de la producción mayoritariamente minifundista– a lugares de producción intensiva de pollos, poblaciones humanas urbanizadas y horticultura gestionada. Esto significa que estas nuevas cepas parecen estar cada vez más adaptadas a la producción avícola industrial, cerca de los centros urbanos.

El H5Nx también evolucionó para infectar mejor a las aves de corral industriales. La proteína hemaglutinina pasó de unirse específicamente a los receptores de los intestinos de las aves acuáticas, a expandirse hacia los receptores que se encuentran en las gargantas de las aves de corral. Eso significa que el virus podría infectar ahora a una gama más amplia de especies huésped, incluidas las aves de corral que la agroindustria mundial cría por miles de millones. La cría industrial desempeña un papel muy relevante en la propagación de las gripes aviar y porcina, así como de otras enfermedades

¿Es posible la resiliencia ecológica en un contexto como este?

No debemos aceptar sin más que la agricultura intensiva forma parte del orden natural de las cosas, como el oxígeno que respiramos o el suelo bajo nuestros pies. La producción de este tipo impulsa cada vez más la deforestación y la aparición de enfermedades. No encontraremos la resiliencia ecológica hasta que acabemos con la agricultura industrial tal y como la conocemos.

¿Cómo se consigue?

La resiliencia necesita la agrobiodiversidad en la granja de paisajes alimentarios que la producción industrial rechaza por principio. Apoyar una diversidad de ganado y aves de corral en cualquier granja produce los cortafuegos inmunitarios que impiden que los patógenos mortales evolucionen hacia la infectividad y virulencia, y que acaba con toda la base económica agrícola de una región. Sin embargo, la producción industrial depende de la deslocalización de la cría para obtener características morfométricas homogéneas como el crecimiento rápido o mayor tamaño.

¿Cuál es el papel de los agricultores?

Solo se puede producir un paisaje alimentario ecológicamente resistente devolviéndoles la autonomía. Los agricultores deben ser capaces de tomar decisiones sobre lo que es mejor para sus tierras y comunidades.  No encontraremos la resiliencia ecológica hasta que acabemos con la agricultura industrial tal y como la conocemos

En el libro Grandes granjas, grandes virus habla de que el contexto socioecológico y político es fundamental para explicar cómo las grandes explotaciones permiten la proliferación de los virus. ¿Por qué?

Una vez más, no podemos llevar a cabo las prácticas agrícolas que encajonan a los patógenos más mortíferos sin devolver a las comunidades agrícolas locales la toma de decisiones. Estamos hablando de resiliencia socioeconómica comunitaria, de economías circulares, de fideicomisos de tierras comunitarias, de redes cooperativas de suministro integradas, de justicia alimentaria, de reparaciones y de revertir traumas históricos de raza, clase y género.

En contraposición con la agroindustria.

Esta depende de la transformación de las agriculturas en economías industriales, convirtiendo la tierra y la comunidad en mercados de escala, organizados en torno a los beneficios que se obtienen en sedes corporativas a cientos de kilómetros de distancia. Si queremos impedir la aparición de patógenos, en primer lugar, hay que retroceder más hacia lo que se denominan economías naturales. Tales sistemas solo funcionan cuando se permite a los lugareños ajustar la estrategia agrícola y la planificación regional a las realidades de la tierra y de la mano de obra en tiempo real, en lugar de mantenerlo para los intereses de los beneficios corporativos trimestrales.

¿Qué ocurre con el bienestar animal?

Los animales de granja se tratan como clases de activos sujetos a volatilidades de precios. En consecuencia, la cría, el nacimiento y el desarrollo se inclinan logísticamente para servir primero a las proyecciones de mercado. Las cerdas industriales que están a punto de parir, por ejemplo, son sacrificadas en masa antes o después del parto mediante una histerectomía terminal. Se les retira el útero y se les coloca en cunas húmedas o se les rocía con un antiséptico antes de extraer los lechones de su envoltura uterina.

A continuación, los lechones se aíslan y, en algunos casos, se les induce médicamente a un destete precoz. Estamos hablando de las medidas extremas que toma la agroindustria para evitar cambiar el mismo modelo de negocio que seleccionan muchos de estos patógenos. No podemos estudiar la evolución y la propagación de los microorganismos sin incluir las realidades de los contextos socioecológicos y políticos en los que están evolucionando. Una laguna de estiércol estalla y produce una muerte de peces en un río local, ¿Quién paga? La empresa no. En el mejor de los casos, suele recibir una pequeña multa. Los millones de euros en daños y limpieza los pagan los vecinos y los gobiernos

En el caso de los residuos y los problemas que generan, también señala que son las poblaciones locales las que pagan las consecuencias de este tipo de producción. ¿Cómo podemos hacer para que las industrias contaminantes paguen las consecuencias?

La agroindustria empresarial solo tiene éxito si externaliza los costes de su producción en todos los demás: agricultores, consumidores, gobiernos, animales de granja, fauna local… Todos absorben los costes y los daños de la producción para que estas empresas puedan obtener beneficios. Una laguna de estiércol estalla y produce una muerte de peces en un río local. ¿Quién paga? La empresa no. En el mejor de los casos suele recibir una pequeña multa, si es que la recibe. Los millones de euros en daños y limpieza los pagan los vecinos y los gobiernos de todas las jurisdicciones, desde la ciudad local hasta la Unión Europea.

¿Qué propone entonces?

Devolver los costes externalizados a los balances de las empresas garantizaría que los causantes de los daños pagaran por ellos. Una intervención de este tipo también acabaría con la agroindustria tal y como la conocemos. Y eso no es malo. Hay modelos de producción de alimentos perfectamente razonables y ya bien elaborados que pueden alimentar al mundo y devolver a la humanidad –y a nuestra producción de alimentos– a la matriz ecológica de la que depende nuestra especie.

¿Son soluciones reales?

Sí, si la gente se organiza lo suficiente para actuar en consecuencia. De lo contrario, caemos en la trampa de lo que se conoce como “ecopragmatismo”. No podemos cambiar las cosas a menos que las corporaciones y la clase política que ha comprado estén de acuerdo con ello. Si eso sigue siendo así, todo está perdido. Muchas de las infecciones protopandémicas que ya circulan –las gripes, el ébola, los coronavirus, la gripe porcina africana, etc.– estallarán globalmente, y mucho antes que los cien años que separaron a la gripe de 1918 de la covid-19.

Usted señala que hay varias propuestas para garantizar la seguridad alimentaria con paradigmas alternativos y ambientalmente sostenibles. ¿Cuáles de estas propuestas le parecen más razonables y eficaces a corto plazo?

El tiempo se ha comprimido. La supervivencia a corto plazo requiere ahora pensar a largo plazo. De lo contrario, nos quedamos con el pensamiento que nos colocó en múltiples precipicios medioambientales y epidemiológicos. Llevará tiempo salir de una producción de alimentos dirigida por el capital que está destruyendo el mismo planeta que necesitamos para regenerarlos para muchas generaciones más. La alternativa que mejor funcione depende de una serie de circunstancias específicas de cada comunidad: la disponibilidad de agua, el tipo de suelo, la demografía o temas culturales.

También habla de las diferentes formas de tratar la agroindustria entre EE UU y en Europa. ¿Qué diferencias existen?

Europa se felicita a sí misma por no ser EE UU. Es verdad que este país y China están a la vanguardia de las tecnologías y prácticas de producción industrial -me vienen a la mente los campus de los hoteles para cerdos en China- pero, a riesgo de pintar las cosas con una brocha demasiado gruesa, Europa se esfuerza en gran medida por seguir el ritmo. El continente está tan centrado en orientar las prácticas agrícolas en direcciones que aumentan el rendimiento y reduciendo la agrobiodiversidad que, en última instancia, favorecen la evolución y la propagación de patógenos mortales. Como resultado, Europa está tan inundada de patógenos industriales como cualquier otra parte del planeta.

¿Me puede dar algún ejemplo?

Me viene a la mente es el Grupo Alimentario VION, de propiedad holandesa y alemana, con sede en los Países Bajos, la mayor empresa porcina europea. En contraste con el modelo cooperativo de Danish Crown, en el que los ganaderos son propietarios de la empresa, VION opera con el modelo americano de integración vertical. Es decir, subcontrata la producción a ganaderos de los Países Bajos y Dinamarca. Estas empresas han facilitado la concentración del mercado mediante adquisiciones horizontales de competidores directos.

¿Y de buenas prácticas?

Existen ejemplos de éxito en todo el mundo. La agroecóloga política Jahi Chappell escribió sobre Belo Horizonte, la ciudad brasileña de 2,5 millones de habitantes que desarrolló un sistema alimentario regional. Este método subvencionaba a los agricultores de la periferia para que cultivaran alimentos de forma agroecológica, protegiendo los bosques locales y suministrando a los residentes de la ciudad alimentos nutritivos en los mercados de barrio y en los restaurantes municipales, de los que se eliminaron los intermediarios usureros.

Con el apoyo del gobierno mexicano, los indios zapotecas desarrollaron una silvicultura certificada como sostenible y controlada por la comunidad. El pino de la llanura se vende al gobierno estatal, y los productos acabados, incluidos los muebles, se producen en una fábrica local. La cooperativa oaxaqueña reinvierte sus beneficios en la empresa, en la preservación del bosque y en sus trabajadores y la comunidad local. Así se mantienen las pensiones, una cooperativa de crédito y viviendas para sus hijos que estudian en la universidad.

La Federación de Uniones de Grupos de Agricultores de Níger –con más de 62.000 miembros, más del 60% mujeres y una cooperativa que opera a escala– les ofrece formación, banco de cereales, tiendas de insumos, líneas de crédito, servicios de ahorro, consulta, defensa y radio comunitaria. Antes de esto, al desmantelarse las cooperativas estatales, los agricultores solo podían consumir sus cosechas o venderlas a comerciantes con los que acumulaban enormes deudas.

Son iniciativas esperanzadoras…

Hay muchos más ejemplos de este tipo. Es como si hubiera todo un mundo ahí fuera, aparte de Europa, EE UU y su huella colonial en el mundo. Está claro que, con un gran esfuerzo, estos modelos son algo más que pruebas de concepto localizadas. Pueden ampliarse o, mejor aún, escalarse hasta abarcar el bienestar de millones de personas.


*Rob Wallace, Doctor en biología y pionero en filogenia molecular,  ha centrado sus investigaciones en la evolución y propagación de patógenos y su relación con la economía y la agricultura. Autor del libro “Grandes granjas, grandes virus”, editado en español por Capitán Swing, contrapone las prácticas dañinas de la agroindustria, como los intentos de producir pollos sin plumas, con las de cooperativas, donde hay una implicación de agentes locales y una resiliencia ecológica.

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