martes, 3 de mayo de 2011

Un año sin Delibes

Tres de los inolvidables personajes creados por Miguel Delibes le envían sendas cartas.
Es el emotivo homenaje que los alumnos de Secundaria y Bachillerato del IES “Gil y Carrasco” de Ponferrada rinden a quien, tras un año de ausencia, permanece presente y vivo en su obra y en nuestro recuerdo. Daniel “el Mochuelo”, Nini y Azarías, personajes de sus obras, recuerdan a su creador en ese cabo de año de su muerte.
Sus personajes son de pueblo: honrados, sencillos y bondadosos; visten con boina, con cazadora y con botas, y nos hablan de los decires de nuestra tierra.
Seres que nos van desentrañando la realidad rural del paisaje castellano y que hemos rescatado con este trabajo para que a través de la carta, técnica de expresión universal, busquen el diálogo con su autor y creador.

Sí, con Miguel, que ha sido el que los diseñó y los convirtió de personajes ficticios en populares e inmortales y que reivindica el mundo rural que está en trance de desaparecer, pero que él eleva a su mayor grandiosidad. Personajes que se convierten en agentes de la acción, portavoces de su creador y seres humanos de ficción que aportan mucho al mundo novelesco de Delibes y que se convierten de personajes anónimos en héroes literarios, gracias a la maestría plumífera de su autor.

Como objetivos de la experiencia nos planteamos rendir un merecido homenaje a un escritor representativo de la literatura española y de la comunidad de Castilla y León, cuya obra a lo largo de más de 50 años ha servido para conocer las cosas sencillas y naturales que forman el entorno de nuestro territorio; comprobar como sus relatos sobrios, humildes, serenos claros y atractivos pintan con maestría la tierra castellana y leonesa; conocer y valorar la importancia de su obra para enaltecer la lengua castellana por todo el mundo; fomentar la lectura entre el alumnado de Secundaria y Bachillerato de obras relevantes del autor como muestras destacadas de nuestro patrimonio cultural, y, desde luego, disfrutar la lectura de las obras de Delibes como una forma enriquecedora de su saber cultural, etnográfico y popular.



El “pintor” de Castilla
Si el cielo de Castilla es alto es porque lo habrán levantado los campesinos de tanto mirarlo

Miguel Delibes nació en 1920 en Valladolid. Estudia Comercio y modelado en la Escuela de Artes de su ciudad natal. En 1941 comienza a trabajar como dibujante en el periódico “El Norte de Castilla” del que llegó a ser director en 1958.
A modo de rápido bosquejo establecemos las fechas clave en la vida de este castellano-leonés universal:
1945. Obtiene la plaza de catedrático de Derecho Mercantil en la Escuela de Comercio de Valladolid.
1946. Se casa con Ángeles Castro, que se convierte en la otra mitad de sí mismo.
1974. Muere su esposa, con la que había tenido siete hijos.
1975. Es nombrado académico de la RAE.
1983. Recibe el Premio Cervantes.
1984. Se le concede el “Libro de Oro” de los libreros españoles por ser el autor del año. Recibe también en Premio de las Letras de Castilla y León.
2010. Fallece en Valladolid a los 89 años.

Profesor, periodista, novelista, viajero de Castilla y León y de todo el mundo, Delibes es también cazador. “Soy un cazador que escribe antes que un escritor que caza”, así se califica él.
Pero ante todo es un castellano de tierra adentro, que ha pasado más de ochenta años pintando su tierra y disfrazándose de otros: seres como el Mochuelo, Lorenzo el cazador, el viejo Eloy, Azarías, el señor Cayo, Paco el Bajo, Quico, etc., personas que son él en diferentes circunstancias... Han marcado su vida y quizá la nuestra. Son parte de la vida del autor, y ¿no son también la nuestra o la de nuestros antepasados?

Cartas

Primera carta:
Daniel “el Mochuelo”, protagonista de “El Camino” (1950)

Estimado padre Delibes:
Soy Daniel, “el Mochuelo”, ese niño que lo mira todo como si estuviese asustado. ¿Cómo se te ocurrió la idea de sacarme de mi precioso pueblo para enviarme a una gran urbe “a progresar”, como decía mi padre? ¡Qué destemplanza la noche anterior a mi viaje! Por mi mente comenzaron a pasar recuerdos de mi vida: Roque, “el Moñigo”, Germán, “el Tiñoso”, el cura, Don José, y la Mica: ¡oh, qué hermosa era la Mica Delibes! Con ella descubrí lo que es ese cosquilleo que, a veces, te oprime el pecho. Pero, ¡cómo cambian las cosas! Mira que luego la Mica ya no me importaba y prefería a la Uca.


Y es que todo cambia, ya lo decía mi padre: ¡irás a estudiar a la ciudad y te harás un hombre de provecho! Pero yo prefería mi vida en el pueblo, trabajando con mi padre en los quesos. Marchando a la ciudad, perdí una parte de mí. No sabes que profundo era el hueco que me invadía.


Pero hay que seguir un camino. Ya lo decía Don José, el cura: “todos tenemos un camino marcado, a veces duro, pero eso no quiere decir que no sea el correcto”. El camino de algunos se ve truncado, como el de Germán, y el de otros se desvía. Yo me sentí como si hubiese perdido para siempre la orientación del camino que el Señor me tenía marcado.


Como dice el gran Don Antonio Machado: “caminante no hay camino, se hace camino al andar y al andar se vuelve la vista atrás y se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”.


Te deseo que tu camino del más allá sea largo y duradero.


Daniel, “el Mochuelo”


Segunda carta:
Nini, Protagonista de Las Ratas (1962)

Mi buen amigo Delibes:
Soy Nini. Me gustaría saber la razón por la cuál decidiste que yo, un chiquillo de apenas diez años, fuese el protagonista de una de tus obras más destacadas donde reflejaste la miseria que vapuleaba a la Castilla rural.


Aún siendo sólo un niño, acudían a mí, todos esos pobres lugareños, en busca de la sabia respuesta a sus más profundas preocupaciones. ¡Cuántas veces tuve que decirles cuando debían sembrar o recoger la cosecha!. Y es que, como bien sabes, ¡qué duro era en aquella época arrancar el sustento de la tierra y cuantos disgustos ocasionaba!.


Recuerda al tío Ratero que pasó toda su vida racaneando para hallar una pieza más que vender. “Las ratas son mías”, repetía de forma obstinada.


Y así, sobrevino la tragedia. ¿Hasta que punto llegan las miserias del hombre? Hasta hacerle matar. La obsesión por defender sus pertenencias y el vivir aferrado al terruño son a veces objetivos cegadores.


Así era tu amada Castilla: un pozo de desdicha e infortunio, pero que en sus entrañas guardaba el espíritu de la riqueza y de la esperanza.


Dedico mis últimas líneas a despedirme, con la certeza de que en un futuro ya próximo nuestra tierra será un nido fecundo de prosperidad.


Un abrazo:


Nini


Tercera carta:
Azarías, Protagonista de “Los Santos Inocentes” (1981)

Querido creador Delibes:
Quizá al bautizarme con el nombre hebreo y poco conocido de Azarías, equivalente a “Auxilio de Dios”, hayas pretendido otorgarme las siguientes virtudes:


1º) El amor y cariño hacia “la niña chica”, sí a Charito, cuyo cuerpecito abultaba poco más que una liebre y sus extremidades se doblaban igual que las de una muñeca de trapo. Pero como disfrutaba la pobre cuando le rascaba el entrecejo.


2º) El cariño a los animales: “milana bonita, milana bonita”. La alegría que sentía al proporcionarle la comida y acariciarla... La tristeza que me embarga cuando muere y el enternecedor entierro del pájaro. Y como me vuelve la alegría cuando consigo un nuevo polluelo de milana.


3º) El castigo involuntario a los parásitos señoritos, responsables de la situación familiar de los míos. Me vengaba quitando los tapones de las válvulas de las ruedas de sus ostentosos coches y me orinaba las manos y a continuación les desplumaba las pobres perdices o tórtolas que masacraban día tras día para los suculentos banquetes.


4º) El abandono y explotación a que estuve siempre sometido, sumido en la ignorancia total: uno, dos, tres, cuatro, cinco, y al llegar a once, decía: cuarenta y tres, cuarenta y cuatro y cuarenta y cinco...


5º) Y por último el fin del Señor Iván. No apruebo la venganza y más cuando se convierte en muerte de una persona. Pero el Señorito merecía un castigo. Había sido muy cruel con mi cuñado Paco, con la familia, conmigo y sobre todo con la milana.


Te agradezco Delibes que me hayas convertido en uno de los personajes más famosos de la novela y el que más simpatías despertó.


Azarías



Desde este blog felicitamos a los chavales del Instituto y a los profesionales
(Fuente: Comunidad Educativa, Ministerio de Educación, Gobierno de España)
Diego Castro Franco, Licenciado en Historia por la Universidad de León.
Y Marino Castro Antolín, Profesor de Lengua y Literatura del IES “Gil y Carrasco” de Ponferrada (León).

BIBLIOGRAFÍA:
*Historia de la literatura del S. XX.- Editorial Ariel
*Internet http://delibesv.htm.
*Los Santos Inocentes.- Ed. Seix Barral.
*El Camino.- Ed. Destino
*Las Ratas.- Ed. Destino.



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