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| Renta media declarada por hogar 37.896€ |
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| Renta media por habitante en Redecilla del Camino 16.914€ |
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| Renta media declarada por hogar 37.896€ |
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| Renta media por habitante en Redecilla del Camino 16.914€ |

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| Una venta de patatas organizada por la familia Demassiet. |
Ana González, natural de Santo Domingo de la Calzada, y David Ceballos, originario de Cantabria, son los últimos pastores trashumantes riojanos que continúan recorriendo las cañadas con su rebaño a pie. Junto a ellos camina también su hija Eda, de apenas dos años, que da nombre a la ganadería familiar.
La historia de esta familia comenzó lejos de los pastos. Ana y David trabajaban en otros oficios cuando decidieron cambiar radicalmente de vida.
En 2015 compraron sus primeras 500 ovejas y, con el paso del tiempo, ampliaron el rebaño hasta 600 cabezas, además de incorporar 40 vacas de carne. Años después, en 2023, realizaron su primera trashumancia completa, un sueño largamente planeado que atrajo la curiosidad de los vecinos a su paso. «La gente nos saludaba desde las puertas y hasta nos ofrecían merienda», recuerda David.
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El trayecto que recorren no los lleva ya hasta tierras extremeñas como antaño sino que discurre en un radio de unos cincuenta kilómetros que entre Santo Domingo de la Calzada y los pastos de Matute, Tobía y Anguiano, a través de la cañada del río Oja. Durante semanas, en la temporada de trashumancia ascienden por las laderas del monte San Lorenzo, a más de 2.000 metros de altitud, hasta dejar al rebaño pastando libremente en las zonas más frescas, vigilado por siete mastines que los protegen de los peligros.
La trashumancia, declarada recientemente Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Gobierno de La Rioja, ha sido durante siglos una de las prácticas ganaderas más representativas de Europa. Consiste en trasladar el ganado a lo largo del año buscando los mejores pastos y condiciones climáticas. Sin embargo, la industrialización y el abandono del medio rural la llevaron casi a la desaparición. Ana y David, con su Ganadería Eda, son la excepción a la regla y un símbolo de resistencia.
Un caso, el suyo, especialmente particular ya que no heredaron esta forma de vida suno construyeron desde cero. «Nadie en mi familia se había dedicado a esto», confiesa Ana, en diversas entrevistas llevadas a cabo en medios de comunicación riojanos, que junto a David y ahora su hija Edad aseguran sentirse plenos. «Amamos los animales y la libertad. Nos hace más felices estar en familia, al aire libre, que tener un trabajo que no nos llene».
El matrimonio vive principalmente de la venta de corderos, aunque la incorporación de vacas les ha abierto nuevas oportunidades. Reconocen que los costes de producción son cada vez más altos, pero no pierden la esperanza. «La carne se paga bien, y queremos seguir creciendo», afirma David, que sueña con aumentar el número de ovejas hasta 2.000 y las vacas hasta un centenar.
Mientras tanto, la pequeña Eda crece entre praderas, ovejas y perros pastores. Sus primeros pasos los ha dado entre el sonido de los cencerros y el silbido del viento. Sus padres creen que ese contacto directo con la naturaleza le da una infancia distinta, marcada por los olores del monte y el respeto por los animales. «Sabemos que esto es sacrificado, pero compensa con creces».
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| Órgano de Vadocondes. José Ruiz, s.XIX |
Javier Medrano. Diario Vasco
Es un gran alivio para Lucas Wafflart. A sus 18 años, este joven futuro agricultor ha logrado recuperar la granja familiar que pertenecía a su abuelo, tras meses de incertidumbre y una subasta judicial. Un largo periplo lleno de tensiones y en el que la movilización de su comarca ha sido clave para que finalmente la explotación agrícola de Mauvezin-sur-Gupie en el sur de Francia pueda regresar a sus manos.
La finca, de 37 hectáreas, había sido puesta a la venta por el tribunal de Agen en en Nueva Aquitania 140.000 euros, después de que la familia Wafflart se viera abocada a la liquidación judicial. Incapaces de reunir el dinero necesario, recurrieron entonces al apoyo del entorno rural y de los internautas. En redes sociales y en la prensa local se difundió un llamamiento: nadie debía superar la oferta de Lucas para que la granja no cayera en manos de otro comprador.
El precio de salida se redujo finalmente a 10.045 euros, pero un jubilado presentó una sobrepuja del 10% en julio, lo que obligó, conforme a la ley, a celebrar una segunda subasta y desató la indignación en el entorno agrícola local además de prolongar la incertidumbre de la familia.
Finalmente, este jueves 16 de octubre, Lucas Wafflart acudió por última vez al tribunal juidicial de Agen para asistir a la subasta definitiva. No obstante, por delante quedaban doce minutos de pujas antes de poner fin a meses de angustias en los que el representante de Plan Rouge Agricole, una asociación creada para salvar explotaciones en dificultades, encontró un rival inesperedo en una sociedad civil inmobiliaria de Lot-et-Garonne, interesada en hacerse con la propiedad.
Así, de los 11.050 euros iniciales, cada pocos segundos el precio de la subasta por la granja del abuelo de Lucas Wafflart no paraba de subir para desesperación del joven, que apenas podría mirar el ascenso meteórico de los números hasta los 115.00 euros.
«Salimos contentos, pero indignados de que la venta haya subido hasta 115.000 euros», declaró José Pérez, presidente de la Coordinación Rural de Lot-et-Garonne, que acompañó a la familia desde el inicio del proceso, tras lograr que la explotación agrícola haya podido quedar en manos de los Wafflart. «Hay gente dispuesta a destruir familias, a asesinar agricultores. Es horrible verlo. Menos mal que Lucas ha contado con la solidaridad de los donantes de la colecta, porque sale de aquí con una carga enorme para alguien tan joven».
El acuerdo alcanzado con Plan Rouge Agricole permitirá que Lucas reciba la explotación una vez concluya sus estudios. «Le cederemos la granja cuando esté preparado. Es joven, tiene que seguir adelante y llevar a cabo su proyecto», explicó José Pérez.
Por su parte, tras el cierre de la agónica subasta, Lucas Wafflart prefirió regresar discretamente hasta su casa. «Voy a anunciarles la noticia a mis abuelos. Les prometí que salvaría la propiedad», señaló emocionado a los medios locales
Este palabrario o colección de palabras, expresiones, topónimos y dichos de Redecilla del Camino y su comarca comenzó por iniciativa de los ...