MILITIA TEMPLI EN EL CAMINO DE SANTIAGO.
FINALIZAMOS.
Como anunciamos en días pasados, hoy día 14 de agosto, hemos finalizado nuestra misión en este bello pueblo del Camino de Santiago, en Redecilla del Camino. Estos últimos días han seguido la tónica de los anteriores, muchos peregrinos por la mañana de todas las nacionalidades a los que hemos atendido y acompañado como mejor sabemos hacerlo, hablando con ellos, escuchándolos y si lo desean acompañándolos en la oración.
Llega la hora de hacer balance y ver lo positivo y lo que se puede mejorar, evidentemente en este segundo apartado la lista es grande, se pueden mejorar muchas cosas y si Dios quiere así se hará y si las personas que han confiado en nosotros consideran que ha merecido la pena nuestro trabajo y siguen confiando en nosotros, ahí estaremos y con el ánimo de mejorar.
En lo positivo, el cesto está lleno de cosas buenas, en primer lugar nuestro contacto con el peregrino ofreciéndole lo mejor de nosotros, nuestros mejores momentos han sido cuando hablábamos con ellos nos contaban las historias y vivencias que hay detrás de cada uno, también cuando nos preguntaba alguno de ellos por qué estábamos allí, dedicándoles nuestro tiempo y con su expresión notabas esa satisfacción que tenían de saber que había personas pendientes de ellos, cuando los veías que se iban a la parte delantera a orar, todos esos momentos hacen qué finalicemos con la satisfacción de sentir que nuestra presencia ha aportado algo positivo a todas esas personas. Han sido más de tres mil los que hemos podido atender y acompañar, no sabemos el porcentaje respecto al total de los que hacen el Camino a diario pero aunque hubiera sido uno sólo habría merecido la pena.
Por otro lado hemos tenido a diario nuestros momentos lejos del ajetreo diario para poder estar solos ante Dios, orando en la Iglesia, pidiendo que nos ayude para servir mejor a los demás, han sido momentos muy bonitos de recogimiento que dan más sentido aún a nuestra labor.
También en ese cesto de las cosas buenas que nos traemos hay que meter a toda esa gente maravillosa que hemos conocido en Redecilla del Camino y que con su ayuda y amistad nos han facilitado nuestra estancia, especialmente a Sergio sin cuya colaboración y sobre todo amistad nos ha hecho muy fácil nuestra estancia, en realidad ha sido un hermano más de la Preceptoría, a veces, así lo hemos sentido todos, a Lourdes y Cristian, a Victoriano, nuestras charlas con Sabina, por cierto que no se olvide del rosario que le regalamos y cuando y donde tiene que entregarlo, y de tantos otros a los que agradecemos sus muestras de amistad y cercanía, y como no nombrar al P. Fernando, Vicario General de la Diócesis, y a los párrocos de Belorado y Redecilla, los Padres José Antonio y Ángel, tres sacerdotes que Dios ha puesto en nuestro camino y a los cuales estamos agradecidos por su amistad y sobre todo por la confianza que depositaron en nosotros, hemos disfrutado con su compañía y hemos sido testigos de la gran labor que llevan a cabo día a día.
Por último, gracias a la generosidad de muchas personas hemos podido mandar donativos a nuestros hermanos desplazados en Siria e Irak los cuales intentan volver a sus hogares destruidos por la devastadora guerra.
A todos mil gracias y que Dios Nuestro Señor esté siempre con vosotros.
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