Junto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y
Cajamar, la Federación Española de Industria de Alimentación y Bebidas
(FIAB) ha difundido el estudio, elaborado por la consultora Kreab y en
el que se destaca la industria alimentaria como un «actor imprescindible» en el medio rural.
El director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha remarcado
que esta industria se encuentra en municipios que acogen al 70,7 % de la
población de la España vaciada y están diseminados en todo el
territorio nacional, con mayor presencia relativa en Castilla y León,
Castilla-La Mancha, Navarra, Murcia y La Rioja.
La industria de alimentación y bebidas resulta imprescindible para combatir la despoblación, ya que fija más de 830.000 personas en la España vaciada a partir del empleo, según un informe presentado este miércoles por la patronal FIAB.
.-¿no es lo lógico que la industria de los alimentos, y en general cualquier transformación de la naturaleza esté en los pueblos?.
.- ¿acaso quieren hacernos un favor con el que les debamos estar agradecidos?; ¿qué hacen demasiadas fábricas de salazones, de morcilla, de embutidos, de conservas, de congelados, textiles, farmacéuticas... en las ciudades?; ¿acaso no es su sitio adecuado que cualquier transformación de productos naturales se haga en los pueblos?.
.- Nos dirán que así los transformados están más cerca del mercado/consumo, entonces ¿por qué no se ponen las macrogranjas en las Gran Vías de las ciudades?.
Según el estudio, la IAB fija una población de 834.737 personas en la
España vaciada si se cuentan los trabajadores del sector allí asentados y
sus familias.
Esa cifra equivale al 61 % de la población que ha perdido esa parte del país entre 2000 y 2019.
El 17 % de la población de la España vaciada (más de 300.000 hogares) se
asocia a la IAB, que ha evitado en esos años un mayor abandono rural.
Se estima que unos 5 millones de personas viven en la España vaciada
(aquellas zonas con menos de 50 habitantes por kilómetro cuadrado), lo
que supone apenas el 10 % de la población española, repartida en el 77 %
del territorio.
García de Quevedo ha señalado la contribución de la industria a la
creación de riqueza –el 10,6 % del Producto Interior Bruto (PIB) de
España y el 16,2 % del de las áreas menos pobladas– y la aportación de unos 35.000 millones de euros a las arcas públicas mediante impuestos.
La industria alimentaria también ha impulsado la actividad empresarial
en el medio rural, ya que 5.000 de las 30.000 empresas que componen el
sector están en la España vaciada, así como la creación de empleo, con
unos 300.000 puestos de trabajo de un total de más de dos millones.
El responsable de la patronal ha enfatizado que la IAB ha generado un
impulso valorado en 273 millones de euros en el sector de las
telecomunicaciones en la España vaciada y puede producir un retorno de
33 millones, al tiempo que permite la dotación de infraestructuras y
servicios básicos como hospitales, centros de salud, colegios, oficinas
bancarias, tiendas y otros establecimientos.
Además, ha resaltado que la industria alimentaria sirve como reclamo del
turismo gastronómico, contribuye al bienestar social y está
comprometida con la gestión sostenible de los recursos naturales
mediante la valorización de los residuos, la eficiencia hídrica, el uso
de energías renovables y la mejora de la calidad del aire.
IMPULSO A LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
García de Quevedo ha reclamado equilibrio fiscal e incentivos para
promover la actividad económica; apoyo a la revitalización de las zonas
rurales y a la promoción turística gastronómica; y más esfuerzos en sostenibilidad, facilitando el acceso a infraestructuras y digitalización, entre otras medidas.
En la presentación, moderada por el presidente de Cajamar, Eduardo
Baamonde, el secretario general de Agricultura y Alimentación del MAPA,
Fernando Miranda, ha apuntado que en muchas zonas rurales el único
tejido de actividad socioeconómico es el de la industria de alimentación y bebidas.
«Como primera industria del país, tenemos que darle la importancia que
se merece», ha asegurado Miranda, que ha añadido que las exportaciones
agroalimentarias terminan aportando riqueza a las zonas menos pobladas
del país.
Aparte del sistema europeo de protección de indicaciones geográficas
que protege los productos en el mercado mundial, el secretario general
se ha referido a otros instrumentos de desarrollo rural como los de la
Política Agraria Común (PAC), que ayudan a la transformación del sector
agroalimentario.
Las inversiones en regadío, digitalización e innovación son algunas de las formas de dar más valor a los productos y generar riqueza en la España vaciada, según Miranda
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión importa. Danos tu Opinión.