El alcalde de Belorado, Álvaro Eguíluz (i), junto al concejal de Repoblación, José María García (d). |
Poses épicas y caras retocadas con Photoshop. Son días de campaña electoral y en Burgos hay muchos carteles de todos los partidos. Uno de estos reclamos, quizá también uno de los más sencillos, anuncia un mitin para el sábado. Salen Tomás Guitarte, líder de Teruel Existe, José Ramón González, candidato de Vía Burgalesa España Vaciada, y una tercera persona. Pone que se llama José María García y que es el concejal de Repoblación de Belorado, un pueblo de 1.800 habitantes en la comarca de los Montes de Oca, entre Castilla, La Rioja y el País Vasco. Pero ¿qué es una concejalía contra la despoblación?
"La idea surgió después de ir a la manifestación del 31 de marzo de 2019 en Madrid", reconoce el edil, probablemente el primero de toda España que se encarga exclusivamente de esta materia. "Conseguimos llenar un autobús grande y, en la manifestación, justo detrás de nosotros venían los de Soria ¡Ya!, que eran un montón de chavales jóvenes y nos quedamos hablando de que teníamos que hacer algo. Ahí surgió la idea de la concejalía", recuerda García, el miembro más veterano de la corporación municipal de Belorado.
Por cierto, el equipo de gobierno no es ni del PP ni del PSOE, ya que en este pueblo de Burgos manda un partido surgido de los pobladores preocupados por el devenir del lugar. Se llamaron Vecinos por Belorado, ganaron en las municipales de 2019 y ahora, de cara a las elecciones del 13-F, se han integrado en la candidatura de la España vaciada en Burgos. "No esperábamos tener tanto éxito como para gobernar", admite Álvaro Eguíluz, el alcalde, que explica la razón de ser de la concejalía de Repoblación e Integración, como ellos la denominaron.
"Si creas un departamento así es porque el asunto merece una especial atención. Aquí, los servicios que se prestan dependen directamente de los habitantes que tengamos, por lo que perder población es una cuestión acuciante y que debemos atajar. Si nos quedamos parados, seguiremos perdiendo población y, por ende, servicios", justifica el alcalde, que asegura que el pueblo, en los últimos años y antes de que ellos llegaran al poder, pasó de los 2.200 a los 1.800 habitantes.
"Si creas algo así es porque el asunto merece una especial atención. Aquí, los servicios dependen directamente de los habitantes que haya"
Ahora bien, aunque el INE expone que hay 1.754 personas censadas, tanto el alcalde como el edil de Repoblación defienden que se debe a un error en la comunicación de datos del Instituto, ya que en los registros municipales figura que son más. "Ayer mismo José Mari cogió el dato de empadronados y somos 1.814 personas, pese a que, según el INE, éramos menos. ¡Y ponte a luchar tú contra el INE!", exclama Eguíluz.
Doble estrategia
El alcalde indica que desde su equipo enfrentan la despoblación desde un doble ángulo. Por un lado, está la vertiente más coyuntural, que es de la que se encarga José Mari desde la concejalía de Repoblación. Tiene que acometer las tareas más urgentes, como pueden ser la búsqueda de viviendas para nuevos vecinos, el contacto con las empresas por si hubiera vacantes laborales, el acompañamiento de nuevos pobladores cuando llegan o la orientación para que se adapten al pueblo lo mejor posible.
Según los datos del edil de Repoblación, en los últimos años y dos meses, el tiempo en el que ha desarrollado su trabajo, han llegado hasta Belorado 22 familias, que se corresponden con 67 personas. Del total, se marcharon cuatro familias (13 personas), por lo que el saldo, como destaca el concejal, es positivo: "Son 54 personas arraigadas y en casi todas las familias hay trabajando al menos un miembro o incluso dos".
"A los jóvenes siempre se les habla de las capitales y si te inundan con estos mensajes desde niño, nunca vas a elegir quedarte en el mundo rural"
Por el otro, están las medidas estructurales que, como repasa el alcalde, no darán frutos hasta dentro de cinco o diez años y que se centran en el aspecto educativo y el empresarial. "A los jóvenes siempre se les habla de las oportunidades que tienen en las capitales. Parece que solo ahí vas a poder desarrollarte. Y si te inundan con estos mensajes desde que eres pequeño, nunca vas a elegir quedarte en el mundo rural", critica el regidor, que por eso ha organizado charlas en los colegios o intenta atraer módulos de FP dual acordes con las necesidades empresariales de Belorado y su zona de influencia. Así, los jóvenes, siempre que quieran, podrán tener la oportunidad de quedarse en su tierra:
"Es fundamental poner en valor el mundo rural y sus posibilidades entre los chavales".
Enfoque transversal
Esta iniciativa pionera recibe elogios y suspicacias a partes iguales. En el universo de la despoblación hay quien lo considera como una iniciativa extraordinaria y, otros, innecesaria. La justificación de estos últimos pasa por el razonamiento de que si esta es una cuestión tan acuciante para un pueblo, todas las políticas deben estar centradas en combatirla. De igual modo, crear un área específica supone sectorializar este problema que, expertos consultados por El Confidencial, consideran que es un asunto más bien transversal. En este punto, cobraría especial interés que las funciones del departamento recayeran sobre el alcalde, ya que tendría la potestad de imponer su criterio sobre el resto de ediles afectados por las políticas contra la sangría demográfica, como pueden ser los responsables de vivienda, turismo o sostenibilidad.
Silvia Benedí es técnico en la Asociación de Desarrollo Rural Integral (ADRI) de la Comarca de las Tierras del Jiloca y Gallocanta, en Aragón, o lo que es lo mismo, es una de las personas que trabaja en la vanguardia de la repoblación de los territorios. Entidades como la suya, a veces invisibles, son las encargadas de dinamizar los territorios despoblados y las que ayudan, entre otras cosas, a buscar y encontrar a los pobladores idóneos y opina de otra manera.
PREGUNTA. ¿Tienen futuro las concejalías contra la despoblación?
RESPUESTA. Me parecen una idea bestial.
Benedí es quien responde. Al intentar trabajar con ayuntamientos muy pequeños, es perfectamente consciente de los problemas que rodean los procesos de repoblación. Por eso considera que institucionalizar el problema de la despoblación les serviría de ayuda a entidades como la suya para hacer más efectiva su labor. "Podría engranar todo muchísimo mejor. Cuando estás aquí e intentas traer gente, te das cuenta de que hay muy poca coordinación con las instituciones", subraya esta experta, que también lamenta que muchos ayuntamientos dejen escapar ayudas públicas que podrían ser beneficiosas para paliar esa "muerte dulce" que les provoca la sangría demográfica, sencillamente, porque no tienen manos para solicitarlas.
"A los pueblos pequeños no les llegan las cosas porque no hay un técnico que gestione ni subvenciones, ni ayudas ni proyectos, lo que los lleva a no entrar en la rueda y perder todas las oportunidades", ejemplifica Benedí, que también destaca la influencia cualitativa que tienen gestos como crear una concejalía de Repoblación: "Estas cosas también calan mucho en la mentalidad de la gente. Hay que tenerlo claro, la única salida para los pueblos pasa por ahí, por atraer gente. Porque si hay gente, habrá servicios, casas abiertas, trabajo… la repoblación es la única vía". Por ello, Benedí espera que cunda el ejemplo y, de la mano de la nueva corriente contra la despoblación que se ha instalado en el imaginario colectivo y que ahora, tanto con Teruel Existe como con las plataformas que pueden llegar a las Cortes de Castilla y León el 13-F, el modelo se replique. "Ojalá", culmina la experta.
José Ramón González es el cabeza de lista de la candidatura de la España Vaciada en Burgos para el 13-F y también valora positivamente medidas como la concejalía de Repoblación de sus compañeros de Belorado. Sabe lo que es ser concejal en su pueblo, Villasur de Herreros (258 habitantes) y los problemas que hay para intentar llevar a gente al mundo rural.
José Ramón González, cabeza de lista de la España vaciada en Burgos. |
De momento, José María reconoce que no es nada fácil este trabajo, especialmente porque al no haber tradición, hay más espacio para los sinsabores y las críticas vecinales. "Hay quien no lo entiende, quien te dice que si estás dando el trabajo de la gente del pueblo a otra gente", lamenta el concejal, que tiene claro que su gabinete en Belorado no será el último. "Va a haber más", recalca este hombre, comprometido con su tierra como pocos, quizá porque todavía recuerda cómo, con tres años, sus padres le sacaron de allí rumbo a Bilbao, desde donde regresó al jubilarse. Si nada cambia, y pese a las críticas, tiene pinta de que el tiempo le dará la razón. Si no cambian las recetas contra la despoblación en los pueblos y las ciudades pequeñas, la concejalía de Repoblación de José María pasará de ser la única de España a ser la primera de muchas