La Sierra de la Demanda, compartida por las provincias de Burgos
(por el norte de la Sierra desde Redecilla del Camino al sur del Camino de Santiago hasta Sierra de Atapuerca,
y desde ahí por el sur de la Sierra al norte de la carretera N-234 Burgos/Soria),
La Rioja (por el norte de esta Sierra desde Nájera hasta Grañón al sur del Camino de Santiago y límites con Soria y Burgos)
y Soria (por el sur de la Sierra, al norte de la carretera N-234 Burgos/Soria y sus límites con Rioja), en España,
promete lugares inmersos en una infinita naturaleza donde la armonía, la tranquilidad
y el contacto con el medio ambiente invitan a realizar variadas actividades
para sacudirse de la vida cotidiana de las ciudades.
Lagunas, cascadas, senderos, flora y fauna forman parte de un escenario auténtico de espacios todavía no explorados por muchos turistas, quienes llegan a las grandes ciudades pero no siempre conocen sus entornos y todo lo que la naturaleza tiene para brindar.
Aquí se describen algunas de sus rutas. La información fue extraída desde el website de AGALSA - Sierra de la Demanda, que tiene como objetivo fundamental promover el desarrollo socio-económico de la Sierra de la Demanda, apoyándose en el concurso, participación y colaboración de todos los agentes públicos y privados que intervienen en los procesos de desarrollo económico, social y cultura.
►Dehesa de Arlanzón
Este pequeño recorrido por la dehesa de Arlanzón es ideal para realizar con niños.
Se puede llegar hasta la Abadía de Foncea siguiendo el trazado de la Vía Verde hasta encontrar, pasados algo más de tres kilómetros desde Arlanzón, el panel que señaliza los restos de la Abadía. Desde el mismo panel se desciende unos metros hasta el arroyo Foncea, al otro lado del cual se encuentran los restos del monumento.
Sorprende lo poco que se ha conservado de esta Abadía que fue sin embargo una de las más destacadas por su jurisdicción y poder.
De todo ello percibía el abad rentas y aprovechamientos y compartía posesión con el Concejo de la Villa de Arlanzón. Su abad era un miembro destacado del cabildo de la catedral de Burgos.
De la antigua casa-palacio con su iglesia tan sólo se conservan cinco monolitos que indican su antigua ubicación sobre los que se ha colocado una cruz.
Se puede regresar por el camino que surge en las inmediaciones, paralelo a la vía verde, bajo la bien conservada dehesa de Arlanzón. Abunda la fauna y la ganadería en esta zona, y es fácil cruzarse con parsimoniosas vacas y pequeños pájaros de bosque (herrerillos, carboneros, mitos, trepadores azules, agateadores…).
►Desfiladero en los Montes de Oca
En el curso alto de los ríos, las pendientes son elevadas, las aguas de escorrentía impredecibles y la fuerza del agua crea paisajes incisivos, horadados en la roca. El conjunto de desfiladeros del río Oca y afluentes son un gran ejemplo.
Se puede recorrer un sistema de profundas gargantas calizas de un kilómetro aproximadamente siguiendo un pequeño sendero tallado en la misma roca en las inmediaciones de la ermita de Nuestra Señora de Oca (desvío desde la N-120, poco antes de entrar en Villafranca si se va desde Burgos).
Para localizarlo: frente a la entrada de la ermita surgen dos caminos, uno ancho que discurre a lo largo de una pradera para llegar a la Fuente de San Indalecio y, junto a él, otro estrecho que sube suavemente por la ladera y que conduce al desfiladero.
Este sendero finaliza al toparse con el muro de cierre de la presa de Alba, y hay que volver sobre nuestros pasos para regresar.
Otro conjunto de desfiladeros se abre aguas arriba de la presa, y se puede acceder desde la localidad de Villamudria, en la vertiente sur de los Montes de Oca (a la que se llega tomando el desvío en Ibeas de Juarros hacia la BU-820).
►Camino de San Olav
Antes de morir a los 28 años –dicen que de nostalgia- la princesa Kristina de Noruega hizo prometer a su esposo que construiría en Covarrubias un templo a San Olav. La hija del rey Haakon IV de Noruega llegó a España en 1257 para casarse con un hermano del rey Alfonso X, el Sabio, y así fortalecer la unión entre ambos reinos. El matrimonio vivió en Sevilla, pero como el marido, don Felipe, había sido abad de la Colegiata de Covarrubias, decidió enterrar allí a su joven esposa cuando ésta murió sólo cuatro años después de la boda.
El Camino de San Olav arranca a los pies de la Catedral de Burgos, enlaza con la Vía Verde del Santander Mediterráneo, y atraviesa varios pueblos hasta introducirse en el territorio de Lara en Revilla del Campo. El retablo de su iglesia merece una parada antes de continuar hacia Quintanalara, pequeña localidad en la que perdura el arte del carboneo. El camino continúa hasta Cubillo del César mientras el paisaje se va poblando de sabinas a medida que se avanza hacia los Sabinares del Arlanza. La siguiente localidad es Cubillejo de Lara, donde destaca el dólmen que se encuentra junto al pueblo. Continúa el camino hacia Quintanilla de las Viñas, ya mencionado por la relevancia de su ermita visigótica y también por el yacimiento de incitas de Las Serenas, y después prosigue hasta Mambrillas de Lara, donde aflora otro de los yacimientos de incitas, el de La Pedraja.
Cruzando la N-234 se inicia una subida a través de la bien conservada dehesa de Mambrillas, hasta la primera de “Las Mamblas”, cerca de la entrada al valle de Santa Olalla. Siguiendo las indicaciones y ya muy cerca de Covarrubias, se desciende hasta la ermita de San Olaf, un edificio contemporáneo que representa con lenguaje actual todo el simbolismo del medievo y la nostálgica historia de Kristina de Noruega.
►Sendero Minero de San Adrián de Juarros
El doble atractivo, ecológico y etnográfico, de este recorrido lo convierten en una muy buena opción para descubrir el valle.
El sendero enlaza la historia de una minería en auge entre mediados del s. XIX hasta finales del XX, cuando otros combustibles más baratos y eficientes pasaron a sustituir la función del carbón. La historia de esta minería se explica en paneles informativos en un recorrido circular entre los pueblos de San Adrián y Brieva de Juarros.
El camino atraviesa robledales y pinares, típicos del paisaje juarreño. Desde el Mirador del Sauce, a caballo entre las dos localidades, se pueden sacar estupendas fotos de las cumbres de la Sierra, dominadas por el Pico San Millán.
La ruta parte de San Adrián de Juarros, donde se encuentra el centro de recepción de visitantes al final del pueblo. Junto a él, un panel informativo resume los datos de interés del camino y a su lado surge el sendero.
Rutas imperdibles
►La Garganta de Garganchón
Este sencillo sendero recorre la garganta formada por el río Urbión. En el primer tramo, que discurre junto al lecho del río por el fondo de la garganta, los escaladores pueden encontrar nueve vías abiertas para disfrutar de otra forma este desfiladero. Pasados unos tres kilómetros, el camino inicia la ascensión hacia la izquierda hasta llegar al Mirador de Covanegra a 950m.
Desde este momento el camino regresa por la cornisa del desfiladero, permitiendo disfrutar de las vistas, hacia el sur, de los picos más elevados de la Sierra (San Millán, Trigaza, Peña Mulacardo), y hacia el este de la vista sobre el cañón.
El Alto del Camino se encuentra más adelante, a 1230m de altura, mejorando las visuales, y a continuación Peña Gavilanes, desde donde es fácil observar grupos de buitres leonados
►El Sendero de la Genciana
Entre los dos picos más altos de las inmediaciones, el Trigaza y el San Millán, surge el Barranco de la Genciana.
Este sendero se inicia en Alarcia y recorre los pinares y hayedos de la vertiente norte de la Sierra de la Demanda, alcanzando dos miradores desde los que disfrutar del paisaje serrano.
Se inicia la ruta cruzando el pueblo de Alarcia hasta llegar a la “fuente del burro”. Se continúa subiendo hacia un robledal que se abre finalmente para mostrar una panorámica de los montes de Villasur de Herreros.
Continúa la ruta entre pinares y hayedos hasta llegar al Mirador de la Genciana, desde el que la panorámica se dirige al este, divisando los Montes de Oca, la presa de Alba, Valmala, Rábanos y Villamudria.
Hay que retroceder unos metros para adentrarse por fin en los Barrancos de la Tejera y la Genciana, entre hayas, tejos y acebos.
Tras circular brevemente por la carretera se continúa el ascenso por el barranco entre pequeñas cascadas y torrenteras hasta llegar al Mirador de la Cruz, desde donde ver hacia el sur los picos Trigaza y Zapatera antes de descender cómodamente hasta Alarcia.
Indicación: El sendero transcurre por la carretera unos 400 metros para luego cruzar al otro lado. Hay que extremar la precaución en este tramo.
►Subida al Pozo Negro
►La Garganta de Garganchón
Este sencillo sendero recorre la garganta formada por el río Urbión. En el primer tramo, que discurre junto al lecho del río por el fondo de la garganta, los escaladores pueden encontrar nueve vías abiertas para disfrutar de otra forma este desfiladero. Pasados unos tres kilómetros, el camino inicia la ascensión hacia la izquierda hasta llegar al Mirador de Covanegra a 950m.
Desde este momento el camino regresa por la cornisa del desfiladero, permitiendo disfrutar de las vistas, hacia el sur, de los picos más elevados de la Sierra (San Millán, Trigaza, Peña Mulacardo), y hacia el este de la vista sobre el cañón.
El Alto del Camino se encuentra más adelante, a 1230m de altura, mejorando las visuales, y a continuación Peña Gavilanes, desde donde es fácil observar grupos de buitres leonados
►El Sendero de la Genciana
Entre los dos picos más altos de las inmediaciones, el Trigaza y el San Millán, surge el Barranco de la Genciana.
Este sendero se inicia en Alarcia y recorre los pinares y hayedos de la vertiente norte de la Sierra de la Demanda, alcanzando dos miradores desde los que disfrutar del paisaje serrano.
Se inicia la ruta cruzando el pueblo de Alarcia hasta llegar a la “fuente del burro”. Se continúa subiendo hacia un robledal que se abre finalmente para mostrar una panorámica de los montes de Villasur de Herreros.
Continúa la ruta entre pinares y hayedos hasta llegar al Mirador de la Genciana, desde el que la panorámica se dirige al este, divisando los Montes de Oca, la presa de Alba, Valmala, Rábanos y Villamudria.
Hay que retroceder unos metros para adentrarse por fin en los Barrancos de la Tejera y la Genciana, entre hayas, tejos y acebos.
Tras circular brevemente por la carretera se continúa el ascenso por el barranco entre pequeñas cascadas y torrenteras hasta llegar al Mirador de la Cruz, desde donde ver hacia el sur los picos Trigaza y Zapatera antes de descender cómodamente hasta Alarcia.
Indicación: El sendero transcurre por la carretera unos 400 metros para luego cruzar al otro lado. Hay que extremar la precaución en este tramo.
►Subida al Pozo Negro
Desde Fresneda de la Sierra Tirón, hay que seguir dirección Ezcaray hasta el desvío “Área recreativa Las Zarras”. A unos tres kilómetros, pasado el área recreativa, se llega al refugio Tres Aguas, donde se puede dejar el coche e iniciar la ruta, tomando la pista que surge detrás de la construcción, hacia la izquierda.
En todo momento hay que seguir las indicaciones del GR-290 “Dos Aguas”, en dirección Barbadillo de Herreros a la ida (dirección Fresneda de la Sierra a la vuelta).
Si se va en bicicleta, es mejor tomar un sendero que surge a la izquierda, con buen firme, poco después de pasar “Tres Aguas”. La senda discurre junto al arroyo de Pozo Negro, cruzándolo varias veces (se recomienda equilibrio y calzado adecuado).
La dureza de las rampas es cada vez mayor, hasta que finalmente se abren los pastizales sobre los que se encuentra la laguna. No importa el contenido del bocadillo, que a estas alturas sabe a gloria.
Tras disfrutar de este espectáculo se puede regresar por el mismo camino o lanzarse hasta el pico Otero, a un kilómetro y medio de distancia y 262 metros de desnivel, y con una impresionante panorámica sobre la Sierra de la Demanda (sobresaliendo los picos San Millán al este y San Lorenzo al oeste), Montes de Oca al norte y Sierra de Neila al sur.
►La Ruta de las Cascadas
Desde Fresneda de la Sierra Tirón, hay que seguir dirección Ezcaray hasta el desvío “Área recreativa Las Zarras”. A unos tres kilómetros, pasado el área recreativa, se llega al refugio Tres Aguas, donde se puede dejar el coche e iniciar la ruta, tomando la pista que surge detrás de la construcción, hacia la izquierda.
En todo momento hay que seguir las indicaciones del GR-290 “Dos Aguas”, en dirección Barbadillo de Herreros a la ida (dirección Fresneda de la Sierra a la vuelta).
Si se va en bicicleta, es mejor tomar un sendero que surge a la izquierda, con buen firme, poco después de pasar “Tres Aguas”. La senda discurre junto al arroyo de Pozo Negro, cruzándolo varias veces (se recomienda equilibrio y calzado adecuado).
La dureza de las rampas es cada vez mayor, hasta que finalmente se abren los pastizales sobre los que se encuentra la laguna. No importa el contenido del bocadillo, que a estas alturas sabe a gloria.
Tras disfrutar de este espectáculo se puede regresar por el mismo camino o lanzarse hasta el pico Otero, a un kilómetro y medio de distancia y 262 metros de desnivel, y con una impresionante panorámica sobre la Sierra de la Demanda (sobresaliendo los picos San Millán al este y San Lorenzo al oeste), Montes de Oca al norte y Sierra de Neila al sur.
►La Senda de los Batanes
En todo momento hay que seguir las indicaciones del GR-290 “Dos Aguas”, en dirección Barbadillo de Herreros a la ida (dirección Fresneda de la Sierra a la vuelta).
Si se va en bicicleta, es mejor tomar un sendero que surge a la izquierda, con buen firme, poco después de pasar “Tres Aguas”. La senda discurre junto al arroyo de Pozo Negro, cruzándolo varias veces (se recomienda equilibrio y calzado adecuado).
La dureza de las rampas es cada vez mayor, hasta que finalmente se abren los pastizales sobre los que se encuentra la laguna. No importa el contenido del bocadillo, que a estas alturas sabe a gloria.
Tras disfrutar de este espectáculo se puede regresar por el mismo camino o lanzarse hasta el pico Otero, a un kilómetro y medio de distancia y 262 metros de desnivel, y con una impresionante panorámica sobre la Sierra de la Demanda (sobresaliendo los picos San Millán al este y San Lorenzo al oeste), Montes de Oca al norte y Sierra de Neila al sur.
►La Ruta de las Cascadas
Desde Fresneda de la Sierra Tirón, hay que seguir dirección Ezcaray hasta el desvío “Área recreativa Las Zarras”. A unos tres kilómetros, pasado el área recreativa, se llega al refugio Tres Aguas, donde se puede dejar el coche e iniciar la ruta, tomando la pista que surge detrás de la construcción, hacia la izquierda.
En todo momento hay que seguir las indicaciones del GR-290 “Dos Aguas”, en dirección Barbadillo de Herreros a la ida (dirección Fresneda de la Sierra a la vuelta).
Si se va en bicicleta, es mejor tomar un sendero que surge a la izquierda, con buen firme, poco después de pasar “Tres Aguas”. La senda discurre junto al arroyo de Pozo Negro, cruzándolo varias veces (se recomienda equilibrio y calzado adecuado).
La dureza de las rampas es cada vez mayor, hasta que finalmente se abren los pastizales sobre los que se encuentra la laguna. No importa el contenido del bocadillo, que a estas alturas sabe a gloria.
Tras disfrutar de este espectáculo se puede regresar por el mismo camino o lanzarse hasta el pico Otero, a un kilómetro y medio de distancia y 262 metros de desnivel, y con una impresionante panorámica sobre la Sierra de la Demanda (sobresaliendo los picos San Millán al este y San Lorenzo al oeste), Montes de Oca al norte y Sierra de Neila al sur.
►La Senda de los Batanes
La senda de los Batanes es un paseo agradable con un interesante trasfondo histórico: la industria textil de Pradoluengo.
El recorrido, perfectamente señalizado, descubre las principales industrias textiles que operaban en la localidad, mientras se remonta el río que les daba energía.
La ruta tiene unos 4 km de ida desde el centro del pueblo. Hasta aquí también se puede llegar en coche por una carretera. Y si se quiere continuar el paseo, se puede llegar al nacedero del Oropesa, que se encuentra a 6km desde este punto, tras atravesar un bonito hayedo: sólo hay que seguir las indicaciones del PR (línea amarilla sobre blanca).
Para regresar a Pradoluengo se puede tomar el camino que asciende hasta una carretera, con firme de grava hasta la depuradora y después asfaltada, en la que se encontrarán paneles informativos acerca de los edificios de esta Senda de los Batanes.
La ruta acumula un desnivel de 172m, es de baja dificultad y los bosques que atraviesa merecen la pena.
►Laguna de Haedillo
Esta ruta comienza en el pueblo de Tolbaños de Arriba, junto a la ermita de Nuestra Señora del Salterio (pasando el pueblo en dirección a Neila, a la derecha). El camino discurre bajo el bosque. La senda asciende con suavidad hasta llegar a una pista ancha. Hay que cruzar el arroyo por el puente señalizado (Puente de los Angelitos) y girar a la derecha para buscar la pista bien marcada que sube hacia la izquierda. Ya sólo hay que seguir esta pista, que trepa rápidamente en zigzag por la ladera. Está señalizada con hitos (montones de piedras). En invierno hay que estar muy atento porque estos montones quedan ocultos con la nieve y es posible perder el sendero. El último tramo es el de mayor pendiente, y el sendero se difumina. Una vez arriba se puede pasear por la laguna o dirigirse hacia el oeste para alcanzar a unos 600 metros el Pico Haedillo, desde donde se divisa hacia el norte y de izquierda a derecha Sierra del Mencilla, San Millán y San Lorenzo, y hacia el sur el valle del Arlanza.
Si hay ganas de continuar, se puede tomar la cuerda de la Sierra hacia el este. A 7 kilómetros del Pico Haedillo siguiendo la cuerda, divisaremos las Lagunas de Neila.
El recorrido, perfectamente señalizado, descubre las principales industrias textiles que operaban en la localidad, mientras se remonta el río que les daba energía.
La ruta tiene unos 4 km de ida desde el centro del pueblo. Hasta aquí también se puede llegar en coche por una carretera. Y si se quiere continuar el paseo, se puede llegar al nacedero del Oropesa, que se encuentra a 6km desde este punto, tras atravesar un bonito hayedo: sólo hay que seguir las indicaciones del PR (línea amarilla sobre blanca).
Para regresar a Pradoluengo se puede tomar el camino que asciende hasta una carretera, con firme de grava hasta la depuradora y después asfaltada, en la que se encontrarán paneles informativos acerca de los edificios de esta Senda de los Batanes.
La ruta acumula un desnivel de 172m, es de baja dificultad y los bosques que atraviesa merecen la pena.
►Laguna de Haedillo
Esta ruta comienza en el pueblo de Tolbaños de Arriba, junto a la ermita de Nuestra Señora del Salterio (pasando el pueblo en dirección a Neila, a la derecha). El camino discurre bajo el bosque. La senda asciende con suavidad hasta llegar a una pista ancha. Hay que cruzar el arroyo por el puente señalizado (Puente de los Angelitos) y girar a la derecha para buscar la pista bien marcada que sube hacia la izquierda. Ya sólo hay que seguir esta pista, que trepa rápidamente en zigzag por la ladera. Está señalizada con hitos (montones de piedras). En invierno hay que estar muy atento porque estos montones quedan ocultos con la nieve y es posible perder el sendero. El último tramo es el de mayor pendiente, y el sendero se difumina. Una vez arriba se puede pasear por la laguna o dirigirse hacia el oeste para alcanzar a unos 600 metros el Pico Haedillo, desde donde se divisa hacia el norte y de izquierda a derecha Sierra del Mencilla, San Millán y San Lorenzo, y hacia el sur el valle del Arlanza.
Si hay ganas de continuar, se puede tomar la cuerda de la Sierra hacia el este. A 7 kilómetros del Pico Haedillo siguiendo la cuerda, divisaremos las Lagunas de Neila.
La ruta parte del área recreativa de Santa Icilia. En el camino hasta allí, una pequeña cascada cae sobre una bonita zona de baño. Se debe desechar la pista forestal que sube al Guariste (marcada como GR-290 –Dos Aguas), y el camino de grava que baja Santa Icilia; entre ellos aparece un sendero entre robles que es el que se debe seguir hasta llegar a un puente de madera.
La cascada se encuentra en el margen izquierdo del rio Umbría, por lo que no se atravesará el puente y se subirá por un estrecho camino que asciende por la montaña, hasta llegar a una pequeña campa, donde desemboca el arroyo del Chorranco. Siguiendo su recorrido contracorriente, llegaremos a la Cascada del Chorranco, de unos 20m de altura. El paisaje de robles, hayedos y pinar es una delicia.
►Subida al San Millán
El camino menos dificultoso para subir al San Millán parte desde Pineda de la Sierra.
El paisaje que se muestra durante todo el trayecto y la panorámica desde el pico más alto de la provincia hacen que merezca la pena el esfuerzo. El recorrido no presenta dificultades técnicas (más allá de su longitud y el desnivel).
Al terminar el pueblo, pasado el puente sobre el Arroyo Malo, hay que tomar una senda bien marcada a la izquierda sobre una ladera de pastos y matorral bajo, la Loma de los Helechares, que desemboca en la base del Pico San Millán.
Hacia atrás queda el cordal de la Sierra de la Demanda coronado por El Trigaza (2.084m), a la izquierda el profundo Barranco Malo y a la derecha el Mencilla. Al llegar a
un marcado cruce de caminos hay que tomar el de la derecha, que incrementa la pendiente. En seguida el camino se une a otro más ancho que llega allí desde el Puerto del Manquillo.
Queda el tramo más corto pero más duro del recorrido, para llegar a la cima del San Millán (2.131m) y disfrutar del paisaje infinito que ofrece la cumbre más alta de la provincia.
El regreso se puede hacer por el mismo camino, o bien tomando la pista ancha hasta el Puerto del Manquillo para allí unirse a la Vía Verde (esto añadirá unos 5 kilómetros a la ruta). Esta última opción permite visitar el modesto nacimiento del río Arlanzón, a unos 5 kilómetros después de iniciar el descenso, ya en el término municipal de Riocavado de la Sierra
La cascada se encuentra en el margen izquierdo del rio Umbría, por lo que no se atravesará el puente y se subirá por un estrecho camino que asciende por la montaña, hasta llegar a una pequeña campa, donde desemboca el arroyo del Chorranco. Siguiendo su recorrido contracorriente, llegaremos a la Cascada del Chorranco, de unos 20m de altura. El paisaje de robles, hayedos y pinar es una delicia.
►Subida al San Millán
El camino menos dificultoso para subir al San Millán parte desde Pineda de la Sierra.
El paisaje que se muestra durante todo el trayecto y la panorámica desde el pico más alto de la provincia hacen que merezca la pena el esfuerzo. El recorrido no presenta dificultades técnicas (más allá de su longitud y el desnivel).
Al terminar el pueblo, pasado el puente sobre el Arroyo Malo, hay que tomar una senda bien marcada a la izquierda sobre una ladera de pastos y matorral bajo, la Loma de los Helechares, que desemboca en la base del Pico San Millán.
Hacia atrás queda el cordal de la Sierra de la Demanda coronado por El Trigaza (2.084m), a la izquierda el profundo Barranco Malo y a la derecha el Mencilla. Al llegar a
un marcado cruce de caminos hay que tomar el de la derecha, que incrementa la pendiente. En seguida el camino se une a otro más ancho que llega allí desde el Puerto del Manquillo.
Queda el tramo más corto pero más duro del recorrido, para llegar a la cima del San Millán (2.131m) y disfrutar del paisaje infinito que ofrece la cumbre más alta de la provincia.
El regreso se puede hacer por el mismo camino, o bien tomando la pista ancha hasta el Puerto del Manquillo para allí unirse a la Vía Verde (esto añadirá unos 5 kilómetros a la ruta). Esta última opción permite visitar el modesto nacimiento del río Arlanzón, a unos 5 kilómetros después de iniciar el descenso, ya en el término municipal de Riocavado de la Sierra
►Dehesa de Arlanzón
Este pequeño recorrido por la dehesa de Arlanzón es ideal para realizar con niños.
Se puede llegar hasta la Abadía de Foncea siguiendo el trazado de la Vía Verde hasta encontrar, pasados algo más de tres kilómetros desde Arlanzón, el panel que señaliza los restos de la Abadía. Desde el mismo panel se desciende unos metros hasta el arroyo Foncea, al otro lado del cual se encuentran los restos del monumento.
Sorprende lo poco que se ha conservado de esta Abadía que fue sin embargo una de las más destacadas por su jurisdicción y poder.
De todo ello percibía el abad rentas y aprovechamientos y compartía posesión con el Concejo de la Villa de Arlanzón. Su abad era un miembro destacado del cabildo de la catedral de Burgos.
De la antigua casa-palacio con su iglesia tan sólo se conservan cinco monolitos que indican su antigua ubicación sobre los que se ha colocado una cruz.
Se puede regresar por el camino que surge en las inmediaciones, paralelo a la vía verde, bajo la bien conservada dehesa de Arlanzón. Abunda la fauna y la ganadería en esta zona, y es fácil cruzarse con parsimoniosas vacas y pequeños pájaros de bosque (herrerillos, carboneros, mitos, trepadores azules, agateadores…).
►Desfiladero en los Montes de Oca
En el curso alto de los ríos, las pendientes son elevadas, las aguas de escorrentía impredecibles y la fuerza del agua crea paisajes incisivos, horadados en la roca. El conjunto de desfiladeros del río Oca y afluentes son un gran ejemplo.
Se puede recorrer un sistema de profundas gargantas calizas de un kilómetro aproximadamente siguiendo un pequeño sendero tallado en la misma roca en las inmediaciones de la ermita de Nuestra Señora de Oca (desvío desde la N-120, poco antes de entrar en Villafranca si se va desde Burgos).
Para localizarlo: frente a la entrada de la ermita surgen dos caminos, uno ancho que discurre a lo largo de una pradera para llegar a la Fuente de San Indalecio y, junto a él, otro estrecho que sube suavemente por la ladera y que conduce al desfiladero.
Este sendero finaliza al toparse con el muro de cierre de la presa de Alba, y hay que volver sobre nuestros pasos para regresar.
Otro conjunto de desfiladeros se abre aguas arriba de la presa, y se puede acceder desde la localidad de Villamudria, en la vertiente sur de los Montes de Oca (a la que se llega tomando el desvío en Ibeas de Juarros hacia la BU-820).
►Camino de San Olav
Antes de morir a los 28 años –dicen que de nostalgia- la princesa Kristina de Noruega hizo prometer a su esposo que construiría en Covarrubias un templo a San Olav. La hija del rey Haakon IV de Noruega llegó a España en 1257 para casarse con un hermano del rey Alfonso X, el Sabio, y así fortalecer la unión entre ambos reinos. El matrimonio vivió en Sevilla, pero como el marido, don Felipe, había sido abad de la Colegiata de Covarrubias, decidió enterrar allí a su joven esposa cuando ésta murió sólo cuatro años después de la boda.
El Camino de San Olav arranca a los pies de la Catedral de Burgos, enlaza con la Vía Verde del Santander Mediterráneo, y atraviesa varios pueblos hasta introducirse en el territorio de Lara en Revilla del Campo. El retablo de su iglesia merece una parada antes de continuar hacia Quintanalara, pequeña localidad en la que perdura el arte del carboneo. El camino continúa hasta Cubillo del César mientras el paisaje se va poblando de sabinas a medida que se avanza hacia los Sabinares del Arlanza. La siguiente localidad es Cubillejo de Lara, donde destaca el dólmen que se encuentra junto al pueblo. Continúa el camino hacia Quintanilla de las Viñas, ya mencionado por la relevancia de su ermita visigótica y también por el yacimiento de incitas de Las Serenas, y después prosigue hasta Mambrillas de Lara, donde aflora otro de los yacimientos de incitas, el de La Pedraja.
Cruzando la N-234 se inicia una subida a través de la bien conservada dehesa de Mambrillas, hasta la primera de “Las Mamblas”, cerca de la entrada al valle de Santa Olalla. Siguiendo las indicaciones y ya muy cerca de Covarrubias, se desciende hasta la ermita de San Olaf, un edificio contemporáneo que representa con lenguaje actual todo el simbolismo del medievo y la nostálgica historia de Kristina de Noruega.
►Sendero Minero de San Adrián de Juarros
El doble atractivo, ecológico y etnográfico, de este recorrido lo convierten en una muy buena opción para descubrir el valle.
El sendero enlaza la historia de una minería en auge entre mediados del s. XIX hasta finales del XX, cuando otros combustibles más baratos y eficientes pasaron a sustituir la función del carbón. La historia de esta minería se explica en paneles informativos en un recorrido circular entre los pueblos de San Adrián y Brieva de Juarros.
El camino atraviesa robledales y pinares, típicos del paisaje juarreño. Desde el Mirador del Sauce, a caballo entre las dos localidades, se pueden sacar estupendas fotos de las cumbres de la Sierra, dominadas por el Pico San Millán.
La ruta parte de San Adrián de Juarros, donde se encuentra el centro de recepción de visitantes al final del pueblo. Junto a él, un panel informativo resume los datos de interés del camino y a su lado surge el sendero.
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