Cuando lo industrial acecha y lo rural contraataca desde el río Ciloria.

Leire Díez,

Nuevecuatrouno.

DE IZQUIERDA A DERECHA, JOSÉ ÁNGEL Y ÁLVARO CAPELLÁN, MOIRA Y DAVID
EN SU QUESERÍA DE ZORRAQUÍN

La Rioja cuenta actualmente con 334 explotaciones de vacuno (257 de ellas, en extensivo), según datos facilitados por la Consejería de Agricultura, pero tan solo nueve (con 2.830 animales censados) disponen de ganado para la producción de leche. En Zorraquín se ordeña desde hace escasos cuatro años a once vacas lecheras para la elaboración de productos lácteos, como quesos y yogures, lo que convierte a la quesería Valle del Ciloria (conformado por la parte suroriental de los Montes de Ayago*) en la única en la región que trabaja con leche de vaca, pues el resto son granjas de ordeño cuya producción va a parar a la industria o la restauración.

José Ángel y Álvaro Capellán, los propietarios de esta explotación en plena Sierra de la Demanda que cuenta con otras 120 vacas más para carne, tienen entre sus manos un auténtico tesoro que han logrado rentabilizar a pesar de los devenires del sector ganadero, que cada año pierde más adeptos.

«La producción de leche ha ido en declive, pero esto ocurre desde hace muchos años ya. Yo llevo más de 30 años dedicándome a esto y el balance es tristemente negativo. Cada año es un poco peor que el anterior», apunta José Ángel mientras su hermano prosigue: «Y cada año hay que poner más vacas para que la explotación siga siendo rentable. Poner más para sacar lo mismo, que es lo que está ocurriendo también con las vacas de monte».

En España la leche esta controlada por empresas de fuera, y como la leche es lo menos rentable, el resto de productos derivados, como yogures, queso o leche en polvo lo elaboran ellas en sus países de origen, por lo que allí sí pagan un poco más a los ganaderos. Pero la leche no es rentable si la tienes en el supermercado a 60 céntimos y hay que pagar el envase y el transporte. ¿Qué le queda entonces al ganadero? Por eso se vieron a principios de este año imágenes de ganaderos abriendo sus depósitos de leche porque ya estaban hartos de la situación.

«El problema es que los costes han subido tanto que ya no es que no ganes, sino que pierdes. Si ingresas 10.000 euros al mes, los costes son de 12.000, porque la vaca ningún día deja de comer y hay que ordeñarla cada día. Por eso muchas granjas han decidido restringir la cantidad de alimento de sus animales para que traigan menos leche, pero eso implica menor producción y por ende, menos ingresos. Ha subido el bote de cristal, la luz, las etiquetas, pero en el caso de los piensos bien es cierto que les damos poco, casi de regalo cuando van a ser ordeñadas, porque procuramos que sea todo alimentación natural que al final se nota mucho en el sabor de los quesos, sobre todo cuando comen flores», apunta el ganadero, quien espera que las aguas vuelvan a su cauce pronto o tendrán que repercutir esas subidas de costes, una vez más, en el precio de sus productos.

Un ejercicio, sin embargo, que implica manejar una balanza con astucia y delicadeza para que en épocas de menor consumo no haya sobreproducción, porque entonces tocará almacenar y por tanto, generar menos ingresos. «Hablamos con otros compañeros del sector y reconocen que lo ideal para sacar mayor rentabilidad es elaborar tu propio producto, pero eso es fácil si tienes pocos animales, como nosotros, no 150 cabezas. Aún así, aquí dinero no se saca porque quien a esto se dedica bien sabe que es un trabajo que no está pagado, así que no me creo que haya alguien que esté con vacas por el dinero, sino porque le gusta de verdad».

José Ángel y Álvaro se consideran los ganaderos de La Rioja que menos vacas tienen para poder vivir, pero eso, insisten, es gracias a la zona privilegiada en la que residen: «Somos conscientes de que la ganadería se está muriendo, por eso para que resista en este tipo de pueblos tan pequeños creemos que debe entenderse como una actividad ligada también al turismo que los nutre».

* El río Ciloria nace en las estribaciones del Torocuervo, se dirige en dirección de sur a norte hacía  Valgañón hasta la base donde se inicia el Puerto Pradilla; ahí gira en dirección este, pasa por Zorraquín y desemboca por la margen izquierda del río Glera(Oja).   El Valle del Ciloria  conforma la separación la parte oriental de los Montes de Ayago  (denominados  de Yugo en la Rioja) al norte y la Sierra de la Demanda propiamente dicha al sur.